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Wéstern



El wéstern[1]​ o películas del Oeste[2]​ es un género cinematográfico típico del cine estadounidense que se ambienta en el viejo Oeste estadounidense. La palabra wéstern es originariamente un adjetivo derivado del inglés west ('oeste'), pero se sustantivó para hacer referencia fundamentalmente a obras cinematográficas, aunque también existe en la literatura (novela del Oeste).

Wéstern es un extranjerismo adaptado al español e incorporado en el Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española. A estas obras cinematográficas también se las suele llamar películas de vaqueros.

En principio una película se incluiría en este género simplemente por estar situada su acción en un contexto determinado: la exploración y el desarrollo del territorio occidental de los Estados Unidos durante el siglo XIX, sin embargo, con el tiempo las características de dicho contexto histórico se fueron extendiendo a los personajes de esas historias, condicionando su modo de vida y definiendo su idiosincrasia.

Muchas veces, las películas del Oeste están ambientadas en territorios inexplorados o indómitos, bajo la amenaza latente del ataque de los indios, o en ciudades sin ley en las que los bandidos campaban a sus anchas. Por ello, el género se fue enfocando hacia la confrontación de los diversos personajes, adquiriendo un carácter cada vez más psicológico. Lo habitual es también que algunos de esos personajes representasen el bien sin ambages, aquella gente que viajaba esperanzada a esas tierras con la utopía de forjar un hogar y vivir en paz y en libertad, y otros representasen por el contrario el lado malvado, aquellos que se aprovechaban de los indefensos para hacer su propia vida más fácil. Es por toda esta serie de temas fundamentales y rasgos comunes que no se considera necesario que una película esté ambientada en el Oeste estadounidense para poder calificarla de wéstern, aunque ello pueda ser siempre una apreciación algo sui generis.

El wéstern ha sido usado a menudo por el cine estadounidense para escribir la épica de su propio país, una narración legendaria del proceso de fundación de los Estados Unidos protagonizada por héroes que encarnan algunos de los valores más arraigados de su cultura, siempre bajo la inspiración del destino manifiesto y con una iconografía característica (sombrero tejano, pistolas, chalecos, caballos, desierto, ciudades-calle, saloon, ranchos, diligencias, indios...).

Dentro del wéstern es habitual diferenciar diversas tendencias o subgéneros, tales como el llamado western crepuscular o "revisionista" (Arthur Penn y Pequeño gran hombre; Sam Peckinpah y Mayor Dundee; Clint Eastwood y Unforgiven o Lawrence Kasdan y Silverado), el spaghetti western, cuyo más señalado director fue Sergio Leone (El bueno, el feo y el malo, Once Upon a Time in the West, etc.), el chili western realizado en México en locaciones de Durango y Zacatecas, o el acid western propio de la contracultura de los años sesenta.

Algunos directores y actores se especializaron en el género hasta el punto de convertirse en iconos modernos de este tipo de cine, como por ejemplo el director John Ford o los actores Harry Carey, Tom Mix, Randolph Scott, John Wayne o Clint Eastwood.

El padre del wéstern cinematográfico fue Edwin S. Porter, quien, en 1903 realizó Asalto y robo de un tren.

En 1903, estrena Asalto y robo de un tren (The Great Train Robbery), película que inició el género del wéstern. Puede ser considerada como la primera obra importante, con argumento de ficción, del cine estadounidense. La película emplea de forma algo rudimentaria el montaje paralelo y aunque la acción suele transcurrir de cara al espectador, se observa un uso narrativo de la profundidad. Su última escena, un primer plano de un pistolero disparando sus armas hacia el espectador, causó una impresión parecida a la que pudo hacer en su día el tren de los hermanos Lumiére. La película fue un gran éxito.

Se considera que la época dorada (y clásica) del wéstern corresponde fundamentalmente al cine estadounidense de los años 1940 a 1960. El director más reconocido del género es John Ford, autor de películas como La Diligencia (1939), Pasión de los fuertes (1946), The Searchers (1956) o El hombre que mató a Liberty Valance (1962). Otros títulos y autores de especial relevancia son Howard Hawks con sus ríos (Río Rojo, Río Bravo...); William Wellman (Caravana de mujeres); Budd Boetticher (Los cautivos); Anthony Mann (Winchester 73), así como directores que se acercaron ocasionalmente al género, como Raoul Walsh (Murieron con las botas puestas); Fred Zinnemann, con Solo ante el peligro (High Noon, 1952); Nicholas Ray (Johnny Guitar); Delmer Daves (Flecha rota); King Vidor (Duelo al sol); George Stevens (Raíces profundas); Robert Aldrich (Veracruz), etcétera.

A mediados de los cincuenta y durante la década de los sesenta Elvis Presley interpretó varias películas del género wéstern, como Love Me Tender, Estrella de fuego, Wild in the Country, Stay Away, Joe, The Trouble with Girls y Charro.[3]

Coincidiendo con una sensación progresiva de pérdida de interés por parte del público, se fueron desarrollando nuevas vertientes, a veces dentro del conjunto de los directores más clásicos (por ejemplo el wéstern crepuscular, que suele hablar con nostalgia y romanticismo sobre el fin de esa época, contraponiéndola casi siempre a la llegada de una civilización personificada en la locomotora) y otras veces «desde fuera», ya fuese desde otros países (Italia: el spaghetti western, que se centraba en el aspecto más elegíaco y autoparódico, que de todas maneras tuvo sus imitaciones en América) o desde la visión de una generación más joven, que introdujo nuevos elementos en el género. Un ejemplo de esto es The Hateful Eight que es una película estadounidense escrita y dirigida por Quentin Tarantino, estrenada en Estados Unidos en 2015. Se trata de un wéstern que mezcla elementos de cine de misterio y comedia negra.

Cabe también agregar que el wéstern como género novelístico adquirió especiales características durante la llamada Guerra silenciosa.[4]​ Durante esta, por ejemplo, los personajes se manifiestan de formas más marcadamente dicotómicas.

En cuanto al cine, el número de wésterns ha ido descendiendo con el paso de los años, hasta el punto de ser uno de los géneros del cine clásico estadounidense que casi ha desaparecido. Aun así, en los últimos años ha habido esporádicos intentos de resucitar el género, ya fuese tratando de recuperar las raíces clásicas (Unforgiven, Open Range) como aproximándose a formas narrativas o visuales experimentales (Dead Man, Blueberry). El legado del wéstern se considera de gran importancia y no es difícil ver sus huellas en el cine contemporáneo (por ejemplo en películas como Una historia de violencia, No Country for Old Men o Los tres entierros de Melquiades Estrada).

La historia de El Llanero Solitario fue llevada a dibujos animados por Hanna Barbera en la década de 1960 y al cine nuevamente en 2013 adaptada por Gore Verbinski de la mano de Disney. La misma productora creó a Tiro Loco McGraw, un caballo parlante que ejercía como alguacil y que es ayudado por un pony llamado Pepe Trueno o Pepe Luis. Otros cortos incluyen a un conejo llamado Comisario Ricochet que ejercía como comisario en un pequeño pueblo, con la ayuda de Droop-a-loong

Algunos animes como Los guardianes de la galaxia o El Jinete Sable y los Comisarios Estrella presentan escenas wéstern en un estilo futurista. En un capítulo de Tenchi Muyo, Nagy (rival de Ryouko) secuestra a Tenchi y lo lleva a Venus, donde la espaciopirata intenta rescatarlo en un ambiente de estilo wéstern.

Igualmanera en algunos manga han sido inspirados por este género, un ejemplo es JoJos Bizzarre Adventure SteelBallRun, el cual la historia se centra, en una carrera de caballos en el viejo Oeste durante el año 1890.



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