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Casa Pilatos



La Casa de Pilatos es un palacio situado en la ciudad española de Sevilla, en Andalucía, perteneciente a la Casa de Medinaceli. Constituye uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura civil andaluza del siglo XVI y presenta una combinación de los estilos renacentista italiano y el mudéjar español, fruto de las diferentes intervenciones acontecidas, desde el último tercio del siglo XV hasta el siglo XVII.[1]

La construcción del palacio se inició en 1483, por iniciativa y deseo de Pedro Enríquez de Quiñones (IV Adelantado Mayor de Andalucía) y su segunda esposa Catalina de Ribera, fundadores de la Casa de Alcalá. La obra se levantó sobre varios solares que habían sido confiscados por la Inquisición española. El fallecimiento en 1493 de Pedro Enríquez, llevó a que Catalina fuese la encargada de acometer la configuración inicial del palacio. Su hijo Fadrique Enríquez de Ribera (1476-1539) y su nieto Per Afán de Ribera y Portocarrero (1509-1571) ampliaron y completaron la decoración de la Casa.

Fadrique Enríquez (primer marqués de Tarifa) fue un noble a caballo de la baja Edad Media y la modernidad, representada por el Renacimiento. Entre los años 1518 y 1520 realizó un viaje de peregrinación a la ciudad santa de Jerusalén, en el que atravesó toda Italia, y en el que quedó profundamente impresionado del arte renacentista que imperaba en las ciudades italianas. A su regreso trasladó esas maneras renacentistas que había observado a la Casa de Pilatos, combinando el estilo renacentista italiano con el mudéjar sevillano, en las ampliaciones que realizó del palacio, en las que ocupó varios solares anexos al mismo. Per Afán de Ribera, sobrino y heredero de Don Fadrique, fue un gran coleccionista de arte que acopió durante su estancia como virrey de Nápoles. Realizó importantes reformas entre 1568 y 1571 para acoger su vasta colección de arte.

Tras su relativo abandono durante el siglo XVIII, se restauró a partir de finales del siglo XIX.[2]

En 1966 tuvo lugar aquí un baile benéfico al que asistieron miembros de la nobleza. Cada familia asistente pagó 5 000 pesetas, destinadas a la Cruz Roja. Las que presidieron la gala fueron Grace Kelly y Jacqueline Kennedy.[3]

La Casa de Pilatos constituye un gran complejo edificatorio inserto en el casco histórico de la ciudad de Sevilla, en el sector de Santa Catalina-Santiago. Ocupa, junto con el colindante convento de San Leandro, gran parte de la manzana que se extiende entre las calles Caballeriza, San Esteban e Imperial.

El palacio se estructura en torno a dos patios, el de ingreso y el principal en torno a los cuales, en una y dos plantas se disponen las estancias principales. A ambos lados de este cuerpo principal, ocupando el resto de la parcela, se extienden dos jardines de distintas dimensiones y formalización. El denominado jardín chico, en el lado este y el jardín grande al oeste. En el edificio predominan las cubiertas inclinadas de teja árabe (esmaltadas en blanco y azul en la zona de la escalera).

Se accede a través de un portal de mármol, realizado por Antonio María Aprile en 1529 en Génova, de estilo renacentista a manera de arco triunfal, con medallones en sus enjutas y rematado por una crestería gótica que parece ser fue traída del palacio que los promotores del edificio tenían en Bornos.[4]

Destaca junto a la portada una hornacina con cruz de jaspes polícromos, que fue elaborada por los maestros Nicolás Ferrero y Andrés Correa, en 1630.

En el otro tramo de la fachada principal presenta una edificación de dos alturas en la que destaca la logia del nivel superior denominada popularmente Ecce Homo, formada por cuatro vanos de arcos de medio punto que apoyan sobre columnas de mármol.

En la crujía este, entre el patio y el Jardín Chico, se dispone el salón del Pretorio o de los azulejos, techo de casetones mudéjares y portajes de taracea tallada. A continuación se dispone otra estancia de menores dimensiones. El frente norte alberga dos estancias: La denominada Antecapilla o de Descanso de los Jueces y una sala anexa. La Antecapilla es rectangular y se cubre con una estructura de vigas y tablazón labrados; en sus paramentos destaca la portada de yeserías mudéjares que antecede a la Capilla, considerada la parte más antigua del palacio por sus bóvedas nervadas y las molduras de la ventana de estilo gótico. A continuación, ocupando la esquina noroeste del patio y sirviendo de tránsito entre dicho patio y el Jardín Grande se abre una estancia cuadrada, denominada Gabinete de Pilatos en cuyo centro se sitúa una fuente octogonal de azulejos. En el frente oeste, entre el patio principal y el Jardín Grande, se desarrolla una crujía que alberga dos estancias, la sala de las Columnas, cubierta con un techo de alfarje -uno de sus huecos hacia el Jardín Grande, flanqueado por dos columnas, alberga una reja plateresca- y una sala contigua de menores dimensiones.[2]

Es un ámbito de grandes dimensiones (aproximadamente 25 x 25 m), de planta cuadrangular, recorrido por galerías (6 x 6 vanos) que rodean sus cuatro lados en planta baja, y los frentes este, sur y oeste en planta alta, cerrándose hacia el sur con la balaustrada de piedra, de calada tracería gótica, que recorre la galería superior. Los arcos, de medio punto y peraltados, descansan sobre columnas de mármol con capiteles variados; los tímpanos, arquivoltas y sobrecapiteles están recubiertos de yeserías con inscripciones árabes. La solería del patio, así como la de la galería inferior es de mármol blanco y negro, formando dibujos geométricos; en el centro se ubica una fuente de mármol y en sus cuatro esquinas grandes estatuas. El muro que cierra interiormente la galería, en planta baja, esta recubierto de un zócalo de azulejos, de aproximadamente 3 m de altura. Estos, más los que recubren el resto de las estancias en planta baja forman una colección considerada de las más importantes de su género, dada su variedad y extraordinaria composición. Sobre el zócalo de azulejos se reparten 24 hornacinas circulares que alojan bustos de emperadores romanos y otros personajes destacados (Mario, Marco Agripa, Valerio, Trajano, Tiberio, Vitelio, Lucio Vero, Antonio Pío, Marco Tulio Cicerón, Carlos V, Turita, Aníbal, Scipión el Africano, Calígula, Máximo, Tito, Quirino, Rómulo, Filipo, Adriano, Marco Aurelio, Vespasiano, Máximo y Marco Aurelio; procedentes de Italia). Algunos de los huecos que se abren a este espacio aparecen enmarcados por ajimeces decorados con yeserías.[2]

Desde este patio se llega a dos jardines engalanados con artesonados, y un pabellón, ambos en el jardín chico. También son admirables los zócalos y las rejas de estilo plateresco.

Desde la esquina suroeste del patio se accede a la monumental escalera que comunica las plantas baja y superior del palacio. Tiene un desarrollo de tres tramos, de aproximadamente 3 m de anchura, y una configuración espacial muy singular; los materiales empleados son: Solería de losas de Tarifa, paramentos de azulejos y yeserías y artesonados en su cubrición, destacando la cúpula de media naranja dorada de lacerías con pechina de mocárabes que cubre la parte central, realizada por Cristóbal Sánchez.

En planta alta, la escalera principal desembarca en un espacio desde el que se accede, por un lado a las estancias privadas y, por otro, a la galería superior que recorre los flancos oeste, norte y este del patio principal, a la que se abren las distintas salas y cuyos paramentos aparecen jalonados de fragmentos de pinturas murales, restos de la que sería la decoración primitiva.

La primera estancia a la que se accede desde el flanco este es la denominada salón de los Frescos o de las Vidrieras, de forma rectangular, debe su nombre a los murales con el Triunfo de las Cuatro Estaciones que decoran sus paramentos; se cubre con un artesonado mudéjar de par y nudillo. Desde esta sala se accede a un pasillo en forma de L, seccionado de otra estancia que accede, por uno de sus extremos, a la galería que se abre sobre el Jardín Chico y por el otro a las salas que conforman la crujía norte de dicho patio: Los denominadas salón de fumar y comedor. La primera, de forma cuadrada, se cubre con artesonado mudéjar. El comedor constituye una estancia rectangular que se cubre con un artesonado mudéjar y aparece presidida por una chimenea de piedra negra que procede de la desaparecida biblioteca del palacio. Desde el extremo occidental del comedor se accede al Salón del Torreón. Esta estancia funciona como espacio de distribución; se comunica, hacia el oeste, con las estancias que comprenden la logia oeste, hacia el este con el Comedor y hacia el sur con la galería que se abre al Jardín Grande y las estancias que construyen el flanco oeste del patio principal. Su techo se eleva a gran altura cubriéndose con un artesonado de planta octogonal, sobre pechinas. En uno de sus frentes se adosa una chimenea de mármol rojo y negro. Por la esquina noroeste del Torreón se accede a la Librería, estancia cuadrangular, desde la que, a su vez, se pasa al Salón de Retratos Este.[2]

El flanco oeste del patio principal comprende una crujía, dividida en tres estancias, a la que se trasdosa la galería superior que se abre al Jardín Grande. Estas estancias, comunicadas entre sí son el salón Oviedo -cuyo nombre alude al arquitecto Juan de Oviedo (1565-1625), a cuyas trazas corresponden las yeserías del techo-, el Salón Pacheco, con un techo pintado por Francisco Pacheco, cuyo tema central es la Apoteosis de Hércules y el Gabinete, estancia cuadrada de techo pintado que completa esta crujía, presidida por una chimenea con placas de porcelana de Sevres.[2]

En el resto de la parcela se desarrollan el denominado Jardín Chico y el Jardín Grande.

El Jardín Chico ocupa el sector oriental. A él se accede desde el salón del Pretorio, a través de una galería, denominada corredor de Zaquizamí; este corredor se abre al jardín con una arcada de tres vanos -de arcos de medio punto sobre columnas de mármol cubierta con un alfarje de casetones. Desde este espacio se accede, por su frente sur a las dependencias privadas que ocupan el cuerpo que da fachada a la plaza de Pilatos; en el extremo opuesto el corredor se prolonga -y también el techo de alfarje-, quedando anexo el Salón Dorado. Este recinto, de dimensiones cuadradas, penetra en los jardines como un volumen cúbico coronado por una terraza; se cubre con un techo de casetones; en cada uno de sus paramentos se abre un hueco, albergando uno de ellos una reja plateresca.[2]

El Jardín Chico constituye un espacio abierto delimitado por las fachadas del palacio, el muro de cerramiento hacia la calle Imperial y el muro medianero con las edificaciones que dan a la calle Medinaceli. Las trazas de este jardín se ajustan a un diseño geométrico de muros y parterres en los que se intercalan elementos clásicos, como columnas y estatuas. Se estructura en tres ámbitos de estilo y composición diferentes. El primero, rectangular, se dispone frente al corredor de Zaquizamí. Entre este ámbito y el siguiente discurre una alberca en uno de cuyos extremos se ubica una estatua de bronce. El segundo ámbito está formado por dos terrazas rectangulares dispuestas a distinta altura; la terraza superior se estructura en 4 parterres, ubicándose en el centro una estatua sobre columna. El tercer recinto se conforma con una sucesión de arriates que siguen un trazado geométrico cerrado, definiendo una glorieta central. Desde el extremo noroeste de este recinto se accede a una escalera que sube a las terrazas escalonadas que conforman la cubierta de las construcciones comprendidas entre la calle Imperial y las crujías perimetrales del patio principal.

En el extremo opuesto del edificio se desarrolla el denominado Jardín Grande o de las Logias, un recinto de forma rectangular que se ordena siguiendo un trazado geométrico unitario. Sus ejes principales se rematan con sendas logias en los lados norte, oeste y sur, donde se exponen una variada muestra de esculturas clásicas. Su realización original se debe al arquitecto italiano Benvenuto Tortello. El eje del jardín queda marcado por una fuente de mármol sobre pila octogonal, cubierta por una estructura metálica. El resto se completa con una trama reticular de parterres rectangulares.

Al jardín se accede desde una galería en L, de dos plantas, de arcos de medio punto sobre columnas de mármol. Enfrentada a esta galería se abre la logia oeste, también denominada Cenador. Es un cuerpo de una planta que se abre al jardín con una arcada de tres vanos -de arcos de medio punto que apoyan sobre columnas de mármol elevadas sobre un plinto prismático-. En los paramentos se abren dos órdenes de hornacinas que albergan una serie de bustos y estatuas. Desde este ámbito se accede a un pequeño recinto previo al denominado Patio de las Tortugas. Desde este espacio parte una escalera que sube a una galería que se va plegando a la medianera, formando como un balcón al jardín.

El segundo eje del jardín se remata en ambos extremos por sendas logias, de dos plantas. La logia norte, de dos crujías en las que se distribuyen seis estancias, presenta una fachada al jardín en la que se abre un cuerpo central de arcadas sobre columnas de mármol, en dos plantas; elconjuntoserematasuperiormenteconunpretil.Enplanta baja, el centro de la logia lo ocupa una fuente circular de cerámica vidriada, enrasada con el pavimento. En los paramentos se reproduce, como en la logia oeste el ritmo de las arcadas, abriéndose huecos y hornacinas de dimensiones y contenido similares.

En la planta alta se conservan en sus salas importantes pinturas que datan de los siglos XVI al XIX, si bien la más importante, La Piedad de Úbeda de Sebastiano del Piombo de 1539, no se halla aquí ya que está depositada en préstamo en el Museo del Prado. Se exhibía en la Sala del Torreón.

En la sala situada en el ala izquierda del Torreón se puede observar su techo con los frescos realizados por el pintor Francisco Pacheco entre 1603 y 1604 que realzan la apoteosis de Hércules; y en la sala que sigue a la del Torreón hay una pequeñita pintura sobre cobre de la serie de Tauromaquia de Francisco de Goya, en la que se ve el arrastre de un toro; también conserva un bodegón de Giuseppe Recco (en el comedor), así como una tabla que representa a la Magdalena pintada en el siglo XVI (sala que antecede al archivo); en el archivo se encuentran tres obras del pintor Lucas Jordán.

Como la mayoría de estos centenarios edificios también posee una capilla, de estilo gótico con decoración mudéjar plagada de antigüedades y numerosos manuscritos.

A través de todo el edificio se puede sentir lo influenciado que estuvo su hacedor y gran admirador que fue de otros estilos por sus yeserías y bajorrelieves representativos de hechos de la antigüedad mezclado con una preciosa azulejería.

Está considerado como el mejor edificio nobiliario andaluz constituyendo un ejemplo de la arquitectura sevillana del siglo XVI.

En la actualidad es residencia permanente de los duques de Medinaceli.

El origen de su nombre, Casa de Pilatos, proviene de un Vía Crucis que se comenzó a celebrar en la ciudad en la década de 1520 (se conservan los azulejos que representan cada una de las estaciones a lo largo del mismo). Al principio comenzó a celebrarse en el interior de la capilla dentro de la propia casa. En 1529, debido a que el número de personas para realizar la estación de penitencia había crecido tanto que decidieron empezarla junto a la puerta del edificio en lo que vino a considerarse la primera estación siendo finalizada en el templete de la Cruz del Campo, y siguiendo los sucesos de Cristo. Joaquín González Moreno, archivero de la Casa de Pilatos y conservador del Palacio durante más de 30 años, fue la persona que recuperó esta tradición al localizar la documentación que sobre este hecho existía en el archivo de Medinaceli de Madrid y restablecer en 1971 el Vía Crucis de la Cruz del Campo, que durante el siglo XVI sería el germen de la Semana Santa en Sevilla.

En la Casa de Pilatos se han rodado varias películas, entre las que destacan 4 superproducciones de Hollywood. En 1962 se rodaron en el palacio escenas de la mítica superproducción Lawrence de Arabia, ganadora de 7 Oscar.[5]​ En 1992 el director Ridley Scott rodó aquí parte de la película 1492: la conquista del paraíso. Este director volvería a repetir en 2005 al rodar escenas para El reino de los cielos. Y a finales de 2009, Tom Cruise grabó en el palacio la película Knight and Day, con Cameron Diaz.

El patio principal y alguna de las alcobas de la Casa de Pilatos también sirvieron de escenario en 2017 para la serie de televisión La peste, que fue dirigida por Alberto Rodríguez y estrenada por Movistar+.[6][7]

En 2018, se creó una asociación que engloba a las principales casas-palacios privadas de la ciudad de Sevilla y al hospital de la Caridad, para tratar de realizar una oferta conjunta desde el punto de vista turístico. Los inmuebles adheridos son la Casa Pilatos, el palacio de las Dueñas, el hospital de la Caridad y la Casa de Salinas.[8]





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