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Werner Herzog



¿Qué día cumple años Werner Herzog?

Werner Herzog cumple los años el 5 de septiembre.


¿Qué día nació Werner Herzog?

Werner Herzog nació el día 5 de septiembre de 1942.


¿Cuántos años tiene Werner Herzog?

La edad actual es 82 años. Werner Herzog cumplió 82 años el 5 de septiembre de este año.


¿De qué signo es Werner Herzog?

Werner Herzog es del signo de Virgo.


Werner Herzog Stipetić (Múnich; 5 de septiembre de 1942) es un director, documentalista, guionista, productor y actor alemán. Sus películas a menudo presentan protagonistas ambiciosos con sueños imposibles, personas con talentos únicos en campos oscuros o individuos que están en conflicto con la naturaleza.[1]

Herzog grabó su primera película en 1961 a la edad de 19 años. Desde entonces ha producido, escrito y dirigido más de sesenta largometrajes y documentales, como Aguirre, la ira de Dios (1972), Herz aus Glas (1976), Nosferatu el vampiro (1978), Fitzcarraldo (1982), Lektionen in Finsternis (1992), Flucht aus Laos (1997), Mi enemigo íntimo (1999), Invencible (2000), Grizzly Man (2005), Encounters at the End of the World (2007), Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans (2009) y Cave of Forgotten Dreams (2010). Ha publicado más de una docena de libros y dirigido algunas óperas.

El cineasta francés François Truffaut llamó una vez a Herzog "el director de cine vivo más importante".[2]​ El crítico de cine estadounidense Roger Ebert afirmó que Herzog "nunca ha creado una sola película comprometida, vergonzosa, hecha por razones pragmáticas o sin interés", añadiendo que "incluso sus fracasos son espectaculares".[3]​ La revista Time lo nombró una de las 100 personas más influyentes del mundo en el año 2009.[4]

Nació en Múnich como segundo hijo de Dietrich Herzog y Elizabeth Stipetić. Dietrich fue inmediatamente conscripto para el ejército alemán, y la pareja se disolvió. Bajo la custodia de su madre, Werner mantuvo su apellido materno Stipetić hasta que lo cambió por el de su padre, que, "para director de cine, sonaba mucho mejor".[5]

Nacido en el seno de una familia muy pobre [6]​ Herzog creció sin radio ni cine, en pleno contacto con la naturaleza, en una granja, alejado del mundo moderno. Según afirma el propio director, no tuvo conocimiento de la existencia del cine hasta los once años, la misma fecha en la que vio por primera vez un coche. A los 17 años hizo su primera llamada telefónica.

A los trece años se trasladó a Múnich para iniciar sus estudios secundarios. Su familia se alojó provisionalmente en una pensión donde, casualmente, se alojaba Klaus Kinski, actor que en un futuro sería clave en su carrera cinematográfica. Kinski no reparó en el joven Herzog de trece años, pero el futuro director sí tuvo desde el principio una imagen del peculiar actor.

Durante su adolescencia, pasó por una etapa de gran fervor religioso, llegando a convertirse al catolicismo, lo que provocó discusiones con sus familiares, ateos convencidos. Por esta época empezó a realizar sus primeros largos viajes a pie. Hacia los quince años atravesó media Europa, desde Múnich hasta Albania. También hizo caminando el viaje que lo llevó a Grecia.

Hacia los 17 años decidió dedicarse al cine. Para pagarse sus películas, trabajó en diversos oficios, que combinaba con sus estudios secundarios y más tarde universitarios. Se matriculó en Historia, Literatura y Teatro en Múnich. Hacia 1960 obtuvo la beca Fulbright para el Seminario de cine de la Universidad de Duquesne, en Pittsburgh (Estados Unidos).

A pesar de participar en seminarios universitarios de cine, Herzog nunca estudió en ninguna escuela ni tampoco trabajó como asistente de ningún director; su formación fue completamente autodidacta. En Estados Unidos combinó de nuevo sus estudios con diversos trabajos, como soldador en una fábrica o aparcacoches, para ganar dinero que luego invertiría en su arte. En 1962, a los veinte años, fundó su productora de cine, Herzogfilmproduktionen. Al año siguiente inició el rodaje de su primer cortometraje, Herakles, para el cual tuvo que trabajar dos años y medio en la cadena de montaje de una fundición de Múnich.[6]

Le seguirían Juego en la arena (1964), Últimas palabras (1967) y La incomparable defensa de la fortaleza Deutschkreutz (1967).

Tras esta primera etapa de formación en el cortometraje realizó su primer largometraje, Lebenszeichen (Señales de vida), subvencionado por el Instituto de Cine alemán, que buscaba promocionar a nuevos cineastas. La película ganó el Premio de Cine Alemán (Deutscher Filmpreis). A partir de aquí Herzog inició una carrera singular, que combinó la filmación de largometrajes, documentales, dirección de ópera, actuación y redacción de guiones. Werner Herzog continúa actualmente activo.

Fundador del denominado Nuevo cine alemán junto con otros cineastas como Rainer Werner Fassbinder, Herzog ya en sus primeros cortos, como Herakles o Juego en la arena, dejó clara su preferencia por los antihéroes, personajes de singular personalidad enfrentados a un mundo hostil, para los que la lucha por su supervivencia o por defender sus ideas está siempre abocada al fracaso. Sus personajes se rebelan ante lo absurdo de la vida y su lucha contra esta situación les lleva a la locura, la anulación total o la muerte. Esto quedó plasmado en su primera película, Señales de vida, donde un joven soldado alemán destinado a una isla griega durante la Segunda Guerra Mundial enloquece ante la inutilidad de su misión y la imposibilidad de comunicarse con los habitantes de la isla. Su locura se representa en la visión de un millar de molinos de viento que sólo él puede ver.

En realidad, Herzog no distingue nunca sus películas de ficción y sus documentales. En su obra, ambas vertientes se funden formando una sola. En una entrevista Joe Bini, montador de varios trabajos de Herzog, confirma este ejemplo al señalar que el documental El pequeño Dieter necesita volar es más un trabajo de ficción, mientras que su contraparte ficticia, Rescate al amanecer, es todo lo contrario. El mismo Herzog afirma que Fitzcarraldo es su mejor documental.[7][8]

En la obra de Herzog se pueden distinguir dos tipos de personajes y temas. Por un lado, personajes megalómanos, rebeldes, supervivientes, a menudo sin escrúpulos, enfrentados a un mundo hostil que les vapulea y que no les perdona su originalidad. Sus empresas e ideas están destinadas al fracaso. Dentro de este apartado se encuentran, por ejemplo, personajes como:

Por otro lado, Herzog retrata también a personajes singulares, como:

Con frecuencia, Herzog se inspira en personajes que existieron realmente, como Aguirre, Fitzcarraldo, Hanussen o Kaspar Hauser, entre otros. En sus documentales, esta premisa también es básica, pues tiene especial interés en presentar personas, grupos de gente o etnias que viven o han vivido situaciones difíciles y que han luchado contra todo tipo de obstáculos para sobrevivir o por alcanzar los objetivos que se habían propuesto.

La música en las películas de Herzog es como un personaje más. Desde sus primeras películas ha colaborado con el grupo Popol Vuh, agrupación de rock progresivo meditativo de su amigo Florian Fricke (a quien conoció durante sus estudios de cine), que le ha confeccionado las bandas sonoras de Aguirre, Fitzcarraldo y Cobra Verde, entre otras. A veces, incluso el propio Herzog ha compuesto algunas piezas para completar la banda sonora de sus películas. Su vinculación con la música le ha llevado a dirigir óperas. Debutó con Lohengrin, de Richard Wagner, para el Festival de Bayreuth.[9]​ Afirma que la música es el arte que más fácilmente llega al ser humano.

Los paisajes son fundamentales en su obra. Afirma Herzog que más de una de sus películas surgieron de un paisaje, como por ejemplo Signos de vida o Fitzcarraldo. Frecuentemente, las tramas de las películas se encuentran en localizaciones donde la naturaleza es hostil o de una exuberancia sin límites. Esta particularidad se manifiesta tanto en sus largometrajes de ficción como en sus documentales. El esplendor de la naturaleza siempre esconde para Herzog un lado oscuro y frecuentemente maligno para sus antihéroes. Puede decirse que el paisaje es un personaje más de sus historias y tiene un papel fundamental en el desarrollo de la trama.

Aunque huye del cinéma verité, Herzog siempre ha buscado efectos visuales reales en sus filmes. Es decir, no hay efectos especiales. El destartalado barco en que Fitzcarraldo sube por una montaña para pasar de un río a otro, fue realmente transportado e izado por un numeroso grupo de indios, tal y como se ve en la película. Herzog afirma que no busca engañar al espectador: lo que ve es lo que hay[cita requerida]. En Aguirre hizo caminar a los actores por la selva hasta la extenuación para reflejar el verdadero agotamiento que debieron sufrir los conquistadores españoles en su periplo por la selva y el río.

En Rescate al amanecer, el acercamiento de Herzog con Hollywood, el actor Christian Bale, interpretando a Dieter Dengler (piloto real convertido en prisionero de guerra), pasó por un sinnúmero de torturas reales, lo que provocó una fuerte disputa de Herzog con Bale, y más notablemente con los productores de la cinta. Zische, el forzudo judío, está interpretado por Jouko Ahola, quien ganó por cuatro veces el título de El hombre más fuerte del mundo; todas las escenas donde demuestra su fuerza son reales. Para plasmar esto no duda en contar con actores absolutamente amateurs (como Ahola o Bruno S., que interpretó a Kaspar Hauser) o en rodar en los lugares donde sucedieron los hechos que narra la película. En esta búsqueda de realismo, la fusión autor-obra es total. Al igual que sus personajes, que deben luchar contra innumerables contratiempos en empresas casi imposibles, Herzog mismo vive estas situaciones en sus rodajes, que suelen ser particularmente difíciles.

También cabe destacar que en sus películas ambientadas en la selva amazónica o en África hace participar de manera activa a indígenas, que muestran sus costumbres o su idiosincrasia. Suelen tener un papel fundamental.

Herzog tiene también fama de ser uno de los pocos cineastas en haber filmado en los cinco continentes.

Las obras de Herzog han recibido grandes elogios de la crítica y le han reportado gran popularidad en los circuitos especializados. Al mismo tiempo ha sido sujeto de controversias referidas a los temas y mensajes tratados en sus obras, especialmente referidos a las circunstancias relativas a su creación. Un ejemplo significativo fue Fitzcarraldo, en la que la obsesión, tema central de la película, fue reproducida por el director durante la filmación. Su tratamiento de los temas también ha sido frecuentemente calificada de wagneriana, quizá porque películas como Fitzcarraldo o su película posterior, Invencible (2001), están directamente inspiradas por la ópera o por temáticas operísticas.

No se puede hablar de la filmografía de Herzog sin comentar su tensa y difícil relación con el actor alemán Klaus Kinski. Con él rodó cinco películas, quizá las más emblemáticas de las carreras de ambos (Aguirre, la cólera de Dios, Woyzeck, Nosferatu: Phantom der Nacht, Fitzcarraldo y Cobra Verde). Herzog plasmó esta relación, que a veces llegó al enfrentamiento físico, en el documental Mi enemigo íntimo.

Grizzly Man ganó el Premio Alfred P. Sloan en la edición de 2005 del Festival de Cine de Sundance.



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