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Wish You Were Here



Wish You Were Here —en español: Ojalá estuvieras aquí— es el noveno álbum de estudio de la banda británica de rock Pink Floyd, lanzado en septiembre de 1975 e inspirado en el material que compusieron durante su gira europea de 1974 y que grabaron en los Abbey Road Studios de Londres. Su temática explora la ausencia, la industria musical y los problemas mentales del anterior miembro de la banda Syd Barrett. Las sesiones de grabación fueron arduas y complicadas, en parte por la idea de Roger Waters de dividir la canción «Shine On You Crazy Diamond» en dos, para después unir cada mitad con tres nuevas composiciones. «Shine On» es un tributo a Barrett, quien, irónicamente, se presentó en los estudios el 5 de junio mientras se grababa. A la banda le costó reconocerle debido a su sobrepeso y a su cambio de aspecto.[1]

Al igual que en su álbum previo, The Dark Side of the Moon, la banda utilizó distintos efectos de sonido y sintetizadores. Roy Harper colaboró como vocalista en la canción «Have a Cigar». El diseño artístico del álbum, nuevamente en manos de Storm Thorgerson, contiene una funda negra y opaca que tapa la portada del mismo. Wish You Were Here se estrenó en Knebworth en julio de 1975, para después ser lanzado oficialmente en septiembre de ese mismo año. Fue un éxito inmediato; la compañía discográfica EMI ni siquiera pudo editar las suficientes copias para satisfacer la demanda. Al comienzo recibió críticas positivas y negativas, aunque está posicionado en el puesto número 209 de la lista de los 500 mejores álbumes de la historia elaborada por la revista Rolling Stone.[2]​ Los miembros de la banda Richard Wright y David Gilmour coincidían en que Wish You Were Here era su álbum favorito de Pink Floyd.[3][1]

Durante 1974, Pink Floyd compuso tres nuevos temas; «Raving and Drooling», «Gotta Be Crazy» y «Shine On You Crazy Diamond». Las dos primeras luego se renombraron como «Sheep» y «Dogs», y aparecen en el álbum Animals[4]​ que tocaron previamente en una serie de conciertos por Francia y el Reino Unido, como parte de su primera gira desde la que hicieron para promocionar The Dark Side of the Moon en 1973. La banda nunca había contratado a un publicista y poco a poco se estaban distanciando de la prensa. Su relación con la misma comenzó a agriarse, por lo que después de una fuerte crítica de Nick Kent (devoto de Syd Barrett) sobre su nuevo material y otra de Pete Erskine de la revista NME, regresaron al estudio la primera semana de 1975 para comenzar a dar forma a su nuevo álbum.[5]

Wish You Were Here (en español: Ojalá estuvieras aquí) es el segundo álbum de Pink Floyd en utilizar una temática conceptual escrita íntegramente por Waters, y evoca su sentimiento de que la camaradería que alguna vez se había sentido entre los miembros de la banda, hacía tiempo que estaba ausente.[6]​ El álbum comienza con una introducción instrumental de ocho minutos y medio, antes de empezar con «Shine On You Crazy Diamond». Ésta es un tributo al antiguo miembro de la banda Syd Barrett, obligado a abandonar la banda por una crisis nerviosa debida al consumo de drogas que le acarreó problemas mentales unos años antes.[1]​ Barrett es recordado con frases como «Remember when you were young, you shone like the sun» («Acuérdate de cuando eras joven, brillabas como el sol») y «You reached for the secret too soon, you cried for the moon» («Alcanzaste el secreto demasiado pronto, lloraste por la luna»).[7]

El álbum es también una crítica a la industria musical; «Shine On...» se junta con «Welcome to the Machine», que comienza con la apertura de una puerta —descrito por Waters como «símbolo de un descubrimiento y progreso musicales traicionados por la industria musical que está más interesada en el éxito y que se muestra avariciosa»—. La canción termina con sonidos de una fiesta, tipificando «la falta de contacto y sentimientos reales entre la gente». «Have a Cigar» desdeña a los «peces gordos» de la industria musical de forma similar, utilizando frases como «casi no sabe contar» o «por cierto, ¿cuál de ellos es Pink?» —esta última, una pregunta que en al menos una ocasión se le planteó a la banda—.[8]​ «Wish You Were Here» contiene letras relacionadas no sólo con la condición de Barrett, sino también con la dicotomía del carácter de Waters, como idealista, así como su personalidad dominante.[9]​ El álbum acaba con una repetición de «Shine On...» y más partes instrumentales.

Alan Parsons fue el ingeniero de la EMI responsable del anterior álbum de Pink Floyd Dark Side of the Moon, aunque decidió rehusar la oferta de la banda para seguir trabajando con ellos y comenzó un proyecto propio llamado The Alan Parsons Project).[10]​ La banda había trabajado previamente con Brian Humphries en la banda sonora More —grabado en los Pye Studios[11]​—y nuevamente en 1974, al reemplazar a un técnico de directo de poca experiencia,[12]​ por lo que le reclutaron para grabar los nuevos temas, aunque por no conocer bien los estudios Abbey Road se encontró con varias dificultades en el comienzo, incluyendo un error que trajo como consecuencia estropear las primeras versiones de «Shine On». Se tuvo que regrabar toda la pista, llena de reverberación.[8][13][3]

La banda, que estaba trabajando en el estudio número tres,[14]​ comenzó teniendo problemas para crear nuevo material, especialmente porque el éxito de Dark Side of the Moon les había dejado agotados emocional y físicamente. Richard Wright dijo de esas primeras sesiones de grabación que ocurrieron «en un periodo difícil», mientras que Roger Waters dijo que fueron «una tortura».[15]​ El batería Nick Mason encontró el proceso de grabación multipista agotador y tedioso,[16]​mientras que David Gilmour estaba más interesado en mejorar el material ya existente de la banda que en crear un material nuevo. Además se estaba comenzando a sentir frustrado con Mason, cuyo matrimonio fallido le había dejado apático, cosa que afectó a su forma de tocar.[15]​ Mason ha dicho que la diatriba de Nick Kent en la revista NME posiblemente tuviese algo que ver en la supervivencia de la banda.[17][18]

Sin embargo, a las pocas semanas Waters comenzó a visualizar otro concepto.[15]​ Las tres nuevas composiciones escritas durante la gira de 1974 eran un punto de partida para el álbum, y «Shine On You Crazy Diamond» parecía una elección lógica para ser el centro de todo. Era básicamente un instrumental de más de veinte minutos similar a «Echoes»; la pieza inicial de guitarra recordó a Waters la figura de Syd Barrett.[19]​ La pieza la compuso Gilmour por accidente, aunque siguió con ello gracias a la respuesta positiva de Waters.[20]​ La idea de Waters era dividir «Shine On You Crazy Diamond» en dos y colocar en medio dos nuevas canciones. Gilmour no estaba de acuerdo, pero se resignó porque los otros tres eran mayoría.[21]​ «Welcome to the Machine» y «Have a Cigar» eran ataques encubiertos hacia la industria musical, mientras que las letras se fusionaban con «Shine On» para crear un sumario sobre las subidas y bajadas en la vida de Barrett;[22]​ «Porque quería acercarme al máximo a lo que sentía ... esa melancolía indefinible e inevitable sobre la marcha de Syd».[19]​ «Raving and Drooling» y «Gotta Be Crazy» finalmente no tuvieron cabida en el nuevo álbum, por lo cual fueron desechadas.[6]

Uno de los momentos más significativos de las sesiones de grabación de Wish You Were Here ocurrió el 5 de junio de 1975. Ese día Gilmour se unió en matrimonio por primera vez, además de ser el día previo a la segunda gira estadounidense de la banda ese año.[nota 1]​ La banda se encontraba completando el proceso de mezcla de «Shine On...»,[nota 2]​ cuando un hombre con sobrepeso, la cabeza y cejas afeitadas y con una bolsa de plástico en la mano entró en los estudios. Waters en un principio no le reconoció.[1]​ Wright tampoco sabía quién era. Supuso que era un amigo de Waters y le preguntó al respecto, antes de darse cuenta de que era Syd Barrett.[23]​ Gilmour pensó inicialmente que era un empleado de EMI,[20]​ mientras que Mason tampoco le reconoció; diciendo que se sintió «horrorizado» cuando Gilmour se lo dijo. En Inside Out (2005) Mason recordó la conversación de Barrett de ese día como «desganada y no enteramente coherente».[24]​ Storm Thorgerson reflexionó sobre la presencia de Barrett: «Dos o tres personas lloraron. Estuvo por ahí y habló un poco, pero realmente no estaba allí».[25]

Waters estaba visiblemente afectado por ver el estado de Barrett, a quién Andrew King preguntó cómo podía haber ganado tanto peso. Barrett dijo que tenía un refrigerador muy grande en la cocina, y que había estado comiendo muchas chuletas de cerdo. También mencionó que estaba listo para aportar a la banda, aunque al escuchar la mezcla de «Shine On...» mencionó que no entendía la relevancia del tema dentro de su propia difícil situación. Se unió a los invitados de la boda de Gilmour en la cafetería de EMI, aunque se marchó sin siquiera despedirse. Ningún miembro de la banda lo volvió a ver hasta su muerte en 2006.[26]​ Aunque las letras ya estaban acabadas, la presencia de Barrett ese día en los estudios puede haber influido en la parte final de la canción —ejecutada por Wright, se oye el estribillo de «See Emily Play» hacia el final del álbum—.[24]

Al igual que con Dark Side of the Moon, la banda utilizó sintetizadores como el VCS3 (en «Welcome to the Machine»), aunque suavizados con la guitarra acústica de Gilmour y la percusión de Mason.[8]​ El comienzo de «Shine On» contiene retazos de algunas composiciones previas de la banda, conocidas como Household Objects. Se utilizaron vasos de vino llenos de diferentes cantidades de fluidos para grabar una serie de sonidos al pasar el dedo por los bordes de ellas. Estas grabaciones se hicieron como multipistas y se usaron para la apertura de «Shine On».[6]

El violinista de jazz Stéphane Grappelli y el clásico Yehudi Menuhin se encontraban en otro de los estudios del mismo edificio cuando se les invitó a grabar una de las piezas del nuevo álbum. Menuhin vio a Grappelli tocar, aunque finalmente la banda decidió no usar su contribución y grabó encima.[28]​ Aunque Grappelli no fue acreditado por su contribución (la banda presumió que podía sentirse insultado), se le pagaron £300 por ella.[29]​ Dick Parry volvió a contribuir tocando el saxofón, esta vez en «Shine On You Crazy Diamond».[18]​ Los primeros compases de «Wish You Were Here» se grabaron de la radio del coche de Gilmour, mientras alguien iba cambiando de dial (la música clásica que se escucha es un fragmento del cuarto movimiento de la Sinfonía n.º 4 de Piotr Ilich Chaikovski).[30]

Las sesiones de grabación fueron interrumpidas en dos ocasiones por la gira de Estados Unidos (una en abril y la otra en junio de 1975),[31]​ además de que las últimas sesiones, llevadas a cabo después del estreno del álbum en un concierto en Knebworth, resultaron muy problemáticas para Waters.[21]​ Pasó apuros para grabar las voces de «Have a Cigar», por lo que tuvo que hacer varias tomas hasta conseguir el resultado deseado. Los problemas venían por culpa de su limitado registro vocal, además de por las tensiones que pasó a la hora de grabar su parte vocal en «Shine On». Se le pidió a Gilmour que cantase en su lugar,[28]​ pero se negó, por lo que finalmente lo hizo Roy Harper. En aquel momento Harper se encontraba grabando su propio álbum en los estudios de Abbey Road, en el que Gilmour ya había colaborado en algunas piezas de guitarra. Waters más tarde se arrepintió de la decisión, creyendo que finalmente lo tenía que haber hecho él mismo.[32]The Blackberries grabaron los coros de «Shine On».[18]

Wish You Were Here se puso a la venta con una de las presentaciones más elaboradas de los álbumes de Pink Floyd. Storm Thorgerson acompañó a la banda en su gira de 1974, y había estado pensando sobre el significado de las canciones, preocupado, en general, con las «presencias incumplidas», más que con la enfermedad de Barrett.[33]

El tema de la ausencia se refleja en las ideas que se sacaron después de horas de lluvia de ideas con la banda. Thorgerson notó que el álbum de Roxy Music Country Life se vendía con un envoltorio verde —dejando la portada censurada— por lo que copió la idea, disimulando el diseño gráfico de Wish You Were Here con un envoltorio oscuro (haciendo que la portada fuese «invisible»). El concepto existente detrás de «Welcome to the Machine» y «Have a Cigar» le sugirió el uso de un «choque de manos» (un gesto, a veces vacío), por lo que George Hardie diseñó una pegatina que contenía un logotipo de dos manos mecánicas chocándose para colocarlo en el envoltorio exterior de la portada. La portada del álbum se inspira en la idea de que la gente suele reprimir sus verdaderos sentimientos, por miedo a «quemarse», por lo que aparecen dos empresarios chocándose las manos, mientras uno de ellos está en llamas. «Getting burned» («Quemarse») además era frase común en la industria musical, usada a menudo por artistas a los que se les negaban regalías. Para la foto se utilizó a dos especialistas (Ronnie Rondell y Danny Rogers), uno de ellos embutido en un traje ignífugo y un traje de negocios encima del mismo. Tenía la cabeza protegida con una capucha, debajo de una peluca. La foto se tomó en los estudios de la Warner Bros. en Los Ángeles.[34][35]​ Al comienzo de la sesión fotográfica el viento soplaba en la dirección equivocada, por lo que las llamas fueron derechas a la cara de Rondell, quemándole el bigote. Los especialistas cambiaron de posiciones, y luego se revirtieron sus posiciones en el estudio.[36]

La contracubierta del álbum representa un «empresario Floyd» sin rostro, que en palabras de Thorgerson estaba «vendiendo el alma» en el desierto (fotografiado en el desierto de Yuma en California). La ausencia de muñecas y tobillos representa su «traje de negocios vacío». En el interior se ve un velo azotado por el viento en un bosque de Norfolk, junto a un saltador (que no salpica) en el Lago Mono —llamado en el libreto interior Monosee— en California (nuevamente enfatizando el tema de la ausencia).[35][34]​ La decisión de envolver el álbum con un plástico negro no gustó a la compañía que distribuía el álbum en Estados Unidos, Columbia Records, que insistió en que se cambiase. Sin embargo, a EMI no le importó;[36][37]​ los miembros de la banda dijeron sentirse extremadamente contentos con el resultado final, y cuando recibieron la maqueta de preproducción, lo aceptaron con una espontánea ronda de aplausos.[34]

La mayor parte de Wish You Were Here se estrenó el 5 de julio de 1975 en un festival al aire libre en Knebworth. En el mismo evento participaba el cantante Roy Harper, quien al descubrir que el vestuario que iba a utilizar en el concierto había desaparecido procedió a destrozar una de las furgonetas de Pink Floyd, sufriendo alguna herida en el proceso. Esto hizo que hubiera un retraso en el montaje de sonido de la banda; estaba previsto que un par de aviones Supermarine Spitfire de la Segunda Guerra Mundial sobrevolaran el público durante la entrada de la banda, por lo que no se podían permitir retrasos. Un problema con el sistema eléctrico contribuyó a que los teclados de Wright sonaran mal, y la actuación de la banda sufrió por ello. Resultó que cada vez que se subía el volumen general, los teclados de Wright desafinaban. En un momento del concierto Wright abandonó el escenario, aunque decidieron seguir con un teclado menos sensible, un piano, y un espectáculo lumínico más simple. Después de un breve receso volvieron para interpretar Dark Side of the Moon; los críticos, descontentos por haberles sido denegado el acceso al backstage criticaron duramente la actuación.[45][46]

El álbum se lanzó al mercado el 12 de septiembre de 1975 en el Reino Unido y, en Estados Unidos el día siguiente.[47]​ En el Reino Unido, gracias al prensado de 250 000 copias iniciales entró directamente al puesto número uno de ventas, por lo que EMI, ante la gran demanda, tuvo que informar a los distribuidores que sólo se podrían servir la mitad de sus pedidos.[48]​ Con 900 000 copias iniciales en Estados Unidos (la cantidad más alta de Columbia hasta la fecha)[49]​ llegó al puesto número uno de la lista de Billboard 200 en su segunda semana. Hasta 1991, Wish You Were Here fue el álbum de la historia de Pink Floyd que más rápidamente vendió,[48]​ aunque inicialmente recibió algunas reseñas negativas:

Robert Christgau fue más positivo, escribiendo «... la música no es sólo simple y atractiva, con el sintetizador usado sólo para texturas y las partes de guitarra para comentar, sino que realmente consigue algo de la dignidad sinfónica que The Dark Side of the Moon simuló tan poderosamente».[43]​ Sin embargo, Melody Maker lo despreció diciendo: «Desde cualquier dirección que se aborde Wish You Were Here sigue sonando inconvincente en su sinceridad poderosa y muestra una falta de imaginación en todos los aspectos».[47]​ A pesar de todo esto, en 2003 se posicionó al álbum en el puesto número 209 de la lista de «los 500 mejores álbumes de todos tiempos» elaborada por la revista Rolling Stone.[2]​ En 1998 los lectores de la revista Q votaron para que Wish You Were Here estuviese en el puesto número 34 de su lista de los «mejores álbumes de todos los tiempos».[50]​ En el año 2000 la misma revista lo posicionó en el puesto número 43 de su lista de los «100 mejores álbumes británicos de todos los tiempos».[51]​ En 2007, una de las emisoras de radio más grandes de Alemania, WDR 2, pidió que sus oyentes votaran «los 200 mejores álbumes de la historia». Wish You Were Here quedó en el primer puesto.[52]​ En 2004, Wish You Were Here se posicionó en el puesto número 36 de la lista de «los 100 mejores álbumes de los años 1970» elaborada por Pitchfork Media.[53]

A pesar de los problemas surgidos durante la producción, el álbum es el favorito de Wright— «Es un álbum que puedo escuchar por disfrute, y no hay muchos álbumes de Floyd con los que pueda hacer eso».[1][54]​ Gilmour opina igual— «Yo diría que es mi álbum favorito. El resultado final con todo, lo que fuera, definitivamente me ha dejado un álbum con el que puedo convivir de forma muy feliz. Me gusta mucho».[3]

Pink Floyd y su mánager Steve O'Rourke no estaban satisfechos con los esfuerzos de su discográfica en Estados Unidos, Capitol Records (subsidiaria de EMI),[55]​ por lo que Wish You Were Here se convirtió en el primer álbum de Pink Floyd en ser distribuido allí por Columbia Records — afiliado de CBS. A pesar de esto, la banda siguió con Harvest Records de EMI en Europa.[56]​ Como resultado de este cambio de discográfica, la banda serían dueños de sus grabaciones de aquí en adelante —todos los álbumes posteriores a Wish You Were Here ponen los derechos de autor en manos de «Pink Floyd Music Limited» o (después de la marcha de Waters) «Pink Floyd (1987) Ltd.», en lugar de a su discográfica—.

El álbum fue certificado plata y oro (60 000 y 100 000 copias vendidas, respectivamente) en el Reino Unido el 1 de agosto de 1975, y oro en Estados Unidos el 17 de septiembre de 1975. El 16 de mayo de 1997 fue certificado seis veces platino,[57]​ y a fecha de 2004 ha vendido más de 13 millones de copias a nivel mundial.[35]​ Columbia escogió «Have a Cigar» como primer sencillo extraído del álbum,[8]​ con «Welcome to the Machine» como Cara B en Estados Unidos.[nota 3]

Wish You Were Here ha sido remasterizado y reeditado en varias ocasiones y en varios formatos distintos. En el Reino Unido y Estados Unidos el álbum se relanzó en sonido cuadrafónico en 1976,[nota 4]​ y en 1980 se lanzó un especial Hi-Fi Today en el Reino Unido.[nota 5]​ En Estados Unidos se lanzó en CD en 1983, mientras que en el Reino Unido tendría que esperar hasta 1985,[nota 6]​ y nuevamente remasterizado en 1994 con diseño gráfico nuevo .[nota 7]​ En Estados Unidos CBS Mastersound (subsidiaria de Columbia) lanzó una edición masterizada a la mitad de revoluciones en LP en 1981,[nota 8]​ y en 1994 Sony Mastersound lanzó una edición en CD recubierto de oro de 24k, remasterizado usando Super Bit Mapping, con el diseño gráfico original en dos formatos distintos.[nota 9][35]​ También se incluyó el álbum dentro de la caja recopilatoria Shine On,[59]​ y cinco años después Columbia Records lanzó una versión en CD remasterizada, 17 segundos más larga que la remasterización de EMI de 1994, contando finalmente con una duración de 44:28. Su etiqueta es una recreación del logo original, sobre fondo azul y negro.[nota 10]​ Se volvió a lanzar en 2000 para celebrar su vigésimo quinto aniversario, a través de Capitol Records en Estados Unidos, y a través de EMI para el resto del mundo, utilizando la misma remasterización de 1992 que aparece en Shine On, pero con el diseño gráfico de la edición de EMI de 1994.[nota 11][35]​ En 2011 salió una edición remasterizada y remezclada del álbum, dentro de la caja The Immersion Box Set, que incluye la nueva remasterización estéreo digital, realizada por James Guthrie en CD, además de otra versión en 5.1 Surround Mix de 2009, inédita hasta ahora, también de James Guthrie, en DVD y Blu-ray; una versión Quad Mix (previamente solo había salido en vinilo y cinta de ocho pistas) en DVD, así como la grabación original en estéreo mix de 1975, en DVD y Blu-ray.[nota 12]​ Este lanzamiento incluye también la versión en vinilo de 180 gramos,[nota 13]​ así como la versión en 5.1 surround sound mix de 2009, en Super Audio CD.[60]



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