La Unión Demócrata Cristiana de Alemania (en alemán, Christlich Demokratische Union Deutschlands; CDU) es un partido político alemán. Se define a sí misma como un «partido de centro, demócrata cristiano, liberal y conservador». A escala europea, es miembro del Partido Popular Europeo. Se fundó en 1945 después de la Segunda Guerra Mundial como alianza de los líderes de orientación cristiana. Después de la partición de Alemania, en la parte oriental siguió existiendo la Unión Demócrata Cristiana de la RDA, integrada en el Frente Nacional de Alemania Democrática dominado por el Partido Socialista Unificado. Con la caída del Muro de Berlín, la CDU de la RDA se volvió a integrar en la CDU occidental.
La CDU se presenta en todos los estados federados de Alemania a excepción de Baviera, donde existe la CSU (Unión Social Cristiana), un partido independiente de tendencia similar, aunque con un matiz regionalista. En el Parlamento alemán, CDU y CSU forman un grupo conjunto. A nivel europeo, forma parte del Partido Popular Europeo (PPE).
Entre las personalidades históricas más destacadas de la CDU figuran los cancilleres Konrad Adenauer (1949-63), Ludwig Erhard (1963-66), Kurt Georg Kiesinger (1966-69), Helmut Kohl (1982-98) y Angela Merkel (desde 2005).
En las elecciones al Parlamento alemán del 24 de septiembre de 2017, la CDU consiguió el 26,8% de los votos (200 escaños). Junto con su partido hermanado, la CSU bávara, que logró el 6,2% (46 escaños), la CDU/CSU obtuvo el mayor grupo parlamentario, por delante del Partido Socialdemócrata (SPD, 153 escaños). Luego de los comicios, se reeditó la gran coalición entre la CDU/CSU y el SPD, con Angela Merkel como Canciller de Alemania.
El Estado con más presencia de la CDU es Sarre (40,7%, 2017) y el que cuenta con menor presencia es Hamburgo (11,2%, 2020).
Miembro del parlamento. Presidiendo el gobierno. Miembro del parlamento. En el gobierno. Miembro del parlamento. En la oposición.
A lo largo de su historia, la CDU presentó varios programas políticos. El programa de Ahlen de 1947 todavía defendió un llamado socialismo cristiano; dos años más tarde, en el programa de Düsseldorf para las primeras elecciones federales de la posguerra, se propagó la "economía social de mercado". Decisivo para el desarrollo del partido fue el "programa de principios" votado en 1978 en Ludwigshafen, preparado por una comisión liderada por Richard von Weizsäcker (quien posteriormente sería Presidente Federal). El segundo "programa de principios" fue decidido en el congreso del partido de Hamburgo en 1994 y lleva el título "Libertad en la Responsabilidad".
En su programa, la CDU habla de la "concepción cristiana del ser humano y de su responsabilidad ante Dios". Uno de los objetivos de la CDU es la de dirigirse a todas las confesiones cristianas, a cambio del Partido del Centro, su precursor exclusivamente católico durante la República de Weimar. La CDU defiende la economía social de mercado dentro de un Estado de derecho federal. A escala exterior, quiere profundizar la integración europea y las relaciones con Estados Unidos.
Durante los últimos años, la CDU hizo hincapié sobre todo en las áreas de política económica, fiscal, educativa, exterior y de seguridad. El título de su programa electoral para las elecciones federales de 2005 llevó el título "Crecimiento. Trabajo. Seguridad". Además, la CDU defiende una reducción de la burocracia y trató de incentivar un debate sobre patriotismo.
En 2007, un congreso del partido en Hanóver votó un tercer programa de principios, bajo el título de "Libertad y seguridad. Principios para Alemania". En él, la CDU se autodefine como "partido popular del centro" y defiende sus raíces social-cristianas, liberales y conservadoras. Reafirma la importancia de la "concepción cristiana del ser humano", en la que se basan los tres valores "libertad, solidaridad y justicia". Proclama el objetivo de crear una "sociedad de oportunidades" en la que los ciudadanos vivan "libres y seguros". Uno de los aspectos centrales del programa es el papel de la familia como núcleo de la sociedad; para fomentar el número de hijos, la CDU quiere mejorar la compatibilidad entre la vida profesional y familiar, ampliando el número de plazas gratuitas en guarderías. Además, la CDU defiende el mantenimiento de las ventajas fiscales para las familias.
Tras la caída da la Alemania nazi al final de la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de un nuevo orden político en el país era inminente. Pero simultáneamente comenzaron los movimientos independientes que surgen en Alemania, cada uno con el objetivo de planificar un "Cristiano-demócrata." El "movimiento Unión" fue establecido en Berlín el 26 de junio de 1945, y en Renania del Norte-Westfalia en septiembre del mismo año.
Los miembros fundadores de la CDU consistieron principalmente en los exmiembros del Partido del Centro, del Partido Democrático Alemán, del Partido Nacional del Pueblo Alemán, y del Partido Popular Alemán. Varios de estos individuos, incluyendo el fundador de los demócrata-cristianos en Berlín, Andreas Hermes y el futuro canciller de Alemania Konrad Adenauer, fueron encarcelados por su participación en la resistencia alemana al nazismo. Sin embargo, en los años de la Guerra Fría después de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de 1960, la CDU también atrajo a numerosos conservadores y anticomunistas exnazis o colaboradores de los nazis en sus rangos superiores (como Hans Globke y Theodor Oberländer).
Al principio, no estaba claro cuál de las partes se verían favorecidas por los vencedores de la guerra, pero al final de la década de 1940, los gobiernos de los Estados Unidos y del Reino Unido comenzaron a inclinarse por la CDU y lejos del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Las potencias occidentales apreciaron la moderación de la CDU, su flexibilidad y su valor como una fuerza contra los comunistas, en la que se hace un llamamiento a los votantes europeos de la época. También, Adenauer había recibido temprano confianza de los británicos.
El partido se dividió en torno a cuestiones como rearme dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) del denominado Bloque Occidental y la reunificación alemana como un estado neutral. Adenauer se negó a considerar al SPD como parte de la coalición hasta que estuvieran seguros de que compartieran su posición anticomunista. El principio de la reunificación rechazó que enajenen Alemania de la alianza occidental hacía más difícil el ancla del partido entre los votantes Protestantes.
Después de la reunificación de Alemania, para que la CDU no fuera derrotada por la oposición socialista el partido recibió dinero para financiar su campaña electoral de manos del gobierno francés, liderado por el presidente François Mitterrand, quien estaba interesado en que la empresa petrolera francesa Elf Aquitaine se quedara con la refinería de Leuna, situada en Alemania Oriental y pertenecía a la empresa pública Minol. Estas operaciones para aceptar dinero de forma fraudulenta se habían llevado a cabo durante el gobierno de la CDU del canciller Helmut Kohl en la década de 1990, si bien esta información fue escondida y no fue descubierta hasta 1999, con el triunfo de la oposición.
La operación se ejecutó en diciembre de 1994, la mayoría conservadora de la CDU en el Bundestag aprobó una ley que anulaba todos los derechos de los propietarios. Se descubrió que disponían en cuentas del cantón de Ginebra (Suiza) más de 300 millones de marcos alemanes en fondos ilegales, al menos 256 apropiados de la venta a Elf Aquitaine.
En 1998, Helmut Kohl perdió las elecciones a la cancilleria ante Gerhard Schröder y renunció a su cargo de líder de la CDU. Su sucesor fue Wolfgang Schäuble y Angela Merkel pasó a ser secretaria general. Entonces el escándalo de donaciones comenzó a amenazar los logros de la nueva cúpula del partido. En esta situación, Merkel publicó un artículo en el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung donde exigió de su partido distanciarse de Helmut Kohl. Luego, un aspecto del mismo escándalo salpicó a Schäuble, quien tuvo que entregar la dirección del partido.
Entonces con 96% de los votos el partido Merkel fue elegida como jefa en abril de 2000. Por otra parte, Edmund Stoiber, líder del CSU competía con Merkel por la candidatura a la cancillería en las elecciones federales de 2002, y Merkel cedió el lugar al político bávaro. Stoiber perdió ante Schröder, pero tres años después el canciller convocó a elecciones anticipadas, en las que una “Gran coalición” con los socialdemócratas del SPD, le aseguró a Merkel el puesto de canciller en las elecciones federales de 2005.
El 7 de diciembre de 2018, Annegret resultó elegida presidenta de la CDU en el congreso federal de ese partido. La hasta ese momento secretaria general de la formación se impuso a los otros dos candidatos, Friedrich Merz y Jens Spahn. De esta forma, la CDU optó por la línea más centrista y europeísta de Angela Merkel, que después de 18 años dejaba el liderazgo del partido.
El 10 de febrero de 2020 comunicó su renuncia a la presidencia del partido y por tanto a ser candidata a la Cancillería en sustitución de Merkel. La decisión está relacionada con la crisis en el land de Turingia por el voto conjunto de conservadores y liberales con los ultraderechistas de Alternativa para Alemania. Continuó en el cargo hasta el 16 de enero de 2021, cuando Armin Laschet fue elegido como nuevo presidente de la formación.
En el ámbito de la política referente a la Unión Europea en Alemania, la CDU se ve a sí misma como "el" partido europeo. Esta afirmación está justificada por la política europea de Konrad Adenauer y los posteriores cancilleres del partido, así como por una tradición que apunta programáticamente a un estado europeo y a la unificación del Occidente cristiano. Sin embargo, la idea del estado ha pasado a segundo plano con la introducción de la regulación del mercado interno y la reunificación alemana.
Al excanciller Helmut Kohl se le describe en el partido (pero también a través de las fronteras nacionales y del partido) como un europeo convencido, ya que la integración europea se promovió en su cancillería, por ejemplo, mediante la firma de los acuerdos para el euro, el mercado interno o el Acuerdo de Schengen.
A raíz de la crisis del euro, la CDU se está reposicionando para la integración europea, pero de manera menos crítica que su partido hermano bávaro, la CSU. Los eurodiputados del partido están comprometidos con el mayor desarrollo de la Unión Europea en una confederación europea. A partir de 2009, el gobierno federal liderado por CDU y dirigido por Angela Merkel se basó más en las regulaciones intergubernamentales, por ejemplo, en el contexto del Pacto del Euro. Sin embargo, en su conferencia del partido en 2011, la CDU decidió una posición que propagaba el método comunitario y pidió una unión política basada en principios federales.
El partido es contrario a la adhesión de Turquía a la Unión Europea. En cambio, aboga por una asociación privilegiada. Sobre todo, argumenta que Turquía con frecuencia viola los derechos humanos y que el gobierno turco niega el genocidio armenio de 1915. Además, Turquía debe reconocer a Chipre como un estado soberano, ya que es un requisito previo que los Estados miembros de la UE se reconozcan mutuamente.
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