La Virgen de los Remedios, también conocida como Virgen del Remedio, Virgen del Buen Remedio o Virgen de Gracia y del Buen Remedio, es una Advocación Mariana que se venera en la Ermita de los Remedios (Valencia de Alcántara) y en España. La primera referencia de su imagen data del año 1700 y esta ligada desde sus orígenes a la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, conocidos como Trinitarios, fundada por San Juan de Mata y San Félix de Valois y aprobada por el Papa Inocencio III el 17 de diciembre de 1198; extendiéndose a partir del siglo XIV por Europa y América. El Papa Juan XXIII aprobó en 1959 el patronazgo de la Virgen de los Remedios para toda la Familia Trinitaria. Numerosas ciudades han tomado a esta advocación como su patrona, y muchas iglesias y templos están consagrados a su nombre.
Nuestra Señora Santa María de los Remedios es patrona de Fregenal de la Sierra desde el año 1506. El 27 de abril de 1906 fue Coronada Canónicamente siendo Papa de la Iglesia católica Pío X y obispo de Badajoz Félix Soto Mancera, encargado de coronar a la imagen en el Paseo de la Constitución.
En 1956 fue nombrada Capitana General de las Fuerzas Españolas, siendo jefe del Estado español el General Francisco Franco.
En 2006, cumpliéndose el I Centenario de su Coronación Canónica y el V Centenario de su proclamación como patrona de Fregenal de la Sierra, acudieron a la ciudad de la provincia de Badajoz durante los actos del 27 de abril numerosas autoridades políticas, militares y religiosas frexnenses, extremeñas o españolas como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, entonces Presidente de la Junta de Extremadura que suplía a Juan Carlos I de España, que pese a aceptar la presidencia en los actos, como ocurría con el resto de los Jefes del Estado español en los acontecimientos anteriores del mismo calado, no acudió a ellos, además del cardenal de Sevilla Carlos Amigo Vallejo, que presidió los actos, el Arzobispo de Mérida-Badajoz Santiago García Aracil, el arzobispo emérito de dicho arzobispado Antonio Moreno Moreno, Ignacio Noguer Carmona, anterior obispo de Huelva, Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Plasencia y Ciriaco Benavente Mateos, anterior obispo de Coria-Cáceres, además de cientos de sacerdotes de la propia ciudad o que habían ofrecido su sacerdocio en la misma. Por otro lado, este mismo año se proclamó Templo Jubilar desde el 27 de abril de 2006 hasta el 27 de abril de 2007 al santuario, donde se encuentra siempre la imagen patrona de Fregenal.
La imagen fue realizada en el s. XVI en madera. La talla es completa, lo cual es extraño, pues normalmente las imágenes de la ciudad al estar hechas para vestirlas, solo tienen cara y manos.
Virgen de los Remedios en su camarín
Grabado de la Virgen de los Remedios (1891)
Virgen de los Remedios al desnudo (1981)
Las fiestas patronales en honor a Santa María de los Remedios, la patrona de Fregenal, se celebran cada año en la nombrada ciudad. Durante prácticamente una semana se alternan funciones llenas de solemnidad con el novenario, juntándose con las dos romerías o el multitudinario rosario del Domingo de Milagros. Se celebran estas fiestas la semana siguiente a la Semana Santa. También cada 25 años la Virgen recorre los 6 kilómetros que separan su santuario de Fregenal para celebrar el aniversario de su Coronación Canónica.
Lectura del voto en el Domingo de Milagros
Los Jateros bailan ante la Virgen de los Remedios durante la romería
Función del día del Centenario de la Coronación en el Paseo de la Constitución-27 de abril de 2006
Dice la leyenda que siglos atrás estaba un pastor con sus ovejas en el campo junto al llamado Cerro del Rodeo. Este conocía un pozo situado en esta zona, así que decidió ir a por agua. Cual fue suya la sorpresa cuando vio una pequeña muñeca en el fondo. Consiguió sacarla para llevársela a su hija al pueblo, por lo que la metió en su zurrón. Al llegar a casa vio que la muñeca no estaba en el zurrón. Al día siguiente volvió de nuevo y encontró la muñeca en el pozo. Esta vez decidió guardarla en la manga de la camisa haciéndole un nudo por el agujero, pero esta vez no funcionaron los trucos del pastor. Otra vez se la encontró e hizo lo mismo que la otra vez, pero esta vez hizo dos nudos, uno arriba y otro abajo, aunque falló. Tres veces más ocurrió lo mismo, así que decidió ir a ver al cura del pueblo. Este averiguó que debía ser obra de la Virgen y se decidió edificar una ermita en lo más alto del Cerro del Rodeo, muy cerca del pozo. Una vez empezaron a hacer la ermita, se dieron cuenta de que cada día encontraban destruido el doble de lo construido, debido a que aquel lugar no era del agrado de la Virgen. Así, fueron cambiando de lugar hasta encontrar aquel en el que aparecía construido el doble de lo que llevaba, señal de aprobación de la Virgen. Allí se encuentra aún hoy en día la ermita.
No hay constancia de la imagen Virgen de los Remedios en Estepona a lo largo de los siglos, si existe un documento del Rey Enrique IV, que tras reconquistar Estepona a los Moros, manda construir una fortaleza y una iglesia, con el nombre de Santa María de los Remedios, no encontrándose ningún documento ni escrito donde se pueda demostrar que se crease una hermandad con dicha advocación, ni historia o leyenda que hable de Nuestra Señora de los Remedios, habiendo documentos de diferentes advocaciones que tenían patronazgo en Estepona, no encontrando ningún documento que acreditara el patronazgo de la Virgen de los Remedios, ni narrativa relativa a la misma.
El 1 de mayo de 1936, la iglesia de los Remedios, fue quemada junto a sus imágenes, en el acta de la Guardia Civil, se detalla minuciosamente todos los daños que tenía la iglesia, como las imágenes que fueron quemadas, no incluyendo a la Virgen de los Remedios, no porque no fuese quemada, más bien porque no existía, ya que no se menciona dicha imagen en ningún documento de la época, ni documentación fotográfica de la época, si de las distintas imágenes que fueron destruidas. En 1939 se empezaron a encargar algunas imágenes desaparecidas en el incendio, nunca se encargó la imagen de la Virgen de los Remedios, ya fuere porque no existía, como se dijo antes o no tenía la devoción del pueblo, ya que no consta en los escritos, fiestas en honor a la advocación de los Remedios.
En 1993, se encarga la actual talla de la Virgen de los Remedios al escultor sevillano D. Francisco Limón Parra, y se bendice el 5 de diciembre de 1993. Su primer hermano mayor fue D. José Lozano Ferreiro. En 2006 D. Tomás Infantes Guillén fue hermano mayor hasta 2010, periodo en el que D. Francisco Javier Torres Jiménez asumió dicha responsabilidad hasta 2018.
En 2011, SS.MM. Los Reyes de España aceptan la petición de ser Hermanos Mayores Honorarios de la Hermandad que lleva su nombre, y S.M. la Reina ostenta el cargo de Camarera Mayor de la Virgen.
En 2013, el Ilmo. Ayuntamiento de Estepona le condecora con la medalla de oro de Estepona.
En 2015, se la condecora con la encomienda y placa de la Real Orden de San Hermenegildo por ser su advocación Capitana General de las Fuerzas Armadas.
En 2018, se le otorga el título de "Real Hermandad" a la Hermandad que la lleva como titular
Su festividad se celebra el 15 de agosto
Nuestra Señora Virgen de los Remedios es la patrona de Ocaña, Toledo. Es una imagen de vestir de color moreno, al igual que el Niño Jesús que sostiene en su mano izquierda. La imagen, muy parecida a la que fue destruida por las milicias marxistas el 10 de noviembre de 1936, fue tallada en los Talleres Arana, en la ciudad de Zaragoza el año 1939, una vez finalizada la contienda civil. Actualmente, se puede venerar en la capilla que lleva su nombre en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de la ciudad toledana.
El 8 de septiembre de 1955 en la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, el gobernador civil y jefe provincial del movimiento, conde de Espoz y Mina, implantó la insignia de Alcaldesa de Honor a la imagen de la Virgen de los Remedios.
Desde que fue coronada canónicamente el 11 de junio de 1961, el Ayuntamiento de Ocaña junto con la Hermandad de la Virgen celebran todos los años, en la fecha más cercana al día 11 de junio, una fiesta en su honor que radica en la celebración de una solemne Eucaristía, canto de varios himnos, entre los que cabe destacar el Himno de la Coronación, la Salve Rociera adaptada a la Patrona de Ocaña y el Himno de la Virgen de los Remedios de Ocaña. A esta fiesta asiste el Ayuntamiento y Hermandad, así como un protocolo oficial, entre los que se encuentran todos los presidentes de las hermandades de la Semana Santa de Ocaña, y como no, una representación de los Soldados de la Virgen. El 8 de junio de 1986 se conmemoran las bodas de plata de la Coronación de Nuestra Señora de los Remedios y el 11 de junio de 2011 las Bodas de Oro.
Todos los años, el Ayuntamiento de Ocaña conmemora las fiestas patronales en honor de la Virgen de los Remedios, que abarcan desde el día 7 al 11 de septiembre. Dentro de estas fiestas, el 8 de septiembre de 1990 fue nombrada Hija Predilecta de Ocaña, donde se la impuso la medalla de oro y esmalte según acuerdo plenario del Ayuntamiento.
Nuestra Señora de los Remedios es también Patrona de la ciudad de Chiclana de la Frontera. Fue encontrada en el siglo XVI en un lugar conocido como los Palmaretes. Según la tradición, un pastor encontró en este lugar, guiado por una luz, una pequeña imagen de la Virgen, llevándola al convento de los Agustinos Ermitaños (hoy Agustinos Recoletos). Posteriormente estos religiosos se trasladaron a la iglesia de San Telmo, donde recibe culto. La pequeña imagen de Nuestra Señora de los Remedios tiene la peculiaridad de no llevar Niño Jesús como otras imágenes de igual nombre. Recibe esta advocación por la relación que los gobernantes de la ciudad, en el año 1738, creyeron advertir entre el comienzo de las lluvias, después de una larga sequía, y unas rogatorias realizadas. Entre esto y otros motivos hizo que la devoción creciera por la zona hasta que Su Santidad el Papa Benedicto XV la proclamó Patrona Principal de Chiclana. Procesiona cada 8 de septiembre por las calles del centro de la ciudad.
Nuestra Señora la Virgen de los Remedios, Patrona de la Diócesis de Tenerife, de Tenerife y de ciudad de San Cristóbal de La Laguna y advocación mariana a la cuál está consagrada la catedral. Existe cierta controversia en torno al origen de la talla. Se cree que, probablemente, la imagen de la Virgen de los Remedios (de autor anónimo) es una de las muchas que abandonaron los altares durante el siglo XVI, debido, bien a la reforma protestante en Alemania (promovida por Martín Lutero), bien (y con más probabilidad) como consecuencia de la reforma auspiciada por Enrique VIII en Inglaterra de la que nacería la Iglesia Anglicana, que acabaría asumiendo la iconoclastia propugnada por el calvinismo. Por esta razón, para algunos investigadores su origen se sitúa en el norte de Europa, teoría apoyada por el historiador lagunero Julio Torres, quién apoya la hipótesis en las características sajonas del rostro de la Virgen. Sin embargo, otros sitúan su origen en la ciudad hispalense de Sevilla, mientras que algunos otros investigadores señalan un origen netamente tinerfeño de la imagen, e incluso se la ha catalogado como la primera obra de arte sacro realizada en Tenerife.
Originalmente la imagen era una representación de la Virgen María en la Expectación del parto, por lo cual el niño Jesús que actualmente porta fue añadido con posterioridad. La imagen viste ricos mantos y se encuentra en un trono de baldaquino de plata, con el sol de ráfagas y la media luna a sus pies y su festividad se celebra el 8 de septiembre. Fue coronada canónicamente en la víspera de su festividad, el 7 de septiembre de 1997.
Parroquia Matriz del Apóstol Santiago, Villa de Los Realejos, obra del escultor orotavense Fernando Estévez (1817)
Copatrona, junto al Apóstol Santiago, del extinto municipio de Realejo de Arriba. Esta Imagen de la Virgen procesiona dos veces al año. La primera, lo hace el lunes que sigue a la celebración, dentro de las llamadas Fiestas de Mayo, de la Romería Regional de San Isidro, la cual tiene lugar el último domingo del mes de mayo. La otra, y como reminiscencias de las lucidas fiestas que, en honor a la Virgen de Los Remedios se celebraban en el Realejo Alto en el mes de septiembre, lo hace el día de la celebración litúrgica de la Natividad de la Virgen, el 8 de septiembre. Hay que decir, que si bien la Imagen de la Virgen es obra del escultor Fernando Estévez, la del Niño Jesús, posiblemente perteneciera a la primitiva Imagen de Los Remedios que recibiera culto en este mismo Templo Parroquial desde el siglo XVI.
La Virgen de los Remedios es patrona de Aljaraque y titular de la parroquia del mismo desde el siglo XVI. La antigua imagen desapareció en un incendio en 1936 durante la guerra civil. La nueva imagen de la Virgen fue tallada por el imaginero Antonio León Ortega en el año 1951, desde entonces vuelve a presidir el altar mayor de la parroquia de Aljaraque, despertando considerablemente la devoción de los vecinos del la localidad y de cuantos visitantes se acercan a contemplarla. La romería que desde el año 1955 se celebra en Aljaraque en honor a su patrona, reúne todos los elementos necesarios, que la hacen merecedora de ser considera una de las mejores romerías de la provincia de Huelva. Se celebra desde el viernes hasta el domingo de la Santísima Trinidad, una semana justo después de Pentecostés, y son miles de personas las que asisten a este evento cada año en un paraje de pinos de una belleza incomparable, además de contar con la segunda ermita más grande de Huelva, solo superada por la del Rocío. La Virgen aparece con atuendos de Divina Pastora en una carroza de plata tirada por bueyes y también portada a hombros por sus costaleros. Digna de destacar son la ofrenda de flores el último día de la novena, y la entrada de la comitiva romera al recinto, así mismo la puja del “Clavel” reúne gran cantidad de personas, se trata de la subasta del ramo de flores que la Virgen a portado durante toda la romería y que da opción al Mayordomo, personaje de honor de esta fiesta. La Virgen, aparte de su anual romería, cuenta con las fiestas patronales de agosto en la que La Señora es sacada en una procesión solemne, ataviada de Reina en la tarde del 15 de agosto, día de la Asunción de María a los cielos. Por último el día 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, se celebra solemne eucaristía y posterior besamanos a la venerada Patrona
La Virgen está todo el año en la iglesia de Fuensanta, antiguo monasterio trinitario, menos tres semanas. Al domingo siguiente de San Gregorio (9 de mayo, aunque puede variar poniendo la fecha más cercana en un domingo) se realiza la primera romería, que consiste en llevar a la Virgen de los Remedios desde Fuensanta hasta La Roda. En La Roda se celebran algunos actos conmemorativos a la Virgen. Tres semanas después se realiza la segunda romería, que consiste en llevar a la Virgen desde La Roda hasta Fuensanta, dónde ese día es fiesta.
Estaban en el campo un hombre y un niño trabajando, pararon un rato y le dijo al niño que fuera a por agua. Pero el niño volvió sin agua, decía que no había. Entonces, le volvió a mandar, el niño al llegar vio una imagen, la aparición de la Virgen de los Remedios, ella hizo que apareciera agua. Cuando el niño volvió donde estaba el hombre, le contó todo lo ocurrido. Como el hombre no se lo creyó, fue y al llegar la vio. Se sorprendió tanto que tiró el bastón con tan mala suerte que le dio en la mejilla, de ahí su cardenal.
La antigua imagen de Nuestra Señora de los Remedios fue traída en 1592 desde la capital granadina a la Ciudad de Vélez-Málaga por Dª María Calderón y ubicada en el oratorio particular de la casa del alférez D. Francisco de Toledo, su hermano. Sin embargo, los numerosos milagros atribuidos a la imagen produjeron que hubiera de ser expuesta al culto público. Uno de los promotores de su pública veneración fue el Padre Vedmar, beneficiado de la Iglesia Parroquial del Señor San Juan Bautista de Vélez-Málaga. Durante la construcción de su ermita en el cerro de San Cristóbal, atalaya de la población, la imagen gozó de culto público en la Iglesia del Real Convento de Santiago, de la orden franciscana, según nos cuentan las crónicas locales. Aunque se tienen datos de la existencia de su ermita en 1622, su bendición no se produciría hasta el 20 de agosto de 1640. Objeto de posteriores modificaciones arquitectónicas, el Santuario de la Virgen de los Remedios es una bella muestra del arte religioso del siglo XVII. Mención especial requiere el camarín donde se ubica la Sagrada Imagen, atribuido a Martín de Aldehuela. Han sido numerosas las rogativas que el pueblo veleño le ha rendido a esta imagen de María Santísima, y numerosas también las gracias recibidas por su intercesión, consecuencia de lo cual el 10 de febrero de 1701 la Ciudad la nombra su Patrona y protectora. La antigua imagen fue destruida, al igual que gran parte de la imaginería devocional de Vélez-Málaga, en los sucesos de 1936.El icono actual es una réplica de la anterior debida a la gubia del imaginero malagueño afincado en Granada D. José Navas-parejo Pérez. El 12 de mayo de 1956 el Consistorio en Pleno acuerda nombrarla Alcaldesa Honoraria Perpetua de Vélez-Málaga. Así el 20 de mayo de ese mismo año se le hizo entrega de la Medalla de la Corporación y de la Vara de Mando a la par que era coronada por primera vez de forma litúrgica, con una presea de plata y pedrería, labrada por suscripción popular. Es en estas fechas de donde arranca la petición de la Ciudad de la coronación canónica de su Patrona, hecho que no se produjo hasta el 11 de mayo de 2002, en el solemne Pontifical que el Obispo de Málaga, D. Antonio Dorado Soto, ofició en la Plaza de las Carmelitas, centro neurálgico de la Ciudad.
Aunque la advocación de los Remedios tiene una fuerte vinculación con la Orden trinitaria el origen de la devoción a esta bendita imagen en Cabra nada tiene que ver con dicha Orden, dado que la misma jamás tuvo establecimiento alguno ni en la antigua villa de Cabra ni tan siquiera en los alrededores.
La imagen de la Virgen de los Remedios de Cabra es muy venerada en la localidad y su origen es desconocido, pudiendo arrancar en la baja Edad Media. A partir del primer tercio del siglo XVI la Archicofradía de la Vera Cruz, fundada en 1522 con un fuerte espíritu penitencial toma a la Virgen de los Remedios como su titular mariana y dentro de la misma la Virgen de los Remedios siempre fue y sigue siendo a día de hoy su titular más preciada.
Hay constancia de que la primitiva imagen de la Virgen fue sustituida a lo largo del siglo XVII por otra nueva que fue traída en los mismos años en que se renovaron varias imágenes en la localidad como la de Nuestra Señora de la Soledad o Jesús Preso. Aquella segunda imagen fue profundamente restaurada en la ciudad de Granada durante el reinado de Carlos III y es la que ha llegado hasta nuestros días. La Virgen de los Remedios de Cabra a través de los tiempos posee una característica muy especial, es que siendo una imagen de gloria, con un niño Jesús entre sus brazos, en determinadas épocas del año (especialmente cuaresma y Semana Santa) es presentada a los fieles como imagen dolorosa, es procesionada en Semana Santa sin el niño y vestida de luto situada al pie de la cruz vacía, pendiendo de esta un sudario.
El principal acto de culto público que Nuestra Señora de los Remedios recibe en Cabra (Córdoba) cada año es la procesión o estación de penitencia del Jueves Santo. Para la procesión de Semana Santa tiene un rico ajuar donde sin duda destaca el riquísimo manto de procesión, joya del bordado barroco que fue realizado a partir de 1797 por el taller del Monasterio de Nuestra Señora de las Angustias, de la Orden de Agustinas Recoletas, de Cabra (Córdoba). Dicho Manto lo estrenó la Virgen el Jueves Santo de 1800. De principios del siglo XVIII es la peana sobre la cual descansa la imagen, tallada con anterioridad a 1729 por el escultor local José Jiménez de Valenzuela. Importantísima también es su cruz pectoral, cruz donada por Don Cristóbal de Luque y Hariza a su muerte en 1807 la piedad popular y la leyenda incluso llegaron a atribuir a los antiguos obispos de Egabro esta singular joya que cada Jueves Santo la Virgen luce en su pecho. En su cortejo procesional además se complementa con alguna de sus coronas de salida, una de 1966, la otra de 1997 en plata de ley bañada en oro, regalo que la Archicofradía hizo a la Virgen con motivo de su 475 aniversario fundacional y otra de 2012 regalo de su Hermano Mayor D. Juan Jurado y hecha rememorando otra del siglo XVIII desaparecida en la primera mitad del siglo XX; también se complementa con otras joyas y rosarios fruto de las donaciones de sus muchos devotos. En siglos pasados la Archicofradía de la Vera Cruz era la única que hacía su procesión el Jueves Santo, dicha Archicofradía estaba formada por multitud de ramos o hermandades que contemplaban cada una un pasaje distinto de la pasión de Cristo y daban veneración a sus respectivas imágenes, todas ellas dentro las Reglas de la matriz con aprobación eclesiástica y sus propios estatutos particulares, aprobados por acuerdo de los hermanos elevado a, escritura pública, esa procesión era cerrada y presidida por la imagen de María Santísima de los Remedios. Se dice que en otro tiempo la piedad popular tuvo a la Santísima Virgen de los Remedios como Copatrona de la ciudad, pero de ello lo único que ha llegado a nuestros días ha sido la tradición oral de los más mayores, no habiendo hasta el momento escritos que lo avalen, si es cierto que la Virgen contaba con un cariño muy especial por parte de los habitantes de la antigua villa de Cabra, siendo muchas personas las que dejaban legados testamentarios a favor de la Virgen de los Remedios, llegando a contar la Archicofradía a inicios del siglo XIX con gran cantidad de casas, fincas rústicas y huertas... todo ello claro está se perdió con las llamadas desamortizaciones, que se dieron en España a partir de 1835. A partir de esa fecha el mantenimiento de la Archicofradía de la Vera Cruz y de la devoción a María Santísima de los Remedios fue potenciado por varias familias destacando en sobremanera la familia de D. Francisco Alguacil y sus descendientes, sus sobrinos D Salvador Cubero Alguacil, D. José María González Carrera, Hermano Mayor que rigió los destinos de la misma en buena parte de la segunda mitad del siglo XIX intentando por todos los medios que el culto en el santuario se mantuviera y que la devoción a la Virgen y a su rosario siguiera vivo cada domingo en dicho templo. Con la muerte de Pepe Carrera, como era conocido fue su sobrino D. Antonio González Carrera el que siguió en el encargo de fomentar y mantener el culto a la Santísima Virgen, apoyado por su devota madre, Doña Antonia Carrera, hermana de José María. Durante ese largo tiempo la cofradía fue ganando en austeridad y perdiendo paulatinamente hermanos, llegando a ser una cofradía netamente familiar, en la cual sus escasos componentes ponían todo su empeño en que la que fuera gran devoción egabrense no cayera en el olvido, para ello Don Antonio González contó también con el apoyo de sus hijas, Pilar, Emilia, Antonia y Aurelia y sus familias. Estos tiempos más austeros, coincidentes con una época decadente en la propia historia de la ciudad trajeron consigo la pérdida paulatina de buena parte del extenso patrimonio mueble de la Archicofradía, enseres, mantos, paso,..., se fueron envejeciendo sin posibilidad de reposición digna a tan antiquísima devoción, en conjunto se produjo una lenta pero paulatina decadencia que tocó fondo en 1964 fecha en la que no habiendo persona que quisiera ser Hermano Mayor y pudiera hacerse cargo de la Archicofradía esta fue cedida o integrada, como las otras Antiguas Cofradías importantes de la ciudad de Cabra en un gremio profesional o institución pública, las que habían sido más humildes simplemente por esa época dejaron de procesionar hasta que nuevamente hubo hermanos que se hicieron cargo. La de Nuestra Señora de los Remedios recayó en el Centro de Formación Profesional Felipe Solís, cuyo personal y alumnado lo hicieron con el compromiso del mantenimiento del culto y devoción a la Virgen y de su Procesión anual en Semana Santa. Poco a poco con el trabajo y el cariño del personal de este centro la Antigua Archicofradía fue remontando aquella profunda crisis, y volviendo a recuperar el cariño de los vecinos de la ciudad. La Virgen de los Remedios de Cabra que se veneró siempre en la ermita de San Juan Bautista, la cual llegó a denominarse a raíz de las obras de reconstrucción que llevó a cabo la Archicofradía en la primera mitad del siglo XVIII Santuario de María Santísima de los Remedios y San Juan Bautista, en ella ocupa el espléndido camarín del altar mayor, verdadera joya del barroco egabrense. A lo largo de la historia varios pontífices otorgaron bulas con privilegios para los hermanos de esta Archicofradía, los más conocidos son el vivae oráculo vocis de Paulo III en 1536 o la Bula de Inocencio XIII en 1696, también Clemente XIV otorgó gracias para los hermanos vivos y difuntos y el Beato Fray Diego José de Cádiz otorgó indulgencias a todos los fieles que orasen ante la imagen del Cristo de la Sangre y demás imágenes. Tras treinta años de vinculación directa con el Instituto de Formación Profesional por haber sido sus hermanos mayores Directores o personal del mismo tras las elecciones de 1995 el hermano Mayor elegido era persona ajena a este centro educativo, decayendo ya totalmente a nivel institución cualquier vinculación aunque si que sigue incluso hoy día habiendo hermanos que tienen relación con el centro. En la actualidad la Archicofradía aparte de a la Virgen de los Remedios da culto al Santísimo Cristo de la Sangre, Jesús de las Penas, a la Santa Cruz y a San Juan Bautista, con cultos especiales para cada imagen a lo largo del año, pero sin duda la más venerada y la que más actos de culto recibe es la Virgen. Aunque fue una práctica paralela al origen mismo de la Archicofradía, con sus naturales altibajos producidos por el paso del tiempo desde 1995 de forma ininterrumpida se celebra todos los jueves del Año el Santo Rosario, acto destacable puesto que es el único día de la semana que su iglesia se abre al culto, aparte hay otros cultos como el dos de febrero, la festividad de la Candelaria, los cultos cuaresmales, el Jueves Santo o el primer fin de semana de mayo que tienen lugar la celebración de la fiesta de la Santa Cruz y la procesión gloriosa de la Virgen también a lo largo de todo el mes tienen lugar el Santo rosario y mes de María, la exaltación a la Virgen que viene haciéndose ininterrumpidamente cada año en el mes de mayo desde 1996, la ofrenda de flores y el besamanos que originariamente solemnizaba la finalización del mes dedicado a la Virgen y en la actualidad se celebra ta tercera semana de mayo.
La Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios es la Patrona de la ciudad de Alcorcón (Comunidad de Madrid, España).
En el año 1499, fue organizada una expedición a las Indias, capitaneada por Alonso de Montálban, Aposentador Real. De regreso a España, un cocodrilo de grandes dimensiones les empezó a perseguir. Atemorizados, arribaron en Portobelo (Panamá).
En su estancia, volvió a aparecer el caimán. Los soldados se pusieron a rezar a la Virgen para que les salvara, cuando una rama cayó sobre el caimán y lo mató. Esto fue atribuido como un milagro de La Virgen, que según narra la tradición, era la Virgen de los Remedios, de la que era muy devota Alonso de Montalbán. Esta se posó sobre el árbol e hizo caer una rama sobre el caimán. Por otra parte se cuenta que la imagen de la Virgen fue hallada en un nicho en el interior del árbol y esta fue traída a España.
En la Iglesia de San Ginés de Madrid fue construida una capilla en honor a este milagro, donde se colocó la piel del Caimán, actualmente desaparecida.
En la expedición de Alonso de Montalbán había un marinero alcorconero, Rodrigo de Mendoza. Este fue partícipe del milagro de la Virgen y a su regreso a Alcorcón extendió la noticia por el pueblo. Se construyó una ermita con una talla de la Virgen, bajo la advocación de Los Remedios, y se creó una hermandad para rendirla culto. Al poco tiempo se la dotó de una carroza y fue proclamada patrona de Alcorcón.
Aunque el hecho se produjo cercano a la mitad del siglo XVI, esta advocación no figuró en las Relaciones de Felipe II de 1576. En enero de 1786, el cura de Alcorcón es convocado por el Arzobispado de Toledo, para que aporte información sobre el pueblo. Esta fue recogida en las Relaciones de Lorenza. En ella figura la existencia de una ermita dedicada a la Virgen de los Remedios al lado del Camino Real. Es el primer apunte histórico sobre la advocación.
A comienzos de la Guerra Civil la ermita fue derruida y la imagen se trasladó a la Iglesia del pueblo. Se consiguió conservar una corona del año 1800, dos cetros de principios del siglo XVIII y el manto. La actual ermita se inauguró el 31 de mayo de 1954. A la imagen se la dotó de un nuevo manto, dos carrozas y nuevas joyas.
En el año 2014 se iniciaron los trámites para que se pudiera realizar la coronación canónica de la imagen. El 25 de mayo de 2015 se llevó a cabo la ceremonia, siendo coronada la imagen por el Obispo de Getafe. Al Acto asistieron 2500 personas.
Su culto se inició en 1551, teniendo como punto de partida la llegada de los padres agustinos y el establecimiento de su primera iglesia y convento en Lima, bajo el patrocinio de San Marcelo. En 1558 un grupo de piadosas mujeres de la época encabezadas por Doña Leonor Portocarrero y Doña Mencia de Sosa, decidieron proponerse fundar un Beaterio, con el apoyo y auspicio del religioso Fray Andrés de Santa María, escogiendo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios por título para fundar dicho recinto, en las inmediaciones de la Iglesia. Este Beaterio dio lugar posteriormente al primer monasterio de clausura de la “Ciudad de los Reyes”, con el nombre de «Nuestra Señora de la Encarnación» en 1562.
La orden Agustina que en un primer momento de su llegada a Lima, se estableció en este lugar (Iglesia San Marcelo), decide posteriormente, mudarse a un lugar más cercano a la Plaza Mayor de Lima, estableciéndose en lo que hasta la actualidad es la Iglesia Y Convento de San Agustín en el Jr Ica. Es por ello que en 1585, luego de abandonar su antiguo local (San Marcelo) fue el propio Santo Toribio de Mogrovejo, quien tuvo la idea de convertir esta antigua iglesia fundada por los agustinos, en Parroquia. Además, es lógico que Santo Toribio, oró ante Nuestra Señora de los Remedios al visitar este recinto sagrado.
Otro dato histórico, nos habla de la creación de una Cofradía de devotos de Nuestra Señora de los Remedios, conformada inicialmente solo por mulatos y gente de raza negra. Como toda cofradía de la época, ellos también llevaban a cabo las funciones de realizar obras de caridad y ayudarse unos a otros, además de contar con los beneficios propios de una Cofradía de la época, como enterramientos debajo de los altares del templo. Un cuadro del Siglo XVIII, que se encuentra en la Iglesia San Marcelo, retrata a la Virgen cuando su culto tuvo su máximo apogeo en la época virreinal. En la actualidad esta antigua devoción se mantiene gracias a los esfuerzos de los párrocos y la feligresía que visita esta Iglesia, evocando el esplendor que tuvo esta advocación mariana en Lima desde hace más de 4 siglos atrás.
En 1580, cuarenta y cuatro años después de haber fundado Sebastián de Belalcázar a Santiago de Cali, vivía allí el mercedario padre Miguel de Soto, anciano doctrinero a quien los indios de la región amaban entrañablemente. Poco podía ya salir a buscarlos, debido a sus dolencias, y entonces ellos venían a visitarlo. Tenía en su aposento una imagen de la Virgen del Rosario, iluminada continuamente con una lámpara. Viéndola, uno de los indígenas le dijo que en lo más recóndito de la cordillera había una imagen de la "Reina de la Montaña", en el valle de El Queremal, por eso la llamaban también "Reina del Quereme", regado por los ríos Anchicayá, Dagua y el Raposo, lugar oculto de rara belleza.
Llevado por los mismos indígenas, el Padre Miguel fue a comprobar lo que le decían. Y en un nicho tallado en la roca por la naturaleza, vio una estatua de la Virgen María "de pedernal blanco", tan fino y duro, que despide chispa al menor contacto del eslabón. Constan Madre y Niño de una sola pieza, que mide más de un metro de altura, con el grosor proporcionado, pesa 25 arrobas, el vestido es túnica y manto, como se suele pintar comúnmente la Santísima Virgen; la expresión de su rostro es tan perfecta que es imposible definirla; sus ojos miran al cielo en actitud suplicante. Estrecha contra su pecho al Niño, fruto de su vientre, quien con la mano derecha toca el cuello de la Madre y con la izquierda empuña una fruta cuyo cultivo está muy extendido en la región, especialmente por la etnia negra, llamada "chontaduro", el cual se ha convertido en referente cultural de la región vallecaucana y que atrae no solo por su delicioso y exótico sabor sino porque se le atribuyen propiedades afrodisiacas.
El anciano sacerdote, determinó de inmediato trasladarla a Cali, a su convento mercedario. Se valió para ello de los muchos indios a quienes adoctrinaban. Cuentan las crónicas que la noche misma del traslado a Cali, la imagen desapareció y regresó al agreste sitio de donde con tantos trabajos la habían traído, mas finalmente fue colocada en la iglesia de la Merced, hasta cuando se le construyó su propio altar y capilla; la imagen es custodiada por dos indígenas tallados en madera y que rodilla en tierra veneran a la virgen. Inicialmente la invocaban como a Nuestra Señora del Rosario, hoy, debido a multitud de curaciones que ha prodigado a sus devotos enfermos, la veneran con la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, Patrona Principal de la arquidiócesis de Cali, tesoro del departamento del Valle del Cauca, benefactora de Colombia y de la Iglesia Universal. Su fiesta se celebraba cada año el 8 de septiembre; pero a partir del año 2014, por decreto expedido por el arzobispo de la arquidiócesis de Cali, se traslada al 20 de junio para hacerla coincidir con la fecha en la cual la Santa Sede elevó a la categoría de Arquidiócesis esta circunscripción eclesiástica, de la cual es su patrona.
Cariñosamente también la llaman sus devotos: "la montañerita cimarrona", haciendo referencia a los esclavos que, en la colonia, huían al monte para alcanzar su libertad.
Ha querido pues Nuestra Señora de los Remedios, en esta región vallecaucana de Colombia, ser venerada por la raza indígena, desde el lugar originario de su manifestación extraordinaria (Las selvas del Queremal); por la etnia negra, integrada con el chontaduro que ofrece el Niño en su mano y por el título de "cimarrona" con el que se ha hecho reconocer; y por la población blanca del próspero poblado de Cali, hoy gran urbe capital, a la cual llegó para quedarse y que es un polo pujante de desarrollo en el cual han convivido pacíficamente, con espíritu incluyente las tres razas, dando origen a toda clase de derivados raciales, que se reconocen como iguales en su dignidad de "hijos de Dios" y de fieles hijos y devotos de Nuestra Señora de los Remedios.
La figura atrayente del Niño Dios, acunado en brazos de Nuestra Señora de los Remedios, inspira una advocación particular, reconocida como "Divino Niño del Chontaduro", a quien se acude como Patrono de los niños que están por nacer y de la niñez desamparada. Conmemorando la fecha de su nacimiento, los devotos del Divino Niño del Chontaduro le celebran su fiesta el 25 de febrero y mensualmente, los días 25, acuden ante El, le presentan a sus niños y le rinden culto especial, encomendándole todas sus necesidades para que sean atendidas por los méritos de su divina infancia.
La cofradía de Nuestra Señora de los Remedios, fundada por el entonces Obispo de Cali, Monseñor Luis Adriano Díaz, el 31 de mayo de 1942; promueve las advocaciones de Nuestra Señora de los Remedios y del Divino Niño del Chontaduro.
Esta imagen es la más antigua del continente americano, llegando el 14 de febrero de 1519 a Cozumel. Está manufacturada en los finales del siglo XIV y principios del siglo XV probablemente en Malinas Bélgica. Es de madera estofada y mide 26,8 cm de alto, y el Niño que trae en su brazo izquierdo mide 8 cm. Se le sobreponen vestidos, coronas, un cetro, un dije de oro en forma de cordero y una luna de plata bajo sus pies; se le llegaron a sobreponer pelucas, pero por el roce y desgaste de la imagen, actualmente ya no las usa, también porque la imagen esta tallada con cabello integrado, en rizos dorados. La imagen fue traída de España por el soldado Juan Rodríguez de Villafuerte, quien acompañó a Hernán Cortés en su viaje de conquista. Después de muchos sacrificios, Cortés y su pequeño ejército arribaron a la gran Tenochtitlán. Ahí fueron cordialmente recibidos por Moctezuma. Muerto este y teniendo que ir Cortés a Veracruz a enfrentar a Pánfilo de Narváez los mexicas se rebelaron contra los españoles y entre el 30 de junio y el 1 de julio de 1520, en la que se conoce como Noche Triste, fueron forzados a salir hacia el oeste de la ciudad, por el camino de Tacuba.
Durante esa retirada, abandonaron todo lo necesario para facilitar la salida y por ese motivo la pequeña imagen fue escondida bajo un maguey. Fue encontrada en 1540 por el indígena Juan Ce Cuautli, quien la llevó a su casa en San Juan Totoltepec, una villa cercana, donde hoy se ubica la FES Acatlán. La noticia llegó a los españoles, quienes habían venerado esta imagen desde el principio de la conquista, así como los nativos, quienes encontraron en ella consuelo en medio de sus dificultades; erigieron primero una ermita en este cerrito llamado Otomcapulco.
Algunos años más tarde, la devoción a Nuestra Señora de los Remedios se fue extendiendo por todas partes y las autoridades civiles construyeron en 1575 el santuario donde hoy es venerada la imagen.
El primero de septiembre, fiesta principal de Nuestra Señora de los Remedios, aproximadamente 10 000 personas la visitan, mientras que unas 6000 personas visitan el santuario cada domingo para rendir homenaje a la Santísima Virgen.
Durante las frecuentes inundaciones que sufría la ciudad de México en el siglo XVII, la imagen fue llevada a la ciudad de México. La procesión era acompañada por el virrey, los consejeros y autoridades civiles y eclesiásticas.
Al erigirse la diócesis de Tlalnepantla en 1964, el santuario quedó en la misma. El 19 de octubre de 1974, el obispo fray Felipe de Jesús Cueto hace la Coronación Pontificia de la Virgen de los Remedios como Reina del clero diocesano, y el 23 de octubre de 1991, Manuel Pérez Gil, primer arzobispo de Tlalnepantla, por decreto de Su Santidad Juan Pablo II, proclama patrona de la archidiócesis de Tlalnepantla a Nuestra Señora de las Remedios. El 23 de octubre de 1999, se eleva el santuario a Basílica Menor.
De la importancia de la Virgen de los Remedios habla el hecho de que fue nombrada inmediatamente después de la Virgen de Guadalupe por el papa Juan Pablo II, en su visita a México en 1999 en el Estadio Azteca.
La devoción a Nuestra Señora de los Remedios se encuentra difundida por todo Hispanoamérica.
Esta imagen se encuentra en lo alto del altar, en su camarín, donde es posible visitarla (siendo la única imagen que puede ser visitada desde lo más íntimo)[cita requerida]. Una bóveda en forma de pañuelo, cubre este hermoso y barroco camarín.
Por su 500 aniversario, se dio el trabajo de restauración de la imagen de Ntra. Señora de los Remedios, recuperando su policromía original, retirando hasta 14 capas pictóricas sobrepuestas, quedando finalmente hermosa, así como había llegado hace 500 años acompañando a Hernán Cortés.
El 14 de febrero de 2019, con motivo de los 500 años de su llegada, El Rev. Mons. Francisco Cano Chabolla encabezó, con la comunidad y visitantes, la misa de apertura del año jubilar, en honor de esta venerable imagen, que culminará en el 1 de julio del año de 2020. El 30 de mayo de 2020 por motivos de la pandemia se llevó a cabo un rosario mundial, donde participó el Sr. Arzobispo José Antonio Fernández Hurtado. Concluyendo este rosario, monseñor Francisco Cano (rector de la basílica) saca ala imagen de su camarín ala cúpula de la basílica, dando la bendición con la misma a los cuatro puntos cardinales. Este signo quedó histórico ya que la imagen de nuestra señora de los Remedios no salía de su templo para pedir su intervención ante una epidemia desde 1922.
Últimos tres Rectores de la Basílica donde es resguardada esta imagen: Mons. Vivaldo Oregel Cuevas (1992-2010), Mons. Miguel Corona (2010-2012) y Mons. Francisco Cano Chabolla (2012-Actualidad).
La imagen original según cuenta la tradición era bañada en oro y para que no fuera zaqueada por los piratas y corsarios de esa época, fue escondida en un pozo brocal.
La imagen actual de Nuestra Señora de los Remedios data de unos 300 años, fue hecha por un artista español que al llegar al pueblo, noto que la iglesia carecía de la imagen de la Patrona; entonces pidió al pueblo que le llevaran una joven virgen para ser de modelo para la confección de la nueva imagen; pero fueron tres jóvenes vírgenes como voluntarias para ser de modelos para la nueva imagen, dando como resultado la confección de tres imágenes en sus siguientes advocaciones: La Virgen de los Reyes, la Virgen del Carmen y Nuestra Señora del Rosario, de las cuales solo se conserva una imagen.
Al terminar el artista la obra, el pueblo tenía tres imágenes (o sea tres patronas) y no sabían cuál de las tres sacar en procesión, deciden escoger una de las tres imágenes y escogen entonces la imagen que guardaba más fisonomía con el resto del pueblo, en la escogencia eligieron la imagen de una joven llamada "María de los Reyes" en honor de los Reyes Magos y es por ello, por lo que se celebra todos los 6 de enero la fiesta de la Virgen de los Remedios en la Provincia de Chiriquí, Panamá.
En las fiestas de "La Virgen de los Remedios" convergen devotos de otras provincias e incluso de países como: México, Estados Unidos, Inglaterra, Costa Rica y Colombia.
Imagen de la Virgen de los Remedios de Cártama conocida como Nuestra Señora de los Remedios. Cártama está situada en un pueblo de Málaga. Una de sus maravillas más preciadas es la Virgen de los Remedios. Esta Virgen surgió en 1579 un 23 de abril y desde ahí siempre se ha celebrado su día festivo. Su santuario se encuentra en una colina del mismo municipio conocida como la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, donde puede ser visitada. El 23 de abril de cada año se procede a su bajada hacia el pueblo y se realiza la procesión tan esperada por sus habitantes cada año. Una vez bajada hacia el pueblo queda guardada en la iglesia del pueblo (San Pedro Apóstol) y permanece en esta iglesia hasta el primer domingo de junio. El día festivo es el 23 de abril.
Esta advocación de la Virgen es patrona de varios lugares, entre ellos:
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