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Horrocrux



La siguiente es una lista de los objetos mágicos usados en Harry Potter. Estos objetos existen para el uso de los personajes en la serie de J. K. Rowling. Algunos de estos objetos, como los Horrocruxes, pueden verse en los estudios de Harry Potter en Londres.

El cáliz de fuego es un cáliz hecho de madera usado al principio de cada Torneo de los Tres Magos para elegir únicamente a los campeones participantes, sirviendo como un «juez imparcial». Se colocan trozos de pergamino con los nombre de los potenciales candidatos en el cáliz y, al momento indicado, un representante de cada escuela es elegido cuando el trozo de pergamino con su nombre sale del cáliz en una fuente de fuego mágico. Según revela Barty Crouch Jr. mientras esta transformado como Alastor Moody, el cáliz de fuego era «un objeto mágico excepcionalmente poderoso» y es muy difícil de engañar, excepto cuando alguien utilice un encantamiento confundus muy poderoso para poder engañarlo, aunque para eso se requiere de magia muy avanzada para hacerlo.

Durante su uso en El cáliz de fuego, es colocado en el salón de entrada rodeado por una línea de edad, un encantamiento puesto por Dumbledore para prevenir que magos menores de edad entren al Torneo de los Tres Magos. Los gemelos Weasley trataron de engañar a la línea de edad tomándose una poción de envejecimiento, pero luego de unos segundos cerca del cáliz, estos salieron volando lejos y cayeron a unos metros de él, causando que el efecto de la poción les rebote devuelta a ellos.

Cuando no está en uso, el cáliz permanece guardado en un cofre enjoyado en el armario de Dumbledore.

La espada de Godric Gryffindor es una espada hecha por duendes, adornada con largos rubíes en la empuñadura. Una vez fue propiedad de Godric Gryffindor, uno de los cuatro fundadores del colegio Hogwarts. En La cámara secreta, Harry saca la espada del Sombrero Seleccionador para matar al basilisco. La espada también desempeña un papel clave en Las reliquias de la Muerte, donde se revela que la espada había absorbido el veneno del basilisco luego de ser usada contra el mismo, ya que «sólo absorbe lo que la hace más fuerte». Más tarde es usada para destruir tres de los Horrocruxes de Voldemort.

Ya que la espada fue forjada por duendes, es indestructible, y según el duende Griphook, la espada fue originalmente forjada por el duende Ragnuk I y "robada" por Gryffindor, que más tarde fue robada (o recuperada, como dirían los seres) por Griphook cuando la espada cayó de las manos de Harry durante la incursión a la bóveda de Bellatrix Lestrange en el séptimo libro. Sin embargo, ésta regresó nuevamente a manos hechiceras más adelante en el libro, cuando Neville la sacó del Sombrero Seleccionador y la usó para decapitar a Nagini, la serpiente de Voldemort. Esto muestra que aparentemente, no importa dónde la espada haya pasado a estar en el momento, reaparecerá en el Sombrero cuando un miembro legítimo de la casa de Gryffindor la necesite.

Rowling ha confirmado en su webchat que Gryffindor no le robó la espada a Ragnuk y que esta creencia es meramente parte de la desconfianza y los prejuicios de Griphook como duende contra los magos.[1]​ Se reveló en Pottermore que Godric Gryffindor le encargó a Ragnuk I que hiciera la espada para él bajo sus especificaciones. Una vez que Ragnuk hizo la espada, estaba tan encariñado con ella que, después de habérsela presentado a Gryffindor, le dijo a los duendes que había sido robada y que él había enviado lacayos para recuperarla para él. Gryffindor derrotó a los duendes usando magia y en vez de matarlos, los embrujó para regresar con Ragnuk y decirle que si él trataba de tomar la espada de nuevo, la usaría contra ellos. El rey tomó la amenaza seriamente, pero siguió insistiendo que había sido robada desde el día que murió.[2]

En Las reliquias de la Muerte se menciona que se supone que la espada de Gryffindor esté en la bóveda de Bellatrix Lestrange, puesta allí por Severus Snape. Desconocido para Bellatrix, sin embargo, esa espada solo era una réplica. Cuando Harry, Ron y Hermione fueron capturados y llevados a la Mansión Malfoy, ella vio la espada cerca de uno de los Carroñeros, que intentó conservarla. Ella lo mató y forzó a los demás a salir de la habitación, luego torturó a Hermione para que le hable sobre la espada. Pero a pedido de Harry, Griphook mintió y dijo que la espada era una falsificación. La reacción de Bellatrix a la posibilidad de que su bóveda haya sido abierta convenció a Harry de que también había un Horrocrux localizado en su bóveda.

Basada en una antigua idea alquimista de la piedra filosofal, esta es una piedra propiedad de Nicolas Flamel y por primera vez mencionada en Harry Potter y la piedra filosofal. La piedra es legendaria por su poder de convertir todos los metales en oro, y puede ser usada para elaborar una poción llamada el elixir de la vida, haciendo al bebedor inmortal. La piedra filosofal solo se ve en el primer y último libro. Fue destruida al final del libro por Dumbledore con el acuerdo de Flamel. La piedra filosofal es mencionada nuevamente por Voldemort en El cáliz de fuego, cuando Voldemort cuenta a sus Mortífagos que ha pasado entre su derrota inicial y su renacimiento. La piedra filosofal también es mencionada en El misterio del príncipe cuando Harry le pregunta a Dumbledore por qué Voldemort no usó la piedra filosofal para hacerse inmortal en vez de Horrocruxes, refiriéndose a los eventos del primer libro. Dumbledore respondió que Voldemort no podía encontrar la piedra, y también estaba convencido de que crear Horrocruxes era más fácil (y más seguro) que buscar la piedra, ya que no hace al usuario inmortal, sino que solo aumenta la duración de su vida.

El Sombrero Seleccionador es un artefacto pensante usado en Hogwarts, que usa legeremancia (esencialmente, la habilidad de leer mentes) para determinar cuál de las cuatro casas de la escuela—Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin—debe ser asignado cada estudiante. Este se asemeja a un sombrero de mago cónico de ala ancha hecho de cuero dilapidado, con pliegues y rasgones que hacen que parezca que tiene ojos y boca. Durante el banquete de bienvenida al comienzo de cada año escolar, el Sombrero es colocado en la cabeza de cada estudiante de primer año. El Sombrero anuncia su elección en voz alta, y el estudiante se une a la casa seleccionada. El Sombrero le habla al estudiante mientras están siendo clasificados y está dispuesto a tomar las preferencias del alumno en cuenta cuando toma su decisión. Sin embargo, a veces no tiene la necesidad de hacerlo: por ejemplo, el Sombrero apenas tocó la cabeza de Draco Malfoy antes de enviarlo a Slytherin, aunque también puede ser debido a que el sombrero sabía que Draco pertenece a la familia Malfoy (ya que la familia Malfoy ha estado en Slytherin por generaciones). El Sombrero Seleccionador tuvo dificultades asignando a Harry, casi enviándolo a Slytherin antes de que él pidiera específicamente y enfáticamente no estar ahí. En su lugar, el Sombrero lo envió a Gryffindor, la casa de sus padres. Rowling ha dicho que la razón de la duda del Sombrero al elegir la casa correspondiente de Harry fue porque el sintió la parte del alma de Voldemort dentro de Harry.

El Sombrero Seleccionador es conocido por negarse a admitir que cometió un error y se aferra a su decisión original, aun cuando es obvio que un estudiante ha sido asignado a la casa incorrecta. Sin embargo, el Sombrero ha cometido pocos errores durante los siglos que trabajó en Hogwarts.

El Sombrero Seleccionador originalmente perteneció a Godric Gryffindor, uno de los cuatro fundadores de Hogwarts. Los cuatro fundadores solían elegir ellos mismos a los estudiantes para sus casas, pero luego se dieron cuenta de que alguien más debía hacerlo luego de que ellos murieran, así que Gryffindor se sacó su sombrero, lo hechizó, y lo dejó elegir. Desde ese momento, el Sombrero Seleccionador siempre ha sido usado para elegir en qué casa son colocados los estudiantes. Debido a su edad, parece «parchado, deshilachado y extremadamente sucio». Antes de seleccionar a los estudiantes cada año, el sombrero recita una nueva canción introductoria. Estas canciones ocasionalmente advierten del peligro por venir, como en La Orden del Fénix. Las canciones del Sombrero Seleccionador varían en longitud y contenido, pero siempre incluyen una breve descripción de cada casa.

El Sombrero Seleccionador ha mostrado la habilidad de invocar la espada de Gryffindor, como se muestra en dos instancias. Ambas veces es usada para asesinar serpientes; en La cámara secreta, le proporciona la espada a Harry Potter para matar al basilisco, y en Las reliquias de la Muerte, le proporciona la espada a Neville. Dumbledore aclara en La cámara secreta que solo un miembro de Gryffindor legítimo puede convocar a la espada de esta manera. En Las reliquias de la Muerte el Sombrero Seleccionador es incendiado por Voldemort, aunque parece que el sombrero no fue destruido, ya que Neville pudo sacar la espada de Gryffindor de él inmediatamente después y decapitar a la serpiente de Voldemort Nagini. En el epílogo al final de Las reliquias de la Muerte, la supervivencia del Sombrero es confirmada, ya que Harry le dice al hijo más pequeño que el Sombrero tomaría su preferencia en consideración.

De acuerdo con Pottermore, un hatstall es «un término arcaico de Hogwarts para un nuevo estudiante cuya selección dura más de cinco minutos. Este tiempo de deliberación del Sombrero Seleccionador es excepcionalmente largo y ocurre en contadas ocasiones, quizás solo una vez cada cincuenta años. De entre los contemporáneos de Harry Potter, Hermione Granger y Neville Longbottom estuvieron muy cerca de llegar a ser hatstalls. El Sombrero Seleccionador pasó casi cuatro minutos intentando decidir si debería mandar a Hermione a Ravenclaw o a Gryffindor. En el caso de Neville, el sombrero estaba determinado a mandarle a Gryffindor, y él intimidado por la reputación de valentía de esa casa, pidió ser colocado en Hufflepuff. Su lucha silenciosa acabó con el triunfo del Sombrero».

Tanto en la primera como en la segunda película de Harry Potter, el Sombrero cuenta con la voz de Leslie Phillips.

En Harry Potter y la Orden del Fénix, Hermione Granger crea Galeones falsos encantados que son usados para la comunicación entre los miembros del Ejército de Dumbledore. Como los Galeones reales, las monedas tienen numerales alrededor del borde; en los Galeones normales estos números seriales indican qué duende fundió la moneda, pero en las monedas encantadas los números representan la hora y la fecha de la próxima reunión, y automáticamente cambia para coincidir con los números que Harry Potter ponga en su moneda. Debido a que las monedas fueron infundidas con un encantamiento proteico, una vez que Harry altera la suya, cada moneda cambia para ajustarse. Las monedas se calientan cuando los números cambian para advertirles a los miembros que miren sus monedas.

En Harry Potter y el misterio del príncipe, Draco Malfoy usa un par de monedas encantadas para eludir los límites de comunicación impuestos en Hogwarts, logrando así mantenerse en contacto con Madame Rosmerta, a quien había puesto bajo el maleficio Imperius. Draco revela que tomó la idea de las monedas del ED de Hermione, que a su vez estuvieron inspiradas en la Marca Tenebrosa de lord Voldemort para comunicarse con sus Mortífagos.

En Harry Potter y las reliquias de la Muerte, Neville Longbottom usa las monedas del ED para advertirle a gente como Luna Lovegood y Ginny Weasley que Harry, Ron y Hermione han vuelto a Hogwarts. Luego ellos llegan a la Sala de Menesteres para luchar en la Batalla de Hogwarts el 2 de mayo de 1998.

Una carta vociferadora, o simplemente vociferadora, es una carta de color rojo sangre enviada para demostrar extremo enojo o para trasmitir un mensaje en voz muy alta y en público. Al abrirlo, la voz del remitente, que ha sido mágicamente amplificada a un volumen ensordecedor, gritando un mensaje al destinatario y luego se autodestruirá. Si no es abierta o se abre demasiado tarde, la carta comenzará a arder, explotará violentamente, y gritará el mensaje aún más fuerte de lo normal. En la versión cinematográfica, la vociferadora se pliega en un conjunto de labios y ojos estilo origami, grita el mensaje y luego se destroza a sí misma en pedazos de papel antes de quemarse.

En Harry Potter y la cámara secreta, Ron Weasley recibe un vociferadora de su mamá, Molly Weasley, luego de robar el Ford Anglia de su padre y volarlo hasta Hogwarts junto con Harry. Neville Longbottom confesó que una vez recibió un vociferadora de su abuela, contando que él la ignoró y que el resultado fue horrible. Más tarde, Neville recibe otro vociferadora de su abuela luego de que Sirius Black use su lista de contraseñas para entrar a la Sala Común de Gryffindor en Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Hermione recibe una en Harry Potter y el cáliz de fuego luego de que Rita Skeeter publica un artículo sobre la relación (ficticia) entre Hermione y Harry. Sin embargo, en la versión cinematográfica, este incidente no se da a conocer. Dumbledore le envía un vociferadora a la tía de Harry, Petunia Dursley, en Harry Potter y la Orden del Fénix para recordarle el acuerdo de permitirle a Harry vivir en Privet Drive cuando su tío Vernon intenta echarlo. Este incidente tampoco se da a conocer en la película, aunque Harry recibe uno de Mafalda Hopkirk para anunciarle que ha sido expulsado de Hogwarts por usar magia fuera de la escuela siendo un menor de edad y que su varita deberá romperse.

Un falsoscopio o chivatoscopio sirve como detector de Artes Oscuras. El dispositivo es descrito como un trompo de cristal miniatura que emite ruidos estridentes en presencia de un engaño, por ejemplo, cuando una persona no confiable está cerca o un evento engañoso ocurre cerca de él.

Los falsoscopios se introdujeron en El prisionero de Azkaban cuando Harry recibe una versión de bolsillo de parte de Ron en su decimotercer cumpleaños. Bill dice que los falsoscopios de bolsillo no son confiables, ya que se iluminó y giró en la cena sin razón aparente, pero Fred y George habían puesto escarabajos en su sopa sin que él se diera cuenta. El falsoscopio aparece nuevamente en el Expreso de Hogwarts, y otra vez en el dormitorio de Harry y Ron. Harry más tarde descubre que Scabbers, la rata de Ron, que está presente cada vez que el falsoscopio gira, es en realidad Peter Pettigrew en forma animaga. En El cáliz de fuego, el un tanto paranoico Moody tiene varios falsoscopios que de alguna manera desactivó (posiblemente relacionado con una grieta que se describió que tenía), diciendo, «No pararía de chillar». Sin embargo, más tarde se reveló que Moody era en realidad Barty Crouch, Jr. bajo los efectos de la Poción Multijugos, así explicando las constantes alertas en su presencia. Finalmente, en Las reliquias de la Muerte, Hermione le da a Harry un falsoscopio para su decimoséptimo cumpleaños, el cual más tarde usan como un puesto de observación, mientras están escondidos.

El Mapa del Merodeador es un mapa mágico de Hogwarts creado por Remus Lupin, Peter Pettigrew, Sirius Black y James Potter (apodados "Lunático", "Colagusano", "Canuto" y "Cornamenta") mientras fueron estudiantes en Hogwarts. Durante este tiempo, ellos adquirieron un extenso conocimiento sobre los terrenos escolares, tales como sus diversos pasadizos secretos, de sus frecuentes aventuras nocturnas juntos.

En Harry Potter y el prisionero de Azkaban, Fred y George Weasley le dieron el mapa a Harry para que pueda viajar a Hogsmeade a través de un pasadizo secreto. Los gemelos previamente habían robado el mapa de un cajón en la oficina de Filch que contenía objetos peligrosos confiscados; Lupin revela que Filch probablemente sabía qué era pero no sabía cómo activarlo. Snape más tarde encuentra el mapa en posesión de Harry y trata de forzarlo a revelar sus secretos, pero el mapa solo se burla de él y lo insulta. Lupin (uno de los creadores del mapa), el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras de ese momento, es llamado para investigar este "objeto oscuro", y lo confisca para mantener a Harry a salvo, aunque se lo devuelve a Harry luego de renunciar a su cargo en Hogwarts. A partir de entonces, el mapa se convierte en una de las herramientas más útiles de Harry en sus continuas aventuras.

A primera vista, el Mapa es simplemente un pergamino en blanco; pero cuando el usuario apunta con su varita al Mapa y dice «Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas», posteriormente aparecerá un mensaje diciendo: «Los señores Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta, proveedores de artículos para magos traviesos, se enorgullecen de presentarles el Mapa del Merodeador» y un diseño detallado de Hogwarts aparecen. Para desactivar el mapa, el mago solo tiene que decir «Travesura realizada» mientras se apunta con la varita al pergamino, el mapa regresa a su estado en blanco original. El mapa muestra la localización de todos dentro del castillo y sus terrenos, e incluye la localización de pasadizos secretos e instrucciones de cómo acceder a ellos. Sin embargo, algunos lugares como la Sala de Menesteres o la Cámara de los Secretos no aparecen en el mapa, ya sea porque los Merodeadores no sabían de ellos, o, en el caso de la primera, son inlocalizables. Además, ni los animagos, ni la Poción Multijugos, ni las capas de invisibilidad pueden engañar al mapa, como se muestra en El cáliz de fuego cuando Barty Crouch, Jr., usando la Poción Multijugos para transformarse en Moody, y en El prisionero de Azkaban cuando Peter Pettigrew, quien se creía muerto pero como un animago se transformó en una rata, ambos aparecen en el mapa.

En la versión de apoyo del mapa hecho para las películas, las líneas están hechas de lo que a primera vista parecen solamente letras al azar, pero al verse más de cerca son palabras en latín. La serie no hace mención de Harry recuperando el mapa de la oficina de Moody, aunque él sigue usándolo en libros posteriores; cuando se le preguntó sobre la discrepancia, Rowling respondió que Harry sí se había infiltrado en la oficina y recuperado el mapa días después de la tercera prueba, y que ella había olvidado incluir este detalle en el libro. Cuando se le preguntó durante una sesión de preguntas en línea, «¿A qué hijo le dio Harry el Mapa del Merodeador, si se lo dio a alguno?» (luego de sus años escolares), Rowling respondió, «Tengo la sensación de que no se lo dio a ninguno de ellos, pero James (el hijo mayor de Harry) lo sacó del escritorio de su padre un día».[3]

Una recordadora es una esfera pequeña y transparente, aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis, que contiene humo que se torna rojo cuando detecta que la persona que la sostiene ha olvidado algo. Desafortunadamente, la misma no le dice al dueño qué es lo que olvidó, lo que la hace un tanto inútil. El olvidadizo Neville Longbottom recibió una recordadora de su abuela en La piedra filosofal. De acuerdo a la página Pottermore el uso de las recordadoras durante los exámenes T.I.M.O. está terminantemente prohibido, ya que los estudiantes utilizarian este objeto para verificar si escribieron alguna respuesta incorrecta durante el examen.

Un reflector de enemigos es un espejo que detecta y muestra a los enemigos de su dueño en o fuera de foco, dependiendo de qué tan cerca estén. Sin embargo, como todos los detectores de tenebrismo, puede ser engañado, como Harry menciona en el quinto libro al comienzo de la primera reunión del ED. Moody, en realidad Barty Crouch, Jr. disfrazado, dijo que cuando el blanco de sus ojos, son visibles él está en problemas. Cuando Crouch estaba atacando a Harry, él vio en el espejo que los profesores Snape, McGonagall y Dumbledore se acercaban a la habitación antes de que en realidad llegaran. Un reflector de enemigos está colgando en la Sala de Menesteres en Harry Potter y la Orden del Fénix cuando Harry usa a la Sala para las reuniones del ED.

Los Weasley tienen un reloj especial en su casa, la Madriguera, con nueve manecillas, una para cada miembro de la familia. En vez de decir la hora, el reloj muestra la localización o estado de cada miembro de la familia. Las opciones conocidas son: casa, escuela, trabajo, viajando, perdido, hospital, prisión y peligro de muerte. Los Weasley son la única familia mencionada en la serie que posee uno de estos relojes. Dumbledore llama al reloj «excelente» y se ve impresionado por él.

La opción peligro de muerte está situada donde el número 12 estaría normalmente. A lo largo de los primeros cinco libros, las manecillas cambian para reflejar los diversos estados de los miembros de la familia, pero a partir del sexto libro, las nueve manecillas apuntan a peligro de muerte a todas horas, excepto cuando alguno está viajando. La señora Weasley toma esto en el sentido de que, con el regreso de Voldemort, todo el mundo está siempre en peligro de muerte, pero ella no puede verificar esto, ya que no sabe si alguien más tiene un reloj como el suyo.

Un revelador es una goma de borrar de color rojo brillante, usada para hacer aparecer a la tinta invisible. Hizo su primera aparición en La cámara secreta cuando Hermione trató de hacer que la escritura oculta en el diario de Tom Riddle aparezca.

El sensor de ocultamiento es un detector de tenebrismo descrito como «un objeto que parecía algo así como una televisión de oro aérea ultra ondulada». Vibra cuando detecta mentiras y objetos ocultos. En Harry Potter y el cáliz de fuego, Moody menciona que «No los uso aquí por supuesto, demasiada interferencia—estudiantes en todas direcciones mintiendo sobre por qué no habían hecho su tarea». Sin embargo, esto puede ser porque Moody en realidad era Barty Crocuh, Jr. usando la Poción Multijugos.

En La Orden del Fénix, se muestra que los sensores de ocultamiento son usados en el Atrio en el Ministerio de Magia con los visitantes del entorno local del gobierno. Más tarde en el libro, Harry le menciona al Ejército de Dumbledore que ellos pueden ser fácilmente engañados como los otros detectores de tenebrismo. En El misterio del príncipe, debido a las nuevas medidas estrictas de seguridad de Hogwarts, Argus Filch es asignado para inspeccionar a cada estudiante que entre al castillo con sensores de ocultamiento. También todas las lechuzas que entran volando a Hogwarts están bajo esta medida para asegurarse de que ningún objeto oscuro entre al castillo a través del correo. Más tarde, Hermione explica que aunque los sensores de ocultamiento detectan maleficios, maldiciones y hechizos ocultadores, no pueden detectar pociones de amor, ya que no se consideran oscuras.

Una sonda de rectitud detecta hechizos de ocultamiento y objetos mágicos escondidos. El detector hizo su primera aparición en La Orden del Fénix en el Ministerio de Magia como una fina vara de oro. Luego del regreso de Voldemort, las sondas son usadas como parte de la seguridad aumentada en Gringotts así como para escanear a los estudiantes de Hogwarts para objetos oscuros. Son vistos por última vez cuando Harry, Ron y Hermione llegan a Gringotts en Las reliquias de la Muerte para entrar a la bóveda de Bellatrix Lestrange y robar uno de los Horrocruxes de Voldemort.

La pluma antitrampas es una pluma con un encantamiento antitrampas en ella, mencionada por primera vez en La piedra filosofal.[4]

La pluma autorrespuesta es una pluma que ha sido hechizada para que cuando toque una pregunta en un pergamino, escriba la respuesta instantáneamente. La pluma ha sido prohibida en los MHB y las tintas son verificadas cada vez que se lleva a cabo un examen.[5]

La pluma de sangre es una pluma de tortura usada por Dolores Umbridge a lo largo de La Orden del Fénix para castigar a los estudiantes a los que le dio detención. Tiene un plumín negro inusualmente afilado. Cuando el usuario escribe, la pluma mágica y muy dolorosamente corta el dorso de su mano y usa su sangre como tinta. En el quinto libro, Harry tiene detención con Umbridge en varias ocasiones; se le pide escribir líneas ("No debo decir mentiras") y no se le permite irse hasta que Umbridge crea que «el mensaje se grabó». Cuando se lleva a cabo repetidas veces durante un período prolongado, esto deja cicatrices permanentes, como Harry le muestra a Scrimgeour en los dos últimos libros de la serie. Harry siente un cosquilleo en las cicatrices cada vez que oye el nombre de Umbridge, pero no está claro si esto es psicológico o similar al dolor en la cicatriz de la frente de Harry cada vez que Voldemort está activo. Otra víctima de esta forma de castigo es Lee Jordan; en la adaptación cinematográfica del libro, los miembros del Ejército de Dumbledore son forzados a usar estas plumas. Según revela el Ministerio de Magia, poseer una de estas plumas de sangre es considerado ilegal en todo el mundo mágico lo cual puede llegar a ser penado con prisión.

De acuerdo con Pottermore, la pluma mágica es un objeto que detecta el nacimiento de un niño con capacidades mágicas. Está localizado en Hogwarts, donde anota los nombre de los niños en un largo libro. La profesora McGonagall consulta al libro y envía las posteriores cartas de aceptación de Hogwarts por lechuza, una vez que el niño cumple once años. Se ha hecho muy popular debido a su uso en el registro de usuarios para la beta cerrada de Pottermore.[6]

Una Pluma a vuelapluma es una herramienta taquigráfica, de color verde ácido, empleada por Rita Skeeter para hilar las palabras de sus temas en una forma más salaz o melodramática. En Harry Potter y el cáliz de fuego, Skeeter usa la pluma para entrevistar a Harry sobre su participación en el Torneo de los Tres Magos para su columna en El Profeta. Harry continuamente trata de alertarle sobre la inexactitud de la pluma; sin embargo, ella continuamente lo ignora. Además, en Las reliquias de la Muerte, Rita menciona en su entrevista de El Profeta respecto a su biografía póstuma de Dumbledore que su pluma para citas rápidas la ayudó a escribir el libro muy rápidamente después de su muerte.

La Pluma con corrector ortográfico corrige temporalmente la ortografía mientras el usuario escribe; sin embargo, una vez que el encantamiento desaparece, constantemente escribe mal las palabras, aún si el usuario las escribe correctamente. El ejemplo más notable es la mala escritura del nombre de Ron como «Roonil Wazlib» en El misterio del príncipe. Se vende en Sortilegios Weasley, la tienda de bromas abierta por Fred y George Weasley.

El espejo de Oesed es un espejo místico descubierto por Harry en un salón de clase abandonado en La piedra filosofal. En él está inscrito «erised stra ehru oyt ube cafru oyt on wohs i». Al reflejarlo y espaciarlo correctamente, se puede leer «I show not your face but your heart's desire», lo cual se traduce como «No muestro tu cara sino el deseo de tu corazón». Ya que «oesed» al revés es «deseo», es el «Espejo del Deseo». Harry, al encontrarse con el espejo, puede ver a sus padres, así como lo que parece ser una multitud de parientes; Ron se ve a sí mismo como capitán del equipo de quidditch sosteniendo la Copa de la Casa, revelando así su deseo de escapar de la sombra de sus altamente exitosos hermanos mayores, así como a su amigo más popular, Harry. Dumbledore le advierte a Harry que el espejo no da ni conocimiento ni verdad y que los hombres se han consumido ante él, fascinados por lo que ven y terminan dementes con el tiempo.

Dumbledore, uno de los pocos otros personajes en mirar al espejo en la novela, dice verse a sí mismo sosteniendo un par de calcetines, diciéndole a Harry que «uno nunca puede tener suficientes calcetines», y lamentando no recibir ninguno para Navidad, ya que la gente insiste en darle libros. Sin embargo, se sugiere en Las reliquias de la Muerte que lo que realmente ve es a su familia completa con vida, bien y felices juntos de nuevo, al igual que Harry.[7]

El Espejo de Oesed fue la protección final dada a la piedra filosofal en el primer libro. Dumbledore escondió el espejo y escondió a la piedra dentro de él, sabiendo que solo la persona que quisiera encontrarla pero no usarla podría obtenerla. Cualquier otro que se vea a sí mismo haciendo elixir de la vida o transformando las cosas en oro, en vez de en realidad encontrar la piedra, no tendría posibilidades de obtenerla.

En La Orden del Fénix, Sirius le da a Harry un espejo que él originalmente usaba para comunicarse con James mientras estaban en detenciones separadas. Ese espejo es parte de un juego de espejos dobles que son activados sosteniendo uno de ellos y diciendo el nombre del otro posesor, causando que su cara aparezca en el espejo del llamador y viceversa. Harry recibe este espejo de Sirius en un paquete luego de pasar sus vacaciones navideñas en Grimmauld Place. Harry, al principio, elige no abrir el paquete, aunque descubre el espejo luego de la muerte de Sirius, para ese momento ya no es funcional. Hace su segunda aparición en Las reliquias de la Muerte cuando Mundungus Fletcher saquea Grimmauld Place y le vende el espejo de Sirius a Aberforth Dumbledore, que lo usa para proteger a Harry. Cuando Harry grita desesperadamente en busca de ayuda a un fragmento del espejo mágico (el cual se rompió en el fondo de su maletero), el ojo azul brillante de Aberforth (el cual Harry, sin embargo, confunde con el ojo de Albus), aparece y él envía a Dobby, que llega para ayudar a Harry a escapar de la Mansión Malfoy a El Refugio.

Las fotografías y los retratos en el mundo mágico no están inmóviles como en el mundo muggle. Se desplazan dentro del marco y de un retrato a otro, y también son capaces de hablar si estos se desarrollaron con una determinada poción. El retrato de la Dama Gorda es usado en Hogwarts para cubrir la puerta de la sala común de Gryffindor y se abre solo cuando se le dice la contraseña de nuevo. Además, hay varias pinturas de antiguos directores y directoras de Hogwarts en la oficina de Dumbledore, y aparece discutiendo con ellos de vez en cuando. Él también usa el retrato de Phineas Nigellus Black, el tatara-tatarabuelo de Sirius Black, para comunicarse con él y vigilar cuartel general de la Orden a través de otros retratos de Phineas en la casa. Los retratos de directores son especiales, no solo debido al hecho de que aparecen en ellos por su muerte. La razón de esto es que parte de su alma se queda atrás en su retrato.

Un Horrocrux es un objeto usado para almacenar parte del alma de una persona, protegiéndola de su muerte. Si el cuerpo del creador del Horrocrux es destruido, la persona todavía es capaz de sobrevivir. Cuando el cuerpo del dueño de un Horrocrux es asesinado, esa porción del alma que había permanecido en el cuerpo no pasa al otro mundo, sino que más bien existirá en una forma incorpórea capaz de ser resucitado por otro mago, como en El cáliz de fuego. Si todos los Horrocruxes de alguien son destruidos, el único eslabón del alma en el mundo material estaría en el cuerpo, cuya destrucción causaría su muerte definitiva.

Este método fue elegido por Voldemort para alcanzar la inmortalidad. El concepto es introducido por primera vez en Harry Potter y el misterio del príncipe, aunque los Horrocruxes están presentes en novelas anteriores sin ser identificados como tal. Rowling usa el diálogo expositivo de Horace Slughorn para revelar que la creación de un Horrocrux requiere cometer un homicidio, el cual, como supremo acto de maldad, desgarra el alma.[8]​ Luego del asesinato, un hechizo es usado para infundir parte del alma fragmentada en un objeto, el cual luego se transforma en un Horrocrux. Rowling nunca publicó el encantamiento real. En el último libro de la serie, Hermione encuentra instrucciones explícitas de cómo hacer un Horrocrux en un libro titulado Los secretos de las artes más oscuras.[9]​ Rowling reveló que ella tiene la intención de detallar el proceso y el hechizo usado para crear un Horrocrux en su hace tiempo mencionada Enciclopedia de Harry Potter.[10]

Tanto objetos inanimados como seres vivos han sido usados como Horrocruxes, aunque es considerado más arriesgado usar a estos últimos, ya que un ser vivo puede moverse y pensar por sí mismo. No hay límite de número de Horrocruxes que una bruja o mago puede crear. Sin embargo, ya que el alma del creador se divide en porciones cada vez más pequeñas, este pierde más de su naturaleza humana y el alma se vuelve cada vez más inestable. Por consiguiente, bajo condiciones muy específicas, un fragmento de alma puede ser sellado dentro de un objeto sin la intención o el conocimiento del creador. Mientras el objeto afectado, como cualquier Horrocrux, preservará la inmortalidad del creador, este no se convierte en un "objeto oscuro".[11]​ Por ejemplo, Voldemort tiene un control inusual sobre Nagini,[12]​ y por consiguiente Nagini es capaz de comunicarle a Voldemort sobre la presencia de Harry en el valle de Godric en Harry Potter y las reliquias de la Muerte.[13]

Los Horrocruxes hechos con objetos inanimados son extremadamente difíciles de destruir. No pueden ser destruidos con medios convencionales como aplastar, romper o quemar. Para ser destruido, un Horrocrux debe sufrir daños tan severos que la reparación a través de medios mágicos sea imposible. Muy pocos objetos mágicos o hechizos son lo suficiente poderosos como para lograr esto. Los más mencionados y usados fueron el Fuego Demoníaco, la espada de Godric Gryffindor y los colmillos del basilisco, siendo los dos últimos capaces de causar tanto daño debido al veneno de basilisco impregnado en ellos y por ende la opción más viable si se quiere destruirlos. Una vez que un Horrocrux está dañado irreparablemente, el fragmento de alma dentro de él es destruido. Un Horrocrux puede ser deliberadamente desecho por arte de magia solo si el creador se somete a un proceso de profundo remordimiento por el asesinato cometido al crear el Horrocrux. El dolor de este remordimiento puede ser tan enloquecedor que el proceso podría matar al creador.

La creación de Horrocruxes de Voldemort es fundamental para la historia posterior de las novelas de Harry Potter. Ya que el número siete es poderoso en la magia, Voldemort tuvo la intención de dividir su alma en esa cantidad de piezas, con seis Horrocruxes y la última pieza reposando dentro de su cuerpo.[14]​ Cuando Voldemort atacó a la familia Potter, inadvertidamente creó el sexto Horrocrux, Harry. Cuando su cuerpo fue destruido por la maldición asesina rebotada, una pieza de su alma se separó y se aferró a lo único vivo en la habitación, Harry Potter, lo que convirtió a Harry en un Horrocrux. Más tarde, Voldemort, sin saber que Harry era el séptimo Horrocrux, continuó completando su colección de los previstos seis Horrocruxes convirtiendo a su serpiente Nagini en uno, fragmentando así su alma en un total de ocho (contando aquel residiendo en su propio cuerpo), no siete piezas. Complicando las cosas aún más, no más de seis Horrocruxes (incluyendo a Harry) coexistieron en la serie: para cuando Nagini se convirtió en un Horrocrux, uno de ellos (el diario de Tom Riddle) ya había sido destruido.

Todos los Horrocruxes creados deliberadamente por Voldemort, fueron hechos usando objetos que habían sido importantes para él o con un valor sentimental. Escondió algunos de ellos cuidadosamente así nadie podría encontrarlos y destruirlos, pero usó a Nagini para que cumpla sus órdenes en varias ocasiones las historias posteriores, y el diario tuvo siempre la intención de ser un arma para llevar a cabo el plan de Voldemort para eliminar a los hijos de muggles de Hogwarts. Sin embargo, ni siquiera sin protección mágica, los Horrocruxes no pueden ser destruidos con un hechizo o la fuerza física. La excepción a esta regla es el Fuego Demoníaco, que destruyó la diadema perdida de Ravenclaw en Harry Potter y las reliquias de la Muerte. En Harry Potter y la cámara secreta, Harry intencionalmente destruye el diario con un colmillo de basilisco,[15]​ aunque sin saber que era un Horrocrux en el momento, para liberar a Ginny de su influencia. En Harry Potter y el misterio del príncipe, el descubrimiento del diario se revela como la prueba que conduce a Dumbledore a comenzar a buscar a los otros Horrocruxes, ya que no solo da absoluta prueba de que Voldemort dividió su alma, sino además que seguramente había otros artefactos mejor protegidos, dado el riesgo que Voldemort estaba usando el diario como arma.

Rowling reveló en Pottermore que Quirinus Quirrell sirvió como un Horrocrux temporal cuando el alma de Voldemort poseyó su cuerpo durante el primer año de Harry en Hogwarts. Sin embargo, una notable diferencia es que el pedazo de alma dentro de Quirrel era capaz de existir sin su recipiente, ya que abandonó a Quirrell y dejó que muera en la cámaras subterráneas. Basado en esto, los animales que Voldemort habitó durante sus años de exilio, como ratas y serpientes, pueden ser también considerados como Horrocruxes temporales.

Tom Riddle creó su primer Horrocrux usando un anillo de su propio abuelo materno, Marvolo Gaunt, durante el verano anterior a su quinto año como estudiante en Hogwarts, cuando tenía quince años. Él lanza el hechizo luego de asesinar a su padre muggle. El anillo aparece durante el cuarto capítulo de El misterio del príncipe, ya habiendo sido destruido por Albus Dumbledore. En un recuerdo en el pensadero, se revela que Riddle había tomado el anillo de oro, que tiene una piedra negra con un símbolo mágico inscrito, de su tío Morfin Gaunt, a quien él había culpado por el asesinato de su padre y abuelos, alterándole la memoria. Riddle usa el anillo mientras sigue estudiando en Hogwarts, pero eventualmente lo esconde en la casa donde la familia Gaunt había vivido. Permanece escondido bajo los tablones, dentro de una caja dorada y protegido por varios encantamientos, hasta que Dumbledore lo encuentra durante las vacaciones de verano («La magia, la magia oscura... toda ella deja rastros») entre los eventos de La Orden del Fénix y El misterio del príncipe. Dumbledore destruye el primer Horrocrux con la espada de Godric Gryffindor,[16]​ aunque él mismo está mortalmente herido por las maldiciones del anillo luego de colocárselo en el dedo. La herida deja su mano derecha permanentemente desfigurada y ennegrecida, y lo habría matado rápidamente de no ser por la intervención de Severus Snape, que redujo la marcha de la maldición a la mano y el brazo derecho de Dumbledore sin poder evitar que eventualmente lo matara de seguir la maldición su curso. El anillo dañado es conservado por un tiempo en una mesa en la oficina del director.

Antes de su muerte, Dumbledore esconde la piedra negra del anillo dentro de una snitch dorada y se la lega a Harry en su testamento. Dumbledore se había enterado que la piedra es, de hecho, la Piedra de la Resurrección, una de las tres reliquias de la Muerte. Esta fue la razón por la que él lo había puesto en su dedo: había esperado activarla y disculparse con su familia ya muerta, olvidando que también era un Horrocrux y seguramente estaría protegido por encantamientos destructivos. Voldemort no supo de las propiedades mágicas adicionales de la piedra a lo largo de su vida, notando Dumbledore que el miedo de Voldemort a la muerte y la falta de sus seres queridos no le habría dado razón para estar interesado en la Piedra para su propósito original, y dudando que Marvolo hubiera estado remotamente interesado o consciente de la verdadera historia de aquella reliquia de la Muerte.

Tom Riddle usó su diario para crear su segundo Horrocrux durante su sexto año en Hogwarts. Él lanzó el hechizo luego de asesinar a su compañera la estudiante Myrtle la Llorona usando al basilisco. El diario aparece en el decimotercer capítulo de La cámara secreta y es destruido por Harry Potter durante el clímax del mismo libro.

Antes de la caída de Voldemort, él le confió el Horrocrux a Lucius Malfoy. Aunque consciente de sus propiedades mágicas corruptas, Malfoy no sabía que el diario era un Horrocrux, habiéndole informado Voldemort de su valor como arma pero creyendo que él estaría en una posición de coordinar el uso de Malfoy de él. En un intento de desacreditar a Arthur Weasley, así como disponer de un objeto oscuro incriminatorio, Malfoy escondió el diario en el caldero de Ginny Weasley entre sus otros libros. El fragmento del alma de Tom Riddle poseyó a Ginny y, a través de ella, reabrió la Cámara de los Secretos, eventualmente comenzando a extraer la vida de ella. Al final del segundo libro, Harry salva a Ginny y destruye el diario apuñalándolo con el colmillo venenoso de un basilisco, haciendo que el primer Horrocrux (en las novelas) sea destruido. Sus informes sobre el comportamiento del diario a Dumbledore fueron el primer indicio de que Voldemort podría no haber creado solo un Horrocrux, sino varios: «Lo que más me intrigaba y alarmaba era que ese diario había sido pensado como arma, y no sólo como salvaguarda»,[17]​ implicando que Voldemort debe haber tenido respaldos de algún tipo. También se menciona que Malfoy debía esperar a que Voldemort lo ordene antes de permitir que el diario se infiltre en Hogwarts, y que él nunca lo recibió antes de la primera derrota de Voldemort; Voldemort no supo que el diario fue destruido hasta que forzó a Lucius a que confesara la verdad, enfureciéndolo profundamente por la manera en la que Lucius había puesto en peligro tan descuidadamente un fragmento de su alma.

Para Rowling, un diario es un objeto muy aterrador, habiendo dicho en una entrevista: «La tentación particularmente para una chica joven, es verter su corazón en un diario». La hermana menor de Rowling, Diane, era propensa a esto, y su gran miedo era que alguien leyera su diario. Esto le dio a Rowling la idea de tener un diario que está, en sí mismo, en contra del confidente.[18]​ Cuando se le preguntó qué pasaría si Ginny hubiera muerto y Riddle se las hubiera arreglado para escapar, Rowling se negó a dar una respuesta concreta, pero reveló que «hubiera fortalecido al Voldemort actual considerablemente».[19]

Tom Riddle usó una copa de la cofundadora de Hogwarts Helga Hufflepuff para crear su tercer Horrocrux. Lanzó el hechizo luego de asesinar a Hepzibah Smith envenenándola. La copa aparece durante el vigésimo capítulo de El misterio del príncipe y es destruido por Hermione Granger en el trigésimo primer capítulo de Las reliquias de la Muerte.

Hepzibah Smith, que tenía la copa, era una descendiente distante de Helga Hufflepuff. Riddle asesinó a Smith, robó la copa, luego culpó a su elfa doméstica Hokey por el crimen. Voldemort le confió la copa a Bellatrix Lestrange, que la mantuvo protegida en su bóveda en Gringotts, un lugar con el que Harry supuso que un Voldemort sin un centavo siempre ha codiciado una conexión. Muchos hechizos protectores, incluyendo los maleficios Geminio (maleficio multiplicador) y Flagrante (maleficio incendiario), fueron usados para proteger el contenido de la bóveda. Harry, Ron y Hermione, caracterizada por la poción multijugos como Lestrange, irrumpieron en el banco y robaron la copa. Más tarde, Hermione destruyó el Horrocrux usando un colmillo del esqueleto del basilisco que seguía en la Cámara de los Secretos.

Riddle creó su cuarto Horrocrux usando un guardapelo propiedad de Salazar Slytherin, que alguna vez perteneció a la madre de Riddle, Merope Gaunt. El hechizo fue lanzado luego de asesinar a un muggle vagabundo.[20]​ El guardapelo aparece brevemente en La Orden del Fénix (descrito solo como «un enorme guardapelo que ninguno de ellos pudo abrir») y es destruido por Ron Weasley en el decimonoveno capítulo de Las reliquias de la Muerte.

El guardapelo de Slytherin fue trasmitido de generación en generación y, finalmente, terminó en posesión de Merope Gaunt. Luego de ser abandonada por su esposo Tom Riddle, Sr., Merope le vendió el guardapelo a Caractacus Burke, comerciante de Borgin y Burkes, por 10 galleones, una pequeña fracción del verdadero valor del guardapelo. Este fue más tarde vendido a Hepzibah Smith. Riddle robó el guardapelo, junto con la copa de Helga Hufflepuff, luego de asesinar a Smith. Una vez que el guardapelo se convirtió en un Horrocrux, Voldemort lo escondió en una cueva junto al mar donde una vez había aterrorizado a dos de sus compañeros del orfanato Wools. La protección mágica de la cueva incluía una puerta que solo podía abrirse con una muestra de sangre, un bote encantado, un recipiente con poción que causa dolor y horribles visiones al que la beba, y el uso de Inferi como último recurso. Dumbledore y Harry Potter fueron a buscar el guardapelo en El misterio del príncipe solo para encontrar una falsificación al fondo del recipiente.

El mortífago desertor Regulus Arcturus Black se había enterado del Horrocrux y su escondite por el testimonio de su elfo doméstico Kreacher, al que originalmente él había ofrecido para acompañar a Voldemort a esconder el Horrocrux. En un esfuerzo de lograr la caída final de Voldemort, él y Kreacher burlaron la protección mágica y robaron el guardapelo, reemplazándolo con la falsificación para engañar a Voldemort. Mientras Black murió en el intento, asesinado por los Inferi, Kreacher llevó el guardapelo nuevamente a su hogar en el número 12 de Grimmauld Place. Incapaz de destruirlo como Black ordenó, Kreacher continuó protegiendo el guardapelo por años. Sin embargo mientras la Orden del Fénix estaba usando la casa como su cuartel general, el guardapelo fue robado por Mundungus Fletcher, un mezquino criminal y miembro de la Orden. Él se lo dio a Dolores Umbridge como un soborno cuando ella lo descubrió vendiendo artículos robados.

Dos semanas después de enterarse de esos detalles, Harry, Ron y Hermione se infiltraron en el Ministerio de Magia, donde Umbridge trabajaba, y robaron el guardapelo. Más tarde, Ron salvó a Harry de ser estrangulado por el guardapelo cuando él se lo colgó del cuello mientras trataba de recuperar la espada de Godric Gryffindor del fondo de un lago en el Bosque de Dean. Cuando Ron intentó destruir el guardapelo, el fragmento de alma dentro tomó la forma de Harry y Hermione y mostró el miedo de Ron de que sus dos amigos comiencen una relación romántica durante su ausencia. Brevemente en este momento, los ojos de Ron adquirieron un brillo escarlata, como los de Voldemort. Ron destruyó el guardapelo usando la espada de Gryffindor en ese mismo bosque.

Lord Voldemort creó su quinto Horrocrux usando la diadema de Rowena Ravenclaw. El hechizo fue lanzado luego de que Voldemort asesinara a un campesino albanés.[20]​ La diadema es nombrada en Las reliquias de la Muerte, pero en realidad apareció por primera vez en El misterio del príncipe, descrita como «una diadema opaca» en la Sala de los Menesteres. La hija de Rowena Ravenclaw, Helena, la Dama Gris de Ravenclaw, robó la diadema de su madre en un intento de hacerse más inteligente que ella. Ella huyó a Albania, donde escondió la diadema en el hueco de un árbol cuando el Barón Sanguinario la buscó. Luego de que Helena fuera asesinada por el Barón Sanguinario, se convirtió en el fantasma de la casa de Ravenclaw y Tom Riddle, mientras estudiaba en la escuela, la cautivó para que le dijera la ubicación de la diadema. Poco después de dejar Hogwarts y luego del asesinato de Hepzibah Smith (cuando Riddle le robó el guardapelo de Salazar Slytherin y la copa de Hufflepuff), él viajó a Albania y se apoderó del artefacto mientras planeaba su ascenso al poder. Años después, cuando Voldemort regresó a Hogwarts, volviendo a presentarse para el puesto como profesor de Defensa contra las Artes Oscuras pero no siendo aceptado por Dumbledore, él escondió la diadema (ahora un Horrocrux) en la Sala de Menesteres. Ya que Voldemort se creía el único en haber descubierto la Sala, nunca protegió a la diadema con ningún maleficio.

En Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry primero entra en contacto con la diadema cuando precipitadamente esconde el viejo libro de Pociones de Snape en la Sala de los Menesteres. La diadema fue mencionada solo como «una diadema opaca» en el sexto libro; Harry la usó para ayudar a marcar el lugar para más tarde poder encontrar el escondite del libro. Más tarde, luego de tener la descripción de la Dama Gris de la diadema, Harry recuerda esta escena y se apresura para recuperarla de la Sala. La diadema fue destruida sin querer por un maleficio de fuego demoníaco lanzado por Vincent Crabbe ya que él, Gregory Goyle y Draco Malfoy atacaron a Harry, Ron y Hermione dentro de la Sala. En la versión cinematográfica, Harry apuñala la diadema con otro colmillo de basilisco y Ron la patea a la Sala de los Menesteres, justo cuando el Fuego Demoníaco alcanza la puerta.

Cuando Voldemort intentó asesinar a Harry Potter, inadvertidamente selló un fragmento de su alma dentro del chico y lo convirtió en el sexto Horrocrux. El evento tomó lugar justo antes del primer capítulo de La piedra filosofal. Rowling dijo específicamente que Harry nunca se convirtió en un propio "objeto oscuro" ya que el hechizo nunca fue lanzado.[11]​ A pesar de todo, como con todos los Horrocruxes, Voldemort permanecería inmortal tanto tiempo como su fragmento de alma permanezca dentro de Harry Potter.[21]​ Esa porción del alma de Voldemort es sin querer destruida por el mismo Voldemort al final del trigésimo cuarto capítulo de Las reliquias de la Muerte con la ayuda de la Varita de Saúco.

Como un bebé, Harry estaba en la habitación cuando el maleficio asesino de Voldemort le rebotó. El alma de Voldemort se había debilitado y desestabilizado por sus continuos asesinatos y la creación de sus anteriores Horrocruxes. Harry se convirtió en un Horrocrux cuando un fragmento del alma de Voldemort se aferró a él luego de un maleficio malogrado. La cicatriz en forma de rayo en la frente de Harry es una consecuencia directa de este intento de homicidio, y la conexión que formó como resultado es usada para explicar varios puntos importantes en la trama. A lo largo de la serie, Harry es capaz de ver el estado mental y emocional de Voldemort, permitiéndole al lector espiar al antagonista principal de la serie. Esto es varias veces acompañado por dolor en la cicatriz en la frente de Harry. A través de Voldemort, Harry también obtuvo la habilidad de hablar y entender la lengua pársel. Rowling también reveló en una entrevista que el frecuente dolor de Harry en su cicatriz cuando Voldemort está activo, cerca o sintiendo emociones fuertes, en realidad es el fragmento de alma atrapado anhelando salir del cuerpo de Harry y reunirse con el alma de su amo.[22]​ Este anhelo fue una de las razones de por qué el maleficio asesino lanzado por Voldemort a Harry en el Bosque Prohibido destruye el Horrocrux dentro de Harry pero solo envía al mismo Harry a una especie de limbo. Él pudo regresar a su cuerpo a pesar de ser alcanzado por el maleficio asesino ya que, como Voldemort usó la sangre de Harry para recuperar su fuerza en Harry Potter y el cáliz de fuego, esto protegió a Harry de ser asesinado por Voldemort. Aunque también se dice que Harry, en el momento de la pelea final con Voldemort, era el legítimo dueño de las reliquias de la muerte: el manto de invisibilidad, la piedra de la resurección y la varita de sauco, convirtiéndolo en "el amo de la muerte", es decir, en inmortal.

Mientras Voldemort sí sabía de la conexión telepática con Harry, nunca fue consciente de que Harry estaba sin querer protegiendo una porción de su alma. Con la destrucción de esta, las conexiones entre ambos también se rompieron, y Harry nunca más sintió dolor en su cicatriz. Rowling reveló que también perdió la habilidad de hablar pársel.[20]​ En el epílogo de la película, la cicatriz estaba un poco desvanecida como una cicatriz de aspecto normal en la frente de Harry.

El séptimo Horrocrux que creó Voldemort fue Nagini, la serpiente que Voldemort tenía con él constantemente. Ella es el único Horrocrux viviente aparte de Harry Potter. Además, en Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald, se confirma que Nagini fue una vez una mujer con una maldición en la sangre (maledictus) que la convierte en serpiente. Este Horrocrux fue creado por Voldemort cuando se escondía en los bosques de Albania; la víctima de asesinato que permitió su creación fue Bertha Jorkins. Él encontró a Nagini, y siendo herido por la serpiente, la convirtió en un Horrocrux, estando conectado con ella.[20]​ En el último capítulo de Las reliquias de la Muerte, Nagini fue decapitada por Neville Longbottom usando la espada de Godric Gryffindor. La destrucción del Horrocrux restante hizo a Voldemort mortal.

El ajedrez mágico es jugado con piezas y un tablero idénticos al ajedrez muggle. Las reglas tampoco cambian. Sin embargo, las piezas están mágicamente animadas, y se atacan violentamente entre ellas cuando capturan a alguna, eliminando la pieza capturada y quitándola del tablero.[23]​ Los jugadores les ordenan a las piezas que se muevan usando la notación algebraica.

Ron tiene un juego de ajedrez mágico heredado de su abuelo y Harry juega por primera vez con piezas de Seamus Finnigan. Se dice que las piezas le gritaban consejos porque no confiaban en él. Harry más tarde obtiene un juego de su propiedad de una de sus galletas mágicas durante su primera Navidad en Hogwarts. Durante los últimos capítulos de La piedra filosofal Harry, Ron y Hermione se convierten en piezas de ajedrez humano en el ajedrez mágico real. Ron responde al primer movimiento usando la defensa escandinava para verificar que las piezas de ajedrez están encantadas y se aplastarán entre ellas. Más tarde en el juego, Ron se sacrifica dejando a Harry lograr un exitoso jaque mate.[24]​ En las películas, las piezas de ajedrez son representadas como réplicas del Ajedrez de la isla de Lewis.

Los balones de Quidditch consisten en una quaffle, un gran balón rojo o marrón el cual los cazadores deben hacer pasar por los tres aros en el campo, obteniendo diez puntos cada vez que esto tiene éxito; dos bludgers, que vuelan por ahí tratando de estorbar a los jugadores y tirarlos de sus escobas, a las cuales los golpeadores deben alejar de su equipo y acercar a los oponentes; y la snitch dorada, una pelota dorada muy rápida y difícil de ver del tamaño de una nuez con alas, a la cual el buscador de cada equipo debe atrapar para que el juego termine y obtener 150 puntos. Los jugadores de quidditch usan guantes, espinilleras, cascos acolchados, y a veces gafas protectoras.

En La cámara secreta, un paquete de cartas autobarajables es mencionado como uno de los varios objetos tirados en el suelo de la habitación de Ron en la Madriguera.[25]

El Gobstones es uno de los varios juegos mágicos jugados por jóvenes magos en los libros, junto con el ajedrez mágico y el Snap Explosivo. El Gobstones es similar a los juegos muggle con canicas y la petanca, excepto que en el Gobstones liberan, o escupen, un líquido maloliente en la cara del oponente cuando pierde un punto. Se puede ver a los estudiantes de Hogwarts jugar Gobstones a lo largo de los libros, y hasta hay un Club de Gobstones en la escuela. Es notable también en la serie Harry Potter que Eileen Prince (la madre de Snape) fue capitana del Club de Gobstones de Hogwarts, como una estudiante, a los 15 años.

El Snap Explosivo es un juego de cartas mágico en el cual las cartas explotan espontáneamente. El juego es popular entre los estudiantes de Hogwarts. En La cámara secreta, Harry y Ron dejaron de investigar por qué las arañas huían de Hogwarts ya que Fred y George los retrasaron con este juego. Ron más tarde quemó sus cejas mientras construía una casa de cartas con cartas de Snap Explosivo. En La Orden del Fénix, Lee Jordan es castigado por Dolores Umbridge por decir que ella no podía obligarlos a dejar de jugar ese juego, ya que uno de sus Decretos Educacionales dice que los maestros solo pueden hablar con los estudiantes sobre las asignaturas que se les paga para enseñar.

La Mano de la Gloria es descrita como una larga mano arrugada expuesto sobre un cojín en Borgin y Burkes, una tienda de Artes Oscuras en el callejón Knockturn. En la película Harry Potter y la cámara secreta, cuando Harry coloca su mano en ella, ésta le agarra la mano e impide que él se escape. Cuando una vela es puesta en la mano, esta solo le da luz a la persona que la sostiene. Fue mencionada por primera vez en La cámara secreta, cuando Draco y su padre Lucius visitan Borgin y Burkes. Lucius niega la petición de Draco de comprar la mano, diciendo que era una herramienta para un ladrón común. En el sexto libro, El misterio del príncipe, Draco la usa cuando deja la Sala de los Menesteres, escapando de Ron y algunos de los miembros del Ejército de Dumbledore, luego de usar el Polvo Peruano de Oscuridad Instantánea.

Entre los libros prohibidos se encuentran:

Artículos sin nombre que pueden ser encontrados en Burgin y Burkes:

Artículos que pueden encontrarse en el callejón Knockturn:

Artículos que pueden encontrarse en el número 12 de Grimmauld Place:

Los objetos para bromas de Sortilegios Weasley están hechos y diseñados por los propietarios de la tienda, George y Fred, que prueban sus nuevas creaciones en ellos mismos y otros estudiantes de Hogwarts.

También hay objetos para bromas que los Weasley importan de otros lugares, como:

La tienda de bromas Zonko era el lugar favorito de los estudiantes de Hogwarts para comprar en las excursiones a Hogsmeade. Allí había «chascos para satisfacer hasta los sueños más descabellados de Fred y George». Productos como caramelos del hipo, jabón de huevos de rana y tazas que muerden la nariz. Fred y George trataron de comprar el lugar para expandir su tienda en Hogsmeade durante el sexto año de Harry, pero ellos lo rechazaron debido a la llegada de los tiempos oscuros.

Entre los demás objetos para bromas se encuentra el polvo para eructar,[28]​ bombas fétidas (que explotan y causan un gran y extremadamente oloroso desastre) y bumeranes-porrazo (que golpean a su blanco repetidamente luego de ser lanzados). Los discos voladores con colmillos son, como dice su nombre, discos voladores que tienen colmillos, y son mencionados por primera vez en El cáliz de fuego como uno de los nuevos artículos prohibidos por Filch durante el discurso de bienvenida de Dumbledore. Sin embargo, aparecen por primera vez en El misterio del príncipe cuando Ron lanzó uno en la sala común de Gryffindor, este cambió de rumbo por voluntad propia y le dio un mordisco a un tapiz. La mayoría de estos objetos están prohibidos en Hogwarts debido a las posibilidades de heridas.

Otros objetos son los yoyós gritadores, que gritan muy alto cuando son usados, y las bombas de olor, que son usadas para distraer a prefectos y maestros, y expulsan un olor bastante desagradable.[28]

Dentro del universo Harry Potter, una capa de invisibilidad es usada para hacer al usuario invisible. Todas son muy raras y caras, y pueden estar hiladas a partir de piel de Demiguise, herbívoros mágicos que se encuentran en el Lejano Oriente. También pueden ser capas ordinarias con un encantamiento desilusionador o un maleficio deslumbrador en ellas. Con el tiempo, sin embargo, estas capas perderán su capacidad de invisibilidad, tarde o temprano haciéndose opacas y vulnerables a la penetración de varios hechizos. La capa de Harry, siendo una de las tres reliquias de la Muerte, es una capa de invisibilidad de verdad, y conservará su invisibilidad por siempre. También es resistente a la mayoría de los hechizos y encantamientos simples (por ejemplo, el encantamiento convocador).[29]​ Las capas de invisibilidad protegen al usuario de la detección visual únicamente, lo que significa que aunque el usuario no puede ser visto aún sigue siendo sólido, y por lo tanto puede sentirse a través del contacto físico. Sin embargo, el ojo mágico de Alastor Moody puede penetrarlas. Además, la capa es menos efectiva contra algunos animales, como los gatos (por ejemplo, la Sra. Norris) y las serpientes (por ejemplo, Nagini). En los libros, los Dementores no tienen sentido de la vista y en vez sienten la desesperación humana, un sentido que no es ocultado al usar una capa de la invisibilidad. Además de la capa de Harry, Moody es conocido por poseer dos. Una de ellas fue prestada a Sturgis Podmore en el transcurso de los trabajos para la Orden del Fénix. Barty Crouch, Sr. también poseía una, la cual usó para esconder a su hijo Barty Crouch, Jr. para evitar que vaya a Azkaban, la prisión mágica. Varias veces en la serie, los personajes han sospechado o de alguna otra manera "sentido" que Harry está junto a ellos usando su capa: en La piedra filosofal, Snape parece tener sospechas cuando Harry lo está siguiendo, llegando incluso a agarrar (lo que parece ser) el aire; en La cámara secreta, Albus Dumbledore siente a Harry y Ron debajo de ella en la cabaña de Hagrid mientras habla con Lucius Malfoy en el momento en el que Cornelius Fudge viene para llevar a Hagrid a Azkaban y Lucius le entrega a Dumbledore su carta de suspensión; y en El misterio del príncipe, Draco Malfoy se da cuenta de que Harry está en su vagón de tren y exitosamente lo inmoviliza con el hechizo inmovilizador (Petrificus Totalus), ya que a pesar de llevar su capa Harry involuntariamente movió los objetos cerca de él.

Un Desiluminador (también llamado Apagador) es un dispositivo creado por Albus Dumbledore que a simple vista aparenta un Zippo común. Se usa para remover o absorber (así como devolver) la luz de cualquier fuente de luz para que el usuario pueda ocultarse. En Harry Potter y la piedra filosofal, Dumbledore usa el Desiluminador para oscurecer Privet Drive, donde se encuentra el hogar de la familia Dursley. Luego fue visto en Harry Potter y la Orden del Fénix, donde Dumbledore le presta el Desiluminador a Alastor Moody, que lo usa cuando transportan a Harry de la casa de los Dursley hasta el número 12 de Grimmauld Place. En El misterio del príncipe, Dumbledore usa nuevamente el Desiluminador para oscurecer Privet Drive antes de ir a buscar a Harry.

Finalmente, en Las reliquias de la Muerte, Dumbledore se lo hereda a Ron. Luego de que Ron dejara a sus amigos enojado, el Desiluminador demostró una capacidad adicional, similar a un dispositivo de rastreo. Ron escucha a Hermione a través del dispositivo mientras dice su nombre por primera vez desde que se fue, y, cuando lo aprieta, la bola de luz emitida entra en su cuerpo y le permite localizar y aparecerse hasta las proximidades del campamento de Harry y Hermione en el Bosque de Dean. Rowling dijo que Dumbledore se lo legó a Ron porque él creía que podría necesitar un poco más de dirección que Harry y Hermione.[20]

En Harry Potter y las reliquias de la Muerte, Hermione usó un encantamiento de extensión indetectable en su bolso de mano, agrandando significativamente las dimensiones internas del bolso sin afectar su forma física. Además, no se siente la masa de los objetos dentro del bolso, haciéndolo fácil de llevar. Hermione lo usa para llevar todo lo que necesitan cuando viajan a través del Reino Unido en su busca de Horrocruxes.

Los monederos de piel de moke son un tipo de monedero de cordón que sólo puede ser operado por su dueño. Hagrid le regala uno a Harry por su decimoséptimo cumpleaños, usándolo para guardar varios objetos de importancia personal, como la snitch dorada, su varita rota, el guardapelo falso, el trozo del espejo de Sirius y el Mapa del Merodeador.

Alastor Moody es el dueño de un cofre mágico extrañamente embrujado. Tiene siete cerraduras, y el cofre se abre a una variedad diferente de objetos para cada cerradura. Sin embargo, lo más notable es que el séptimo compartimento es de unos 3 metros de profundidad (posiblemente por el uso de un encantamiento de extensión indetectable), y es donde Barty Crouch, Jr. aprisionó al Moody verdadero. Los otros compartimentos contienen libros de hechizos, detectores de tenebrismo y la capa de invisibilidad de Moody.

Un pensadero es una vasija de piedra usada para almacenar y rever recuerdos. Cubierto de runas místicas, contiene recuerdos cuya textura física es gaseosa o líquida. Una bruja o mago puede extraer un recuerdo propio o ajeno, guardarlo en el pensadero, y volver a verlo más tarde. También alivia la mente cuando esta se llena de información. Cualquiera puede examinar los recuerdos en el pensadero, que también le permite a los espectadores sumergirse completamente en los recuerdos almacenados dentro de él, al igual que un tipo de realidad virtual mágica.

Los usuarios de estos artefactos visualizan los recuerdos desde un punto de vista de tercera persona, proporcionando una perspectiva casi omnisciente de los eventos preservados. Rowling confirmó que los recuerdos en el pensadero le permiten a uno visualizar detalles de las cosas que pasaron aún si ellos no los notaban o recordaban, y dijo que «esa es la magia del pensadero, que lo trae a la vida».[30]​ Los recuerdos contenidos en el pensadero tienen la apariencia de hebras plateadas. Los recuerdos que se deterioraron debido a su antigüedad, o que fueron muy manipulados o estropeados para alterar las perspectivas (como el recuerdo de Slughorn), pueden parecer espesos y gelatinosos y ofrecer una visualización oscurecida. Los recuerdos no solo se limitan a los de los humanos, ya que la elfa doméstica Hokey le proporcionó a Dumbledore un recuerdo también. Aparece por última vez en Las reliquias de la Muerte cuando Harry lo usa para descubrir la verdad sobre Snape.

En la cuarta película, el pensadero en la oficina de Dumbledore es conforme a la descripción dada en la novela. Sin embargo, en la sexta y última película, parece como un plato de metal poco profundo, flotando en el aire y lleno un líquido parecido al mercurio. Durante la última película, Harry lo saca de la vasija de piedra para examinar los recuerdos de Snape.

Las reliquias de la Muerte son los tres objetos mágicos en los que se centra la trama de Harry Potter y las reliquias de la Muerte. La forma, función y propósito de cada una de las reliquias se revela a lo largo de la trama de la novela. En el curso de su búsqueda para destruir los Horrocruxes de Voldemort, Harry, Ron y Hermione se enteran de las reliquias en La fábula de los tres hermanos, notablemente a través de las conversaciones con Xenophilius Lovegood y el fabricante de varitas Ollivander. De acuerdo con Rowling, la historia sobre estos objetos llegaron a existir está basada en El cuento del bulero, de Geoffrey Chaucer.[3]​ De acuerdo con el cuento, los hermanos Peverell evadieron a la Muerte, que luego les dio la posibilidad de pedir cualquier cosa que quisieran: el primer hermano, Antioch Peverell, eligió una varita que no pueda ser derrotada en ninguna batalla; el segundo, Cadmus, pidió una manera de regresar a alguien de la muerte; y el tercero, Ignotus, eligió una capa que lo hiciera invisible, incluso hacia la Muerte misma. Varios aún creen que esta historia es cierta (Dumbledore pensaba que los Peverell eran simplemente magos inventores particularmente poderosos e ingeniosos) aunque muchos, como Viktor Krum, creen que el símbolo de las reliquias de la Muerte es una marca del mago tenebroso Gellert Grindelwald, como Krum dice que había sido tallada en una pared de su escuela, Durmstrang, por Grindelwald mismo (él asistió a Durmstrang como un niño hasta que fue expulsado por usar magia tenebrosa).

Con el tiempo, Harry pasa a poseer las tres reliquias. Él no sabe hasta el final de la novela que ha estado llevando la piedra de la resurrección en la snitch dorada legada a él por Dumbledore. Draco Malfoy se convierte en el amo de la varita de saúco cuando desarma a Dumbledore, pero esta transfiere su lealtad a Harry luego de que él le quita la varita a Draco en una batalla posterior en la Mansión Malfoy. La capa de invisibilidad que recibió durante su primer año, y que había pertenecido a James Potter, resulta ser la tercera reliquia. Luego de la muerte de Voldemort, Harry usa la varita de saúco para reparar su varita rota, y luego decide devolverla a la tumba de Dumbledore (en la película, él la parte a la mitad y la tira de un puente); él también tira la piedra de la resurrección en el Bosque Prohibido, pero decide no buscarla con la esperanza de que ningún mago pueda ser amo de las tres reliquias. Él conserva la capa, con el pensamiento que podría legársela a sus hijos algún día.

La varita de saúco, conocida a lo largo de la historia como la vara letal o la varita del destino, es una varita hecha de madera de un árbol de saúco con un núcleo de pelo de cola de thestral.[31]​ Supuestamente, es la varita existente más poderosa, y cuando es usada por su verdadero amo, este no puede ser derrotado en un duelo; aunque de acuerdo con Dumbledore, esto es completamente falso,[32]​ por lo que pudo derrotar al legendario mago tenebroso Grindelwald, quien en ese momento era el portador de la varita de saúco. También parece, ya que la varita es consciente (como todas las varitas), que no se permitirá a sí misma causar un daño real a su verdadero amo. Como dijo el fabricante de varitas Garrick Ollivander, la varita nunca funcionará con todo su poder para el nuevo usuario a no ser que este desarme, aturda o mate directamente al amo anterior. Rowling dijo que la varita es brutal en su elección de un amo, y que, mientras la mayoría de las varitas son leales a sus amos, la varita de saúco solo responde al poder. Si un amo muere por causas naturales sin ser derrotado nunca, el poder de la varita morirá para cualquier amo posterior, ya que nunca le fue arrebatada al anterior.

El poder de la varita de saúco fue por primera vez mostrado en la historia, ya que Antioch Peverell, el mayor de los míticos tres hermanos, tuvo un duelo con un enemigo que hace tiempo había querido derrotar. Ganó, y dejó a su enemigo muerto en el suelo. Luego de jactarse de su varita invencible, el Peverell fue atacado una noche mientras dormía por un mago rival que quería clamar la varita y se le apareció sigilosamente y le robó la varita, además de ello también le cortó su garganta por si acaso. Desde entonces, los magos hambrientos de poder han buscado esta varita, y es la reliquia más fácil de rastrear a través de la historia. Finalmente llegó a manos de Gregorovitch, un fabricante de varitas búlgaro. Gregorovitch se jactó de poseer la varita de saúco, creyendo que aumentaría su popularidad, y trató de aplicar la ingeniería inversa para revelar sus secretos ya que se enfrentó a la competencia de Ollivander. Más tarde llegó a manos de Gellert Grindelwald, quien primero aturdio a Gregorovitch con la misma varita y posteriormente se la robó. Por último, Grindelwald fue derrotado por Dumbledore, que luego asumió el control de la varita. Dumbledore consideraba que «...sólo merecía poseer la más humilde de las tres, la menos extraordinaria». Ron dijo que, de elegir una de las reliquias, sería esta, simplemente porque es la «varita invencible», argumentando que solo fue peligrosa para el hermano que la pidió, ya que siguió hablando de su condición de propietario de la misma e incitando a la gente a enfrentarlo.

Cuando Dumbledore arregló su propia muerte con Severus Snape él pretendió que Snape «acabe con la varita de saúco». Debido a que su muerte sería el resultado de su derrota, Dumbledore esperaba que esto rompiera el poder de la varita. Sin embargo, ya que Draco Malfoy había desarmado a Dumbledore antes de que Snape lo matara, todo el plan fracasó y Draco inconscientemente se convirtió en el nuevo amo de la varita, aun cuando él nunca tomara posesión física de la varita, y la varita de saúco fue colocada junto al cuerpo de Dumbledore en su tumba.

En el último libro, Voldemort se entera de la varita y va en busca de ella, y finalmente se entera de que Dumbledore había poseído la varita. Él profana la tumba de Dumbledore y clama la varita como suya. Asumiendo incorrectamente que Snape es el actual amo de la varita, Voldemort asesina a Snape, sin darse cuenta de que la varita en realidad le respondía a Draco. Además, la lealtad de la varita de saúco había cambiado hacia Harry, ya que más tarde Harry desarmó por la fuerza a Draco y tomó su varita (aunque esa no era la pretendida varita de saúco). Voldemort nunca se entera de que la varita es una de las tres reliquias, y simplemente cree que es una varita poderosa. Esto se puede ver por la manera en la que tornó la piedra de la resurrección en un horrocrux, aunque Dumbledore dice que él duda que Voldemort tuviera algún interés en la capa o la piedra aún sin saber sobre ellas.

Solo en su encuentro final con Harry en la batalla de Hogwarts se le dice a Voldemort que él nunca ganó la verdadera lealtad de a varita, ya que no obtuvo su posesión derrotando a su dueño anterior. A pesar de esto, Voldemort usa la varita de saúco para lanzar su último maleficio asesino contra el expelliarmus de Harry. Ya que la varita es leal a Harry, el hechizo de Voldemort rebota y lo mata de una vez por todas. Después de esto, en el libro, Harry usa la varita de saúco para reparar su propia varita de núcleo de pluma de fénix rota, con la que él dice que es «más feliz», y regresa la varita de saúco a la tumba de Dumbledore. Sin embargo, en la película Harry no repara su varita de núcleo de pluma de fénix y en su lugar elige romper a la varita de saúco en dos, para prevenir que la varita caiga en manos equivocadas nuevamente, debido a que él ya había perdido su varita original y decide conservar la de Draco.

Rowling reveló en una entrevista que el primer título para Harry Potter y las reliquias de la Muerte era Harry Potter y la varita de saúco.[33]

La piedra de la resurrección es una misteriosa piedra magica la cual le permite al que la sostiene comunicarse con los muertos. De acuerdo con el cuento de hadas que cuenta el origen de las reliquias de la Muerte, usando la piedra de la resurrección llevó a su dueño original, Cadmus Peverell, a suicidarse luego de ver a su difunta prometida sin poder comunicarse realmente con ella, ya que la misma en sí, no fue diseñada para revivir o devolverle la vida a los muertos, sino que en su lugar solo despierta las almas de las personas a las cuales el usuario desea contactar. Al momento en que la piedra fue vista en posesión de Marvolo Gaunt, había sido colocada en un anillo que llevaba el símbolo de las reliquias de la Muerte, que Gaunt creía que era el escudo de los Peverell y lo utilizó para presumir su pureza de sangre. Tanto Dumbledore como Grindelwald deseaban la piedra, pero por razones distintas. Mientras Dumbledore lo quería para comunicarse con su familia muerta, Grindelwald supuestamente pretendía usarla para crear un ejército de inferi. Harry dijo que esta sería la reliquia que más desearía, ya que como Dumbledore hay gente muerta con la que querría comunicarse otra vez. Finalmente, Voldemort convirtió el anillo en un Horrocrux, inconsciente de sus propiedades mágicas adicionales.

Dumbledore recuperó el anillo de la propiedad de Marvolo, reconociéndolo tanto un Horrocrux como una de las reliquias de la Muerte. Olvidando que era un Horrocrux y como uno estaba protegido por maleficios destructivos puestos por Voldemort y cegado por el deseo personal, Dumbledore intentó usar la piedra de la resurrección para hablar con su difunta familia, colocándose el anillo en su dedo con el fin de activarla. Sin embargo, la maldición que contenía el anillo destruyó su mano derecha y esto comenzó a propagarse a lo largo de su cuerpo. Aunque la propagación en parte se contuvo en la destruida y ennegrecida mano derecha gracias a Snape, sin embargo y a pesar de los esfuerzos de Snape por ayudarlo, Dumbledore ya estaba condenado, quedándole como mucho un año de vida.

La piedra más tarde pasó a Harry a través del testamento de Dumbledore, escondida dentro de la snitch dorada que Harry había atrapado con su boca, casi tragándola, en su primer partido de Quidditch. La snitch reveló el mensaje «me abro al cierre» cuando Harry la tocó con sus labios. Harry no logra abrir la snitch hasta que está por morir en el Bosque, y se da cuenta de que por «el cierre» se refiere al final, o su muerte. Harry usa la piedra para convocar a sus padres, Sirius y Remus para que lo consuelen antes de confrontar a Voldemort. La piedra se desliza a través de los dedos de Harry y cae al suelo en el Bosque Prohibido. Él y el retrato de Dumbledore más tarde acuerdan que Harry no la buscara ni le diga a nadie su ubicación. En una entrevista en 2007, Rowling dijo que le gustaría creer que la pezuña de un centauro la empujó contra el suelo, enterrándola para siempre.[3]

De acuerdo con la leyenda, el manto de invisibilidad tiene el poder de proteger al que la use de ser visto por la Muerte. Es una capa de invisibilidad verdadera, ya que puede ocultar completamente al usuario de la vista y no puede desgastarse por el tiempo o hechizos; otras capas perderán su poder de ocultar al usuario con el tiempo o se desgastará, pero esta capa nunca se hará opaca o se dañará. Hermione dice que es la reliquia que ella elegiría, citando la utilidad que Harry encontró en ella.

En Las reliquias de la Muerte se revela que el manto de Harry es de hecho una de las reliquias de la Muerte. Originalmente perteneció al Ignotus Peverell. De acuerdo con la leyenda, él no confiaba en la muerte y tomó la capa para esconderse de ella y solo sacársela cuando esté viejo y listo para morir. Luego de su muerte, la capa fue heredada de padre a hijo a través de los descendientes de Peverell hasta James Potter.[34]​ La capa no estaba en posesión de James la noche en que había sido asesinado, ya que este se la había prestado previamente a Dumbledore, que estaba muy interesado en las reliquias de la Muerte. Dumbledore le devolvió la capa que le pertenecía por derecho a Harry varios años después como un regalo de Navidad durante su primer año en Hogwarts. Harry usa la capa a lo largo de la serie para escabullirse por la escuela en varias aventuras. El padre de Harry también usó la capa para propósitos similares. Es lo suficientemente grande para que Ron y Hermione lo acompañen, y ellos frecuentemente lo hacen, aunque esto se hace cada vez más difícil a medida que crecen a lo largo de la serie. Al final de Las reliquias de la Muerte, Dumbledore le explica a Harry que la verdadera magia de la capa es que puede esconder y proteger a otros tanto como a su dueño. Esto es evidente cuando esta no responde al encantamiento convocador de los mortífagos mientras la capa está ocultando a Harry, Ron y Hermione en Las reliquias de la Muerte.

Mientras hace al usuario invisible hacia muggles y magos, algunas criaturas son capaces de sentir a la gente escondida debajo de ella. Las serpientes, por ejemplo, no pueden ver a través de la capa de invisibilidad, pero de alguna manera pueden detectar a la gente debajo de ella. La Sra. Norris, la gata de Filch, también parece sentir a Harry cuando usa la capa. Los usuarios también pueden ser detectados por el encantamiento homenum revelio.[3]​ En El cáliz de fuego, el ojo mágico de Moody puede ver a Harry debajo de la capa. En El prisionero de Azkaban, Dumbledore advierte que los humanos no pueden ocultarse de los dementores usando capas de invisibilidad, ya que son ciegos y sienten a las personas a través de sus emociones.[35]

Las alfombras voladoras son mantas gruesas, usualmente con muchos dibujos y a veces manufacturadas en el Medio Oriente, que están encantadas con la habilidad de volar. Las alfombras voladoras fueron una vez aceptadas para viajar por la comunidad mágica británica, pero ahora están prohibidas debido a ser definidas como un artefacto muggle[36]​ por el Registro de Objetos de Encantamiento Prohibidos. Por lo tanto, ahora está en contra de la ley mágica británica hechizar o volar alfombras, aunque todavía son legales en otros países. El Sr. Weasley estuvo muy involucrado en la introducción de esta legislación debido a su posición en el Departamento contra el Uso Incorrecto de los Objetos Muggle. Se revela que la prohibición fue relativamente reciente, no solo debido a la participación, sino también porque el abuelo de Barty Crouch fue dueño y operó una Axminister antes de que las alfombras voladoras estuvieran prohibidas.

El armario evanescente es un armario localizado en la Sala de Menesteres en Hogwarts que forma parte de un juego de dos. El otro armario reside en Borgin y Burkes. Si se usa apropiadamente, una persona que se para dentro de uno de los armarios instantáneamente emergerá del otro.

El armario evanescente es visto por primera vez en La cámara secreta cuando Harry se esconde dentro de él para evitar a los Malfoy luego de viajar accidentalmente a Borgin y Burkes a través de la Red Flu; sus capacidades de teletrasportación solo se activan con la puerta completamente cerrada, ya que como Harry no cerró del todo el armario no se activo. Su gemelo de Hogwarts también se menciona en La cámara secreta cuando Nick Casi Decapitado persuade a Peeves el poltergeist para que lo coloque (y luego lo destruya) en la oficina de Filch para ayudar a Harry a escapar del castigo por caminar en el barro. También fue usado en La Orden del Fénix por Fred y George cuando metieron a Montague, el capitán de quidditch de Slytherin y miembro de la Brigada Inquisitorial, dentro de él cuando trató de sacarle injustificadamente puntos a Gryffindor. Draco más tarde se entera de la experiencia de Montague, descubriendo que se puede transportar entre los dos armarios y el otro está localizado en Borgin y Burkes. En El misterio del príncipe él se las arregla para reparar el armario dañado en Hogwarts y así poder hacer entrar a los Mortífagos en el altamente protegido castillo.

Aunque este juego es el único mencionado en la serie de libros, la versión cinematográfica de El misterio del príncipe revela que eran muy populares cuando Voldemort subió al poder por primera vez, ya que le permitían a la gente escapar rápidamente de él y sus Mortífagos en caso de emergencia, pero que también son armarios engañosos y muy temperamentales.

El autobús noctámbulo es un autobús púrpura de tres pisos clase Regent III encantado que transporta brujas y magos. Se lo llama igual que en el autostop, pero en vez del dedo, el mago debe sostener su varita en la mano para llamar al autobús noctámbulo. Aparece por primera vez en El prisionero de Azkaban cuando Harry sin querer lo llama sosteniendo su varita en la mano. Harry hace un último viaje en el autobús noctámbulo con algunos de sus amigos en La Orden del Fénix. Viajar en el autobús noctámbulo es más rápido que viajar en escoba, pero no tan rápido como los casi instantáneos polvos flu y la aparición. Los cargos del autobús por el servicio se basan en la distancia; a Harry se le cobra una tarifa base de 11 Sickles por viajar desde Little Whinging hasta El Caldero Chorreante. Comodidades como botellas de agua caliente, cepillos de dientes y chocolate caliente están disponibles por una pequeña cuota adicional.

El autobús funciona como una conveniente forma de transporte público para el mago o bruja que no puede o no elegirá otro medio de transporte. Los pasajeros son aparentemente recogidos por el autobús de todas partes de Gran Bretaña dentro de este universo ficticio, llevando a pasajeros a destinos de su elección sin ruta establecida aparente. Anda por las calles totalmente invisible para los muggles y causa que otros objetos lo esquiven (en vez de hacerlo al revés) para los viajes de corta distancia. Para largas distancias, el autobús noctámbulo hace saltos de 160 km, acompañado por una gran explosión y sacudidas. El interior del autobús cambia dependiendo de la hora del día, teniendo asientos de día y camas de noche. También es muy incómodo, de acuerdo con Ron y Harry. Su única limitación mencionada en cuanto al viaje es que no puede viajar a través del agua.

El guía del autobús noctámbulo es Stan Shunpike, y su conductor es Ernie Prang. En la tercera película, Ernie está acompañado de una cabeza reducida parlante con la voz de Lenny Henry.

Como se reveló en Pottermore, el autobús noctámbulo fue oficial por primera vez en 1865 como un método para que magos menores de edad o enfermizos puedan transportarse discretamente. La idea fue propuesta por el ministro de Magia de la época Dugald McPhail, luego de un número de otras ideas como escobas con sidecar fueron vetadas, inspirándose en el entonces relativamente nuevo servicio de autobús.

El real autobús noctámbulo visto en la adaptación cinematográfica fue construido injertando el techo superior de un autobús AEC Regent III RT londinense sobre el techo de otro autobús "RT". Ambos buses fueron construidos originalmente para el transporte londinense; el "RT" era el autobús estándar de Londres con dos pisos y motor diesel del cual se construyeron aproximadamente 4000 desde 1939 hasta mediados de la década de 1950 (y fueron usados para el servicio cotidiano hasta 1979). El autobús real usado fue el RT3882 (patente LLU681), con el techo superior adicional de un antiguo RT2240 (petente KGU169). También se usaron las partes de un RT4479 (OLD 717).[37]

Las escobas son usadas para el transporte por brujas y magos de todas las edades, y para participar en el quidditch. Su uso es similar al de las alfombras voladoras, aunque estas últimas están prohibidas en Gran Bretaña por el Ministerio de Magia. Sin embargo, son incómodas para viajes extensos, aún con un conjuro de almohadón aplicado, y por esa razón varios magos prefieren otros medios de transporte para esos viajes.

Las escobas son tratados como un producto de consumo masivo en el mundo mágico. Hay numerosos fabricantes y modelos de escobas, incluyendo Barredoras y Cometas, todas ellas varían en sus capacidades. Este rango desde modelos caros de alto rendimiento hasta escobas de juguete para niños pequeños que solo se elevan unos pocos metros del suelo y escobas de tamaño familiar con espacio para mucha gente y que incluyen un baúl debajo de la zona para sentarse.

Desde que Harry juega al quidditch, sus escobas— una Nimbus 2000 y más tarde una Saeta de Fuego— son prominentes en la serie. Minerva McGonagall, quien lo había elegido como buscador, le regaló la Nimbus 2000 por consentimiento especial de Dumbledore. Sirius Black le dio la Saeta de Fuego como un regalo de Navidad luego de que su Nimbus fuera destruida por el sauce boxeador durante un partido de Quidditch. La Saeta de Fuego es la escoba más rápida del mundo, habiendo superado a la anterior poseedora del récord, la Nimbus 2001 (que Draco Malfoy tiene), y su precio es tan alto que solo está disponible bajo pedido.

Entre los modelos de escobas mencionadas en la serie de novelas están las siguientes:

Cometa 260

Escoba voladora creada por la autora J. K. Rowling, de la saga de libros Harry Potter. Su beneficio es que tiene un hechizo de frenos. Es la escoba que tenía Draco Malfoy antes de que su padre le regalara a él y al equipo de Slytherin las Nimbus 2001 en Harry Potter y la cámara secreta.

Cometa 290

Sucesora de la Cometa 260, tiene un acelerador de 0 a 60 millas por hora en diez segundos, según en: El mundo de la escoba.

Barredora 5

Otra marca más modesta de escobas voladoras. Fue usada en el equipo de Gryffindor por los golpeadores Fred y George Weasley. Es más lenta que la Cometa 260, son las más baratas en el mercado de escobas, aunque son más difíciles de llevar debido a su lentitud, giran bien y son buenas escobas para los golpeadores.

Barredora 7

La sucesora de la Barredora 5. Son más ligeras que sus predecesoras y superan en velocidad y manejo a las cometas 260, aunque se ven superadas por las cometas 290. La profesora McGonagall comentaba con Wood, el guardián del equipo de Gryffindor, qué escoba regalarle a Harry, si la Nimbus 2000 o la Barredora 7, ya que había sido nombrado nuevo buscador del equipo de Gryffindor en Harry Potter y la piedra filosofal.

Barredora 11

La sucesora de la Barredora 7. En Harry Potter y la Orden del Fénix es obsequiada a Ron Weasley por sus padres tras su nombramiento de prefecto de la casa Gryffindor; tiene un aceleramiento de 0 a 110 en diez segundos.

Estrella Fugaz

Escoba voladora anterior a las Nimbus, es una escoba inventada por J. K. Rowling. Es la escoba que tenía Ron Weasley antes de tener la Barredora 11 en Harry Potter y la Orden del Fénix. Es casi similar a la Barredora 5 en muchos aspectos, casi están al mismo precio en el mercado de escobas, aunque la Estrella Fugaz es un poco más ligera, sería una buena escoba para los guardianes, ya que no necesitan moverse mucho y son buenas haciendo giros bruscos.

Flecha Plateada

Escoba parecida a la Saeta de Fuego pero en tiempos pasados, aunque no la iguala en velocidad. Madame Hooch menciona que aprendió a volar en una de ellas.

Nimbus 1000

Escoba que sacó a las Nimbus a flote. Mencionada en Quidditch a través de los tiempos.

Nimbus 2000

Es una de las tantas escobas voladoras de la saga literaria Harry Potter. Es la escoba más veloz del mercado durante el tiempo en que Harry cursa el primer año, tiene mango de caoba y ramas derechas, además de ser la primera escoba que Harry posee al serle regalada (por Minerva McGonagall) en la escuela cuando Harry fue nombrado "buscador" del equipo de quidditch de Gryffindor.

Nimbus 2001

Se trata del modelo de escoba fabricado por la compañía Nimbus después de la Nimbus 2000. Lucius Malfoy compra un lote de estas para el equipo de quidditch de Slytherin para comprar la entrada de su hijo al equipo como buscador. La cola de la Nimbus 2001 es negra, diferente a la de la nimbus 2000 que tiene un tono marrón oscuro.

No tuvieron tanta fama como sus predecesoras.

Saeta de Fuego

Es una de las muchas escobas voladoras de la saga literaria Harry Potter. Es la escoba más veloz del mercado durante el tiempo en que Harry cursa tercer año. Durante un partido de quidditch se desmaya producto de un ataque de los dementores, cayéndose de su escoba Nimbus 2000. Esta va a parar al sauce boxeador, el cual la reduce a trizas. Sirius, su padrino, se la manda como regalo de Navidad en reemplazo a su Nimbus 2000 destruida, es super rápida y le es muy útil en la primera prueba del Torneo de los Tres Magos en su cuarto año en Hogwarts. Es la más cara de todas las escobas conocidas y la misma solo se puede conseguir a través de pedidos. Actualmente es la escoba más rápida del mundo.

A finales del siglo XX, la Compañía de Escobas de Carreras Nimbus superaba a la competencia. De los modelos Nimbus 2000 y Nimbus 2002 - 2001 se vendía el triple que de todas las otras escobas de alto nivel.

Los diseñadores de la Nimbus no se podían imaginar que estuvieran diseñando una escoba de carreras que pudiera quitarles el puesto número uno solo 12 meses después de haber sido lanzada al mercado. Era la Saeta de Fuego, un proyecto súper secreto desarrollado por Randolph Spudmore (hijo de Able Spudmore de Ellerby y Spudmore, que fabricaron la Tinderblast en 1940 y la Swiftstick en 1952, dos escobas muy útiles, pero que nunca llegaron a ser muy populares).

Un diseñador de escobas hábil e innovador, Randolph, fue el primero en usar piezas de hierro fundidas por duendecillos (incluyendo reposapiés, soporte y el cepillo), secretos que aún no se entienden completamente, pero que parecen darle a la Saeta de Fuego más estabilidad y potencia en condiciones meteorológicas adversas y con agarre especial en el reposapiés, lo que es de gran ayuda para los jugadores de quidditch. El manillar es de ébano pulido y el cepillo es de abedul o avellano según la preferencia personal (el abedul se dice que proporciona más potencia a gran altitud, mientras a los que les gusta la dirección de precisión prefieren las de avellano).

La Saeta de Fuego es una escoba bastante cara y Harry Potter fue el primero en poseer una. La siguen produciendo en pequeñas cantidades, en parte porque los trabajadores que se dedican a realizar las piezas de metal organizan huelgas y dejan el trabajo colgado a la menor provocación.

El Expreso de Hogwarts es el tren que transporta a los estudiantes de Hogwarts a y desde la escuela a principio y fin de cada año escolar. También transporta a los estudiantes que deseen irse a casa para las vacaciones navideñas. Está estacionado en Hogsmeade cuando no se usa, y solo se puede acceder a él usando la pared mágica entre las plataformas 9 y 10 en la estación de King's Cross, la plataforma 9¾.

Arthur Weasley era dueño de un Ford Anglia que el más tarde hechizó; por consiguiente, el vehículo puede volar, hacerse invisible, y llevar a toda la familia Weasley, a pesar de sus dimensiones interiores antes no encantadas (también con un encantamiento de extensión indetectable), entre otras habilidades. En Harry Potter y la cámara secreta, el auto es tomado prestado por Fred, George y Ron, que los usan para rescatar a Harry de la casa de los Dursley. Harry y Ron más tarde roban el auto para regresar a Hogwarts luego de que la entrada a la plataforma 9¾ es sellada por Dobby. Luego de llegar a la escuela, aterrizando en el sauce boxeador, el auto expulsa a Harry, Ron y sus maletas, y luego huye hacia el Bosque Prohibido, ignorando las súplicas de Ron para que vuelva. El Sr. Weasley pronto se enfrenta a una investigación en el Ministerio de Magia, ya que siete muggles vieron al auto volando sobre el campo, y es forzado a pagar una gran multa.

El auto reaparece cuando Harry y Ron visitan a Aragog en el bosque: cuando la gran colonia de arañas intentan devorar a Harry y Ron, el auto las ataca y lleva a los niños a salvo. El auto no regresa con los Weasley a pesar de salvar a Ron y Harry, eligiendo valerse por sí mismo en su lugar. La condición actual del auto no se revela; Ron comentó que el vehículo encantado se había hecho «salvaje» y así operando de forma autónoma, como un animal salvaje. En teoría, debería seguir existiendo cuando los hijos de los personajes asisten a Hogwarts.

El Ford Anglia de 1962 usado en la película fue adquirido por Rupert Grint, quien interpreta a Ron Weasley, y actualmente se exhibe en el Museo Nacional del Motor, Beaulieu.[38]​ Un total de 14 Ford Anglia fueron destruidos durante el rodaje de la escena donde el auto choca con el sauce boxeador.

Una réplica del auto es su estado salvaje se puede ver en la cola para la montaña rusa Dragon Challenge en el parque temático Universal Studios Islands of Adventure. De vez en cuando sus luces parpadean y suena su bocina cuando sus sensores de movimiento detectan que los clientes están de pie delante de él o caminan cerca de él.

Desgraciadamente el auto se perdió.

Un giratiempo es un objeto mágico que permite al usuario poder viajar en el tiempo a corto plazo o largo plazo. Hermione recibe un giratiempo de McGonagall en El prisionero de Azkaban, permitiéndole asistir a más de una clase simultáneamente. A Hermione se le ordena no contárselo a nadie, incluyendo a Harry y Ron, aunque ellos notan la sospechosa imposibilidad de sus horarios y sus varias desapariciones y reapariciones. Hermione les cuenta a Harry y Ron su secreto cerca del final del libro, cuando ella y Harry usan el giratiempo para salvar a Sirius Black y a Buckbeak. Sintiendo la presión de su pesada carga académica, ella le devuelve el artefacto a McGonagall al final de la novela.

Una gran cantidad de giratiempos son conservados en el Ministerio, como se ve en La Orden del Fénix; sin embargo, durante los eventos de ese libro, una vitrina con los giratiempos es destruida. Debido a sus propiedades para afectar el tiempo, se ve a la vitrina caer, destrozarse y repararse repetidamente. En El misterio del príncipe, Hermione cita un artículo en El Profeta que decía que «la serie completa de giratiempos del Ministerio» fue destruida durante un incidente. Los libros no discuten quién más podría poseer giratiempos fuera del Ministerio. Los giratiempos son muy peligrosos en las manos equivocadas, ya que se dice que varios magos murieron luego de confrontar y accidentalmente matarse a sí mismos en el pasado o en el futuro, así que se emiten con mucho cuidado.

El giratiempo de Hermione se asemeja a un reloj de arena de oro colgante en un collar; no queda claro si todos son así. El usuario gira el reloj de arena colgante, con el número de vueltas correspondiente al número de horas que se debe regresar.[39]

Sirius Black era dueño de una motocicleta voladora, que le prestó a Hagrid la noche que los padres de Harry murieron. Aparece por primera vez cuando Hagrid lleva al bebé Harry al número 4 de Privet Drive en el primer libro, y más tarde cuando Hagrid la usa para transportar a Harry hasta la Madriguera en el último libro. En Las reliquias de la Muerte, el Sr. Weasley le hizo varias modificaciones a la motocicleta, permitiéndole crear una pared de ladrillos o una red que entra en erupción desde el tubo de escape y lanzar fuego de dragón desde el escape, impulsando la aceleración repentina de la motocicleta. El función de fuego de dragón es usado con un gran efecto por Hagrid y Harry cuando están siendo perseguidos por Voldemort; sin embargo, el Sr. Weasley les advirtió que él no estaba seguro de su seguridad y que ellos solo debían usarlo en caso de emergencia. Él estaba en lo correcto, ya que el sidecar de la motocicleta, no afectado por la magia de Hagrid, se desprendió luego de la aceleración repentina.

La motocicleta se daña severamente cuando, con Harry y Hagrid a bordo, aterrizan forzosamente en el estanque del jardín de Ted y Andrómeda Tonks. El Sr. Weasley le dice disimuladamente a Harry que planea montar nuevamente la motocicleta cuando «tenga tiempo», es decir cuando la Sra. Weasley se distraiga o se olvide de ella. Él la esconde en el gallinero y logra repararla, dándosela a Harry entre el final de Las reliquias de la Muerte y el epílogo. La motocicleta sigue en posesión de Harry, pero él no la usa con frecuencia. La motocicleta utilizada es una Triumph de 1964 en las películas.

Los polvos flu son un polvo brillante usado por magos para viajar y comunicarse usando chimeneas. Fue inventado por Ignatia Wildsmith (1227-1320) y nombrado luego del ducto, que es el pasaje que de una hoguera a la chimenea y permite que salgan los gases calientes.

Los polvos flu pueden ser usados con cualquier chimenea conectada a la red flu. Para transportarse de una a otra, el fuego en el punto de salida primero debe estar encendido. El viajante lanza un puñado de polvos flu a las llamas, que se tornan de un color verde esmeralda, luego se para en la chimenea y dice el destino deseado con voz clara y decidida. Los polvos flu también pueden ser usados para la comunicación; un mago o bruja puede arrodillarse frente a la chimenea y meter su cabeza dentro del fuego, la cual aparecerá en el fuego de la chimenea deseada, permitiéndole a la bruja o mago hablar con la persona del otro lado, algo que se asemeja mucho a un teléfono. También se sabe que otras partes del cuerpo pueden transportarse a través de los polvos flu, ya que Umbridge casi atrapa a Sirius la segunda vez que él conversa con Harry a través de la red flu. También se pueden transmitir las voces a través de la red flu, como hace Snape en El prisionero de Azkaban, que llama a Lupin a través de la chimenea de su oficina mientras interroga a Harry sobre el Mapa del Merodeador.

En La cámara secreta, los Weasley viajan al callejón Diagon usando los polvos flu. Harry, sin embargo, no dijo «callejón Diagon» claramente, si no que en su lugar dijo "diagonal" causando que fuese transportado accidentalmente a Borgin y Burkes en el callejón Knockturn. En el cuarto libro, el Sr. Weasley usa su posición en el Ministerio para que la chimenea de los Dursley esté temporalmente conectada a la red flu, sin saber que dicha chimenea había sido bloqueada. Sirius usa la red para comunicarse con Harry en el mismo libro. En el quinto libro, Harry usa la chimenea de Gryffindor y más tarde la de Umbridge para comunicarse con Sirius; él se ve forzado a usar la última porque Umbridge comienza a monitorear todas las otras líneas de comunicación dentro y fuera de Hogwarts.

La red flu es controlada por el Ministerio de Magia. El Ministerio tiene alrededor de 700 chimeneas en su oficina central así los oficiales y trabajadores pueden ir directamente al/del trabajo sin el ajetreo de viajar en escobas, en traslador o en el autobús Noctámbulo, o inclusive la indignidad de tener que utilizar la otra entrada a través de un inodoro público, siendo este último el más desagradable para los magos y brujas, como se describe en Las reliquias de la Muerte.

De acuerdo con Pottermore, el único productor licenciado de polvos flu en Gran Bretaña es Floo-Pow, una compañía cuya sede está localizada en el callejón Diagon. Ninguna escasez de polvos flu ha sido reportada, ni nadie conoce a alguien que lo fabrique. Su precio ha sido constante por cien años: dos Sickles la cucharada.

Los trasladores son mencionados por primera vez en El cáliz de fuego por el Sr. Weasley. Son una alternativa a la aparición pero también pueden usarse para transportar a un grupo de gente de una vez. Creado usando el hechizo portus, un traslador puede ser ajustado para transportar a cualquiera que lo toque a una localización designada o para activarse a un momento predeterminado y transportarse a sí mismo y a cualquiera que lo esté tocando a su destino establecido. Puede estar creado para usarlo solo una vez en un solo sentido o para transportar al que lo toque a o de un lugar particular en un viaje de ida y vuelta. La creación de trasladores es altamente limitada y controlada por la Oficina de Trasladores, en el Departamento de Transportes Mágicos. Cornelius Fudge se opone a Dumbledore cuando este crea uno espontáneamente, diciendo que Dumbledore no tiene autorización; y en un punto Lupin dice «...no vamos a arriesgarnos a montar un traslador no autorizado».

Cualquier objeto puede ser usado como traslador; es común practicar, sin embargo, elegir objetos viejos y sin importancia, para desalentar a los muggles desprevenidos de recogerlos y activarlos. Entre los trasladores usados en la serie Harry Potter se encuentran una pelota de fútbol y una vieja bota de lluvia. Una vez que el hechizo portus es lanzado sobre un objeto, se pone azul y vibra suavemente; una vez que deja de hacerlo, se convierte en un traslador. Cuando los trasladores se activan, los usuarios tienen la sensación de un gancho en su ombligo está siendo jalado. El suelo desaparece de debajo de sus pies, dejando su última posición detrás de ellos, y vuelan hacia adelante a través de un torbellino de color y sonido, apareciendo de repente en su destino. Con suficiente práctica es posible lograr un aterrizaje elegante: luego del viaje en traslador al Campeonato Mundial de Quidditch en la cuarta película, el Sr. Weasley, Cedric y Amos Diggory aterrizan en sus pies, mientras los adolescentes menos experimentados, entre ellos Harry, caen en el suelo y más adelante durante el Torneo de los Tres Magos, la Copa también es convertida en un traslador temporal por Barty Crouch Jr. disfrazado como Alastor Moody, pero esta es solo puede ser usada una sola vez ya que cuando Harry regresa con el cuerpo sin vida de Cedric el hechizo que fue usado en la copa se desvanece y vuelve a ser una copa normal.

Los calderos son recipientes mágicos en los cuales se elaboran las pociones. Pueden comprarse en la tienda de calderos en el callejón Diagon. Hay calderos de varios tamaños y materiales; Hogwarts le pide a los estudiantes que compren un caldero de peltre del número 2, aunque en el primer libro Harry expresa anhelo por uno de oro puro.

En El cáliz de fuego, Percy Weasley escribe un informe sobre los calderos para su nuevo trabajo en el Ministerio en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional con la esperanza de impulsar la regulación de grosor de fondo del caldero, ya que cree que las importaciones extranjeras son un riesgo para la seguridad.

La cinta adhesiva mágica es un tipo de cinta adhesiva usada en el mundo mágico cuando un objeto no puede ser arreglado con un hechizo o la magia no es apropiada para la situación.[40]​ Esta cinta se llamaba Spellotape en la versión original en inglés, parodiando a Sellotape, una marca popular que se convirtió en un nombre genérico para la cinta adhesiva transparente en el Reino Unido,[41][42]​ mientras que en la versión en español se llamó simplemente cinta adhesiva. Es usada por Ron en La cámara secreta para reparar su varita luego de romperla tratando de frenar el auto volador del Sr. Weasley. También es usada por Hermione en El prisionero de Azkaban cuando ata su libro de Cuidado de Criaturas Mágicas para prevenir que la muerda, y por Kreacher para arreglar un foto de Bellatrix Lestrange más tarde en la serie. Es usada por Ginny en El cáliz de fuego, que estaba arreglando su copia del libro Mil hierbas y hongos mágicos.

El fuego de Gubraith es un fuego mágico eterno que solo puede ser creado por magos extremadamente talentosos. Hagrid y Madame Maxime le dieron un manojo de fuego de Gubraith, conjurado por Dumbledore, como un regalo al Gurg de los gigantes durante sus intentos de que se inclinen hacia el lado de Dumbledore.

Los omniculares son un par de binoculares mágicos de cobre usado por Harry, Ron y Hermione en el cuarto libro durante el Campeonato Mundial de Quidditch. Los omniculares, además de tener la capacidad de magnificación de los binoculares, tiene otras funciones muy útiles. Por ejemplo, tienen la habilidad de alentar o volver a mostrar algo visto a través de las lentes, aunque un efecto secundario es que la vista en las lentes no están a la corriente y pueden dar lugar a confusión en cuanto a la situación del partido. También tienen una función detallada , donde los nombres de los movimientos hechos por los jugadores de quidditch se muestran en letras púrpuras brillantes a través de los lentes de los omniculares.[43]​ Los omniculares también tienen la habilidad de en-listar los nombres y números de los jugadores, y puede concentrarse en los jugadores rápidamente.

Una varita es una pequeña vara de madera usada para canalizar energía mágica y así incrementar su poder, y sin la cual solo es posible una magia muy limitada. Las varitas son usadas como tanto instrumentos como armas en el mundo mágico. Son así un aspecto importante de casi toda la magia, y es de mucha importancia ser dueño de una. Las varitas generalmente se llevan en la ropa del mago o en cualquier otro lugar en su persona; sin embargo, también pueden colocarse en otros objetos. Por ejemplo, Rubeus Hagrid escondió los trozos de su varita rota en su paraguas, y en las adaptaciones cinematográficas, Lucius Malfoy esconde su varita en su bastón. En el mundo mágico, cuando un mago es expulsado de Hogwarts, su varita es partida a la mitad. Este tipo de daño a una varita es casi irreparable, aunque Harry es capaz de arreglar su varita, que Hermione accidentalmente rompió, con la ayuda de la poderosa varita de saúco.

Una varita es hecha por un fabricante de varitas que conozca mucho del tema, es decir, del estudio de las varitas. Las varitas están hechas a mano de maderas de alta calidad que sean capaces de sostener la magia (por ejemplo: acebo, tejo, ébano, vid, caoba, cerezo, roble, nogal, etc.). Luego se le inserta un núcleo en el medio de la varita de arriba abajo. Entre los núcleos comunes se encuentran las plumas de cola de fénix, pelos de cola de unicornio, y fibras de corazón de dragón. También se usa pelo de veela, pero no es tan común. En Las reliquias de la Muerte, la varita de saúco es descrita como la única varita con un núcleo hecho de pelo de cola de thestral.[31]​ La única tienda de varitas vista en los libros es Ollivander's. Garrick Ollivander es un fabricante de varitas que tiene memoria eidética en cuanto a varitas, así como la habilidad de identificar las características distintivas de una varita. En Harry Potter y el cáliz de fuego, se ve a Ollivander evaluando dos varitas extranjeras: la de Viktor Krum, que fue creada por Gregorovitch, era inusualmente gruesa y tenía un núcleo de fibra de corazón de dragón; y la de Fleur Delacour, creada por un fabricante de varitas desconocido, estaba hecha de palisandro con un núcleo de pelo de veela. Ollivander cree que el pelo de veela produce varitas «temperamentales» y él no las usa.

Una varita generalmente es considerada un objeto personal. Sin embargo, las varitas pertenecientes a otros magos pueden ser usadas con un efecto menos potente en comparación, o incluso romperse. En La piedra filosofal, Harry tuvo que probar varias varitas antes de encontrar la que «lo eligió». Las varitas con núcleos de la misma fuente producen efectos extraños (priori incantatem) cuando se las fuerza a luchar entre ellas, como en el caso de las varitas de Harry y Voldemort. En El cáliz de fuego, se revela que cada una de sus varitas contiene una pluma de la cola de Fawkes, el fénix de Dumbledore. Luego del priori incantatem, las varitas conocen al amo de la contraria, como se explica en Las reliquias de la Muerte. Mientras, de acuerdo con Ollivander, cualquier objeto puede canalizar la magia si el mago es suficientemente poderoso, las varitas son los más comúnmente usados por su eficiencia (debido a la unión del propietario con la varita misma). Esto puede explicar cómo algunos magos son capaces de usar hechizos sin varitas (por ejemplo, recuperar un objeto con Accio).

Además, las varitas son capaces de ser ganadas de una bruja o mago y, por lo tanto, puede cambiar su lealtad. Este es el caso cuando Harry toma la varita de Draco en la Mansión Malfoy, y por consiguiente la lealtad de la varita cambia hacia Harry, como explica Ollivander; y, por extensión, también lo hace la lealtad de la varita de saúco, que ha cambiado de manos varias veces.



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