Caro

Marco Aurelio Caro (en latín, Marcus Aurelius Carus) más conocido en la historiografía romana como Caro, fue un emperador romano que reinó entre el 282 y el 283.

Caro probablemente era originario de provincia romana de Galia Narbonense. Durante el reinado del emperador Probo, se desempeñó como prefecto del pretorio. En 282, Caro fue proclamado emperador por las tropas de Recia y Nórico. Derrotó a los sármatas y cuados en la frontera del Danubio y luego derrotó a los persas en Mesopotamia. Sin embargo, después de la captura de la capital persa de Ctesifonte y del avance a la orilla opuesta del Tigris, Caro murió en su tienda de campaña.^[1]​

Caro lució los siguientes apelativos honoríficos: «Pérsico Máximo» y «Germánico Máximo» desde 283.^[1]​

Marco Aurelio Caro nació alrededor de 223 o 224,^[1]​^[2]​^[3]​ fecha basada en el informe del historiador bizantino del siglo vi Juan Malalas que menciona en su Cronografía que en el momento de su muerte Caro tenía setenta años,^[4]​ aunque el historiador William Leadbetter sugiere que nació en el año 230.^[5]​ No se sabe exactamente ni la patria ni el origen del emperador, sin embargo, la Historia Augusta hace varias suposiciones sobre este tema:

Los historiadores modernos, basados en fuentes latinas (Aurelio Víctor,^[7]​ Flavio Eutropio,^[8]​ Jerónimo^[9]​ y Sidonio Apolinar^[10]​) y griegas (Juan Zonaras^[11]​), creen que Caro nació en Galia Narbonense o en su capital Narbona,^[12]​ lo que ocasionó la interrupción de la serie sucesoria de emperadores ilíricos de la época. Sin embargo, algunos eruditos, como Pat Southern, lo consideran nativo de la ciudad dálmata de Narona.^[13]​ Los investigadores, basados en el hecho de que Numeriano, el hijo de Caro, tenía el nomen de «Numerio», recostruyeron el nombre de nacimiento del emperador como «Marco Numerio Caro» o «Marco Aurelio Numerio Caro».^[5]​^[12]​^[1]​

Caro tuvo tres hijos, dos varones, Marco Aurelio Carino y Marco Aurelio Numerio Numeriano, y una mujer llamada Paulina, además, tuvo un nieto llamado Nigriniano (hijo de Carino o Paulina), que murió poco después de su muerte.^[13]​ Antes de ascender a la púrpura imperial, fue senador, y ocupó diversos cargos civiles y militares,^[14]​ además de ejercer como procónsul de Cilicia en un año desconocido.^[15]​ Asimismo, la Historia Augusta lo incluye en la lista de generales a los que el propio emperador Probo formó.^[16]​

Después de ascender al trono, Probo puso al cargó de la Guardia Pretoriana a Caro, lo que demuestra su confianza en él.^[5]​ Sin embargo, durante el reinado de Probo, Caro nunca llegó al consulado, a diferencia de otros prefectos del pretorio, como, por ejemplo, Lucio Petronio Tauro Volusiano bajo Galieno o Julio Placidiano bajo Aureliano, que después de la prefectura, pasado un tiempo, la mayoría de veces se convertían en cónsules.^[13]​

Los hechos sobre el ascenso de Caro a la púrpura imperial son contados de manera diferente por las fuentes. Según algunas, este evento ocurrió durante la vida de Probo, y según otras, después de su asesinato. A finales de 282, cuando este último estaba en Sirmio, las legiones de Recia y Nórico se rebelaron, y en consecuencia, declararon emperador al prefecto pretoriano Caro, que estaba preparando el ejército para la campaña planeada por Probo contra los persas.^[13]​ Según la tradición griega presentada por Juan Zonaras y Juan Antioqueno, Caro se percató que las tropas locales querían proclamarle emperador en contra de su volutad, y solicitó consejo y ayuda a Probo antes de que los soldados tomaran el asunto por sus propias manos. Probo envió a tropas contra los rebeldes, pero cambiaron prontamente de bando y el emperador terminó siendo asesinado por sus guardaespaldas.^[5]​

Según una tradición latina mucho más numerosa, Caro no informó nada a Probo, sino que más bien fue él mismo el instigador de la revuelta.^[5]​ Otros eventos descritos por fuentes latinas generalmente coinciden con la versión establecida en los escritos griegos. Por lo tanto, las afirmaciones de la Historia Augusta de que Caro no participó en el levantamiento contra Probo no son creíbles, ya que él fue quien recibió el mayor beneficio de la revuelta.^[17]​ Cuando Caro se enteró de la muerte de Probo, le informó al Senado que por voluntad del ejército se convirtió en emperador.^[13]​ Ni siquiera le pidió la aprobación a los senadores, lo que descuidaba a las tradiciones e indicaba que el poder del emperador,^[13]​ hasta entonces amparado por las costumbres republicanas, estaba adquiriendo un abierto carácter autoritario.^[1]​

Concedió el título de césar a sus hijos Carino y Numeriano,^[18]​^[19]​ otorgando el gobierno de la parte occidental del Imperio al primero, mientras que él y Numeriano se dirigían contra los Persas en la expedición que ya había organizado el difunto Probo. Tras derrotar a los cuados y a los sármatas a orillas del Danubio, Caro continuó avanzando a través de Tracia y Asia Menor y conquistó Mesopotamia y saqueó Ctesifonte, llegando con su ejército más allá del río Tigris. El emperador sasánida, Bahram II, limitado por una guerra civil interna, no podía defender su territorio. Finalmente recibiría por sus victorias contra los sasánidas el título honorífico de Persicus Maximus.^[20]​

Sus esperanzas de más conquistas fueron segadas por su repentina muerte, cuya causa fue objeto de controversias. Un día, tras una violenta tormenta, se anunció su muerte. Unos la atribuían a distintas enfermedades,^[21]​ mientras que otros la derivaban de las heridas que recibió luchando contra los persas^[18]​ o incluso de un rayo que pudiera caer en la gran tormenta que se desató esa noche.^[22]​ El hecho de que estuviese en plena campaña victoriosa y que Numeriano le sucediese en el trono sin oposición sugieren que su muerte pudo deberse a causas naturales.

Al igual que sobre su muerte, existen diferentes versiones sobre su imagen. Según algunos, Caro defraudó las esperanzas de los que le elevaron al trono, y se convirtió en un tirano irritable y suspicaz, acabando asesinado por el siguiente aspirante al poder. Otros opinan que dejó fama de haber sido un buen príncipe e ingresó en las filas de los dioses.

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