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Patriarcado latino de Jerusalén



El patriarcado latino de Jerusalén (en latín: Patriarchatus Hierosolymitanus Latinorum) es una jurisdicción eclesiástica de la Iglesia católica latina en Israel, Palestina, Chipre y Jordania. La sede está inmediatamente sujeta a la Santa Sede. No tiene jurisdicción sobre los fieles de las Iglesias Orientales Católicas, y tanto la Iglesia greco-católica melquita como la Iglesia católica maronita han establecido diferentes diócesis en estas regiones. Tampoco se trata de una Iglesia particular sui iuris, sino que el obispo tiene el privilegio permanente de ostentar el título honorífico de patriarca, similar a los Patriarcas de Venecia, Lisboa y las Indias Orientales.

La sede episcopal de Jerusalén nace a la par que el cristianismo en Tierra Santa. En el 451, el concilio de Calcedonia elevó a Patriarcado la diócesis de Jerusalén y, tras el Cisma de Oriente en el 1054 qudo bajo la jurisdicción de la Iglesia ortodoxa de Jerusalén. El 1 de agosto de 1099 fue establecida con el nombre de «Patriarcado latino de Jerusalén» tras la conquista de los Cruzados de Tierra Santa y el Sitio de Jerusalén. En su origen, era complementaria a una estructura temporal, el Reino de Jerusalén. En 1374, tras la pérdida del dominio cristiano de todos los territorios, el patriarcado se reduce a una sede titular, con sede en la Basílica de San Lorenzo Extramuros en Roma. El 4 de octubre de 1847 el Papa Pío IX restablece la sede patriarcal en Jerusalén.

Actualmente el patriarca es Pierbattista Pizzaballa, nombrado el 24 de octubre de 2020. Anteriormente, hasta esa fecha, él mismo había ejercido como administrador apostólico durante el período de sede vacante, tras ser nombrado el 24 de junio de 2016. La sede titular del patriarca es la Basílica del Santo Sepulcro, pero como en ella se encuentra el Katholikon (cátedra) del patriarca ortodoxo de Jerusalén, esta se ubica en la Concatedral del Santísimo Nombre de Jesús.

Para formar a los seminaristas, el patriarcado cuenta con dos seminarios patriarcales, uno ubicado en Beit Jala y otro en la Domus Galilaeae, vinculado al Camino Neocatecumenal. El patriarcado posee una gran riqueza arquitectónica en templos y santuarios vinculados a los orígenes del cristianismo, de los que varios han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, varios de ellos son Basílicas menores.


Jerusalén (En latín Hierosolyma) fue la primera de las sedes apostólicas. Fue rebautizada como Aelia Capitolina en el 135 y renombrada nuevamente Jerusalén en el 325. En el 451 el Concilio de Calcedonia elevó la sede episcopal al rango de patriarcado, como un reconocimiento por ser la Iglesia madre. En el 649, el Papa Martín I nombró Juan de Filadelfia (Ammán) como vicario patriarcal de Jerusalem para reemplazar Sergio de Jaffa.

En 1054, tras la ruptura del cristianismo con el Cisma de Oriente, la Iglesia ortodoxa oriental se queda bajo su jurisdicción cuatro de los patriarcados que conformaban la Pentarquía: Antioquía, Jerusalén, Constantinopla y Alejandría. La Iglesia católica queda bajo la autoridad del Papa de Roma y comprende todo el Occidente cristiano. Aparte de los maronitas, los cristianos de Tierra Santa quedaron bajo la jurisdicción del Patriarcado ortodoxo de Jerusalén.

En 1099, los Cruzados tomaron Jerusalén, instaurando un reino que duró casi 200 años. El territorio del patriarcado se repartió entre la sede patriarcal y cuatro archidiócesis: Tiro, Cesarea de Palestina, Nazaret y Petra. Cada una de ellas contaba con sus correspondientes diócesis sufragáneas. El patriarcado se erigió como sede metropolitana. Su jurisdicción comprendía la ciudad de Jerusalén (el Santo Sepulcro y su entorno inmediato) y tenía como diócesis sufragáneas las de Lydda-Ramla, Belén, Hebrón y Gaza, a las que se unían las abadías del Templo, Monte Sión y el Monte de Olivos.

El patriarca latino residió en Jerusalén de 1099 a 1187, mientras que el patriarca ortodoxo, aunque seguía siendo nombrado, residía en Constantinopla. En 1187, tras la derrota en la batalla de los Cuernos de Hattin, los Cruzados tuvieron que abandonar Jerusalén. El patriarca latino se trasladó a San Juan de Acre y, tras la Caída de Acre (1291), al Reino de Chipre. Por su parte, el patriarca ortodoxo regresó a Jerusalén. Aunque el Papa siguió nombrando patriarcas latinos residenciales, la caída del Reino de Jerusalén ante los mamelucos supuso el fin de la jerarquía latina en el Levante.

En 1374, el Reino de Chipre fue invadido por la República de Génova, cuyos ejércitos conquistaron Famagusta e hicieron cautivo al rey Pedro II de Chipre. Desde ese momento, el patriarca latino dejó de residir en Chipre. Los Papas continuaron nombrando honoríficamente Patriarcas de Jerusalén, con residencia en la Basílica de San Lorenzo Extramuros en Roma. El Custodio Franciscano de Tierra Santa (los Grandes Maestros de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén) ostentaron el título ex officio desde 1342 a 1830 en virtud de la bula Gratiam agimus del Papa Clemente VI (a menos que alguien fuera nombrado específicamente como un gran honor).

Todavía en 1570 los patriarcas mantuvieron cierta autoridad sobre los territorios de la archidiócesis suprimida de Nicosia y la diócesis de Paphos, y desde 1571 también de la diócesis suprimida de Limassol y la diócesis de Famagosta. Todos ellos habían formado parte del Reino cruzado de Chipre, en ese momento bajo dominio Otomano.

El patriarcado latino fue reinstaurado el 4 de octubre de 1847 en la persona del obispo Joseph Valerga, en cumplimiento de la bula de Pío IX Nulla celebrior (23 de julio). El patriarcado es restablecido para atender únicamente a los católicos latinos de Tierra Santa, por lo que posee un concepto distinto al patriarcado cruzado: se reconoce como sucesor legítimo del primer obispo de Jerusalén al patriarca ortodoxo.[1]​ El patriarca latino de Jerusalén era restablecido canónicamente únicamente como un obispo diocesano de la Iglesia Latina Católica en Tierra Santa, incluyendo también bajo su jurisdicción Jordania y Chipre. A la vez que patriarcas, hasta 1947 tenían unido al título el cargo de Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro (aunque brevemente, entre 1907 y 1928 lo ejercieron directamente los Papas este cargo).

A la muerte del patriarca Valerga en 1872 le sucede Vincent Braco. A la muerte de este en 1889, el Sultán otomano Abdul Hamid II autorizó el restablecimiento de la jerarquía latina.

la Basílica del Santo Sepulcro fue erigida catedral del patriarcado latino. Sin embargo, el patriarca latino solo puede celebrar en los tiempos y espacios asignados a la comunidad franciscana de la Custodia de Tierra Santa por el Statu Quo y de acuerdo con los acuerdos del mismo. El Statu Quo es una resolución otomana de 1852, aún vigente como resultado del Acuerdo Fundamental entre la Santa Sede y el Estado de Israel de 1993, que asigna los derechos sobre el Santo Sepulcro de las diversas confesiones cristianas presentes: además de los franciscanos, están los armenios, los coptos, los sirios y los ortodoxos griegos, cuyo patriarca tiene en el centro de la misma basílica su propia cátedra, el Katholikon, haciendo de esta su catedral.[2]​ La cátedra del patriarca latino no se pudo colocar en la basílica del Santo Sepulcro, para lo que se edificó la concatedral del Santísimo Nombre de Jesús, iglesia madre de la diócesis y donde normalmente se celebra. La residencia del patriarca se encuentra en la concatedral.[3]​ La residencia de la Patriarca se ubicó en la Ciudad Vieja, cerca de la concatedral, mientras que el seminario diocesano fue erigido en Beit Jala, una ciudad 10 km al sur de Jerusalén, donde está desde 1936. Hasta 1987, todos los patriarcas designados eran de origen italiano para evitar un conflicto de carácter nacional. En 1987, Michel Sabbah se convirtió en el primer palestino nativo nombrado patriarca latino.

Las prerrogativas del Patriarca en su relación con las autoridades gubernamentales se superponen con las prerrogativas del Nuncio apostólico en Israel, siguiendo el Acuerdo Fundamental entre Israel y el Vaticano firmado el 30 de diciembre de 1993, y el delegado apostólico ante la Autoridad Palestina.

En 2003, el patriarca latino fue uno de los signatarios de la "Declaración sobre el Muro de separación por los jefes de las iglesias en Jerusalén", y en 2006, de la Declaración de Jerusalén sobre el sionismo cristiano, que repudia el sionismo cristiano como incompatible con la enseñanza cristiana.[4][5][6]​ En 2008, Sabbah también firmó el Documento de Kairos Palestina (publicado en 2009, después del mandato de Sabbah) contra la ocupación israelí.

En 2008, el arzobispo coadjutor Fouad Twal sucedió a Michel Sabbah, ejerciendo su mandato desde el 21 de junio de 2008 hasta el 24 de junio de 2016, cuándo alcanzó la edad canónica de jubilación y el Papa Francisco aceptó su dimisión; y designó a Fray Pierbattista Pizzaballa, O. F. M. administrador apostólico del Patriarcado y arzobispo titular de Verbe. Desde entonces la sede estuvo vacante hasta que el 24 de octubre de 2020 el papa Francisco nombró al arzobispo Pizzaballa Patriarca Latino de Jerusalén.

Hasta la fecha, se han producido visitas de cuatro Papas: Pablo VI visitó en enero de 1964, Juan Pablo II en marzo del 2000, Benedicto XVI en mayo de 2009 y Francisco en mayo de 2014.

La sede latina hierosolomitana, fue erigida el siglo XI y reducida a sede titular en el XIV. Tras su restauración en el año 1847 han ocupado esta sede 9 patriarcas.

La jurisdicción del patriarcado se extiendo sobre los fieles de rito latino residentes en Israel, Palestina, Chipre y Jordania.

Para el gobierno de todo el territorio, el patriarcado está estructurado en 6 vicariatos territoriales:

A su vez, el territorio de subdivide 66 parroquias.

En Jerusalén, varios de los edificios religiosos son Patrimonio de la Humanidad:

Otras ciudades del patriarcado poseen también basílicas menores:



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