El tagma (en griego, τάγμα: τάγμα, plural τάγματα Tagmata) era un tipo de unidad militar equivalente a un batallón o regimiento modernos. Fueron unidades de élite creadas por el emperador bizantino Constantino V, y comprendieron la columna vertebral del ejército del Imperio bizantino entre los siglos VIII y XI.
En su sentido original, el término tagma (del griego τάσσειν, «poner en orden») aparece a partir del siglo IV y fue utilizado para referirse a un batallón de infantería de entre 200 a 400 hombres (también denominado bandum o numerus en latín, vigla en griego) en el Ejército romano del este. En este sentido, el término se utiliza actualmente en el Ejército Griego. Sus orígenes se remontan a las unidades de la Guardia Imperial del Imperio Romano tardío.
Más tarde, en el Imperio Bizantino, el término llegó a ser aplicado exclusivamente a las tropas profesionales de a pie, acantonadas en la capital Constantinopla y en sus alrededores. Hacia el siglo VII, estas unidades habían decaído en poco más que tropas de desfile, debido al hecho que los emperadores tuvieron grandes dificultades para hacer frente a las frecuentes revueltas de las nuevas y poderosas formaciones de los themas, especialmente del Thema Opsiciano, el más cercano a la capital de Asia Menor. Dentro de los primeros sesenta años desde su creación, estuvo envuelto en cinco rebeliones, culminando en la exitosa pero breve rebelión y usurpación del trono, a cargo de su comandante, el conde Artabasdo, de 741 a 743.
Después de sofocar la revuelta, el emperador Constantino V (r. 741-775) reformó las antiguas unidades de guardia de Constantinopla en los nuevos regimientos tagmata, que estaban destinados a dotar al emperador tanto de un núcleo de tropas profesionales y leales, como de una defensa contra levantamientos provinciales, y también en algún momento, como una formación dedicada a las políticas iconoclastas de Constantino. Los tagmata eran exclusivamente unidades de caballería pesada, con una mayor movilidad que las tropas de los themas y mantenidas en bases permanentes. Durante la fase defensiva del Imperio bizantino, en los siglos VIII y IX, su papel consistía en ser una reserva central, guarnecida dentro y alrededor de la capital, en regiones como Tracia y Bitinia. Estas unidades conformaban el núcleo del ejército imperial en las campañas.
Además, al igual que su contraparte el Ejército Romano tardío, sirvieron como campo de reclutamiento y promoción de jóvenes oficiales. Una carrera en un tagma podía llevar un mayor rango en los ejércitos de los themas provinciales o un alto cargo en la corte bizantina. Los jóvenes más prometedores tenían la oportunidad de captar la atención del emperador.
Los oficiales tagmáticos provenían principalmente de la burocracia, así como de la aristocracia urbana y terrateniente de los themas de Anatolia, que acrecentaron paulatinamente su control sobre la alta oficialidad militar del Estado. Asimismo, los tagmata ofrecían una forma de movilidad social ascendente, para los menores estratos de la sociedad.
Durante su apogeo, en los siglos IX y principios del X, existían cuatro tagmata propiamente dichos (en griego: τὰ δʹ τάγματα):
Otras unidades estrechamente relacionadas con las tagmata, y a menudo incluidas entre ellos, eran las siguientes:
Existe un gran debate en cuanto al tamaño y la composición exacta de los tagmata imperiales, debido a la imprecisión y ambigüedad de las escasas fuentes de la época (manuales militares, listas de cargos y reportes árabes, sobre todo a partir del siglo IX). Nuestras fuentes primarias, los reportes de los geógrafos árabes Ibn Khordadbeh y Qudāmah, son un tanto ambiguos, pero dan el número total de integrantes de los tagmata de 24 000 hombres. Esta cifra ha sido vista por diversos estudiosos como John Bagnell Bury. y John Haldon, como demasiada elevada, y las estimaciones revisadas colocan a la fuerza de cada tagma en 1000−1500 hombres. Otros, como Warren Treadgold y –en parte– Friedhelm Winkelmann, aceptar estas cantidades, y las correlacionan con las listas de los oficiales en el Kletorologion para alcanzar un tamaño promedio de 4 000 por cada tagma (incluyendo la Optimatoi y la Noumeroi, para lo cual se declaró explícitamente que sumaban 4 000 cada una).
Las unidades tagmáticas fueron organizadas a lo largo de líneas similares. Estaban comandadas por un Doméstico, a excepción de la unidad Vigla, que estaba comandada por un Drungario. Era asistido por uno o dos oficiales llamados topotērētēs (griego Τοποτηρητής, "teniente"), cada uno de los cuales estaba al mando de cada mitad de la unidad. A diferencia de las unidades temáticas, no existían mandos intermedios permanentes (turmarca, quiliarca o pentacosiarca), hasta León VI el Sabio quien introdujo a los Drungarios después de c. 902. La subdivisión más grande del tagmata fue el bandon, comandado por un Komes («Conde»), llamado Skribōn en las unidades Excubitores y Tribunos en las unidades Noumeroi. El banda estuvo dividido en compañías, al mando de un Kentarcos («Centurión»), o un Draconario para la Excubitores, y Vikarios («Vicario») para la Noumeroi. El Doméstico de las escolas, cabeza del regimiento Scholai, se convertiría gradualmente en uno de cargos más importantes, llegando finalmente a ser el oficial de mayor rango dentro del ejército bizantino a fines del siglo X.
La siguiente tabla ilustra la estructura del Scholai en el siglo IX, según Treadgold:
Además, había un chartoularios (χαρτουλάριος, «secretario») y un prōtomandatōr (πρωτομανδάτωρ, «mensajero en jefe»), así como 40 bandophoroi (βανδοφόροι, «portadores de estándares»), de variados rangos y títulos dentro de cada tagma, y 40 mandatores («mensajeros»), para un total de 4125 hombres.
El siguiente cuadro muestra la evolución del tamaño teórico establecimiento de toda la fuerza tagmática, nuevamente, según los cálculos de Warren Treadgold:
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