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     Estados miembros de la UE (27).      Abandonó la Unión (1).      Candidatos oficiales (5).      Candidato potencial que ha presentado solicitud formal (1).      Ente candidato potencial (Kosovo: no cuenta con ISO 3166-1).      Antiguos candidatos que paralizaron o cancelaron el proceso (3).

La ampliación potencial de la Unión Europea (UE) refiere a las diferentes negociaciones —en proceso o hipotéticas— que eventualmente pueden conducir a la adhesión de nuevos Estados miembros dentro de esta organización internacional.[1]​ Ello teniendo en cuenta que las Comunidades Europeas, fundadas en los años 50 del siglo XX, contaban originalmente con seis Estados fundadores,[2]​ por lo que, además de de la ampliación de contenidos de los antiguos tratados constitutivos de dichas Comunidades, la UE es el también el resultado de las sucesivas ampliaciones con la adhesión de nuevos Estados miembros. Por eso, ha crecido hasta los 28 miembros —cifra que se ha reducido a 27 tras el Brexit—, y varios estados más han solicitado su adhesión o se espera que lo hagan en los próximos años.[1]

Hay cinco países candidatos oficiales para formar parte de la UE, los cuales son Turquía (desde 2004),[3]Macedonia del Norte (desde 2005),[4]Montenegro (desde 2010),[5]Serbia (desde 2012)[6]​ y Albania (desde 2014).[7]​ Además son candidatos potenciales Bosnia y Herzegovina,[8]​ así como Kosovo (aunque este último se encuentra bajo administración interina de la ONU).[9]​ También Georgia, Moldavia y Ucrania firmaron un Acuerdo de Asociación en 2014 y en 2022, debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, presentaron su solicitud para unirse a la UE.[10]

La historia de la membresía de la Unión Europea refiere a los procesos de adhesiones y retiradas de los diferentes Estados miembros de dicha organización, así como a la evolución de las condiciones necesarias para ambas situaciones, ello teniendo en cuenta que se trata de una entidad geopolítica —que cubre una gran parte del continente europeo— basada en numerosos tratados. Así, a lo largo de la historia la Unión ha vivido seis procesos de ampliación —siete si se cuenta la reunificación alemana— y la salida del Reino Unido que se concretó en 2020.

Sus orígenes se remontan al periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, en particular la fundación en 1951 de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en París, tras la "declaración Schuman", y a los Tratados de Roma, el constitutivo de la Comunidad Económica Europea y el de la Comunidad Europea. En 1973, se incorporaron el Reino Unido (incluyendo Gibraltar), Irlanda y Dinamarca (incluida Groenlandia y excluidas las Islas Feroe). El proceso de ampliación continuo en 1981 cuando se incorporó Grecia, pero en 1985 se retiró Groenlandia (como consecuencia del referéndum de 1982). Sin embargo, en 1986 se incorporaron España y Portugal.

Comienza a usarse formalmente, en 1993, el término Unión Europea. Antes de esto, en 1990, la unión de la República Federal Alemana y la República Democrática Alemana (RDA) en una nueva RFA unificada constituye una ampliación de la Unión sin que aumente el número de estados miembros. En 1995 se incorporaron Austria, Finlandia y Suecia. Pero la ampliación más grande se dio el 1 de mayo de 2004 cuando se incorporaron República Checa, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia. Ya en 2007 se incorporaron además Rumanía y Bulgaria.

Los cinco países actualmente candidatos oficiales a formar parte de la UE son Turquía (desde 2004), Macedonia del Norte (desde 2005),[1]Montenegro (desde 2010), Serbia (desde 2012) y Albania (desde 2014). Un informe de la Comisión Europea de octubre de 2009 valoró positivamente a Croacia —ahora ya miembro de pleno derecho de la UE— y a Macedonia del Norte para una futura ampliación, pero instó a retrasar el proceso con Turquía.[12]

Albania fue el primero de los países Candidatos Potenciales oficialmente reconocidos para comenzar las negociaciones del Acuerdo de Estabilización y Asociación en 2003. Esto fue acordado satisfactoriamente y firmado el 12 de junio de 2006, completando el primer paso principal hacia la completa afiliación de Albania a la UE. El 5 de diciembre de 2008, sólo Grecia ha ratificado este acuerdo hasta ahora.[13]

La Agencia Europea de Reconstrucción (AER) fue creada en 1999 con el fin de establecer un marco jurídico unificado para la ayuda a Macedonia del Norte —hasta 2019, reconocida por la UE como Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM)— y los demás estados de los Balcanes.

La AER es un organismo independiente de la Unión Europea (UE), que rinde cuentas de su gestión al Consejo Europeo y al Parlamento Europeo y es responsable de la gestión de los principales programas de asistencia de la UE en Macedonia del Norte.

Los programas financiados por la UE tienen como objetivos:

Además la UE colabora en materia presupuestaria, de aduanas y de planificación fiscal, el apoyo a programas de intercambio educativo, así como las contribuciones bilaterales efectuadas por los Estados miembros de la UE.

Dichas formas de asistencia son independientes de las contribuciones bilaterales hechas por los Estados miembros de la UE.

La Agencia gestiona la mayoría de los fondos comunitarios del programa de Asistencia a la reconstrucción, el desarrollo y la estabilización (CARDS), que a su vez forma parte de las medidas tomadas por la UE en el Proceso de Estabilización y Asociación (PEA).

El PEA ofrece un régimen comercial preferente en virtud del cual la mayoría de los productos macedonios pueden entrar en la Unión sin aranceles, así como un paquete considerable de ayuda al desarrollo.

Montenegro, aún como parte de Serbia y Montenegro, ya comenzó el proceso de adhesión a la Unión Europea en noviembre de 2005, cuando comenzaron las negociaciones sobre un proceso de estabilización y asociación. En mayo de 2006, Montenegro votó por su independencia en el referéndum montenegrino de 2006, con el cual se separó de Serbia. Serbia continuó con las negociaciones existentes hasta entonces, mientras que el nuevo estado comenzó nuevas negociaciones por separado en septiembre de 2006.[16]​ El acuerdo comenzó el 15 de marzo de 2007 y fue oficialmente ratificado el 15 de octubre del mismo año. A junio de 2020 lleva abierto 33 de los 35 capítulos.[17]

Oficialmente, Montenegro pidió el acceso a la UE el 15 de diciembre de 2008.[18]​ El 23 de abril de 2009, el Consejo invitó a la Comisión Europea a emitir su opinión sobre la solicitud. Montenegro sería entonces sometida a una serie de preguntas en un cuestionario. La opinión de la Comisión sería después transmitida al consejo durante el curso de 2010.[19][20]​ El 17 de diciembre de 2010 Montenegro recibió el estatus de país candidato a la adhesión, información que hizo entonces pública el presidente del Consejo Herman Van Rompuy.[21]

El acceso de Serbia a la Unión Europea depende de importantes factores. Mientras que tanto el Gobierno de Serbia como la Unión Europea están de acuerdo de la posibilidad de que este país pase a formar parte de la Unión, la necesidad de una reforma interna tanto en Serbia como en la UE.

El actual gobierno europeísta en el mando del país tras las elecciones generales en mayo de 2008 favorecerá las relaciones de fluidez para conseguir cuanto antes el estatus de país candidato. Esto se pudo comprobar con la entrega al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia de La Haya de varios de los hombres más buscados por el tribunal tras la devastadora guerra que acabó con la antigua Yugoslavia, como Slobodan Milošević, Radovan Karadžić y Ratko Mladić, que era una de las premisas solicitadas para formalizar su ingreso. Sin embargo, se impuso también al gobierno serbio la resolución de problemas recientes, como el de la independencia unilateral de una de sus provincias, la Provincia Autónoma de Kosovo y Metohija.

Por otra parte, desde el 19 de diciembre de 2009, los ciudadanos serbios no requieren de visado para estancias de menos de tres meses en los países miembros del espacio Schengen. El Gobierno de Belgrado presentó su solicitud de ingreso a la Unión Europea de manera oficial el 22 de diciembre de 2009, bajo la presidencia rotatoria de Suecia en el Consejo. Finalmente, el 2 de marzo de 2012, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE concedieron a Serbia el estatus oficial de país candidato a la adhesión.

El 7 de noviembre de 2007, Serbia inició los trámites del Acuerdo de Estabilización y Asociación (SAA) con la Unión Europea. A la firma del SAA se opusieron los gobiernos de los Países Bajos y Bélgica, mientras España fallaba del lado de Serbia. Božidar Đelić, firmó la SAA el 29 de abril de 2008. Vojislav Koštunica, Primer Ministro de Serbia, dijo el 1 de mayo que el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, estaba de acuerdo cuando él dijo que la SAA había de firmarse. Pero un día más tarde, el 2 de mayo de 2008, juró que anularía el tratado después de las elecciones, llamándolo “una trampa”, "El Tratado de Solana" y "la firma de Tadić-Đelić". Después de las elecciones parlamentarias serbias de 2008, el nuevo parlamento fue mayoritariamente renovado, y los poderes políticos que se oponían a la SAA fueron desbancados. El nuevo Primer Ministro serbio, Mirko Cvetković, anunció que “Una de las primeras acciones del nuevo gobierno será presentar la ratificación de la SAA con la Unión Europea ante el parlamento”.

La condición esencial impuesta por el máximo organismo comunitario al gobierno serbio para su ingreso en la unión era la captura y entrega al Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia de los presuntos criminales de guerra Ratko Mladić y Goran Hadzic, que se suponía que se ocultaban en territorio serbio.

El 22 de diciembre de 2009, el presidente Boris Tadić presentó oficialmente la solicitud de ingreso de Serbia en la unión,[23]​ refrendado por la captura de Mladić el 26 de mayo de 2011 y de Hadžić el 20 de julio del mismo año.

Turquía y la Unión Europea (UE) mantienen una particular relación desde que en 1963 la Comunidad Económica Europea (CEE) —antecesora de la UE— firmara el Tratado de asociación con el estado turco, denominado Acuerdo de Ankara.[27]​ Después de los diez miembros fundadores, Turquía fue uno de los primeros países en convertirse en miembro del Consejo de Europa en 1949. El país también fue miembro asociado de la Unión Europea Occidental desde 1992 hasta su finalización en 2011. Turquía firmó un acuerdo para una Unión Aduanera con la UE en 1995 y fue reconocido oficialmente como candidato a la plena adhesión el 12 de diciembre de 1999, en la cumbre de Helsinki del Consejo Europeo.

Desde 2005 se adelantó las negociaciones para la adhesión plena de Turquía en el bloque europeo.[28]​ Hasta 2021 el progreso había sido lento debido a que, de los 35 capítulos necesarios para completar el proceso de adhesión, solo 16 se habían abierto y uno se había cerrado.[29]​ A principios de 2016, el acuerdo de refugiados entre Turquía y la Unión Europea tuvieron por objetivo acelerar las negociaciones después del estancamiento anterior y permitir a los turcos viajar sin visa a través de Europa.[30]

Actualmente son candidatos potenciales —es la expresión que utiliza oficialmente la Comisión Europea para estos países— Bosnia y Herzegovina, además de Ucrania, Moldavia y Georgia que han presentado su solicitud, así como el territorio de Kosovo,[1]​ cuyo estatus se encuentra disputado, según lo dispuesto en la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.[37]​ Esto supone que todos los países creados tras la disolución de Yugoslavia tienen posibilidades de adherirse a la UE, siempre que sus economías prosperen y se solucionen sus conflictos étnicos. Además de esto, para Kosovo la diferente actitud de los Estados miembros respecto a su declaración de independencia dificulta su eventual entrada en la Unión Europea.[38]

La adhesión de Bosnia y Herzegovina a la Unión Europea es el objetivo declarado de las relaciones actuales entre las dos entidades. El gobierno bosnioherzegovino ha venido realizando acciones en dicho sentido, incluida la cooperación con el Tribunal de crímenes de guerra de La Haya.

Bosnia y Herzegovina, que ha estado bajo supervisión internacional. El Alto Representante para Bosnia y Herzegovina es un administrador internacional que tiene amplios poderes sobre este país para garantizar que el acuerdo de paz se respeta. Este Alto Representante es nombrado por la Unión Europea, a quien representa, y tiene capacidad para imponer leyes y destituir a los funcionarios electos y a los funcionarios públicos; es decir, la Unión tiene un mayor control directo sobre Bosnia y Herzegovina que de sus propios Estados miembros: en esta situación, a la que se une la gran ambición de este país por pertenecer a la Unión Europea, Bosnia y Herzegovina se ha convertido en un protectorado de facto de la UE. De hecho, la bandera de este estado fue inspirada por la bandera europea.[42]

El acceso de Kosovo a la Unión Europea afronta múltiples obstáculos en el desarrollo de las negociaciones bilaterales. El principal es el hecho de que varios Estados miembros de la Unión Europea, que tendrían que ratificar su eventual acceso a la organización, no lo reconocen como estado.[43]​ Así en 2021 solo 23 de los 28 miembros de la Unión reconocían a Kosovo como un estado independiente.[43]​ Sin embargo, Kosovo es considerado oficialmente como un «candidato potencial» a entrar en la Unión, y se le atribuye una «perspectiva europea» por parte del Consejo de la Unión Europea.

Según se confirmó en la cumbre de Tesalónica de junio de 2003, Kosovo esta firmemente ligado al marco del proceso de estabilización y asociación, la política de la UE que se aplica a los Balcanes que está diseñada para preparar candidaturas potenciales al ingreso en la UE. Consecuentemente las Instituciones Provisionales de auto-gobierno de Kosovo adoptaron en 2006 un Plan de Acción para la puesta en práctica la membresía europea.

Kosovo se encuentra bajo una fuerte influencia de la Unión Europea, sobre todo tras la transferencia de autoridad de las Naciones Unidas a la Unión. En teoría Kosovo es supervisado por una misión especial de la Unión Europea para la justicia, el entrenamiento personal de la policía y la ayuda a la reconstrucción de las instituciones del Estado. Sin embargo, la misión le hace disfrutar a la UE de ciertos poderes ejecutivos sobre el Estado y tiene la responsabilidad de mantener la estabilidad y el orden,[44]​ por lo que de la misma manera que Bosnia y Herzegovina, a Kosovo se le ha denominado también como un protectorado de la Unión Europea.[45]

El Tratado de Maastricht establece que cualquier país europeo que esté comprometido con la democracia puede solicitar ser miembro de la Unión Europea.[46]​ Además de los estados europeos, otros países también se han especulado o propuesto como futuros miembros de la UE.

Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza son miembros de una zona de libre comercio (AELC) desarrollada paralelamente a la UE. La mayoría de los miembros anteriores de EFTA se unieron a la UE y los países restantes, excepto Suiza, formaron el Área Económica Europea con la UE. Ninguno tiene aspiraciones actuales de ingresar en la UE, aunque todos (excepto Liechtenstein) han solicitado la membresía, aunque luego la hayan paralizado o cancelado. Los cuatro miembros de la AELC (EFTA) participan en el mercado único de la UE con excepciones, así como en el espacio Schengen, lo que los hace estrechamente alineados con la UE.

Islandia es un candidato potencial a ser miembro de la Unión Europea. La relación entre Islandia y la Unión Europea está definida a través del espacio Schengen y del Espacio Económico Europeo (EEE), que permiten el acceso de los países de la Asociación Europea de Libre Comercio al mercado único de la Unión Europea (UE). En mayo de 2011 Islandia inició formalmente los trámites necesarios para su adhesión a la Unión. Con lo que el Consejo Europeo, celebrado en Bruselas el 17 de junio de 2013, acordó la apertura de las negociaciones con Islandia para su adhesión a la UE.

No obstante, más tarde, el 1 de enero de 2015, el nuevo gobierno surgido de las elecciones del 25 de abril de 2014, decide retirar la candidatura de adhesión a la Unión Europea, aunque la confirmación oficial se comunicó en marzo de 2015.[47]

Liechtenstein es, como Noruega e Islandia, miembro del Espacio Económico Europeo y, por lo tanto, ya está muy integrado con la UE.[48]​ Sin embargo, actualmente Liechtenstein no busca unirse a la UE.[48]

Suiza es un miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC). Tomó parte en la negociación del acuerdo del Espacio Económico Europeo con la Unión Europea. Se firmó el acuerdo el 2 de mayo de 1992 y presentó una solicitud de adhesión a la UE el 20 de mayo de 1992. Sin embargo, un referéndum suizo celebrado el 6 de diciembre de 1992 rechazó la pertenencia al EEE. Como consecuencia, el Gobierno suizo decidió suspender las negociaciones para su adhesión a la UE hasta nuevo aviso.

En 1994, Suiza y la UE iniciaron negociaciones acerca de una relación especial fuera del EEE o marco de convertirse en miembro de pleno derecho. Suiza quería proteger la integración económica con la Unión Europea que habría permitido el Tratado de EEE, mientras purga la relación de los puntos de contención que condujeron a la gente a rechazar el referéndum. Los políticos suizos destacaron la bilateral naturaleza de estas negociaciones, que se llevaron a cabo entre dos socios en igualdad de condiciones y no entre 16 o 28, como es el caso para las negociaciones del Tratado de la UE.

Aparte de Malta, el cual ya es miembro de la Unión Europea, ningún otro microestado europeo (Andorra, Liechtenstein, San Marino, Ciudad del Vaticano y Mónaco) ha solicitado por ahora su ingreso en la UE. Estos estados europeos son integrables en la UE a la luz de los requisitos que se le imponen a cualquier estado europeo que solicite la adhesión —en base al artículo 49 del Tratado de Ámsterdam— y que no son otros que los definidos por los Consejos Europeos de Copenhague de junio de 1993 y de Madrid de diciembre de 1995. Ya que desde el punto de vista de los criterios de Copenhague sobre respeto a la democracia y a la economía de mercado, los microestados europeos pueden aceptar tales principios y su correspondiente plasmación reglamentaria sin graves problemas. Incluso, pueden aceptar los principios de la Unión Económica y Monetaria. En cuanto a la asunción de normativas comunitarias de libertades, normas comunes y políticas interiores y exteriores habría muchos bloqueos y dificultades (muy ciertamente en Andorra por su especificidad) y, en todo caso, la asunción de algunas partes del acervo comunitario exigiría plazos de carencia adecuados.

La relación concreta de cada uno de ellos con la UE difiere ligeramente y está también condicionada por su estatus constitucional y sus relaciones respectivas con uno u otro de los EEMM. Así, San Marino dispone de un Acuerdo general de cooperación con la UE, aparte de su relación con Italia; Mónaco se relaciona con la UE a través de Francia y estaba negociando un acuerdo específico para participar en una parte concreta del acervo comunitario (productos farmacéuticos) y Liechtenstein es miembro de pleno derecho del EEE. Del mismo modo, Andorra dispone de un Acuerdo general de cooperación con la UE, aparte de su relación con España y Francia.

Actualmente una de las principales relaciones de algunos de estos Estados con la Unión es el euro, ya que con la entrada en vigor del euro la UE redefinió las relaciones monetarias con los Estados vecinos que no tenían moneda nacional y usaban las monedas algunos de los Estados miembros de la eurozona, es decir, Mónaco, San Marino y el Vaticano. Debido a esto se realizaron una serie de convenios monetarios, los cuales han definido las condiciones en las que estos Estados pueden utilizar el euro y pueden acuñar cierta cantidad de moneda. Andorra disponía de una moneda propia aunque de facto se usaban los billetes y monedas franceses y españoles como moneda,[50]​ por lo que lleva usando el euro desde su introducción. Tras 8 años de negociación, el 30 de junio de 2011, Andorra firmó un acuerdo monetario con la Unión Europea para emitir sus propias monedas de euro a partir del 1 de julio de 2013,[51]​ aunque la emisión se retrasó hasta el 23 de diciembre de 2014.[52]

La Asociación Oriental es un concepto geográfico, político y económico, creado por un programa de la Unión Europea que busca un acercamiento entre el bloque comunitario y sus vecinos de la Europa Oriental, todos ellos son Estados postsoviéticos. En concreto, la iniciativa trata de estrechar relaciones con los siguientes países: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.

Entre sus proyectos se encuentra la inversión de capital proporcionado por la Unión Europea en la región con un plazo hasta 2013 así como la búsqueda de un aumento de relaciones comerciales entre estos países y la UE. Se encuentra dentro de la Política de Vecindad de la Unión Europea.

En el ámbito político se busca un fortalecimiento de la estabilidad en la región, así como un paulatino acercamiento institucional de los estados mencionados con la UE. Algunos de ellos, como Georgia o Ucrania, ya han advertido que su objetivo a medio-largo plazo es la adhesión completa de sus países a la Unión Europea.

Armenia se encuentra geográficamente entre Europa del Este y Asia Occidental. Sin embargo, como en el caso de Chipre, varios analistas han considerado este país como culturalmente asociado con Europa debido a sus conexiones con la sociedad europea, a través de una diáspora, su lengua indoeuropea y un criterio religioso de ser cristiano.

En la actualidad, Azerbaiyán y la Unión Europea están trabajando juntos en busca de sus intereses comunes. Se estableció un plan de ayuda de tres años para Azerbaiyán, denominado Programa Indicativo Nacional para el cual la Unión Europea, con un presupuesto de 92 millones de euros para los años 2007-2010. Los objetivos principales de este programa se centraron en desarrollar agencias gubernamentales que ejecuten su trabajo de manera más eficiente y, de esta manera, ayudar a Azerbaiyán a mejorar su infraestructura interna para promover la inversión extranjera y el crecimiento económico. La Unión Europea también creó una oficina del Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos en Bakú para asesorar al nuevo gobierno democrático de Azerbaiyán y asegurar que los derechos humanos sean respetados.[60]

La Unión Europea y Azerbaiyán son fuertes socios en política energética y están trabajando juntos en varios proyectos. El principal proyecto es la construcción de un oleoducto que conectó la producción en el mar Caspio con Europa, de forma que provea una ruta viable para que el petróleo y el gas natural llegue a los consumidores. La Unión Europea también está apoyando el programa patrocinado por el Estado azerí para incrementar el uso de fuentes de energías alternativas y renovables.[61]

Georgia y la Unión Europea han mantenido relaciones desde hace varios años. Después de haber realizado reformas sustanciales en Georgia, el presidente Mikhail Saakashvili ha expresado su deseo de convertirse en miembro de la Unión Europea como prioridad a largo plazo. Sus vínculos con la UE, los Estados Unidos y la OTAN se han fortalecido después de intentar alejarse de la esfera de influencia rusa y de avanzar en la cooperación con Rusia.[64]​ Sin embargo, todavía persisten las disputas territoriales entre Osetia del Sur y Abjasia.

Georgia es considerado el país más favorecido del Cáucaso para entrar en la UE, sobre todo después de la Revolución de las Rosas, aunque las disputas territoriales y la corrupción constituyan sus principales problemas. Si bien Georgia no ha presentado formalmente su candidatura para entrar en la EU, el presidente Saakashvili ha manifestado que el país estaría preparado en un plazo de tres años más. Todavía no es seguro que la UE esté lista para ofrecerle convertirse en miembro en este plazo o en algún otro momento de su agenda.

Las relaciones entre Moldavia y la Unión Europea se iniciaron como tales recién en 1992, mientras que las primeras relaciones contractuales se establecieron con un Acuerdo de Asociación y Cooperación (AAC), rubricado el 26 de julio de 1994 y firmado el 28 de noviembre del mismo año.[65]

Actualmente, Moldavia aspira a unirse a la Unión Europea[66][67]​ y está implementando su primer Plan de Acción de tres años al interior del marco de la Política de Vecindad de la Unión Europea. La Unión Europea está desarrollando una relación cada vez más cercana con Moldavia, que va más allá de la cooperación hacia una gradual integración económica y profundización de la cooperación política.[68]

Las relaciones entre Ucrania y la Unión Europea (UE) están enmarcadas dentro de la Política Europea de Vecindad (PEV), un instrumento de la política exterior de la UE diseñado para los países con los que comparte fronteras. La UE busca de forma progresiva establecer una relación cercana con Ucrania que vaya más allá de la cooperación y se dirija hacia la integración económica y la profundización de la cooperación política.[70]​ Se afirma que Ucrania es un socio prioritario al interior de la Política de Vecindad Europea.[70]

En 2012, la UE firmó un ofrecimiento de libre comercio y asociación política con Ucrania; Sin embargo, los líderes de la UE manifestaron que estos acuerdos no se ratificarían a menos que Ucrania atendiera las preocupaciones sobre un "marcado deterioro de la democracia y el imperio de la ley".[71][72][73]​ Se fijaron plazos para Ucrania llevase a cabo los cambios necesarios en sus sistemas de justicia y electorales con el fin de permitir la firma formal de sus acuerdos con la UE en Vilnius el 29 de noviembre de 2013.[74]

Sin embargo, aunque el entonces presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich había instado al Parlamento de Ucrania a adoptar leyes para que el país pudiese cumplir con los criterios de la UE,[75]​ el gobierno de Ucrania encabezado por Mikola Azárov suspendió los preparativos para la firma del acuerdo de asociación el 21 de noviembre de 2013.[76]​ Yanukóvich asistió a la mencionada cumbre en Vilnius del 28 y 29 de noviembre de 2013 en el que se esperaba la firma del acuerdo de asociación.[77]

La decisión de aplazar la firma del acuerdo de asociación llevó a grandes protestas generalizadas en Ucrania que condujeron a la revolución ucraniana de febrero de 2014 (Euromaidán).[78]​ Como resultado, el Parlamento destituyó a Yanukóvich y nombró a Oleksandr Turchínov presidente interino. El 25 de mayo de 2014 tuvieron lugar unas nuevas elecciones presidenciales cuyo ganador resultó Petró Poroshenko.

La parte política del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea fue firmada el 21 de marzo de 2014 por el nuevo primer ministro, Arseniy Yatsenyuk.[70]​ Mientras tanto, la UE ha intentado estabilizar Ucrania por medio de la congelación de activos de rusos y ucranianos y mediante la concesión de ayuda financiera a Ucrania.[70]​ La parte económica del Acuerdo de Asociación Unión Ucrania-Europea fue firmada el 27 de junio de 2014 por el nuevo presidente, Petró Poroshenko.[79]

El 21 de febrero de 2019, se enmendó la Constitución de Ucrania, las normas sobre el rumbo estratégico de Ucrania para ser miembro de la Unión Europea y la OTAN están consagradas en el preámbulo de la Ley Fundamental, tres artículos y disposiciones transitorias.[80][81]​ Ucrania se está preparando para solicitar formalmente su adhesión a la UE en 2024, con el fin de unirse a la Unión Europea en la década de 2030.[82]

Entre los más entusiastas partidarios de la membresía rusa en la UE es el expresidente del Consejo de Ministros de Italia Silvio Berlusconi quien en 2008 dijo que consideraba que Rusia era un «país occidental» y que su plan era «que la Federación de Rusia pueda convertirse en miembro de la Unión Europea en los próximos años».[86]​ En el mismo sentido se manifestó el excanciller alemán Gerhard Schröder quien dijo en 2002 que aunque Rusia debía «encontrar su lugar tanto en la OTAN, y, a más largo plazo, en la Unión Europea, y si se crean las condiciones para que esto suceda».[87]

Por su parte, el líder ruso, Vladímir Putin, manifestó en 2005 que Rusia en la UE no estaría en los intereses de Rusia o la UE, aunque abogó por una estrecha integración en varias dimensiones, incluido el establecimiento de cuatro espacios comunes entre Rusia y la UE, incluyendo economía y espacios científicos como fue declarado en el acuerdo en 2003.[88]

Desde 2005, varios editorialistas europeos, como Timothy Garton Ash, estimaron que Canadá debería unirse a la Unión Europea (UE) argumentando que, a diferencia del resto de los países americanos, los valores culturales y políticos de los canadienses y los europeos tienen mucho en común, y que la membresía canadiense fortalecerá política y económicamente a ambas partes.[93][94]​ Sin embargo, los funcionarios canadienses y de la UE no habían hecho comentarios al respecto.[94]​ Aunque, recientemente, las constantes disputas comerciales con China y entre los países norteamericanos, más el impacto socioeconómico de la pandemia de COVID-19, han abierto un debate sobre la posibilidad de la mebresía de Canadá a la UE.[95]

Si bien la América Septentrional y Europa están separadas a más de 3.000 km de distancia por el Atlántico norte, los partidarios de la hipotética membresía señalan que la UE ya tiene un miembro fuera de Europa, Chipre, que está geográficamente en Asia Occidental.[93]​ Además, Canadá es el país soberano americano más próximo al continente europeo (concretamente a Europa Septentrional —este dato puede ser más relevante si Groenlandia se une de nuevo a la Unión Europea—) y ambas partes disfrutan de una asociación estratégica estrecha y amistosa. Así por ejemplo, la Delegación de la UE en Canadá, en cooperación con las misiones de los países de la UE, promueve la cultura europea durante todo el año a través de una serie de actividades de diplomacia pública bien establecidas. Estos eventos han sido eficaces para aumentar el conocimiento y la comprensión de la UE y sus relaciones con Canadá.[96]​ En 2019, se propuso la unión de Canadá a la iniciativa de investigación científica Horizonte Europa de la UE.[97]​ Además, Canadá es miembro del Consejo de la Agencia Espacial Europea.[98]

Por otra parte, la UE es el segundo socio comercial de Canadá, según una información publicada en 2021 por el gobierno de ese país.[99]​ En este sentido, cabe señalar que el Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA) es posiblemente el tratado de libre comercio de mayor alcance entre la UE y un país extranjero. Debido a la naturaleza del CETA, se ha insinuado que no estaría tan lejos una membresía a la UE y que esto ayudaría a disminuir la dependencia canadiense de Estados Unidos con respecto al comercio y la seguridad.

El gobierno de este estado de Oriente Próximo ha apuntado en varias ocasiones que no descarta la posibilidad de solicitar su ingreso a la UE y a la OTAN.[100]​ Al igual que en el caso de Marruecos, su situación geográfica podría contribuir al rechazo de su candidatura, que no se ha planteado por el momento. Pero en esa posible solicitud de adhesión, su relación histórica a Europa pudiera ser agente negociador importante, ya que algunos mandatarios europeos, como el ex primer ministro italiano Berlusconi, han declarado en alguna ocasión que el futuro de Israel pasa por su adhesión a la Unión.[101][102]

Actualmente, el acuerdo de asociación UE-Israel[103]​ conforma el marco legal básico que rige las relaciones entre Israel y la Unión Europea,[104]​ conformado por los acuerdos euro-mediterráneos entre la Unión y sus afiliados en el flanco sur del Mar Mediterráneo.

Las relaciones de la UE-Marruecos, que se remontan a 1963, han recibido un aumento significativo en la última década con la entrada en vigor del Acuerdo de asociación de marzo de 2000 y la adopción del plan de acción, en julio de 2005, como parte de la Política europea de vecindad. Con el avanzado estado concedido a Marruecos el 13 de octubre de 2008, la Asociación entró en una fase nueva y más ambiciosa.

En principio la independencia no es algo contemplado en los tratados constitutivos de la Unión Europea[106]​ y representantes de la Comisión Europea han afirmado que cuando una parte de un Estado miembro se independiza pero desea permanecer en la UE, esta tendría que volver a solicitar su ingreso para unirse como si se tratara de un nuevo país incorporándose desde el principio (por lo que el Estado del que proviene podría votar en contra de su adhesión).[107]​ Sin embargo, otros analistas legales opinan que los Estados resultantes de la secesión o disolución de un Estado miembro podrían continuar siendo Estados miembros de la Unión Europea.[108]

No hay precedentes de que una región que se separe de un Estado miembro existente se convierta en un Estado miembro separado de la UE, aunque algunas áreas han dejado la UE/CEE por autonomía o plena independencia sin desear volver a unirse.

Argelia es la única región o territorio de un Estado miembro existente que ha dejado la UE/CEE al convertirse en un estado independiente. Antes de 1962, era un departamento de ultramar de Francia, una región ultraperiférica en terminología CEE,[109]​ y no ha intentado volver a unirse a la CEE/UE después de la independencia.

Groenlandia votó a favor de abandonar la CEE (predecesora de la UE) después de obtener una mayor autonomía de Dinamarca en 1982. Sin embargo, la similitud entre este y otros escenarios propuestos es controvertida.[110]

San Bartolomé abandonó la UE en 2012. Este cambio de estatus (de "región ultraperiférica" a "país y territorio de ultramar") fue posible gracias a una disposición del Tratado de Lisboa que permite al Consejo Europeo cambiar el estatus de la UE de un territorio danés, neerlandés o francés por iniciativa del Estado miembro de que se trate.[nota 1][111][112]

Desde el anuncio del ex presidente de la Generalidad de Cataluña Artur Mas en diciembre de 2012 de que se celebraría un referéndum sobre la independencia catalana, se han propuesto diferentes escenarios sobre el estado de Cataluña en la Unión Europea. El ejecutivo catalán ha argumentado que Cataluña sería un estado sucesor del Reino de España y por lo tanto continuaría automáticamente como miembro de la Unión Europea. Por su parte, el expresidente de España, Mariano Rajoy y el comisario europeo Joaquín Almunia argumentaron que Cataluña debería volver a solicitar la admisión a la UE en caso de secesión de España.[113]​ Una posición similar fue expresada por el entonces presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

En el caso de una secesión flamenca de Bélgica, el estado futuro de Bruselas (la capital de facto de la UE) podría no estar claro. Hay varias propuestas para lo que debería sucederle a la ciudad, desde permanecer como parte del resto del estado belga, hasta unirse al hipotético estado flamenco y convertirse en una entidad política separada. En este último caso, también podría variar la soberanía de Bruselas, desde un Estado miembro con gran participación y subsidio de la UE hasta convertirse en un distrito capital de la UE análogo a Canberra, Brasilia o Washington D. C.[114][115]



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