The Secret Life of Walter Mitty (La vida secreta de Walter Mitty en España, La increíble vida de Walter Mitty en Hispanoamérica) es la segunda adaptación cinematográfica del cuento The Secret Life of Walter Mitty publicado en 1939. Fue dirigida y protagonizada por Ben Stiller como Walter Mitty, y Kristen Wiig. Se estrenó en el Festival de Cine de Nueva York el 5 de octubre de 2013, después se estrenó en los Estados Unidos y en España el 25 de diciembre de 2013, y en Chile el 23 de enero de 2014. Recibió críticas mixtas de los críticos. Fue filmada en Los Ángeles, Nueva York, Islandia y Groenlandia.
Walter Mitty (Ben Stiller) trabaja en el departamento de negativos fotográficos de la revista Life. Sus días en la oficina son monótonos y algo aburridos, pero gracias a su imaginación se traslada a escenarios imaginarios, llenos de acción y heroísmo, alejados de su realidad mundana, siendo la única persona que alegra su rutina diaria es Cheryl Melhoff (Kristen Wiig), una mujer que ha comenzado recientemente a trabajar en la oficina.
Sin embargo un día a todos en la oficina les informan que la revista va a dejar de ser impresa, para convertirse en un medio en línea y está preparando su último número, mientras los despidos se convierten en algo habitual. La responsabilidad de la fotografía que irá en la portada final recae sobre Walter, quien debe entregar el negativo número 25 que el reconocido fotógrafo Sean O'Connell (Sean Penn) le había enviado por correo.
Sin embargo, los primeros 24 negativos llegan bien, pero el número 25 en particular no aparece en el paquete, por lo que Walter y su compañero Hernando empiezan a buscarlo por todas partes, además de tener que enfrentarse con el odioso mánager de transición corporativa Ted Hendricks (Adam Scott) quien está llevando a cabo un recorte de personal. Usando los otros negativos como pistas, Walter deduce que O'Connell se encuentra en Groenlandia, por lo que decide viajar a este lugar subiendo en el primer avión para ir a encontrarlo.
Allí, Walter va a un bar donde pregunta por O'Connell. El barman le explica que el fotógrafo ya se había ido en un barco, y que para encontrarlo va a necesitar tomar el helicóptero postal, cuyo piloto está borracho y cantando karaoke a pocos pasos. Walter decide no viajar con este dada la condición del piloto, pero se imagina a Cheryl cantando Space Oddity de David Bowie, retoma confianza y se decide a subirse al helicóptero.
Sobrevolando el barco, Walter malinterpreta las palabras del piloto pensando que tenía que saltar al agua, donde hay un bote para recogerlo, pero cae en aguas heladas e infestadas de tiburones. En últimas, logra subir a bordo, Walter al principio creyó que estaba soñando pero se dio cuenta de que todo eso había sido real. En el barco recuerdan a O'Connell, ofreciéndole incluso a Walter un poco del pastel que ha dejado, y en este descubre otra pista en el paquete el cual era un itinerario de fotografías.
Su viaje continúa hacia Islandia, donde Walter llega al puerto donde se encuentra la montaña de origen volcánico Kirkjufell y sigue el rastro de Sean por la isla, ya que este había ido a Islandia a fotografiar la erupción del volcán Eyjafjallajökull. Para llegar hasta el lugar, este decide intercambiar un regalo de cumpleaños que le dio su hermana mayor hace unos días por una Longboard que tenían unos niños locales y con la cual consigue llega hasta el lugar donde Sean se encontraba. Sin embargo, Walter solo alcanza a verlo despegar en un avión que se dirigía hacia la caldera del volcán. Ese mismo día después de ser rescatado por el dueño de un hotel con quien se había encontrado e inclusive le había advertido de no ir al lugar de la erupción del volcán lo deja en una pizzeria Papa John's y ahí contacta a Cheryl para informarle que perdió el rastro de Sean y le comenta sobre el siguiente lugar de destino de Sean con el itinerario de fotos. Sin embargo después de hablar con Cheryl, debe interrumpir la búsqueda tras recibir un mensaje de texto de Hernando (Adrián Martínez), el compañero de trabajo de Walter el cual le informa que debe regresar de inmediato a Nueva York.
Por su fracaso, el primero en toda su carrera en la revista, Hendricks inmediatamente lo despide y luego se deprime aún más cuando se entera de que Cheryl, que fue despedida dos días antes, parecía haberse reconciliado con su exmarido. Walter deja la patineta para Richard Melhoff, el hijo de Cheryl y regresa a su casa, completamente desanimado, una vez en casa de su madre (Shirley MacLaine) tira la billetera a la basura y para su sorpresa ella le comenta que conoció a O'Connell. También le dice que ya se lo había contado, pero que él no la escuchó dado que estaba soñando despierto.
Así, Walter encuentra una nueva pista decide seguir a Sean hasta Afganistán, ya que este se dirige ahora a los Himalayas, en donde Sean desea fotografiar a un raro leopardo de las nieves. Cuando finalmente lo encuentra, Walter le pregunta en donde esta negativo que falta. En eso O'Connell le explica que el mensaje era literal y que el negativo se encuentra en la billetera, sin embargo, como Walter la tiró al basurero, nunca supo que era el negativo perdido, en ese instante se aparece el leopardo de las nieves, pero Sean decide no fotografiarlo y en vez de eso elige ir a jugar fútbol con un grupo de campistas que se encontraban cerca de ahí, entonces Walter y Sean pasan todo el día jugando con los campistas. Luego de encontrarse con Sean y descubrir donde estaba el negativo número 25, Walter viaja a Los Ángeles, sin embargo es arrestado por la seguridad del aeropuerto y llama a la única persona que conoce en la ciudad, Todd Maher (Patton Oswalt), un representante de servicio al cliente de la página web eHarmony con quien ha mantenido contacto durante sus aventuras.
Walter regresa a su casa y ayuda a su madre a vender el piano, aunque con tristeza, pero su madre lo tranquiliza y que no es para que se sienta mal. Cuando reciben el cheque su madre le dice que lo guarde en su billetera, pero Walter le dice que ya no tiene su billetera. Sin embargo su madre le dice que ella siempre guarda sus cosas y le entrega la que Sean le envió que encontró en la basura el día que fue a visitarla. Feliz de que la billetera no se perdió busca la foto en el interior sin mirarla, después Walter la lleva a Life, donde regaña a Hendricks por tratar tan mal a la gente que ha hecho tan famosa a esta revista por tantos años.
Al día siguiente Walter empieza a actualizar su curriculum en su computadora para buscar un nuevo trabajo y mientras lo hace este encuentra un correo de Richard, el hijo de Cheryl, quien le da las gracias regalarle la Longboard que uso en Islandia y también le envía un video de este mismo haciendo un truco con ella. Posteriormente Walter se reúne con Cheryl cuando reciben su liquidación por despido y descubre que su exmarido solo estaba en su casa para reparar la nevera. Animados, ven la portada de Life en un kiosco que llegó esa mañana, con la portada que dice: "Life: ultima edición, dedicada a los trabajadores que la hicieron". El negativo número 25 resulta ser el mismo Walter sentado afuera del edificio Life, sosteniendo una hoja de negativos y esta examinándolos con atención para encontrar el que faltaba, con este pequeño gesto gentil de Sean, Walter y Cheryl siguen tomados de las manos su camino y Walter comenta que piensa volver al rato y comprar una revista.
programa de televisión
La cinta tuvo comentarios mixtos. El sitio Rotten Tomatoes le dio un 50% de respuestas positivas, basándose en las apreciaciones de 152 críticos, con un promedio de 6,1/10. El consenso hallado por el sitio es: "No le falta ambición, pero La vida secreta de Walter Mitty no cumple con sus grandes aspiraciones con suficiente sustancia como para agarrar al espectador." El sitio Metacritic le da a la cinta una aceptación similar, de 54/100, con base en el concepto de 37 críticos, señalando "reseñas regulares". Las audiencias mediadas por CinemaScore le dieron una B+.
Peter Debruge de la revista Variety le criticó a la cinta que no tuviera el humor satírico del original, comparándola con "un largometraje de la propaganda Just Do It" para la audiencia de mediana edad a la que la cinta se dirige. Debruge señala que el guion le resta importancia a la comedia, y que la escena inspirada en El curioso caso de Benjamin Button muestra que la cinta pudo ser más divertida.
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