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El Pireo



El Pireo (en griego antiguo: Πειραιεύς, Peiraiéus; en griego moderno Πειραιάς, Pireás) es una ciudad del sudoeste de Grecia situada en la periferia del Ática a orillas del golfo de Egina. Administrativamente, conforma la unidad periférica de El Pireo y es la capital de la Administración descentralizada del Egeo (Periferias de Egeo Meridional y Egeo Septentrional).[1]​ Era el puerto de la antigua ciudad de Atenas y fue elegida para funcionar como puerto moderno cuando esta ciudad fue refundada en 1834. Es uno de los más activos e importantes de Grecia, así como el puerto de referencia para la navegación por las islas del mar Egeo y también una importante escala para las principales compañías navieras del Oriente Próximo. Su población es de 175.607 habitantes (2001).

El Pireo es un promontorio rocoso, con tres puertos naturales, el más grande ubicado en el noroeste, que sirve como importante puerto comercial hacia el este del mar Mediterráneo, y los dos más pequeños son utilizados para propósitos navales. El puerto tiene servicios de transbordadores a casi todas las islas del este de Grecia y muchas del norte y este del mar Egeo. La parte oeste del puerto es usada para servicios de carga y cubre un gran área.

El Pireo se mantiene como el mayor centro industrial y portuario, y es la terminal para el servicio de trenes eléctricos. Cuenta con astilleros, fábricas productoras de maquinaria agrícola, vidrio, textil y productos químicos. Además exporta aceitunas, aceite de oliva y jabón. También tiene una escuela industrial fundada en 1938.

El Pireo era originariamente una isla, separada del continente por las marismas de Halipedon.
No fue el primer puerto de Atenas. Se prefirió durante mucho tiempo la ensenada de Falero, visible desde Atenas, al contrario que el Pireo.

El primero en interesarse en el Pireo fue Hipias, que fortificó Muniquia.

Temístocles fue el primero en impulsar a los atenienses para que aprovecharan estos puertos, en vez de usar la bahía arenosa de Falero. La fortificación del Pireo comenzó en el año 493 a. C. durante el arcontado (493-492 a. C.) de Temístocles, para ofrecer a la flota ateniense, compuesta por 200 trirremes, un lugar de fondeo más seguro que la ensenada de Falero. Empezó la construcción de los Muros Largos, que fueron acabados justo al principio de la Guerra del Peloponeso. Las fortificaciones fueron demolidas por el espartano Lisandro en 404 a. C., al final de la Guerra del Peloponeso, reemplazadas en 393 a. C. por el almirante ateniense Conón.

Es a Temístocles al que se debe la elección del sitio de Pireo para instalar el nuevo puerto de Atenas. A continuación del descubrimiento de los nuevos yacimientos en las minas de Laurión, Atenas tuvo los medios para proceder a los grandes trabajos de fortificaciones y de construcción marítima y Temístocles persuadió a la Asamblea aenienses de desbloquear estos fondos para hacer de Atenas una potencia marítima. Tras el primer arcontado de Temístocles comienzan los trabajos en el Pireo y lo dotan de talleres navales. Estos talleres permiten la construcción de una flota bastante importante como para batir a los persas en la batalla de Salamina en 480 a. C.

Esta victoria persuade a los atenienses de la utilidad de un poder marítimo, habiendo sido destruida Atenas por los persas, la reconstruyen fortificándola y hacen los mismo para el Pireo que ha sufrido algo la invasión persa.

La ciudad original de Pireo fue construida por el arquitecto Hipódamo de Mileto, probablemente en la época de Pericles. El promontorio en sí mismo consta de dos partes, el monte de Muniquia y la proyección de Acté.

Base de la flota de guerra ateniense, El Pireo fue durante cierto tiempo (siglos V-IV a. C.) el asentamiento comercial más grande de Grecia y, como tal, un lugar cosmopolita con una población extranjera residente estimada en unas 5.000-6000 personas en su apogeo.

Siendo con diferencia el mayor de demos de Atenas, tenía una población con reputación de ser más democrática que la de la propia Atenas.

A diferencia de Atenas, era una ciudad planificada. Se conservan pocas trazas de su plano original, aunque las excavaciones señalan una estructura en retícula de calles anchas (8 m) y estrechas (5 m).

El Pireo se constituyó como ciudad hacia el año 450 a. C., momento en que su puerto ya estaba al servicio de la ciudad de Atenas. Entre los años 461 y 457 a. C. se construyeron las murallas que unían a las dos ciudades, los Muros Largos.

Después de Alejandro Magno, fue ocupado de vez en cuando por una guarnición macedonia, perdiendo su importancia comercial en beneficio de Rodas y Alejandría.

En el año 86 a. C. la ciudad fue destruida por el general romano Sila. Durante el siglo II de nuestra era fue reconstruida por el emperador romano Adriano. Ganó de nuevo relevancia durante el siglo XIX tras la independencia de Grecia. En el año 1831 fue elegida de nuevo como el puerto de Atenas.

En el tomo V de The Cambridge Ancient History, se puede leer sobre Temístocles: «Él era el responsable de la nueva base naval del Pireo, sin la cual su hegemonía marítima no podría haber sido mantenida». A Temístocles se debe la elección del lugar del Pireo para instalar el nuevo puerto de Atenas, a continuación del descubrimiento de los nuevos yacimientos en las minas de Laurión, Atenas tiene los medios para proceder a grandes trabajos de fortificación y de construcción marítima y Temístocles persuadió a la Asamblea de desbloquear estos fondos para hacer de Atenas una potencia marítima. En el libro II de la Historia de la guerra del Peloponeso, Tucídides explica que «Temístocles (...) encontraba el emplazamiento, afortunadamente, constituido con sus tres puertos naturales y pensaba que acabarían siendo marinos, y estarían en disposición de adquirir poder». También en 493 a. C. durante el primero arcontado de Temístocles comenzaron los trabajos del Pireo que los dotó de talleres navales. Son estos talleres navales los que permitieron la construcción de una flota bastante importante para batir a los persas en la batalla de Salamina, en 480 a. C. Esta victoria persuadió a los atenienses de la utilidad de contar con un poder marítimo,. Habiendo sido destruida la ciudad de Atenas por los persas, se afanaron en reconstruirla y fortificarla, e hicieron los mismo con El Pireo, que había sufrido también la invasión persa.

Estas fortificaciones inquietaban a las ciudades aliadas de Atenas, a Esparta en primer lugar, que temía que fueran los inicios de un importante rival para su hegemonía. También Esparta intentó por todos los medios diplomáticos posibles impedir la fortificación del Pireo, argumentando que en caso de invasión de los persas, ello les procuraría un lugar inexpugnable en el Ática. Pero Temístocles fue a Esparta para tranquilizarles y decidió reconstruir las fortificaciones del Pireo destruidas por los persas siguiendo un modelo más amplio; los muros del Pireo tenían 60 estadios de circunferencia y Temístocles ordenó que se erigieran bastante altos y bastante anchos para que pudieran ser defendidos por los hombres más poco aptos (inválidos, viejos), mientras que el resto de los soldados embarcaría en los trirremes. Estos muros tenían (Tucídides, I, 93) un ancho tal que podían cruzarse dos carros de frente.

La fortificación de Pireo la hizo una plaza militar inexpugnable, y por consiguiente un puerto comercial seguro pues los vendedores no tenían miedo de almacenar sus productos. Por eso estas fortificaciones corren parejas con el desarrollo de este puerto. Falero fue abandonado en beneficio del Pireo, más grande, mejor fortificado y articulado al pie de las colinas que permitían una buena vigilancia. Temístocles fue pues el primero en haber comprendido la importancia del Pireo, en primer lugar para construirse una gran flota en caso de una nueva invasión persa, pero también para estimular el comercio y hacer de Atenas una potencia marítima bien protegida. Pero su proyecto más ambicioso, los Muros Largos que unían Atenas al Pireo, fue realizado tras su ostracismo en 471, habiendo sido acusado de medismo.

Los comienzos del periodo clásico constituyen la edad de oro del Pireo que adquiere una hegemonía sobre el comercio griego, y ello en detrimento de otros puertos como Calcis, Eretria, Egina o incluso Corinto que es sin embargo el único puerto en lograr mantenerse. A partir de 451 a. C., la ciudad de El Pireo es reconstruida totalmente sobre un vasto plano arquitectural por Hipódamo, los almacenes y arsenales son agrandados y la ciudad se dota de templos y de dársenas. El Pireo aparece entonces como una clave del auge ateniense pues le confiere seguridad, prosperidad económica y comercial, así como poder naval sin igual. Los ingresos de El Pireo unidos a los de las minas de Laurión constituyen entonces más del 65% del presupuesto del estado ateniense, el desarrollo de la navegación que compensa la pobreza de la tierra del Ática. El Pireo se acerca igualmente a Atenas en la medida en que sus habitantes toman cada vez más parte en la democracia ateniense, pues la tradición democrática está muy anclada en El Pireo. Finalmente, los Muros Largos, construidos entre 461 y 456 a. C. y que unieron El Pireo con Atenas mediante una doble muralla de unos 6 kilómetros acabaron de proteger la ciudad y le confirieron no solo virtudes defensivas sino también potencial agresivo. La importancia de estos Muros Largos muros se expresa bien en el libro I de la Historia de la Guerra del Peloponeso, pues Tucídides nos enseña que Temístocles pensaba que El Pireo tenía más utilidad que la ciudad alta y repetía a menudo a los atenienses, que si nunca dejaban a alcanzar el puerto un asaltante por tierra, con su flota podrían hacerle frente.

A pesar de este cuadro idílico, esta edad de oro tocó a su fin a mediados del siglo V a. C. Las fortificaciones del Pireo habían atraído la desconfianza de los lacedemonios y los otros puertos griegos (Megara y Corinto especialmente), habían sufrido mucho de la hegemonía del Pireo. Por eso las razones de la guerra del Peloponeso son esencialmente económicas, a Esparta no le cuesta ningún trabajo convencer a las ciudades que habían sufrido la expansión ateniense unirse a ella para hacer la guerra a Atenas. El esfuerzo de guerra provoca en el Pireo la ruina de varios comerciantes, siendo requisados locales y naves y el comercio que disminuyendo en provecho de los gastos militares. Las incursiones lacedemonias en el territorio ático conducen a Pericles a reunir la población en las murallas atenienses, que se extienden por una pequeña decena de kilómetros, siguiendo así el consejo de Temístocles. Sin embargo, las murallas del Pireo, lo mismo que la ciudad no han sido estudiadas para acoger tan gran número de personas, así la población se amontonó, y encontró refugio en los templos, bajo los pórticos. Esta situación fue propicia para la propagación de una enfermedad, la peste, que hizo estragos un año más tarde en la población, favorecida por la casi ausencia de alcantarillas en el Pireo, así como por la reducida aducción de agua y la ausencia de fuentes. Tucídides, en el Libro II, 48, explica que Atenas se vio golpeada bruscamente, y fue el Pireo el primer lugar donde la gente fue contagiada; y dijeron que los peloponesios habían envenenado los pozos (pues no había fuentes aún en este lugar). Luego alcanzó la ciudad alta y el número de muertes fue desde entonces mucho mayor. La peste, que pudo con Pericles y sus dos hijos, era un golpe fatal para el Pireo que atravesaba entonces una crisis económica y comercial sin precedentes. El desastre de Sicilia de 415 a. C. remató esta crisis privando a los atenienses de muchas naves.

El Pireo tenía una tradición democrática muy enraizada. Así cuando el régimen de los Cuatrocientos, en el año 411 a. C., fueron los soldados del puerto quienes se unieron y se adueñaron del Pireo siguiente una guerra civil declarada en las calles. Pero eso no impidió a los lacedemonios propinar un golpe fatal al Pireo, cuando después del asedio victorioso de Atenas, exigieron que los Muros Largos y las fortificaciones de Atenas y del Pireo fueran demolidos. El golpe fue más fuerte para los habitantes de Pireo, cuyos comercios fueron destruidos por Lisandro, que ordenó que la destrucción se hiciera al son de las flautas, como en una fiesta. Atenas, fue de nuevo víctima de una revolución oligárquica y de la instauración del régimen de los Treinta Tiranos, que se ensañó particularmente con el Pireo, foco de la revolución contra el régimen de los Cuatrocientos. Este encarnizamiento contribuyó a una nueva rebelión democrática en el invierno del 404 a. C., que partió del Pireo y dirigida por Trasíbulo, logró tomarlo y resistir los asaltos de los soldados de los Treinta Tiranos. Aunque los hoplitas espartanos consiguieron vencerles a continuación en una auténtica demostración militar, la democracia fue restablecida un año más tarde, en 403 a. C.

El Pireo constaba de 3 puertos, Zea y Muniquia al este, ambos utilizados para los barcos de guerra, y el gran puerto de Cántaros al oeste. Este último se convirtió en un mercado floreciente. La población de la ciudad estaba sobre todo constituida por metecos, que hicieron del puerto una ciudad comercial y cosmopolita, donde los dioses extranjeros estaban junto a los dioses griegos.
Estos tres puertos fueron limitados por los muelles y fortificados. Podían ser cerrados mediante cadenas tendidas en las entradas.
Una nueva ciudad se organizó progresivamente alrededor del Pireo con un plano en damero concebido por el arquitecto Hipódamo de Mileto, a mitad del siglo V a. C.

Fue en El Pireo, donde Trasíbulo restableció la democracia atenienses, al expulsar al gobierno de los Treinta Tiranos, acuartelados en la fortaleza de Muniquia.

Esta fortaleza fue ocupada por una guarnición macedonia y después por una romana.

El general romano Sila asedió El Pireo y destruyó luego la ciudad en el 87 - 86 a. C. Estrabón dice de en su época la ciudad era una miserable aldea. Parece que volvió a ser un centro comercial floreciente en la época imperial.
Constantino I utilizó aún el puerto para su flota de guerra.

La incursión de Alarico I en 396, dio el golpe de gracia a la ciudad.

En 1040, el Varego Harald Hardraada fue a reprimir una insurrección ateniense. Desembarcó en El Pireo, llamado entonces Porto Leone o Porto Draco. Este nombre él había sido dado a causa de la estatua del león (o leona), quizás originaria de Delos que se hallaba en la extremidad del promontorio de Alkimos. Una reproducción es aún visible actualmente. En dicha estatua Harald Hardraada grabó unas runas.

La estatua fue llevada por Francesco Morosini en 1687 a Venecia, donde se conserva en la entrada del Arsenal.

El Pireo se llamaba Aslan-Liman durante la dominación otomana.

Muniquia reencontró su importancia como fortaleza durante la Guerra de independencia de Grecia.De allí partió, en 1827, la columna de refuerzo a los griegos sitiados en la Acrópolis de Atenas. Esta expedición, dirigida por Sir Richard Church fracasó en su tentativa y el capitán general Georgios Karaiskakis perdió la vida. El general Gordon logró luego apoderarse de Muniquia desde febrero a mayo de 1827.

El Pireo fue elegido en 1834 para albergar el emplazamiento del nuevo puerto de Atenas.
La ciudad contaba con 900 habitantes en 1836. Chauteaubriand no había visto más que una casita de aduanero. El Pireo fue repoblado en aquel entonces por los habitantes de las islas que llegaron en busca de un empleo.

En 1850, el Reino Unido de Palmerston procedió al bloqueo del puerto a causa del incidente Don Pacífico. El Reino Unido, esta vez acompañado por la flota francesa, procedió a un nuevo bloqueo entre 1854 y 1857, a causa de la política exterior y de las deudas de Grecia, así como por la Guerra de Crimea.

El Pireo tenía 11 000 habitantes en 1869 y 50.000 en 1895. La ciudad estalló con la "Gran Catástrofe": el cambio de población con Turquía tras el Tratado de Lausana de 1923. El número de habitantes del Pireo se triplicó.

El 6 de abril de 1941, día del ataque alemán sobre Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, la aviación alemana bombardeó el puerto y hundió 11 buques de guerra, sobre todo el Clan Fraser que transportaba 200 toneladas de TNT, que estalló con dos transportes vecinos de municiones, causando inmensos estragos.

El regidor de la ciudad es actualmente (2007) Vicky Leandros y el alcalde es Panayótis Fasoúlas. fue creado en el año 450 a.C

Fue una de las construcciones más admiradas del Pireo hasta su destrucción por Sila.

Su arquitecto fue Filón, que llegó a escribir un libro sobre la obra.

En 347-346 a. C., se ordenó la construcción de un arsenal naval (skeuoteca) para guardar el aparejo, velas, cabos y todo lo necesario para los trirremes que invernaban en las cercanas dársenas cubiertas de Zea.
Su fama deriva en parte de su tamaño, con una longitud de 400 pies áticos (unos 118-123 m), como queda constancia por la inscripción de 97 líneas que especificaba las cláusulas de los contratistas. La sección que se puede ver, descubierta en 1988, conserva los arreglos para las puertas dobles de la entrada norte del edificio.

El edificio, de más de 100 m de longitud se concibió como galería monumental que unía el puerto militar al Ágora. El espacio central era de tránsito público abierto a los ciudadanos, que, de una a otra parte, entre los pilares que lo limitaban, podían contemplar los aparejos de la flota confiada a la responsabilidad de los magistrados. Una viguería de líneas sencillas pero sólidas, contribuía a acrecentar el aspecto monumental de ese edificio, un poco severo en sus líneas exteriores, a pesar del friso dórico que coronaba sus muros desnudos.

La población del municipio de El Pireo es de 175.697 habitantes (2001). Si se incluye el área circundante a la ciudad y algunas de las islas del Golfo Sarónico, tiene una población de 541.504 habitantes (2001).

La ciudad de El Pireo tiene un convenio de hermandad con la ciudad argentina de Rosario.

El Pireo es sede del club polideportivo Olympiacos CFP, uno de los clubes deportivos más importantes del país y del Mundo, que se destaca en sus secciones de fútbol y baloncesto.[2]​ En fútbol destaca al ser el club más popular y más laureado del fútbol griego al ser el máximo campeón de la Superliga de Grecia, la Copa de Grecia y la Supercopa de Grecia, por ser el primer club griego en ganar un título internacional oficial de fútbol al conquistar la Copa de los Balcanes de Clubes, y si bien no ha logrado un título oficial a nivel europeo, también cabe mencionar que se encuentra 30º en la Clasificación histórica de la Liga de Campeones.[3]

En baloncesto, es el segundo club más importante del baloncesto griego, siendo el segundo club más laureado de la Liga de baloncesto de Grecia y de la Copa de baloncesto de Grecia, siendo superado en ambas en palmarés por el Panathinaikos BC, y a nivel internacional el club ha logrado tres títulos de Euroliga y una Copa Intercontinental FIBA.[4]



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