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Servicio Marítimo de la Guardia Civil



El Servicio Marítimo de la Guardia Civil, también conocido por su acrónimo SEMAR o, extraoficialmente, como Guardia Civil del Mar, es la unidad de la Guardia Civil dedicada a la vigilancia de las aguas territoriales españolas. Se constituyó por un Real Decreto de 22 de febrero de 1991. Desde 1997 se integra en él la Unidad de Actividades Subacuáticas (UAS), cuyo origen se remonta a 1981.

Se organiza en una Jefatura, ubicada en el mismo complejo de edificios que alberga la Dirección General del Cuerpo, en Madrid; y 24 Servicios Marítimos Provinciales, que abarcan todo el litoral español, aparte de una Unidad de Actividades Subacuáticas que comprende una Unidad Central de Actividades Subacuáticas y 18 Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas. Al frente se halla el Coronel Jefe del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

Las misiones que tiene encomendadas son de seis tipos:

El SEMAR se constituyó por un Real Decreto de 22 de febrero de 1991. En 1997 se integró en él una unidad previamente existente, cuyo origen se remonta a 1981, la Unidad de Actividades Subacuáticas (UAS).

Las primeras cuatro bases que se crearon fueron las de La Coruña, Barcelona, Santander (Cantabria) y Cartagena (Murcia), a las que se destinaron las primeras patrulleras de que se dispuso, cuatro Rodman-55M y dos Bazán-39. Posteriormente se fueron abriendo el resto de las bases a medida que se recibían nuevas embarcaciones. La última fue la del Servicio Marítimo de Guipúzcoa, en Pasajes, en el año 2017, con la que se completó el despliegue en todas las Comandancias con demarcación litoral.[4]

La tripulación de las primeras embarcaciones fue formada entre sargentos, cabos y guardias, tras pasar una oposición, en la Escuela de Maniobras de la Armada en La Graña (Ferrol) y en la Escuela de Máquinas de la Armada, en la misma ciudad. El primer curso fue apadrinado por Juan de Borbón. También realizaron diversos cursos impartidos por la Dirección General de la Marina Mercante en Madrid y en la Escuela de Formación Especializada de Can Padró (Castellbell y Vilar, (Barcelona), así como prácticas en distintos buques de la Armada, en Rodman Polyships en Vigo (Pontevedra), en la entonces Empresa Nacional Bazán —actualmente Navantia— (Cádiz), SASEMAR y las embarcaciones propias de la Guardia Civil, obteniendo los títulos de patrones, marineros y mecánicos. Las posteriores promociones se fueron formando en el Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos en Gijón (Asturias).

La primera embarcación, denominada GCX-01, sirvió inicialmente para efectuar prácticas de las futuras tripulaciones y posteriormente destinada a Cartagena (Murcia). A continuación fue destacada para participar en la seguridad de la Expo-92, en Sevilla. Así mismo las dos primeras embarcaciones clase Bazán-36, la prototipo GCL-01 y la GCL-02, tras ser recepcionadas en la E. N. Bazán, en San Fernando (Cádiz), empezaron su singladura en el río Guadalquivir, teniendo como base Sevilla, con motivo de la Exposición Universal Expo-92. En el viaje inaugural embarcaron desde San Fernando (Cádiz) a Sevilla el Almirante Jefe del Grupo Alfa de la Base Naval de Rota (Cádiz), el Comandante Jefe del Portaeronaves Príncipe de Asturias (R-11), el General Subdirector de Operaciones de la Guardia Civil, el Delegado del Gobierno en Cádiz y el Director General de la E. N. Bazán, junto con la tripulación.

Las primeras cuatro unidades de la Clase Rodman-55, tras navegar a Barcelona, donde sus tripulaciones realizaron prácticas en las mismas a fin de tomar contacto con las patrulleras y adiestrarse en el manejo de las mismas y su instrumentación, fueron destinadas a cada una de las cuatro primeras Bases de los Servicios Marítimos Provinciales de; La Coruña, Barcelona, Santander (Cantabria) y Cartagena (Murcia).

Desde la creación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, se han desarrollado infinidad de servicios, en aguas nacionales y en el extranjero, con motivo de misiones internacionales, tanto en denuncias por múltiples infracciones, rescates de personas y embarcaciones, actas de aprehensión de contrabando, lucha contra la inmigración ilegal, etc., siendo acreedora de la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo.

En 1993 realizó su primera misión en el exterior, desplegando durante tres años, hasta 1996, a la patrullera clase Rodman-55M GCM-07 en el Danubio, en el marco de una misión de la Unión Europea Occidental (UEO) para hacer cumplir el embargo que impuso la ONU contra Serbia y Montenegro con motivo de la Guerra en la antigua Yugoslavia, utilizando como bases los puertos de Ruse (Bulgaria) y Galaţi (Rumanía). El primer contingente estuvo formado por 38 guardias civiles, entre miembros del Servicio Marítimo, Grupo Especial de Seguridad (GES), Unidad Especial de Intervención (UEI), así como personal de transmisiones, operadores, intérpretes y de mando. En sus misiones de vigilancia para impedir el contrabando de armas y combustible, la GCM-07 estuvo acompañada por una patrullera de la Guardia di Finanza de Italia y otra de la BGS de Alemania (Bundesgrenzschutz).[5]

El Servicio Marítimo dispone de unidades en todas las provincias costeras de la península, incluidas las del País Vasco y Cataluña, ya que ni la Ertzaintza ni los Mozos de Escuadra tienen competencias en la materia; y en Baleares, Canarias y Ceuta. Los puertos donde tiene sus bases, 26 en total, son:

Actualmente cuenta con 103 naves de patrulla,[2]​ además de embarcaciones menores, como lanchas semirrígidas.

Conocidas en el SEMAR como Egeo. Doce unidades adquiridas, de las que quedan en servicio cinco. Las patrulleras de esta clase no tienen nombre asignado. Sus características son: 12,00 metros de eslora, 3,80 de manga y 0,70 de calado. Su desplazamiento es de 14 toneladas, alcanzando una velocidad máxima de 38 nudos. Este modelo se ha exportado a Portugal, Argentina y Uruguay. La GCL-01, ya dada de baja, fue el prototipo de la clase, siendo ligeramente más pequeña que los ejemplares de serie y teniendo un puente de diferente de diseño, así como una motorización distinta, más potente que el resto. Tanto ella como la GCL-02 realizaron su primer servicio en misión de vigilancia y seguridad en la Expo-92 de Sevilla. La GCL-03 fue retirada tras sufrir un accidente frente a las costas catalanas. Dos fueron donadas en 2006 a la Gendarmería Mauritana, junto con otras dos de la clase Rodman-55M en el marco del denominado proyecto Atlantis de lucha contra la inmigración ilegal.[6]

Desde 2009 se han adquirido seis unidades. Tienen una eslora de 12 metros y una manga máxima de 3,90 metros. Están propulsadas por dos motores de 440 caballos acoplados a hidrojets y pueden transportar un máximo de 12 personas.

Está diseñada y fabricada por la empresa viguesa Aislamientos Térmicos de Galicia, S. A. (Aister). Tiene una eslora de 8,50 metros, manga máxima de 3,20 metros (2,70 en el casco, sin contar el flotador perimetral) y puntal de 0,84 metros. Está propulsada por dos motores fuera borda de 600 caballos, que le permiten alcanzar una velocidad de 45 nudos.[7]

Se han recibido 19 unidades cofinanciadas por el Fondo Europeo para las Fronteras Exteriores y el Gobierno de España dentro del Programa de Solidaridad y Gestión de Flujos Migratorios de la Agencia Frontex de la Unión Europea. Fabricadas totalmente en aluminio por Auxiliar Naval del Principado, del grupo Astilleros Armón. Tienen una eslora de 10,70 metros y 3,5 de manga, y están equipadas con dos motores de cuatro tiempos de gasolina con 300 CV. A partir de la unidad S-29 se reciben cabinadas.

Está diseñada y fabricada por la empresa viguesa Aislamientos Térmicos de Galicia, S. A. (Aister). Se trata de un barco de vigilancia de 9.70 m de eslora y 3.45 m de manga, con un calado de 0,53 m con casco y cabina construidos íntegramente en aluminio. La propulsión de este barco de aluminio está formada por dos motores fueraborda, Yamaha 200 HP, de gasolina y cuenta con dos tanques de 750 litros cada uno. tiene una autonomía superior a 300 millas a velocidad de crucero aunque la velocidad máxima que puede alcanzar es de 31 nudos.[8]

Están diseñadas y fabricadas por la empresa viguesa Aislamientos Térmicos de Galicia, S. A. (Aister). Se trata de un barco de vigilancia de 10,8 m de eslora y 3 m de manga y construida íntegramente en aluminio de alta resistencia. Puede alcanzar velocidades por encima de los 50 nudos.[10][11]

Designadas internamente como Báltico. Se adquirieron catorce unidades. Las patrulleras de esta serie no tienen nombre asignado. Sus dimensiones son: 16,50 metros de eslora, 3,80 de manga y 0,70 de calado. Su desplazamiento es de 17,5 toneladas, alcanzando una velocidad máxima de 35 nudos. Las cuatro primeras unidades realizaron sus primeros servicios en la seguridad de las Olimpiadas de Barcelona '92. Una de la clase Rodman-55M presta servicio en la Casa Real con el código Omega Uno. La M01 se hundió en 2002 en aguas del estrecho de Gibraltar. Dos patrulleras de esta clase fueron donadas en 2006 a la Gendarmería Mauritana, junto con otras dos de la clase Saeta-39 dentro del proyecto Atlantis.[6]​ Una tercera, la M11, fue donada a Senegal en 2007. Cinco ejemplares de este modelo fueron adquiridos por la Armada Paraguaya y otros tantos por la de Surinam.[12]

Dos unidades recibidas, costeadas por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias. Sus características son: 17,40 metros de eslora, 3,80 de manga y 2,10 de calado. Potencia 2 × 1200 CV a 2300 RPM. Su desplazamiento es de 19,24 toneladas, y alcanza una velocidad máxima de 40 nudos.

Hay 16 unidades en servicio de 17 adquiridas de estas patrulleras de alta velocidad, las más rápidas entre las de casco rígido de toda la flota del Servicio Marítimo con sus 50 nudos de velocidad punta, y que así mismo han sido adquiridas por el Servicio de Vigilancia Aduanera, en el que son conocidas también como clase Cormorán. Sus dimensiones son: 17,33 metros de eslora, 3,80 de manga y 2,10 de calado, con un desplazamiento de 20 toneladas, 2600 caballos de potencia y autonomía de 350 millas.

La M18 Río Caudal resultó gravemente dañada el 21 de mayo de 2005 al ser embestida por una semirrígida de unos contrabandistas. El choque rompió el puente y la superestructura, aunque no causó heridos. Trasladada a Rodman para evaluar los daños, en un primer momento se pensó que habría que darla de baja, pero finalmente se consiguió repararla y regresó al servicio en julio de 2006. Por su parte la M28 Río Alfambra sufrió el 5 de febrero de 2011 un incendio en la sala de máquinas a 27 millas de la bahía de Palma, al comenzar a arder uno de los motores, incendio que se vio agravado por la alta combustibilidad del material con el que está fabricada la patrullera, fibra de vidrio, lo que hizo inútiles los intentos por sofocarlo de sus 4 tripulantes, que tuvieron que escapar en la lancha neumática de la propia embarcación, y acabó por provocar el hundimiento de la patrullera.

Una única patrullera. Basada en Marín (Pontevedra), está asignada al parque nacional de las Islas Atlánticas de Galicia. El Servicio de Guardacostas de Galicia tiene dos embarcaciones de esta clase, la Punta Festiñazo, I.P.600, basada en Mugía (La Coruña), y la Punta Roncadoira, I.P.601, basada en el puerto de Cillero (Vivero, Lugo). La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía tiene otras dos, la Isla de Tarifa, basada en Cádiz, y la Punta Polacra (Almería), entregadas en 2005, mientras que otros dos ejemplares fueron vendidos a Yemen, entregados en 2006 y registrados OMS 1801 y OMS 1802.[15][16]


11 ejemplares. Sus dimensiones son: 20,50 metros de eslora, 4,90 de manga y 1,40 de calado. Su desplazamiento es de 36 toneladas, alcanzando una velocidad máxima de 30 nudos y cuentan con una dotación de 16 tripulantes. Están construidas en poliéster reforzado con fibra de vidrio y pueden navegar entre 450 y 550 millas sin tocar puerto, siendo capaces de manejarse en temporales de hasta fuerza 6.[17]​ Van equipadas con medios infrarrojos para visión nocturna, GPS y sistemas de comunicación vía satélite.[18]​ Cuatro unidades de esta clase fueron adquiridas por la Armada Española, que las emplea para instrucción de guardiamarinas en la Escuela Naval Militar de Marín, mientras que Gabón compró otras doce.

Cuatro unidades recibidas. Sus características son: 15,65 metros de eslora, 4,48 de manga, 1,10 de puntal y 0,72 de calado. Su dotación es de tres tripulantes -un patrón y dos mecánicos-, alcanzando una velocidad máxima de 36 nudos. Han sido fabricadas por el astillero Auxiliar Naval del Principado, S.A. o AUX NAVAL, S.A., perteneciente al grupo Astilleros Armón, en Puerto de Vega, parroquia del concejo de Navia, Asturias. Su diseño se basa en el de las embarcaciones clase Salvamar (Alusafe 1500 y Alusafe 2000) de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (SASEMAR),[20]​ construidas por la propia Auxiliar Naval del Principado bajo licencia de la compañía Maritime Partner AS, de Ålesund, Noruega. Su casco es de aluminio y la superestructura de fibra. Los motores son dos MAN de 700 CV cada uno, que accionan dos propulsores por chorro (hidrojets) Hamilton 364, con un consumo de 150 litros de combustible a la hora. La autonomía es de 250 millas a una velocidad de crucero de 22 nudos. Su diseño y su bajo francobordo (38 centímetros) facilitan el trasbordo desde y hacia la embarcación, mientras que su también reducido calado, de 72 centímetros, le permite navegar en aguas de escasa profundidad. Están diseñadas para llevar a cabo misiones de vigilancia contra el narcotráfico y la inmigración ilegal además de para la protección del medio ambiente. Aparte de insumergibles son autoadrizables, es decir, en caso de poner la quilla al sol (vuelco), la nave debe dar la vuelta por sí sola. Van dotadas con un sistema de detección con un equipo integrado de radar, GPS y plóter. Su equipo de comunicaciones le permite enlazar con otras embarcaciones, centros terrestres, así como con aeronaves de salvamento. Cuenta con el sistema GMDSS (sigla en inglés de Global Maritime Distress Safety System, Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos). Su coste unitario es de 875.000 .[21][22][23][24]

Versión de mayor tamaño de las Alusafe 1500 Mk.II, fabricadas igualmente por Auxiliar Naval del Principado. Se han adquirido un total de 8 unidades en distintas fases. Tienen una eslora de 21,19 metros, manga máxima de 5,50 metros, calado de 1 metro y puntal de 1,51 metros.[7]

Fabricadas por Astilleros Gondán en sus instalaciones de Ribadeo (Lugo). Se encargaron dos unidades en verano de 2014 y la primera fue botada el 17 de abril del año siguiente. Posteriormente en 2018 se realiza un segundo contrato por otras tres unidades gemelas[25]​. Con una eslora de 20,5 metros y una manga de 5 metros, son construidas exclusivamente en fibra (PRFV). Desarrollan una potencia de 2200 caballos capaces de alcanzar una velocidad superior a 36 nudos impulsadas por hidrojets. Disponen de una autonomía de 700 millas náuticas.[26][27]

Una sola unidad recibida. Sus dimensiones son de 22,20 metros de eslora, 5,99 de manga y 1,80 de calado. Su desplazamiento es de 81,8 toneladas, siendo su velocidad de 20 nudos. Ex Seriola Primero y Bazán-312, en 2003 se le alargó el casco para facilitar la operación desde ella de una lancha semirrígida (o RHIB, sigla en inglés de rigid-hulled inflatable boat, embarcación inflable de casco rígido).

Tres unidades.

Quince unidades compradas, de las que quedan en servicio catorce. Su coste unitario es de 4 millones de . Son usadas también por el Servicio de Vigilancia Aduanera, en el que son conocidas como clase Gerifalte (11 patrulleras), mientras que la Marina Real Marroquí adquirió 10,[32]​ al igual que el Gobierno de Filipinas, Nicaragua cuatro, tres Surinam,[12]​ otras tantas Omán,[33]​ dos Camerún (Jabanne y Akwayafe)[34][35]​ y una el Servicio de Guardacostas de Galicia (Paio Gómez Chariño, IP-700).

La Río Duero, A15, estuvo destacada en Mauritania durante largo tiempo, tras lo cual que pasar 11 meses en Puerto Naos (Arrecife, Lanzarote, Provincia de Las Palmas) para ser reparada de los graves daños estructurales sufridos durante esa misión y luego una revisión de motores en Tenerife, habiendo estado a punto de hundirse cuando regresaba a Fuerteventura a causa de una vía de agua.[36]

Patrullera Río Palma, A05, en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife poco después de su accidente.

Río Andarax, A06.

La Río Almanzora, A08, con su anterior esquema experimental de baja visibilidad de color gris claro.

Patrullera Río Nervión, A09, en Bilbao (Vizcaya).

La Río Ara, A13, en su base de Santa Cruz de Tenerife.

La patrullera Río Duero, A15, en Corralejo (Fuerteventura).

La Cabaleiro, A19, en la Base Naval de Marín (Pontevedra).

Una única patrullera por el momento, fabricada por astilleros Asfibe con eslora de 30 m., manga de 6,7m. y un calado máximo de 2,85 m. Su motorización la componen 2 Caterpillar 3512E, su desplazamiento es de 85 tn. con una tripulación de 10 efectivos. Recibida en 2010.[43]

Fabricada por astilleros Armón en Burela (Lugo). Con una eslora de 35 m y una manga de 7,80 m, es la mayor patrullera de altura en servicio en el SEMAR. Destaca su sistema de propulsión híbrido diésel-eléctrico. Recibida en 2019.[44][45]

El SEMAR comenzó a operar patrulleros oceánicos (según su propia denominación) en el año 2007. Los dos primeros fueron buques de circunstancias, el Río Miño, un antiguo pesquero cuya velocidad apenas sobrepasa los 10 nudos y el Río Tajo, igualmente escaso de velocidad y construido como buque de apoyo a plataformas, luego transformado para misiones de salvamento en buque de seguridad de plataformas. Su adquisición (y posterior remozamiento) constituyó simplemente una medida de emergencia ante la avalancha de cayucos cargados de inmigrantes ilegales que se estaba dando en las costas de Canarias. Estos buques, que recibieron fuertes críticas por su escasa idoneidad y el estado no muy bueno en el que se encontraban, fueron por tanto una solución provisional hasta que se pudiera disponer de un patrullero propiamente dicho y de nueva construcción. Este, el Río Segura, fue adjudicado a la empresa Astilleros Gondán en diciembre de 2008 y recibido dos años más tarde, en diciembre de 2010.

Tanto el Río Miño como el Río Segura disponen de cubierta de vuelo para un helicóptero de tamaño medio, aunque no de hangar. Los tres operan frecuentemente además en conjunción con los aviones de patrulla marítima CN-235-300 MP Persuader del Servicio Aéreo de la Guardia Civil.

Aparte de las mencionadas, el Servicio Marítimo posee también otras embarcaciones de menor porte, como lanchas semirrígidas -algunas de ellas cabinadas-, lanchas neumáticas y otras embarcaciones auxiliares.



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