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Marquesado de Sala de Partinico



• Cañas y Silva (casa de Vallecerrato, con varonía Cañas, antes Celis, y entronques Pacheco de Silva y Altamirano-Acuña, por los que les tocaban respectivamente los señoríos de Líjar y Cóbdar y el marquesado de Vallecerrato)[2]

• Salcedo Cañaveral (condes de Benalúa, antes Cañaveral y Córdoba, señores de la misma villa, con varonía Tovar y entronques Cañaveral y Valenzuela-Córdoba; el primer conde se antepuso el apellido Salcedo, que le tocaba por algún costado, por imposición de un mayorazgo)

Fernández de Villavicencio (duques de San Lorenzo de Valhermoso, antes marqueses de Valhermoso de Pozuela)

• Carranza

• Thomás de Carranza

El marquesado de Sala de Partinico es un título nobiliario español. Fue creado el 15 de enero de 1660 por el rey Felipe IV, como título de Sicilia y con la denominación de príncipe de la Sala de Partinico (principe della Sala di Partinico), en favor de Benito de Trelles Coaña y Villamil, I marqués de Torralba (1650), caballero de Santiago, señor de la villa de Valdeavellano, del coto de Nodar y de varios feudos en Cerdeña y Sicilia, oidor en este reino y en el de Nápoles, presidente del Concejo de la Mesta, ministro de toga del Consejo y Cámara de Castilla, regente del Colateral de Nápoles y del Supremo de Italia y su alguacil mayor perpetuo.[1]

Gonzalo de Trelles y Alliata, II príncipe de la Sala de Partinico, elevó en 1683 un memorial a S.M. solicitando la conversión en título de Castilla de esta merced otorgada a su padre en Sicilia, pero la petición no fue atendida.[6]

Agregado a la casa de los duques del Parque y marqueses de Vallecerrato, el principado se sucedió como título de las Dos Sicilias hasta la caída de esta monarquía.

En 1957 fue reconocido como título español y rehabilitado con la denominación de marqués de Sala de Partinico por el generalísimo Franco, jefe del Estado a la sazón, en favor de María del Carmen de Carranza y Rivero.[7]

La denominación aludía al feudo de la Sala di Partinico, que era un «casal» o predio rústico con casa principal (sala) situado en términos de la villa y comune de Partinico, en la isla de Sicilia.[8]​ En la fecha de creación el citado monarca, como rey de Sicilia, «erigió en principado» esta «tierra», que poseía el concesionario por derecho de Isabel María Alliata Lanza y Barresi, su segunda mujer. La propiedad se transmitió —al menos hasta 1837— a los siguientes príncipes, descendientes por línea primogénita de dicho matrimonio y que sucedían en el feudo y título por investidura regia.

El feudo y principado de la Sala de Partinico quedaron agregados al mayorazgo que fundó el concesionario en 1682, y que es la disposición por la que se rige la sucesión del título.

Benito de Trelles Coaña y Villamil obtuvo en 1673 real licencia de Carlos II para fundar mayorazgo, con la cual lo instituyó por su testamento hecho en Madrid el 26 de octubre de 1682 (días antes de su muerte). Llamaba a poseerlo en primer lugar, como primogénito, a Gonzalo de Trelles y Alliata, su único hijo varón, nacido del segundo matrimonio del otorgante con Isabel María Alliata, y a sus descendientes legítimos con llamamientos regulares.[3][4]

Señalaba para integrarlo el estado y título de príncipe de la Sala de Partinico, las jurisdicciones de la villa de Valdeavellano y del coto de Nodar, el alguacilazgo mayor del Consejo de Italia y cuantiosos bienes raíces, juros, censos y otros efectos que había adquirido en el principado de Asturias, en los partidos de Guadalajara y Villafranca del Bierzo y en otras partes. Según Gonzalo Anes, las rentas situadas en Asturias y el Bierzo sumarían unos 10.000 ducados anuales, y el caudal vinculado total llegaría a los 20.000 ducados de renta.[3]

El fundador no incluyó en este vínculo su título de marqués de Torralba, del reino de Cerdeña, que le había sido otorgado por el mismo rey en 1650 sobre un feudo de su primera mujer, Teodora Carrillo de Albornoz, y que por tanto se sucedió en la descendencia femenina que tuvo con esta.

A la hora de invertir su fortuna, Benito de Trelles mostró poco interés por las tierras, y prefirió en cambio comprar censos —en muchos casos tomados por instituciones públicas— y rentas públicas enajenadas. Esto se reflejó en el patrimonio fundacional del mayorazgo, en el que figuraban entre otros activos:

A este mayorazgo quedó también sujeto el palacio de los Duques del Parque, edificado en Oviedo a partir de 1725 por la segunda poseedora, Isabel María de Trelles y Valdés, V duquesa del Parque y III princesa de la Sala de Partinico, nieta del fundador. Aunque desde finales del XVIII dejó de ser habitado por sus dueños, este palacio permaneció en manos de la familia un siglo más —aún después de la Desvinculación— hasta que en 1887 fue enajenado por Lorenzo Fernández de Villavicencio y Corral, XII duque del Parque, hermano del último príncipe de la Sala de Partinico.[14]

Buena parte del archivo de este mayorazgo se conserva en el Archivo Histórico de Asturias, en el edificio de la antigua Cárcel Provincial de Oviedo, donde el fondo llamado Casa de Trelles ocupa 34 cajas de documentos.[15]​ Una parte menor obra en el Archivo de los Marqueses de Torrelaguna, depositado en la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, y se puede consultar en el antiguo Hospital de Tavera de Toledo.[16]​ Y la documentación sobre el señorío de Valdeavellano está en el Archivo de los Marqueses de Castrillo, depositado en el de la Diputación Provincial de Zamora.[17]

(Creación por Felipe IV)

(Rehabilitación por Francisco Franco)

El título de príncipe fue creado en favor de

Benito de Trelles Coaña y Villamil (1613-1682), I príncipe de la Sala de Partinico,[1]​ I marqués de Torralba (1650), señor de Valdeavellano y de Nodar, caballero de Santiago,[18]​ colegial del Mayor de Oviedo en Salamanca, licenciado en Leyes por esta Universidad, oidor en Sicilia y Nápoles, presidente del Concejo de la Mesta, gran benefactor del Hospicio de Madrid, gobernador de la Sala de Alcaldes de Casa y Corte, ministro de toga del Consejo y Cámara de Castilla, regente del Colateral de Nápoles y del Supremo de Italia y su alguacil mayor perpetuo.

Fue hijo segundón de solariegos asturianos y descendía por cuatro costados de antiguos linajes hidalgos del Occidente del Principado. Nació el 4 de abril de 1613 en la casa solar de los Trelles sita en lugar y parroquia de Serandinas, concejo de Boal, y fue bautizado el siguiente día 10, fiesta de San Benito, en la iglesia parroquial de Santa Marina. Sus padres fueron Gonzalo Méndez de Trelles y Coaña, que poseía los mayorazgos de dicha casa y de la de Coaña, sita en el lugar de Meiro y parroquia de Santiago de Folgueras, concejo de Coaña, y Catalina Suárez de Trelles e Infanzón, su mujer, natural del lugar de Pumarín en la feligresía de San Juan de Trelles, del mismo concejo. Sus abuelos, Lope Suárez de Trelles y Villamil, natural de Serandinas, señor de las mismas casas (y descendiente también de la de Villamil en la parroquia de San Andrés de Serantes del actual concejo de Tapia de Casariego, entonces Castropol), y Leonor Alfonso de Lantoira, de la casa de Lantoira en la parroquia castropolense de San Juan de Moldes. Y los maternos, Suero González de Trelles, señor de la casa de este linaje en Pumarín, y María Alfonso Infanzón, descendiente de la casa de Lamabona en la feligresía de San Antolín de Villanueva y concejo de Navia.[19]

En 1657 compró la jurisdicción de la villa de Valdeavellano, en el partido de Guadalajara,[17]​ y en 1665 litigaba sobre ella con Melchor de la Bastida.[20]​ Tuvo también vasallos en Galicia por haber comprado el coto señorial de Nodar, que comprendía las feligresías de San Pedro de Anafreita y San Mamed de Nodar en el concejo de Friol y actual provincia de Lugo.[21]

Casó dos veces: primera en Nápoles en 1647 con Teodora Carrillo de Albornoz Carroz y Simó, II marquesa de Bonanaro, que trajo en dote 20.000 ducados y poseía además numerosos feudos en Cerdeña: entre ellos, los estados de Bonnanaro y Torralba. Estaba viuda y sin prole del santiaguista Fernando Azcón, lugarteniente que fue de la Sumaria de Nápoles y regente por esta provincia del Consejo de Italia,[22]​ cargo que después desempeñó Trelles. Era hija de Juan Carrillo de Albornoz y de Hipólita Artés Carroz y Mercader.

Y contrajo segundas nupcias en Palermo en 1651 con Isabel María Alliata Lanza y Barresi, que le sobrevivió hasta 1686. Esta señora aportó una dote muy crecida,[23]​ que incluía entre otros bienes ciertos feudos en Sicilia por los que era llamada duquesa del Parque y baronesa de Rechulfo.[8]​ Era hija de José Alliata Paruta y Gravina, II príncipe de Villafranca y II duque de Sala Paruta, caballero de Calatrava, vicario general del reino de Sicilia, natural y pretor de Palermo, vicario general del Reino de Sicilia, caballero de Calatrava, y de Orteca Juana Lanza y Barrese, su mujer, de los condes de Mussomeli, todo en dicho reino.


En 1682 le sucedió su hijo

Gonzalo de Trelles y Alliata (c.1655-1723), II príncipe de la Sala de Partinico,[26][27]​ IV duque del Parque, IV barón de Rechulfo, señor de Valdeavellano y de Nodar, regidor perpetuo de las ciudades de Oviedo y Guadalajara, natural de la de Palermo. Fue caballero de Santiago,[28]menino de la reina Mariana de Austria y capitán de caballos corazas en Flandes.[26]​ En 1683 elevó un memorial al rey Carlos II solicitando la conversión en títulos de Castilla de las mercedes otorgadas a su padre en Italia.[6]

Fue el primer «posseedor del opulento Mayorazgo que fundó su padre, pero manifestándose agraviadas sus hermanas, hizo con ellas nueva transacción, en que no poco disminuyó el valor del Mayorazgo, a que se agregó la pérdida de la vara de Alguacil Mayor del Consejo de Italia (que quedó suprimido), baxa de Juros y Cientos y otros Efectos, que se fueron perdiendo, y todo contribuyó a disminuir la gran renta de este Mayorazgo.»[26][4]

Adquirió los regimientos perpetuos de Oviedo y Guadalajara que después de sus días ejerció también su yerno el marqués de Vallecerrato, vinculados al mayorazgo de Trelles.[29]

Casó dos veces: la primera en 1674 con Margarita de Palafox y Cardona, que trajo en dote 30.000 ducados[30]​ y cuya unión fue estéril,[31]​ hija de Juan de Palafox Rebolledo y Blanes, III marqués de Ariza, señor de las baronías de Cotes, Calpe, Altea, etc., caballero de Santiago, mayordomo del rey, y de María Felipa de Cardona y Ligne, su mujer, natural de Bruselas, de los marqueses de Guadalest, almirantes de Aragón.

Y contrajo segundas nupcias en 1681 con Luisa Antonia de Valdés y Trelles, su sobrina segunda, hija de Fernando de Valdés Miranda, caballero de Santiago, señor de la casa de Valdés de Gijón, sargento mayor de esta villa, regidor también perpetuo de Oviedo, natural de Bruselas, y de Leonor de Trelles, su mujer (en segundas nupcias de ella), que era a su vez hija del capitán Lope Suárez de Trelles y Coaña, hermano del primer príncipe, señor de las casas de Meiro y Serandinas, ya citadas, y de Inés de Trelles y Sierra, señora de la casa del Rubieiro en Villacondide, concejo de Coaña.

Del segundo matrimonio tuvo varios hijos varones que no le sobrevivieron, y solo quedaron dos hijas:[31]


En 1723 sucedió su hija

Isabel María del Carmen de Trelles y Valdés (1691-1737), III princesa de la Sala de Partinico,[27][34][35]​ V duquesa del Parque, V baronesa de Regiulfo, señora de Valdeavellano, natural de Oviedo.

Casó en Oviedo el 1.º de enero de 1710 con Francisco Antonio de Cañas Acuña y Altamirano (1682-1732),[36]​ VII marqués de Vallecerrato, señor de las villas de Líjar y Cóbdar en el reino de Granada y del lugar de Alcantarilla en tierras de Huete, poseedor de importantes mayorazgos,[37]​ notario mayor del reino de León, gentilhombre de Cámara del rey Felipe V, regidor perpetuo (jure uxoris) de las ciudades de Oviedo y Guadalajara.[29]​ Nació en esta última año de 1682, testó en Oviedo el 20 de mayo de 1732, ante Dionisio García Salas, y murió ese mismo año. Fue hijo de Luis Baltasar de Cañas y Silva y Castilla Portugal (1648-1713), señor de las mismas villas, caballero de Santiago, comisario de Millones por Guadalajara en las Cortes de Castilla, y de Juana María Altamirano y Acuña, VI marquesa de Vallecerrato.[2][27]

Las capitulaciones de este matrimonio se otorgaron por poder en Madrid el 30 de diciembre de 1709, dos días antes de la boda.[38]​ La novia no llevó dote, pues era inmediata sucesora en los vínculos de su casa, pero el novio —aunque también estaba a la sucesión de los numerosos mayorazgos de la suya— recibió en arras de sus padres 1.500 doblones (3.000 ducados).[32]

Estos cónyuges edificaron el suntuoso palacio de la plaza del Fontán de Oviedo, en el solar de unas casas vinculadas al mayorazgo de Trelles. Encargaron el proyecto al arquitecto Francisco de la Riva Ladrón de Guevara, que inició las obras en 1725. Y también compraron y dotaron una capilla, que decoró el mismo arquitecto, en la iglesia del vecino Colegio de San Matías, de jesuitas, actual templo parroquial de San Isidoro el Real.

Tuvieron por hijos a[39][40]


En 1737 sucedió su hijo

Manuel Joaquín de Cañas y Trelles (1716-1794), VIII marqués de Vallecerrato, grande de España, IV príncipe de la Sala de Partinico,[35][43][44][45]​ VI duque del Parque, VI barón de Regiulfo, teniente general de los Reales Ejércitos, caballero gran cruz de la Orden de Carlos III,[46]​ notario mayor del reino de León, alguacil mayor de la Inquisición de Valladolid, regidor perpetuo de las ciudades de Oviedo y Guadalajara,[29]patrono de la colegiata de Villaescusa de Haro y del Colegio Mayor de Cuenca en Salamanca y, por derecho de su mujer, alférez mayor de los Peones de Castilla. Nació en el palacio familiar de Oviedo el 8 de marzo de 1716, fue bautizado en San Isidoro el Real y falleció en Madrid el 17 de no­viembre de 1794.[47]

Sirvió muchos años en Palacio como gentilhombre de cámara del rey Carlos III, y de manga de sus tres hijos menores: los infantes Don Gabriel, Don Antonio Pascual y Don Francisco Javier, de quienes se encargó como teniente de ayo, gobernador de su cuarto y superintendente de sus haciendas.[45][47]

El rey Carlos III le concedió, para su casa de Vallecerrato, honores y tratamiento de grande de España por Real Despacho del 22 de octubre de 1771,[43]​ y más tarde la grandeza de España de segunda clase por otro del 14 de noviembre de 1780. Esta creación de grandeza fue después «desdoblada» y aplicada también al ducado del Parque, que figura oficialmente con grandeza de igual antigüedad.

Casó en Guadramiro el 27 de abril de 1746 con Agustina María Portocarrero y Maldonado (1734-c.1765), III marquesa de Castrillo, III condesa de Belmonte, señora de las villas de Castrillo de la Guareña, Belmonte de Tajo, Marzales y Masegoso de Tajuña y del lugar de Villanueva de Valdegema, dueña de las tercias de Toro y patrona de la capilla mayor de la iglesia conventual de San Francisco de esta ciudad.[45]​ Nacida en la de Salamanca el 18 de febrero de 1734. Hija única de Baltasar Portocarrero Prado Cossío y Squarzafigo, el II marqués y conde, alférez mayor de los Peones de Castilla, natural de Valladolid, y de Catalina Maldonado y Ormaza, su segunda mujer, que era hermana entera del José Joaquín antes citado, señor de Moronta y Castellanos (marido de Isabel de Cañas y Trelles);[42]​ y nieta de José Rodíguez Portocarrero y Silva, I marqués de Castrillo, caballero de Santiago (1650), consejero de Castilla, y de María Manuela de Prado y Mármol, que era hermana e inmediata sucesora del I conde de Belmonte, alférez de los Peones. Fueron padres de[44][48]


En 1791 sucedió su hijo

Diego Vicente María de Cañas y Portocarrero (1751-1824), VII duque del Parque, IX marqués de Vallecerrato y IV de Castrillo, IV conde de Belmonte, grande de España, V príncipe de la Sala de Partinico,[35][49][50]​ VII barón de Regiulfo, teniente general de los Reales Ejércitos, grandes cruces de las Órdenes de Carlos III y San Fernando y gentilhombre de Cámara de S.M. con ejercicio y servidumbre. Nació en Valladolid el 24 de mayo de 1751, fue bautizado al día siguiente en la iglesia de San Miguel y falleció en Cádiz el 12 de marzo de 1824. En la Guerra de la Independencia obtuvo señaladas victorias sobre los franceses al mando del Ejército de la Izquierda. Fue capitán general de Jaén y Granada, de las Canarias y de Castilla la Vieja, ministro plenipotenciario en San Petersburgo (1798), presidente de la Real Chancillería de Valladolid (1815), embajador electo en Viena y en París (1815) y presidente del Congreso de los Diputados (1822).[49][51][52]

Casó en 1744 con María del Rosario Tomasa de Riaño y Velázquez de Lara (c.1750-1774), hija primogénita e inmediata sucesora de Antonio José de Riaño y Orovio, V conde de Villariezo, a quien premurió, regidor de Burgos, y de Antonia Velázquez de Lara, su mujer.[53]​ Tuvieron por hijo único a


En 1824 sucedió su hermana

María Francisca de Paula de Cañas y Portocarrero (1755-1833), VIII duquesa del Parque, X marquesa de Vallecerrato y V de Castrillo, V condesa de Belmonte, grande de España, VI princesa de la Sala de Partinico,[55]​ VIII baronesa de Regiulfo, socia numeraria de la Junta de Damas de Honor y Mérito.

Casó en 1782 con José Miguel de Salcedo Cañaveral y Ponce de León (c.1750-1789), I conde de Benalúa, caballero de Santiago, señor de Benalúa de las Villas en el reino y actual provincia de Granada. Fueron padres de


En 1833 sucedió su hija

María Josefa de Salcedo Cañaveral y Cañas (1783-1837), IX duquesa del Parque, XI marquesa de Vallecerrato y VI de Castrillo, VI condesa de Belmonte y III de Benalúa, grande de España, VII princesa de la Sala de Partinico,[49]​ IX baronesa de Regiulfo, dama de la Orden de María Luisa (1819).

Casó en 1800 con Lorenzo Fernández de Villavicencio y Cañas, su primo carnal e inmediato sucesor, III duque de San Lorenzo de Valhermoso, que sigue. Arriba filiado como hijo de Lorenzo Justino Fernández de Villavicencio y Núñez, II duque de San Lorenzo de Valhermoso, marqués de Casa Villavicencio y de la Mesa de Asta, y de María Eulalia de Cañas y Portocarrero, su mujer, hija de los IV príncipes de la Sala. De este matrimonio no quedó prole supérstite, aunque tuvieron al menos una hija llamada


En 1837 le sucedió su viudo:

Lorenzo Francisco Fernández de Villavicencio y Cañas (1778-1859), III duque de San Lorenzo de Valhermoso y X del Parque, XII marqués de Vallecerrato, VII de Castrillo, V de Casa Villavicencio y VI de la Mesa de Asta, VII conde de Belmonte, tres veces grande de España, VIII príncipe de la Sala de Partinico,[49][57]​ X barón de Regiulfo, último señor de las villas del valle del Cerrato y de las de Belmonte, Castrillo, Valdeavellano, Líjar, Cóbdar, Masegoso, Marzales y Lencín (?) y lugares de Alcantarilla y Villanueva de Valdegema, notario mayor del reino de León, alférez mayor de los Peones de Castilla, alcaide de los Reales Alcázares de Jerez de la Frontera, natural y veinticuatro de esta ciudad y patrono en ella del Convento de San Agustín, patrono único del Colegio Mayor de Cuenca en Salamanca y de la colegiata de la Asunción en Villaescusa de Haro.[57]​ Fue mariscal de campo de los Reales Ejércitos, comandante general del Real Cuerpo de Alabarderos, senador vitalicio del Reino, grandes cruces de Carlos III[58]​ y San Hermenegildo y gentilhombre de Cámara de S.M. con ejercicio y servidumbre.[49]

Tras enviudar de la duquesa del Parque, antes citada, y habiendo heredado la mayoría de sus títulos, contrajo segundas nupcias en 1839, ya sexagenario, con Josefa del Corral García, de la que también enviudó en 1853. Con su segunda mujer tuvo seis hijos, que todos eran menores cuando él murió y entre los cuales hizo distribución legal de sus títulos:[59]


En 1859 sucedió su hijo terciogénito:

Luis José Fernández de Villavicencio y Corral (1846-1864), XI duque del Parque, grande de España, IX y último príncipe de la Sala de Partinico, XI barón de Regiulfo, a quien su padre había designado para suceder en los títulos y estados «sicilianos». Murió mozo de edad de 18 años.

En el ducado del Parque le sucedió su hermano mayor:

Lorenzo José Fernández de Villavicencio y Corral (1841-1896), natural de Génova. En 1859 sucedió a su padre como IV duque de San Lorenzo de Valhermoso y VI marqués de Casa Villavicencio, y en 1864 a su hermano Luis como XII duque del Parque, reuniendo dos grandezas de España. Le debería haber sucedido también como príncipe de la Sala de Partinico, pero para entonces habían sido destronados los Borbones de Nápoles, de quienes fueron feudatarios sus antepasados por dicha casa y estado. Y no queriendo pedir la sucesión e investidura al Rey de los garibaldinos, dejó vacar este título de príncipe (aunque lo usaba en su titulatura), sin que fuera reconocido por el reino de Italia.

El 30 de abril de 1887 vendió el palacio de Oviedo.[14]

Casó con Josefa de Oronoz Clemente Beas y Pineda (1844-1897), natural de Jerez de la Frontera. Y tuvieron ilustre descendencia en que siguen los ducados del Parque y San Lorenzo, ambos con grandeza de España.

Después de los días del noveno titular, el principado de la Sala de Partinico vacó durante 93 años, hasta que el 31 de enero de 1957 fue reconocido como título español por el generalísimo Franco, quien lo rehabilitó con la denominación de marqués, en favor de

María del Carmen de Carranza y Rivero (1894-1986), II marquesa de Sala de Partinico.

Casó con Enrique Thomás y de Luque-Romero.

En 1988 sucedió su hijo

Manuel Santiago Thomás de Carranza y de Luque-Romero (1914-1991), III marqués de Sala de Partinico.

Casó con Matilde Franco y Fernán-Díez.

Por Real Carta del 18 de febrero de 1998 sucedió su hijo

Antonio Pablo Thomás de Carranza y Franco (n. en 1946), IV y actual marqués de Sala de Partinico.

Casó con María del Consuelo del Pozo y Portillo.

A raíz de haber casado la III princesa con Francisco de Cañas, marqués de Vallecerrato, que tenía casa en Guadalajara, la administración de este señorío (y la de las alcabalas y cientos que el mismo Benito de Trelles había adquirido en los partidos de Alcalá y Guadalajara) empezó a llevarse en esta ciudad, junto con la del patrimonio que poseían los Cañas en la región, heredado por su costado Castilla. Y a estos bienes y rentas se agregaron después otros muchos por el matrimonio del V príncipe con la marquesa de Castrillo, que era muy hacendada en la Alcarria. En el Archivo de los Marqueses de Castrillo, que está depositado en el de la Diputación de Zamora, se conserva un fondo de documentación sobre Valdeavellano, que no solo es administrativa: incluye por ejemplo la citada escritura de venta judicial (sig. C-104) y residencias tomadas a los oficiales de justicia entre los años 1716 y 1796. Pedro García Álvarez, op. cit., p. 393.



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