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Leopoldo Jacinto Luque



Leopoldo Jacinto Luque (Santa Fe, 3 de mayo de 1949-Mendoza, 15 de febrero de 2021)[1]​ fue un futbolista y director técnico argentino. Fue uno de los grandes centrodelanteros en la historia del fútbol argentino.[2]​ Se formó en las inferiores de Unión de Santa Fe, su debut oficial como jugador se dio en el Club Atlético Central Norte de Salta. Su último club antes de retirarse fue Independiente Rivadavia. Con la Selección Argentina se consagró campeón en la Copa Mundial de 1978, en la que anotó un total de cuatro goles.

Nació en la ciudad de Santa Fe el 3 de mayo de 1949. Vivió y se crio junto a su padre de profesión zapatero, su madre ama de casa y a sus cuatro hermanos (un varón y tres mujeres) en el barrio Guadalupe Oeste (Calles Pasaje Koch al 1200). En el mundial de 1978, antes del partido con Francia, sufrió una de las perdidas más grandes: su hermano menor, el día que iba a verlo jugar, tuvo un terrible accidente de tránsito, muriendo carbonizado. Leopoldo se enteró de la noticia luego del triunfo.[3]

Se inició en las divisiones inferiores de Unión de Santa Fe, pero por las pocas posibilidades de jugar, fue prestado a Sportivo Guadalupe de la Liga Santafesina.[4]​ De regreso en Unión no fue tenido en cuenta y, para que no quedara libre, el club decidió cederlo primero a Gimnasia y Esgrima de Jujuy y luego a Central Norte de Salta, lugar donde habría realizado el servicio militar, llamado popularmente como "La Colimba". Su debut oficial en Central Norte se produjo el 4 de marzo de 1970, en un partido ante Chacarita Juniors, señalando un gol por la Copa Argentina de ese año.[5]​ En 1971 volvió a Unión, pero solamente para encontrarse con la noticia de que quedaba libre: estuvo muy cerca de dejar el fútbol, sin embargo, encontró refugio nuevamente en la Liga Santafesina jugando para Atenas de Santo Tomé, donde tuvo un gran año siendo goleador.[6][7]

En 1972 se incorpora a Rosario Central y con 23 años debutó en la Primera División el 26 de noviembre por la fecha 9 del Torneo Nacional enfrentando a Lanús como visitante (1-1). En la fecha 12 ante Gimnasia y Esgrima La Plata. En total fueron 4 los partidos jugados por Luque en el Canalla, marcando 3 goles.[8]​ En 1973 Unión de Santa Fe, el mismo club que dos años antes lo había dejado libre, decide recomprarlo para disputar el torneo de la Primera B. Ya en 1974 logró el ascenso a Primera División, siendo además el capitán del equipo. En el partido desempate ante Estudiantes de Caseros jugado en Campana actuó como puntero derecho y dio el pase decisivo para que Hilario Bravi marcara el gol de la victoria.[9][10]

En el Torneo Metropolitano de 1975 tuvo una destacada campaña con Unión alcanzando el cuarto lugar, bajo la dirección técnica de Juan Carlos Lorenzo. Luego pasó a River Plate, en donde permanecería desde 1975 a 1980. Su debut resultó todo un éxito, el 21 de septiembre de 1975 nada menos que en el clásico frente a Boca Juniors en La Bombonera, hizo el gol del triunfo 2-1. En el club Millonario convirtió 75 goles en 176 encuentros, consiguiendo en las cinco temporadas el Torneo Nacional de 1975 y 1979, y el Metropolitano de 1977, 1979 y 1980. Su mejor producción se dio el 22 de febrero de 1976, al anotar 5 goles con River Plate que goleó 5-1 a San Lorenzo de Almagro.[11]​ Fue el mejor centrodelantero argentino de su época, viviendo jornadas de esplendor con apariciones fulminantes en las áreas rivales y formando ataques de lujo con sus compañeros a los que también les daba pases para convertir. Durante esos años, Juan Carlos Lorenzo quiso llevarlo a Boca Juniors, tal como había hecho con otros jugadores que conocía de su paso por Unión de Santa Fe, pero fue algo que nunca se concretó.

En 1981 regresó a Unión, donde anotó diez tantos, y luego jugaría durante el segundo semestre de ese año en Los Jaibos del Deportivo Tampico de México,[12]​ donde señaló diez goles.

A comienzos de 1982 firmó para Racing Club. Poco le pudo ofrecer a una Academia en crisis. Jugó 11 partidos del Nacional, marcando tan sólo 2 goles, ambos a Platense.

Luego fichó para Santos de Brasil,[13]​ y posteriormente pasó a Boca Unidos de Corrientes,[14]​ con el que jugó la final del Torneo Regional en 1984. Se sumó a Chacarita Juniors en el regreso del Funebrero a Primera, donde jugó 11 partidos sin convertir goles. En 1985 fue la contratación rutilante de Argentino de Firmat para el Torneo Nacional, pero por problemas con el transfer nunca pudo jugar.

Al poco tiempo de haberse retirado tuvo su primera experiencia como entrenador dirigiendo a Unión de Santa Fe, luego pasó por Central Córdoba de Santiago del Estero y Belgrano de Córdoba.[15]​ Ya radicado en Mendoza, Luque también fue técnico de Deportivo Maipú, Gimnasia y Esgrima, Independiente Rivadavia y Argentino en tres ocasiones.[16][17]

Entre 2017 y 2018, el director Matías Riccardi filmó un documental sobre su vida titulado "Leopoldo Jacinto, vida de campeón";[18]​ el mismo fue estrenado en 2019.[19]

En medio de la pandemia por coronavirus, el exfutbolista de River Plate tuvo los primeros síntomas de COVID-19 el 25 de diciembre de 2020, y cuatro días más tarde se lo diagnosticaron. Fue internado en la Clínica de Cuyo en Mendoza, Argentina; y a pesar de que en principio no tuvo complicaciones, el 4 de enero se complicó su cuadro, con una neumonía bilateral, lo que derivó a una terapia intensiva con asistencia respiratoria. En la mañana del lunes 15 de febrero, sufrió un paro cardiorespiratorio del cual pudo salir, pero según últimos reportes, quedó con secuelas graves, para ya minutos más tarde perder la vida. Tenía 71 años.[20]

Uno de los primeros que lo despidió a través de su cuenta de Instagram fue Alberto César Tarantini, compañero suyo en el Mundial 78, jugado en la Argentina, y en el que el equipo de César Luis Menotti se consagró campeón. Otras personas e instituciones que lo homenajearon fueron Nery Pumpido, Mario Alberto Kempes, Ubaldo Fillol, la AFA y los clubes Unión, River Plate y San Lorenzo [21]

Con el seleccionado jugó 45 partidos, convirtiendo 22 goles. Además, una gran cantidad de encuentros frente a combinados y clubes. En 1975 quedó como uno de los máximos goleadores de la Copa América al señalar cuatro unidades, junto al colombiano José Ernesto Díaz. Fue uno de los símbolos de la selección dirigida por César Luis Menotti a finales de la década de 1970, consiguiendo la Copa Mundial de Fútbol de 1978. Fue el centrodelantero titular en el conjunto campeón mundial de 1978. Marcó cuatro goles para el equipo albiceleste en Argentina '78 para ser el segundo goleador de esa formación detrás de Mario Kempes, que fue Bota de Oro del certamen. Con sus cuatro anotaciones terminó cuarto en la tabla general de goleadores detrás de Kempes (6), del peruano Teófilo Cubillas (5) y del holandés Rob Rensenbrink (5), y junto al austriaco Hans Krankl.

Le anotó a Hungría en el debut de Argentina, cuando la Albiceleste iba abajo en el marcador. Cabe destacar que el martes 6 de junio durante el partido con Francia (2-1), después de anotar un gol espectacular que le daría el pase a Argentina a la siguiente ronda, el defensa Christian López provocó que trastabillara y al caer se produjo una grave lesión que derivó en la luxación de su codo derecho. Como Argentina había realizado los dos cambios, el equipo continuó con diez hombres, aunque Leopoldo Luque regresó al campo de juego, actuando en los dos últimos minutos con el brazo sujetado por un vendaje. En la mañana de ese mismo día su hermano Oscar Fernando Luque, apodado "Cacho" de 24 años, que deseaba visitarlo en Buenos Aires, perdió la vida en un accidente mientras viajaba por la Ruta Panamericana en un camión junto a su amigo Leopoldo "Pollo" Cáceres, que conducía el vehículo. Debido a la tragedia, el delantero salió de la concentración de Argentina para acudir al velatorio, y como consecuencia de estos graves sucesos no estuvo ante Italia y Polonia. Su regreso con el seleccionado se produjo ante Brasil, donde los rivales continuaron golpeándolo, como en el caso de Oscar, que le dejó un ojo negro. La violencia sobre el artillero fue característico en todo el Mundial, incluida la Final contra Holanda, que este equipo transformó en una carnicería. Leopoldo Luque, al igual que varios jugadores Albicelestes, terminó con su camiseta llena de sangre, después de recibir un golpe en la nariz por parte de uno de los mellizos Van de Kerkhof. Previamente, en el decisivo encuentro ante Perú, que ya estaba eliminado del torneo, convirtió dos goles más. El cuarto, que significó el pase a la Final, y el sexto, para cerrar la cuenta.



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