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Pitangus sulphuratus



El bienteveo común[5]​ o pitohué, también conocido como bichofeo, benteveo,[6]wichiji,[7]bichofué gritón, bichajué, cristofué, pecho amarillo, pistoqué, pitogüé o quitupí (Pitangus sulphuratus) es una especie de ave paseriforme perteneciente a la familia Tyrannidae.[8]​ Mide entre 21 y 26 cm de longitud. La cabeza es grande, las alas largas y las patas cortas. El pico es tan largo como la cabeza, terminado en gancho. El lomo y la cola son de color pardo verdoso. La cabeza es negra con dos franjas blancas a modo de cejas; la garganta blanca. El pecho y abdomen son de color amarillo vivo y tiene una corona oculta del mismo color.[8]​ Es nativo de la América tropical (Neotrópico), distribuyéndose ampliamente desde el sur de Estados Unidos hasta el centro de Argentina.[3]​ Es muy común en una variedad de ambientes semiabiertos y abiertos, rurales y urbanos; menos frecuente en regiones boscosas, donde se encuentra más o menos confinado a márgenes de lagos y ríos. Habita hasta una altitud de 1500 m s. n. m. (un poco más alto en valles andinos). La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN 2019-1) considera a la especie como de preocupación menor.[1]

Su gemido agudo y prolongado da origen al nombre común onomatopéyico que lleva y que varía según las diferentes regiones donde habita. Se le denomina bienteveo, benteveo o benteveo común (en parte de Argentina, Bolivia, Perú, Chile y Paraguay y Uruguay), bichofué, bichajué o bichofué gritón, chamaria (en Colombia), cristofué (en Colombia, Venezuela, y Honduras), güis común (en Nicaragua), luis bienteveo, pitabil, luis grande o chilera (en México), pijagüé, penehué, pitaguá' o pitanguá (del guaraní, en parte de Argentina y la mayor parte de Paraguay), bem-te-vi (en portugués, en Brasil),[9]pecho amarillo (en Costa Rica),[10]chío (en El Salvador),[11]bichofeo o pitojuán (en algunas partes de Argentina),[12]quetupí (en algunas regiones de Argentina),[13]pímparo (en Colombia),[14]cierto güis, comechile, Víctor Díaz (en la selva amazónica de Perú), chicha fría ( en Colombia y en Perú),[cita requerida] o ticú (en Puerto Vallarta).[cita requerida]

Habita desde el sur de Estados Unidos (Texas), México, toda América Central, Guatemala, Belice, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá; Trinidad y Tobago, y toda América del Sur, Colombia, Venezuela, Guyana, Guayana francesa, Surinam, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, hasta el centro de Argentina. Es raro en Chile, Islas Malvinas, Islas Sandwich del Sur e Islas Georgias del Sur.[1][9]​ En México se le encuentra a lo largo de las vertientes del Pacífico y del Golfo; en zonas del Eje Neovolcánico; en el altiplano, principalmente en el sur, en la zona del Bajío; en la depresión del Balsas; y en la región sur-sureste del país, incluyendo la península de Yucatán.[cita requerida]

Es muy común, visible y ampliamente diseminado en una variedad de ambientes semiabiertos y abiertos, rurales y urbanos. Es menos frecuente en regiones boscosas, donde se encuentra más o menos confinado a las márgenes de lagos y ríos. Hasta una altitud de 1500 m s. n. m., un poco más alto en valles andinos.[15]

Mide entre 21 y 26 cm de largo. Tiene cabeza grande, alas largas y patas cortas. El pico es tan largo como la cabeza y termina en forma de gancho. El lomo y la cola son de color pardo verdoso. La cabeza es negra con dos franjas blancas a modo de cejas y garganta blanca, lo cual le da el aspecto de tener antifaz y boina negros. El pecho y el abdomen son de color amarillo vivo y tiene una corona oculta del mismo color.

Pese a su aspecto grave, es un pájaro pacífico, que solo se muestra agresivo en la defensa de su nido.

La alimentación del benteveo se basa en todo tipo de invertebrados, como larvas, lombrices, e insectos que caza volando, y la complementa con algunas frutas, como uvas e higos, pequeños roedores y reptiles, e incluso peces, a los que pesca de manera muy similar a la del martín pescador, llevándolos hasta una rama y matándolos a golpes que da contra ella. A veces saquean los nidos de aves pequeñas.[10]

El macho y la hembra son muy similares y comparten la tarea de construir el nido, que hacen con muy diversos materiales y tiene aspecto desordenado. Es voluminoso y esférico, construido con pastos secos y recubierto externamente por pajas largas, trapos e incluso bolsas de polietileno.

El benteveo tiene un período de reproducción que comprende la primavera al verano, siendo su madurez sexual al año de vida. Pone de dos a cinco huevos por postura, realizando tres o cuatro posturas por temporada. La incubación dura trece días, y los pichones pueden separarse a los treinta y cinco días de nacimiento.

Su canto ruidoso y chillón es su principal característica. En las diferentes regiones de América se interpreta su grito clásico con diferentes significados, y de allí su variabilidad de nombres comunes.

En algunos lugares se tiene la creencia de que cuando el benteveo grita al mediodía, junto a una casa, avisa la llegada de gente inesperada: parientes, amigos o personas extrañas. En otros lugares atribuyen su grito cerca de una casa a un anuncio de nacimiento. En áreas rurales del litoral argentino se suele considerar su grito sobre una vivienda como presagio funesto por lo que se lo ahuyenta inmediatamente. Si canta contento cerca de una casa, se lo considera como presagio de embarazo.[16]

Una leyenda guaraní dice que el benteveo es un nieto de mal corazón al cual el dios Tupá convirtió en pájaro por no alcanzarle a su abuelo moribundo un vaso de agua.[17]

Una otra leyenda misionera dice que el benteveo es una reencarnación de una anciana que, acostumbraba a llamar a sus hijos para que le encendieran su rústico pito de palo a los gritos de «Che pito ogue» (‘Mi cigarro se apagó’, en guaraní) a sus hijas, pero posteriormente distorsionó el grito debido al cansancio, pasando a exclamar: «pitogüé». Abandonada por ellas a su suerte, cansadas de su tiranía, y muerta, les aparece en la figura del ave que en todo recordaba a la vieja: las patas agarradas en la rama se parecían a los dedos de la vieja apretando el pito; el pico, la nariz puntiaguda de la anciana; y la franja que tenía en la cabeza, la vincha con que ella se sujetaba el pelo… y que los persigue a los gritos chillones de ‘¡pitogüé!, ¡pitogüé!'[12]

La especie P. sulphuratus fue descrita por primera vez por el naturalista sueco Carlos Linneo en 1766 bajo el nombre científico Lanius sulphuratus; la localidad tipo es: «Cayena».[3]

El nombre genérico masculino «Pitangus» deriva del nombre tupí «pitanguá guaçú» utilizado para un atrapamoscas grande;[18]​ y el nombre de la especie «sulphuratus», proviene del latín: sulfurado, de color de azufre.[19]

Las afinidades de esta especie son inciertas; puede ser pariente próxima a Myiozetetes, dadas las numerosas similitudes en el comportamiento de nido. Las poblaciones de la Amazonia, incluyendo las aves ligeramente mayores del sureste de Colombia y de las Guayanas, tal vez estarían mejor representadas como una única subespecie nominal, debido a la falta de diferenciaciones claras y a la existencia de clines graduales de aumento del largo de la alas al sur y al norte del río Amazonas que no están correlacionadas con ninguna variación de color observada. Es necesaria una revisión formal, incluyendo investigación genética, para determinar las designaciones taxonómicas más apropiadas.[3]

Según la clasificación del Congreso Ornitológico Internacional (IOC)[20]​ y Clements Checklist v.2017,[21]​ se reconocen diez subespecies, con su correspondiente distribución geográfica:[3]

Pecho amarillo, en la Estación Biológica La Selva, Costa Rica

Pitogüé

Ejemplar adulto en Maracay, Venezuela

Benteveo, en Buenos Aires, Argentina

Pitangus Sulphuratus en Villa Gesell, Argentina



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