Estados Unidos
España
China (desde 1989)
Cuba
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (en ocasiones, 1984-1997)
La época del terrorismo en el Perú, conocida por el Estado del Perú como Guerra contra el terrorismo, Lucha contra el terrorismo, o Pacificación Nacional fue un periodo ocurrido entre 1980 y 2000 durante la escala armada de grupos subversivos establecidos en el centro y sur del país que buscaba destruir al Estado democrático e instaurar un Estado socialista. Esta época es considerada la más brutal de la historia peruana por el número de víctimas. Según la estimación de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, cerca de 70 000 personas habrían fallecido en el fuego cruzado entre los subversivos y las fuerzas del estado; la mayoría de estas víctimas fueron campesinos, personas humildes, mendigos; también fueron perseguidas minorías étnicas, religiosas y sexuales o personas de acuerdo a su condición social o económica. Un estudio de 2019 cuestionó las cifras de víctimas de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, estimando en cambio "un total de 48.000 asesinatos, sustancialmente inferior a la estimación de la CVR" y concluyendo que "el Estado peruano tiene una participación significativamente mayor que Sendero Luminoso". Tras la captura de los principales líderes terroristas (Abimael Guzmán, Víctor Polay Campos y Óscar Ramírez Durand), el accionar de los grupos subversivos se ha limitado al control de la zona del VRAEM en alianza con el narcotráfico, originando escaramuzas y atentados contra las fuerzas armadas y la policía, así como intentos de ingresar a la política a través de organizaciones como el «Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales.»
El Terrorismo en el Perú se encuentra dividido en periodos, los cuales son:
El conflicto se inició cuando el incipiente grupo terrorista Sendero Luminoso atacó e incendió unas urnas electorales en el poblado de Chuschi en las elecciones generales de 1980, posteriormente el Estado peruano declara en estado de emergencia en el departamento de Ayacucho poniéndolo bajo mando militar e iniciando una constante tensión entre la población; la posterior aparición del MRTA desencadenaría en todo el Perú un periodo de inestabilidad política que daría como respuesta una dura represión por parte de los gobiernos peruanos de turno. Desde el ámbito internacional países como España a pesar de su inestabilidad política mostró su apoyo al gobierno, el gobierno de los Estados Unidos mandaría apoyo táctico, Cuba y China, países de sistemas comunistas darían su respaldo condenando todo acto terrorista ante civiles sin importar la ideología que sea. Después de la caída de Alberto Fujimori en el país se instaura un gobierno provisorio liderado por Valentín Paniagua el cual crearía la Comisión de la Verdad y Reconciliación para investigar a las víctimas del terrorismo generalizado en el Perú. Y actualmente se encuentra en los Río Ene y en el Río Mantaro en el Vraem.
Los primeros brotes guerrilleros surgieron en el Perú en la primera mitad de los años 1960, durante el Reformismo Civil Moderado, cuando el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), grupo guerrillero fundado y liderado por Luis de la Puente Uceda, inició sus primeras guerrillas en contra del Estado peruano. Sin embargo, la gran mayoría de los miembros de dicho grupo guerrillero eran inexpertos, y todos sus miembros se encontraban en pésimo estado en medio de la selva peruana, motivo por el cual, sus integrantes fueron aniquilados con facilidad por la policía y las fuerzas armadas, muriendo en el acto su líder y fundador; y desapareciendo por completo a dicho grupo guerrillero. El MIR estuvo activo desde el 9 de mayo de 1962 hasta el 31 de diciembre de 1965. Algunos de sus integrantes que sobrevivieron se unieron a Sendero Luminoso y otros al MRTA.
Otro grupo guerrillero que también surgió paralelamente junto con el MIR fue el Ejército de Liberación Nacional (ELN), liderado por Juan Pablo Chang Navarro, y el cual estaba conformado por algunos ex miembros del MIR y otras personas que fueron reclutadas. Sin embargo, este grupo guerrillero correría con la misma suerte que el MIR, debido a que muchos de sus integrantes se contagiaron de leishmaniasis lo cual significó un gran obstáculo, y le dio gran facilidad al ejército de acabar con la gran mayoría de los miembros de este grupo terrorista. Este grupo terrorista recibió entrenamiento militar en Cuba, y estuvo vigente desde 1962 hasta 1965. Luego de su desarticulación, sus principales líderes huirían a Bolivia, donde lucharían al lado del Che Guevara en la Guerrilla de Ñancahuazú y en donde serían asesinados.
A fines de 1968, el general Juan Velasco Alvarado lideró un golpe de Estado contra el entonces presidente Fernando Belaúnde Terry que dio inicio al Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada. Velasco encabezó el gobierno militar y fue sucedido por el general Francisco Morales Bermúdez en 1975 luego de haber derrocado a Velasco tras un golpe de Estado (el llamado Tacnazo), quien convocó a elecciones en 1980.
En la última fase de la dictadura es que Sendero Luminoso se organizó como un grupo político maoísta en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga en la región de Ayacucho. El grupo era liderado por Abimael Guzmán, nacido en Arequipa y profesor comunista de filosofía de la Universidad San Cristóbal de Huamanga. Guzmán se había inspirado en la Revolución Cultural que había presenciado durante su visita a China. Los miembros de Sendero Luminoso entraron en conflicto con miembros de otros grupos políticos y pintaron grafiti exhortando a la "insurrección contra el Estado peruano".
En 1980, el gobierno militar peruano convocó a elecciones por primera vez luego de un periodo de once años. En este contexto, Sendero Luminoso era uno de los pocos grupos políticos de izquierda que declinaron tomar parte de este proceso electoral y, en su lugar, optaron por iniciar una guerra de guerrillas maoísta en las zonas altas que rodean Ayacucho. El 17 de mayo de 1980, en la víspera de los comicios, cometieron su primera acción armada al quemar ánforas electorales en el pueblo de Chuschi, en la provincia de Cangallo. Los perpetradores fueron rápidamente aprehendidos y se llevaron papeletas de votación adicionales para reemplazar las quemadas, por lo que las elecciones procedieron sin mayores incidentes y el acto recibió poca atención en la prensa peruana.
Sendero Luminoso optó por librar su guerra al estilo enseñado por Mao Zedong. Abrirían zonas de guerrilla en las cuales sus huestes puedan operar, echar fuera de estas zonas a las fuerzas estatales para crear zonas liberadas, luego usar estas zonas como apoyo a las nuevas zonas de guerrilla lograrían que el país entero se convirtiera en una gran "zona liberada". Sendero Luminoso también se adhirió a la directiva de Mao según la cual la guerra de guerrilla debía ser peleada fundamentalmente en el campo y gradualmente asfixiar a las ciudades. El 3 de diciembre de 1982, Sendero Luminoso formó oficialmente el "Ejército Guerrillero Popular", su brazo armado .
Las guerrillas peruanas se caracterizaban por tener una alta proporción de mujeres. En Sendero Luminoso, el 50% de los combatientes y el 40% de los comandantes eran mujeres.
Gradualmente, Sendero Luminoso realizó ataques más y más violentos a la Policía Nacional del Perú y el gobierno en Lima, lo cual marcó una creciente crisis en los Andes. En 1982, Fernando Belaúnde Terry declaró el estado de emergencia y ordenó que las fuerzas armadas lucharan contra Sendero Luminoso. Los derechos constitucionales fueron suspendidos por 60 días en las provincias de Huamanga, Huanta, Cangallo, La Mar y Víctor Fajardo. Más tarde, las Fuerzas Armadas crearían la zona de emergencia de Ayacucho, en la cual el poder militar era superior al civil y muchos derechos constitucionales fueron suspendidos.
Los militares cometieron varias violaciones a los derechos humanos en el área donde tuvieron control político, incluida la famosa masacre de Accomarca, durante el primer gobierno de Alan García cuando fueron asesinados agricultores indígenas por las Fuerzas Armadas. Un batallón de la policía contraterrorista entrenado en los Estados Unidos, conocido como los "Sinchis", fue particularmente conocido por sus violaciones a los derechos humanos. No obstante, las mayores violaciones y asesinatos fueron causados por los terroristas (57% por Sendero Luminoso y el MRTA).
Según la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), el 30% del número total de muertos y desaparecidos causados en la época de terrorismo fueron provocadas por agentes del Estado.
La reacción de Sendero Luminoso, contra la intervención de la policía y de los militares enviados por el gobierno peruano, contra la guerra que emprendió no disminuyó, sino que aumentó a su máxima expresión, por lo que el nivel de violencia en el campo andino, creció exponencialmente. Sendero Luminoso entonces puso en práctica las tácticas aprendidas en sus propios manuales de guerra y atacó por el método chino de la sorpresa y la emboscada contra unidades de la policía, militares y civiles a los que consideraba "enemigos de clase", para lo cual utilizó a menudo métodos particularmente sangrientos y en extremo brutales para asesinar a sus víctimas. Estas horripilantes matanzas, junto con la sistemática falta de respeto de Sendero Luminoso por la cultura andina tradicional propia de los campesinos, a los que reclamaba representar, hizo que muchas personas de las zonas agrícolas de las zonas donde operaba, se alejaran de ellos, pese a que en sus inicios varios los apoyaron.Frente a una población que fue organizada para trabajar en la autodefensa de sus propiedades, territorios y vidas, la táctica de guerra de guerrillas de Sendero Luminoso comenzó a tambalearse, pero no disminuyó su insanía, ni sus apocalípticos métodos de ataque.
Las repercusiones del terrorismo era aún minúsculas en el resto del Perú. Sin embargo, la masacre de Uchuraccay causó el efecto de que todo el país tomara conciencia de la situación que se vivía en la sierra sur y sur central (Ayacucho, Junín, Huancavelica, Apurimac, Cusco y Puno). En dicha localidad, los comuneros asesinaron a ocho periodistas algunos procedentes de la capital del país y otros originarios de Ayacucho. Presuntamente, ante un mal dato dado por los militares, los comuneros confundieron a los periodistas con senderistas , estos los golpearon con hachas, piedras y otros objetos, ninguno de ellos sobrevivió fueron, encontrados enterrados en 4 fosas anónimas, se encontraban 2 periodistas en cada una de ellas. Sin embargo, entre las pruebas de la fiscalía se encontraba los rollos fotográficos de Willy Retto, que dejaron grandes incógnitas en lo que realmente sucedió en Uchuraccay. El descubrimiento de estos acontecimientos propiciaron la creación de una comisión investigadora dirigida por Mario Vargas Llosa.
En la misma localidad de Uchuraccay, Sendero Luminoso asesinó a 135 comuneros de los 470 registrados en el censo de 1981,
siendo esta localidad un ejemplo de lo que estaba sucediendo en las regiones del centro y sur andino.En algunas áreas, los campesinos formaron patrullas Anti-Sendero Luminoso, llamadas rondas campesinas. Generalmente, estaban pobremente equipadas, a pesar de las donaciones de armas por parte de las Fuerzas Armadas; sin embargo, las fuerzas de Sendero Luminoso eran atacadas militarmente por las rondas campesinas. El primer ataque reportado de ese tipo ocurrió en enero de 1983 cerca de la ciudad de Huanta, cuando unas rondas mataron a 13 senderistas; en febrero del mismo año en Sacsamarca las rondas mataron a los líderes de Sendero Luminoso de esa área. En marzo de 1983 las rondas asesinaron a Olegario Curitumay, uno de los comandantes del pueblo de Lucanamarca. Lo llevaron a la plaza del pueblo, lo apedrearon, lo acuchillaron, le echaron fuego y finalmente le dispararon.
Como respuesta, en el mes de abril de dicho año, Sendero Luminoso entró en la provincia de Huanca Sancos y en los pueblos de Yanaccollpa, Ataccara, Llacchua, Muylacruz y Lucanamarca, donde mataron a 69 personas, mucho de los cuales eran niñas y niños, incluyendo uno que tenía solo seis meses de edad. También asesinaron a varias mujeres, algunas de las cuales estaban embarazadas. Muchos murieron por tajos de machete y a algunos les dispararon a corto alcance en la cabeza. Esta fue la primera masacre realizada por Sendero Luminoso a una comunidad campesina. Siguieron otros incidentes, tal como el ocurrido en Hauyllo, en el distrito de Tambo, provincia La Mar, departamento de Ayacucho. En esa comunidad, Sendero Luminoso mató a 47 campesinos, incluyendo 14 niñas y niños en edades de entre cuatro y quince años.
A esta masacre sucedieron otras, como la ocurrida en Marcas el 29 de agosto de 1985.
Así como el gobierno peruano cubría los rangos de las fuerzas armadas que combatían a Sendero Luminoso por medio de la conscripción forzada en muchas ocasiones, lo mismo hacía Sendero Luminoso, que en numerosas ocasiones secuestraba niños y los obligaba a trabajar para ellos como niños soldados en su guerra, se dieron varios casos en los que Sendero Luminoso realizó sangrientos ataques usando a niños, a los que llamaba "Pioneritos" a quienes entrenaba en el uso de armas de fuego y fabricación de artefactos explosivos.
En 1984, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) empezó su propia guerra de guerrillas contra el Estado peruano. El grupo se había formado por remanentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria en el Perú y se identificaba con los movimientos guerrilleros castristas en Iberoamérica. El MRTA usaba técnicas que eran más tradicionales entre las organizaciones de izquierda de Iberoamérica que aquellas de Sendero Luminoso. Por ejemplo, el MRTA usaba uniformes, reivindicaban la lucha social y se quejaban de abusos contra los derechos humanos por parte del Estado, mientras que Sendero Luminoso no usaba uniformes, aborrecía la democracia y rechazaba la idea de los derechos humanos.
Durante la época de terrorismo, el MRTA y Sendero Luminoso entablaron combate entre ellos. El MRTA representó una parte menor en la época de terrorismo en el Perú, siendo declarado por la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación como responsable del 1,5% de las muertes acumuladas a lo largo de toda la guerra. En su mayor apogeo, se cree que el MRTA se compuso de solo unos pocos cientos de miembros.
Bajo el gobierno de Alberto Fujimori, el enfrentamiento se libró principalmente mediante ataques con bombas y asesinatos selectivos por parte de Sendero Luminoso, y una facción el Servicio de Inteligencia del Ejército, el Grupo Colina (grupo que reunió a los grupos para militares del Primer gobierno de Alan García Pérez) le respondió con el mismo método de eliminación selectiva; fue en este contexto que se produjeron la masacre de La Cantuta, la masacre de Barrios Altos y la masacre de Santa.
En esta etapa ocurrieron también hechos como el 'holocausto Asháninka' perpretado por Sendero Luminoso.CVR calculó 6000 asháninkas muertos, 5000 desaparecidos y 10 000 desplazados.
De este hecho laLa población indígena asháninka fue víctima de desarraigo de sus comunidades de origen (desplazamiento forzado), asesinatos, sometida a condiciones de vida infrahumanas, secuestro, esclavitud y formas análogas de esclavitud (servidumbre y trabajo forzoso), etc..
Algunos juristas sostienen que este ataque contra la etnia Asháninka debiera ser catalogado crimen internacional de genocidio.
El 5 de abril de 1992, Alberto Fujimori ordenó disolver el Congreso del Perú, con lo cual se inició la crisis constitucional de 1992. Durante el gobierno de Fujimori se aprobó una amnistía de hecho (Ley de Arrepentimiento) que perdonó a unos 8000 terroristas que aceptaron rendirse y colaborar en la lucha contra la subversión, pero debilitó a la policía antiterrorista (Dircote) desviando sus recursos hacia el Servicio de Inteligencia Nacional, dirigido en los hechos por su asesor presidencial Vladimiro Montesinos, para la corrupción. Debido al amedrentamiento del terrorismo hacia los jueces, se establecieron tribunales civiles y militares especiales (los llamados jueces sin rostro) para procesar a presuntos miembros de Sendero Luminoso y del MRTA en juicios sumarios, con lo cual terminaron sentenciando a muchos ciudadanos inocentes a quienes debieron liberar años más tarde. Además, Fujimori anunció que Perú no aceptaría más la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en materia de terrorismo y lucha antidrogas debido a que ese tribunal falló a favor de un grupo de terroristas chilenos que conformaron un comando de secuestros y asesinatos del MRTA.
En 1991, el Presidente Alberto Fujimori promulgó el Decreto Legislativo Nº 741 que dio a las rondas campesinas un estatus legal y las llamó Comités de Autodefensa, hecho fundamental para derrotar a Sendero Luminoso. Los Comités, junto con la nueva estrategia de las FF.AA., neutralizaron el accionar subversivo. La nueva estrategia focalizó la atención de la DIRCOTE y de las FF.AA. en los cabecillas de las organizaciones subversivas, y el combate armado y patrullaje quedó en manos de las DECAS (Comités de Defensa Civil Antisubversiva) bajo la ayuda del Ejército Peruano. Esta estrategia permitió el descenso del terrorismo a nivel nacional y su posterior declive.
Dado que Sendero Luminoso empezó a perder terreno en los Andes a favor del Estado peruano y las rondas campesinas, decidió acelerar su plan estratégico global. Sendero Luminoso declaró que, en jerga maoísta, había alcanzado su "equilibrio estratégico" y estaba listo para empezar su asalto final en las ciudades del Perú. En 1992, Sendero Luminoso colocó una potente bomba en el distrito de Miraflores de Lima en lo que se conoció como el atentado de Tarata. Este fue parte de una larga campaña de atentados en la ciudad de Lima. El 14 de febrero, Sendero comenzó un paro armado en el distrito Villa el Salvador. Durante el denominado paro armado, María Elena Moyano, una líder comunal que criticó abiertamente las atrocidades de Sendero Luminoso, salió a la calle en compañía de varias mujeres cabeza de hogar a desafiar el paro y a protestar contra la violencia senderista. En respuesta el 15 de febrero de 1992, María Elena Moyano fue asesinada frente a sus hijos, y luego su cadáver fue colocado en la calle y posteriormente dinamitado para descuartizar su cuerpo a manera de advertir a quien se opusiera a Sendero. Su muerte tuvo una gran repercusión en el país y en el mundo por la brutalidad ejercida y reavivó la causa del gobierno contra los grupos terroristas.
El 12 de septiembre de 1992, en la llamada Operación Victoria, el GEIN (conformado por 89 agentes), dirigido por el mayor Benedicto Jiménez y el general Marco Miyashiro, capturó a Abimael Guzmán y a varios cabecillas senderistas en un departamento ubicado sobre una escuela de danza en el distrito de Surquillo en Lima. La Dircote había estado vigilando el departamento debido a que varios presuntos militantes senderistas lo habían visitado. Al inspeccionar la basura (que producía el departamento la cual era demasiada para ser solo una casa ocupada por una pareja), se encontraron recipientes vacíos de crema para la piel usada para tratar la psoriasis, una condición que se conocía Guzmán padecía además de movimientos sospechosos en la casa que alertaron al grupo de vigilancia que supuestamente ocupaban solo dos personas. Poco después de la redada que capturó a Guzmán, cayó también la mayoría de la cúpula senderista restante. Al mismo tiempo, Sendero Luminoso sufrió derrotas militares constantes por parte de las organizaciones campesinas de autodefensa —supuestamente su base social—; y la organización se escindió en facciones. El rol de Guzmán como líder de Sendero Luminoso fue asumido por Óscar Ramírez Durand (alias «Camarada Feliciano»), quien a su vez fue capturado por las autoridades peruanas en 1999. Después de la captura de Ramírez, el grupo se fraccionó, la actividad senderista desapareció en las grandes ciudades y se replegó a las áreas donde Sendero Luminoso había estado activo en la selva.
En cuanto al MRTA, sus fuerzas quedaron diezmadas tanto por la Ley de Arrepentimiento como por el encarcelamiento de sus principales cabecillas; entre ellos, su líder principal Víctor Polay Campos, quien había escapado de prisión en 1990 y recapturado en 1992. En 1996, un comando armado de 14 miembros del MRTA, al mando de Néstor Cerpa Cartolini, tomó por asalto la residencia del embajador de Japón en Perú, empezando la crisis de 72 rehenes que duró 126 días. El MRTA demandaba la liberación de 462 integrantes del grupo insurgente, encarcelados por el gobierno para liberar los rehenes, demanda rechazada de manera tajante por el gobierno. La crisis terminó cuando las fuerzas armadas peruanas recuperaron la embajada en una acción militar denominada Operación Chavín de Huántar, que permitió la liberación de los rehenes con excepción del Dr. Carlos Giusti Acuña, vocal de la Corte Suprema, quien falleció en el intercambio de disparos con el grupo subversivo. El resultado final fue la muerte de los 14 miembros subversivos incluyendo su líder y dos oficiales (Teniente Coronel Juan Valer Sandoval y Teniente Raúl Jiménez Chávez) que cayeron en combate; con este golpe, el MRTA desaparece como actor armado del conflicto.
En el año 2000, Alberto Fujimori iniciaba su tercer mandato presidencial tras un proceso de elecciones cargado de controversias. Sin embargo, la revelación de un esquema de generalizado de corrupción y de violaciones a los Derechos Humanos, involucrando también a su entonces asesor Vladimiro Montesinos, motivaron a que huyera del país con dirección al Japón desde donde renunciaría a su cargo. El Congreso de la República, reunido de urgencia, optó por rechazar la renuncia y destituirlo del cargo por ser "moralmente incapaz", eligiendo al entonces Presidente del Congreso de la República Valentín Paniagua como nuevo Presidente de la República. Paniagua devolvió al país a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y estableció la Comisión de la Verdad y Reconciliación a fin de investigar el período de violencia interna que el Perú había atravesado durante las últimas dos décadas. En su informe final de 2003, la Comisión determinó que 69.280 personas habían muerto o desaparecido entre 1980 y 2000 como resultado de la violencia política desatada, víctimas tanto de los grupos subversivos terroristas como de las propias Fuerzas Armadas. Un análisis estadístico de la información disponible, así como los testimonios de la población permitió a la Comisión de la Verdad y la Reconciliación estimar que en veinte años de conflicto y varios gobiernos, Sendero Luminoso fue responsable de la muerte o desaparición de 31.331 personas, 66% del total de muertes y desapariciones. Según el resumen del informe de Human Rights Watch, "Sendero Luminoso... asesinó a más de la mitad de las víctimas y, aproximadamente, 13.856 personas a manos de las fuerzas de seguridad gubernamentales... La Comisión atribuyó algunos de los otros asesinatos al pequeño grupo terrorista MRTA y a milicias locales. El resto continúa sin ser atribuido." De acuerdo a su informe final, 75% de las personas que fueron asesinadas o desaparecidas hablaban quechua como su lengua nativa, en relación directa con el hecho de que el censo de 1993 encontró que el 20% de peruanos hablaba quechua u otra lengua indígena como su lengua nativa.
El informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación está rodeado de grandes controversias. Es criticado por casi todos los partidos políticos que gobernaron durante el período de guerra contra el terrorismo (incluyendo a los expresidentes Fujimori, García y Paniagua ), algunos militares y algunos representantes de la Iglesia católica, quienes reclamaban que muchos de los miembros de la Comisión fueron antiguos miembros de movimientos extremistas de izquierda y que el informe final describía equivocadamente a Sendero Luminoso y al MRTA como "partidos políticos" en lugar de organizaciones terroristas.
Por otro lado, el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación también ha sido saludado por diversos intelectuales, juristas, asociaciones de derechos humanos y representantes religiosos, dentro y fuera del Perú, como una de las publicaciones más importantes en su historia reciente. El estado peruano, en los gobiernos de Alejandro Toledo Manrique y Alan García, ha seguido una política de implementar gradualmente las recomendaciones del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Parte de su legado es la muestra Yuyanapaq. Este es un registro visual (principalmente fotográfico) de la época del terrorismo. La muestra, inaugurada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación en 2003, fue vista por más de cien mil peruanos en la Casa Riva Agüero de Chorrillos, Lima. Posteriormente, Yuyanapaq ha sido exhibida en diversos países y actualmente se exhibe en el Museo de la Nación. Esta muestra formará parte del Museo de la Memoria del Perú.
Desde las capturas de Abimael Guzmán y Camarada Feliciano, Sendero Luminoso ha declinado enormemente en fuerza. Ya no conduce más operaciones en las grandes ciudades y en la capital Lima, solo ha sido capaz de montar ataques esporádicos de pequeña escala en regiones selváticas; sin embargo, Sendero Luminoso continúa ocasionalmente atacando a los miembros de las fuerzas de seguridad peruana, con el apoyo y financiamiento de narcotraficantes. Además de la lucha armada, Sendero Luminoso busca incorporarse en la política peruana a través de movimientos políticos, sin obtener reconocimiento por parte de las autoridades electorales (inicialmente con el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales, MOVADEF, y posteriormente con el Frente de Unidad de Defensa del Pueblo Peruano, FUDEPP).
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