Las lenguas minoritarias de Brasil se hablan en todo el país. Ciento ochenta lenguas indígenas son habladas en áreas remotas y otras lenguas son habladas por inmigrantes y sus descendientes. Hay comunidades significativas de hablantes de alemán (en la mayor parte del Hunsrückisch, un dialecto alto alemán) e italiano (principalmente el talian, de origen véneto) en el sur de país, los cuales fueron influidos por el portugués, así como un proceso reciente cooficialización de estas lenguas, como ya ocurrió en Pomerode y en Santa Maria de Jetibá.
El Brasil precolonial era un área lingüísticamente muy diversa, donde se hablaban varios centenares de lenguas indígenas americanas. La población debía rondar los seis millones de personas y las estimaciones comparando la diversidad con otros países de América sugieren que el número de lenguas podía estar cerca del millar. Los portugueses poblaron inicialmente la costa, donde predominaban principalmente los tupíes que hablaban lenguas y dialectos de la familia tupí. Algunos tupíes denominaban a otras personas de otros grupos tapuias. Los portugueses adoptaron ese nombre a pesar de que los grupos «tapuias» eran extremadamente diversos y hablaban lenguas no relacionadas.
Durante los dos primeros siglos de la colonización la lengua dominante fue la língua geral paulista una lengua criollizada basada principalmente en el ñe'engatú hablado por la mayor parte de los tupíes. Esta lengua era usada tanto por los colonizadores portugueses como por descendientes mestizos y algunos indígenas que convivían con ellos. Esta lengua se hablaba ampliamente desde el estado de São Paulo a Maranhão, como lengua vehicular o coloquial, mientras que el portugués se usaba principalmente para asuntos administrativos y formales. Esta língua gêral fue usada por los misioneros jesuitas y bandeirantes en otras regiones de Brasil donde no se hablaban lenguas tupíes. Por esa razón, hasta 1940 muchas esta lengua se siguió usando ampliamente en regiones de la Amazonia septentrional, aun cuando en ellas no existía población tupí original.
Sin embargo, en 1775, el Marquês de Pombal prohibió el uso de la língua gêral y otras lenguas diferentes del portugués en un intento de instaurar la hegemonía del portugués. Tras la prohibición de las lenguas indígenas, el portugués acabó siendo la lengua dominante de Brasil y muchas de las otras lenguas indígenas fueron progresivamente abandonadas o sus hablantes aniquilados, muchos de los indígenas sobrevivientes adoptaron el portugués como lengua vehicular. También fueron definitivamente abandonadas algunas lenguas africanas usadas por descendientes de esclavos traídos de África, aunque en muchas comunidades aisladas establecidas por esclavos huidos, llamadas quilombos, el portugués hablado por sus habitante muestra una influencia importante de léxico procedente de lenguas africanas, estos préstamos léxicos no son de uso general y no son entendidos por otros hablantes de portugués brasileño Actualmente el portugués de Brasil muestra importantes influencias léxicas procedentes de lenguas indígenas americanas y lenguas africanas, además ha llegado a mostrar notables diferencias con el portugués de Portugal.
A partir del siglo XX, Brasil recibió importantes contingentes de inmigrantes de lengua no portuguesa, de Europa y Asia. Los principales contingentes fueron italianos y españoles, que adoptaron el portugués después de unas pocas generaciones. Otros inmigrantes, como los alemanes y los japoneses conservaron sus lenguas y su uso fue más general durante más generaciones. Los inmigrantes de habla alemanaalemanes del Volga). Durante los siguientes 100 años de emigración continua se estimaron que llegaron unos 300 mil inmigrantes germanoparlantes a Brasil. La inmigración italiana empezó en 1875 y llevó a cerca de 1,5 millones de personas a Brasil hasta la Segunda Guerra Mundial. Estos inmigrantes hablaban diversas variantes de lenguas italorromances y galoitalianas. Otros contingentes de inmigrantes incluían españoles, polacos, ucranianos, japoneses, sirios, libaneses y palestinos. Son la notable excepción de los germanoparlantes, que preservaron su lengua durante muchas generaciones y, en menor medida los italianos, los polacos, los ucranianos y los japoneses, la mayor parte de inmigrantes adoptaron el portugués como lengua principal tras unas pocas generaciones.
empezaron a llegar a partir de 1824. Provenían no sólo de Alemania, sni también de otros países con población germanoparlante como Suiza, Polonia, Austria y Rusia (El portugués es la lengua oficial de Brasil, y es la única lengua usada ampliamente en la educación, los periódicos, radio y TV. Se usa igualmente para la administración y el comercio. Brasil es el único país de lengua portuguesa en América, lo que da a su cultura un aire distintivo respecto a sus vecinos hispanohablantes.
El portugués de Brasil ha desarrollado características propias, que lo diferencian claramente del portugués de Portugal. Estas diferencias se desarrollaron a partir del siglo XVIII, en el léxico las diferencias se deben a la adopción de numerosos préstamos de las lenguas tupíes y africanas, especialmente para términos de la flora y la fauna. Dentro de Brasil existen notorias diferencias especialmente en la palatalización de /s/ postvocálica, además de algunas diferencias léxicas menores. Durante el siglo XX las diferencias léxicas entre la variante europea y americana del portugués debido a las diferencias en los nombres adoptados para las innovaciones tecnológicas (portugués europeo comboio 'tren', autocarro 'autobús', portugués americano trem, ônibus, con los mismo significados).
Tras la independencia de Brasil en 1822, el país acogió a numerosos emigrantes europeos que trajeron sus propias lenguas a Brasil. Esa inmigración tuvo influencia en el portugués local, pero además creó comunidades alóctonas en las que otras lenguas diferentes del portugués continúan en uso.
En la época del descubrimiento se estima que en el actual territorio de Brasil se hablaban varios centenares de lenguas (tal vez hasta 400 o 500 lenguas, Ayron D. Rodrigues considera que podrían rebasar el millar). Actualmente, sólo sobreviven unas 180 lenguas. De esas 180, sólo 24 (13 %) tienen más de mil hablantes; 108 lenguas (60 %), tienen entre cien y mil hablantes; mientras que 50 lenguas (27 %) tienen menos de 100 hablantes y la mitad de estas (13 %), tienen menos de 50 hablantes, lo que muestra que gran parte de estas lenguas están en serio riesgo de extinción. Aun así Brasil es uno de los 8 países megadiversos lingüísticamente en el mundo.
En los primeros años de colonización, las lenguas indígenas eran habladas inclusive por los colonos portugueses, que adoptaron un idioma mixto basado en la lengua tupí. Por ser hablada por casi todos los habitantes de Brasil, se conoció como língua geral paulista. Todavía, en el siglo XVIII, la lengua portuguesa se convirtió en oficial de Brasil, lo que culminó con la casi desaparición de esta lengua común Con el paso de los siglos, los indios fueron exterminados o aculturizados por la acción colonizadora y, con eso, centenares de idiomas se extinguieron. Actualmente, las lenguas indígenas son habladas sobre todo en las regiones Norte y Centro-Oeste. Las lenguas más habladas son del tronco tupí-guaraní.
La Constitución de 1988 (Art. 210º y 231º) reconoce a los indígenas el derecho a usar su lengua, hecho que fue regulado por la Lei de Diretrizes e Bases da Educação Nacional (en lengua española: Ley de Directrices y Bases de la Educación Nacional), de 1996. Desde 2003, en la localidad de São Gabriel da Cachoeira (Amazonas), tiene estatus de lengua oficial, junto con el portugués, el ñe'engatú, el tucán y el baniwa. El censo de 2010 contabilizó 305 etnias diferentes en Brasil, que hablan 274 lenguas diferentes. De los indígenas mayores de 5 años, el 37,4 % hablaban una lengua indígena y el 76,9 % hablaban portugués.
Desde el punto de vista lingüístico, las lenguas indígenas de Brasil pertenecen a numerosas familias lingüísticas diferentes. Muchas de las lenguas conocidas están poco testimoniadas y su clasificación a adscripción étnica de algunos grupos humanos extintos es dudosa.
Además del portugués de origen europeo, en Brasil existen otra lenguas alóctonas, traídas por grupos de inmigrantes al actual Brasil que se siguen usando ampliamente. El uso de estas lenguas tiene cierto prestigio y actualmente hay una creciente tendencia a cooficializar otras lenguas en los municipios poblados por inmigrantes (como las lenguas italiana, alemana, japonesa, Árabe, Polaca y Ucraniana) o indígenas en el norte del país, a través de levantamiento del Inventario Nacional de la Diversidad Lingüística instituido por decreto por el expresidente Luis Inácio Lula da Silva el 9 de diciembre de 2010, que analizará propuestas de revitalización de esas lenguas en el país
También los estados Santa Catarina y Río Grande del Sur poseen el Talian y algunas versiones del Alemán Brasileño como patrimonio lingüístico aprobado oficialmente en ambos estados; mientras que Espírito Santo tiene en vigor desde agosto de 2011 la Enmienda Constitucional 11/2009, que incluye en el artículo 182 de la Constitución Estatal la lengua pomerana y la alemana como patrimonios culturales de este estado.
El idioma español en Brasil es hablado en las zonas fronterizas limítrofes con países hispanohablantes, sobre todo por algunos brasileños que están en contacto con personas de origen venezolano, colombiano, peruano, boliviano, paraguayo, argentino, uruguayo y ecuatoriano la mayor parte de ellos dedicados al comercio. Hay 460 018 hablantes nativos de español. La mayoría son inmigrantes de origen venezolano con más de 250.000, los españoles (125 150), bolivianos (50 240) y argentinos (42 202). En los estados de Río de Janeiro y São Paulo, el estudio y conocimiento del español es obligatorio por mandato constitucional. El número total de hablantes de español, incluyendo los que lo hablan como segunda lengua y los estudiantes, asciende a 6 676 000 personas.
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