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Sébaco



Sébaco o Nuevo Sébaco de la Asunción es un municipio del departamento de Matagalpa en la República de Nicaragua,[2]​ ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de Matagalpa y a 103 kilómetros de la capital Managua.

Sébaco, la segunda ciudad en importancia del departamento de Matagalpa y la tercera en el septentrión nicaragüense, es un importante centro económico e industrial de la zona con una fuerte influencia en las ciudades cercanas. Se encuentra asentada en un antiguo valle donde una vez hubo un lago de enormes proporciones.

En 1996, mediante decreto legislativo, la Asamblea Nacional de Nicaragua erróneamente le da el título de Ciudad pues, pero ésta ya lo tenía por decreto real del Rey Carlos I de España quien la nombró como "La muy noble ciudad de Sébaco".

Su nombre proviene de la lengua náhuatl: Cihuatl Coatl, Cihuatl: mujer, Coatl: serpiente; "mujer serpiente" diosa de la fertilidad y de la agricultura. Al llegar los españoles a estas tierras, no pudiendo pronunciar el nombre original, decían Ciguaco que con el tiempo ha dado un giro a la voz "Sébaco".

Sébaco se encuentra ubicada en las coordenadas 12° 51′ 4″ de latitud norte y 86° 5′ 58″ de longitud oeste.

Limita al norte con los municipios de La Trinidad y Jinotega, al sur con los municipios de Ciudad Darío y Terrabona, al este con el municipio de Matagalpa y al oeste con el municipio de San Isidro.

Los únicos fenómenos orográficos del municipio son las alturas de El Estero, El Tigüilotal, Pirire y Arrancabarba. En el aspecto hidrográfico se destacan dos grandes ríos; el río Grande de Matagalpa y el río Viejo, ambos en dirección de norte a sur y en forma casi paralela, originando gran fecundidad en sus tierras planas.

En la época precolombina era un importante centro ceremonial de la diosa Cihuatl Coatl, diosa de la agricultura y la fertilidad. Además era sede del importante Cacicazgo de Cihuatl Coatl o Chontales, que comprendía parte de los actuales departamentos de Estelí, Matagalpa, Jinotega, Boaco y Chontales.

Su centro estaba ubicado a la orilla del río Viejo, en un lugar conocido actualmente como "La Perla", es ahí donde en 1525 es descubierto por el español Gabriel de Rojas y Córdova, cuando éste buscaba el desaguadero del gran lago.

Rápidamente fue constituido centro de todas las operaciones militares de conquista y de evangelización del norte de Nicaragua. Se funda sobre el antiguo pueblo, la ciudad de "Santiago de Cihuatl Coatl", cabeza del corregimiento de Chontales hasta el siglo XVIII.

Para 1535 el corregimiento de Sébaco comprendía al mismo Sébaco, Metapa y territorios de los actuales departamentos de Matagalpa y Jinotega abarcando hasta Acoyapa en el actual departamento de Chontales. Ya a finales del siglo XVI, la doctrina estaba a cargo de la "Religión de Ntra. Sra. de la Merced", que también tenía dos encomiendas en las Ciudades de León y Granada, y otra casa en la Villa de Xeréz de la Frontera (Choluteca): antes también tenía casas en la Ciudad de la Nueva Segovia (Ciudad Antigua) y en la Villa del Realexo.[3]

Algo que se puede asegurar es que los de Sébaco no son la misma etnia de los matagalpas y de los chontales, los distinguían su lengua, según los datos proporcionados por los frailes mercedarios.

En ese mismo año de 1703 se presenta en Sébaco el frayle misionero Antonio Margil de Jesús, quien trata de eliminar por completo los rituales indígenas que todavía se practicaban en Sébaco, ante el fracaso de esta misión y el mismo fracaso del uso de la represión por parte de las autoridades civiles españolas, el frayle aconseja al corregidor de Sébaco, el capitán Muñoz, que para poder conquistar a estos pobladores, debe agasajar a los indígenas y les de reses y herramientas para que puedan trabajar, de este modo se hará más fácil conquistarlos según él, “porque viendo los de adentro el buen tratamiento, podrá ser se salgan muchos”.[4]

El consejo fue tomado por la Corona española. Así que el rey Felipe V de España, el 10 de febrero de 1724 otorga a favor de los indígenas sebaqueños el título real que les acreditaba como únicos dueños, en uso y goce de 23554 hectáreas y 98 acres de fértiles tierras que comprenden la totalidad del valle de Sébaco y más allá, con la intención de conquistar a los indígenas.

Pero estas tierras no fueron un regalo, tampoco fue un acto de justicia pues los indígenas beneficiados solo fueron aquellos que se doblegaron por su puesto a la conquista, quedando fuera todos aquellos que se mantuvieron en rebeldía por las injusticias y que finalmente en su mayoría fueron “muertos para vivir eternamente”, otros quedaron viviendo en las montañas cercanas sin un lugar donde vivir y sin tierras donde trabajar hasta nuestros días.

Una gran inundación hace que el pueblo se traslade en 1833 a una colina rocosa al sureste de su original asiento, donde se funda el Nuevo Sébaco de la Asunción, conocido hoy como Sébaco viejo o Sébaco arriba.

Con la construcción de la Carretera Panamericana en los años cincuenta (siglo XX), la población baja y comienza a construir el Sébaco abajo, originalmente el barrio San Jerónimo o La Hielera, desde donde se extiende con el paso de los años por gran parte del valle.

En la actualidad es una población de gran importancia en el norte de Nicaragua, pues es uno de los mayores productores de arroz en la región centroamericana, además también cosechan otras plantaciones como: frijol, cebolla, zanahoria y remolacha. Además que goza de una privilegiada situación socioeconómica que lo caracteriza del resto de poblaciones del país.

Sébaco fue elevado en 1996 de pueblo al rango de ciudad. Ese mismo año, el segundo pueblo colapsado del municipio, Chagüitillo, recibió el rango de villa.

Sébaco tiene una población actual de 37 707 habitantes. De la población total, el 48% son hombres y el 52% son mujeres. Casi el 67.8% de la población vive en la zona urbana.[1]

Es una zona privilegiada de Nicaragua, accesible a la mayoría de regiones del país. Es la puerta de entrada a la región septentrional de Nicaragua conocida como las Segovias y a la vez centro que comunica con los departamentos meridionales, Orientales y Occidentales. Es una ciudad radiante de algarabía e intensidad, de gente trabajadora, tenaz y hospitalaria. Ha sido conocida en distintos momentos de la historia como la tierra de la fertilidad, la muy noble y leal ciudad, Ciudad Central, Ciudad Bonita, Antesala de las Segovias, Estrella del septentrión, Candado de Nicaragua, ciudad de las cebollas, tierra de cuentos y leyendas, la ciudad de los tamarindos de oro, la tierra de Oyanka y de la Mokuana y, sin lugar a dudas, es el primer puerto terrestre de la nación nicaragüense. Sus calles y patios hermosean el paisaje de esta ciudad con el verdor de los árboles que siembra su gente laboriosa.

Es atravesada por su extremo occidental, de norte a sur por la Vía Panamericana y por el meridiano el río Grande de Matagalpa. Sébaco, es la ciudad más grande del valle agrícola del mismo nombre y posee tierras tan fértiles, que algunos llegan a decir son las más productivas de este país centroamericano.[cita requerida] Extensos cultivos de hortalizas y arroz se extienden hasta donde alcanza la vista.

El clima predominante es de sabana tropical, caracterizado como semi-húmedo. El clima es ardiente, con temperatura media anual que oscila entre los 21 a 30 °C, en algunos casos alcanza temperaturas máximas extremas de 41 °C, la precipitación pluvial varía, la mínima es de unos 800 mm y la máxima alcanza los 2000 mm, caracterizándose por una buena distribución durante todo el año, la estación seca es de noviembre a abril.

Su gente se dedica a las labores agrícolas y comerciales. Su economía la dinamiza el pujante comercio centrado en las hortalizas y producción agropecuaria.

Llegar a Sébaco es sentirse animado a saborear su rica gastronomía que podrá disfrutar en variados y atractivos expendios de alimentos a lo largo de la carretera panamericana desde el km 97 hasta la salida a Estelí o la salida a Matagalpa. Usted degustaré el tradicional gallo pinto, nacatamal, chancho con yuca, marol o indio viejo, tacos de semilla de hueynacaztli, cabeza de chancho en pozol, vigorón, frito de cabeza de cerdo, chanfaina, chicharrones, tortitas de semillas de ayote y guanacaste, sopas de: cuajada, gallina, res y mondongo y por supuesto la infaltable güirila con cuajada y crema de leche acompañada de su respectiva sopa de frijoles. Podrá acompañar estos alimentos con una deliciosa bebida de pozol con leche, tiste, cacao con leche o chicha de maíz y si prefiere beber la famosa cususa que es un licor del campo fabricado en las comunidades de Carreta Quebrada, Almirante, Chagüitillo y Río Nuevo. No pueden faltar en el postre los uulces entre los que se destacan el almíbar de flor de espadilla, besos, bienmesabe, cajeta de frijol o anté de frijol, cusnaca y melcochas.

Al entrar a la ciudad no se puede dejar de visitar el antiguo templo de Sébaco viejo dedicado a Nuestra Señora de la Asunción, patrona olvidada del pueblo, este templo se ubica en el antigio asiento que la población ocupó desde 1833 al sureste de la ciudad, es uno de los más antiguos templos coloniales del país, declarado monumento histórico nacional por la Asamblea Nacional en los años 90's. Es un templo sencillo con una inconfundible influencia del arte barroco latinoamericano.

Hacia el sur, en el Barrio San Jerónimo se encuentra el templo dedicado a la Immaculada Concepción de María, con un frontis de tipo neo californiano, con puerta en arco, flanqueada con dos nichos en relieve y con la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción en la parte superior.

Hacia el noreste, sobre otra loma se encuentra el templo santuario de la Divina Misericordia, ubicado en un lugar especial desde donde se puede observar gran parte del extenso valle de Sébaco. Este templo es de estilo misional texano y es visitado principalmente en el segundo domingo de pascua cuando llegan miles de personas para celebrar la fiesta de la Divina Misericordia.

También encontrará tres museos, el primero en el Barrio San Juan, es el "Museo arqueológico y de historia Cihuatl Coatl", el otro museo es el museo arqueológico de Chagüitillo, en este mismo sector usted podrá visitar el museo natural arqueológico "Quebrada de Arranca Barba", es un sitio donde encontrará en medio de la naturaleza petroglifos que nos evocan un santuario precolombino, su principal figura es un calendario lunar.

Tampoco puede dejar de conocer el famoso tamarindo de oro, un árbol gigante con más de 500 años de edad, considerado el árbol más antiguo de Nicaragua, y en el mismo lugar podrá conocer la Piedra de la mocuana.

El Cerro La Cruz es una nueva alternativa, una iniciativa que ha logrado revivir el ecosistema en esa zona. Aquí podrá caminar entre especies de árboles y plantas comunes del lugar subiendo hasta la cima del cerro de la Cruz donde fue colocada una cruz en le época colonial. Desde allí podrá apreciar en todo su esplendor el espectacular valle de Sébaco, la ciudad de Sébaco, poblaciones de Sébaco, Darío y San Isidro y las plantaciones de arroz y hortalizas. para descubrir nuevos lugares de nuestro país, aquí se puede hacer un recorrido hasta la cima desde donde se aprecia la ciudad y Valle de Sébaco, una excelente vista panorámica de las montañas que rodean la ciudad, así como los plantíos de arroz y hortalizas.

La mayoría de la población profesa la fe cristiana de las que gran parte pertenecen al cristianismo católico (65%), el resto vive su fe en las diferentes denominaciones cristianas protestantes y pentecostales. La población está dedicada a la Virgen de la Asunción, nombre que lleva el templo antiguo y con el que fue fundado Sébaco de la colina: "Nuevo Sébaco de la Asunción". Se celebra en el municipio la fiesta tradicional de Apóstol Santiago cada 25 de julio.

En la Constitución Política vigente de la República de Nicaragua se establecen derechos y obligaciones para los nicaragüenses, sin distingo de ninguna índole. Por lo tanto, se garantiza la existencia de los pueblos indígenas y la posesión de sus tierras comunales; así como la conservación y promoción de su identidad y cultura étnica propia.

En Sébaco existe una comunidad indígena que cuenta con Título Real que concediera el Rey de España en el siglo XVIII. Este Título Real es lo que legitima la propiedad del territorio donde viven, por lo tanto, lo conservan y resguardan con mucho celo.

Esta comunidad indígena es propietaria de tierras que abarcan el municipio de San Isidro, el municipio de Sébaco y parte del municipio de Ciudad Darío.

En la actualidad, cada año eligen a un Presidente de la comunidad indígena, mismo a quien asesora un Consejo de Ancianos, una instancia consultativa para la conducción de la vida del pueblo indígena. En el cabildo abierto se juramenta a sus miembros vitaliciamente. Es interesante que los miembros de esta comunidad indígena no mantuvieron los apellidos indígenas, como en algunas zonas del pacífico, y no tienen ningún legado cultural de sus ancestros. Se quedaron perdidos en el tiempo todos los elementos que les daba identidad, acogieron totalmente la cultura europea. Ni música, ni instrumentos, ni danzas, ni voces, ni apellidos, ni tradiciones, ni formas de construcción, ni comidas. El único legado es el Título real y las tierras por las que año con año se pelean y destruyen la paz de la ciudad de Sébaco.

Para ser miembro se debe cumplir con los requisitos siguientes:

Entre lo que demuestra su cultura e historia están los tótems resguardados en el templo católico de la ciudad y petroglifos que se encuentran en las quebradas de la villa de Chagüitillo, además de la presencia de restos de cerámica precolombina en diferentes lugares del valle.

La Carretera Panamericana pasa por el municipio.

En la actualidad en la zona urbana existen varios centros docentes que funcionan de lunes a viernes en los turnos matutino y vespertino; así como en cursos sabatinos y dominicales.



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