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Husáyn ibn Ali



Husáyn ibn Ali ibn Abi Tálib (en árabe, حسین بن ﻋﻠﻲ بن أبي طالب‎), nombre también transcrito como Hussein, Huséin, Husáin, etc. (Medina, 3 de Shaabán 4 AH / 8 de enero de 626-Karbala, 10 de Muharram 61 AH / 10 de octubre de 680), es un personaje venerado por el islam chií, que conmemora su martirio en Ashura (décimo día de Muharram) y es un día de luto para los musulmanes chiitas, y es respetado asimismo por los musulmanes sunníes por su pertenencia a la Ahl al-Bayt o casa de Mahoma.[1]

Fue el segundo hijo de Ali ibn Abi Talib y de la hija de Mahoma, Fátima, quien murió joven, dejando a sus hijos Hasan y Husáyn huérfanos. Parece ser que ambos hermanos tuvieron una muy buena relación con su abuelo, el profeta Mahoma, y heredaron las disputas en las que se vio envuelto su padre Alí por el califato. Husáyn se casó con Shahr Banu (شهر بانو), una de las hijas del último emperador sasánida, Yazdgard III. Le sucedió su hijo Ali Zayn al-Abidin.

La ira por la muerte de Husáin se convirtió en un grito de guerra que ayudó a socavar y finalmente derrocar al califato Omeya.

Husáyn ibn Ali ibn Abi Tálib ibn Abdolmutáleb ibn Háshem, era de la familia de Hashem (Banu Háshim) y de la tribu Quraysh. Su padre era Ali ibn Abi Tálib y su madre Fátima az-Zahra, la hija del profeta del Islam.

Él nació el 3 del mes de Shaabán en el año 4 de la Hégira, en la ciudad de Medina.[2][3]

Según las narraciones chiitas, Mahoma lo nombró Husáyn por mandato de Dios, porque Dios había elegido este nombre. Y por lo tanto el Profeta de Dios informó a todos que: “Dios me ha ordenado que yo nombre a mis hijos Hasan y Husáyn, como Aarón llamó a su dos hijos con los nombres de Shubbar y Shubayr, y los nombres de mis hijos son los mismos nombres de los hijos de Aarón. También se me ha transmitido que el nombre de Husáyn está mencionado en la Torá como Shubayr, y en la Biblia como Abihú (Taab)".[3]

Según algunas narraciones, los nombres de Hasan y Husáyn son nombres del Paraíso y no se habían usado antes de Islam.[3]

El más famoso apodo de Husáyn es Abuabdelah (Abiabdelah, Abaabdelah), este apodo fue elegido para Husáyn por Mahoma, cuando Husáyn nació. También se conocen otros apodos como Jaṣībī,[4]​ junto con el de “Abu Ali”. Otros apodos fueron Abul Shuhhada (Padre de los Mártires), Abul Harar (Padre de los Libres), Abul Muyahedin (Padre de los Guerreros (en el camino de Dios)) etc.[5]​ Hay muchos títulos para Husáyn ibn Ali, y varios de estos los compartía con su hermano Hasan. Dentro de los títulos propios del Imán se encuentran Zaki, Tayyed, Waf'i, Mubárak, Al-Dalil Ali Zatullah, Rashid y Attbi’ul Marzahallah, Seyyed Shabab Ahlul Yannah (el Señor de los Jóvenes del Paraíso). En algunos Hadices de los Imanes chiitas, y también del mismo Husáyn se narran títulos como el de Shahid (Mártir) o Seyyedul Shuhada (el Señor de los Mártires).[5][3]

Sheij Mofid hace mención sobre los hijos del Imán, diciendo que Tuvo 6 hijos: 4 niños y 2 niñas.[6]

Sin embargo existen discrepancias entre algunos Ulemas, como las del Seyyed Mohsen Amin e Ibn Jishab, quienes proponen que tuvo 9 hijos: 6 niños y 3 niñas, y otros como Ibn Shahrashub en su obra Monaqab,[7]​ Baha' al-Din Ali b. 'Isa Irbili en su obra Kashf al-Ghumma fi Ma'rifat al-A'imma se ponen de acuerdo para decir que “Tuvo 10 hijos, 6 niños y 4 niñas”. Algunos incluso han llegado a mencionar cifras mayores a 10 hijos.[3][7]

Alí Akbar y Alí Asgar fueron martirizados en la batalla de Karbala, y Alí Awsat fue el cuarto Imán de los chiitas. Además se han mencionado otros hijos de Husáyn ibn Alí:

El padre de Husán, Alí, fue elegido califa en el año 656, convirtiéndose en el cuarto sucesor de Mahoma al frente de la Umma o comunidad de musulmanes. Su legitimidad fue contestada, dando lugar a una guerra civil que dividiría a los musulmanes en tres grupos: la shi‘at Ali o partido de Alí (chiíes), los jariyíes y los sunníes, grupo este último que se haría con el poder dando lugar al califato omeya. Tras su derrota, Ali se hizo fuerte en la ciudad de Kufa, donde fue asesinado poco después.

Los partidarios de Alí o alíes (aún es pronto para llamarles chiíes, pues no han desarrollado una doctrina religiosa propia) nombran entonces imán o jefe de la comunidad a su hijo mayor, Hasan. Este, sin embargo, tras unas escaramuzas con los ejércitos del omeya Muawiya, decide evitar a toda costa otra guerra civil y firma un tratado de paz a resultas del cual abandona el liderazgo de los alíes y se retira a la ciudad de Medina. Ello supone un duro golpe a la combatividad de los alíes, que se mantendrán poco activos durante un tiempo.

En el año 680 Muawiya muere en Damasco, con lo que queda abierta de nuevo la cuestión de la sucesión al califato: por entonces todavía no se ha establecido que la dignidad de califa deba ser hereditaria, aunque tanto los omeyas como los alíes buscan que sea así. Hasan, el hijo mayor de Alí, ha muerto unos años antes, lo que deja a Husáyn como cabeza de los alíes y probable candidato al título de califa por la dignidad que le confiere ser hijo de califa y nieto del profeta. Sin embargo, Muawiya antes de morir intenta forzar el paso de un sistema electivo a uno hereditario proclamando heredero a su hijo Yazid, que es aclamado como nuevo califa en Damasco. Esto es sin embargo contestado en buena parte del imperio islámico y desde luego se oponen a ello principalmente los alíes, quienes invitan a Husáyn, que se encuentra en La Meca, a acudir a Kufa para liderar una rebelión contra Yazid, a lo que Husáyn accede.

Yazid I antes de llegar al califato, fue famoso como jugador, cantante, y bebedor. Dado que bebía mucho vino, incluso su padre Muawiya, le prohibió beber tanto vino y por eso, cuando Muawiya quiso presentar a Yazid como su sucesor, los musulmanes no lo aceptaron.[10]

Como los musulmanes no aceptaron su califato, el periodo de su califato fue un periodo convulso, y su gobierno tenía muchos objetores; su califato duró 3 años, y en los tres años, mató a Husáyn ibn Alí y otros familiares de Mahoma, atacó Medina y quemó la Kaaba.[11]

Muawiya murió en el mes de Rayab del año 60 de la Hégira en la ciudad de Damasco. En el tiempo de muerte de Muawiya, Yazid estaba en Hawarin. Cuando llegó a Damasco, la gente de allí ya le habían jurado lealtad, y escribió una carta al Gobernador de Medina, Walid ibn Utbay, y le dijo: “Husáyn ibn Alí, Abdullah ibn Umar y Abd Allah ibn al-Zubayr no juraron lealtad al Califato.” Walid en una reunión dijo a Husáyn: “Ya ha muerto Muawiya y ahora tú tienes que aceptar el califato de Yazid”. Pero Husáyn como conocía a Yazid y su conducta reprobable, le respondió: “Como yo no soy de aquellos que ocultan la verdad, no juraré lealtad (a Yazid), y si la gente me pregunta, les diré qué sucederá.”.

Finalmente Husáyn no le juró lealtad, y desde Medina tomó rumbo a la ciudad de La Meca.[12]

Cuando la gente de Kufa supo que Muawiya ya había muerto y Yazid ha llegado al Califato, comenzaron a oponerse contra el gobierno de Yazid, y los chiitas de Kufa escribieron cartas a Husáyn y le invitaron diciéndole: “Gracias a Dios que has destruido al enemigo opresor. Un enemigo que asesinó a los mejores de la Ummah de Mahoma, tomando el poder de la gente. Ellos repartieron el Bait-ul-Mal (Tesoro) de los musulmanes entre los poderosos y soberbios. Ahora ya no tenéis obstáculo en el camino para la administración, (sin embargo aún) Nu’man ibn Bishar, gobernador de la ciudad, se mantiene en el palacio de gobierno. Nosotros no nos hemos asociado a él, como tampoco oramos detrás de él”. Esta no fue la única carta que recibiría Husáyn escrita por chiitas sinceros de corazón puro, ya que recibió muchísimas otras cartas de gente abanderada en la causa de Husáyn. Se llegó a documentar que fueron miles las cartas enviadas al Imam.[12]

Finalmente Husáyn escribió y envió una carta para su primo, Muslim ibn Aqil que decía:

“¡Primo Muslim! ¡Confiad en mí!, me he encaminado cerca de vosotros, hasta llegar a las inmediaciones de vuestra ciudad para informarme de su estado. ¡Si aquello que me han escrito es correcto, llegaré pronto a vosotros![13]

La gente de la ciudad de Kufa aceptó la carta con emoción y alegría acogedora, mientras Muslim, que era un musulmán de creencias puras, no imaginó que ellos (los kufanos) pactarían (con los enemigos), y con tanta facilidad se separarían de él, haciéndole el vacío, ya que veía a la gente de Kufa recibiendo (con alegría) la carta escrita por Husáyn. Muslim luego escribiría: “La gente de Kufa, Iraq y todos tus seguidores te esperan, su paz depende de tu pronta llegada a Iraq.”[13]

Cuando Husáyn recibió la carta de Muslim, él con sus esposas, hijos y seguidores se fueron a Irak y, por otro lado, Ubayd Allah ibn Ziyad por el mandato de Yazid fue a Kufa.

Cuando Ubayd Allah ibn Ziyad llegó a Kufa todavía Husáyn estaba en camino a la ciudad. Después de entrado a Kufa, comenzó a amenazar a la gente de Kufa, y buscó a Muslim. Toda la gente de Kufa en un día, se retractaron de sus dichos y abandonaron a Muslim. Finalmente el escondite de Muslim fue descubierto, y puesto a disposición de Ubayd Al·lah ibn Ziyad; mientras Hani ibn Urwa lo decapitaba, sus familiares fueron amarrados con mulas, en dirección a los mercados de esclavos de Kufa. Por último pesquisaron casa por casa de Kufa, para evitar cualquier acontecimiento en contra.[13]

Cuando Husáyn todavía en camino, entre La Meca y Kufa, supo que su primo había muerto, dijo estas palabras sobre la gente de Kufa: "¡Gente mundana!, Han embaucado la religión, sabiendo que con esto no le han dado un mejor lugar a sus vidas. ¡Con aquello se probará que los piadosos serán una minoría (en el mundo)!".

Luego que Husáyn rechazó pactar su lealtad con Yazid, el ejército de Kufa se preparó para comenzar una batalla contra él, batalla que finalmente se desataría en el décimo día del mes de Muharram del año 61 de la Hégira (Día de Ashura, Evento de Ashura).

Husáyn ibn Alí se dirigió a la gente de Kufa, con unos discursos. Uno de los discursos de Husáyn fue:

¡Gente!, precipítense para escuchar mi discurso. ¡Quiero benevolencia para ustedes, y decirles el motivo de mi venida a su región! Si escuchan mi discurso y si son justos, verán que es correcto lo que les tengo que decir sobre esta batalla que nos puede afectar en cualquier momento. Si no escuchan mi discurso, tampoco irán por la vía de la justicia, perjudicándose a su querer. ¡Oh Gente! ¿Saben quién soy? ¿Sabn quién fue mi padre? ¿O acaso matarme para ustedes es lícito? Y si fuese lícito, ¿No sería óptimo matarme con dignidad? ¿Acaso yo no soy el hijo de la hija de su Profeta? ¿Acaso mi padre no fue el Albacea del Profeta, su primo, y el primer musulmán? ¿Por casualidad han escuchado el Hadiz del Profeta sobre nosotros con mi hermano?: ¡Ellos dos son mis hijos!, y ¡Ellos serán los Señores de los jóvenes del Paraíso! Lo que digo es correcto y sé que lo saben mejor (que yo). Por Dios que saben que no he mentido, y si piensan que yo miento, podrían ir a preguntárselo a los compañeros del Profeta que aún viven: Yabir ibn Abdil·lah Ansari, Abu Sa’id al-Judri, Sahel Sa’adi, Zaid b. Arqam, Ans b. Málek, ellos les podrían decir si es correcto o no lo que les he dicho. ¿Quiénes son las personas que quieren que se vierta mi sangre?[12]

Yazid, sin embargo, enterado de la rebelión que se preparaba, manda a un ejército al encuentro de Husáyn y los 72 guerreros que le acompañan, sorprendiéndole antes de que llegue a Kufa, en los alrededores de la ciudad de Kerbala (Irak). Se entabla entonces una batalla desigual, llamada batalla de Kerbala, cuyo eco tendrá gran importancia en el islam chií. Los 3000 hombres enviados por Yazid separan a la comitiva de Husáyn de los puntos de agua, obligándoles a combatir durante dos días bajo un sol ardiente, al cabo de los cuales quienes aún sobrevivían, entre ellos Husáyn, fueron torturados y asesinados. Únicamente se perdonó la vida al hijo menor de Husáyn, Ali Zayn al-Abidin, y a las mujeres de la caravana, que fueron conducidas a Damasco para ser vendidas como esclavas. El cuerpo de Husáyn fue enterrado en Kerbala, y su cabeza llevada también a Damasco para entregársela al califa.

Husáyn fue martirizado el 10 del mes de Muharram (día de Ashura) del año 61 de la hégira en la región de Nínive (Kerbala) en Irak. El día que él fue martirizado fue viernes. La edad de Husáyn en el momento de su Martirio se ha mencionado que era de 56 años y 5 meses, mientras otras fuentes han dicho que fue a los 57 años y 5 meses y otras a los 58 años.[4]

El martirio de Husáyn en Kerbala, el 10 de muharram del año 60 de la Hégira (10 de octubre de 680), se conmemora anualmente en las zonas de población chií con la festividad llamada Ashura, en la que penitentes desfilan por las calles flagelándose y golpeándose para rememorar el sufrimiento de Husáyn, de un modo parecido a la celebración de la Semana Santa en algunos países católicos. Esta celebración es particularmente importante en Kerbala (actualmente en la República de Irak). Hay que decir que la Ashura ya era una fiesta religiosa en el momento de la batalla de Kerbala, razón por la cual los sunníes también la celebran, aunque de otro modo y por otras razones. A Husáyn se le da con frecuencia el nombre de sayyid ash-shuhadā' (سيد الشهداء) o «señor de los mártires».

Sobre el lugar donde, según la tradición, fue enterrado el cuerpo de Husáyn, se levanta hoy la Tumba del Imán Husáyn, uno de los principales lugares sagrados de los chiíes, cuya construcción inicial es cuatro años posterior a la muerte del imam.

El cráneo de Husáyn se conserva, según la tradición, en un mausoleo anexo a la gran mezquita de Damasco, lugar que es objeto también de peregrinación chií. Una tradición, sin embargo, dice que la cabeza fue llevada en algún momento a Kerbala, y otra que fue llevada a El Cairo por los fatimíes, conservándose en la mezquita llamada, en su honor, "Al-Husáyn".

La figura de Husáyn es central en el chiismo y es respetada también por los musulmanes sunníes. Su supuesta reliquia en la mezquita de Al-Husáyn de El Cairo ha sido tradicionalmente objeto de veneración por los musulmanes egipcios sunníes (aunque hoy se tiende a admitir comúnmente que el resto conservado no es el verdadero cráneo de Husáyn).




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