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Yoga



El yoga (del sánscrito yoga ‘unión’, योग en devanagari) es una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. El yoga enfatiza la meditación y la liberación y su texto principal es el Yoga sutra (400 d.C.).[1]​ La palabra se asocia con prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el jainismo.

El yoga tiene varias escuelas: las fundamentales son el raya yoga, jñana yoga y karma yoga, y las no fundamentales incluyen hatha yoga, bhakti, ashtanga vinyasa yoga, kriyā yoga y kundalini yoga.

La palabra española «yoga» proviene del sánscrito yoga, que a su vez procede del verbo yuj- (en AITS): colocar el yugo [a dos bueyes, para unirlos], concentrar la mente, absorberse en meditación, recordar, unir, conectar, otorgar, etc. El verbo yuj- es un cognado de la misma raíz indoeuropea de los términos castellanos «yugo» y «conyugal».

El arqueólogo británico sir John Marshall encontró en Mohenjo-Daro (Pakistán) un sello con figuras, datable hacia el siglo XVII a. C., de la cultura del valle del Indo. En 1931 publicó su interpretación,[2]​ imaginando una supuesta criatura antropomorfa con cuernos, en una posición sentada con las piernas cruzadas. Marshall elaboró cuatro hipótesis, aún no confirmadas:[3]

Otros escritores occidentales ―entre ellos el historiador de las religiones Mircea Eliade (1907-1986), y Georg Feuerstein―[4]​ creyeron que esa proposición era suficiente prueba de que en la cultura del Indo se conocía el yoga. En realidad se desconoce si una persona retratada en un sello, sentada con las piernas cruzadas, está practicando «una forma primitiva de yoga» (Feurstein, 1979).[4]

En cambio, los hinduistas sostienen que el yoga es eterno (anādi: ‘sin comienzo’) y siempre existió.

En el hinduismo, se la cuenta como una de sus seis doctrinas ortodoxas.[cita requerida] Estas doctrinas (y sus respectivos fundadores o principales referentes históricos) son:

La doctrina del ioga tomó grandes préstamos de la filosofía teórica del samkhia.[cita requerida] La diferencia más significativa es que el yoga no solo incluye el concepto de Íshwara (o 'Dios personal') a su visión del mundo metafísico (como lo hace el samkhia): también afirma que Dios es un modelo sobre el que se debe meditar. El objetivo del yoga es la liberación (mukti) de las ataduras del alma con la materia.

Los seguidores de las distintas doctrinas de la India sostienen que los diversos caminos conducen al mismo fin. Generalmente el seguidor de un tipo de yoga cree que el único yoga (método de unión o acercamiento a Dios) es el propio, y desprecia a los practicantes de otros tipos de yoga.

Los tipos de yoga que se consideran fundamentales son:[cita requerida]

Las denominaciones bhakti yoga y hatha yoga no corresponden a ramas o caminos fundamentales del yoga clásico. El hatha yoga es una parte del rāja yoga.

El raja yoga (lit. ‘yoga regio’ o ‘el rey entre los yogas’ donde rashá: ‘rey’) se suele identificar con el astanga yoga descrito por Patañjali.

El texto sánscrito Yogasūtra (‘aforismos de yoga’) de Patañjali (probablemente del siglo III a. C.) prescribe la adhesión a ocho preceptos que constituyen lo que se denomina ashta-anga yoga, el ‘yoga de los ocho miembros’ (siendo ashta: ‘ocho’, y anga: ‘miembro’). En este texto, Patañyali recopiló y sistematizó los conocimientos acerca de estas técnicas.

Estos «ocho miembros» son:

El gñana (‘conocimiento’) se aplica tanto en contextos sagrados como laicos. Vinculado con el término «yoga», se puede referir al aprendizaje o conocimiento conceptual, y a la más elevada sabiduría, visión intuitiva o gnosis; es decir, a una especie de conocimiento liberador o intuición. Ocasionalmente, el gñana se equipara incluso con la Realidad última. el término griego gnōsis, el latino cognōscere y el sánscrito gñana son cognados de derivados de la misma raíz indeouropea *gnō(s)-.

El karma yoga, ‘yoga de la acción’ o, más bien, ‘yoga del servicio’, es la dedicación completa de las actividades, las palabras y la mente a Dios. El karma yoga no es la actividad dedicada al bien. Según el hinduismo, las buenas obras (el buen karma) no llevan a Dios, sino a una siguiente reencarnación en mejores condiciones de vida; mientras que las actividades pecaminosas (el mal karma) llevan a una reencarnación en peores condiciones de vida. El karma yoga no produce reacciones materiales, sino que libera al alma y le permite, en el momento de la muerte, volver con Dios.

Las siguientes escuelas no deben identificarse como fundamentales en el yoga:

Del "ha" (sol, polo positivo) y "tha" (la luna, polo negativo)[10]

El hatha yoga es el yoga más difundido en todo el mundo, y es conocido por sus asanas (o posiciones corporales). Se trata de un sistema de posturas físicas cuyo propósito es lograr que el cuerpo esté apto para la meditación. Las asanas generan serenidad física y mental; de tal forma que un yogui devoto pueda sentarse durante varias horas en una postura de meditación sin sufrir fatiga o inquietud. Una de sus asanas principales es padmāsana (o ‘posición de loto’) y el «saludo al sol» (Suria namaskar).

Por otro lado tenemos el shat karma, un conjunto de prácticas corporales purificatorias, llamados kriyas, siendo los más conocidos:

Finalmente, enseña el pranaiama, palabra que proviene de prana (fuerza vital) y ayama (liberar). Consiste en un conjunto de prácticas de tipo respiratorio orientadas a purificar los nadis (canales de fuerza vital, similar a los meridianos del taichi) y despertar los distintos pranas del cuerpo sutil, o vaius (vientos), haciendo fusionar mediante la ayuda de bhandas (cierres), el prana vayu (prana que gobierna la región torácica) y el apana vayu (prana que gobierna la región pélvica), dando lugar así al despertar del poder sagrado central, llamado kundalini, haciéndolo ascender por el nadi central sushumná. Esto último conduce al yogui a estados de éxtasis y unión con lo divino.

Entre los distintos pranaiamas destacarían los siguientes:

Los bhandas serían:

El bhakti es el yoga devocional. La diferencia con el karma yoga es muy sutil: aunque ambos tipos de practicantes dedican sus actividades al Absoluto, a los practicantes de la devoción (bhaktas) les interesa un conocimiento más esotérico de la naturaleza de Dios (en su personalidad como Krisna) y de sus actividades, provenientes de escrituras puránicas, especialmente del Bhagavata-purana (siglo XI d. C.).

El bhakti fue popularizado en los años 1970 por el movimiento Hare Krishna.

El ashtanga viniysa yoga es un sistema de yoga basado en el texto Yoga korunta. Sri T. Krishna Namacharya escribió que lo había aprendido (en forma oral) de su gurú Rama Mojan Brahmachari a principios del siglo XX. Luego Krishna Nama Acharia se lo enseñó a sus discípulos Indra Devi (1899-2002), B. K. S. Iyengar (1918-2014), Sri Pattabhi Jois (1915-2009) y a su hijo, T. K. V. Desikachar (1938-). Estos maestros lo difundieron en Occidente.

Esta escuela del yoga intenta incorporar las ocho ramas tradicionales del yoga (conocidas como ashtanga-yoga) según lo expuesto por Patanyali en sus Yoga-sutras. Enfatiza el viniasa (movimiento sincronizado con la respiración) mediante un método progresivo de series de posturas con una respiración específica (uyáii pranaiama).

Según sus adeptos, esta práctica produce calor interno y abundante sudoración. Este calor purifica los músculos y los órganos, elimina toxinas y permite que el cuerpo se reconstituya. Este método requiere mucha elasticidad y fuerza muscular, y está recomendado para quienes deseen bajar de peso y aumentar su fuerza y elasticidad.

Según el Bhágavata-purana (4.13.3), el Yoga-sūtra (2.1) y el Kriyā yoga sāra (una sección del Padma-purana), el kriiá-yoga es la forma práctica del yoga, un tipo de devoción activa: unión con la divinidad mediante la debida práctica de los deberes cotidianos.

El kriyá yoga fue popularizado en Occidente por Paramahansa Yogananda en su libro Autobiografía de un yogui. Según este autor, el yoga kriiá acelera la evolución espiritual y genera un profundo estado de la tranquilidad. Las técnicas del kriyá yoga fueron popularizadas por el yogui Lajiri Majashaia. Se trataría de una forma mística del pranaiama, o sea, el control de la energía respiratoria.

La palabra sánscrita kriiá significa:

En cambio, según Yogananda, la palabra kriiá significa ‘limpieza’ (ya sea física o mental), que ayuda a eliminar las kleshas (impurezas) que plagan las acciones de sus seguidores.

Según las doctrinas del yoga, los kleshas son:

Mediante la respiración calmada del kriyā yoga, los latidos del corazón se aquietan. Como resultado, la energía vital se desconecta de los cinco sentidos y la mente adquiere entonces el estado consciente de pratiajara, o sea, el retraimiento de los sentidos de los objetos externos (siendo prati: ‘poco’ y ajara: ‘comer’).

Fue introducido en Occidente en los años setenta por Yogui Bhajan. El kundalini yoga incluye asanas (posturas), pranaiama (control de la respiración), canto de mantras, mudrás (gestos rituales) y kriyās (ejercicios).[12]​ Es un Ashtanga Yoga.

Las posturas son sencillas y, en ocasiones, acompañadas de una respiración dinámica, conocida como «respiración de fuego». No requiere una gran forma física y su práctica genera tranquilidad mental y vitalidad. Trabaja sobre los sistemas osteo-muscular, circulatorio, glandular, nervioso, respiratorio y digestivo.

Kundalini Yoga comprende varios aspectos, entre otros:

El yoga nidra es el estado de sueño en el que se cae durante la meditación.[13]​ Según la escritora Anandmurti Gurumaa, el yoga nidra es un estado de conciencia que se sitúa entre la vigilia y el sueño profundo. Es un estado en el que el cuerpo se mantiene relajado y la mente es consciente del mundo interior. El yoga nidra es también conocido como sueño lúcido.

Uno de sus máximos exponentes es Satiananda Saraswati, cuando vivía con su gurú Swami Sivananda en la ciudad de Rishikesh (India).

El concepto de yoga nidra proviene de un concepto no relacionado, que es el ‘sueño yóguico’ del dios Visnú.

Los textos que establecen las bases del yoga son el Bhagavad-guita, los Yoga-sutras (de Patañyali), el Gheranda-samjita, el Darshana-upanishad y el Haṭha-yoga-pradīpikā.

Según las doctrinas hinduistas en las que se asienta el yoga, el ser humano es un alma (yivatman) encerrada en un cuerpo (rupa). El cuerpo tiene varias partes: el cuerpo físico (deja o sharira), la mente (mana), la inteligencia (gña) y el ego falso (ajankara).

Para llevar una vida plena, es preciso satisfacer tres necesidades: la necesidad física (salud y actividad), la necesidad psicológica (conocimiento y poder) y la necesidad espiritual (felicidad y paz). Cuando las tres se hallan presentes, hay armonía. El yoga es una sabiduría práctica que abarca cada aspecto del ser de una persona. Enseña al individuo a evolucionar mediante el desarrollo de la autodisciplina. El yoga también se define como la restricción de las emociones, que son vistas como meras fluctuaciones (vṛitti) de la mente. Los seguidores del hinduismo distinguen entre el alma (impasible, sin emociones) y la mente (siempre fluctuante y llena de ansiedades).

El yoga es, pues, el arte y la ciencia de la disciplina mental a través de la que se cultiva y madura la mente. No es una ciencia en el sentido occidental de la palabra. Los hinduistas utilizan el concepto de ciencia porque saben que en el más racionalista mundo occidental la ciencia está bien conceptuada.

El yoga busca llegar a la integración del alma (yiva-atman) individual con Dios (el Brahman) o con su deidad (avatar). Esa re-unión se llama samādhi, a través de la cual se accede a la liberación (mokṣa).

En el Bhagavad-guita (‘el canto del Opulento’), el dios Krisna (también llamado Bhagaván) establece de manera extremadamente somera cuatro corrientes principales del yoga (presentadas por orden de importancia, según los estudiosos del Bhagavad-guita):


En el Yoga sutra, Patanyali define el yoga con el siguiente aforismo:

siendo chitta: ‘consciencia’, vritti: ‘fluctuaciones, movimientos’ y nirodha: ‘restricción, supresión, control’.[14]​ La traducción literal es, pues: ‘El yoga es la restricción de las fluctuaciones de la consciencia’.[cita requerida]

Gurús del yoga procedentes de la India introdujeron el yoga en Occidente a partir del éxito obtenido por Swami Vivekananda a finales del siglo XIX y comienzos del XX.[15]​ En los años 1980, el yoga se popularizó por todo el mundo occidental como una forma de ejercicio físico.

Un estudio de 2012 llamado "Yoga in America" reportó que en EE. UU. hay 20,4 millones de practicantes de yoga (el 8,7% de la población). El estudio indicó que el 44% de quienes no practicaban yoga manifestaron estar interesados en practicarlo.[16]

En España, una encuesta encargada en 2014 por Aomm.tv determinó que el yoga es practicado —al menos una vez a la semana— por el 12,03% de los españoles y un 28,9% de la población lo ha practicado alguna vez en su vida.[17]​ En este último grupo son más numerosas las mujeres que los hombres (37,50% frente a 20,60%). Entre las variantes de yoga más populares se citan, por este orden, el yoga dinámico (asimilable al vinyasa), el hatha yoga, el astanga yoga, el kundalini yoga y el bikram yoga.

Desde 2014 las Naciones Unidas declararon el 21 de junio como Día Internacional del Yoga.



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