Carlos Alejandro de Lorena cumple los años el 17 de julio.
Carlos Alejandro de Lorena nació el día 17 de julio de 739.
La edad actual es 1285 años. Carlos Alejandro de Lorena cumplió 1285 años el 17 de julio de este año.
Carlos Alejandro de Lorena es del signo de Cancer.
Guerra Austro-Turca (1737-1739)
Gobernador de los Países Bajos Austriacos
Carlos Alejandro Manuel de Lorena (Lunéville, 12 de diciembre de 1712 - Tervuren, 4 de julio de 1780) fue un general austriaco y gobernador general de los Países Bajos Austriacos. Era hijo de Leopoldo I, duque de Lorena, y de Isabel Carlota de Borbón-Orleans. Su hermano Francisco III de Lorena fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Francisco I. Desempeñó su carrera militar en el ejército austriaco desde 1736 hasta 1757, siendo un general poco afortunado. Ostentó el cargo de Gobernador General de los Países Bajos Austriacos desde 1744 hasta su muerte. En 1761 fue nombrado Gran Maestre de la Orden Teutónica.
El Príncipe Carlos de Lorena era el hermano menor de Francisco I de Lorena, Emperador del Sacro Imperio Romano GermánicoMaría Teresa I de Austria, heredera de los territorios de los Habsburgo, en 1736.
y su suerte estuvo vinculada a la de su hermano, quien se casó conEn 1744 casó con la archiduquesa María Ana de Austria, hermana menor de María Teresa I de Austria y la pareja fue nombrada de forma conjunta gobernador general de los Países Bajos, adonde llegaron en marzo de 1744.
En mayo tuvo que abandonar la ciudad para hacerse con el mando del ejército austriaco que operaba en el Rin, dejando a su esposa embarazada y sola en Bruselas a cargo del gobierno, asistida por el Conde Wenzel Anton Graf Kaunitz. Su mujer falleció poco después en un parto tras dar a luz a una niña que nació muerta. Tenía tan solo 26 años. Carlos no se volvió a casar.
Volvió a Bruselas en abril de 1749 y residió allí siempre que sus obligaciones militares se lo permitieron. Carlos murió en Tervuren el 4 de julio de 1780. Está enterrado en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas.
Carlos tuvo una notable autonomía en su gobierno de los Países Bajos y bajo su mandato la región disfrutó de un largo periodo de prosperidad y estabilidad.
Sin duda es el más popular de los gobernadores de los Países Bajos Austriacos. Formó una brillante corte que convirtió a la ciudad de Bruselas en un centro cultural y artístico de primer orden en Europa.
Durante su mandato desarrolló la industria, la economía y el comercio.
En el plano artístico financió producciones musicales y teatrales que viajaban por toda Bélgica.
También influyó en el ámbito urbanístico, donde desplegó una gran actividad, y él mismo supervisó el diseño de la Plaza Real de Bruselas, del Parque de Bruselas y el desarrollo del distrito real situado en la parte alta de Bruselas y que fue terminado en 1770.
Carlos entró en el ejército imperial en 1736 y participó en las campañas contra el Imperio otomano (1737-1739).
Cuando estalló la Guerra de Sucesión Austriaca, le fue entregado el mando de un ejército para impedir la incursión de las tropas francesas y bávaras en Bohemia, pero tuvo poco éxito. En 1741 tomó el mando del ejército austriaco del general Neipperg tras su derrota en la Batalla de Mollwitz. Estaba determinado a revertir la situación, pero fue derrotado en la Batalla de Chotusitz (1742) por Federico II de Prusia tras un duro combate.
Luego de esta batalla, atacó a los franceses que ocupaban Praga, pero este ataque no fue bien planeado y una y otra vez se vio forzado a interrumpir operaciones cruciales por la necesidad de hacer frente a nuevos enemigos.
En junio de 1742 con el Tratado de Breslau Prusia abandonó la guerra y Carlos pudo dirigir su atención hacia el oeste. Durante dos años operó con sus aliados —británicos, holandeses y alemanes de pequeños Estados— al otro lado del Rin, pero Carlos fue superado por su oponente francés Coigny.
En 1744 Prusia vuelve a entrar en guerra y Carlos debe regresar al este. En junio de 1745 avanza por la Silesia ocupada por los prusianos y tiene lugar la decisiva Batalla de Hohenfriedeberg. En esta batalla los austriacos y sus aliados sajones perdieron 16.000 hombres, mientras que los prusianos solo 1000. Federico II persiguió a los restos del ejército imperial hasta Bohemia, pero los prusianos se retiraron cuando un ejército austriaco de socorro llegó en ayuda de Carlos. En el mensaje que envió a Viena tras la derrota, se quejaba amargamente de haber sido vencido a pesar de estar situado en una inmejorable posición.
Solo dos meses después (septiembre 1745) Carlos volvió a caer derrotado ante Federico II en la Batalla de Soor, en la que Federico II superó la ventaja del terreno que tenía Carlos y con un ataque oblicuo por sorpresa capturó a muchos austríacos.
Un año más tarde, sufrió un cuarto revés al enfrentarse al ejército francés mandado por el Mariscal Mauricio de Sajonia, en la batalla de Rocoux (1746).
Entre la Guerra de Sucesión Austriaca y la Guerra de los Siete Años fue presidente de la Comisión de Reformas Militares, desde donde se percató de la importancia de reformar a largo plazo la estructura y el entrenamiento del ejército.
Durante la Guerra de los Siete Años, Carlos Alejandro de Lorena asumió nuevamente la dirección de los ejércitos imperiales y se dirigió a Bohemia, librando la Batalla de Praga, donde fue derrotado. Luego tomó el mando de las fuerzas sitiadas en Praga tras la muerte del Mariscal Maximilian Ulysses Browne. Como comandante conjunto con Leopold Joseph von Daun, supervisó la expulsión de Federico II de Bohemia tras la Batalla de Kolin.
Consiguió vencer al ejército prusiano en la Batalla de Breslau al mando del duque de Bevern (22 de noviembre de 1757) y expulsó a los prusianos hasta el río Oder, haciendo poco después prisionero a Bevern.
Mo tuvo la misma suerte en la Batalla de Leuthen (5 de diciembre de 1757), donde Federico II le infligió una severa derrota que, además, supuso para él una caída en desgracia fulminante: fue apartado del alto mando militar austríaco y sustituido por el Conde Leopold Josef von Daun.
A pesar de ser un hombre valiente y de tener experiencia como general, sufría de falta de autoconfianza. Trató de ocultar este hecho refugiándose en la bebida y frecuentando la compañía de amigos libertinos.
La noticia de los actos libertinos y que estos le dejaban sin capacidad de mando durante el día llegó a Viena y Carlos empezó a perder la confianza de María Teresa y de la opinión pública. Sus lazos familiares le protegieron hasta principios de 1758, pero tras la batalla de Leuthen fue finalmente sustituido como comandante de las fuerzas imperiales. Leuthen fue su última batalla.
A la muerte del príncipe Clemente Augusto de Baviera (1761), Gran Maestre de la Orden Teutónica, Carlos Alejandro de Lorena fue elegido por unanimidad como sucesor el 3 de mayo de 1761. Tras aceptar su nueva dignidad, Carlos Alejandro fue consagrado en el castillo de Mergentheim.
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