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Dialecto genovés



Indoeuropeo
 Itálico
  Romance
   Romance occidental
    Galo-Italiano
     Ligur

El genovés (autoglotónimo zeneize o zeneise) es un dialecto de la lengua ligur (como lo es el monegasco), pero con frecuencia se lo considera erróneamente una variante del italiano estándar. Es hablado en Génova (Zena), Italia, la principal ciudad de la Liguria, así como también en otros lugares del mundo donde hubo una importante inmigración genovesa, como Argentina, Uruguay, Australia y Brasil.

Junto con las lenguas de Lombardía, Piamonte, y Emilia-Romaña, es una derivación de las lenguas galo-itálicas romances.

En comparación con el italiano, el genovés muestra más similitudes con el occitano y el francés (etimologías, desinencias, vocales nasales y diptongos). Esta lengua está lejos de desaparecer: si bien la mayoría de los hablantes son ancianos, muchos jóvenes todavía hablan el idioma, y ​​hay varias asociaciones dedicadas a mantener vivo el idioma, como O Castello en Chiavari y A Compagna en Génova.

Existe producción literaria escrita en lengua genovesa desde el siglo XIII, la cual tuvo un apogeo especialmente en el siglo XIX; pero no fue suficiente para que se llegara a una normativización de la ortografía. Sin embargo, desde 2008 existe una grafía oficial regularizada por la Academia Ligùstica do Brenno, que intenta ordenar la escritura basándose en el habla ciudadana del área de Portoria. Sus reglas[1]​ son útiles para escribir en todas las variantes del idioma ligur.

Variantes en lo que respecta a la pronunciación incluyen el este de Génova (Nervi, Quinto, Quarto), el oeste (Voltri, Prà, Pegli, Sestri Ponente), y en el centro, el valle de Polcevera y Bisagno.


El genovés tiene 8 vocales, 20 consonantes y 3 semivocales.

Sus vocales (A, E, Æ, EU, I, Ò/Ö, O, U) son un aspecto de esta lengua que a menudo origina confusión o ambigüedades por su complejidad de uso.

Sobre vocales cortas

Sobre vocales largas

El genovés guarda una relación entre la duración de las vocales y su acentuación y la cantidad de consonantes que las siguen. Al hablar y, por lo tanto, al escribir, a una vocal larga sigue una consonante simple (por ejemplo: la î larga de fîto, ‘rápido’/‘pronto’) y a las vocales cortas acentuadas pueden seguirlas consonantes dobles, que se pronuncian con mayor intensidad (como en tròppo, ‘demasiado’). Esto último puede no ocurrir en palabras que terminan con /ŋ/, tales como s'asétan (‘se sientan’, del verbo ‘sentarse’).

Sin embargo, aun cuando pueden aparecer luego de consonantes cortas o largas, no se duplican nunca los dígrafos ⟨sc⟩ y ⟨gn⟩, y tampoco la ⟨n⟩, la ⟨r⟩ y la ⟨s⟩ seguidas por otra consonante.

Las consonantes dobles pueden convertirse en simples cuando las palabras sufren cambios; es el caso de palabras de la misma familia que no poseen el acento en el mismo lugar y por eso no mantienen la ortografía de su raíz, por ejemplo: la cualidad de bèllo (‘bello’, ‘lindo’) es beléssa (‘belleza’), con una sola ⟨l⟩, por haberse desplazado el acento a la sílaba siguiente y no conservarse la ⟨ll⟩ que seguía a la vocal tónica. Asimismo, el participio de abàtte (‘abatir’) será abatûo (‘abatido’), con sólo una ⟨t⟩; el diminutivo de gòtto (‘vaso’) es gotìn (‘vasito’), etc.

Esto representa una importante diferencia para quien conoce la ortografía italiana, pero no es más que el modo exacto de reflejar la manera en que quien habla genovés pronuncia naturalmente estas palabras.

Para resumir cuándo una consonante debe ser doble, hay una regla: Se duplican las consonantes luego de vocales breves acentuadas en palabras graves (llanas) que terminan en vocal simple. Ejemplo: mòddo (‘modo’), gàtto (‘gato’), botìggia (‘botella’) o fùmme (‘humo’), que son palabras graves y terminan con el sonido de una única vocal. Se consideran simples las vocales que van después de la ⟨i⟩ en ciertos grupos en los que las ⟨i⟩ no suenan, como ⟨gia⟩ y ⟨cia⟩.

A través de la grafía oficial que mantiene una correspondencia única entre sonidos y letras, se pueden pronunciar exactamente todas las palabras con el uso de todos los acentos. Pero, si bien acentuar cada palabra puede servir como guía didáctica para que lean correctamente aun los que no comprenden bien el genovés o su grafía, también es cierto que se sobrecarga el texto de signos que a veces aclaran lo que ya se conoce.

Por eso, la grafía simplificada es la que exige sólo los acentos indispensables, es decir, los de las palabras de más de una sílaba que terminen con vocal simple acentuada. Por ejemplo: se acentúan siempre mangiâ (comer), cafè (café), comö (la cómoda); pero no es indispensable acentuar zenéize (genovés), piaxéi (placer/gustar), trovòu (encontrado), çernûo (elegido), èrbo (árbol), pèrsego (durazno), asétite (siéntate).

Coinciden en género y número con el sustantivo al que preceden.

En singulares se usa l' (ele y apóstrofo) cuando la palabra siguiente comienza por vocal.

Cuando la palabra que sigue al artículo e (femenino plural) empieza con vocal, se suele pronunciar ese artículo como /i/, al juntarse con la vocal que viene luego. Por ejemplo: e êuve (los huevos) se dice rápido *i êuve; e amàndoe (las almendras), *i amàndoe.

Los artículos funcionan en genovés de un modo casi idéntico al español cuando preceden a sustantivos. Sin embargo, hay que recordar que suelen llevar artículos los años (o '45, o 2012...), los sustantivos acompañados por la preposición de cuando indica "un poco de..." o "algo de...", por ejemplo en do bitîro (un poco de manteca), de l'ægoa (un poco de agua), o frases hechas (locuciones verbales) como fâ di dinæ (hacer dinero), stâ a-a làrga (mantenerse lejos), etc.

Sí llevan artículo, por ejemplo, o sciô Pagàn (el señor Pagano), a sciâ Gioxepìnn-a (la señora/doña Josefina) e i scignôi profesoî (los señores profesores), pero no præ Génio (don Eugenio / el padre Eugenio) o præ Maxìn (don Tomás / el padre Tomás).

En genovés, llevan artículo también una enorme cantidad de nombres propios, al contrario que en español. Es costumbre que vayan precedidos de artículo masculino o femenino, según el caso, los de los siguientes tipos:

Sin embargo, no lo usan en general las provincias, ciudades, localidades, plazas y calles, salvo que tradicionalmente lleven un artículo, como A Spézza (La Spezia), O Çeiâ (Ceriale, en Savona), y O Pàize (como se le dice a Carloforte, enclave genovés en Cerdeña). De lo contrario, se las nombra como en español: Zêna (Génova), Sànn-a / Savónn-a (Savona), Parìggi (París), Barçelónn-a (Barcelona), Ciàssa do Rè (Plaza del Rey), etc., excepto cuando van acompañadas de algún atributo: a Zêna de 'na vòtta (la Génova del pasado), a Rómma crestiànn-a (la Roma cristiana).

Muchas veces se les antepone un artículo a adjetivos que tienen que ver con provincias o zonas, como o Savonéize, que aunque quiere decir literalmente 'el savonés', se refiere al territorio de la provincia de Savona.

La lengua ligur distingue entre géneros masculino y femenino, de un modo muy similar al español.

Ciertas terminaciones como -a o -çión, entre otras, son frecuentes como marca de género femenino, por ejemplo en a tæra (la tierra) o a divixón (la división). También es usual la terminación masculina de sustantivos y adjetivos en -o, como en crûo (crudo) o siâso (cedazo).

De la misma manera que en español se agrega -s al final de un nombre en singular, en general, se puede encontrar en genovés el plural de un sustantivo masculino terminado en -o al cambiar la última letra por -i. En los femeninos terminados en -a, se pasa en cambio a -e. Así câxo (caso) pasa a ser câxi (casos), y monæa (moneda) cambia a monæe (monedas).

Pero existen muchos plurales irregulares e incluso invariables.

Existe pero es muy raro el uso de noî, voî y para las tres personas del plural.

Cuando la desinencia verbal es suficiente para dar a entender el sujeto, al igual que en castellano, se utiliza en genovés el sujeto elíptico.

Los pronombres quedan sin variación luego de preposiciones, ya que no existen los complementos que se usan en castellano, por ejemplo:

Cuando expresan el objeto indirecto del verbo (caso dativo) o formas reflexivas, se modifican como en español, y no distinguen género.

Los demostrativos distinguen lo que está cerca o lejos del hablante o indican conceptos abstractos en el discurso. Se usan de la misma forma que en castellano, ya que pueden ser adjetivos delante de un sustantivo, o ser pronombres. En ambos casos pueden estar seguidos por adverbios de lugar: chi (aquí), li / la (allí/allá).

Cuando se usan como adjetivos en singular y anteceden a un sustantivo que comienza por vocal, se produce una elisión que se marca con apóstrofo (').

La 2ª y la 3ª conjugación difieren entre sí solamente por la desinencia del infinitivo pero comparten el paradigma de conjugación.

Además, hay dos verbos auxiliares en genovés: êse (ser) y avéi (haber).

La frase inicial está en genovés, inmediatamente traducida al castellano, y luego al italiano estándar.

La frase inicial está en genovés, inmediatamente traducida al castellano, y luego al italiano estándar.



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