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Historia del Virreinato de Nueva Granada



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El Virreinato de Nueva Granada, Virreinato de Santafé o Virreinato del Nuevo Reino de Granada fue una entidad territorial, integrante del Imperio español, establecida por la Corona (1717-1723, 1739-1810 y 1815-1822) durante la dinastía de los Borbones. Creado en 1717 por el rey Felipe V, dentro de una nueva política de control territorial, se suspendió en 1723 por problemas financieros y fue restaurado en 1739 hasta que el movimiento independentista lo suspende de nuevo en 1810. En 1815 al ser reconquistado su territorio por el ejército del rey Fernando VII, fue restaurado.

Tras una rápida campaña militar, el ejército rebelde comandado por Simón Bolívar entró en Santafé de Bogotá el 10 de agosto de 1819 tras derrotar al ejército realista en el Pantano de Vargas y en Boyacá. Un día antes, Juan de Sámano, último virrey efectivo, había abandonado la capital y huido hacia Cartagena de Indias, área aún controlada por autoridades realistas. El 31 de octubre de 1820 Juan de la Cruz Mourgeon fue nombrado capitán general de las provincias de Nueva Granada, concediéndosele así mismo el título de virrey a condición de que recuperase la capital y la mayor parte del territorio. Para entonces, tan solo las provincias de Panamá, Quito y Pasto y las ciudades de Cartagena y Santa Marta permanecían fieles a la Corona. Mourgeon murió en abril de 1822 en Quito, un mes antes de la decisiva victoria patriota en Pichincha. Tras esta batalla, Melchor Aymerich, presidente de la Real Audiencia de Quito (máxima autoridad española tras la muerte de Mourgeon) firmó una Capitulación (25 de mayo) por la que rendía los territorios que aún permanecían bajo control realista, poniendo punto y final al dominio español en la Nueva Granada.

De este Virreinato formaron parte los territorios de las actuales Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y Guayana. La entidad quedó conformada por las Audiencias de Santafé, Panamá y de Quito, y la Capitanía General de Venezuela. La capital del virreinato fue Santafé,[4]​ por ello su escudo de armas fue heredado por Bogotá.

En 1508 la Tierra Firme fue dividida entre dos jurisdicciones: Diego de Nicuesa obtuvo la gobernación de Veragua o Castilla de Oro, que iba desde el río Atrato en el golfo de Urabá hasta el cabo Gracias a Dios; por otra parte, Alonso de Ojeda obtuvo la de Nueva Andalucía, desde el río Atrato hasta el cabo de la Vela. Poco después, a partir de marzo de 1511, Vasco Núñez de Balboa se hace cargo de Veraguas y fue nombrado por el virrey Diego Colón como su lugarteniente en Darién.

En mayo de 1513 Pedro Arias Dávila fue nombrado gobernador y capitán general de Castilla de Oro, que incluía todo el territorio de la costa desde el cabo de la Vela hasta el actual Panamá, con excepción de Veraguas, llegando a Darién en julio de 1514. Nueva Andalucía fue suprimida y Balboa recibió el 23 de septiembre de 1514 el nombramiento de "Gobernador de Coiba y Panamá y Adelantado de la Mar del Sur" subordinado a Castilla del Oro. En 1525 Fernández de Oviedo intentó establecer una gobernación en la zona de Cartagena (Gobernación de Cartagena), pero no prosperó hasta la fundación de la ciudad en 1533. El 26 de febrero de 1538 fue establecida en el Istmo, la Real Audiencia de Panamá por Real Cédula expedida por Carlos V. Hacia 1542 existían las gobernaciones de Santa Marta (fundada en 1525), Cartagena y Popayán (fundada en 1536).

En 1550 se crea la Real Audiencia de Santafé dentro del Virreinato del Perú con jurisdicción sobre el Nuevo Reino de Granada y las gobernaciones de Santa Marta, Cartagena y Popayán. Sin embargo era débil la dependencia del gobierno del Nuevo Reino de Granada en Santafé con el del virreinato del Perú en Lima, había dificultad para las comunicaciones entre las dos ciudades, sumado a ello los constantes conflictos desde el año 1582, entre el gobierno de los presidentes de la Real Audiencia de Santafé y el arzobispado de Santafé.

La conflictiva situación fue confirmada por visitadores enviados por la Corona, quienes recomendaron a Felipe V la creación de un virreinato independiente en la Nueva Granada en 1717, finalmente erigido de forma provisional el 13 de junio de 1718 hasta la llegada del primer virrey el 25 de noviembre de 1719.

Las consideraciones de la corona para su creación incluyeron su situación geográfica entre dos mares (el Caribe y el Mar del Sur, hoy Océano Pacífico) y de puerta de acceso a la parte occidental de la América del Sur, le permitiría enfrentar mejor el contrabando y los ataques de piratas y filibusteros con un punto más cercano al Mar Caribe. Sin embargo, la escasez de caminos apropiados hacían difícil el tránsito y la comunicación en el interior del virreinato. El establecimiento de una capitanía general en Caracas y una real audiencia en Quito, aún legalmente subordinada al virrey, fue una respuesta a las necesidades de un gobierno efectivo en las regiones más alejadas.

Terminada la guerra con la Cuádruple Alianza, en 1724 se emitió otra Cédula Real que suprimió el Virreinato de Nueva Granada por razones económicas lo que conllevó a un retorno de la presidencia. Sin embargo en 1740, por mandato real, la Real Audiencia de Quito fue incorporada nuevamente al Virreinato. Para entonces, el rey firmó en San Ildefonso, la Cédula de Reerección definitiva del 20 de agosto de 1739 del Virreinato de Nueva Granada con los mismos derechos de la Cédula Real de 1717.

Transcurridos poco más de dos años desde su incorporación al virreinato, la provincia de Venezuela es reintegrada en 1742 a la jurisdicción de la Real Audiencia de Santo Domingo, dependiente esta a su vez del Virreinato de Nueva España, jurisdicciones a las que seguiría perteneciendo hasta su independencia.

De esta manera, provincias de lo que hoy podría corresponder a Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela, y regiones de Perú, Brasil, Costa Rica, Nicaragua y Guyana, hasta entonces bajo diferentes jurisdicciones, se unieron bajo una misma autoridad imperial establecida en la ciudad de Santafé de Bogotá, confirmando así a la ciudad como otro de los principales centros administrativos de las posesiones españolas en América, junto con Lima y la Ciudad de México.

En 1764 se creó la Gobernación de Guayaquil. Después, por real orden del 13 de agosto de 1790, se ordenó segregar de la provincia de Riohacha el establecimiento de Sinamaica y agregarlo a la provincia de Maracaibo en la Capitanía General de Venezuela. El 1 de agosto de 1792 se llevó a cabo la transferencia.[5]

El arzobispo-virrey Antonio Caballero y Góngora, en 1783, acometió la trascendental obra de la Expedición Botánica, aprovechando los conocimientos, talento y sabiduría del sacerdote José Celestino Mutis. Para ello el arzobispo-virrey hizo gastos de su propio bolsillo mientras venía la aprobación de la Corte, la cual obtuvo a fines de ese mismo año. El objeto principal de la Expedición Botánica fue el de la investigación científica y del estudio de la flora colombiana, así como la realización de observaciones astronómicas, geográficas y físicas.

La invasión en 1808 del territorio peninsular por tropas napoleónicas produjo un vacío de poder en América. En agosto de 1809 un grupo de criollos, liderados por Juan Pío Montúfar, declararon una Junta de Gobierno propia en Quito, juraron lealtad a Fernando VII y desconocieron a las autoridades nombradas desde España. Del mismo modo en el actual territorio de Colombia hubo una declaración en Valledupar en abril de 1810. La Junta de Gobierno de Cádiz ordenó el retiro del virrey Amar y Borbón, noticia que portaba el Comisionado Regio, el quiteño Antonio Villavicencio.

El 22 de mayo en Cartagena de Indias, un movimiento revolucionario creó una Junta de Gobierno. Los sucesos continuaron en julio de 1810. El 3 de julio Santiago de Cali formó sus juntas, luego vendrían Socorro y Pamplona. Finalmente, el 20 los sucesos ocurrirían conocidos como El Florero de Llorente en Santa Fe que era el centro del poder del Virreinato de la Nueva Granada. Con la deposición y el arresto del virrey, el Virreinato dejaba de existir de facto.

El plan era aprovechar la llegada del Comisionado Regio Antonio Villavicencio a Santa Fe, para hacer relucir las diferencias entre los "chapetones" y los criollos y formar una reyerta en medio del día de mercado. En medio de la reyerta se arengó al pueblo a exigir cabildo abierto, el cual fue utilizado para deponer a la Real Audiencia y crear una nueva Junta de Gobierno. Las milicias en Santa Fe estaban comandadas por Antonio Baraya.

La primera Junta en declarar la independencia absoluta de España en el antiguo territorio del Virreinato fue Cartagena de Indias, el 11 de noviembre de 1811. Los hechos ocurridos en Cartagena precipitaron la declaración de independencia absoluta en las demás ciudades del Nuevo Reino. Entonces se inició un periodo donde hubo grandes conflictos internos que surgieron por opiniones encontradas acerca de la forma de organizar el nuevo gobierno. Las constantes peleas entre los federalistas y centralistas, y estos a su vez contra realistas, dieron origen a este periodo inestable.

Tras su regreso al poder, Fernando VII procuró restablecer el poder monárquico en América. En 1815, el Río de La Plata, Chile, Nueva Granada y Venezuela estaban regidas por diferentes fracciones independentistas y en muchos lugares el poder estaba en manos de juntas fernandistas que una vez disueltas, permitieron la reconquista de la Nueva Granada y Venezuela, acción que quedará a cargo de Pablo Morillo, y el restablecimiento del Virreinato en cabeza de Juan de Sámano.

De esta manera, Morillo recibió las tropas desde los puertos de Sevilla y Barcelona en España y de ahí llegó al puerto de Cartagena de Indias de donde se aventuraron las tropas para los bloqueos de los puertos de La Dorada y Puerto Salgar llegando a Santafé de Bogotá y tomando la capital con los tropas del ejército español en la Plaza Mayor.

Si bien durante el régimen del terror, varios grupos republicanos se mantuvieron activos, ejerciendo un poder efectivo en los Llanos, principalmente en la Guayana venezolana y en el Casanare, no sería sino hasta 1819 cuando se emprendió el proceso final de expulsión del dominio español.

En 1819 un ejército republicano comandado por Simón Bolívar cruzó las montañas que separan Casanare de Tunja y Santa Fe y tras las batallas de Pore, Pantano de Vargas y Puente de Boyacá tuvo vía libre para tomar el control de Santa Fe, ciudad a la que llegó el 10 de agosto de 1819.

El virrey Sámano huyó de la ciudad, y el virreinato dejó de ser efectivo. Sin embargo, España ejercía su poder en varias ciudades del virreinato y sus zonas de influencia: Quito, Pasto, Popayán, Cartagena de Indias, Santa Marta, Caracas y Panamá, entre otras.

Durante 1820, Pablo Morillo, comandante del ejército realista en la Nueva Granada, y Simón Bolívar acordaron una tregua que fue utilizada por Bolívar para conformar la naciente República de Colombia. Las hostilidades se reanudaron en 1821 con la batalla de Bomboná, la cual, siendo un desastre táctico para ambos ejércitos, dio una ventaja estratégica para las fuerzas republicanas que pronto lograron el control total del actual territorio de Colombia logrando así la liberación de los actuales Ecuador y Venezuela. Así, para todos efectos, en 1822 los realistas habían perdido el control de lo que alguna vez fue el Virreinato de la Nueva Granada.

Los territorios del virreinato se ganaron su independencia de España, unificándose posteriormente con los de la anterior Capitanía General de Venezuela para fundar la primera República de Colombia, también conocida como la Gran Colombia, nombre con el que es recordada en la actualidad. Cuando Venezuela y Ecuador se separaron durante la disolución de la Gran Colombia, Bogotá se constituyó en la capital de la nueva República de la Nueva Granada.

El Virreinato tuvo por territorios los correspondientes a las Reales Audiencias de Santafé de Bogotá, Panamá, y Quito, y parte del posterior territorio de la Capitanía General de Venezuela. En tal sentido, el virreinato comprendió territorios de las actuales Repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica y Venezuela, además de regiones del norte del Perú y Brasil, y el oeste de Guyana.[4]

Véase también: Anexo:Virreyes de Nueva Granada

En Segovia (España) se expidió la real cédula que incorporó la Real Audiencia de Quito (suprimiéndola) y la Capitanía General de Venezuela a la Real Audiencia de Santafé, creando el Virreinato de Nueva Granada,[6]​ con las provincias de Santafé o Nuevo Reino de Granada y las de Cartagena, Santa Marta, Maracaibo, Caracas, Antioquia, Guayana, Popayán y las de San Francisco de Quito. Fue suprimida la Real Audiencia de Panamá y su territorio agregado a la de Lima y al Virreinato del Perú.

Terminada la guerra con la Cuádruple Alianza se emitió otra cédula real, con la que se suprimió el 5 de noviembre de 1723 el virreinato de Nueva Granada por algunos informes que se dieron al rey respecto a la situación económica del mismo, y a deudas y gastos que nunca pudo pagar de sus finanzas:[8]

El Virreinato de Nueva Granada nuevamente fue erigido el 20 de agosto de 1739 por suplicación de algunas comunidades de las provincias que se encontraron en mayor decadencia. El rey Felipe V decidió recrear el Virreinato de Nueva Granada con los mismos territorios y derechos que tenía según la Real Cédula de 1717.[4]​ La Cédula de Reerección definitiva del Virreinato de Nueva Granada dice:[9]

La corona española en 1740 fija de manera clara y precisa los linderos definitivos entre el Virreinatos de Nueva Granada y el Virreinato del Perú. La misma que dice así:

Esta Cédula cercenó una buena parte de los territorios de la región oriental, y ocupaba desde años atrás por las misiones religiosas jesuitas quiteñas que existían en los ríos del Alto Ucayali, Marañón y Amazonas. Esta cédula reforma los límites de la Real Audiencia de Quito incorporada entonces al Virreinato de Nueva Granada.

En 1739, al informar sobre la reconstitución del Virreinato de Nueva Granada, el Rey se refiere a "Caracas, con el territorio de su Capitanía General". En el año 1742, la Provincia de Venezuela o Caracas, se independizó del Virreinato.

Debido a problemas económicos en Tierra Firme la Corona ordenó la extinción definitiva de la Real Audiencia de Panamá, pasando su jurisdicción a la de Lima. Se creó en Panamá un gobierno militar dependiente del Virreinato de Nueva Granada, la Comandancia General de Tierra Firme, con la misma extensión que tenía la Audiencia de Panamá, es decir, las provincias de Panamá, Darién, Veraguas y Portobelo. El 19 de julio, otra real cédula ordenó pasar la jurisdicción del territorio a la Audiencia de Santafé.

El rey ordenó que las misiones del bajo y alto Orinoco y del río Negro quedasen bajo subordinación personal del Gobernador y Comandante de Guayana, el cual dependía de la Capitanía General de Venezuela, excepto para ese encargo en que quedaba bajo dependencia del virrey.

En 1771 el rey mandó reincorporar la Comandancia de Guayana al Virreinato de Nueva Granada:

Treinta años después de la independencia de la Provincia de Venezuela se le anexan los territorios de las provincias de Maracaibo, Guayana y Cumaná hasta entonces dependientes del virreinato; la provincia de Trinidad, dependiente de la Real Audiencia de Santo Domingo y la provincia de Margarita, dependiente de la Corona Española, para formar la Capitanía General de Venezuela, con capital en la ciudad de Santiago de León de Caracas.

Por esta cédula real retornaron al Virreinato del Perú los territorios con los que se constituía en él la Comandancia General de Maynas (actuales departamentos de Amazonas, San Martín y Loreto en el Perú).

Debido a que el 28 de marzo de 1803 la Junta de Fortificaciones de América lo solicitó, el rey Carlos IV emitió la Real Orden del 7 de julio de 1803, por la cual en lo militar el Gobierno de Guayaquil volvió a depender del Virreinato del Perú, aunque la administración mercantil de la ciudad continuó bajo el Virreinato de Nueva Granada, dependiente de Cartagena de Indias.

Por esta cédula se dispuso que la costa de los Mosquitos y las islas de San Andrés pasen desde la Capitanía General de Guatemala al virreinato de Nueva Granada, siendo gobernadas por la Provincia de Cartagena.[10]

El rey dispuso que la agregación del gobierno de Guayaquil al Vireinato del Perú era absoluta y no solo en los asuntos militares:

El 18 de febrero de 1808 el cabildo de Guayaquil solicitó al Rey de España que separara su provincia del Virreinato del Perú y la adhieriera al Virreinato de Nueva Granada. El 28 de octubre de 1815 fue reiterada la petición. Así el 23 de junio de 1819 el rey de España otorgó la petición de que Guayaquil fuera anexionada a la Presidencia de Quito en el Virreinato de Nueva Granada, pero la guerra de independencia, que se cristalizó con la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, impidió el pase jurisdiccional.


Virreinato de Nueva Granada




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