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Thomas A. Edison



Thomas Alva Edison (Milan, Ohio; 11 de febrero de 1847-West Orange, Nueva Jersey; 18 de octubre de 1931) fue un inventor, científico y empresario estadounidense.[1][2][3]​ Desarrolló muchos dispositivos que han tenido gran influencia en todo el mundo, como el fonógrafo, la cámara de cine o una duradera bombilla incandescente. Apodado «El mago de Menlo Park», Edison fue uno de los primeros inventores en aplicar los principios de la producción en cadena y el trabajo en equipo a gran escala al proceso de invención, motivos por los cuales se le reconoce la creación del primer laboratorio de investigación industrial.[4]

Edison fue un inventor prolífico que registró 1093 patentes a su nombre en Estados Unidos, además de otras en Reino Unido, Francia y Alemania. Pero más importante que sus muchas patentes fue el amplio impacto que tuvieron algunas de sus invenciones: la luz eléctrica y el suministro público de electricidad, la grabación de sonido y la cinematografía se convirtieron en nuevas y poderosas industrias en todo el mundo. Sus inventos contribuyeron en particular a las telecomunicaciones, como una máquina de voto, una batería para un automóvil eléctrico, la energía eléctrica, la grabación de música y las películas. Sus avanzados trabajos en estos campos no fueron más que una continuación de su primer trabajo como radiotelegrafista. Edison desarrolló un sistema de generación y distribución de energía eléctrica a las casas,[5]​ negocios y fábricas, un avance crucial para el mundo industrializado moderno.[6]

Hijo de Samuel Ogden Edison, Jr. (1804-1896) y Nancy Matthews Elliott (1810-1871). Sus antepasados provenían de Ámsterdam y se establecieron en el río Passaic, en Nueva Jersey. John Edison, el abuelo del inventor, se alistó en el bando de los británicos durante la Guerra de Independencia y, a final de la misma, tuvo que refugiarse en Nueva Escocia. Después de un tiempo se trasladó a Canadá para residir en Bangham, en la zona del lago Erie. Cuando estalló la rebelión canadiense en 1837, Samuel Edison (padre del inventor) se unió a los insurgentes. Una vez más la familia se vio obligada a huir a los Estados Unidos.

En 1840 Samuel Edison estableció una pequeña maderería en Milan, Ohio. Antes de que la familia se estableciera en Milan, su esposa Nancy, una canadiense de ascendencia escocesa, había tenido cuatro hijos. Posteriormente tuvo tres más, pero murieron tres de los primeros en la década de 1840 y los sobrevivientes tenían catorce, dieciséis y dieciocho años cuando el 11 de febrero de 1847, la esposa de Samuel Edison dio a luz a su séptimo hijo. Le llamaron "Thomas" por un antepasado de la familia, y "Alva" en honor del capitán Alva Bradley.

En 1855 a los ocho años y medio Edison entra a la escuela. Después de tres meses de estar asistiendo, regresó a su casa llorando, informando que el maestro lo había calificado de alumno "estéril e improductivo". Es imposible establecer si Nancy Edison tomó muy en serio la opinión de su maestro o si pensó que ella era mejor que el profesor de su hijo. El caso es que Edison recordó durante el resto de su vida el resultado del dichoso incidente. La madre de Edison sacó al niño del colegio y lo educó en casa. Después de las tareas domésticas, le enseñó a leer y escribir correctamente, además de aritmética, y comenzó a leerle algunos libros que no estaban entre lo más común del momento: La caída del Imperio Romano, Historia de Inglaterra, Historia del mundo, y a Shakespeare y Dickens. En torno a los 9 años fue cuando Edison comenzó a leer solo, en parte impulsado por su padre, Samuel, que le daba 10 céntimos cada vez que concluía un libro.[7]

En 1859 empezó a vender diarios en el tren matutino que iba de Port Huron a Detroit, así como verduras, mantequilla y moras. En Detroit el tren hacía una parada de seis horas, las cuales aprovechaba pasándolas en el salón de lectura de la Asociación de Jóvenes (después Biblioteca Gratuita de Detroit). Ahí, comenzaba por leer el primer libro que se encontraba en el anaquel inferior y seguía por orden con los demás hasta terminar con toda la hilera.

Edison no quedaba satisfecho con solo leer, y comenzó a realizar diversos experimentos basándose en lo que leía en los libros de Ciencia. Utilizaba un vagón vacío como laboratorio, donde también instaló una pequeña prensa de mano que se agenció cuando un amigo del Detroit Free Press le regaló algunos tipos. El resultado fue inmediato: el Grand Trunk Herald, semanario del que Edison tiraba cuatrocientos ejemplares.

Tras salvar a un niño en las vías del tren en Port Huron, el agradecido padre de la criatura J. U. Mackenzie (telegrafista de la estación) le enseñó código morse y telegrafía. A los quince años obtuvo su primer trabajo como telegrafista, reemplazando a uno de los operadores de telégrafo que habían ido a servir en la Guerra Civil.[8]

A los 16 años, después de trabajar en varias oficinas de telégrafos, donde realizó numerosos experimentos, finalmente llegó con su primera auténtica invención, llamada "repetidor automático", que transmite señales de telégrafo entre estaciones sin personal, lo que permite que prácticamente cualquiera pueda traducir fácilmente y con precisión un código a su propio ritmo y conveniencia. Curiosamente, nunca patentó la versión inicial de esta idea.[8]

Edison ideó un instrumento sencillo para el recuento mecánico de votos en 1868. Se podía colocar en la mesa de cada representante; tenía dos botones, uno para el voto en pro y otro para el voto en contra. Para tramitar la patente, Edison contrató al abogado Carroll D. Wright. El instrumento se llevó ante un comité del Congreso de Washington. Ahí el veredicto fue brusco pero honesto: "Joven, si hay en la tierra algún invento que no queremos aquí, es exactamente el suyo. Uno de nuestros principales intereses es evitar fraudes en las votaciones, y su aparato no haría otra cosa que favorecerlos".

En 1869, Edison y Franklin Pope ofrecieron sus servicios como ingenieros electricistas, una especialidad desconocida por entonces. Pero Edison se retiró porque sentía que no ganaba suficiente.[9]​ En Nueva York, consiguió un empleo de condiciones muy ventajosas tras reparar una grave avería en un indicador telegráfico que señalaba los precios del oro en la bolsa de valores.

Trabajó en la compañía telegráfica Western Union como inventor y reparador, aunque poco después se independizó y en 1877 llevó a cabo uno de sus más importantes inventos, el fonógrafo.

En 1876, Edison se mudó de Newark a Menlo Park, Nueva Jersey, donde reunió un grupo de ayudantes y mecánicos y estableció una "fábrica de inventos". En 1887, cuando dejó Menlo Park, contaba con una lista de casi cuatrocientas patentes.[10]

Aunque se le atribuye la invención de la lámpara incandescente, esta en realidad solo fue perfeccionada por él, quien, tras muchos intentos consiguió un filamento que alcanzara la incandescencia sin fundirse. Este filamento no era de metal, sino de bambú carbonatado. El 21 de octubre de 1879 consiguió que su primera bombilla luciera durante 48 horas seguidas. En la víspera de Año Nuevo del mismo año, se hizo funcionar con éxito en Menlo Park el primer sistema de alumbrado, construido por Edison, constituido por cincuenta y tres focos.[11]

En 1880 se asocia con J. P. Morgan para fundar la Edison Electric. Después J. P. Morgan adquiriría sus acciones para crear General Electric.

En el ámbito científico, descubrió el efecto Edison, patentado en 1883, que consistía en el paso de electricidad desde un filamento a una placa metálica dentro de un globo de lámpara incandescente. Aunque ni él ni los científicos de su época le dieron importancia, estableció los fundamentos de la Válvula termoiónica y de la electrónica, el denominado efecto Edison, fenómeno de vital importancia para la electrónica de los años 1950 y 1960.

En la década de 1880, la iluminación de arco en calles y espacios públicos eran un negocio en expansión en los Estados Unidos, Europa y algunas ciudades de América. La alimentación para estas luminarias era suministrada por medio de generadores de corriente continua (CC), provistos por la compañía de Edison, pero pronto tuvo que enfrentar la competencia con los sistemas de corriente alterna (CA). Con el desarrollo de los transformadores de la Westinghouse Electric se hizo posible transmitir corriente alterna a largas distancias a través de cables más delgados y más baratos, y reducir el voltaje en el destino para su distribución a los usuarios. Esto permitió que la corriente alterna se usara en las pequeñas empresas y los clientes domésticos ya que las plantas de corriente continua de Edison estaban diseñadas para suministrar energía a las grandes ciudades.[12]

Edison sostuvo públicamente que la corriente alterna no daba buenos resultados y, sobre todo, que los altos voltajes que utilizaba eran peligrosos. Cuando George Westinghouse instaló sus primeros sistemas de corriente alterna en 1886, Edison lo atacó duramente: "Es tan cierto como la muerte que Westinghouse matará a un cliente dentro de los seis meses posteriores a la instalación de cualquier sistema, se trata de algo nuevo y requerirá una gran número de experimentos para que funcione de manera práctica".[13]​ Esta postura tan terminante ha sido explicada de varias maneras; es posible que Edison no fuese capaz de captar las bases teóricas de la corriente alterna, o bien que estuviera genuinamente preocupado por el alto voltaje de los sistemas de corriente alterna en uso, los cuales mal instalados, eran un riesgo para los clientes y una mala reputación para el desarrollo de la energía eléctrica.[14]​ Además, su compañía, la Edison Electric se basaba en la corriente continua de bajo voltaje con más de cien instalaciones hasta el momento, por lo cual cambiar el estándar implicaba una gran pérdida. Sin embargo, en 1887 la Edison Electric estaba perdiendo participación de mercado frente a Westinghouse, que ya había construido 68 centrales eléctricas de CA frente a las 121 estaciones de corriente continua de Edison y, para empeorar las cosas, la Thomson-Houston Electric Company de Lynn, Massachusetts, añadía 22 centrales eléctricas de corriente alterna.[15]

Al mismo tiempo, las líneas de corriente alterna montadas en postes provocaron una serie de muertes en la primavera de 1888; lo que provocó la preocupación del público y numerosas notas en la prensa en contra de la corriente alterna de alto voltaje y de las codiciosas e insensibles empresas que la usaban.[16][17]​ Edison aprovechó esta situación y se unió al inventor Harold P. Brown en una campaña contra la CA. Esta campaña fue conocida como la guerra o batalla de las corrientes y consistió en polémicas públicas, artículos en los periódicos y una fuerte presión para que el Congreso aprobase una legislación que controlara, limitándolo, el voltaje de las instalaciones de CA. En una maniobra de propaganda, Edison y Brown intentaron mostrar que la corriente alterna era el sistema más adecuado para la recientemente inventada silla eléctrica logrando que la primera de ellas fuese alimentada por un generador de la Westinghouse. Al mismo tiempo realizaron algunas ejecuciones públicas de animales usando también la CA, si bien es falso el difundido relato de la ejecución de la elefanta Topsy, que tuvo lugar muchos años después.[18][19][20]

Esta campaña anti CA, no cayó bien en sus propios accionistas, ya que a principios de 1890, la compañía de Edison obtenía ganancias mucho menores que sus competidoras. En 1892, la Guerra de las Corrientes llegó a su fin cuando Edison perdió el control de su empresa, la cual se fusionó con Thomson-Houston (una idea de J.P. Morgan) para crear la General Electric, que controlaba las tres cuartas partes del suministro eléctrico de los Estados Unidos y competía directamente con Westinghouse por el mercado de la corriente alterna.[21]

En 1884, el gerente de Edison Charles Batchelor, quien había estado supervisando la instalación eléctrica en París, regresó a los Estados Unidos para administrar Edison Machine Works, una división de fabricación de Edison Electric ubicada en Nueva York, y le pidió a un colaborador, el ingeniero Nikola Tesla que lo acompañase.[22]​ Tesla emigró y comenzó a trabajar casi de inmediato en el taller de la empresa, ubicado en el Lower East Side de Manhattan, con una fuerza laboral de varios cientos de maquinistas, obreros, personal administrativo y una veintena de ingenieros.[23]​ Al igual que en París, Tesla continuó trabajando en la solución de problemas de las instalaciones y en la mejora de los generadores.[24]​ El historiador W. Bernard Carlson señala que Tesla pudo haberse encontrado no más de un par de veces con Edison,[23]​ una de ellas cuando Tesla, después de permanecer despierto toda la noche reparando las dínamos dañadas en el transatlántico SS Oregon, se encontró con Batchelor y Edison quienes bromearon sobre su "estilo parisino" de trasnochar; Tesla les contó lo que había estado haciendo, por lo que Edison lo elogió diciendo: "es un gran tipo".[25][26]

Uno de los proyectos entregados a Tesla era el desarrollo de un sistema de alumbrado público basado en lámpara de arco.[27]​ La iluminación de arco era el tipo de alumbrado público más popular, pero requería altos voltajes y era incompatible con el sistema incandescente de bajo voltaje de Edison, lo que provocó que la empresa perdiera contratos en algunas ciudades. De todos modos, los diseños de Tesla nunca se pusieron en producción, posiblemente debido a mejoras técnicas en el alumbrado incandescente o debido a un acuerdo de instalación que Edison hizo con una empresa de iluminación de arco.[28][29]

Tesla había estado trabajando unos seis meses cuando renunció.[23]​ No están claros los motivos. Es posible que haya sido por una bonificación que no recibió, ya sea por rediseñar los generadores o por el sistema de iluminación de arco que se archivó. Tesla tuvo enfrentamientos previos con la empresa sobre bonificaciones impagas y, en su autobiografía, declaró que el gerente de Edison Machine Works, es decir Batchelor, le había ofrecido un bono de 50.000 dólares para diseñar "veinticuatro tipos diferentes de máquinas estándar", "pero que resultó ser una broma".[30]​ Versiones posteriores de esta historia muestran al propio Edison ofreciendo y luego renegando del trato, diciendo: "Tesla, no entiendes nuestro humor americano".[31]​ Lo extraño de estas historias es el monto de la bonificación dado que Batchelor, era tacaño con la paga[32]​ y es poco probable que la compañía tuviese una suma tan grande (más de un millón de dólares al cambio de 2010) en efectivo.[33][34]​ El diario de Tesla contiene solo un comentario sobre lo que sucedió al final de su empleo, una nota que garabateó en las dos páginas que abarcan desde el 7 de diciembre de 1884 hasta el 4 de enero de 1885, diciendo "Adiós a Edison Machine Works".[35]​ Al año siguiente, Tesla se asoció a la Westinghouse Electric y como parte de ella tomó partido por el uso de la corriente alterna en la guerra de las corrientes.[36]

En 1894 los quinetoscopios de Edison llegaron por primera vez a Europa; más concretamente a Francia. Dos años después, en 1896, presentó el vitascopio en Nueva York con la pretensión de reemplazar a los quinetoscopios y acercarse al cinematógrafo inventado por los hermanos Lumière.

Los aportes de Edison al mundo del cine también fueron muy importantes. En 1889 comercializó la película en celuloide en formato de 35 mm, aunque no la pudo patentar porque un tiempo antes George Eastman ya lo había hecho; aunque sí pudo patentar sus perforaciones laterales.

Por último, en 1897, Edison comenzará la llamada «guerra de patentes» con los hermanos Lumière respecto al invento de la primera máquina de cine.

Murió el 18 de octubre de 1931, en West Orange, Nueva Jersey. Como homenaje póstumo, fueron apagadas las luces de varias ciudades durante un minuto.

Es uno de los inventores más prolíficos de la historia: la obtención de su última patente, la 1093.ª, fue a sus 83 años.[8]

Durante su vida, Edison fue presentado como el prototipo de inventor y sus innovaciones como intuiciones de un genio. Esta imagen fue popular durante el siglo XX y dio origen a una serie de representaciones culturales que lo muestran como una mente brillante y solitaria, un héroe que encarna los valores de la libre empresa y la iniciativa individual. Por otra parte, gran número de leyendas urbanas surgidas a principios del siglo XXI, se empeñan en desmitificar a Edison e incluso presentarlo como un personaje despótico y cruel. Su contemporáneo, inventor y en un tiempo empleado, Nikola Tesla es mostrado por estas mismas leyendas como la antítesis y la víctima de Edison. En ambos casos el paradigma del inventor solitario, en lucha contra un mundo que no lo comprende, sigue presente en ambas versiones.[37]

La historia de la ciencia y la tecnología cuestiona ambas versiones. Es verdad que Edison era, además de inventor, un consumado publicista y un sagaz hombre de negocios. Sabía usar la prensa para promover su imagen y se concentraba en aquellas innovaciones que podían comercializarse fácilmente. No era, de ningún modo, un genio solitario; empleaba decenas de empleados en sus laboratorios y se empeñaba en utilizar el método de ensayo y error. Al respecto, Tesla remarcó de manera polémica, su falta de preparación teórica.[38]

Edison, confeso pacifista, se negó a diseñar armas ofensivas durante la Primera Guerra Mundial y se limitó a diseñar dispositivos de defensa, algo de lo cual siempre se enorgulleció.[39]

Se lo ha acusado de antisemita[40]​ en especial por su amistad con Henry Ford, quien lo era de modo manifiesto, sin embargo, si bien compartía algunos de los estereotipos respecto del judaísmo, comunes en los Estados Unidos de finales del siglo XIX, y expresó comentarios prejuiciosos sobre los judíos, sin embargo, también se opuso a su persecución, promovió su emancipación y contrató numerosos judíos en su laboratorio.[41]



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