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Espermiograma



Se denomina seminograma o espermiograma al análisis del eyaculado o semen. A este estudio se le denomina también como espermatograma.[1]​ Se trata de una prueba sencilla que no va a ser muy útil para diagnóstico clínico, ya que su especificidad y sensibilidad es baja. Únicamente en el hipogonadismo se puede valorar la respuesta al tratamiento con testosterona a través de la normalización de los componentes producidos en las vesículas seminales y en la próstata. Por el contrario, sí que será de gran ayuda para los tratamientos de reproducción asistida a la hora de decidir cuál de éstos deberá de llevarse a cabo. Teniendo en cuenta las circunstancias reproductivas de la mujer, y en función del resultado del seminograma, puede orientarse a la pareja hacia un tratamiento de fertilidad u otro, de forma que un semen moderado o altamente patológico tendrá indicación de fecundación in vitro o ICSI, mientras que alteraciones leves, o resultados normales serán indicativos de técnicas menos complejas, como coitos programados o inseminación artificial. De este modo, se ahorrarán gastos en reproducción asistida optimizando el proceso.

El semen es una mezcla de espermatozoides suspendidos en una secreción del testículo y epidídimo, que en el momento de la eyaculación se combina con secreciones de la próstata, vesícula seminal y glándulas bulbo uretrales. Es una prueba utilizada en los estudios de fertilidad masculina, es decir, precisada cuando las parejas tienen problemas de esterilidad. A este estudio se le denomina también como seminograma.

Este análisis del semen va a realizarse siguiendo las técnicas y criterios estandarizados descritos por la OMS (2010) o la ESHRE (2002). El objetivo de dicha estandarización es la mejora de la calidad en los laboratorios de andrología. De esta forma, un seminograma va a constar de diversas pruebas. Entre éstas, se encuentran estudios macroscópicos (de viscosidad, capacidad de licuefacción, color y olor), químicos (valoración del pH, análisis de Zn, alfa-glucosidasa, fructosa) y análisis microscópico, que consiste en el estudio de la concentración de los espermatozoides así como la movilidad, vitalidad y morfología de estos.[2]​ De todas estas pruebas, las más importantes e informativas son las medidas de concentración y movilidad.

Los parámetros que se suelen estudiar son los siguientes:


Con los datos obtenidos, se puede determinar el índice de teratozoospermia (alteraciones) dividiendo el número total de alteraciones observadas entre el número total de espermatozoides. Se obtendrán valores entre 0 y 3: 0 cuando no se observan alteraciones y 3 cuando se observan 3 alteraciones por espermatozoide (no se podría efectuar inseminación artificial).

Aquellos varones que precisen realizarse un seminograma, necesitan conocer una serie de instrucciones a la hora de recoger su muestra seminal. En primer lugar, lo idóneo es que la muestra seminal sea obtenida en la clínica en la que se vaya a realizar el estudio de la misma. Los profesionales de la salud son conscientes de la incomodez que puede suponer para el paciente o la preferencia para hacerlo en un ámbito más cómodo como puede ser el hogar. Sin embargo, es importante ser consciente de algunos aspectos por las que se recomienda que se realice en la clínica: - El transporte de la muestra desde nuestro hogar puede provocar su alteración, por ejemplo, debido a cambios en la temperatura, lo que supone que nuestra muestra no sea fiable. - Estos centros cuentan con salas totalmente adecuadas y preparadas para que al paciente no le resulte una situación embarazosa y se sienta con ningún tipo de presión. Además, es muy importante considerar de que en caso de cualquier duda sobre las indicaciones para hacerlo correctamente, al estar en la clínica siempre vamos a poder recurrir a cualquier profesional que nos va a facilitar todo el proceso, a diferencia de si lo hacemos en casa.

Por ello, para realizarse un seminograma, usted debe:

1.Concertar una cita con el laboratorio de Andrología y preguntar todas las indicaciones que nos sean útiles; así como avisar en caso de cualquier problema personal o caso especial sin ningún compromiso. Un aspecto muy importante es que se recoja toda la muestra y no haya pérdidas de esta, así como informar en este caso.

2.Se recomienda guardar de 1-3 días de abstinencia sexual previamente a la obtención de la muestra. El mínimo es 1 día y el máximo 7.

3. Las muestras se recogerán en un recipiente estéril rotulado con los datos del paciente, el número de historial, la fecha y hora de la recogida de la muestra y los días de abstinencia sexual.

Con respecto al procedimiento para obtener la muestra seminal: 1. Se recomienda la higiene de los genitales. 2. En la mayoría de los casos se obtiene mediante masturbación excepto en casos excepcionales. En caso de recoger la muestra fuera de la clínica, deben hacerlo en un recipiente de la propia clínica previamente recogido y aproximadamente una media hora antes de entregarlo, tratando de no alterarla como comentábamos anteriormente. 3. En casos especiales se podrán utilizar otros métodos:


Tras un periodo de abstinencia previo a recoger la muestra de unos 1 a 3 días, el método de elección para recoger es la masturbación, porque de esta manera permite que la muestra sea completa y sin contaminación. El análisis debe ser realizado en un lapso de 2 h después de eyacular.[3]

Tras la recogida de la muestra, en primer lugar se lleva a cabo un análisis macroscópico, que incluye la evaluación del volumen de semen, el aspecto, color, la viscosidad y el pH. El volumen normal es de 1,5-6 ml para una abstinencia sexual de 1-7 días (WHO 2010). La disminución del volumen de semen por debajo de los límites normales se denomina hipospermia. Posteriormente se realiza un análisis microscópico, el cual está enfocado en analizar las características de los espermatozoides. Se estudia la concentración, la movilidad (tipo de movimiento), vitalidad (índice de vitalidad o test de Willans Pollck) y la morfología de los mismos. Se considera normal a partir de 15 millones de espermatozoides por mililitro (WHO 2010), de los cuales deben ser móviles progresivos al menos el 32 %. La disminución en el número de espermatozoides se denomina oligozoospermia, y la reducción en la movilidad se denomina astenozoospermia. También se analiza la densidad y el número de leucocitos presentes en la muestra de semen. El Examen bioquímico que se le realiza al semen, es para dosificar los compuestos segregados por las vesículas seminales, la próstata y los epidídimo. En determinados casos clínicos, es necesario realizar un test para detectar anticuerpos (MAR test).

Las condiciones en las que se recoge el semen son fundamentales para conseguir una buena muestra y para obtener los resultados más válidos posibles.

Para ello, el paciente debe seguir las siguientes recomendaciones previas:

Por otra parte es importante que el laboratorio conozca cualquier incidencia en la recogida, para hacerlo constar en el análisis (pérdida de muestra, dificultad en la recogida, etc.). También es importante conocer si ha habido cambios clínicos significativos en el paciente (fiebre, toma de drogas, etc.) en los días o semanas previos ya que como la espermiogénesis dura 74 días el espermiograma que se lleva a cabo un día está reflejando lo que pasó algunas semanas antes. Por ello, jamás se considerará patológico una sola muestra de semen. Hay que tomar mínimo dos muestras con un intervalo de dos meses entre ambas.

En cuanto a las recomendaciones posteriores tras la realización de la prueba, no son necesarios cuidados especiales, ni otras instrucciones.

En casos de individuos que presenten distintos tipos de disfuncionalidades (bien fisiológicas o psicológicas) que impidan la recogida normal de la muestra de semen, existen diversos tipos de recogidas especiales:

En estos casos, puede haber cierta contaminación bacteriana de la muestra, pero que suele solucionarse en los laboratorios.

No existen contraindicaciones ni complicaciones secundarias a la realización de esta prueba, dado que es un método inocuo y no invasivo.

Como las muestras de semen pueden estar contaminadas con algunas enfermedades como hepatitis o VIH, se tienen que manipular cuidadosamente y siempre actuando como si estuvieran contaminadas (aunque no lo estén). Para conocer alguna patología, tenemos que hacer una serología previa obligatoria, buscando posibles virus. El personal de laboratorio o todas las personas que vayan a manipular la muestra tienen que tener cuidado con:

Se puede distinguir entre distintos tipos de semen sobre la base de la concentración de espermatozoides:

La azoospermia es sinónimo de esterilidad en un hombre, ya que consiste en la ausencia de espermatozoides en el semen, y conlleva importantes repercusiones en una pareja que desee tener hijos. Por tanto, antes de declarar que un individuo es azoospérmico, deben analizarse al menos seis gotas de eyaculado, ya que en cada análisis o conteo que se realiza solo se estudia una porción de la muestra de semen. Puede que sea difícil encontrar espermatozoides debido a la baja concentración de los mismos, pero si se consigue encontrar un número bajo ya se contaría con material suficiente como para trabajar en reproducción asistida y llevar a cabo técnicas de fecundación in vitro o ICSI.

Para el conteo se utilizan las cámaras de Neubauer y de Makler (también el programa informático CASA). La cámara de Neubauer tiene mayor profundidad de campo y se encuentra dividida en cuadrículas. La concentración, medida en espermatozoides/microlitro, se obtiene dividiendo el número de espermatozoides contados entre la superficie analizada (mm²), la profundidad de la cámara (mm) y la dilución realizada. Es más útil que la Makler, ya que la probabilidad de encontrar espermatozoides en muestras de muy baja concentración, es mucho mayor en Neubauer. Por el contrario, la cámara Makler presenta una mejor profundidad de campo de forma que el cubre, al pesar más, expande mejor la muestra. Presenta una cuadrícula 10x10, de forma que proporciona la concentración de espermatozoides de la muestra sin tener que aplicar ningún cálculo.

Si en una muestra hay espermatozoides inmóviles no significa que no estén vivos, pues puede darse el caso de que no tengan movilidad propia, como en el caso de la síndrome de Kartagener. Entonces el test de vitalidad se hace mediante un test hipo-osmótico de manera que, exponiendo las células a una solución hipotónica, aquellas que estén muertas tendrán la membrana permeable y se hincharán (cabezas y/o colas). Otro test más preciso de este es el realizado mediante tinción con eosina, basado en el mismo principio. Se expone un volumen de espermatozoides al compuesto y aquellos que aparecen teñidos en rojo son los espermatozoides muertos. Por supuesto, si hace falta utilizar la muestra para un ciclo de fecundación asistida, no se pueden utilizar los colorantes para distinguir los espermatozoides muertos de los vivos, en cuyo caso se prefiere realizar un test hipo-osmótico. Con la tinción vital fluorescente, la técnica más fiable, se detecta la desnaturalización del ADN nuclear mediante el empleo de naranja de acridina más bromuro de etidio: observando al microscopio de fluorescencia, los espermatozoides muertos aparecen de color naranja brillante y los vivos en verde. En cuanto a la movilidad, los laboratorios de análisis clínico distinguen 4 tipos de espermatozoides con base en su capacidad de movimiento:

Un espermatozoide no móvil no tiene por qué estar muerto necesariamente. Dentro de la movilidad podemos distinguir:

Para considerar que un semen es normozoospérmico en movilidad debe presentar más de un 32% de espermatozoides tipo A/B o más de un 25% de espermatozoides de tipo A. En el resto de los casos se declara astenozoospermia, que puede ser leve (20-31% de tipo A y B), moderada (10- 20% tipo A y B) o grave (<10% de tipo A y B).

La aglutinación espermática se evalúa también mediante el seminograma. Se estima la cantidad de espermatozoides móviles adheridos entre sí. Un valor superior al 30% puede indicar un problema de esterilidad inmunitaria, aunque no es un valor determinante a la hora de predecir si existe un problema de tipo inmunitario.

La esterilidad inmunológica es debida a la presencia de anticuerpos anti-espermatozoides, reconociendo a los espermatozoides como células extrañas. Esto puede deberse a que la mujer fabrica estos anticuerpos en su moco cervical; o a que el hombre fabrica los anticuerpos contra sus propios espermatozoides debido a una rotura de la barrera hematotesticular.

Los valores de referencia que se utilizan para determinar el estado de la muestra en un seminograma corresponden a los de la población que se considera fértil, constituida por hombres que han sido capaces de fecundar a una mujer en los últimos 12 meses. Sin embargo, es necesario recordar que, aunque se definan como normozoospermia, estos valores de referencia no son valores de normalidad, ni indican esterilidad o fertilidad garantizada, pues varones con valores por debajo de los de referencia pueden llegar a fecundar y conseguir gestaciones.

En 2010, la OMS estableció unos nuevos valores de referencia enfocados a considerar la muestra de semen en su totalidad, resultando así unos parámetros menos estrictos que los de 1999. Estos nuevos parámetros establecen los límites seminales inferiores de referencia, como son principalmente:

Un pH superior a 7,2 indica alteración de glándulas secretoras.

Los parámetros más importantes de normalidad a tener en cuenta son:

Hay que destacar que el seminograma consiste en la valoración de una muestra de semen. Es por ello que, no se pueden extrapolar los resultados para llevar a cabo un diagnóstico del paciente. Para poder diagnosticar al paciente van a necesitarse al menos dos seminogramas con un periodo de varias semanas entre ambos. Además, la productividad de espermatozoides puede experimentar grandes alteraciones a lo largo del tiempo, incluso puede verse afectada por factores como el estrés. También hay que considerar, que los espermatozoides de la muestra en estudio, se formaron dos meses antes, que es el periodo que tarda aproximadamente la espermatogénesis, con lo cual, llevando a cabo el estudio de un varón a lo largo del tiempo, se observará que la calidad del esperma varía constantemente.

En este sentido, cabe mencionar que el poder predictivo del seminograma es dependiente de la calidad del mismo: un seminograma deficiente sí denota un mal pronóstico reproductivo, sin embargo, un seminograma óptimo no tiene por qué implicar que el pronóstico reproductivo es bueno.



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