El Córdoba Club de Fútbol es un club de fútbol de la ciudad de Córdoba, Andalucía, España. Fundado en 1951 como Club Deportivo San Álvaro, fue refundado en 1954 como Córdoba CF tras la desaparición del Real Córdoba, y desde entonces ha disputado nueve temporadas en la Primera División, la última en la 2014-2015. Actualmente juega en Segunda RFEF. Su equipo femenino juega en la Segunda División.
El antecesor directo del Córdoba Club de Fútbol fue el Real Club Deportivo Córdoba. Este club fue fundado en 1928 por la fusión de otros dos clubes cordobeses, el Real Córdoba Sporting Club y la Sociedad Deportiva Electromecánicas. Originalmente fue bautizado como Racing Fútbol de Córdoba, aunque en 1940, ante la normativa que prohibía el uso de anglicismos en los nombres propios, cambió su denominación a Club Deportivo Córdoba. Cuatro años más tarde recibió el título de Real. El Real Club Deportivo Córdoba se disolvió el 31 de julio de 1954 a causa de las deudas acumuladas. A lo largo de sus 26 años de historia jugó nueve temporadas en Segunda División y seis en Tercera. En 1928 se unieron ambos clubes y formaron el Racing Fútbol Club de Córdoba. Jerónimo Fernández fue su presidente. Vestía camiseta a franjas verticales blanquiverdes y pantalón azul; como segunda equipación utilizaba el color blanco. Jugaba en el Estadio América, terrenos del antiguo cuartel de Artillería de Córdoba. Participó en las temporadas y categorías siguientes: 1928-29 (Local), 1929-30 (Provincial), 1930-31 (Regional), 1931-32 (Tercera), 1932-33 (Tercera), 1933-34 (Regional), 1934-35 (Regional), 1935-36 (Regional). Esta última temporada ascendió a Tercera División, pero no pudo disfrutarla por el paréntesis sufrido por la Guerra Civil; al terminar la contienda, en la temporada 1939-40, participó directamente en Segunda División.
Ante la prohibición de llevar nombres extranjeros en 1940, el club se adapta a la normativa y cambia el suyo por Club Deportivo Córdoba. Participó en las temporadas y categorías siguientes: 1940-41 (Segunda División), 1941-42 (Regional), 1942-43 (Regional) y 1943-44 (Tercera División). Continuó con esta denominación jugando en el Estadio América.
En 1944 vuelve a cambiar el nombre, y esta vez lo hace por el de Real Club Deportivo Córdoba, a propuesta de su presidente, José Ramón de la Lastra y Hoces, de ideología monárquica, quien consiguió la concesión por los organismos oficiales pertinentes. Continuó con los mismos colores e incorporó la corona real a su escudo. Jugó en el Estadio del Arcángel, propiedad de su presidente, desde 1945, año de su inauguración. Participó en las temporadas y categorías siguientes: 1944-45 (Tercera División), 1945-46 (Segunda División), 1946-47 (Segunda División), 1947-48 (Segunda División), 1948-49 (Tercera División), 1949-50 (Segunda División), 1950-51 (Segunda División), 1951-52 (Segunda División), 1952-53 (Segunda División) y 1953-54 (Tercera División).
Después de una historia de 26 temporadas (8 en Regional, 6 en Tercera y 9 en Segunda) con sus cambios de nombre, el primer equipo de la ciudad se disolvió en una asamblea extraordinaria convocada para tal fin, el 31 de julio de 1954. Los motivos fueron la acumulación de deudas.
Otro equipo de la ciudad, el Club Deportivo San Álvaro (fundado en 1951), que también militaba en tercera división, desaparecería en el año 1954 y el recién creado Córdoba CF ocuparía sus deberes y derechos al quedarse con su plaza en la categoría.
A inicios de los años 40, se fundó el Club Deportivo Córdoba, que junto al San Álvaro, serían el germen del Córdoba Club de Fútbol en 1954. En la temporada 53-54, dichos dos clubes cordobeses militaban en Tercera División: el Club Deportivo San Álvaro acababa de ascender de Regional y el Real Club Deportivo Córdoba de descender de Segunda División. La coincidencia en la misma categoría de ambos clubes, animó las tertulias futbolísticas, sobre todo la de la calle de la Plata donde se ubicaba la sede social del equipo blanquiverde.
Desde el caluroso verano del 54 (concretamente el 6 de agosto de ese año) un nuevo club comenzó su vida deportiva, el Córdoba Club de Fútbol. El proceso de unión del CD San Álvaro y el Real CD Córdoba, tuvo lugar mediante la adquisición de los derechos federativos del club decano de la capital, tras una serie de contratiempos económicos y deportivos del Deportivo.
El primer Presidente del recién fundado Córdoba CF fue Enrique Puga, más tarde delegado provincial de la Federación Andaluza de Fútbol. Se designó como entrenador al malagueño Arcadio Martínez, que había destacado al frente de varias plantillas de clubes andaluces. Este trajo a varios jugadores de Málaga, como el portero Milanés, el centrocampista Botana y los delanteros Espinoso y Martínez-Invernón. A estos se unieron jugadores cordobeses del CD San Álvaro como Manolín Jiménez, Mariscal, Joaquín, José María... La plantilla se compuso de 19 jugadores.
La temporada 54-55 se dividió en dos fases de competición: en la primera el nuevo Córdoba CF finalizó cuarto, lo que le obligó a jugar la fase de permanencia donde alcanzó el séptimo puesto, con siete victorias.
La temporada 1955-56 fue todo un éxito bajo la presidencia de Alfonso Cruz Conde. Se puso en marcha la "Operación 10.000 socios ", a la que respondió fenomenalmente la ciudad y se cumplieron los objetivos marcados. Con una directiva de prestigio, con un joven entrenador como Pepe Juncosa que debutaba en fútbol profesional y unos fichajes acertados, al fin el Córdoba pudo alcanzar la segunda categoría del fútbol español. Era el 22 de abril de 1956.
La alineación base de esa triunfal temporada fue la formada por: Sánchez-Rojas; Navarro, José Luis, Alfaro; Luisito, Mújica; Gelo, Quintín, Araujo, Hermida y Fustero. El máximo goleador fue Uribarren con 29 goles y eso que solo jugó en 3 envites de la fase de promoción (frente al Iliturgi y Bastetano, logró batir por 4 ocasiones a cada portero rival).
La temporada 56-57 fue mucho más placentera de lo que en un principio se imaginó en la entidad.
El ocho de diciembre de ese año 1956 se sumó a la junta directiva don Rafael Campanero Guzmán, que hasta ese momento se dedicaba a seleccionar jugadores juveniles para el equipo.
Después de un verano de amistosos variados (entre ellos un partido homenaje a Matías Prats ante un Villa del Río reforzado) por fin el Córdoba se estrena en el campeonato ante el Eldense a domicilio. La goleada sufrida (4-0) será vengada convenientemente en el encuentro de la segunda vuelta (8-1).
Fue aquel un año espectacular en lo que a registro anotador se refiere. Los blanquiverdes anotaron 96 tantos en 38 encuentros. A dos goles y medio por partido. Más que ninguno de los otros diecinueve equipos.
De entre un elenco de buenísimos atacantes destacó sobremanera el veterano Araujo, que coló 27 dianas.
No es de extrañar que los de Juncosa -uno de los mejores entrenadores de la historia del Córdoba- acabaran a un paso de dar el salto a primera. Concluyeron el campeonato cuartos, con 43 puntos, los mismos que el Murcia (tercero), a dos del Hércules (segundo) y a cuatro del Granada (campeón del grupo).
La trayectoria de aquel grupo fue de menos a más. Comenzó la temporada de forma dubitativa, pero su gran rendimiento como local (en El Arcángel no perdió ni un partido) le hizo ir progresando en la clasificación hasta ese cuarto puesto final.
La alineación base de aquella temporada era la formada por Sánchez rojas en la portería; navarro, José Luis y Alfaro en la defensa; Trujillo y Luisito en el centro del campo y Espina, Méndez, Araujo, Paz y Toñín en ataque.
Como curiosidad de esa 56-57, el Real Madrid campeón de Europa visitó Córdoba el 8 de diciembre y el conjunto de Juncosa le plantó cara. Perdieron únicamente 4-5. También fue la primera vez que al Córdoba le sancionaron por lanzamiento de objetos al campo. La federación prohibió el 10 de enero -a consecuencia de lo sucedido en un duelo ante el Castellón- que durante dos partidos se vendieran almohadillas en el Arcángel.
Ese mismo año se creó una sección efímera, la del Córdoba de balonmano, cuyo masajista era el mítico Litri -quien fuera encargado del museo e institución en la entidad.-
La campaña 57-58 no fue tan agradable. Si movida había sido -en lo que a despachos se refiere- la anterior, ésta no le iba a ir a la zaga. José Barrena, José Luis Fernández de Castillejo y Alfonso Cruz Conde se sucedieron en la presidencia mientras que Juncosa, Roque Olsen (que era entrenador-jugador) y Diego Lozano Rodríguez fueron los inquilinos del banquillo.
La alineación base aquella campaña era la formada por Sánchez rojas o Vicente en la portería; Navarro, Ortolá y Alfaro en defensa; Buendía y Artime en el centro del campo y Espina, Olsen, Torres, Méndez y Domingo en ataque.
Cayó un registro histórico. El 30 de marzo de 1958, casi tres años después, el equipo blanquiverde volvía a perder en casa. Ante el Real Betis (0-2). El primer traspié como local en Segunda.
El comienzo de los sesenta resultó singularmente histórico. Único. Incomparable. La 60-61 supuso el retorno de Alfonso Cruz-Conde a los despachos como presidente, aunque apenas duró hasta el diez de marzo, cuando fue suplido por José Salinas González, padre de quien también fuera luego presidente del club José Miguel Salinas. Tampoco terminó la temporada el técnico que la comenzó, Álvaro Pérez, a quien reemplazó -también a mediados de marzo- Roque Olsen, que ya por fin había conseguido aprobar su examen a entrenador nacional.
Esa 60-61 tampoco fue especialmente brillante, pero sentó las bases del éxito que llegó en la siguiente. En liga el conjunto blanquiverde osciló en la zona templada de la clasificación durante todo el campeonato, aunque en los últimos meses una buena racha le hiciera soñar con otras cotas. En copa, después de eliminar al San Sebastián, el sorteo deparó que tenían que medirse al Racing. Los de Olsen ganaron 3-0 en Córdoba y perdieron 4-1 en Santander. Como pasó dos campañas antes en aquella promoción de ascenso ante la real, se tuvo que recurrir a un encuentro de desempate en el Bernabéu. Ya se sabía de antemano que el ganador tendría el honor de cruzarse en la siguiente fase con el Real Madrid, pero una vez más la suerte fue esquiva y después de una prórroga intensísima la balanza cayó del lado de los cántabros (2-1).
El once tipo de aquella 60-61 era el formado por Benegas en la portería; Simonet, Martínez, Oliva y Navarro en defensa; Costa y Artime en el centro del campo y Homar, Juanín, Vila, Paz y Fuentes en ataque.
Ese año el Atlético Cordobés dejó de ser filial cordobesista, aunque siguió teniendo una estrecha relación con la casa blanquiverde en lo que se refiere a compra de derechos de futbolistas.
A finales de agosto llegó el internacional marroquí Mohamed Selam Riaji, que luego marcaría una época en el club.
En esa temporada 60-61 se estableció un nuevo récord. El Córdoba disputó el partido más largo de su historia. Comenzó un sábado y terminó un domingo a mediodía. Era el 24 de septiembre y El Arcángel debía acoger un duelo ante el San Fernando. Como coincidía la fecha con una corrida en la plaza de Los Califas la directiva decidió que el encuentro se disputara a las once de la noche. Ganaba el córdoba 3-0 y a falta de quince minutos para el final se fue la luz, así que el árbitro, un aragonés llamado Vera, decidió que el choque -como si fuera un partido de tenis- siguiera al día siguiente. Así se hizo y el resultado no se movió.
Así llegamos a la inolvidable 61-62. Un ejercicio inolvidable para todo aficionado a esta entidad. El Córdoba logró por vez primera en su historia ascender a la élite y lo hizo de una manera brillante. Roque Olsen dispuso una plantilla llena de forasteros -únicamente Bernardo Palacios aparecía de manera aislada en las convocatorias- que acabó siendo recitada de carrerilla por los aficionados.
El presidente, José Salinas, contó con una junta corta y operativa que colaboró con una gestión brillante al tremendo éxito.
Ya desde el inicio del verano las sensaciones eran buenísimas. Tanto que Olsen comentó en una entrevista al Diario Córdoba que "tengo fe en mi trabajo y espero recibir resultado a mi ilusión. Hay capacidad y calidad para abordar la lucha por el ascenso".
Así fue. Porque el Córdoba se colocó ya en la cuarta jornada líder después de golear 5-0 al Cartagena y a partir de la novena no perdió ese cetro en ningún momento. Su gran rival en la lucha por subir fue el Málaga, que tenía un equipo potentísimo. El mano a mano no se decidió hasta la última jornada, porque aunque los de Olsen tenían dos puntos de ventaja sobre los albiazules, el golaverage les era adverso, por lo que era imprescindible sumar al menos un punto en ese postrero encuentro en Huelva ante el Recreativo.
Conscientes del momento histórico que vivía su club de fútbol, Córdoba se volcó para ese primero de abril de 1962. Tal era la demanda de localidades y de plazas para acompañar a los blanquiverdes que se destinaron tres trenes para la marea de seguidores ansiosos por estar presentes en el feudo Colombino. También fueron muchos los que optaron por ir en autocar o coches.
El campo onubense -lleno como nunca antes en su historia según las crónicas- se rindió al gran juego visitante. Según la crónica de la prensa "el éxito fue rotundo, apoteósico, nuestro equipo representativo, en una de sus más brillantes actuaciones, saldó la deuda que tenía contraída con su perseverante hinchada. En Huelva, donde el fútbol español dio los primeros pasos, recibió el Córdoba su alternativa".
La fiesta se prolongó durante días. El mismo uno de abril las caravanas de coches acompañando al equipo en su vuelta desde Huelva llegaban hasta la villa de La Carlota. Por decenas de miles se contaban los cordobeses que jalearon la gesta por las calles mientras los futbolistas eran recibidos por el alcalde Cruz Conde, el presidente de la Diputación Cabello de Alba y el gobernador civil Mateu de Ros.
La alineación base de aquella temporada permanece indeleble en la memoria de los buenos aficionados cordobesistas casi cincuenta años después. El once lo formaban: Benegas en la portería; Simonet, Martínez Oliva y Navarro en defensa; Martínez y Costa en el centro del campo y Riaji, Juanín, Miralles, Paz y Homar en el ataque.
1962 supuso el comienzo de su época dorada. De ocho años prácticamente ininterrumpidos en los que El Arcángel se sintió feudo de primera por derecho propio. Allí fueron tuteados los grandes, porque si por algo se caracterizó aquel gran Córdoba fue por su fútbol lejos de complejos.
La primera de esas temporadas, la 62-63 fue muy digna. El presidente del club era José Salinas y el entrenador seguía siendo el gran Roque Olsen (dejó su puesto al acabar la temporada). 9.841 personas formaban el capital social de la entidad y el once tipo de aquella campaña era el formado por Benegas en la portería; Simonet, Mingorance y Navarro en defensa; Martínez y Costa en el centro del campo y Vázquez, Juanín, Miralles, Paz y Homar en ataque.
Esa campaña el defensor Mingorance se convirtió en el primer jugador del Córdoba en defender a la selección española. Fue en un encuentro en el Bernabéu ante Escocia. No tuvo mucha suerte porque la roja perdió 2-6 y él fue cambiado al descanso.
Finalmente los blanquiverdes acabaron en el duodécimo puesto y en copa eliminaron al Cádiz en dieciseisavos, pero claudicaron ante el Atlético en octavos.
Muy duro fue el final de la 63-64. Por encima de lo deportivo, el accidente de un autobús de línea el 26 de abril de 1964 tiñó de luto el año y la década. Era la última jornada y la ciudad se había volcado para apoyar a su equipo en el decisivo partido para salvar la categoría ante el Levante. Casi todos los aficionados estaban ya dentro del campo. Faltaba un último transporte público de Aucorsa, el señalado con la matrícula MA-21929. Este se detuvo en la Cruz del Rastro para que se apeara una mujer. Quedaban dentro once pasajeros, el cobrador y el conductor. Cuando este último trato de enderezar el rumbo del vehículo la dirección no le respondió y tomó el pretil del río hasta caer en las aguas del Guadalquivir. Únicamente salvaron la vida el cobrador y un viajero. Nueve cordobeses y dos cordobesas perecieron.
La noticia, lógicamente, causó un gran revuelo en el estadio. Se abrieron las puertas de El arcángel mientras la megafonía avisaba a los familiares presentes. A los funerales por las víctimas asistió el mismísimo Príncipe Juan Carlos (fue su primer viaje a Córdoba). Aquel funesto encuentro acabó 4-0 para los blanquiverdes, que salvaron la categoría de una manera más gris que otra cosa.
En 1964 el córdoba iba a protagonizar la mejor campaña de su historia. En aquel equipo que entrenaba Ignacio Eizaguirre coincidieron varios jugadores en su nivel futbolístico óptimo, una afición y un estadio que se creyeron desde el principio indestructibles con un presidente, José Salinas, que tuvo paciencia y mano izquierda.
Gracias a todos estos factores, el conjunto blanquiverde acabó quinto en primera división. Únicamente por detrás de Real Madrid, Atlético, Zaragoza y Valencia y por encima de Barcelona, Athletic, Sevilla, Español, Betis... todo salió rodado de inicio a fin.
La clave del éxito estuvo, como ya hemos comentado, en la fortaleza del conjunto de Eizaguirre como locales. En El Arcángel apenas se escaparon tres puntos (empataron Atlético, Murcia y Las Palmas a cero) y apenas encajaron en su fortín dos goles (ante Español y Zaragoza) en sendos choques que acabaron con victoria cordobesista. Un registro que casi cincuenta años después sigue sin ser igualado en España.
En esa temporada se estrenó en la portería del Córdoba un arquero que marcaría época en la liga española, Miguel Reina. Tan buen campeonato hicieron los cordobesistas que al finalizarlo dos de sus mejores jugadores-Tejada y Mingorance- acabaron firmando por Real Madrid y Español respectivamente. También dejó la entidad el técnico Eizaguirre, que recaló en el Sevilla, siendo suplido por el coruñés Eduardo Toba.
Aquella histórica alineación, la que mejor ha rendido jamás vistiendo los colores de este club, era la formada por: Reina en la portería; Simonet, Mingorance y López en defensa; Martí y Ricardo Costa en el centro del campo y Luis Costa, Juanín, Miralles, Tejada y Cabrera en ataque.
La siguiente campaña no fue ni la mitad de buena que la anterior. Pesaron los múltiples cambios en la plantilla y el cuerpo técnico. Primero por los muchos futbolistas que se marcharon y segundo porque algunos de los fichajes no cuajaron como se esperaba. El presidente Salinas también dejó su puesto, que fue adoptado por el gerente Rafael Morón. El joven portero Reina seguía rindiendo de una manera espectacular y, por eso, fichó por el Barcelona.
Esa campaña (65-66) se produjo el controvertido y singular fichaje de Alvarito. Se trataba de un futbolista asturiano que procedía del modesto Shelbourne irlandés. Duró poco. Después de las críticas exageradas de la afición de El arcángel tras el partido de presentación desapareció hasta mediados de septiembre.
Otra incorporación sorprendente fue la de José Ravelo que, aunque había nacido en Tenerife, era internacional por Venezuela.
En esa 65-66 acabó el conjunto blanquiverde en el puesto once de la máxima categoría y en copa del rey después de superar al Lleida cayeron ante el Zaragoza en octavos (0-2 y 4-1 perdieron en la ida y en la vuelta).
La campaña 66-67 fue la primera de Rafael Morón como presidente del conjunto cordobesista y quiso unir esfuerzos mediante lo que se conoció como "operación blanquiverde". Su desafío a la ciudad consiguió que se alcanzaran los 6500 socios (2400 más que la temporada anterior).
En lo deportivo, si en la 64-65 el Córdoba tocó su techo en liga, en esta 66-67 alcanzó su cota más alta en copa del rey. En dieciseisavos de final eliminó al Atlético Ceuta (remontó un 4-2 adverso a domicilio venciendo en El Arcángel 5-0). En octavos la víctima fue el Europa del barrio de Gracia barcelonés (1-1 en la ida y 4-0 en la vuelta). El duelo de cuartos exigió un encuentro de desempate en Madrid después de sendos 1-1 en la ida y la vuelta.
Así, el 18 de junio de 1967 el Córdoba disputó por vez primera (y última) en su historia unas semifinales de copa. El rival era el conjunto que más disfruta en esta competición, el Athletic club de Bilbao. En la ida, la actuación parcial de un árbitro valenciano llamado Birigay propició la victoria de los vascos 0-1 y que se produjeran graves incidentes al final del duelo. Con la eliminatoria casi resuelta, en San Mamés los rojiblancos volvieron a imponerse (2-0) y dejaron en un sueño el reto de la expedición cordobesista.
En liga, la 66-67 resultó discreta. acabó el Córdoba en el puesto doce a las órdenes de Marcel Domingo y con un once base formado por García; Simonet, Navarro y López; Martí y Costa; Luis Costa, Juanín, Riera, Alfonso y Jara.
La siguiente campaña, la 67-68, fue especialmente dramática para el Córdoba. Más allá de lo deportivo, el fallecimiento en accidente de tráfico de uno de los jugadores más emblemáticos de la entidad, Ricardo Costa afectó mucho a la institución.
La permanencia en la élite resultaba cada vez más complicada y, así, al finalizar la temporada en el puesto trece, los cordobesistas se vieron obligados a disputar la promoción ante el Calvo Sotelo de Puertollano. El 3-0 de la ida en El Arcángel dejó casi resuelta una eliminatoria que una semana después terminó con otra victoria blanquiverde (1-3).
A las órdenes de Marcel Domingo primero y de Argila después, el once base fue el formado por García; Simonet, Navarro y López; Martí y Rodri; Luis Costa, Juanín, Arana, Riera y Muñoz.
El Córdoba iba a deparar en la 68-69 el primer gran disgusto a su hinchada al descender por vez primera de categoría. Se alinearon para que esto se produjera varios factores determinantes: una plaga de lesiones a lo largo de toda la temporada, un plan de rejuvenecimiento que no dio los frutos esperados y cierta inestabilidad interna condujeron al desastre final.
El presidente aquel año fue otra vez Rafael Morón y por el banquillo desfilaron Fernando Argila, Juanito Vázquez (nada más que por un encuentro) y el mítico Kubala.
Ese año Jaén y Crispi fueron preseleccionados para acudir con el equipo olímpico español a México y se sumó a filas al club blanquiverde el gran Francisco Calzado Ferrer -Litri- que, con los años se convirtió en toda una institución en el conjunto del Arenal.
En Copa del Rey el paso del conjunto blanquiverde fue efímero. En la primera ronda que disputó, los dieciseisavos, cayó eliminado por el Valencia (2-0) en la ida en Mestalla que hizo estéril el 2-1 de la vuelta en Córdoba).
Llegamos a la 69-70. A principios de ese año deportivo iba a dejar la presidencia del Córdoba Rafael Morón para que la ocupara Rafael Campanero, quien dijo en su investidura que "lo que en otros momentos hubiera sido un alto honor para mí es además en los actuales de crisis una indeclinable obligación".
El objetivo marcado desde el inicio de esa campaña era lógicamente el retorno a la élite y finalmente el equipo quedó cerca de lograrlo al acabar quinto.
En el banquillo se sentó Ignacio Eizaguirre y lo hizo con buen pie inicialmente, puesto que ostentó el liderato su equipo durante las dos primeras semanas, pero posteriormente se desinfló.
El once tipo de esa 69-70 era el compuesto por Molina en el arco; Ponce, Rodri y Verdugo en defensa; Jaén y Torres en el centro del campo y Álvarez, Juanín, Carrascosa, Diego y Jara en ataque.
Antes de que comenzara el campeonato el mítico Simonet anunció su marcha y después de la misma lo hizo otro histórico como Juanín.
En la temporada 70-71 el Córdoba le regaló a esta ciudad su última alegría de oro. Esa campaña fue la última vez que el conjunto blanquiverde ascendió a Primera. El presidente de aquella gesta fue el gran Rafael Campanero, que confeccionó una plantilla muy joven, de canteranos con muchísima hambre de gloria. El presupuesto era uno de los cuatro más bajos de la categoría.
El técnico del equipo era un clásico como Juncosa, quien se apoyó en el regreso de otro no menos experimentado como Mingorance. El zaguero aportó aplomo en los momentos más difíciles.
El once base de aquella 70-71 era el formado por Molina en la portería; López Prieto, Mingorance y Verdugo en defensa; Rodri y Torres en el centro del campo con Rojas, Rivera, Cruz Carrascosa, Manolín Cuesta y Totó en ataque.
El Córdoba se aprovechó para subir de la ampliación programada para la máxima categoría. Se aseguró quedar entre los cuatro primeros después de derrotar en la penúltima jornada al Hércules 2-1. Marcaron en ese encuentro Rivera y Manolín Cuesta quien, por cierto, acabó como máximo anotador de la categoría con 18 tantos.
Esa temporada tanto Cuesta como Verdugo, Crispi y Varo fueron llamados por el seleccionador olímpico Santamaría para varios compromisos internacionales. También lo fue el carismático masajista Litri.
Los festejos del ascenso, por cierto, estuvieron a la altura del logro. Hubo fuegos artificiales, recibimiento de una ciudad volcada con sus jugadores (unas 10 000 personas colapsaron La Victoria). Así, el 13 de junio Rafael Campanero dijo unas palabras que quedarán para la historia: "la ciudad no debe permanecer indiferente si es que de verdad desea fútbol de Primera división". Tristemente, aquello fue el canto del cisne del Córdoba Club de Fútbol.
Llegamos a la 71-72. La última en la historia del Córdoba en Primera hasta el momento. No se puede decir que muriera sin honor aquella última hornada de gladiadores de oro. Bajaron de forma matemática a falta de dos jornadas para el final luego de perder 4-2 en Valencia. En la jornada siguiente, ya descendidos, le quitaron la liga al Barça gracias a un gol de Fermín tras un penalti cometido sobre Manolín Cuesta. Por cierto, el último encuentro del Córdoba en la élite fue en Granada, un 14 de mayo del 72. Perdieron 1-0.
En el banquillo se sentó el brasileño Vavá y en el palco siguió Rafael Campanero por aclamación popular (él había amagado con renunciar a su cargo).
El once tipo de esa 71-72 era el compuesto por Molina en el arco; López, Rodri y Cepas en defensa; Tejada y Alarcón en el centro del campo y Escalante, Fermín, Cruz Carrascosa, Manolín Cuesta y Rojas en ataque.
No era titular en esa plantilla, pero sí dispuso de muchos minutos cedido por el Real Madrid Vicente del Bosque, quien 30 años después conduciría a España al mayor éxito deportivo de su historia ganando un mundial.
Cuando visitó el Real Madrid El Arcángel el 26 de septiembre del 71, los compañeros de Juan Verdugo le cedieron la capitanía al otrora futbolista blanquiverde. Por cierto, en ese encuentro se mostraron por vez primeras tarjetas. La blanca era equivalente a la actual amarilla y el primero en verla fue el capitán blanquiverde Torres.
La 72-73 suponía el retorno a la categoría de Plata. Una vuelta que no sentó demasiado bien a la institución blanquiverde. El objetivo estaba claro: ascender cuanto antes, pero los mimbres no respondieron como se esperaba y el equipo se mantuvo durante toda la campaña en el puesto trece. Afortunadamente, el encuentro de ida en El Arcángel ante el Girona del 10 de junio del 73 fue una fiesta y el hat-trick de Manolín Cuesta dejó el partido de vuelta en el Ampurdán en una anécdota (perdieron los cordobesistas 3-2).
El técnico brasileño Vavá acabó siendo despedido por los resultados y su lugar lo ocupó el zamorano Joseíto.
El once habitual de esa temporada fue el compuesto por Molina en la portería; López, Piñel, Rodri y Cepas en defensa; Escalante, Tejada y Alarcón en el centro del campo y Manolín Cuesta, Cruz Carrascosa y Jiménez en ataque. La presidencia la seguía ostentando Rafael Campanero.
En la todavía Copa del Generalísimo el Córdoba duró bien poco, porque en su eliminatoria ante el Ourense fue goleado en tierras gallegas 3-0, por lo que de nada sirvió el 3-1 de la vuelta en Córdoba (el único partido que, por cierto, dirigió Gonzalo Uceda, que fue técnico de transición).
Así llegamos a la 73-74. y a otra decepción. La plantilla estaba hecha una vez más para ocupar puestos altos, con fichajes como el gran Onega y Dominichi más los ya contrastados Molina o Manolín Cuesta. Pero la inestabilidad en el banquillo se notó. Fueron entrenadores esa campaña García Verdugo, Ángel Moreno, el propio Vavá y Gonzalo Uceda.
Tal fue el desajuste que, al repetir en la decimotercera plaza, tuvieron que disputar promoción y esta vez no fue tan sencillo mantenerse. En la ida los goles de Cruz Carrascosa, Manolín Cuesta y Escalante parecían suficientes para viajar a Almería con garantías sobradas tras el 3-1 final. Pero el rival llegó a ponerse 3-0 en su feudo y durante siete angustiosos minutos el Córdoba estuvo virtualmente en Tercera. Afortunadamente marcaron Manolín Cuesta y Cruz Carrascosa de nuevo y salvaron la papeleta.
El once base de esa temporada era el formado por Molina en la portería; Manolo, Dominichi, Aguilera y Salas en defensa; Escalante, Onega y Alarcón en el centro del campo y Martínez, Manolín Cuesta y Cruz Carrascosa en ataque.
Sin duda, la mejor noticia del año fue el fichaje del gran Daniel Onega, procedente de River Plate y uno de los mejores futbolistas que ha vestido la blanquiverde. El fantasma, tal era su apodo, llegó a ser máximo goleador de la Libertadores en el 66 y fue internacional con la selección argentina.
Esa campaña se produjo la despedida de Manolín Cuesta, que fichó por el Español. Se iría una vez que el Córdoba no tuviera nada en liza. Curiosamente, la afición le tributó una gran ovación antes del partido ante el Cádiz de la jornada 36, que le podía haber dado la salvación matemática a los blanquiverdes... pero el Córdoba perdió 0-2 y Cuesta tuvo que seguir jugando hasta la final promoción. También Cruz Carrascosa se marcharía al final de la temporada por tres millones de pesetas al Salamanca.
Unos se iban y otro llegó. El gran doctor Manuel Guillén del Castillo, que todavía colabora con el club, se incorporaba al Córdoba como preparador físico.
En Copa, para terminar, esa temporada el Córdoba eliminó al Ceuta en la tercera eliminatoria (4-2, 1-1) para caer ignominiosamente ante el Tenerife, toda vez que los insulares remontaron con un 4-0 el 3-0 de la ida en el Arcángel.
La 74-75 se puede considerar como una campaña muy positiva. Seguían los blanquiverdes en Segunda, pero este año se quedaron muy cerca de recuperar su puesto en primera. Los blanquiverdes fueron entrenados por Vavá y presididos primero por Campanero, luego por José Torronteras y por último por Ricardo Mifsut.
El equipo base de esa 74-75 era el formado por Molina en la portería; Poyoyo, Marín, Varo y Salas en defensa; Urbano, Dominichi y Ónega en el centro del campo y Martínez, Burguete y Rivero en ataque.
Una magnífica primera vuelta aupó al equipo al liderato varias veces, incluso llegó primero al ecuador del campeonato. Sin embargo, un partido clave en marzo ante el Cádiz (1-2) fue el primer detonante de una descomposición interna.
Al final de la temporada, el cuarto puesto -por detrás de Oviedo, Racing y Sevilla- supo a poco. Como a quedarse con la miel en los labios. Fue la vez que más cerca ha estado el Córdoba de retornar a primera.
Llegamos a la 75-56. La plantilla de esa temporada estaba hecha una vez más para ocupar puestos altos y lo cierto es que el ambiente invitaba a soñar con ello, teniendo en cuenta que casi se llegaron a los 10 000 abonados.
Acabaron la liga octavos, pero hasta la antepenúltima jornada no pudieron certificar de forma matemática su continuidad en la categoría de plata.
Se disputó el primer trofeo ciudad de córdoba con un gran cartel: Vitoria de Setúbal y Boca Juniors acompañaron a los blanquiverdes, quienes se alzaron con la copa al vencer a los argentinos 4-2 y empatar a cero con los lusos.
Esa 75-76 quien de verdad estuvo bien fue el equipo juvenil, que llegó a cuartos de final de la Copa de España tras eliminar incluso al Atlético de Madrid. Sorprendentemente, fueron eliminados en esa ronda por el Murcia.
La 76-77 fue otra campaña decepcionante. Se acababa de crear la Segunda b y, por eso, apenas descendían cuatro equipos directamente de Segunda -en las campañas anteriores hasta ocho debían disputar una promoción-. Esta circunstancia unida al relativo cercano recuerdo de la élite hizo que el objetivo marcado por la directiva de Mifsut fuese el ascenso. El equipo base de esa 76-77 era el formado por Molina en la portería; Pablo, Marín, Varo y Salas en defensa; Corcuera, Urbano y Ónega en el centro del campo con Calero, Burguete y Lezcano arriba.
Supuso este ejercicio el último como cordobesistas de dos jugadores que marcaron época: el arquero Molina y el centrocampista Ónega dejaban el club y muchos buenos recuerdos a los seguidores de El Arcángel.
El técnico de aquella temporada fue Ignacio Eizaguirre, aunque en abril dimitió y su puesto lo tuvo que ocupar el secretario técnico Lasa.
El goleador Mariano Mansilla se iba cedido esa temporada al Real Unión de Irún, donde cumpliría su servicio militar.
En liga quedaron al final decimoquintos y en Copa eliminaron al Xerez y al Calvo Sotelo para sucumbir ante el Celta. De haber eliminado a los vigueses se hubiesen medido al Barcelona.La 77-78 fue peor. El Córdoba acabó bajando a la recién creada Segunda B por vez primera en su historia.
Por segunda campaña consecutiva, el equipo fue incapaz de sumar un triunfo a domicilio, con la salvedad de que esta vez apenas lograron ocho victorias como locales.
El once base lo formaban Vallespir en la portería; Estella, Varo, Marín y Cobo en defensa; Carlos, Perico Campos y Delgado en el centro del campo con Calero, Mansilla y Martín Roales en ataque.
El presidente Mifsut no terminó la temporada, siendo suplido por Joaquín Bernier, que era el hombre de confianza del odontólogo José María Romeo Moya. Tampoco terminó el entrenador que empezó la campaña, Juan María Lasa. Su puesto sería ocupado por Ben Barek en octubre, pero el marroquí no fue capaz de sacar al equipo de la zona de castigo.
El descenso tuvo lugar el 14 de mayo, en la última jornada en La Coruña, donde perdieron 6-1. El amateur -filial entonces- por el contrario ascendió por esas mismas fechas a tercera con los Claus, de la Cruz o Pedrito... la directiva tuviera que renunciar a la plaza por falta de presupuesto.
Fue la primera temporada con vallas en El Arcángel, obedeciendo a la nueva reglamentación vigente.
En Copa, al menos, pasaron tres rondas. Eliminaron sucesivamente a Compostela, Bilbao Athletic y Rayo Cantabria antes de sucumbir ante el Cádiz.
La 78-79 supuso el estreno en segunda b, una categoría tristemente familiar durante demasiados años.
Hasta la última jornada de liga estuvo el equipo luchando por la permanencia, y ésta se tuvo que lograr con un empate ante el modesto Ibiza, rival de aquella tarde de verano. Al menos, con la victoria en Xátiva 1-2 rompió aquella plantilla una racha de más de tres años sin ganar como visitante.
El equipo base de esa 78-79 era el formado por Luna en la portería, Rafaelín, Rivas, Delgado y Carbó en defensa; Alors, Álvarez y Escalante en el centro del campo y Carlos, Burguete y Cuesta como atacantes.
El presidente fue José María Romeo Moya y el técnico que comenzó la temporada fue Ramón Miralles, suplido en enero por Manuel Guillén del Castillo, que formó un tándem con Rodri, que llevaba al juvenil.
El Córdoba acabó decimoséptimo a un único punto del descenso a Tercera. En Copa eliminó al Valdepeñas y al Granada antes de caer ante el Sevilla en los dos encuentros (1-2 y 5-2).
La 79-80 estuvo marcada por la nueva normativa que obligaba a alinear a dos futbolistas menores de veinte años en Segunda, Segunda b y Tercera. Dentro de lo que cabe, la buena cantera cordobesista respondió bien y los jóvenes habituales López Colodrero y Doblas cumplieron a la perfección.
Se entiende así el séptimo puesto final en la tabla, sin sufrir los apuros clasificatorios de la anterior. También se notó la firme mano del nuevo técnico José María Negrillo, quien fuera mano derecha de míster látigo -Mark Merkel- en el Sevilla.
El once base lo formaban González como portero, Monzón, de la Cruz, Rivas y Álvarez en defensa; Doblas, Delgado y Escalante en el centro del campo y López, Lucas y García en ataque.
El presidente del equipo seguía siendo José María Romeo, pero quien no siguió fue Litri, el mítico masajista, que se fue con billete de ida y vuelta al Levante junto a Martínez, Varo, Jaén y Paco Rojas.
Esa temporada fue la que supuso el final de los partidos televisados los domingos. Se pasaron a los sábados.
Por cierto, los dos últimos partidos de la temporada los jugó el Córdoba como local en el Benito Villamarín y en el Sánchez Pizjuan al estar clausurado El Arcángel tras recibir una pedrada el colegiado que pitó el partido ante el Eldense.
En la 80-81 el Córdoba logró regresar una vez más a la división de Plata. Lo hizo de una forma brillante siendo segundo en su grupo por detrás del poderoso Mallorca. El once base de aquella campaña era el formado por Luna; Monzón, Campos, Gallego, de la Cruz; Álvarez, Pérez, Manolín Cuesta; López, Robles y Munárriz. El técnico era el conocido Cayetano Re.
La gesta se concretó el 3 de mayo de 1981 en Ibiza, merced a un empate a uno (gol de Robles). En Copa del Rey, la trayectoria fue menos brillante, toda vez que quedó eliminado el conjunto blanquiverde en primera ronda por el San Fernando, que igualó el 2-1 de la ida y fue más certero desde el punto de penalti.
La 81-82 resultó caótica institucionalmente. Hasta cuatro técnicos se sentaron en el banquillo de El Arcángel (Cayetano Re, Escalante, Pachín -que no llegó a sentarse en el banquillo al padecer una depresión- y Rajkov). Sin embargo, el balance no fue malo toda vez que los blanquiverdes salvaron la categoría cuando aún restaban tres partidos para el final, quedando en un cómodo decimotercer lugar.
El once base de aquella campaña era el formado por Luna; López II, Campos, de la Cruz, Vinuesa; Monzón, Álvarez, Cuesta; López II, Charles y Munárriz.
Para olvidar resultó la siguiente temporada 82-83. El Córdoba fue colista durante casi toda la liga en Segunda y, por eso, acabó sucumbiendo al pozo de la Segunda División B. La división de Plata quedó en el olvido durante dieciséis largos años.
Los entrenadores de esa campaña fueron Rajkov y Uceda. El descenso se consumó luego de un 4-0 en Palencia el 17 de abril de 1983.
El once base era el formado por Luna; Vinuesa, Monzón, Campos, Juan Carlos; Urbano, Varela, López; Marcelo, Charles y Robles.
En la 83-84 el Córdoba vive el peor momento de su historia cuando termina decimonoveno en su grupo de Segunda B con ocho victorias y muy descolgado, bajando a Tercera por primera y última vez. Duró poco la pesadilla. En la 84-85 acabó subcampeón de su grupo y en la Promoción de ascenso eliminó al C.D. Mestalla: derrota por 1-0 en Valencia y victoria 2-0 en casa; y en la Final al C.D. Valdepeñas: 4-1 en casa y 0-1 en la ciudad manchega. La ciudad se echó a la calle para festejar ese logro.
Con este ascenso empieza un ciclo de catorce temporadas consecutivas en Segunda División B, convirtiéndose en un clásico en la de Bronce.
En la temporada 90/91 fue tercero en Liga, pero en la liguilla por el ascenso quedó último sumando únicamente dos empates. Fue superado por el Racing de Santander, el Cartagena y el Getafe.
En 1993 se afrontó la construcción de un nuevo estadio, el "Nuevo Arcángel", dotado de pistas de atletismo y capacidad para 15.000 espectadores, el cual fue inaugurado el 7 de noviembre con un partido de Liga contra el Recreativo de Huelva. La larga distancia que separa las gradas del terreno de juego, falta de visibilidad y cierta capacidad, harán que desde 2002 y ante las quejas recibidas por los aficionados, se inicie una gran y radical remodelación para acercar las gradas, además de aumentar la capacidad del recinto en su aforo a 25.100 espectadores.
En la campaña 94-95 el Córdoba termina primero del grupo IV de Segunda B, pero en la Promoción se queda a un punto del Sestao (también jugaron en esa liguilla el Castellón y el C.D. Mensajero).
Un año después (95-96) el Córdoba acaba cuarto, pero la tercera oportunidad también la desperdicia, ahora superado por el Levante.
En la campaña 96/97 se conquistó un nuevo título de Liga de Segunda B, pero en la Liguilla se produjo una nueva decepción al ser superado por el Elche por diferencia de goles en la liguilla por el ascenso. En el Martínez Valero precisamente, la afición blanquiverde protagonizó el mayor desplazamiento de la historia de la categoría (15.000 seguidores cordobesistas se dieron cita en el estadio ilicitano).
El ansiado ascenso a Segunda División A llegó cuando menos parecía posible. Después de una temporada complicada el final de la 98-99 resultó glorioso. Tras ser tercero en su grupo (se clasificó para el play-off después de un choque ante el Plasencia) el Córdoba de Pepe Escalante (el presidente era Manuel Oviedo) superó de una manera épica al Cartagena en la liguilla por el ascenso. Ambos conjuntos llegaron a las dos últimas jornadas jugándose todas las opciones, toda vez que Racing de Ferrol y Cultural Leonesa ya se habían quedado sin opciones. A los departamentales les bastaba sumar un punto, pero el 2-0 de El Arcángel y después el inolvidable 1-2 de Cartagonova (goles de falta de Óscar Ventaja y Ramos) hicieron que Córdoba disfrutara en Las Tendillas el 30 de junio de 1999 con un entusiasmo inédito.
El regreso a la Segunda División A fue vivido con gran entusiasmo por parte de la afición cordobesista, deseosa de ver jugar a su equipo en esta categoría casi veinte años después. El 2 de julio de 2000 se logra la transformación de la entidad en Sociedad Anónima Deportiva y en aquella época se llega a superar la cifra de los 10 000 abonados. Los dos primeros años tras el retorno fueron bastante positivos, logrando en la 99-00 una holgada salvación (12º) y en la 00-01 incluso llegando a ocupar el liderato de la categoría durante varias jornadas -imposible de olvidar aquel choque en el Calderón al que el Córdoba llegó en lo más alto de la clasificación y contó con el apoyo de casi 5000 personas-. Sin embargo, a pesar de su buen rendimiento, Pepe Escalante fue despedido y durante los siguientes años no encontró el club blanquiverde un técnico que sacara partido de las inversiones realizadas.
En la 2001-2002 Ortuondo, que ascendió al equipo a Segunda B en 1985, fracasó con un proyecto de cantera y su sucesor, Pepe Murcia logró llevar al equipo a cuartos de final de Copa del Rey (fue eliminado por el Figueres 0-2, 0-0). Sin embargo, finalmente ocupó la decimocuarta plaza en Liga.
Un año más tarde la historia dio el primer aviso al Córdoba y tras otra errática campaña el equipo finalmente entrenado por Castro Santos tuvo que evitar el descenso en la última campaña ante el Getafe en el Coliseum empatando a uno (marcó Montenegro). Aún más apurada fue la salvación en la 2003-2004. Un gol de Nico Olivera en Leganés libró al Córdoba de bajar condenando.
La suerte se acabó el 12 de junio de 2005. El 3-4 ante el Valladolid provocó el descenso a Segunda B, a pesar del denodado esfuerzo del grupo capitaneado por los denominados "Héroes Blanquiverdes" -futbolistas que creyeron durante la segunda vuelta en la salvación a pesar de estar el conjunto casi sentenciado- entre los que se encontraban jugadores tan queridos como Pablo Villa, Alessandro Pierini o Cristian Álvarez.
La pretemporada del Córdoba CF estuvo marcada por la amenaza de descenso administrativo de varios equipos presentes en la Segunda División de España, esto dio esperanzas al Córdoba de conseguir por vía administrativa lo que no pudo conseguir en el terreno de juego, mantenerse en la Segunda División de España. Sin embargo, todos los equipos amenazados consiguieron eludir el descenso y el Córdoba pues milita esta temporada en la Segunda división B española grupo IV. Una vez digerido que el Córdoba había descendido a Segunda división B española se encaró la nueva temporada que se avecinaba con mucho optimismo, el gran presupuesto (comparado con el resto de equipos de la categoría) y que provenía de Segunda División de España invitaban a ello, sin embargo tras un comienzo algo dubitativo el equipo cogió una mala racha que lo llevó a puestos de descenso directo a Tercera División de España. Se despidió al entrenador Quique Hernández y el recurrente José Tomás Escalante se hizo cargo de nuevo del Córdoba. Con el cambio de entrenador el equipo fue mejorando a lo largo de prácticamente toda la segunda vuelta hasta el punto de que a falta de dos jornadas todavía tenía opciones de alcanzar el cuarto puesto que le daba derecho a disputar la fase de ascenso, sin embargo en esta penúltima jornada y tras ir ganando dos cero en el campo de Almansa el Córdoba recibió dos goles en el tiempo de descuento que le hicieron despedirse de sus posibilidades de ascenso lo cual se traduce en que el Córdoba militará una vez más en la división de bronce del fútbol español.
El Córdoba CF ha vivido una profunda remodelación en su estructura deportiva y gubernamental. Poco antes del comienzo de la temporada, el copropietario de la entidad cordobesista, Rafael Gómez Sánchez, cedió el control del club en solitario a José Romero, Presidente del Grupo Prasa y uno de los copropietarios del Córdoba CF, SAD. Romero nombró a D. Rafael Campanero Guzmán como Presidente del Córdoba CF. La cúpula directiva cordobesista cambió casi al completo, con la formación de un Consejo de Administración con más de 9 miembros, el ascenso de Rafael A. Rojas Peinado a la Dirección General, tras pasar por la gerencia y la jefatura de prensa durante los dos años anteriores, y el fichaje para la dirección de la Secretaría Técnica de Emilio Vega Arias, exjugador del Córdoba CF en la década de los 90 y que ahora ejercía la labor de Secretario Técnico en el CD Linares. Otro exjugador del Córdoba de la década de los 90, Antonio Peláez, fue fichado también por el Córdoba por su gran labor durante su carrera deportiva.
El Córdoba CF fichó a jugadores importantes de la división de plata como Guzmán, Pineda, Daniel Bilbao, Antonio o Diego Reyes, y a jóvenes valores de la Segunda División B, como Arteaga, Aurelio, Cheli Princesa, e incluso Asen, pichichi del Grupo IV en Segunda B la temporada 2005-06. Un equipo que hizo las delicias de sus aficionados, que no vieron perder a su equipo en casa durante toda la primera vuelta, tras firmar 9 encuentros consecutivos con victoria. Al parón invernal, el Córdoba CF llegó como 2º clasificado, empatado a 33 puntos con el Sevilla Atlético. Durante gran parte de la segunda vuelta el equipo caminó con pie firme hacia las eliminatorias de ascenso manteniendo el liderato y manejando distancias considerables con el quinto clasificado. Sin embargo, un final de temporada marcada por la lesión del máximo goleador del equipo Javi Moreno hizo descender al Córdoba hasta la cuarta plaza. En las últimas jornadas incluso se temió el quedar fuera de las eliminatorias de ascenso, pero el Cartagena falló en la penúltima jornada y aseguró la estancia del Córdoba en las eliminatorias de ascenso. Tras clasificarse en cuarto lugar del grupo IV, el Córdoba quedó encuadrado en el grupo A de las eliminatorias de la fase de ascenso, formado por Pontevedra (1º grupo I), Huesca (2º Grupo III), Palencia (3º Grupo II) y Córdoba (4º Grupo IV). En el primer partido disputado en el Arcángel el 3 de Junio entre el Córdoba y el Pontevedra no hubo goles, cabe destacar la reaparición de Javi Flores y Arteaga que jugaron la segunda parte recuperados de sendas lesiones y la expulsión del delantero del Pontevedra, Igor, que no jugaría la vuelta. El día 10 de junio se jugó la vuelta en el estadio municipal de Pasarón, donde el equipo pontevedrés salió más enchufado al encuentro y se encontró con un gol en propia puerta de Dani. Posteriormente Yuri estableció el 2-0. No obstante el Córdoba no perdió la esperanza y lejos de amilanarse empezó a estirarse y comenzaron las ocasiones, materializadas en dos goles de Asen en sendos remates de cabeza el primero en una gran combinación entre Esteban y Guzmán y posterior y centro, y el segundo desviando un remate de Pierini a la salida de un córner botado por Arteaga. Llegó el descanso y la preocupación inicial se tornó en optimismo tras el equilibrio en el marcador. En la segunda parte el Pontevedra salió más animado con la necesidad de marcar al menos un gol más, pero la defensa cordobesista y Valle en última instancia frustraron las ocasiones granates. El Córdoba pudo marcar algún gol más en alguna contra pero no hubo fortuna de cara a la portería. Sufriendo se llegó hasta el final, pero la igualada satisfacía los intereses cordobesistas, el Córdoba pasó a la siguiente ronda de la eliminatoria de ascenso.
El 17 de junio se disputó el partido de ida de la segunda eliminatoria por el ascenso a segunda contra el Huesca, vencedor de la eliminatoria contra el CF Palencia. El Arcángel mostraba un lleno absoluto, incluso se dispuso una grada supletoria en el fondo norte (en obras) para habilitar 2400 plazas más. Todo hacía esperar una gran fiesta del fútbol amenizada por varios artistas cordobeses cantando el himno del cincuentenario a coro con el resto del público cordobesista antes de la inicialización del partido. El Córdoba salió muy enchufado al partido y nada más comenzar Pierini cabeceó a la red un saque de esquina hábilmente templado al área por Arteaga. El Córdoba siguió apretando durante algunos minutos de la primera parte pero empezó a ceder terreno ante una SD Huesca perplejo por el gran ambiente del feudo cordobesista. El Huesca empezaba a tratar bien la pelota y a intentar estirarse pero se mostraba inoperante en ataque ante la solidez de la zaga blanquiverde. Por el contrario el Córdoba esperaba agazapado su oportunidad al contragolpe, con el paso de los minutos la defensa adelantada del Huesca sufría más y más para contener a los raudos puntas cordobesistas y esta situación desencadenó el 2-0 de los pies que de Guzmán que tras un gran cabalgata de unos 30 metros batió al guardameta visitante con un sutil toque de balón evitando su salida, llorando rebasó el esférico la línea de gol de la meta del Huesca. Muy bien se ponían las cosas a la parroquia blanquiverde que durante los últimos minutos del partido se veía en segunda.
El 24 de junio en el Alcoraz se disputó el encuentro de vuelta de esta eliminatoria. La nada denostable cifra de 1000 aficionados blanquiverdes se desplazó hasta el estadio del Huesca para animar al Córdoba creando una gran mancha blanquiverde entre la afición oscense. El Huesca salió más metido en el partido, con afán de remontar la eliminatoria y a balón parado creaba mucho peligro. Fue así, a la salida de un córner cuando el jugador azulgrana Juanjo Camacho cabeceó a gol y puso el 1-0 en el marcador. Las dudas comenzaban de nuevo entre los aficionados blanquiverdes, pero el Córdoba que no quería verse sorprendido por un segundo gol se estiró para intentar la igualada y de nuevo a partir de un córner un remate fue desviado con la mano por el jugador Joaquín Sorribas derivando en penalti y expulsión. El penalti fue transformado por Dani devolviendo la tranquilidad a los intereses cordobesistas. Con el empate en el marcador y un jugador menos el partido parecía visto para sentencia sin embargo el Huesca no parecía tirar la toalla y seguían intentándolo ya sin tanta claridad. Una vez hizo mella el cansancio en el equipo azulgrana, el Córdoba pudo matar el partido sin fortuna e incluso se permitió el lujo de errar un penalti bien detenido por el portero oscense.
El día 25 de junio tuvo lugar en la plaza de las Tendillas el recibimiento a los que fueron llamados héroes del ascenso, a esta celebración se sumaron más de cien mil cordobeses que salieron a la calle a homenajear a sus jugadores. Con una gran fiesta de luz y sonido, la plaza de las Tendillas fueron subiendo uno a uno los jugadores, cada uno con un cántico y se repetía por toda la ciudad. El capitán Pierini y Javi Moreno subieron al caballo que corona la plaza ayudados por una grúa.
La nueva temporada comienza con la nueva campaña de abonos bajo la consigna "Síguelo" que pretende conseguir los 10 000 abonados. En el capítulo de fichajes, tras la polémica marcha de José Tomás Escalante, es el ex internacional absoluto Francisco Jémez "Paco" quién se hizo cargo de las riendas del club como nuevo entrenador del primer equipo hasta su destitución el 31 de marzo, siendo sustituido por el técnico gaditano José González, nombrado entrenador el 1 de abril para el resto de la temporada y con opción a la renovación para la siguiente en caso de conseguir la permanencia en 2ª División. Y efectivamente en la jornada 42 en Anoeta frente a la Real Sociedad, el Córdoba consiguió la permanencia con un empate a 1. El equipo andaluz sufrió incluido al terminar el encuentro, ya que dependía del resultado del Cádiz CF, el cual falló un penalti en el descuento y bajó de categoría salvándose el conjunto cordobés. Los fichajes de la temporada fueron: Julio Iglesias procedente del Xerez CD; Acciari cedido por una temporada por el Real Murcia; Mario Gómez procedente del Elche CF; Cristian Álvarez procedente del Racing de Santander; Arthuro cedido por una temporada con opción de compra por el Deportivo Alavés; Pablo Ruiz cedido por el Sevilla FC, habiendo ascendido con el Real Murcia a 1.ª División en la temporada pasada; Ito que llega del Español por dos temporadas; Juanlu que procede del Real Betis/Osasuna cedido por una temporada y Katxorro procedente del Elche CF fichado por dos temporadas. Tuvo problemas para mantenerse pero lo consiguió finalmente, aunque no lo tuvo fácil, ya que hasta después de temporada, el Cádiz CF hizo peligrar la permanencia del Córdoba CF en un polémico Hércules CF - Cádiz CF en el que Abraham Paz falló un penalti en el descuento que hizo que el equipo amarillo descendiera de la categoría de plata. Finalmente se salvó in extremis y la temporada siguiente, la 2008-2009, pese a que no comenzó mal, acabó deshinchándose y fue destituido José González y le reemplazó Juan Luna Eslava el 9 de diciembre de 2008. La primera vuelta acabó en descenso, en el puesto 19, pero una magnífica segunda vuelta le dio la salvación matemática a falta de 2 jornadas para la conclusión de la temporada. El motivo, ganar 4-1 a la UD Las Palmas en el Nuevo Arcángel y el Alavés perdiendo en Balaidos por 2-1 ante el RCD Celta.
En la temporada 2011-2012, el club anuncia la vuelta de Paco Jémez al banquillo blanquiverde, haciendo que termine la liga en una 6ª posición, la cual le daba la posibilidad de jugar los play-offs de ascenso a la Primera División. Jugó la primera ronda contra el Real Valladolid C. F., sin embargo no consiguió pasar a la siguiente ronda debido al empate en la ida 0-0 en el Estadio Nuevo Arcángel y la derrota en la vuelta en el Estadio José Zorrilla por 3-0.
Tras la marcha de Jémez al Rayo Vallecano, es contratado Rafa Berges, el cual fuese entrenador del filial. Lo más destacable de su estancia en el banquillo fue la participación en la Copa del Rey, en la que eliminó a Elche C. F., C. E. Sabadell, Real Sociedad y cayó en octavos de final ante el F. C. Barcelona, que ganó 0-2 en El Arcángel, ante 21.822 espectadores (lleno absoluto) con Messi de bigoleador y 5-0 en la vuelta en el Camp Nou, donde estuvieron 3500 cordobesistas dando la nota de color. El club finaliza la temporada 2012-2013 en la 14ª posición con 54 puntos. Posición algo irreal ya que hasta la jornada 32 optaba al play-off de ascenso, siendo 7º con 47 puntos. Sin embargo, y con falta de 7 jornadas, el club decide destituir a Berges y contratar Esnáider como entrenador, aunque la situación no mejoraría. Una recta final desastrosa con 7 puntos de 30 posibles en los últimos 10 partidos le dejó sin opción alguna.
El 14 de abril el Club lanza la campaña #UnPasitoCCF basada en el concepto de la canción "Un pasito" del cantautor cordobés Rafa Bocero, con la idea de unir equipo y afición. Varias jornadas después se estrena el Spot audiovisual #UnPasitoCCF en el estadio Arcángel La influencia de esta campaña fue fundamental para lograr el ascenso a Primera División.
Comenzó ganando la mayoría de los partidos, pero cosechando más 9 derrotas consecutivas, destituyeron a Pablo Villa y estuvo de interino durante un solo partido Luis Carrión, que también perdió. Al lunes siguiente contrataron al Chapi Ferrer, el cual empezó empatando 0-0 frente al Real Jaén Club de Fútbol, y tras dos derrotas consecutivas, empezó a ganar todos los encuentros, perdiendo tan solo dos partidos y empatando cuatro.
El día 7 de junio de la temporada 2013-2014, el club se logró clasificar para la fase de ascenso a Primera División, tras empatar en casa, contra el R. C. D. Mallorca en un histórico lleno en el estadio. Siendo el 7º clasificado, jugó la primera ronda del Play-off contra el Real Murcia, 3º clasificado, con el que empató 0-0 en la ida y venció 1-2 en la vuelta en la Nueva Condomina. En la última fase del Play-off se enfrentó a la U. D. Las Palmas, en dos partidos que definieron al tercer y último ascendido. Tras dos empates (0-0 en El Arcángel y 1-1 en el Estadio de Gran Canaria, con un gol de Uli Dávila en el último minuto del descuento), el Córdoba C. F. consiguió un ascenso histórico, retornando a Primera División 42 años después.
El 22 de junio de 2014 el club consigue el ansiado ascenso a primera división, después de 42 años vagando por la Segunda División, Segunda B y Tercera. El mismo día del empate 1-1 contra la U. D. Las Palmas, en la ciudad de Córdoba hubo una gran celebración, llevando a toda la afición cordobesa a las Tendillas. El día 23 de junio, el equipo fue recibido en la Estación de AVE pasando después por el estadio El Arcángel y la Plaza de las Tendillas.
El primer partido del Córdoba CF en la Liga BBVA, 42 años después, fue el 25 de agosto contra el Real Madrid en el estadio Bernabéu y asistieron más de 10 000 cordobesistas, perdiendo finalmente 2-0 con un gol de Karim Benzema en el minuto 29 y otro de Cristiano Ronaldo en el minuto 90, el Córdoba consiguió marcar un gol -hubiera supuesto el empate- por medio de Xisco en la portería del Madrid, que fue anulado. Después de otras 7 jornadas en las que al empatar 1-1 frente al Celta de Vigo, el Almería CF y el Getafe CF, 0-0 frente al Espanyol, y perder 1-3 frente al Sevilla FC, 3-0 frente al Valencia CF y 1-2 frente al Málaga CF, la presidencia destituyó al Chapi Ferrer por Miroslav Đukić, para intentar cambiar los malos resultados. Aunque en la Jornada 9 quedó 1-1 de nuevo contra la Real Sociedad, y en la jornada 10 perdió 4-2 en el Calderón contra el Atlético de Madrid, con 2 goles de Nabil Ghilas. Empató 0-0 frente al Deportivo de la Coruña, 2-2 frente al Elche CF, y perdió 0-2 frente Villarreal Club de Fútbol. En los dieciseisavos de la Copa del Rey, jugó contra el Granada CF, perdiendo 0-1, jugando con los jugadores suplentes. Sin embargo, en la 14 Jornada, contra el Athletic Club, marcó Nabil Ghilas en el minuto 23, dando su primera victoria en la Liga BBVA, 42 años después. En la Jornada 15 volvió a empatar frente a la UD Levante quedando 0-0. En la vuelta de los dieciseisavos en El Arcángel, quedó 1-1 frente al Granada CF, quedando eliminado de la Copa del Rey, desaprovechando un 1-0 a favor desde el minuto 6. En la Jornada 16, jugó perdió 5-0 frente el FC Barcelona. Tras las vacaciones de Navidad, en la Jornada 17, logró su primera victoria en casa por un 2-0 frente al Granada CF, seguido de otra victoria en la Jornada 18 en Vallecas frente al Rayo Vallecano, ganando por un 0-1. En la Jornada 19, en el Arcángel, empató 1-1 frente a la SD Eibar, metiendo Florin Andone a los 10 segundos, convirtiéndose en el cuarto gol más rápido en la historia de la Liga. Perdió en la Jornada 20 con un histórico 1-2 frente al Real Madrid CF, con un gol de Nabil Ghilas de penalti en el 3, y Karim Benzema en el 27 y Gareth Bale de penalti en el 89. En este partido fue expulsado Cristiano Ronaldo por una agresión. A partir de ahí todo fueron desgracias para el club; ya que cosechó 8 derrotas consecutivas y tras perder 2-0 en la Rosaleda frente al Málaga CF, Al mediodía del día siguiente, Đukić era destituido dado a no hacer ni un solo punto en la segunda vuelta, justo una vuelta después de la destitución del antiguo entrenador. El entrenador del filial, José Antonio Romero pasó a ser entrenador del primer equipo y Luís Carrión, entrenador adjunto del primer equipo, pasó a ser entrenador del filial, que hasta el momento colista de segunda división B. En las siete jornadas siguientes el Córdoba sólo fue capaz de lograr 2 puntos más frente al Villarreal CF y el Deportivo de La Coruña, quedándose con 20 puntos llegada la jornada 35. Finalmente, el Córdoba certificó su descenso en esa misma jornada tras caer goleado por (0-8) ante el FC Barcelona. Perdió las últimas tres jornadas por 0-2 frente al Granada CF, 1-2 frente al Rayo Vallecano de Paco Jémez en casa, y por un 0-3 frente al SD Eibar, despidiéndose de la Primera División.
El club ponía en marcha la campaña "¡Construyendo pasión!" para la temporada 2015-2016, y finalmente el club consiguió 15.776 abonados en tan solo un mes (Junio), es su récord de abonados en Segunda. Tras el nombramiento de José Luis Oltra como entrenador, 12 nuevos fichajes y una pretemporada con 3 victorias, 1 empate y 3 derrotas, el Córdoba volvía a empezar en la Liga Adelante frente al Real Valladolid Club de Fútbol ganando por 1-0 en casa, gracias a un gol de Fidel Chaves en el minuto 80. Dos derrotas consecutivas ante el Club Deportivo Leganés y el AD Alcorcón, provocaron dudas, aunque seguidamente consiguió una buena racha de 6 partidos consecutivos sin perder. Perdió su racha de victorias frente al Alavés como visitante por 3-2 con un gol encajado en el descuento del partido. Acabó el año en el segundo puesto y empatado con el primero.
Empezó el 2016 perdiendo 1-2 frente al Mirandés en la Jornada 19, aunque conseguiría un 3-1 y un 0-1 frente al Mallorca FC y la UD Almería. La segunda vuelta fue algo más irregular, ya que llegó a cosechar hasta 8 derrotas consecutivas en casa, pero a pesar de todo consiguió meterse en los puestos de play-off gracias al 1-1 en casa frente al Almería, en la última jornada, consagrándose en el 5º lugar de la clasificación. Ya en los play-off, en los que se enfrentó al Girona, consiguió ganar en la ida en casa 2-1, pero no pudo pasar por un 3-1 en la vuelta, despidiéndose del sueño de Primera.
En la temporada 2016-17, el equipo sufrió muchos cambios en la plantilla, destacando salidas importantes como las de Florin Andone, Xisco y Fidel. La temporada empieza con un triunfo por 1-0 ante el CD Tenerife, y se llegan a cosechar hasta tres victorias consecutivas ante el Levante UD, la AD Alcorcón y el Nástic, y también se consigue la clasificación para los dieciseisavos de la Copa del Rey ante el Cádiz CF por 1-2. Sin embargo, el equipo entra en una mala racha de hasta 8 partidos consecutivos sin ganar, costándole el puesto a José Luis Oltra. En su lugar fue nombrado entrenador Luis Carrión, técnico del equipo B. Tras su llegada, se consigue la clasificación para los octavos de la Copa tras ganar en el Arcángel 2-0 al Málaga CF, y vencer 3-4 en La Rosaleda. En Liga la situación cambia en los partidos como visitante, pero todavía sin poder ganar en casa. La racha se finaliza al ganar por 1-0 al AD Alcorcón, equipo que le eliminó en los octavos de la Copa. El Córdoba acaba la temporada con 55 puntos, en la 10º posición y a 8 puntos del play-off, habiéndose asegurado la salvación en la Jornada 41. Cabe destacar que el Córdoba no volvió a perder en el Arcángel desde aquella Jornada frente al Alcorcón. También es cierto que en todo 2017 solo ganó un partido fuera de casa, ante el Rayo Vallecano por 1-2 y en la Jornada 41.
En la campaña 2017-18, el equipo sufre mucho ya que, a mitad de temporada, estaba en descenso a 7 puntos de la permanencia. En el mercado de invierno, el club realiza un descomunal esfuerzo económico cambiando al entrenador por José Ramón Sandoval e incorporando a la plantilla a Aythami Artiles, Bruno Montelongo, Álex Quintanilla, Quim Araujo, Jesús Valentín, José Antonio Reyes, Eneko Jauregi y Juan José Narváez. Con esos mimbres, el equipo realiza una de las salvaciones más difíciles de la historia del fútbol, remontando 14 puntos en 14 jornadas, saliendo del descenso en la jornada 41 (siete meses después de haber entrado en el mismo) y sellando la permanencia en la LaLiga 123 con una victoria en el Nuevo Arcángel ante el Sporting de Gijón por 3-0 en la jornada 42.
A pesar de la milagrosa salvación en la temporada 2017-18, la situación del club quedó fuertemente hipotecada en cuanto a lo económico, llevando al equipo al descenso a Segunda B al término de la campaña 2018-19, en la que sólo consiguió siete victorias en todo el campeonato, recibiendo 79 goles por el camino.
El 7 de noviembre de 2019, el presidente Jesús León fue detenido en el curso de la operación Trapicheos siendo acusado de presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción y blanqueo de capitales.
Dos días después, el juez instructor nombró a Francisco Estepa y Francisco Javier Bernabéu como administradores judiciales del club, quedando inmediatamente cesado el Consejo de Administración al completo. Fue entonces cuando salió a la luz la enorme deuda que arrastraba el club: 10,1 millones de euros. La entidad, en convenio de acreedores desde 2012,Baréin, fue el único que depositó los tres millones de euros exigidos para acceder a la subasta y, por lo tanto, fueron los adjudicatarios de la misma. Unos días después, la Federación española – reacia a que un club evitara pagar sus deudas simplemente cambiando de SAD – pidió la recusación del juez Fuentes alegando que había perdido el enfoque y toda la imparcialidad, tras unas declaraciones del magistrado en las que abiertamente se confesaba "cordobés y cordobesista". Tras el acercamiento de posturas con Infinity, la Federación presentó un escrito para desistir de la recusación.
entró nuevamente en concurso el 18 de noviembre de 2019. Tras la petición de liquidación de la sociedad por parte de un acreedor por incumplir el concurso, el magistrado Antonio Fuentes Bujalance autorizó la subasta de la unidad productiva del club, es decir, el conjunto de jugadores, empleados y derechos federativos. El grupo inversor Infinity Capital, con sede enCon los jugadores de la plantilla sin haber cobrado sus nóminas de los tres últimos meses, el 1 de diciembre se abrió para ellos la posibilidad de denunciar al club, obteniendo con ello la carta de libertad y la opción de firmar por otros equipos,
razón por la cual el grupo Infinity instó al administrador concursal Francisco Estepa a que acelerara la venta de la unidad productiva del Córdoba, hecho que finalmente se produjo el 5 de diciembre. Siete días después, el nuevo propietario hizo efectivas las nóminas atrasadas a jugadores y trabajadores del club. Finalmente, dos resoluciones judiciales avalaron que la licencia para competir era transmisible ya que el Córdoba no se encontraba en fase de liquidación y el reglamento de la Federación Española niega esa transmisibilidad solo cuando el club está en fase de liquidación dentro de un concurso de acreedores.
El 16 de septiembre de 2020, el Córdoba CF fue inscrito por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF). De esta manera, y bajo la gestión de Unión Futbolística Cordobesa SAD, la entidad cordobesista seguirá compitiendo en todas sus categorías y secciones con el nombre de Córdoba CF, vistiendo de blanco y verde y defendiendo su escudo de siempre.
A pesar de haber permanecido sólo 9 temporadas en la máxima categoría del fútbol español, el Córdoba posee un récord difícil de batir, y es que en la temporada 1964-1965, el equipo blanquiverde tan sólo encajó 2 goles en los 15 partidos de Liga que disputó como local. El primero lo marcó Di Stéfano, que por entonces militaba en el RCD Español, mientras que el segundo, para más inri, fue obra de Ricardo Costa en propia puerta en el partido frente al Zaragoza. En aquella temporada, ningún equipo derrotó al Córdoba en el Arcángel. El Córdoba resultó esa temporada 5º en la clasificación pero no jugó competición europea ya que la Copa de Europa era para los campeones de liga y la Copa de Ferias la jugaban por aquel entonces solo equipos de ciudades en ferias.
Solo el Pontevedra CF pudo igualar en la temporada 1968-1969 la hazaña del Córdoba de encajar sólo 2 goles en casa en toda la liga.
Desde la temporada 2020-2021 los nuevos inversores del club, lograron el mayor contrato de un club de la categoría con la marca deportiva italiana Givova.
Desde la temporada 2019-2020 el Córdoba CF firma un contrato con la marca deportiva alemana Adidas para vestir las indumentarias del equipo, siguiendo el estilo tradicional, en la primera equipación, y renovando la segunda, la alternativa y la de portero.
Desde la temporada 2016-2017 el club vestía la marca Kappa.
Para la temporada 2014-2015, con motivo del 60° aniversario de la creación del club, se escogió mediante concurso entre los socios y aficionados blanquiverdes el diseño de las que serán las equipaciones de dicha temporada. Ante la negativa de Nike de elegir los diseños, el club se desvinculó de la firma estadounidense, estableciendo un contrato por tres temporadas con la marca deportiva Acerbis.
El Estadio de El Arcángel fue una iniciativa privada de José de la Lastra y Hoces, presidente del Real Club Deportivo Córdoba. En 1942, De la Lastra autorizó la construcción de un campo de fútbol en unos terrenos que su familia tenía en el Barrio de la Fuensanta. Aunque su nombre primero iba a ser Nuestra Señora de la Fuensanta, se escogió finalmente El Arcángel, en honor al Custodio de Córdoba. Su inauguración fue el día 8 de septiembre de 1945, en un partido entre Real Club Deportivo Córdoba y el Sevilla FC que terminó con victoria cordobesista por un gol a cero. En el año 1954 y tras el descenso del club a Tercera División, este se vio obligado a abandonar el estadio por no poder atender los compromisos adquiridos con el dueño del inmueble, debido a que la deuda ascendía a 800.000 pesetas, comenzando a jugar en el Estadio de San Eulogio, que luego quedaría pequeño al solamente tener capacidad máxima para 9.000 espectadores. Sin embargo la llegada de Antonio Cruz Conde hizo que se impulsara la municipalización del Estadio, acordándose la compra del Estadio con la madre de José de la Lastra y Hoces, que era por aquel entonces la propietaria del inmueble, sellándose el acuerdo el 4 de febrero de 1955, y siendo reinaugurado en un partido del Córdoba C.F. contra el Real Madrid, donde ganaron estos últimos por 6 a 12. Esta municipalización trajo consigo amplias reformas en el estadio como la implantación de luz, así como la construcción de unos graderíos mucho más amplios de los que contaba. Concretamente el 29 de agosto de 1958 se inauguraron las cuatro torretas de luz de 27 metros de altura. Formación del Córdoba C.F. en el Estadio El Arcángel. En la temporada 1962-63, se ampliaron considerablemente los graderíos alcanzándose los 24.750 espectadores (4.750 butacas de asiento en Tribuna y 20.000 de pie entre Goles y Preferencia); en el año 1971, se construyó la cubierta de la zona de tribuna y en el año 1981 se remodela la tribuna y se crea el foso del Estadio. Bajo la presidencia de José María Romeo Moya se negocia con el Ayuntamiento de Córdoba el alquiler durante 50 años del Estadio teniendo como contraprestación el pago por parte del club al Ayuntamiento de 1 peseta anual.
Después de derribar el antiguo estadio de "El Arcángel", situado a unos 500 metros de su ubicación actual, y donde el Córdoba Club de Fútbol jugó durante 39 años, incluidos sus 8 temporadas en Primera División, se construyó un nuevo estadio, con el mismo nombre oficial de "El Arcángel", en el año 1993. Contaba con pistas de atletismo, capacidad para 15.500 espectadores sentados y unas dimensiones del terreno de juego de 105x68 metros.
El 7 de noviembre de 1993 se disputó el primer partido oficial en el Nuevo Arcángel. Córdoba CF frente a Recreativo de Huelva, con un resultado de 4 a cero a favor de los locales. No obstante, la inauguración oficial se llevó a cabo el 8 de febrero de 1994 en un partido que disputaron FC Barcelona y Borussia de Dortmund, con un resultado de 3 a 0 favorable al equipo catalán.
En el 2005 comenzó una remodelación completa ya que las instalaciones eran insuficientes para una ciudad y un equipo con aspiraciones importantes en el fútbol. Además, la visibilidad era muy deficiente por la distancia entre terreno de juego y graderías. Al finalizar el año, se había terminado la nueva grada de preferencia, que tiene una capacidad de 8.726 espectadores en dos alturas. Esta grada se construyó con un edificio de oficinas de 8 plantas junto a ella, con el fin de poder construir las instalaciones mediante empresas privadas, que pudieran explotar las oficinas.
A partir de septiembre de 2007 comenzó la construcción del gol norte, que se estrenó en septiembre de 2008. A continuación, se levantará el otro fondo, y posteriormente se terminará el campo con la creación de la grada oeste, es decir, tribuna cubierta, de características similares a la ya existente preferencia, pero con un hotel anexo, que explotará la empresa que lo construya. Además, se finalizará el edificio de oficinas de la grada de preferencia (grada este), que se mantendrá en bruto hasta que se decida la compañía que la utilice durante los próximos 50 años.
Los datos sobre el nuevo estadio son muy escasos, y pocos saben con exactitud detalles sobre el futuro campo de fútbol. La nueva preferencia contemplaba la construcción de un edificio de oficinas anexo. Este edificio es la fachada visible de todo el lateral del campo. Actualmente se encuentra sin terminar, un edificio de 9 plantas totalmente en bruto, que explotará la empresa adjudicataria de la última fase del proyecto. A final de la temporada 2010-2011 empezaron a construir el fondo sur, quedando acabado, solo en su parte baja, con 3000 localidades de asiento. Quedando actualmente el aforo en 21.148 asientos a falta de fondo sur alto y de la nueva Tribuna.
La última fase contempla el paso más grande de todos, pues la empresa encargada, deberá demoler la actual tribuna, el paso más complicado de demolición, puesto que cuenta con dos niveles, voladizo, y todas las dependencias del club, que pasarán al fondo norte cuando este se finalice. En el exterior de la grada de tribuna, se encontrará un hotel. Además, esta misma empresa terminará y explotará el edificio de oficinas anexo a la preferencia. El voladizo que cubrirá la grada de tribuna, continuará hasta tapar parte de la calle, que será el acceso al hotel.
Todos los accesos del estadio se encontrarán en las cuatro esquinas del recinto, en puertas A, B, C y D. Ambos fondos contarán con un voladizo que cubrirá todas las localidades, porque el estadio al completo estará techado. El diseño del estadio es de estilo inglés, todo cerrado y con formas cuadradas. La grada baja será la única que tenga continuidad en los cuatro costados. Las gradas altas se cortarán en las esquinas del campo de fútbol. El proyecto, además contempla, como broche final, la mejora de los accesos, un cambio en la fisonomía de la zona de la autovía aledaña al campo, que permitirá el fácil paso de un lado a otro de la carretera. Al otro lado, se encontrará la ciudad del ocio. Finalmente, en la temporada 2014-2015 se abrió la grada alta de Fondo Sur, quedando el aforo en 21.614 asientos.
Se llenó completamente el aforo (asistieron 21.595 espectadores según datos de la LFP) en el partido disputado en el estadio entre el Córdoba CF y el Real Madrid, el cual acabó con un 1-2 , cuando el Córdoba C.F marca gol suele ir acompañado de un efecto musical durante 30 segundos.
El club cuenta desde la temporada 2008/09 con la popular mascota Koki, un caimán de color blanco y verde, que asiste y anima al equipo en todos los partidos en los que el equipo blanquiverde juega en El Arcángel.
El club contaba con un himno que se cambió en 1993 y duró hasta hace una década. En 2004, por el cincuentenario del club, el cantante, compositor y productor musical Manuel Ruiz "Queco" creó el actual himno en varias versiones, y este ha quedado como el oficial del equipo. Es muy popular entre toda la afición blanquiverde (y fuera de las fronteras locales incluso) y desde hace más de un lustro es cantado a capela en cada partido en Nuevo Arcángel cuando los equipos saltan al terreno de juego. Existen tres versiones: la solemne, la coral, cantada por varios cantantes y grupos cordobeses y una interpretada con un chelo utilizada para los minutos de silencio.
Letra:
sobre mi corazón te llevo Córdoba
y mi voz será siempre tu aliento
y el Arcángel nuestro reino Córdoba.
infinita pasión por mis colores
porque son mi señal de identidad
para bien o para mal
mi corazón siempre será
blanco y verde, blanco y verde, Córdoba,
blanco y verde, blanco y verde, Córdoba.
Días de gloria para soñar
por la Ribera mil banderas Córdoba
y tocar el cielo en las Tendillas
y sentir que mi alma grita Córdoba
Infinita pasión por mis colores
porque son mi señal de identidad
para bien o para mal
mi corazón siempre será
blanco y verde, blanco y verde, Córdoba,
blanco y verde, blanco y verde, Córdoba.
Jugar para ganar,
Ganar para sentir,
Sentir para luchar,
Luchar para vivir,
Vivir para soñar que mientras viva
iré contigo hasta el final
El equipo filial del Córdoba es el Córdoba Club de Fútbol "B", fundado en 1997. En la temporada 2014-2015 compite en Segunda División B por segunda vez en su historia, tras finalizar la campaña anterior en la 11.ª posición del grupo IV. Tras dos temporadas en el Grupo IV de la Segunda División B de España, el club andaluz descendió a la Tercera División de España, en concreto al Grupo X de Tercera.
En la temporada 2015-2016 en el Grupo X de Tercera terminó como claro campeón, destacado sobre sus rivales, como el equipo con más victorias y más goles marcados. En casa ganó 18 partidos y solamente empató 2. En el play-off de ascenso se enfrentó al Lorca Deportiva, con el cual perdió 1-2 en la ida en la única derrota de local en la temporada, eso sí, a la vuelta se tomó la venganza venciendo por un claro 0-3 con golazos de Esteve 2 y del juvenil Vera.
En la temporada 2016-2017 volvió a militar en el grupo IV de Segunda B, consiguiendo 48 puntos y terminando, como en su primera campaña en la categoría, en la 11ª posición. En la temporada 2017-2018 juega en el mismo grupo de la misma categoría.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Córdoba Club de Fútbol (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)