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Harry Pollitt



Harry Pollitt (1890-1960) fue el responsable del trabajo sindical del Partido Comunista de Gran Bretaña y, más tarde, secretario general del partido, cargo que ostentaría durante más de 20 años.

Nacido el 22 de noviembre de 1890 en Droylsden (Lancashire), fue el segundo de los seis hijos del matrimonio formado por Samuel Pollitt (1863–1933), un ayudante de herrero, y Mary Louisa Charlesworth (1868–1939), una hiladora de algodón. Los padres de Pollitt eran socialistas y librepensadores, siendo su madre, miembro del Partido Laborista Independiente, quien le proveyó de los primeros principios y lo introdujo en los círculos socialistas locales. Ambos tuvieron una relación muy especial, teniendo Pollitt en su madre a una confidente y a un ejemplo de dignidad obrera ante la dificultad.

Su propio sentido de la injusticia ante la pobreza familiar (tres de sus hermanos murieron siendo niños) fue fundamental para su fuerte identificación con la clase obrera, identificación que fue la base de su concepción política. A los 13 años abandonó la escuela. Fue vendedor de calderas y viajó a menudo por el país por su profesión.

En 1915, cuando vivía en Southampton, lideró una huelga local de caldereros.

En 1919 Pollitt se involucró en la campaña 'Manos fuera de Rusia', que protestaba contra la intervención occidental en la Guerra Civil Rusa a favor de los contrarrevolucionarios. Al final de esta guerra se unió a la Federación Socialista Obrera de Sylvia Pankhurst, uno de los grupos que unos años después participaría en la fundación del Partido Comunista de Gran Bretaña. Pankhurst abandonaría pronto el partido, pero Pollitt permaneció. Estaba muy influido por el intelectual comunista Rajani Palme Dutt, con quien forjaría una alianza que duraría años. Entre 1924 y 1929, Pollitt fue secretario general del Movimiento de la Minoría, una corriente dentro de los sindicatos dirigida por los comunistas.

En 1925 se casó con Marjory Edna Brewer, una maestra de escuela comunista doce años más joven que él, matrimonio del que nacerían una hija y un hijo, que seguiría las convicciones comunistas de su padre. Ese mismo año, Pollitt fue uno de los doce miembros del Partido Comunista juzgados por el Tribunal Criminal Central bajo la ley de Incitación al Motín, de 1797, y uno de los cinco condenados a 12 meses de prisión.

En 1929, el Partido Comunista de Gran Bretaña lo eligió secretario general, puesto en el que se mantuvo, salvo por una pequeña interrupción durante la Segunda Guerra Mundial, hasta 1956, año en que fue nombrado presidente del Partido, cargo que ostentaría durante cuatro años.

En sus declaraciones públicas, Pollitt fue leal a la Unión Soviética y al secretario general del PCUS, Stalin. Defendió los juicios de Moscú, en los que Stalin liquidó a sus opositores militares y políticos. En el Daily Worker del 12 de marzo de 1936, Pollitt declaró que "los juicios de Moscú representan un nuevo triunfo en la historia del progreso". El artículo estaba ilustrado con una fotografía de Stalin y Nikolái Yezhov que desaparecería poco después a manos de los archiveros del NKVD.[1]

En septiembre de 1939, a pesar del pacto entre Hitler y Stalin, celebró la declaración de guerra británica contra la Alemania Nazi. Cuando esto resultó contrario a la política soviética, como Rajani Palme Dutt, que lo sustituyó en la secretaría general, le había advertido que ocurriría, Pollitt se vio obligado a dimitir.

En 1941, cuando la Unión Soviética entró en la guerra, Pollitt fue reelegido como secretario general.

Pollitt fue varias veces candidato al Parlamento por la circunscripción de Rhondda East; en 1945 se quedó a menos de mil votos de arrebatarle el escaño al candidato laborista.

Pollit se enfrentó a otra crisis en 1956, cuando Nikita Jruschov atacó el legado de Stalin. La represión de la Revolución húngara de 1956 agravó la crisis del partido, y la mayoría de sus intelectuales (incluyendo a Doris Lessing y E. P. Thompson) y muchos afiliados de base lo abandonaron. Otros, como el historiador Eric Hobsbawm, optaron por permanecer en él, para intentar reformarlo. Pollitt, deprimido tanto físicamente (sufría de ceguera temporal) como por su creciente aislamiento político, dimitió de la secretaría general y fue nombrado presidente del Partido.

En este cargo, se desilusionó cuando Jruschov reveló los crímenes de Stalin. "Estará ahí mientras yo viva", dijo del retrato de Stalin que colgaba en la pared del salón de su casa.

Tras años de mala salud, Harry Pollitt falleció de hemorragia cerebral el 27 de junio de 1960, mientras volvía en barco de una gira de conferencias por Australia. Fue incinerado en Londres el 9 de julio.

En 1971, la URSS reconoció la devoción de Pollitt por la causa soviética bautizando uno de sus buques de guerra con su nombre. Una placa dedicada a la memoria de Pollitt fue descubierta por el alcalde de Tameside el 22 de marzo de 1995 en la biblioteca de Droylsden.



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