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Libra esterlina



La libra esterlina (pound sterling en inglés, símbolo monetario: £) es la moneda del Reino Unido así como de las Dependencias de la Corona y de algunos territorios británicos de ultramar. En sus demás territorios coloniales se usan diferentes divisas pero fijadas a la esterlina: la libra gibraltareña, libra malvinense y libra de Santa Elena. Su símbolo monetario es £ y proviene del latín libra, que se refería a la unidad de masa. Una libra se divide en cien peniques.

El nombre oficial completo, libra esterlina (en plural, libras esterlinas), es usado sobre todo en contextos formales y también cuando es necesario distinguir la moneda que se usa en el Reino Unido de las que se utilizan en otros países y que tienen el mismo nombre. El nombre de la divisa —pero no los nombres de sus unidades— a veces es abreviado solamente a "esterlina", particularmente en los mercados financieros de venta al por mayor; por ejemplo "pago aceptado en "esterlinas", pero no "eso cuesta cinco esterlinas". Las abreviaturas "ster." o "stg." son usadas ocasionalmente. El término libra británica es usado comúnmente en situaciones menos formales, aunque no es un nombre oficial de la divisa. La esterlina es una antigua moneda inglesa de plata esterlina, una aleación de un 92,5% de plata y un 7,5% de cobre y/u otros metales, y con una masa de 1,555 gramos o 1/240 de una libra troy.

La libra fue originalmente el valor del peso de una Libra Torre de plata esterlina (de ahí que se llame "libra esterlina"). El símbolo de la divisa es el símbolo de la libra, originalmente ₤ con dos barras cruzadas, más tarde fue más común £ con una sola barra. El símbolo se deriva de la letra "L", de la abreviación LSD – librae, solidi, denarii – usada para las libras, chelines y peniques del sistema monetario duodecimal original. Libra era la unidad romana básica de peso, que se derivaba del latín de "balanza". El código ISO 4217 es GBP (en inglés Great Britain pound, Libra de Gran Bretaña). Ocasionalmente es vista la abreviación UKP, pero esta es incorrecta. Las Dependencias de la Corona usan sus propios códigos (no ISO) cuando desean reflejar su distinción. Los recursos generalmente son intercambiados por peniques, así que los comerciantes pueden referirse al penique esterlino, GBX (a veces BGp), cuando enlistan sus precios.

Después de la adopción del euro por varios países, la libra se convirtió en la divisa más antigua del mundo aún en uso, y actualmente tiene la tercera porción más grande de monedas de reserva a nivel mundial, después del dólar estadounidense y el euro. La libra esterlina es la cuarta divisa más intercambiada en el mercado internacional de intercambio detrás del dólar, el euro y el yen japonés.

La antigua moneda italiana lira tiene el mismo origen etimológico que la libra. La lira también es la moneda de otros países como Líbano o Turquía donde la moneda es la libra o la lira libanesa (en los billetes dice en árabe "lira" y en francés "livre").

Antes de la decimalización, la libra se dividía en 20 chelines (shilling), y el chelín en 12 peniques (penny, plural pence), haciendo un total de 240 peniques en una libra. El símbolo del chelín era "s" — no por la primera letra de la palabra en inglés, sino por la palabra latina solidus. El símbolo del penique era "d", de la palabra francesa denier, que se originaba de la palabra latina denario (el sólido bizantino y el denario eran antiguas monedas romanas). Una suma mezclada de chelines y peniques como "dos chelines y seis peniques" se escribiría como "2/6" o "2s 6d", y se diría "dos y seis". Cinco chelines se escribiría como "5s" o, más frecuentemente, "5/-". En la época de la decimalización, la unidad más pequeña era el penique, aunque en el pasado se habían acuñado monedas de menor valor.

Desde la decimalización en 1971, la libra está dividida en 100 peniques. El símbolo del penique es "p"; una cantidad como 50p (0,50 £) se pronuncia normalmente (en inglés) como "cincuenta pee" en lugar de "cincuenta pence" (esto para ayudar a distinguir entre los nuevos peniques y los viejos durante el cambio de un sistema a otro).

Después del Día Decimal (15 de febrero de 1971), el valor de la libra se mantuvo intacto, pero ahora estaba dividida en 100 nuevos peniques en lugar de 240 de los viejos. Cada penique decimal tenía el valor de 2,4 de los peniques pre-decimales. Unos cuantos años después de la decimalización, al penique decimal se le llamaba comúnmente "nuevo penique". Las monedas de las denominaciones de ½p, 1p, 2p, 5p, 10p y 50p todas tenían la inscripción "Nuevo penique" hasta 1982, cuando la inscripción cambió a Medio penique, un penique, dos peniques, cinco peniques, y así. Las viejas monedas de un chelín ("1/-") y dos chelines ("2/-", florín) eran equivalentes a las monedas de 5p y 10p respectivamente, y continuaron como válidas en el sistema decimal hasta que las monedas de 5p y 10p fueron reemplazadas por versiones más pequeñas en 1990 y 1992 respectivamente, mientras las viejas versiones eran quitadas de circulación en 1991 y 1993. La vieja moneda de seis peniques también se mantuvo en circulación, con valor de 2½ nuevos peniques, antes de ser quitadas de circulación en 1980.

Las leyes de la moneda de curso legal en el Reino Unido son especialmente complejas: de acuerdo con la Real Casa de la Moneda, moneda de curso legal significa "que un deudor no puede ser demandado exitosamente por la suspensión del pago si paga en la corte con la moneda de curso legal. Esto no significa que cualquier transacción ordinaria tenga que realizarse con la moneda de curso legal o sólo con la cantidad denominada por la legislación. Ambas partes son libres de acordar cualquier forma de pago ya sea la moneda de curso legal o cualquier otra forma, de acuerdo con sus deseos. Para cumplir las estrictas reglas que gobiernan a la moneda en curso legal es necesario, por ejemplo, ofrecer el importe exacto debido porque no se puede reclamar ningún cambio".[cita requerida]

En Inglaterra y Gales, los billetes expedidos por el Banco de Inglaterra son moneda de curso legal, lo que significa que pueden ser aceptados como el pago de una deuda; no tienen que ser aceptados, pero el deudor tendría una buena defensa legal contra una demanda por la suspensión del pago de la deuda. En Escocia e Irlanda del Norte, ningún billete es moneda de curso legal, y cada banco que expide billetes lo hace en la forma de sus propias letras de cambio. En las Islas del Canal y la Isla de Man, las variaciones locales en los billetes son moneda de curso legal en sus respectivas jurisdicciones.

Los billetes escoceses, norirlandeses, de las Islas del Canal y maneses a veces son rechazados en las tiendas cuando se usan en Inglaterra. Los tenderos británicos pueden rechazar cualquier forma de pago, aun siendo moneda de curso legal en esa jurisdicción, porque no existe ninguna deuda cuando la oferta de pago se hace. Cuando se paga una cuenta en un restaurante u otra deuda, las leyes de la moneda de curso legal sí se aplican, pero normalmente se acepta cualquier método razonable de pago de la deuda (como tarjeta de crédito o cheque).

Los billetes son expedidos por los cuatro grandes bancos en Irlanda del Norte — el Banco de Irlanda, el First Trust Bank (Primer Banco de Trust), el Northern Bank (Banco del Norte) y el Ulster Bank (Banco del Ulster). Los billetes impresos en el Banco de Irlanda, aunque son de libras esterlinas, son confunidos en Inglaterra con la antigua libra irlandesa y frecuentemente rechazados. El único billete plástico en el Reino Unido está impreso por el Banco del Norte. Es el billete conmemorativo del año 2000 de £5, que fue impreso en Australia.

Los billetes escoceses son expedidos por el Banco de Escocia, el Banco Real de Escocia y el Clydesdale Bank (Banco Clydesdale), pero (al igual que en Irlanda del Norte) no son moneda de curso legal. Solo las monedas de la Real Casa de la Moneda son moneda de curso legal en Escocia, y solo las monedas de una y dos libras son moneda de curso legal para una cantidad indefinida. Este no siempre fue el caso, ya que durante la Segunda Guerra Mundial los billetes escoceses fueron convertidos en moneda de curso legal en 1939; este estatus fue revertido el 1 de enero de 1946. Algunos billetes del Banco de Inglaterra fueron moneda de curso legal en Escocia e Irlanda del Norte; no obstante, este estatus solo se aplicaba para los billete de menos de cinco libras, así que después de que el Banco de Inglaterra quitara de la circulación el billete de una libra en 1985, ningún billete circulante está afectado por esta cláusula.

La moneda de una libra del Reino Unido tiene muchos diseños variados en su reverso, que difieren cada año con los nuevos diseños que aparecen; sin embargo, todas son monedas de la Real Casa de la Moneda y de legalidad equivalente. Las Dependencias de la Corona: Islas del Canal (incluyendo a Alderney) y la Isla de Man expiden sus propias acuñaciones.

Todas las monedas circulantes británicas son de curso legal en todo el Reino Unido, en la mayoría de los casos tienen un límite de uso por transacción, como la moneda conmemorativa de cinco libras y la de 25 peniques ("corona") que raramente se ven en circulación. Muchas monedas de oro expedidas por la Real Casa de la Moneda siguen siendo de curso legal, aunque ya que tienen un valor metálico mucho mayor que el valor que les fue asignado, nunca se usan en circulación y tienden a ser conservadas por coleccionistas.

Los territorios británicos de ultramar de Gibraltar, Santa Elena y sus dependencias asociadas, así como las Islas Malvinas, también expiden sus propias divisas, que se fijan al valor de la libra.

Los países que usan la libra o estas divisas ligadas con la libra son conocidos como los países de la zona esterlina. Durante finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, un gran número de dominios y colonias británicas fueron miembros de la zona esterlina.

El billete de polímero de £5, fue emitido en el año 2000 por el Northern Bank (ahora Danske Bank) y fue el único billete de polímero en circulación hasta 2016. El Banco de Inglaterra comenzó a emitir billetes de polímero de £5 en septiembre de 2016 y retiró de la circulación los billetes de papel moneda de £5 el 5 de mayo de 2016[2][3]​. El billete de polímero de £10 fue emitido el 14 de septiembre de 2017 y el de papel moneda fue retirado el 1 de marzo de 2018. En febrero de 2020 se puso en circulación el billete de £20, quedando en previsión, para 2021, el de £50.[4]​.

En los tiempos anglo-sajones, pequeñas monedas de plata conocidas como sceattas eran usadas en el comercio: estas se derivaban de unos ejemplos frisios, y pesaban unos 20 granos (1,3 g).

El rey Offa de Mercia (790) introdujo un penique plateado de 22,5 granos (1,5 gramos). Doscientos cuarenta de estos fueron hechos de una medida de plata conocido como la libra Torre: aparentemente esta pesaba 5.400 granos (349,9 g).

En 1526 el estándar fue cambiado por la libra Troy de 5.760 granos (373,242 g).

Como unidad monetaria, el término libra se origina del valor del peso de una libra de plata de gran pureza conocida como plata esterlina.

La esterlina (con una unidad básica que era el penique Tealby, en vez de la libra) fue introducida como la divisa inglesa por el Rey Enrique II en 1158, aunque el nombre de esterlina no fue usado hasta después. La palabra esterlina es del viejo francés sterling transformado a stiere en el viejo inglés (fuerte, firme, inamovible).

La esterlina fue originalmente un nombre para un penique plateado de 1/240 de libra. Originalmente un penique plateado tenía un poder de compra ligeramente menor que el de una libra moderna. En tiempos modernos la libra ha reemplazado al penique como la unidad básica de cambio ya que la inflación ha desgastado continuamente el valor de la divisa.

La libra esterlina, establecida en 1560-1561 por Isabel I y sus consejeros, principalmente Sir Thomas Gresham, que trajo orden al caos financiero de la Inglaterra Tudor que había sido ocasionado por el "Gran Degradamiento" de la moneda, que a cambio provocó una inflación debilitadora durante los años de 1543 a 1551. Para 1551, de acuerdo con Fernand Braudel, el contenido plateado de un penique se había reducido a un tercio del total. Las monedas se habían convertido en meras divisas fiduciarias (como lo son las monedas modernas), y la tasa de cambio en Amberes donde la ropa inglesa era comercializada en Europa, se había deteriorado. Toda moneda en circulación fue sacada de ella para reacuñarse con el mayor estándar, y pagada con descuento.

La libra esterlina mantuvo su valor intrínseco — "un fetiche en la opinión pública" lo llamó Braudel — de manera única entre las divisas europeas, aún después de que el Reino Unido adoptó oficialmente el patrón oro, hasta después de la Primera Guerra Mundial, soportando crisis financieras en 1621, en 1694-1696, cuando John Locke panfleteó por la libra esterlina como "una unidad fundamental invariable" y de nuevo en 1774 y 1797. Ni siquiera los violentos desórdenes de la Guerra Civil devaluaron la libra esterlina en los mercados monetarios de Europa. Braudel atribuye el fácil crédito de Inglaterra a la divisa restaurada, que nunca fue devaluada a través de los siglos, que dio seguridad de contrato y una alza a una superioridad financiera durante el siglo XVIII. La libra esterlina ha sido la moneda del Banco de Inglaterra desde sus inicios en 1694.

La libra se trasladó extraoficialmente de la plata al patrón oro gracias a una sobrevaluación del oro en Inglaterra que atrajo oro del extranjero y ocasionó una importación constante de la moneda de plata, a pesar de una revaluación del oro en 1717 por Isaac Newton, maestro de la Real Casa de la Moneda. El patrón oro de facto continuó hasta su adopción oficial después del fin de las guerras napoleónicas, en 1816. Este duró hasta que el Reino Unido, en acuerdo con muchos otros países, abandonó el patrón después de la Primera Guerra Mundial en 1919. Durante este periodo, una libra podía ser intercambiada por 4,886 dólares estadounidenses.

Algunas discusiones tuvieron lugar después de la Conferencia Monetaria Internacional de 1865 en París concernientes a la posibilidad de que el Reino Unido se uniera a la Unión Monetaria Latina, y una Comisión Real de Acuñación Internacional examinó la cuestión, resultando en la decisión en contra de unirse a la Unión Monetaria.

Antes de la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido tenía una de las economías más fuertes del mundo, reteniendo el 40 % de las inversiones de ultramar en el mundo. Sin embargo, al final de la Guerra, el país debía £850 millones, la mayor parte a los Estados Unidos, con intereses que costaban al país un 40 % de todo el gasto del gobierno.

En un intento de recobrar la estabilidad, en 1925, se introdujo el patrón cambio oro que suponía una variación del patrón oro, bajo este sistema, el valor de la divisa fue fijada al precio del oro, en los niveles previos a la guerra, aunque la población solo podía intercambiar su dinero por oro en lingotes, en lugar de monedas. Este sistema fue abandonado el 21 de septiembre de 1931, durante la Gran Depresión, y la libra se devaluó un 25 %.

La libra, al igual que todas las otras monedas del mundo, ya no mantiene ninguna relación con el oro, la plata o ningún otro metal precioso. El dólar estadounidense fue la última divisa en abandonar el oro, en 1971. La libra fue hecha completamente convertible en 1946 como una condición por recibir un préstamo de Estados Unidos de 3750 millones de dólares después de la Segunda Guerra Mundial.

La libra esterlina fue usada como la moneda de muchas partes del Imperio británico. Al crearse la Mancomunidad Británica de Naciones, los países de la Mancomunidad introdujeron sus propias divisas como la libra australiana o la libra irlandesa, esto llevó a crear la denominada zona esterlina, donde esas divisas mantenían una relación fija con la libra esterlina.

Desde que se dejó el oro, ha habido varios intentos de fijar el valor de libra a otras monedas, inicialmente el dólar estadounidense.

Bajo una continua presión económica, el 19 de septiembre de 1949 el gobierno devaluó la libra un 40%, de $4 USD a $2,80 USD. El movimiento impulsó a muchos otros gobiernos a devaluar sus monedas contra el dólar también, entre ellos Australia, Dinamarca, Irlanda, Egipto, India, Israel, Nueva Zelanda, Noruega y Sudáfrica.

A mediados de la década de 1960, la libra se vio bajo una renovada presión desde que la tasa de cambio contra el dólar era considerada muy alta. En el verano de 1966, con el valor de la libra cayendo en los mercados monetarios, los controles de cambio fueron aumentados por el gobierno de Wilson. Entre las medidas, se prohibió a los turistas sacar más de 50 libras del país, hasta que las restricciones fueron levantadas en 1970. La libra fue finalmente devaluada un 14,3% a $2,41 dólares el 18 de noviembre de 1967.

Con el fin del sistema Bretton Woods — no poco importante porque principalmente los comerciantes británicos habían creado un sustancial mercado de eurodólar que hizo más difícil de mantener el patrón oro de Estados Unidos por parte de su gobierno — la libra fue emitida a principios de la década de 1970 y sometida a una apreciación de mercado. La zona esterlina terminó efectivamente en esta época cuando la mayoría de sus miembros decidieron quedar libres contra la libra y el dólar.

Una crisis posterior siguió en 1976, cuando aparentemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) pensó que la libra debería establecerse a $1,50 dólares, y como resultado la libra cayó a $1,57, y el gobierno decidió que tenía que solicitar un préstamo de £2,3 mil millones al FMI. A principios de la década de 1980 la libra subió hasta el nivel de $2 al elevarse las tasas de interés en respuesta a la política monetarista y la alta tasa de cambio fue ampliamente considerada culpable de la profunda recesión de 1981. En su punto más bajo, la libra se colocó a solo $1,05 dólares en febrero de 1985, antes de regresar al nivel de 2 dólares a principios de la década de 1990.

En 1988, el Ministro de Hacienda británico de Margaret Thatcher, Nigel Lawson, decidió que la libra debería hacer sombra al marco alemán de Alemania Occidental, con el imprevisto resultado de una veloz alza en la inflación ya que la economía entró en un auge debido a tasas de interés inapropiadamente bajas. (Por razones ideológicas, el Gobierno Conservador se inclinó a usar mecanismos alternativos para controlar la explosión del crédito. El ex-Primer Ministro Ted Heath se refirió a Lawson como un "golfista de un solo palo").

En otro cambio de táctica, el 8 de octubre de 1990 el gobierno de Thatcher decidió unirse al Mecanismo Europeo de Tasa de Cambio, con la libra establecida en 2,95 marcos alemanes. No obstante, el país fue forzado a retirarse del sistema el Miércoles Negro (16 de septiembre de 1992) ya que la ejecución económica británica hacía la tasa de cambio insostenible. El especulador George Soros se hizo famoso al ganar aproximadamente mil millones de dólares con una Venta corta de libras.

El Miércoles Negro vio a las tasas de interés saltar de 10% a 12%, y finalmente a 15% en un vano intento de detener a la libra de caer debajo de los límites del Mecanismo. La tasa de cambio cayó a 2,20 marcos alemanes. Proponentes de una tasa de cambio más baja entre la libra y el marco (que después fue reemplazado por el euro) fueron reivindicados ya que la libra, más barata, fomentó las exportaciones y contribuyó a la prosperidad económica de la década de 1990.

Aunque la libra y el euro no están fijados el uno al otro, frecuentemente hay largos periodos en los que la libra y el euro se mueven sincronizados, aunque desde mediados de 2006 esta correlación se ha ido debilitando. Las preocupaciones de la inflación en el Reino Unido llevaron al Banco de Inglaterra a aumentar las tasas de interés al doble inesperadamente a fines de 2006 y principios de 2007, causando que la libra se elevara a su tasa más alta contra el euro desde enero de 2003. Futuros aumentos se esperaron en 2007. Esto ha tenido un efecto de golpe contra otras divisas mayores, y la libra alcanzó su precio más alto en 26 años contra el dólar el 8 de abril de 2007, habiendo pasado al nivel de los 2 dólares por primera vez desde 1992.[cita requerida]

La libra esterlina se devaluó gravemente tras la crisis financiera de 2008, hasta alcanzar el valor de €1,25 en abril de 2008[5]​ y $1,38 en enero de 2009[6]​. La libra alcanzaría su valor más ínfimo el 29 de diciembre de 2009, a €1,0219[7]​.

El 5 de marzo de 2009, el Banco de Inglaterra anunció que inyectaría 75,000 millones en la economía británica, a través de un proceso llamado expansión cuantitativa. A pesar de ser la primera vez que un proyecto de tal envergadura era llevado a cabo en la historia del Reino Unido, el entonces Gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King sugirió que no se trataba de ningún experimento.[8]

Este proceso, llevó al Banco de Inglaterra a aumentar la masa monetaria, imprimiendo dinero, para poder comprar activos como deuda pública, bonos corporativos, letras de cambio u obligaciones[9]​. La cantidad inicial se estableció en 75,000 millones de libras, aunque el entonces Canciller de la Hacienda del Reino Unido, Alistair Darling, autorizó a emitir hasta 150,000 millones si fuera necesario[10]​. Se esperaba que el proceso durara 3 meses, y con resultados a largo plazo. En noviembre de 2009 ya se habían inyectado más de 175,000 millones mediante la expansión cuantitativa, reduciendo la efectividad del proceso a largo plazo. En julio de 2012, con la última emisión, se habían creado más de 375,000 millones de libras esterlinas, con las que se había comprado exclusivamente bonos del estado de Reino Unido, por valor de un tercio de la deuda soberana británica[11]​.

El resultado del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea el 23 de junio de 2016 causó una gran incertidumbre acerca del futuro de las relaciones internacionales y la política doméstica británica, causando un desplome de la libra esterlina contra las principales divisas internacionales[12]​. La noche anterior al voto, la libra cotizaba a €1,30; al día siguiente a €1,23, una devaluación del 5%. Frente al dólar, la libra también registró una devaluación inmediata, cayendo desde $1,466 a $1,3694 cuando se anunció el resultado del referéndum. En octubre del 2016, la libra cotizaba a $1,2232, registrando una caída del 16%[13]​.




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