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Textos canónicos



El canon bíblico de la Iglesia católica reconoce 73 libros como parte de la Sagrada Escritura. Comprende 46 escritos para el Antiguo Testamento, y 27 para el Nuevo Testamento.

La palabra canon deriva del nombre griego κανών "kanon", que significa "caña" o "vara", o también "norma" o "medida", que a su vez se deriva de la palabra hebrea קנה "kaneh" que se utiliza a menudo como un estándar de medición o también para medir cosas en buen estado.[cita requerida] Por extensión pasó a significar «la norma recta» o correcta y la lista de los documentos o conceptos que conforman dicha norma.[1]

Fue en el Concilio de Roma del año 382, cuando la Iglesia católica junto al papa San Dámaso I instituyeron el Canon Bíblico con la lista del Nuevo Testamento similar al de san Atanasio y los libros del Antiguo Testamento de la Versión de los LXX. Esta versión fue traducida del griego al latín por san Jerónimo (la Vulgata) por encargo de la Iglesia. Posteriormente los Concilios regionales III de Hipona del 393, III de Cártago del 397 y IV de Cártago del 419, en los cuales participó san Agustín, aprobaron definitivamente dicho canon. En el año 405 esta lista fue enviada por Inocencio al obispo Exuperio de Tolosa (en la Galia, hoy Francia), donde aparece el canon bíblico con los 73 libros ya existentes.

El concilio de Trento fijó el canon de la Iglesia católica declarándolo dogma.[2]

Hay varios documentos donde diversos autores daban sus opiniones sobre el canon bíblico que debería haber, antes de la decisión del Sínodo Romano del 382; luego la Iglesia se unificó en sus criterios. Cuando algunas iglesias particulares se separaron de la Iglesia católica formaron sus propios cánones como el caso de la Iglesia etiópica, copta, etc. En este sentido el primer canon bíblico conocido es el denominado «canon de Muratori», descubierto en 1740 en Milán por el erudito Luis Antonio Muratori. Consiste en una lista de los libros neotestamentarios elaborada en Roma en el siglo III, aunque los investigadores opinan que puede ser una copia de un documento del año 175. Incluye el Apocalipsis, pero excluye la I Epístola de Clemente, entre otros, sin embargo, no admite la Epístola a los Hebreos y objeta el Pastor de Hermas, por no apostólico.[3]

El canon bíblico quedó establecido entrado el siglo IV.[4]​ El primer canon neotestamentario ampliamente aceptado fue el establecido por Atanasio de Alejandría (†373) «martillo de herejes», que incluye el Apocalipsis y la Epístola a los Hebreos. El canon fluctuó durante años, en diversos lugares, aceptando o rechazando el Apocalipsis y obras de Hermas o Bernabé.[5]

El Apocalipsis fue excluido del canon del obispo Cirilo, doctor de la Iglesia, y no se consideró sagrado en la Iglesia de Jerusalén. No se incluyó en el Concilio de Laodicea, ni lo aceptó Gregorio Nacianceno, uno de los padres de la Iglesia. Tampoco se encuentra en la vulgata siriaca Peshitta, de finales del siglo III; y en las copias conservadas del siglo V en adelante se excluyen también las epístolas II de Pedro, II y III de Juan, y la de Judas.[6]

El primer canon desarrollado de lo que se conoce como Antiguo Testamento(AT) es el Canon Alejandrino, comúnmente llamado Septuaginta o "Biblia de los Setenta" (Μετάφραση των Εβδομήκοντα), y generalmente abreviada simplemente LXX, que fue traducida de textos hebreos y arameos más antiguos que las posteriores series de ediciones que siglos más tarde fueron asentadas en la forma actual del texto hebreo-arameo del Tanaj o comúnmente llamada "Biblia hebrea". Para su formación, la mayoría de los escritos sagrados judíos debieron ser vertidos de sus originales hebreos y arameos al griego. Su traducción inició en el Siglo III a.C. (c. 280 a.C.), y concluyó hacia finales del Siglo II a.C. La Septuaginta fue el texto utilizado por las comunidades judías de todo el mundo antiguo más allá de Judea, y luego por la iglesia cristiana primitiva, de habla y cultura griega.[7]​ Junto con el Tanaj, constituye la base y la fuente del Antiguo Testamento de la gran mayoría de las Biblias cristianas. De hecho, la partición, la clasificación, el orden y los nombres de los libros del Antiguo Testamento de las Biblias cristianas no viene del Tanaj, sino que proviene de los códices judíos y cristianos de la Septuaginta.

Existe una hipótesis que sostiene que hacia el año 70 d. C., un grupo de fariseos que habían escapado del asedio de Jerusalén, se reunieron en Yamnia, y fundaron una escuela; hacia 95, llegaron a un consenso sobre la lista (o canon) de los libros hebreos que habrían de ser parte del Tanaj judío, quedando establecido así el llamado Canon Palestinense para la mayoría de los judíos de habla y cultura hebrea, a principios del Siglo II. Sin embargo, tal hipótesis ha sido rechazada casi totalmente por la comunidad de historiadores debido a falta de pruebas. El Canon Palestinense significó el rechazo de una serie de textos que grupos de maestros judíos de habla griega habían incluido en el Canon Alejandrino en los Siglos II y I a.C. El Canon Alejandrino sigue siendo utilizado por la escuela rabínica de Alejandría. Por una tradición histórica que data del Siglo XVI, se llama protocanónicos a todos los escritos comúnmente admitidos en el Tanaj hebreo, así como en la Biblia griega de los LXX, y deuterocanónicos a todos los escritos presentes en la Biblia griega de los LXX, pero no en el Tanaj. La voz “deuterocanónico” significa “del segundo canon”, en contraposición a la voz “protocanónico”, que significa “del primer canon”.

Cuando en el año 382 se forma el Canon que más tarde sería conocido como "la Biblia" por obra del Papa Dámaso I, para la formación del Antiguo Testamento se usa casi la totalidad de la Septuaginta, pero excluyendo algunos libros por consejo de San Jerónimo, entre los cuales están los Libros III y IV de los Macabeos, el Libro III y IV de Esdras, el Libro de Enoc, el Libro de los Jubileos y el Libro II, III y IV de Baruc.[8]​ Este es el canon que rige hasta hoy en día en la Iglesia católica.

En el año 457 ocurre el llamado "Cisma Alejandrino" que da origen a la Iglesia Copta. Con el ánimo de diferenciarse de la Iglesia católica, se forma el Canon Copto que si bien acepta el Nuevo Testamento definido por los católicos, adopta el Canon Alejandrino como Antiguo Testamento, incorporando los libros objetados por San Jerónimo. Esto fundamentado en la primigenia tradición cristiana que utilizaba la Septuaginta como el conjunto de los escritos inspirados por Dios para el pueblo de Israel.

El Canon del Antiguo Testamento protestante fue estipulado por Martín Lutero en el siglo XVI. Lutero tenía una mala percepción de los libros de Ester, Hebreos, Santiago, Judas y del Apocalipsis. Tenía duras palabras para el Apocalipsis, del que decía que no podía "de ninguna forma detectar que el Espíritu Santo lo haya producido".[9]​ Aunque en un primer momento Lutero pensó en excluir también algunos libros del Nuevo Testamento, finalmente optó solo por aplicar el Canon Palestiniense a la traducción latina de la biblia, excluyendo así un total de 7 libros del Antiguo testamento. Así el Antiguo Testamento protestante quedó en gran parte, idéntico al de la Biblia hebrea o Tanaj. Las diferencias entre la Biblia hebrea y el Antiguo Testamento protestante son pequeñas, y tienen que ver tan solo con la disposición y el número de libros. Por ejemplo, mientras la Biblia hebrea considera el libro de Reyes como un texto único, el Antiguo Testamento protestante lo divide en dos libros. De forma similar, Esdras y Nehemías se consideran un solo libro en la Biblia hebrea. Las diferencias entre la Biblia hebrea y otras versiones del Antiguo Testamento como el Pentateuco Samaritano, los cánones sírio o griego son mayores. La mayoría de estos cánones incluyen libros e incluso secciones de libros que los otros no poseen.

Tabla de diferencias:

Griega

Armenia

Rabínica

Bereshit

Shemot

Vayikra

Vayikra

Devarim

Yehoshua

Shofetim

Rut (parte del Ketuvim)

Shemuel

Melakhim

Divrei Hayamim (parte del Ketuvim)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(1 Ezra)

1 Esdras

Esdras B'

1 Esdras

1 Ezra

1 Ezra

Ezra–Nehemías (parte del Ketuvim)

(2 Ezra)

2 Esdras

Esdras Γ' o

Nehemías

Nehemías

Nehemías

(3 Ezra)

1 Esdras (Apócrifo)

3 Esdras

Esdras A'

2 Esdras

2 Ezra

2 Ezra

Ezra Kali

(4 Ezra o Apocalipsis de Esdras)

2 Esdras (Apócrifo)

4 Esdras

3 Esdras (apéndice)

3 Ezra

3 Ezra

Ezra Sutu'el

(5 y 6 Ezra o Apocalipsis de Esdras)

Ester (parte del Ketuvim)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Canon amplio)

Iyov

Tehillim

(En 2 libros)

Mishlei

Qohelet

Aisma Aismaton

Aisma Aismaton

Aisma Aismaton

Shir Hashirim

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Sirá 52)

Yeshayahu

Yirmeyahu

(parte de Säqoqawä Eremyas)

Eikhah (parte de Ketuvim)

(parte de Säqoqawä Eremyas)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(Apócrifo)

(capítulo 6 de Baruc)

(parte de Säqoqawä Eremyas)

de Baruch (2 Baruc 1–77)

(2 Baruc 78–87)

(3 Baruc)

(parte de Säqoqawä Eremyas)

Yekhezqel

Daniyyel (parte de Ketuvim)

(Apócrifo)

(Apócrifo)


Entre las diversas denominaciones cristianas, el canon del Nuevo Testamento es una lista generalmente aceptada de 27 libros. Sin embargo, la forma en que se organizan esos libros puede variar de una tradición a otra. Por ejemplo, en las tradiciones eslava, ortodoxa etíope, siríaca y armenia, el Nuevo Testamento se ordena de manera diferente a lo que se considera el arreglo estándar. Las Biblias protestantes en Rusia y Etiopía generalmente siguen el orden ortodoxo local para el Nuevo Testamento. La Iglesia Ortodoxa Siria y la Iglesia Asiria de Oriente se adhieren a la tradición litúrgica Peshitta, que históricamente excluye cinco libros del Antilegomena del Nuevo Testamento: 2 Juan, 3 Juan, 2 Pedro, Judas y Apocalipsis. Sin embargo, esos libros están incluidos en ciertas Biblias de las tradiciones siríacas modernas.

Otras obras del Nuevo Testamento que generalmente se consideran apócrifas aparecen, sin embargo, en algunas Biblias y manuscritos. Por ejemplo, la Epístola a los Laodicenses se incluyó en numerosos manuscritos de la Vulgata latina, en las dieciocho Biblias alemanas antes de la traducción de Lutero. Asimismo, la Tercera Epístola a los Corintios [nota 6] fue considerada una vez como parte de la Biblia ortodoxa armenia, pero ya no se imprime en ediciones modernas. Dentro de la tradición siríaco ortodoxa, la Tercera Epístola a los Corintios también tiene una historia de importancia. Tanto Aphrahat como Ephraem de Siria lo tenían en alta estima y lo trataban como si fuera canónico. Sin embargo, fue excluido de la Peshitta y finalmente excluido del canon por completo.

La Didaché, El pastor de Hermas, y otros escritos atribuidos a los Padres Apostólicos, fueron considerados escritura sagrada por varios padres de la Iglesia primitiva. Todavía se les honra en algunas tradiciones, aunque ya no se consideran canónicos. Sin embargo, ciertos libros canónicos dentro de las tradiciones ortodoxas etíopes encuentran su origen en los escritos de los Padres Apostólicos, así como en las Órdenes de la Iglesia Antigua. Las iglesias ortodoxas de etíopes reconocen estos ocho libros adicionales del Nuevo Testamento en su canon más amplio. Son los siguientes: los cuatro libros de Sínodos, los dos libros del Pacto, Clemente etíope y Didascalia etíope.


Tabla de diferencias:

Católica

Ortodoxa

Armenia

Siria

Copta

Etíope

Protestante

3 Corintios

(Códices Alexandrinus and Hierosolymitanus)

(Códices Alexandrinus and Hierosolymitanus)

(Codex Siniaticus)

(Códices Hierosolymitanus and Siniaticus)

(Codex Hierosolymitanus)

(Sínodos)

(Canon amplio)

(Sínodos)

(Canon amplio)

(Sínodos)

(Canon amplio)

(Sínodos)

(Canon amplio)

Covenant 1 (Mäshafä Kidan)

(Canon amplio)

Covenant 2 (Mäshafä Kidan)

(Canon amplio)

(Qälëmentos)

(Canon amplio)

(Didesqelya)

(Canon amplio)



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