La refinería de Puertollano es una refinería de petróleo de la empresa Repsol situada en la ciudad de Puertollano, en la provincia de Ciudad Real, España. Cuenta con 320 hectáreas de extensión y está conectada mediante un sistema de oleoductos a las costas mediterránea y atlántica. También cuenta con una conexión con la red ferroviaria general a través de un ramal. Desde su inauguración, en 1966, la de Puertollano constituye una de las principales refinerías del país.
Puertollano contaba desde finales del último tercio del siglo XIX con antiguas e importantes minas de carbón en las que, entre las diferentes capas, se hallaban pizarras con un contenido de productos aceitosos similares al petróleo. En la década de 1950 se abrió en la zona una fábrica de destilación de la pizarra bituminosa autóctona, aunque estas actividades ya se habían iniciado décadas antes. Dada la tradición que existía en el lugar, a principios de la década de 1960 se planteó la construcción de una instalación completa de refino de petróleo traído del exterior mediante un oleoducto. Un año después se solicitó a las autoridades la instalación de una refinería junto a una fábrica anexa de olefinas. La infraestructura industrial creada anteriormente en la zona sirvió de base para su construcción, siendo inaugurado el nuevo complejo el 6 de junio de 1966. Tras su entrada en servicio, la industria minera de las pizarras y el carbón entró en una profunda crisis que llevaría a su desaparición.
En origen la refinería pertenecía a la Empresa Nacional Calvo Sotelo de Combustibles Líquidos y Lubricantes (ENCASO), de titularidad estatal. Fue un proyecto del Gobierno de Francisco Franco para acercar la industrialización al interior de España, que ya en la década de 1960 sufría el azote de la despoblación. La de Puertollano fue la primera y hasta el momento única refinería de petróleo española ubicada lejos de la costa. Para llevar el petróleo hasta la refinería se construyó un oleoducto de 267 kilómetros de longitud que atraviesa las provincias de Ciudad Real, Córdoba y Málaga. En el terminal marítimo de Málaga recibe a los petroleros.
Con posterioridad a su creación las instalaciones de Puertollano han pasado por manos de ENPETROL, el INH y Repsol.
La empresa RENFE construyó un ramal ferroviario de 9,6 kilómetros de longitud que partía desde la estación de Puertollano y enlazaba con las instalaciones de la refinería, permitiendo así enlazar el complejo petroquímico con la red ferroviaria general de ancho ibérico. Este trazado entró en servicio de marzo de 1975, siendo electrificado con posterioridad. Dentro del propio complejo se levantó una una red de vías e instalaciones auxiliares para las labores de clasificación.
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