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Crisis energética de Venezuela



La crisis energética de Venezuela se refiere a un período durante el cual el país experimenta un marcado déficit de generación de energía eléctrica que aparece desde 2009 y ha continuado hasta la actualidad.[1]​ Varias han sido las causas de la crisis que ocurrieron antes del 2009. La primera, el cambio de modelo de organización de las diferentes empresas eléctricas para el 2007 en un modelo centralista y la reforma de la primera Ley Eléctrica en el 2004.[2]​ La segunda fue una prolongada sequía que ocasionó que el agua en el embalse de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar alcanzara niveles bajos. Esto ocurrió durante una nueva ocurrencia del fenómeno climático de El Niño, que se empezó a desarrollar desde julio de 2009.[3]​ Aunque se tomaron diversas medidas para superar la crisis, una de las más polémicas fue la de implementar un programa de racionamiento eléctrico en todo el país, excepto en la capital Caracas, que fue finalmente suspendido de manera oficial en junio de 2010, debido a la recuperación de los embalses por las lluvias, y para no interrumpir la transmisión de la Copa Mundial de Fútbol de 2010.[4]

Aunque el 29 de agosto de ese año el embalse de Guri alcanzó su nivel óptimo de operación. La tercera la falta de seguimiento a los proyectos de ampliación y potenciar las plantas termoeléctricas existentes.[5][6]​ La cuarta sería la falta de mantenimiento de las turbinas del Guri.[7][8]​ Y una quinta y última la escasa presencia de profesionales y personal calificado que se salieron del sector ya sea por discriminación política, persecución o falta de un mejor salario o traslado a otras empresas, sin embargo los cortes de electricidad se siguieron produciendo en el interior del país, aunque con menor frecuencia y duración.[9][10][11][12]​ La situación de "emergencia eléctrica" decretada por el gobierno el 21 de diciembre de 2009, fue suspendida el 30 de noviembre de 2010; no obstante, el 14 de mayo de 2011, luego de que el país experimentase dos apagones nacionales, el gobierno de Hugo Chávez anunció un plan de racionamiento temporal y reconoció que el sistema eléctrico continuaba enfrentando "debilidades en la generación" que no esperaban superar hasta finalizar el año.[13][14]

El problema energética fue ampliamente politizado en Venezuela: además de la sequía, el gobierno de Hugo Chávez culpó también a sectores pudientes de la población de la crisis, asegurando que derrochaban la energía eléctrica.[15][16]​ La oposición venezolana respondió responsabilizando al propio gobierno, acusándolo de no haber realizado las inversiones necesarias para seguir el ritmo de crecimiento de consumo eléctrico del país, así como haber descuidado la infraestructura eléctrica, que fue completamente nacionalizada unos años atrás.[17][18]

De acuerdo a la CEPAL, la crisis eléctrica fue uno de los factores que contribuyó a alargar la crisis económica que Venezuela experimentaba desde el 2009.[19]​ Además, esta crisis también influyó en el notable incremento de votos que la oposición venezolana experimentó en las elecciones parlamentarias celebradas en septiembre de 2010.[20][21]

En marzo de 2019 hubo un apagón general que causó una serie de cortes de suministro eléctrico a nivel nacional. El apagón afectó 23 estados del país. se estima que los cortes de electricidad causaron más de 1.000 millones de dólares en perdidas.

Para el 15 de enero de 2021 un informe emitido por el Comité de Afectados por Apagones (CAA) dio a conocer que durante el año 2020 se registraron 157,719 apagones de los cuales las zonas más afectadas del país fueron Zulia (32,000 cortes) Mérida (18.519 cortes) y Táchira (13,218 cortes) lo que indica que se había triplicado la crisis con respecto al año 2019 en que se alcanzó 48,210 fallas eléctricas.[22]

Venezuela tenía para finales de 2009 una capacidad instalada de generación eléctrica de aproximadamente 23.670 MW, de los cuales un 62% (14.630 MW) correspondían a las represas hidroeléctricas y un 38% (9.040 MW) al parque termoeléctrico. Al cierre del año 2009 el consumo de energía era de 123.000 GW/hora, con una demanda máxima histórica de 17.300 MW. La demanda de energía es cada vez mayor; por ejemplo, de 1998 a 2009 aumentó cerca del 60%, lo cual representa unos 6.500 MW adicionales, aunque solo se pusieron en servicio 4.000 MW que no estaban operativos en su totalidad. Parte de la crisis de energía viene por fallas en la planificación, mantenimiento e inversión y formación de personal calificado en el sector eléctrico nacional.[23]​ La demanda máxima de electricidad actual en Venezuela se sitúa cerca de 14.000 MW, nivel muy por debajo a todas las estimaciones de demanda que se formulaban hace unos cinco años, cuando los escenarios más conservadores estimaban una demanda superior a 18.000 MW para 2017. Actualmente lo que alimenta la generación hidroeléctrica es casi el 80% de la demanda, cuando antes era el 60%, y eso es porque el parque termoeléctrico no está completamente operativo. Las crisis de energía se ve potenciada durante los períodos de sequía cuando disminuye el nivel de las represas y cuando bajo esas circunstancias las plantas son adicionalmente puestas a trabajar sobre su capacidad. Por ejemplo, en el año 2009 hubo un 15% menos de aporte de agua a la presa Guri, en la región de Guayana, que a su vez se sumó a un incremento de más del 25% del promedio anual de “turbinación” debido a que no se contó con la oferta energética de plantas termoeléctricas que no fueron concluidas cuando estaba planificado.[24]

Venezuela, el principal exportador de petróleo de Sudamérica, está sufriendo una larga sequía que ha reducido significativamente el volumen de agua de los embalses de las centrales hidroeléctricas. Para el 2009, el 73% de la energía eléctrica consumida por los venezolanos dependía de estas centrales.[25]​ Según el informe del Centro Nacional de Gestión correspondiente al desempeño del sector eléctrico en 2008, para finales de ese año, Venezuela contaba con 201 unidades de generación con una capacidad total teórica de 23.154 MW (14.597 MW en hidráulica y 8.556 MW en térmica).[26]​ La demanda máxima registrada en 2008 fue de 16.300 MW y para 2009, fue de 17.300 MW, sin considerar la demanda no suplida (previamente racionada). Adicionalmente, el consumo de electricidad del país se ha estado incrementando en un 6% anual, porcentaje que supera el ritmo de crecimiento en la oferta eléctrica que se ha estado instalando.[27]

Corpoelec es una empresa que para el año 2019 ha agravado los estándares internacionales respecto a los cortes de energía a nivel nacional que normalmente deberían durar dos horas, ahora se promedian de cinco horas, el consumo nacional de electricidad se registra quedó reducido en un 75% aproximado a 12,000 MW y sin embargo se estima que la producción nacional está en los 8,000 MW de los cuales corresponden 5,000 MW a la energía hidráulica generadas en el Guri y 3,000 MW a las plantas termoeléctricas existentes en el país generadas por el uso de hidrocarburos,[28]​ la capacidad de energía eólica instalada ha sido muy inferior a la planificada de 175 MW, la capacidad instalada total es de únicamente 52 MW[29][30][31]

Quienes dirigen la organización a pesar de contar con presupuestos para el mantenimiento y la verificación de la ejecución de nuevas obras no estuvieron a la altura técnica ya sea por corrupción o por no estar aptos para ocupar los cargos directivos. Ya en 2001, el ingeniero y exdirector de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (OPSIS), Miguel Lara Guarenas, recuerda que su ente, encargado de dirigir y coordinar la operación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), alertó al Ejecutivo que el país se dirigía hacia una “una situación de déficit del suministro eléctrico”[32]​ el gobierno “administró 643 millones de dólares en 223 proyectos de transmisión (líneas y subestaciones) y, sin embargo, los proyectos finalmente ejecutados por CADAFE se corresponden con apenas 155 millones de dólares, es decir: un 24%”, indicó. El proyecto de la Represa de Tocoma a pesar de los presupuesto otorgados no se terminó en el tiempo previsto 2009 y su valor se triplico, la implementación del sistema de parques eólicos no se cumplió en el 2011, y tampoco ayudo mucho la inversión en el sistema termoeléctrico durante el 2013 y el 2016, el descuido del mantenimiento preventivo de las turbinas del Guri[33]​ La demanda alcanzo su máximo nivel en el año 2013 con 18.696 megavatios. A pesar de que fue cayendo paulatinamente hasta los 10.948 megavatios en 2019, la bajada en producción fue mayor y no se pudo cubrir la demanda.[34]

La principal central del sistema hidroeléctrico es la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, con capacidad de generación de 10.000 MW, pero que ahora está generando solo unos 5.000 MWh,[35][36]​ se ha visto afectada por la sequía, y para inicios de febrero de 2010, el nivel del embalse había descendido nueve metros por debajo de su nivel óptimo.[37]​ Si el nivel del embalse de Guri desciende por debajo de los 240 msnm, algunas turbinas de la central no podrían funcionar, y disminuiría la oferta eléctrica para el consumo que requiere el país. El gobierno previó que si no se hiciera nada, esta cota se alcanzaría en el mes de mayo de 2010,[27][38]​ por lo que empezó a ejecutar una serie de medidas que buscaban reducir la demanda eléctrica y minimizar la dependencia venezolana de las centrales hidroeléctricas. Esta fecha fue postergado para junio de 2010.[38]

Varios voceros de Corpoelec y un informe advertían sobre el colapso del Guri. La posibilidad de que el embalse de Guri alcanzara el nivel crítico fue asomada por primera vez públicamente por el presidente Hugo Chávez el 31 de enero de 2010, al asegurar que si las empresas no disminuían su consumo de electricidad "el 70% del país quedaría sin servicio eléctrico".[39]​ El 9 de marzo, Chávez fue más enfático al respecto, al declarar:

Posteriormente, el 18 de marzo, el ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez Araque, anunció que no habrá un colapso eléctrico, y que pensaban operar la central hidroeléctrica Simón Bolívar por debajo de la cota de seguridad, aunque, admitió, con limitaciones en la generación de electricidad.[40]​ También acusó a la oposición venezolana de causar temor en la población al hablar de "colapso".[39]​ Operar debajo de esta cota es peligroso porque podría entrar vapor de agua a las turbinas, fenómeno conocido como cavitación, lo que puede generar daños mecánicos a las mismas.[41]

Para el 15 de abril de 2010, el embalse del Guri alcanzó los 8.79 metros encima del nivel de colapso; sin embargo, al día siguiente su nivel aumentó un centímetro, el primer incremento reportado en meses.[42]​ El 23 de abril, el Ministro del Ambiente, Alejandro Hitcher, aseguró que el Guri alcanzaría un ritmo de crecimiento normal dentro de quince o veinte días.[actualizar][43]​ Sin embargo, de acuerdo a Miguel Lara, exgerente general de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados, la crisis continuará por problemas en el parque de generación térmico y en las líneas de transmisión, aunque reconoce que es poco probable que el Guri colapse.[43][44]

La Corporación Eléctrica Nacional, organismo público que administra todas las empresas generadoras de electricidad, reconoció que para finales de 2008, el 79% de las centrales termoeléctricas tenían más de 20 años de antigüedad, y que el 30% registraban indisponibilidad por problemas técnicos.[45]​ Además, de las centrales que estaban funcionando, muchas no lo hacían a máxima capacidad: se generaban 3.800 MW, cuando la capacidad instalada era de 9.051 MW.[45]

Una de las principales centrales termoeléctricas del país, Planta Termoeléctrica Planta Centro ubicación en Punta Morón, Estado Carabobo, posee una capacidad instalada de 2 mil MW, repartida en cinco unidades de 400 MW cada una. En los últimos meses solamente dos unidades se encontraban operativas, generando unos 450 MW.[46]​ A pesar de que los fondos para reactivar una unidad adicional fueron entregados hace meses, para el inicio de la crisis la obra presentaba un atraso de 21 meses.[47]​ Posteriormente, el 27 de marzo, una unidad fue detenida por mantenimiento. Para inicios de abril de 2010, Planta Centro opera solamente con una unidad de 400 MW, que solamente está generando 250 MW.[48][49]​ Especialistas eléctricos creen poco probable que Planta Centro logre recuperarse a corto plazo, aduciendo falta de mantenimiento en los últimos años como la principal causa.[49]

Otras plantas presentan situaciones similares: la planta termoeléctrica Pedro Camejo está produciendo a 50% de su capacidad "por razones de combustible y trasmisión asociada";[49]​ y la planta Josefa Camejo opera a un 33% de su capacidad.[49]​ Adicionalmente, plantas operativas han reducido su generación desde el inicio de la crisis: Planta termoeléctrica Tacoa en Vargas tuvo que apagar una unidad de 377 MW en abril, y planta termoeléctrica Ramón Laguna detuvo dos máquinas que generaban 253 MW en el Zulia.[48]​ Se estima que la planta Termozulia opera a entre un 20% y un 30% de su capacidad total de 1.300 MW por falta de mantenimiento.[50]

Planta termoeléctrica Don Luis Zambrano en el Vigía, estado Mérida con una capacidad instalada de hasta 450 MW que dispone de tres turbinas, en marzo de 2018 estaban paralizada la turbina 1 y 3 por un incendio, la turbina 2 estaba en mantenimiento ya esta operativa.[51][52]​ Actualmente produce 200 MW. cuando inicio en 2015 comenzó incorporando 180 megavatios más al Sistema Eléctrico Nacional, SEN. la inversión en este complejo fue de 110 millones de dólares, que se ejecutaron a través de un contracto con la empresa China CAMC.[53]

El 11 de mayo de 2018 se inauguró la primera fase de la planta del convenio firmado entre Elecnor y Electricidad de Caracas para la construcción de la planta de Ciclo Combinado Planta Termoeléctrica Juan Manuel Valdez en Güiria, estado Sucre iniciado en el 2010.[54]​ El acuerdo para el proyecto de la planta Juan Manuel Valdez fue de 1.420 millones de euros y una capacidad para producir 350 megavatios.[55]

El Complejo Generador Termocentro ubicada en terrenos de La Raisa en los Valles de Tuy entre las poblaciones de Santa Teresa y Santa Lucía, estado Miranda. incluye dos bloques de generación de 540 MW, c/u, total 1.080 MW en El Sitio operando a gas en ciclo combinado, construido entre el 2007 y terminado el 2011 con un valor de su proyecto de US $2,187 millones de dólares. El Complejo Generador Termocentro incorporará al sistema eléctrico nacional 1.610 MW.[56]

Incluso antes de la sequía de 2009-2010, ya existía una disparidad entre el incremento de la oferta y la demanda de energía eléctrica en Venezuela;[27]​ esta última se había venido incrementando a un ritmo de 7% anual desde el 2005.[57]​ Este déficit ha sido criticado por la oposición, alegando que en los años anteriores el gobierno venezolano no realizó las inversiones necesarias para incrementar la capacidad de generación eléctrica al mismo ritmo que el incremento de la demanda.[37]​ Por otro lado, el gobierno ha acusado a sectores la población de "derrochar" electricidad, y ha resaltado el hecho de que Venezuela es el país con mayor consumo de electricidad per cápita de Latinoamérica.[15][57]

De acuerdo a cifras de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados, el gobierno de Chávez completó menos de la mitad de las inversiones en generación termoeléctrica planeadas en 2005[58]​ Alí Rodríguez ha negado que el gobierno no haya realizado las inversiones necesarias, aunque reconoció que existen retrasos en la ejecución de proyectos.[37]

El 21 de abril de 2010, se reportó un corte de energía desde el oriente al occidente del país, afectando a 15 de los 24 estados de Venezuela.[59]​ Debido a la distribución de la falla, Ciro Portillo, ex-vicepresidente de Enelven, ha asegurado que la misma se debe a sobrecarga en una de las tres líneas de transmisión que parte del Guri.[59]​ Antes de la crisis las líneas de transmisión estaban transmitiendo 1.000 MW encima de su capacidad durante las horas pico.[59]​ Las altas temperaturas que experimenta Venezuela entre abril y mayo influyen también en la saturación de dichas líneas.[60]​ La empresa Enelven, responsable de las zonas afectadas, no ha informado sobre las causas de este bajón de energía.[59]​ Por su parte, el Centro Nacional de Gestión ha informado que Cadafe-Occidente sobrecarga las líneas de transmisión a diario.[60]

Entre 2009 y 2015, durante la conocida como emergencia eléctrica, 26 empresas nacionales e internacionales incluyendo a las dos estatales, PDVSA y Corpoelec fueron adjudicatarias de contratos por parte del gobierno de Hugo Chavez. A pesar de que muchas obras fueron inconclusas se aumento en 16.000 megavatios la capacidad de generación mediante plantas térmicas, eólicas e hidráulicas. Pero a causa de problemas de mantenimiento, falta de combustible y planificación se ha perdido la mayor parte de capacidad de generación.[61]

La empresa brasileña Odebrecht obtuvo el proyecto de la Central Hidroeléctrica Tocoma en el 2007. Se encuentra en construcción (un 87.2%) y sin concluir, es el último proyecto de desarrollo hidroeléctrico en la cuenca del bajo Caroní, iba a generar 2.160 megavatios para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). La fecha de inicio de construcción del proyecto data de marzo de 2007, y debía ser culminado en 2012. El asesor externo de la brasileña Odebrecht y representante del Consorcio OIV, no pudo explicar satisfactoriamente a los diputados de la Asamblea Nacional, cómo es que el proyecto tiene cuatro años de retraso cuando se le interpeló en el 2016 por lo que fue declarada responsabilidad política a siete exministros de energía eléctrica: Rafael Ramírez Carreño; Alí Rodríguez Araque; Jesse Chacón; Argenis Chávez; Nervis Villalobos y Javier Alvarado.[62][63]​ En la actualidad las obras se encuentran paralizadas y la planta no genera energía.[64]

La empresa argentina Impsa participó junto con Odebrecht en las obras inconclusas por falta de pago de la Central Hidroeléctrica Tocoma. Adicionalmente fue adjudicataria del parque eólico La Guajira en Zulia, que en la actualidad solo produce la tercera parte de los 75 MW contratados.[65]

Completó las 11 plantas que le fueron adjudicadas entre el 2009 y el 2012, añadiendo 1.216 megavatios al sistema.[66]​ La Comisión Mixta de la Asamblea Nacional para el Estudio de la Crisis Eléctrica cuestionó a la empresa sobre supuestos sobrecostes. Derwick respondió que su precio medio por megavatio fue 1,17 millones de dólares, lo cual según la empresa, está dentro de los baremos internacionales. La capacidad actual de generación de dichas plantas se ha visto reducida significativamente. Se acusó a Derwick de que algunas de las turbinas instaladas eran usadas. La empresa respondió que únicamente el 20% de sus equipos eran usados y que todos estos habían sido puestos a 0 horas, achacó los fallos a la falta del mantenimiento requerido y declaró que a pesar de ofrecer dichos servicios, no le fueron contratados.[67][68]

A partir del 2006 se invirtió 500 millones de dólares en dos proyectos de energía eólica que como resultado a provisto al país de 45MW para un consumo nacional de 15,000MW,[69]​ algo insignificante si se compara con el proyecto de la Represa de Caruachi, valorada en 2.500 millones.


El presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y profesiones afines del Colegio de Ingenieros de Venezuela, Winston Cabas, citó la falta de mantenimiento como una de las causas de la crisis. Achaco el sobrecalentamiento de dos de las tres líneas de 765 kilovoltios a la falta de corte de la vegetación. Esto las dejó fuera de servicio y causó la sobrecarga de la tercera línea que también quedó fuera de servicio. Esto habría motivado que se activara el sistema de protección de la central de Guri, lo cual habría paralizado sus máquinas, que a su vez causaría la desincronización de la represa de Caruachi. Finalmente Cabas achaca también a la falta de mantenimiento que de los más de 16.000 MW instalados en centrales termoeléctricas que podrían haber evitado la crisis, tan solo 2.500 MW. estén operativos.[71]

A pesar de las numerosas centrales termoeléctricas construidas, otra de las razones por las que no pueden operar es la falta de suministro de combustibles. Cabas declaró que “Pdvsa dejó de producir el combustible que se necesitan y en su defecto debió recurrir a los gasoductos”, el problema es que Venezuela no dispone de las gandolas necesaria para transportar el gas y el estado de las carreteras también dificulta su traslado.[32]​ Según el economista Francisco Rodríguez, dos son los factores, uno la baja producción de gas y diésel por parte de Petróleos de Venezuela desde 2017, y dos las sanciones adoptadas desde enero del 2019 por Estados Unidos que no permite la importación de diésel, factores que han causado parte de la paralización de las termoeléctricas que no cuentan con el suficiente combustible para operar.[72]

Winston Cabas también citó limitaciones de personal como otra de las causas de la crisis. Declaró que 17.000 técnicos cualificados de Corpoelc han abandonado el país por la situación que vive Venezuela. Esto supone entre un 50% y un 60% de los profesionales del país.[71]​ Entre las razones de la pérdida de personal especializado se citan los bajos sueldos y el deterioro de las condiciones laborales.[73]​ La plantilla nacional de Corpoelec ha pasado de 48 mil a 22 mil empleados.[74]​ En agosto de 2021, trabajadores de Corpoelc denunciaron el cierre de su sede sindical. El presidente del Sindicato Eléctrico de Caracas y la Asociación de Jubilados de la Electricidad aseguró que el cierre atribuido al ministro Néstor Reverol, atenta contra la libertad sindical.[75]

El presidente Chávez tenía establecido como meta, instalar en el 2010 una capacidad de generación de 6.000 MW a través de plantas termoeléctricas.[27]​ Ese incremento objetivo en la oferta eléctrica era superior a lo que se había instalado hasta la fecha, en sus once años de gobierno,[27]​ por lo que la meta fijada era considerable. El costo estimado del plan fue superior a los 5.000 millones de dólares estadounidenses.[76]

El 24 de abril de 2010, Alí Rodríguez Araque anunció que en el primer trimestre se instalaron 600 MW, y planeaban instalar 1.100 MW adicionales en el segundo trimetre de ese año. Rebajó además la meta de incorporación de generación en el 2010, de 6.000 MW a 5.000 MW.[77]

El 22 de octubre de 2010, el ministro Alí Rodríguez rebajó aun más la meta anual de incorporación de generación de energía eléctrica, pasando de 5.000 MW a 1.450 MW, con planes de alcanzar los 2.000 MW "próximamente".[78]

Finalmente entre los años 2008 y 2015 26 empresas nacionales e internacionales incluyendo a Corpoelec y PDVSA instalaron un total de 16.000 MW de generación eléctrica lo cual supuso un gasto de unos 33 mil millones de dólares americanos. En la actualidad se ha perdido una gran parte de esa capacidad, los expertos lo achacan principalmente a una falta del mantenimiento requerido y a la imposibilidad de suministrar el combustible necesario a varias plantas.[79]

En enero de 2010 se implementó un plan de racionamiento eléctrico en Caracas, la capital venezolana,[80]​ pero fue suspendido días después en medio de protestas, que también motivaron la salida del entonces ministro de Energía Eléctrica Ángel Rodríguez, quien fue reemplazado por Alí Rodríguez Araque.[37]​ Luego se implementó un nuevo esquema de cobro del servicio eléctrico para los usuarios que consumen más de 500 kWh al mes, usuarios que han sido identificados como "altos consumidores" por el gobierno.[37]​ Además, se le ordenó a las industrias que redujesen en 20% su consumo eléctrico, con penalización de interrupción temporal del servicio en caso de que no alcanzasen la meta.[37][81]​ Según el director de la Cámara de Comercio de Caracas, esta última medida es un intento del gobierno de "culpar a las empresas" por la crisis".[81]

En el resto de Venezuela, se ha venido implementando un sistema de racionamiento eléctrico por zonas. Antes de Semana Santa de 2010, se cortaba el suministro eléctrico por unas 3 horas a una frecuencia de 3 o 4 días. En promedio, el venezolano fuera de Caracas experimentaba una interrupción del servicio eléctrico de entre 9 a 12 horas semanales.[82]

Sin embargo, los resultados han sido desalentadores; entre enero y febrero se experimentó una reducción en la demanda del 3%, mientras que la meta fijada por el presidente Chávez era del 20%.[82]​ Después de la Semana Santa se incrementarán la frecuencia y la duración de los cortes de suministro eléctrico en toda Venezuela menos en Caracas: ahora el venezolano del interior del país experimentará cortes diarios de cuatro horas de duración, es decir, más de 20 horas semanales.[82]

El gobierno venezolano ha descartado interrumpir el suministro eléctrico en Caracas, incluso en el caso de que el embalse del Guri alcance el nivel de emergencia.[83]​ En este caso se acentuaría el racionamiento en Guayana, el oriente de Venezuela, y la zona Centro-Falcón.[83]​ La oposición venezolana ha considerado que el hecho de que se aplique racionamiento al resto de Venezuela excepto la capital, es "discriminatorio".[84]

A finales de abril, Corporación Eléctrica Nacional ordenó aplicar mayores racionamientos, esta vez sin notificación previa y en horario nocturno. Apagones por esta causa se han reportado en los estados Aragua, Estado Anzoátegui, Mérida, Sucre, Táchira y Zulia.[48]

Las industrias básicas de Sidor, Alcasa, Venalum, BAUXILUM y otras ubicadas en Ciudad Guayana han sido golpeadas seriamente por la crisis, cuya producción ya había caído en 40% en diciembre de 2009, por mandato del presidente Hugo Chávez y luego de que el ministerio de energía eléctrica fijara un tope de consumo de 300 MW; antes de la crisis Sidor consumía 800 MW.[85]​ Para febrero de 2010, Sidor operaba a solo el 45% de su capacidad, y se procedió a importar 90.000 toneladas de palanquillas desde el Brasil para poder satisfacer la demanda nacional.[85]

Durante los apagones eléctricos de Venezuela de 2019 las empresas Alcasa y Venalum dejaron de producir[86]

El gobierno no descartó paralizar las actividades de estas industrias completamente, debido al alto consumo de energía que requieren los procesos.[25]​ Además, se han adquirido tres plantas eléctricas, provenientes de Houston, Texas, las cuales permitirán a Sidor generar su propia energía.[87]​ Se espera que a finales de mayo de 2010, la primera de estas plantas empiece a generar los primeros 175 MW de un total de 425 MW.[87]​ Sin embargo pasaron los años y estas minicentrales nunca funcionaron para la industria Sidor fueron desmanteladas tal como informaron en la Asamblea Nacional[88]

En 2011, debido a la crisis y déficit de energía eléctrica, se empieza a importar energía desde Colombia. La transferencia se realiza a través del circuito "Cuestecitas - Cuatricentenario", mediante el representante comercial exclusivo ISAGEN. Las exportaciones eléctricas hacia Venezuela se realizan también desde el Norte de Santander a través del circuito "San Mateo - Corozo", con el cual ISAGEN tiene un contrato de conexión por el que se han logrado exportar 27,52 GWh.[89][90]

Entre otras medidas que se han tomado para combatir la crisis destacan:

La mayor parte de la energía eléctrica de Venezuela proviene de una de las represas hidroeléctricas más grandes del mundo, la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar en el embalse de Guri del río Caroní en Estado Bolívar, Venezuela; al 2019, 70-80 % del poder de Venezuela proviene de Guri.[94][95]​ Venezuela tiene una historia de apagones eléctricos que se remontan al menos a 2009;[96]​ Juan Nagel escribió en Foreign Policy en 2016 que los problemas se debieron a la «corrupción masiva del… gobierno y las políticas energéticas desastrosas del país».[97]Univision también informó que los problemas en el sector energético se debieron a la corrupción y la «falta de mantenimiento e inversión».[96]​ Un informe de Transparencia Venezuela dijo que el mantenimiento se abandonó durante veinte años a partir de 1998.[96]​ La infraestructura obsoleta empeoró los problemas,[95]​ y las críticas fueron silenciadas; un líder sindical de los trabajadores de energía estatales fue arrestado en 2018 por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) por advertir que un apagón era probable.[98]

La empresa privada La Electricidad de Caracas era propiedad de la AES Corporation de los Estados Unidos hasta 2007; según The Wall Street Journal, «la red eléctrica de Venezuela fue una vez la envidia de América Latina».[94]​ El entonces presidente Hugo Chávez creó la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) mediante la nacionalización del sector eléctrico y la expulsión de la industria privada en 2007,[96]​ por lo tanto, el estado ha sido el único responsable del suministro de energía durante más de diez años.[97]​ Univision dice que Chávez «admitió fallas… como la disponibilidad «insuficiente» de la planta de generación termoeléctrica y las limitaciones de la red nacional de transmisión de energía eléctrica y los sistemas de distribución»;[96]​ firmó un decreto en 2010 que declaraba un «Estado de Emergencia del Servicio Nacional de Electricidad».[96]​ Chávez hizo que Corpoelec acelerara los proyectos y, al evitar el proceso de licitación pública para los proyectos, «autorizó la 'contratación por adjudicación directa'», lo que facilitó la corrupción.[96]

La administración de Chávez «distribuyó contratos de millones de dólares sin licitación que enriquecieron a los altos funcionarios de su gobierno y las obras nunca se construyeron», según Univision.[96]The Wall Street Journal declaró que el gobierno otorgó contratos eléctricos a empresas con poca experiencia en el sector energético.[94]​ Se adjudicaron miles de millones de dólares en contratos para proyectos que nunca se completaron, lo que llevó a investigaciones internacionales de «altos funcionarios del régimen de Chávez hoy perseguidos por saquear los cofres de la República Bolivariana».[96]​ Críticos dicen que a una empresa, Derwick Associates, se le dieron proyectos aunque no tenían experiencia previa; Derwick niega que hubiera sobornos involucrados.[94][96][99]​ De los 40 proyectos energéticos aprobados entre 2010 y 2014 analizados por Transparencia Venezuela, 17 no se terminaron en marzo de 2019, ninguno está funcionando a plena capacidad y se identificó un cobro excesivo por miles de millones de dólares.[96]

Complicando aun más los asuntos técnicos, la administración de Corpoelec fue entregada a un general de la Guardia Nacional de Venezuela, Luis Motta Domínguez, quien ha admitido la falta de experiencia en la industria de la energía.[96]​ El reinicio de una red eléctrica envejecida requiere especialistas y equipos que pueden no estar disponibles en Venezuela,[95]​ como resultado de una fuga de cerebros porque miles de trabajadores han abandonado el país.[100][101]

El 22 de mayo, el gobierno venezolano anunció la suspensión del racionamiento los fines de semana y los feriados, y fuera de horas pico en todo el país.[102][103][104]​ El racionamiento se mantendría entonces solo los días laborables durante las horas pico, por la recuperación parcial de los embalses gracias a la llegada de las lluvias y la inauguración de algunas obras eléctricas.[103][104]

El 10 de junio, el Presidente Chávez ordenó suspender el racionamiento, aunque reconoció que si en las horas pico se llegara a superar el límite de las líneas de transmisión, se podría aplicar racionamiento en ese período.[105]​ Además, el estado de emergencia eléctrica se mantendrá, al igual que el horario de racionamiento en las oficinas públicas, por lo menos hasta el 30 de julio de 2010. Chávez también reconoció que la producción de las empresas básicas de Guayana se "fue al suelo, pero ya pasó lo peor".[105]​ El 17 de junio, el ministro para la Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, declaró que la crisis eléctrica no ha terminado, pero que "lo peor ha pasado".[106]​ La suspensión del racionamiento se realizó debido a la recuperación de los embalses por las lluvias y para no interrumpir la transmisión del Copa Mundial de Fútbol de 2010.[4]

Sin embargo, a pesar de que el embalse de Guri alcanzó su cota máxima a finales de agosto de 2010, los cortes de electricidad han seguido sucediéndose.[11]​ De acuerdo al diario El Tiempo, Barcelona y Puerto La Cruz, dos ciudades del estado Anzoátegui, llegaron a estar casi 62 horas sin electricidad en un período de seis días, debido a fallas en circuitos y subestaciones.[12]​ En otras partes del país, los apagones estarían siendo impulsados por fallas en las líneas de transmisión, y porque varias unidades de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar están bajo mantenimiento.[10][11]​ Voceros del chavismo también han insinuado que existe "sabotaje", y que les parece muy sospechoso que los apagones se hayan intensificado cuando el embalse de Guri alcanzó su cota máxima, otros han llegado a acusar directamente a la oposición venezolana, y hasta a Estados Unidos de saboteo.[107][108][109]​ También ha habido reconocimiento de ineficiencia por parte del gobierno.

A partir del 7 de marzo del 2019, se registraron múltiples apagones en toda Venezuela.[110]​ durante los siguientes meses en varias ciudades del interior del país continuaron los apagones sin un programa por largas horas entre tres, cinco y ocho horas al día, ciudades como Maracaibo, Mérida, San Cristóbal[111]​.[112]​Lamentable que la censura periodística no permite que medios de comunicación reporten las estadísticas de la cantidad de horas diarias que viene ocurriendo los cortes de luz, a esta crisis de energía se suma la crisis de escasez de gas[113]​doméstico que profundiza el problema de las familias en las horas de hacer los almuerzos y las cenas.

El 3 de septiembre de 2013, un apagón dejó el 70 % del país sin electricidad por cerca de tres horas en mitad del día.[114][115][116]​ Otro apagón generalizado se produjo el 2 de diciembre de 2013, días antes de las elecciones municipales en todo el país, solo después de las 8:00 p. m., hora local; comenzó a volver la electricidad en un plazo de una hora o dos", sin embargo, en las zonas más remotas de la nación de 29 millones de personas estaban todavía en oscuridad hasta altas horas de la noche."[117]​ Críticos señalaron que la falta de mantenimiento había provocado el corte de luz, mientras que el presidente Maduro culpó a la oposición de sabotear la red nacional con el objetivo de desacreditarlo antes de las elecciones municipales en todo el país.[117][118]

A fin de año varios estados sufrieron apagones, el 14 de diciembre una explosión en la subestación La Horquetade, Aragua provocó un fuerte incendio en la líneas 765 kv. de la distribución en San Gerónimo/Arenosa, afectó a varios estados como Zulia Aragua Mérida y Táchira.[119]​ El 17 de diciembre el desprendimiento de un cable de alta tensión en la subestación Santa Teresa, ubicada en el sector de Los Valles del Tuy (Miranda) debido a una sobrecarga dejó un sector de Caracas sin luz por cinco horas, también afectó al sector de la telefonía celular e internet.[120][121]​ El 24 de diciembre Maracaibo sufrió un apagón. El ministro informó que hubo otra interrupción en el servicio “por un evento” ocurrido en la línea 2 de 400kv, en la subestación El Tablazo-Cuatricentenario.[122]

El 31 de julio de 2018 un apagón en Caracas deja sin transporte de metro por varias horas. La falla tuvo su origen en la subestación de Santa Teresa, en el estado Miranda (norte).[123]

Los apagones eléctricos de Venezuela de 2019 fueron una serie de cortes de suministro eléctrico a nivel nacional. El primero comenzó el jueves 7 de marzo de 2019 a las 16:50 hora local (GMT−4) fue un apagón general que afectó 23 estados del país y al Distrito Capital. La empresa consultora Ecoanalítica estimó que los apagones que se prolongaron hasta 15 de marzo causaron 1.098 millones de dólares en perdidas. La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional estimó ese importe durante los primeros cuatro días de apagones en unos 1.000 millones de dólares, a esta cifra no se añadieron las cuantiosas perdidas por los saqueos que se produjeron en el estado Zulia a más de 500 comercios e industrias. El apagón duro mínimo 59 horas seguidas y se fue reponiendo poco a poco, en algunos sectores duró hasta cinco días[124][125][126]​ El 25 de marzo ocurrió una segunda interrupción del suministro eléctrico a nivel nacional que afecto a 21 estados durante 24 horas. El gobierno suspendió por 24 horas las actividades laborales [127]

El 17 de julio explotó la planta eléctrica de Bajo Grande ubicada en el municipio San Francisco, Maracaibo y dejó sin luz varios sectores del Zulia y partes de Maracaibo.[128][129]

El 19 de julio reportan apagón al oeste de Caracas dejando nueve estaciones del transporte Metro de Caracas sin luz.[130][131]

El 22 de julio un cuarto apagón afectó a 23 estados del país a partir de las 4:45 p. m. hasta las 6:55 a. m. unas quince horas,[132]​ quedando suspendidas las clases escolares y las actividades laborales.[133]​ Durante 2019 se produjeron cerca de 23.860 fallas eléctricas en todo el país, inclusive en Caracas, y se han reportado 25.617 aparatos electrodomésticos dañados entre neveras, televisores, microondas.[134]

En julio de 2019, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) publicó en un estudio que muchas ciudades principales continúan con un fuerte racionamiento de la Energía eléctrica. Entre las más afectadas durante mayo y junio de 2019 estuvieron Barquisimeto San Cristóbal y Maracaido.[135]​ Según el observatorio venezolano de servicios públicos las ciudades menos afectadas son Ciudad Bolívar y Caracas.[136]

El 21 de agosto de 2019 se registró un nuevo apagón en once estados de Venezuela.[137]​ El 23 de agosto, el sistema del teleférico para el pico Bolívar, suspendió el servicio debido a fallas eléctricas ocasionando malestar entre los turistas que llegaban de diferentes estados.[138]​ El 25 de agosto la electricidad falló en diferentes estados principalmente en Aragua, Miranda, Zulia, Carabobo, Mérida, gente que se trasladaba en el metro quedó atrapada la noche del sábado en la línea 2, "estación Mamera", en Boconó, estado Trujillo se quejaron que no contaban con luz varias horas[139][140]

En septiembre de 2019, se registraron tres nuevos apagones de más de 12 horas en el Estado Zulia y la situación está afectando a la industria y el comercio[141]​ Corpoelec no ha podido recuperar la producción nacional de carga desde 2009 otro de los motivos es la pérdida de personal calificado en la empresa[142]​ a sabiendas de que el consumo nacional ha caído en un 50%

El 15 de octubre de 2019, se produjo la tercera explosión de la planta en Santa Bárbara de Zulia, en el municipio Colón. La falla dejó sin electricidad los municipios del Sur del Lago[143]​De las 46 unidades de generación térmicas que hay instaladas en Zulia, solo funciona una. La generación de las plantas termoeléctricas del estado es apenas de 1,4 por ciento de su capacidad instalada que alcanza los 3.020 megavatios[144]

El 22 de noviembre de 2019 se registró un corte en el Estado Nueva Esparta que afectó durante más de tres horas a los municipios de Maneiro, Mariño, Arismendi, Marcano, Antonio Díaz y Tubores.[145]​ A finales de mes la crisis volvió a recrudecer en el estado Zulia.

El lunes 2 de diciembre se reportaron apagones en varios municipios del estado Zulia.[146]​ El día 4 de diciembre se registró durante la madrugada un apagón que afecto a diez estados del país; más de tres horas cuyo origen fue la explosión de una subestación eléctrica[147][148]

Durante los primeros meses del año 2020 el gobierno ha tenido que recurrir a programas de corte debido a la inestabilidad del servicio eléctrico y los meses de marzo y abril los cortes en diferentes estados se han vuelto más continuos, en algunas ciudades se aplican recortes de seis horas dos veces al día, solo en los tres primeros meses de 2020 fueron reportadas 17.251 fallas eléctricas.[149][150][151]

El 6 de mayo se produjo un nuevo apagón masivo que afectó a varios estados de Venezuela. La estatal Corpoelec no explicó las causas del nuevo fallo. El gobierno por su parte, lo achacó a un acto de sabotaje.[152]

Según declaraciones en abril de 2020 por la diputada Nora Bracho, el 92 por ciento de los residentes en el estado Zulia continúan sufriendo cortes eléctricos con frecuencia. La duración media de los cortes es de entre seis y ocho horas y solo el 6 por ciento recibe agua.[153]​ En el estado Mérida y otras ciudades se raciona con interrupciones de servicio cada seis horas programadas.[154]

Los meses más críticos del año fueron agosto y septiembre, según el Comité de afectados (CAA) habiéndose incrementado en un 13% con respecto al mismo periodo en el año 2019.[155]

Los apagones han continuado en el 2021 en diferentes estados y zonas del país siendo los mas afectados la parte occidental como Mérida Táchira y el Zulia[156][157][158]

Un extenso apagón que afecto a 15 estados ocurrido el 13 de Junio en horas de la noche por una falla de la línea de trasmisión entre San Gerónimo y Santa Teresa del Tuy, alguno de los estados afectados fueron Caracas, Miranda, Carabobo, Vargas, Zulia, Táchira, Trujillo, Mérida, Anzoátegui, Guárico, Portuguesa[159]

Venezuela presentó una contracción del PIB de 3.3% en 2009, se temía que la crisis energética prolongase la recesión en el 2010.[160]​ Adicionalmente, la transferencia de generación de energía hidroeléctrica a termoeléctrica aumentaría el consumo interno de productos derivados del petróleo y del gas natural, provocando una caída de las exportaciones venezolanas,[161][162]​ que ya habían experimentado una caída de 17% en el 2009.[162]​ El Ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, ha calculado que Venezuela necesitará 100 000 barriles de diésel diarios para mantener las plantas termoeléctricas funcionando, una vez que todas estén operativas.[163]

Algunos expertos aseguraban que la crisis puede extenderse hasta el 2011, ya que no creían posible que la próxima temporada de lluvias, que debería iniciarse en mayo de 2010, incrementase el nivel del embalse de Guri lo suficiente para abandonar el nivel de alarma.[45]​ Estimaban que cuando dicha temporada terminase, el nivel se encontraría a 245 m/snm, en contraste con los 262 m/snm con los que terminó la temporada del 2009.[45]​ Este déficit solo podría ser aplacado con las plantas termoeléctricas que se instalaban en el 2010.[58]​Sin embargo los problemas continuaron, la compra e instalación de termoeléctricas solucionaron el problema los primeros dos años, en 2014 se iniciaron las demandas y se descubrió la gran corrupción, sobornos y lavado de capitales y la compra de las termoeléctricas usadas y con sobreprecio. (ver el caso de Los bolichicos) Para el 2018 de las casi 300 termoeléctricas instaladas operan a 30% de su capacidad.[164]

Aunque el gobierno ha culpado exclusivamente al fenómeno de El Niño por la crisis, diversas encuestas indican que la mayoría de los venezolanos responsabilizaban al gobierno de Hugo Chávez, acusándolo de no haber invertido lo suficiente para el mantenimiento sostenido de desgaste y contrarrestar la demanda.[163]​ Por su parte, Chávez ha acusado a la oposición de buscar obtener ganancias políticas de la crisis energética.[163]​ Para 2019 se producía la mitad de electricidad de lo que se consumía una década antes cuando se tenía una economía prospera[165]​."Esto representa menos de 8,000 megavatios de los 18,000 Mw que consumía cuando era una economía boyante".[166]

La crisis afectó a toda la Corporación Venezolana de Guayana en especial las empresas del aluminio y las de hierro y acero al verse obligadas a reducir el consumo de energía.[167]

Un año después del apagón general de marzo de 2019, el sistema eléctrico en el Zulia continuas con graves deficiencias sin resolver. Especialistas estiman que sería necesaria una inversión de 5.000 millones de dólares americanos y un plazo de dos años para restaurarlo.[168]



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