La Copa Mundial de la FIFA Chile 1962 fue la séptima edición de la Copa Mundial de Fútbol, realizada en Chile durante el otoño, entre el 30 de mayo y el 17 de junio de 1962.
Tras Brasil 1950, el principal campeonato de fútbol internacional regresó a América después de haberse disputado dos veces consecutivas en Europa. Chile fue elegido como la sede en 1956 y la organización, que adoptó el lema «Porque nada tenemos, lo haremos todo», superó diversas dificultades, principalmente respecto a la infraestructura necesaria, lo que amenazó albergarlo, en especial tras la ocurrencia del terremoto de Valdivia de 1960 —el más potente registrado instrumentalmente en la historia universal con una magnitud de 9,5 MW— que afectó al territorio sur del país. Finalmente, fue celebrado en cuatro sedes, el segundo menor número en su historia: las ciudades de Arica, Rancagua, Santiago y Viña del Mar.
En el ámbito deportivo participaron 16 selecciones, siendo la versión más violenta de la historia —con partidos como la Batalla de Santiago entre el equipo local e Italia— y la con mayor cifra de goleadores, seis con cuatro tantos. Se destacó el único gol olímpico que ha sido anotado en el torneo, obra del colombiano Marco Coll ante la Unión Soviética, y las habilidades del brasileño Garrincha, quien fue el «mejor jugador» del evento mientras su compatriota Pelé estaba lesionado. La final fue jugada en el Estadio Nacional en Santiago, donde Brasil consiguió su segundo título mundial al ganar a Checoslovaquia por 3-1, la última vez que ha ocurrido consecutivamente. Los locales alcanzaron el tercer puesto al vencer a Yugoslavia por 1-0, el «principal logro del fútbol chileno en su historia».
El certamen tuvo el estreno de un balón con forma esférica regular: Crack, fabricado por una compañía local, el uso de los goles después de los puntos para definir los clasificados en los grupos: su promedio, y música oficial: la canción «El rock del Mundial» de la banda Los Ramblers.
Tras los reclamos realizados por las federaciones americanas por haber otorgado la Copa Mundial a Europa dos veces consecutivas, esta fue destinada a ser organizada por un país sudamericano. Argentina, luego de sus fallidas candidaturas previas, era la favorita. Sin embargo, el dirigente chileno del club Magallanes, Ernesto Alvear, asistió a un Congreso de la FIFA realizado en la ciudad de Helsinki (Finlandia) durante la realización de los Juegos Olímpicos de 1952. Analizó la situación y consideró que Chile era capaz de organizarlo, ya que durante los años 1950 estaba en su esplendor deportivo al ser una prioridad para los gobiernos radicales (1938-1952) y puso como ejemplo que Finlandia pudiera albergar un evento de nivel global, siendo similar por su pequeñez y apartamiento.
Chile inscribió su candidatura en 1954, al igual que Argentina y Alemania Federal, que posteriormente desistió para evitar un boicot sudamericano. La delegación de la Federación de Fútbol de Chile, liderada por Carlos Dittborn —el presidente de esta y de la Confederación Sudamericana de Fútbol— y Juan Pinto, recorrió varios países convenciendo a las distintas asociaciones de la capacidad del país para organizar el torneo en comparación a la tradición futbolística, mejor situación económica y superior infraestructura deportiva de Argentina, remarcando su crisis política y público violento.
El 10 de junio de 1956 se reunió el Congreso de la FIFA en la ciudad de Lisboa (Portugal), para definir la sede. Ese día, Raúl Colombo —el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino— terminó su discurso de dos horas en español con la frase: «Podemos hacer el Mundial mañana mismo. Lo tenemos todo». Al día siguiente, Dittborn presentó en 15 minutos cuatro argumentos que sostenían la candidatura chilena: continuidad en la asistencia a torneos y congresos organizados por la FIFA, clima deportivo, tolerancia de credo y raza, así como estabilidad política e institucional del país. Además Dittborn invocó el artículo 2 de los estatutos de la FIFA que imponían a la copa Jules Rimet una función de fomento del fútbol en los países poco desarrollados. A continuación se realizó la votación: Chile fue elegido con 32 votos a favor, mientras que Argentina recibió 10 y 14 miembros lo dejaron en blanco.
Dentro de los mitos surgidos a partir de esa reunión caben destacar dos: El primero es que Dittborn dio su discurso en español, inglés y francés. Dittborn, hijo de diplomático, efectivamente hablaba varios idiomas, sin embargo el mismo reconoció haber dado su discurso solo en inglés. Los memorandos repartidos estaban escritos en cuatro. También, la frase supuestamente pronunciada al finalizar su exposición «Porque nada tenemos, lo haremos todo», y que aparece en el tablero marcador del estadio de Arica que lleva su nombre. Esta frase tiene su origen en el título de una entrevista hecha a Dittborn por el periódico local El Mercurio.
En cursiva, los debutantes en la Copa Mundial de Fútbol. El proceso clasificatorio está disponible en Clasificación para la Copa Mundial de Fútbol de 1962.
Chile (Anfitrión)
Brasil (Campeón defensor)
Argentina
Uruguay
Alemania
Checoslovaquia
Inglaterra
Unión Soviética
España
Italia
Hungría
Yugoslavia
Bulgaria
Colombia
México
Suiza
Los preparativos para la cita mundialista fueron iniciados inmediatamente, especialmente debido al apoyo entregado por parte del presidente de Chile Jorge Alessandri, quien asumió en 1958. Los planes para modernizar gran parte del país, especialmente en cuanto a transportes y telecomunicaciones, avanzaban velozmente. Sin embargo, todo cambió el 21 y el 22 de mayo de 1960 con el terremoto de Valdivia que afectó a todas las ciudades al sur de Talca provocando cerca de 2000 fallecidos y dos millones de afectados. Dittborn pensó en que el sueño de su Mundial había finalizado y decidió con el comité acercarse al presidente Alessandri para devolver el dinero que había prestado el Gobierno para la realización del torneo, pero él expresó: «El Mundial, señores, se hace en Chile, sí o sí». Para evitar la cancelación, diversas federaciones de fútbol colaboraron con el Comité Organizador y la FIFA entregó una donación de 20.000 dólares.[cita requerida]
El terremoto obligó a la modificación completa de la programación del Mundial que tendría ocho sedes. Las ciudades de Talca, Concepción, Talcahuano y Valdivia fueron descartadas, mientras que Antofagasta y Valparaíso desisten de serlo debido a que sus estadios no podían ser autofinanciados, condición que debió imponer la Federación ante la falta de recursos. Sin embargo, la Municipalidad de Viña del Mar y la Junta de Adelanto de Arica logran remodelar sus sedes deportivas, mientras la cuprífera estadounidense Braden Copper Company, dueña de la mina El Teniente, permite la utilización de su estadio en Rancagua. Con tres sedes más la capital, el Mundial podía realizarse, aglutinando en cada uno de los estadios los partidos de cada grupo.
Para la Copa hubo nuevamente una marca de participantes: 56. Con la implantación del promedio de goles, el sistema clasificatorio se ahorró partidos de repesca que lo extendían innecesariamente. Francia y Suecia, que habían estado en el podio del Mundial previo, marcaron la sorpresa al no clasificar, mientras nuevamente no clasificaron equipos de Asia y África. Los organizadores escogieron a la norteña ciudad de Arica, pensando en la segura clasificación del Perú que vendría con su hinchada por su cercanía a la frontera con ese país, pero finalmente fue Colombia, que eliminó al Perú contra todo pronóstico.
El 18 de enero de 1962 es realizado el sorteo del Mundial en el Hotel Carrera. Chile integró el grupo más difícil al tener que enfrentar a Alemania Federal, Italia, (dos campeones previos) y Suiza. Tras la muerte de Pinto en 1957, Dittborn fallece repentinamente el 28 de abril (32 días antes del inicio de la Copa) producto de una pancreatitis aguda. En su honor, el seleccionado local portó una cinta negra bajo su escudo mientras Carlos y Juan Dittborn, hijos del organizador, fueron los encargados de izar la bandera el día de inauguración del torneo.
Tuvo un impacto destacado en la naciente televisión chilena, ya que los tres canales existentes —Canal 9, Canal 13 y UCV Televisión— realizaron grandes inversiones para adquirir equipos móviles y emitir algunos partidos en directo, junto con mejorar la calidad de sus transmisiones y masificar dicho medio de comunicación.
Los lugares elegidos por cada equipo para su concentración y alojamiento fueron:
En esta edición del torneo, seis jugadores quedaron igualados en cantidad de goles y asistencias, el húngaro Flórián Albert lo hizo en solo 270 minutos por lo que está considerado en primer lugar, el segundo y tercer lugar fueron para el soviético Valentín Ivanov y el brasileño Garrincha, que jugaron 360 y 443 minutos respectivamente.
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