Cristina Calderón (n. Robalo,Isla Navarino, Chile, 24 de mayo de 1928) es la última hablante nativa del idioma yagán, representante de dicha etnia y la única integrante de dicha cultura que alcanzó a vivir de cerca sus costumbres, luego del fallecimiento de su hermana Úrsula en 2003, y de Emelinda Acuña el 12 de octubre de 2005 por un ataque al corazón.
Cristina Calderón ha sido oficialmente declarada Hija Ilustre de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. También ha sido reconocida por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes como «tesoro humano vivo» de su país, en el marco de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial, adoptada por UNESCO en 2003. Asimismo, ha sido nominada entre las 50 mujeres protagonistas del Bicentenario de la República de Chile.
Nacida en Róbalo el 24 de mayo de 1928, en una choza tradicional mientras acontecía un gran temporal de nieve con vientos del sur. El nombre de Cristina se lo asignó su abuela Gertie, quien además de ser la partera de "los antiguos" fue su madrina. Su padres fueron Juan Calderón y Carmen Harbán. El linaje Calderón es una familia distinguida en la región austral, por formar parte de los últimos clanes del pueblo yagán que practicó las ceremonias iniciáticas de esta cultura ancestral.
Cristina Calderón y su hermana mayor Úrsula quedaron huérfanas de muy niñas. Su padre Juan Calderón falleció en 1931. Y tres años más tarde (en 1934), también muere su madre cuando Cristina tan solo tenía cinco años.
Tras la orfandad, la educación de ambas niñas fue asumida por familiares de su clan: los abuelos maternos. Sin embargo, ese mismo año (1934), apenas pasados unos meses, muere el abuelo William Harbán. Tras la pérdida de su abuelo, Cristina se muda a vivir con su prima mayor Clara, donde fue feliz los siguientes años de la niñez. Durante esta etapa asimiló paulatinamente el idioma español, vocablos en inglés y el lenguaje yagán de su abuela Julia, con el que se comunicaba hasta los nueve años de edad.
A los quince años formó pareja con Felipe Garay con quien tuvo tres hijos: Miguel, Juan y Eugenio, a quien Garay no llegó a conocer pues falleció un mes antes de su nacimiento en 1948. Tras la muerte del padre de sus hijos, Cristina quedó en la ruina hasta que en 1949, decide forma nuevamente pareja con "Lucho", un hombre de ascendencia Selk´nam por parte de madre. Lucho la llevó a vivir en Ea. Harberton con sus tres primeros hijos y el recién llegado Mauricio, que nace en el mismo tiempo en que su padre muere de una enfermedad pulmonar en 1962. En 1964 Cristina decide formar pareja con Teodosio González hasta que falleció en el 2009. Con Teodosio tuvo en 1967 a su hija Lidia.
Actualmente Cristina, trabaja en cestería, con juncos que ella misma recolecta, . Llegó a Villa Ukika y fue la primera pobladora a dos kilómetros de Puerto Williams. Tuvo 9 hijos (7 de ellos vivos), 14 nietos, y numerosos bisnietos. Algunos pobladores locales la llaman «Abuela».
Cristina Calderón y su familia se han preocupado de la conservación de la cultura yagán, dedicándose principalmente a la difusión de la lengua, cuentos y leyendas ancestrales de este pueblo y relatos experienciales en sus vida y la de sus antepasados. Con su nieta Cristina Zárraga, han estado confeccionando un diccionario con terminología de la lengua yagán
. También, editaron una compilación de cuentos y leyendas yaganes, titulado Hai Kur Mamašu Shis (Quiero contarte un cuento). Además, en el 2016, Cristina Zárraga publicó en homenaje a su abuela, relatos en primera voz, denominada Cristina Calderón: Memorias de mi abuela yagán, una obra sencilla pero profunda e inigualable en la región.Su hija Lidia González trabaja como monitora en el Jardín Étnico de Villa Ukika enseñándoles a los niños a hablar en lengua yagán para que conserven sus tradiciones.
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