Michelle Marie Pfeiffer (Santa Ana, California, 29 de abril de 1958) es una actriz estadounidense, una de las más aclamadas y populares de su generación, y aunque fue su belleza lo que llamó la atención de los productores y del público en un principio, ha sido su talento lo que la ha mantenido en primera línea. Ha interpretado todo tipo de personajes, desde mujeres mundanas y distantes hasta fuertes y decididas con gran atractivo sexual.
Entre finales de los ochenta y mediados de los noventa, Michelle Pfeiffer fue la actriz más importante y mejor pagada del mundo. Su primer éxito fue El precio del poder (1983), pero fue a partir de Las brujas de Eastwick (1987) y Las amistades peligrosas (1988) cuando se posicionó como una de las grandes promesas de Hollywood. Luego llegaron, de forma consecutiva, Casada con todos (1988), Los fabulosos Baker Boys (1989), La casa Rusia (1990), Frankie and Johnny (1991), Por encima de todo (1992), Batman vuelve (1992) y La edad de la inocencia (1993). Por ellas logró tres nominaciones a los Premios Oscar y seis a los Globos de Oro, ganando por la segunda de ellas.
La actriz se retiró parcialmente para poder cuidar de sus hijos, dejando huérfana a toda una generación. Entre 2003 y 2016, tan solo realizó nueve películas, y fue a partir de 2017 cuando Pfeiffer retomó su carrera de forma firme, volviendo a recuperar la fama de antaño y dándose a conocer a los más jóvenes, gracias a éxitos como Asesinato en el Orient Express (2017), Ant Man y la Avispa (2018) y Maléfica: Maestra del Mal (2019). La actriz ha confesado que no piensa en retirarse y, a sus sesenta años, está en uno de sus mejores momentos.
Nació en Santa Ana (condado de Orange, California) y tiene tres hermanos, Richard, mayor que Michelle; Dedee (actriz) y Lori (modelo) menores que ella. Es de ascendencia neerlandesa, alemana, irlandesa, sueca y suiza. Su primer salario lo ganó sacando brillo a las máquinas de aire acondicionado que su padre arreglaba. En la escuela siempre se comportó como un chico, según propias palabras y no llamaba la atención de los muchachos. Años más tarde, fue la típica chica rubia que se saltaba las clases para pasar las tardes con sus amigos surfistas, tomando batidos en la playa.
Su espléndida belleza natural (intensamente rubia, delgada y bien proporcionada, de ojos verdes y elegantes facciones) le hizo ganar el premio de Miss Orange County en 1978, tras lo cual contrató a un agente. En 1981 se casó con el también actor Peter Horton, del que se divorció en 1988. Según declaró la actriz, Horton consiguió de ella que abandonara la peligrosa secta del respiracionismo, que además le había consumido todos sus ahorros (el respiracionismo asegura que un ayuno extremo sin comer ni beber, alimentándose solo de aire y luz, purifica el espíritu, todo un peligro para las jóvenes de tendencias anoréxicas). Después tuvo idilios con Michael Keaton, John Malkovich, Fisher Stevens (con el que planeó una boda, cancelándose por una infidelidad del actor) y Val Kilmer. En 1993 adoptó a Claudia Rose, hija de una enfermera que ya tenía cuatro hijos y que no podía ocuparse de uno más. Posteriormente se casó con el productor David E. Kelley, creador de Chicago Hope o Ally McBeal, con quien tuvo a John Henry (1994).
La actriz padece fobia social y no se encuentra a gusto rodeada de muchas personas. Posee el hobby de la pintura al óleo y sus elevados principios éticos le hacen rechazar con frecuencia papeles que no la satisfacen en estos aspectos.
Años más tarde y apoyada por su peluquero, se presentó y ganó el concurso de belleza “Miss Orange County”. En el jurado del certamen había un cazador de talentos que la contrató para promoverla, primero como modelo rodando anuncios publicitarios, y más tarde para trabajar como actriz en series de televisión como Delta House, La Isla de la Fantasía y Chips. Así consiguió su propia serie, B.A.D. Cats, que duró solamente una temporada por su bajo nivel de audiencia.
Entre 1978 y 1981, participó también en varios telefilms, siempre como actriz secundaria. En 1980 debutó para la gran pantalla en la cinta Volver al amor, junto a Elliot Gould y Susannah York, en el rol de S. York cuando era adolescente. Le siguieron varios trabajos en diversas películas como La maldición de la reina dragón y The Hollywood Knights.
En 1982 interpretó un papel protagónico en el musical Grease 2, como Stephanie Zinone. La película fue un fracaso de crítica y público, lo único apreciable de la secuela fue Michelle, a la que nominaron a un premio como mejor actriz debutante.
Tras varios años de interpretar roles de reparto y frecuentes apariciones en televisión como invitada, Pfeiffer obtuvo amplio reconocimiento por su actuación en la película de 1983 Scarface. Encarnó a Elvira Hancock, una mujer adicta a la cocaína, esposa de Tony Montana (Al Pacino); bajo la dirección de Brian De Palma.
Más tarde Pfeiffer encarnó a una doncella encantada por un maleficio en la película de aventuras Lady Halcón (1985) de Richard Donner junto a Matthew Broderick y Rutger Hauer. Tras el éxito de esta y su anterior película, a la joven actriz ya le llovían las ofertas, ya era una actriz a la que la gente reconocía pero de la que todavía no se habían aprendido el nombre.
En 1985 fue la protagonista femenina de Cuando llega la noche de John Landis. Comedia que protagonizó junto al novel actor Jeff Goldblum. Un año después es dirigida por Alan Alda en la comedia Dulce Libertad compartiendo cartel con Michael Caine y Bob Hoskins.
Volvió a la televisión para protagonizar algunos telefilms y ya en 1987 se convirtió en una de las tres brujas que atormentan al demonio en la comedia fantástica Las brujas de Eastwick junto a Jack Nicholson, Cher y Susan Sarandon. El enorme éxito de la película hizo que Pfeiffer fuese una de las actrices más solicitadas de la época.
En 1988 logró su primera nominación de seis consecutivas a los Globo de Oro por Casada con todos de Jonathan Demme, una disparatada comedia sobre la mafia que la protagonizada también por Matthew Modine y Alec Baldwin. La película fue un éxito moderado pero sirvió para que grandes directores apreciaran que tras ese extraordinario físico se escondía una actriz de talento. Su siguiente film, todavía en 1988, fue el thriller Conexión Tequila junto a Mel Gibson y Kurt Russell. Pero es Las relaciones peligrosas de Stephen Frears la película que realmente la sitúa entre las mejores actrices de la década, ganando varios premios por su interpretación y siendo nominada por primera vez a los Premio Oscar como mejor actriz secundaria. En esta cinta la acompañan Glenn Close y John Malkovich, formando el trío protagonista y Uma Thurman y Keanu Reeves dos actores casi debutantes, como parte del magnífico reparto.
1989 fue el año en el que Pfeiffer ganó todos los premios que se otorgaron a la mejor actriz excepto el Premio Óscar por su participación en Los fabulosos Baker Boys del debutante Steve Kloves, donde daba vida a una cantante de salón acompañada por los pianos de los hermanos Baker, interpretados por Jeff Bridges y Beau Bridges hermanos en la vida real.
En 1990 protagonizó junto a Sean Connery, La Casa Rusia de Fred Schepisi, una película de espías por la que es nominada por tercera vez a los Globo de Oro. En ella da vida a un ama de casa rusa infiltrada en una trama de espionaje. Un año después, volvió a coincidir con Al Pacino en Frankie y Johnny de Garry Marshall. Cuarta nominación a los Globo de Oro. En esta película interpreta a una camarera poco atractiva que no cree en el amor ni en las segundas oportunidades.
En 1992 dio vida a Catwoman en la segunda entrega de las aventuras de Batman en Batman Returns de Tim Burton junto a Michael Keaton y Danny DeVito. Es considerada la mejor Catwoman de la historia, y la convierte en la actriz, junto con Julia Roberts, mejor pagada de Hollywood. Años después, diría que "esta película era su favorita". Después vendría su tercera nominación a los Premio Oscar y quinta a los Globo de Oro, por Por encima de todo de Jonathan Kaplan: un drama en el que trabaja con Dennis Haysbert y su memorable papel y última nominación a los Globo de Oro, por su trabajo para Martin Scorsese en La edad de la inocencia. Para muchos uno de los mejores trabajos de la actriz y también uno de los menos valorados. En la película formaba trío protagonista con Daniel Day-Lewis y Winona Ryder.
Volvió a trabajar con Jack Nicholson en Lobo de Mike Nichols, una nueva versión del mito del hombre lobo, poco entendida pero muy exitosa. En 1995 tuvo un taquillazo con Mentes peligrosas donde interpreta a una "ex marine" que trabaja como profesora de un grupo de jóvenes problemáticos. Se especializó en comedias románticas primero en Íntimo y personal de Jon Avnet, junto a Robert Redford y luego en Un día inolvidable de Michael Hoffman junto a George Clooney de la que también fue productora ejecutiva. Entre estas dos comedias realizó un pequeño papel para Feliz cumpleaños, amor mío, película menor en la que trabajó porque su marido era el productor.
Siguió como productora para sus siguientes trabajos, Heredarás la tierra, drama rural protagonizada por su amiga Jessica Lange, ambas actrices habían declarado en más de una ocasión el deseo de poder trabajar juntas. Este fue quizás uno de sus últimos grandes papeles dramáticos por el cual cosechó varios premios, pero que la academia se olvidó de nominar.
En 1998 vuelve a trabajar para Michael Hoffman en la versión del clásico de Shakespeare Sueño de una noche de verano junto a Kevin Kline, Rupert Everett y Sophie Marceau.
Protagonizó el drama En lo profundo del océano junto a Whoopi Goldberg y fue la pareja de Bruce Willis en La historia de lo nuestro de Rob Reiner. Dobló personajes en producciones animadas y, ya entrado el nuevo siglo, protagonizó junto a Harrison Ford, el thriller-psicológico What Lies Beneath de Robert Zemeckis. Un enorme éxito de taquilla que fue como la guinda a una carrera de éxitos. En 2001 protagonizó junto a Sean Penn, Yo soy Sam. Un año después se unió a Renée Zellweger, Robin Wright y Alison Lohman en el drama La flor del mal dando vida a la pérfida madre de la protagonista. Pfeiffer recibió varios premios por su interpretación de manipuladora y psicótica. Después de este trabajo se apartó definitivamente del cine para dedicarse a su familia. Se mudó fuera del bullicio de Los Ángeles.
Tras un período de relativa inactividad y luego de rechazar participar en la película The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe, Pfeiffer tuvo tres papeles estelares en 2007. Interpretó el papel de la villana Velma Von Tussle en Hairspray, adaptación cinematográfica del musical homónimo, donde compartió escena con Nikki Blonsky, John Travolta y Christopher Walken. Además, encarnó a la bruja Lamia en la película fantástica Stardust, dirigida por Matthew Vaughn y coprotagonizada por Robert De Niro.
Los siguientes largometrajes protagonizados por Pfeiffer fueron la comedia El novio de mi madre (2007) y el drama Efectos personales (2009), dirigido por David Hollander y coprotagonizado por Ashton Kutcher y Kathy Bates. Esta última se estrenó en una presentación especial en la ciudad estadounidense de Iowa. Su siguiente papel cinematográfico fue en el drama Chéri, adaptado de la novela homónima de 1920, escrita por Colette, donde interpretó a la cortesana Léa de Lonval. Dirigida por Stephen Frears y con un reparto que incluía a figuras como Rupert Friend y Kathy Bates, la película se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 2009.
En 2011 estrenó la comedia romántica Noche de fin de año con un extenso elenco bajo la dirección de Garry Marshall, la película no fue muy bien recibida ni por la crítica ni por el público.
En 2012 estrenó Sombras tenebrosas, dirigida por Tim Burton actuando junto a Johnny Depp, Helena Bonham Carter y Chloë Grace Moretz, y el drama familiar Así somos junto a Chris Pine.
En 2013 protagonizó, bajo la dirección de Luc Besson, la comedia de mafiosos Malavita, acompañada en el reparto de nuevo por Robert De Niro y Tommy Lee Jones.
2017 es el año en el que Michelle Pfeiffer regresó por todo lo alto. Primero con la película de corte independiente Where is Kyra?, de Andrew Dosunmu, estrenada en el festival de Sundance y de la que algunos críticos han dicho que es la mejor interpretación de su carrera. Después llegó The Wizard of Lies, una película para HBO que la empareja, por cuarta vez, con Robert De Niro y por la que fue nominada por primera vez a los premios Emmy y por séptima a los Globos de Oro como mejor actriz secundaria.
En otoño apareció en dos películas más. En madre! interpretó a una mujer misteriosa que, junto a su marido Ed Harris, invaden el hogar de Jennifer Lawrence y Javier Bardem, todo ello bajo la dirección de Darren Aronofsky. La película, presentada en el Festival de Venecia, recibió algunos abucheos del público por su dureza, pero poco a poco fue interesando a gran parte de la crítica y del público. Por último, participó en la nueva versión de Asesinato en el Orient Express, dirigida por Kenneth Branagh, junto a un reparto de lujo formado por Johnny Depp, Penélope Cruz, Judi Dench, Willem Dafoe y Daisy Ridley, entre otros. La actuación de Michelle Pfeiffer como la elegante Caroline Hubbard fue alabada por los críticos, bastante por encima del conjunto audiovisual, que la tacharon de innecesaria y poco arriesgada. Aun así, la película arrasó en la taquilla manteniéndose en primera posición durante varias semanas, tanto en América como en Europa.
En 2018, se incorporó a la factoría Marvel Studios para interpretar a la Avispa original en Ant Man y la Avispa, haciendo de madre de Evangeline Lilly, esposa de Michael Douglas y suegra de Paul Rudd. Un año después, realizó un cameo en Vengadores: Endgame, junto a su familia ficticia. También en 2019 encarnó a la malvada Reina Ingrith en la secuela Maléfica: Maestra del Mal, compartiendo el protagonismo con Angelina Jolie. Aunque los críticos fueron duros con la película, obtuvo un gran éxito de taquilla.
Una de las características más interesantes de Michelle Pfeiffer es su "otra" carrera: la que podría haber tenido de no haber rechazado tantos papeles protagonistas. Su primer gran rechazo fue a Pretty Woman, película protagonizada por Julia Roberts. Luego vendrían Thelma y Louise, de la que ha confesado que no ha podido verla jamás por la impotencia que siente; El silencio de los corderos, a la que acusó de ser excesivamente siniestra, por el que Jodie Foster ganó el Oscar, el Globo de Oro y el BAFTA, e Instinto Básico, por ser una película con tintes sexuales bastante elevados.
En 1995, rechazó ser Ginger en Casino, papel protagonizado por Sharon Stone y que le valió un Globo de Oro y una nominación al Oscar. Un año después, sería Madonna la afortunada, ya que Pfeiffer rechazó protagonizar Evita, cinta que narra la vida de Eva Perón. Años más tarde, y en mitad de su primer retiro, rechazó ser la bruja en Las Crónicas de Narnia.
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