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Obispado de Jaén



La diócesis de Jaén (en latín: Diœcesis Giennensis) es una iglesia particular española sufragánea de la archidiócesis de Granada. Sus sedes son la Catedral de la Asunción de Jaén y Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza.

La Diócesis de Jaén es el resultado de la presencia cristiana en la zona desde que en el siglo I san Eufrasio llegase a la región y fundase la diócesis de Iliturgi, de la que fue su primer obispo. Esta diócesis fue una de las seis diócesis católicas fundadas en España en siglo I. En la ciudad romana de Iliturgi hubo una iglesia construida en el siglo VII por el rey visigodo Sisebuto sobre el sepulcro del santo. Fue destruida en el siglo VIII durante la conquista musulmana de la península ibérica. La diócesis fue suprimida en el año 250.

Tras la supresión de la diócesis de Iliturgi en el siglo III fueron erigidas las diócesis de Tucci, ubicada en Tucci, actual Martos; y la diócesis de Mentesa, ubicada en Mentesa Bastia, actual La Guardia de Jaén; y cuyos obispos aparecen mencionados como participantes en el Concilio de Elvira. En el año 350 fue creada la diócesis de Cástulo-Cazlona, con sede en Cástulo. Fue suprimida entorno al año 400 y traslada a la diócesis de Beatia, en la actual Baeza. Todas estas diócesis fueron suprimidas en el siglo VIII con la conquista musulmana de la península ibérica, siendo actualmente diócesis titulares en la iglesia católica.

La ciudad de Jaén fue reconquistada por Fernando III en 1246. La diócesis de Jaén se estableció en 1249 con el traslado de la sede episcopal desde Baeza a Jaén que, por motivos de su situación estratégica, beneficiaba en la reconquista. Tanto Baeza, restaurada como diócesis en 1227, como Jaén, fueron reconquistadas por Fernando III, aunque entonces la demarcación diocesana se reducía al territorio conquistado. En la antigüedad hubo diversas sedes episcopales: Iliturgi sustituida por la de Tucci, Mentesa Bastetana, Cástulo y Beatia.

En el Concordato de 1851 se expresaba en su artículo 5.º el deseo de «adecuación de los territorios provinciales con las demarcaciones diocesanas». Sin embargo, hasta 1873 no se suprimieron las jurisdicciones especiales de la Abadía de Alcalá la Real y las vicarias de las Órdenes militares. Ante las disposiciones estatales, el papa Pío IX, por medio de cartas apostólicas, unió la Abadía de Alcalá y las vicarías de Segura, Beas y Martos a la diócesis de Jaén el 14 de julio de 1873.[2]​ Por esta causa en 1893 el obispo Manuel María León González y Sánchez reorganizó territorialmente la diócesis,[3]​ excepto el Adelantado de Cazorla que perteneció al arzobispado de Toledo hasta 1954, año que Pío XII firmó la anexión de Cazorla a la diócesis de Jaén mediante el Decreto «Maiori animarum bono» de la Congregación Consistorial del 23 de abril de 1954. Así se cumplió el deseo expresado en el artículo 9.º del Concordato de 1953.[4][5]

Desde que se instauró la diócesis en 1249 siendo papa Inocencio IV han pasado un total de 70 obispos. El primero de ellos fue Pedro Martínez, que sustituyó a Fray Domingo de Soria en la sede baezana.[6]​ Fernando III desde Córdoba envió un privilegio con fecha 6 de marzo de 1249 otorgando el título de Obispo de Jaén confirmado por Inocencio IV con una bula de 14 de mayo de 1249.

La diócesis ha sido gobernada por 75 obispos desde su creación por el papa Inocencio IV. En 1249, Pedro Martínez fue nombrado Obispo de Jaén, siendo el primero tras la sede baezana. El 9 de abril de 2016, fue nombrado obispo Amadeo Rodríguez Magro.[7]​ Su toma de posesión tuvo lugar el 28 de mayo en una celebración en la que asistieron 26 obispos, más de un centenar de sacerdotes y más de 2000 fieles.

El Palacio Episcopal está construido sobre un edificio del siglo XV reformado en los años 1980, y mantiene la fachada original. En los laterales de la puerta se encuentran los escudos episcopales y, rompiendo el frontón, el escudo real flanqueado por los del obispo Tavera. En el resto de la fachada y en el interior se conservan los escudos de distintos obispos.[8]

El Seminario Diocesano de la Inmaculada y San Eufrasio está destinado a la formación de las vocaciones sacerdotales. Fue proyectado a finales del siglo XIX por Justino Flórez Llamas a petición del obispo Victoriano Guisasola y Menéndez. Las obras comenzaron en 1899 siendo inaugurada la primera fase en 1905. Su construcción finalizó en 1944. Presenta un estilo ecléctico historicista, con elementos bizantinos, góticos y renacentistas repartidos por el edificio. Presenta una fachada equilibrada y dos grandes patios a cada lado de la capilla mayor, siguiendo el modelo conventual del monasterio de El Escorial. De este modo, el edificio se basa en un paralelogramo cerrado en cuyo eje central se encuentra la capilla, en torno a la cual, se disponen dos patios simétricos. El edificio se abre a los patios mediante ventanas de arco apuntado, hastiales escalonados y arcos de medio punto. Cada uno de los patios esta presidido por esculturas de piedra blanca del Sagrado Corazón de Jesús y del Sagrado Corazón de María. La capilla mayor fue bendecida en diciembre de 1911, presenta planta de cruz latina, una nave central de inspiración renacentista y fachada herreriana con un frontón triangular coronandola.

En este edificio se encuentran:

Para efectos de su organización interna y la provisión de los servicios pastorales a los fieles, la diócesis está dividida en 15 arciprestazgos:[9]

Debido a su historia, la diócesis de Jaén cuenta con dos catedrales, la de Jaén y la de Baeza. Esta particularidad hace que el cabildo catedralicio esté formado por canónigos de ambas, ocupando dos tercios del mismo los canónigos de Jaén y el tercio restante, los canónigos de Baeza. Por su parte, existen cuatro basílicas menores desde la declaración de la basílica de Santa María la Mayor de Linares en 2016. Las cuatro basílicas fueron declaradas durante el episcopado de Ramón del Hoyo López.[10]

La Catedral de la Asunción de la Virgen de Jaén es la sede episcopal de la diócesis desde 1249. Está consagrada a la Asunción de la Virgen desde la reconquista de la ciudad por el rey san Fernando III de Castilla en el año 1246. El actual templo sigue la marcada traza renacentista marcada por Andrés de Vandelvira. Conserva la reliquia del Santo Rostro.

La Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza fue la sede diocesana desde la reconquista de la ciudad por Fernando III en 1227 hasta 1249 que se trasladó a Jaén. Anteriormente, fue mezquita, excepto por el periodo de tiempo en el que la ciudad fue conquistada por Alfonso VII, en el que fue catedral dedicada a san Isidoro de Sevilla. En su interior conserva los restos del obispo san Pedro Pascual.

La basílica de San Ildefonso fue declarada por Su Santidad el papa Benedicto XVI en 2010. Es, después de la Catedral, la iglesia más grande y sobresaliente de la capital, siendo a su vez santuario de la Virgen de la Capilla, patrona de la ciudad. En ella está sepultado el arquitecto Andrés de Vandelvira.

La Basílica de Nuestra Señora de la Cabeza fue declarada por el papa Benedicto XVI en 2010. En su interior se encuentra la venerada imagen la Virgen de la Cabeza, patrona de Andújar y de la diócesis. Se sitúa en el «Cerro del Cabezo», en el parque natural de la Sierra de Andújar.

En 2014, el papa Francisco la declaró basílica. Es el templo más importante de la ciudad de Úbeda desde su reconquista en 1233. Resultó muy dañada durante la Guerra Civil Española y su posterior restauración. Fue nuevamente restaurado para devolverle su aspecto original hasta 2011.

El 5 de mayo de 2016,[10]​ el papa Francisco declaró esta iglesia linarense como basílica menor.[11][12][13]​ Es el templo más importante de la ciudad, en su construcción trabajaron arquitectos como Andrés de Vandelvira y Eufrasio López de Rojas, entre otros.

Fue uno de los siete varones apostólicos designados por los apóstoles en Roma para evangelizar Hispania, obispo de Iliturgi, murió martirizado. Sus restos fueron trasladados durante la invasión sarracena y se encuentran en la parroquia de Santa María do Mao, en Incio, Lugo. Es patrón de Andújar y de la diócesis desde el siglo XVII.

Es la patrona de Andújar por bula del papa San Pío X el 18 de marzo de 1909, siendo celebrado un año jubilar que concluyó con la coronación de la imagen por el obispo Juan José Laguarda y Fenollera el 20 de abril. Es patrona de la diócesis de Jaén por bula del papa Juan XXIII el 27 de noviembre de 1959. Un año después, en 1960 fue recoronada, en desagravio por los sucesos de la Guerra Civil, por el obispo Félix Romero Mengíbar.

En 2009, durante la celebración de su Año Jubilar, el papa Benedicto XVI la condecoró con la Rosa de Oro, «singular privilegio» con el que el papa reconoce su patronazgo sobre la diócesis, la profunda devoción con la que es venerada y la amplia historia de su romería, la más antigua del país. Le fue impuesta por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo López, el día 22 de noviembre de 2009 en la Catedral de Jaén.[14][15][16]​ Es la primera imagen mariana de España que la recibe.[17][18]

En la diócesis de Jaén son 11 las imágenes de la Virgen María coronadas, cinco de ellas mediante coronación pontificia con bula papal: Virgen de la Cabeza, Virgen de Alharilla, Virgen de Tíscar, Virgen de la Fuensanta de las Villas y Virgen del Collado; mientras que el resto fueron coronadas canónicamente por decreto episcopal.

La diócesis de Jaén cuenta con santos desde los primeros tiempos de la cristiandad. Hasta Jaén, llegaron en el siglo I, dos de los siete varones apostólicos enviados por san Pedro y san Pablo a evangelizar Hispania, san Eufrasio y san Isicio. Tiempo después, con la invasión islámica de la península, destacó la figura del sacerdote san Amador de Tucci que fue martirizado en Córdoba. También fue martirizado por los musulmanes el obispo san Pedro Pascual, cuyos restos se encuentran en el altar mayor de la catedral de Baeza, así como el beato Marcos Criado. Desde la edad media destacaron importantes religiosos como santa Potenciana de Villanueva, así como, misioneros que participaron en la evangelización de América, como el venerable Juan Bautista Moya conocido como el Apóstol de Tierra Caliente o la venerable sor Mónica de Jesús.

Durante la Guerra Civil Española fueron muchas las víctimas de la persecución religiosa, como san Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana, los beatos Manuel Aranda Espejo,[31]Francisca de la Encarnación o los beatos diocesanos José María López Carrillo, O.P., asesinado en Madrid junto a siete religiosos más, y Bernardino María de Andújar, T.C., asesinado en Valencia. Por su parte, los beatos Francisco Martínez Garrido, martirizado en Vélez Rubio, y Aquilino Rivera Tamargo, que lo fue en Almería, ambos originarios de la diócesis, fueron beatificados el 25 de marzo de 2017 por Angelo cardenal Amato junto a otros 113 mártires.[32]​ En la diócesis giennense fueron martirizados el beato trinitario Mariano de San José y compañeros mártires, los beatos José de Jesús y María, Prudencio de la Cruz, Segundo de Santa Teresa y Juan de Jesús y María, cuyos restos se veneran en el santuario de la Virgen de la Fuensanta de Villanueva del Arzobispo; así como, los mártires Manuel Galcerá Videllet, O.D. y Aquilino Pastor Camberos, O.D..[33]

El también beato Manuel Basulto Jiménez,[34]​ obispo de Jaén que fue uno de los trece obispos asesinados durante la contienda; el obispo fue martirizado y posteriormente beatificado con otros mártires diocesanos,[35][36]Félix Pérez Portela, vicario general y deán de la catedral,[37]Francisco Solís Pedrajas, párroco y arcipreste de Mancha Real,[38][39]Francisco de Paula López Navarrete, párroco y arcipreste de Orcera,[40]José María Poyatos Ruiz, joven de Acción Católica,[41]​ y la religiosa Victoria Valverde González,[42]​ superiora del convento–colegio del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora de Martos.

Desde 2016, se encuentra abierto proceso de beatificación del martirio de 130 fieles diocesanos, nombrado como «Proceso del Martirio de D. Manuel Izquierdo Izquierdo y 129 compañeros», en el que se encuentran, 109 sacerdotes, una religiosa de clausura, un matrimonio, 17 varones seglares y un sacristán con discapacidad intelectual, asesinados todos entre los años 1936 y 1939 en Jaén y su provincia, en Constantina (Sevilla), Granada y Vallecas (Madrid).[43][44]

En época moderna destaca el beato Manuel Lozano Garrido, conocido como Lolo, y Josefa Segovia Morón, primera directora de la Institución Teresiana, en proceso de beatificación. Desde 2011 a 2013 se llevó a cabo en la diócesis, por petición de las Esclavas del Divino Corazón, el proceso instructorio diocesano super miro del beato Marcelo Spínola y Maestre, en el que se estudió un posible milagro para su canonización.[45][46]

Además, según estadísticas oficiales, 12 seminaristas estudian en el Seminario Mayor diocesano de Jaén durante el curso 2018-19.[48]



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