El Tratado de Paz y Amistad del 20 de octubre de 1904 es un tratado de paz firmado por representantes de la República de Bolivia y la República de Chile con el fin de terminar el estado de guerra existente entre ambos países luego del estallido de la Guerra del Pacífico en 1879.
Tras años de disputa, el 14 de febrero de 1879, tropas chilenas invadieron el puerto boliviano de Antofagasta dando inicio al conflicto que enfrentaría por varios años a ambos países (además del Perú). Recién en 1884, Chile y Bolivia firmaron un pacto de tregua que pondría fin a las acciones armadas, mientras era negociado un tratado de paz definitivo.
El Tratado de Paz y Amistad fue discutido por varios años, especialmente debido a la cesión absoluta y perpetua de los territorios bolivianos ocupados por Chile, correspondientes al antiguo departamento del Litoral (actual Región de Antofagasta), lo que dejaba a la República de Bolivia sin acceso al océano Pacífico. El tratado además incluye una serie de cláusulas con el fin de suplir la carencia de una salida marítima soberana, dentro de las que se destacan la obligación de Chile de construir un ferrocarril entre Arica y La Paz, la concesión de créditos, derechos de libre tránsito hacia puertos en el Pacífico y el pago de 300 mil libras esterlinas como compensación.
Las relaciones entre Bolivia y Chile desde la ratificación del tratado hasta la fecha han estado marcadas por las disposiciones de este, originando un continuo reclamo nacionalista en Bolivia en favor de un restablecimiento del acceso soberano al mar territorial. Recién hacia fines del siglo XX las concesiones establecidas fueron aplicadas en su totalidad, y a partir de ello, Bolivia se ha planteado la posibilidad de objetar el tratado.
La falta de definición de límites claros entre Bolivia y Chile a lo largo del desierto de Atacama fue un problema que generaría una serie de disputas entre ambos países desde la formación de estos. El conflicto comenzó a tomar mayor relevancia a medida que se extendía la explotación de sus riquezas (primero guano y luego salitre) y la firma del tratado de límites entre ambos países de 1874 no fue suficiente para evitar la escalada bélica.
El 14 de febrero de 1879 estallaría la Guerra del Pacífico tras el desembarco chileno en Antofagasta. El ejército chileno ocupó rápidamente gran parte del departamento del Litoral y, luego de una serie de derrotas, el ejército de Bolivia se retiró de la contienda el 26 de mayo de 1880 luego de la batalla del Alto de la Alianza, lo que dejó únicamente a su aliado Perú combatiendo a Chile. Sin embargo, solo el 20 de abril de 1884 se firmaría una tregua entre Chile y Bolivia, que suspendería el estado de guerra y reiniciaría relaciones diplomáticas. El pacto estipulaba además la aceptación de la administración por Chile de los territorios ocupados durante la guerra, mientras se negociaba un tratado definitivo.
Las tratativas para firmar un acuerdo final entre Bolivia y Chile se iniciaron en 1902 durante las presidencias de José Manuel Pando y Germán Riesco Errázuriz, respectivamente.
El Tratado de Paz y Amistad se firma con el objetivo de restablecer la paz entre Bolivia y Chile, dando por finalizado el estado de tregua establecido en 1884.
Dentro de los principales contenidos del tratado de paz está la cesión definitiva de los territorios ocupados por Chile al oeste de la cordillera de los Andes, entre el paralelo 23 y el río Loa. El artículo 2.º detalla en extenso los nuevos límites. El artículo define como último punto de la frontera el hito 77 en Puquintica. De allí al norte, Bolivia y Chile convienen en una línea fronteriza hasta Tolacolla. Esto se debió a que la frontera entre Bolivia y Perú, desde Arica hasta Tacna, estaba pendiente de definir según el tratado de 1902 entre ambos países, y porque Chile y Perú aún tenían pendiente el plebiscito.
Una pequeña modificación a este límite sería realizada a través de un convenio firmado en 1907.
Atendiendo a la pérdida de acceso al océano Pacífico de Bolivia por los nuevos límites, el tratado provee una serie de disposiciones para favorecer el tránsito de las mercancías bolivianas a otros mercados. En el artículo 3.º, se establece la construcción de un ferrocarril que una el puerto de Arica con la ciudad de La Paz a costa del Gobierno de Chile, que asume también los compromisos bolivianos hasta por un total de 1 700 000 libras esterlinas, con parciales anuales de hasta 100 000 £ para la construcción emprendida en los siguientes 30 años de los ferrocarriles Uyuni–Potosí, Oruro–La Paz, Cochabamba–La Paz–Santa Cruz, La Paz–Región del Beni y Potosí–Santa Cruz (vía Sucre y Lagunillas). Asimismo, se establece que los ferrocarriles de Arica a La Paz, así como los demás que se construyan con la garantía del Gobierno de Chile, serán materia de acuerdos especiales entre ambos Gobiernos y de facilidades especiales al intercambio comercial de ambos países.
Siguiendo esta línea, el artículo 6.º establece que Chile reconoce a favor de Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y el acceso a los puertos en el Pacífico, mientras el artículo 7.º establece que Bolivia tiene derecho a establecer agencias aduaneras en los puertos que designe para su comercio, pero, en tanto se implementen otros puertos, se especifican los puertos de Antofagasta y Arica. El artículo 8.º indica la posibilidad de celebrar un tratado especial de comercio entre ambos países, tras lo cual los siguientes tres artículos indican otras facilidades al comercio entre ambos países.
Se indican también algunas compensaciones de Chile a Bolivia, como el pago de 300 000 libras en dos armadas de 150 000 libras cada una y a partir de los seis meses de la ratificación del Tratado de 1904, la primera y un año después de la primera entrega, la segunda. El artículo 5.º, en tanto, indica la cancelación de diversas deudas existentes de Bolivia con Chile.
Por último se indica que, en caso de existir diferencias en la inteligencia o ejecución del Tratado, se recurriría al arbitraje del emperador de Alemania; sin embargo, este posteriormente rechazaría actuar como árbitro por lo que el protocolo de 1907 lo sustituyó por la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya.
El tratado fue finalmente firmado por el Enviado Extraordinario y ministro plenipotenciario de Bolivia en Chile, Alberto Gutiérrez Gutiérrez, y el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Emilio Bello Codesido, en la ciudad de Santiago de Chile el día 20 de octubre de 1904. El Gobierno de Bolivia lo aprobó el 11 de noviembre siguiente, durante la presidencia de Ismael Montes, y sería convertido en ley por el Congreso de dicho país el 4 de febrero de 1905. La ratificación del tratado sería realizada por Chile el 5 de febrero de ese año y el 10 de marzo por Bolivia, siendo ese día canjeadas en La Paz. El tratado fue finalmente promulgado en Chile el 21 de marzo de 1905 y publicado en el Diario Oficial de la República de Chile el 27 del mismo mes.
En 2009 Bolivia promulgó una nueva constitución que en sus disposiciones transitorias, artículo 9, prescribe que:
Sin embargo, no se ha aplicado.
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