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Cullera



¿Dónde nació Cullera?

Cullera nació en Valencia.


Cullera es un municipio español, perteneciente a la provincia de Valencia y situado en la comarca de la Ribera Baja. En 2018 tenía una población censada de 21 918 habitantes.

El municipio de Cullera se sitúa en la ribera del río Júcar y junto al mar Mediterráneo; se encuentra a 30 km de la capital, Valencia. En esta localidad desemboca el río Júcar, irrigando el término municipal entero de Cullera, mediante un sistema de regadío diseñado en la época musulmana. El Júcar también irriga prácticamente toda la comarca de la Ribera Baja. Aparte del río Júcar, también existe la laguna de l'Estany, situada en la parte sur del término municipal con desembocadura en el mar; este es un lugar de pesca habitual.

Al norte y en un recoveco de Montaña de los Zorros, se encuentra la laguna de San Lorenzo; un gran estanque rodeado de cañas y con la fauna autóctona del parque natural de la Albufera. El término municipal de Cullera se extiende a lo largo de una llanura, cuya única elevación es la Montaña de los Zorros (muntanya de les raboses), con una altura máxima de 233 m s. n. m., siendo la última estribación del sistema ibérico antes de llegar al mar. El nombre de la montaña se debe a que en una época habitaban muchos conejos, haciendo que también se encontrase la rabosa o zorro en el mismo hábitat; aunque rara vez suele verse algún ejemplar, excepto en contadas ocasiones. De esta montaña cabe destacar que por su situación geográfica, desde la cual se controlan todos los alrededores, siempre estuvo habitada y utilizada como atalaya, hecho constatado por el castillo musulmán reformado más tarde por los cristianos, que a principios del siglo XX se vuelve a reformar para albergar un santuario. Mucho más reciente es el fuerte en la parte más elevada de la montaña, que data de la época de las guerras carlistas.

Su clima es termomediterráneo seco con temperaturas anuales superiores a los 18 °C. Con una vegetación de huerta, naranjos, arrozales, olivos, algarrobo y frutales.

También posee frente a sus costas un diminuto islote denominado peñeta del moro.[1]

Cullera, junto con los términos municipales de Valencia, Alfafar, Sedaví, Catarroja, Masanasa, Albal, Beniparrell, Silla, Sollana, Sueca, Albalat de la Ribera y Algemesí, forma parte del parque natural de la Albufera.

Localidades limítrofes

La ciudad fue poblada desde hace más de 25 000 años, como demuestran los restos del Paleolítico superior encontrados en la cueva del volcán.

Abundantes lugares del término municipal nos remontan a viejos períodos como el Neolítico o la Edad de Bronce.

Siglos más tarde, durante la colonización musulmana, el pueblo se llamó Colla-Aeria (Cumbre alta), adaptándose luego como Cullera. Fue en esta época cuando el pueblo sufrió una gran transformación tanto económica (sistemas de regadíos, nuevos métodos de cultivo, etc.) como social.

En el Cantar de mio Cid ya aparece esta localidad con el nombre de Gujera. Durante la reconquista llevada a cabo por la Corona de Aragón y dirigida en aquellos momentos por el rey Jaime I, los cristianos intentaron tomar Cullera por la fuerza en 1235, no consiguiéndolo y teniendo que esperar a 1240 después a la capitulación de Valencia y mediante un tratado con el valí Zeyyán en el cual se prometía respetar las posesiones musulmanas en Cullera y Denia durante la toma pacífica de estas, extendiendo así el dominio aragonés.

En 1247, los moros de toda la comarca se sublevaron contra el poder real y se apoderaron de la fortaleza. Como consecuencia, el Rey ordenó su expulsión, concluyendo con la época de presencia islámica en la Ribera.

Diversos hechos de armas acontecieron en Cullera durante la Edad Media, entre los que cabe destacar la toma de la Fortaleza por las tropas de Pedro I de Castilla en sus luchas contra Pedro IV de Aragón.

El 25 de mayo de 1550, como parte de su campaña de saqueo por el Mediterráneo, el corsario berberisco Dragut asaltó la villa y consiguió un importante botín en bienes y cautivos; el suceso causó gran conmoción en la Cullera de la época y la villa quedó prácticamente despoblada durante décadas. En la cueva en que, según la leyenda, se produjo el intercambio de prisioneros, se ubica un interesante museo sobre la piratería mediterránea en el siglo XVI.

Felipe II, deseoso de eliminar el problema, hizo construir un conjunto de torres defensivas de las que pervive la Torre del Marenyet.

En septiembre de 1911 tuvieron lugar los trágicos hechos conocidos como los Sucesos de Cullera, donde un juez de Sueca y dos funcionarios públicos (alguacil y secretario del juzgado que, dotados de plenos poderes, actuaron con prepotencia e irresponsabilidad) fueron brutalmente asesinados por gentes del lugar.

Durante la Guerra Civil Española, se formará una colectividad ugetista, integradora de los pequeños propietarios, y otra anarquista interesada en la socialización de todo el término municipal; después de la guerra, se crea la Hermandad Sindical, que acoge a patrones, agrarios y jornaleros, implicando una forma de neutralización del movimiento campesino e, incluso, una preocupación prioritaria para las mejoras técnicas (plagas, caminos) y por el desarrollo de fórmulas cooperativistas, muy intensas en Cullera.

Desde la década de 1960, la población de la villa ha vivido un gran auge unido a un potente desarrollo urbanístico. Debido a la calidad de sus playas y su clima, Cullera se ha convertido en una localidad turística de primer orden, con los beneficios y problemas que ello conlleva.

Las comunicaciones con Cullera en coche son mediante la autopista AP-7 (salida Favara-59) que conecta con Valencia, Alicante, Barcelona. Enlaza con la red europea.

La Nacional N-332 (donde se encuentra el primer tramo de la futura A-38) enlaza la ciudad con todas las poblaciones de la costa, hasta el sur de la Comunidad Valenciana.

La carretera Nazaret-Oliva (CV 500) permite conectarse, por la parte norte, con Valencia por la costa. A Madrid se puede llegar también por la A-3, conectada con la AP-7, en tres horas.

En avión, el aeropuerto más cercano es el de Valencia, situado en Manises, a 40 km de Cullera. También está el de Alicante (El Altet), a 150 km de Cullera.

Hay conexiones ferroviarias entre Valencia y Gandía cada media hora y cada cuarto en horas punta. También conexiones Cullera - Madrid (Tren Alaris, RENFE) y también con el AVE-Alvia en verano, dentro del tramo Madrid-Gandía.

En autobús; las líneas de autobuses regulares a Valencia y Costa Blanca (Autobuses ALSA), a Madrid (Avanza Bus), al norte de España (BILMAN Bus).

Su economía basada tradicionalmente en la agricultura (cultivos de arroz y naranjos) y en la pesca ha ido cediendo terreno en favor de un importante desarrollo turístico tanto a nivel nacional como internacional.

En los años 1960 con el boom turístico, llevado de la mano de la especulación urbanística, se creó una nueva clase de ciudadanos que principalmente se dedicaron al sector de la construcción (Albañilería, Ebanistería, Fontanería, etc.). Una vez se hubo terminado este auge, la ciudad entró en un periodo de decadencia, en el cual se sumaron varios factores: la falta de previsión de las autoridades hizo que el turismo de capital económico se decantase por otras zonas; el bajo beneficio que se extrae de la rica huerta, hizo que muchos campos se abandonaran (problema generalizado en la mayor parte del estado); se dejó de construir y se dirigió la economía a un turismo que no era capaz de alimentar a toda la población. Gracias al turismo esta ciudad se mantiene pero durante la época de invierno se puede ver una gran disminución en la población y en la economía, que va mejorando de nuevo cuando empieza a llegar el verano.

En el término municipal de Cullera se ubican los siguientes núcleos de población:

En Cullera encontramos muchas playas. A continuación se nombran de norte a sur:

Las playas pueden ser playas Certificadas, es decir, galardonadas internacionalmente por su calidad, limpieza y servicios. Seis cuentan con un sistema de gestión medioambiental y de calidad, según las normas ISO 14001, reglamento comunitario EMAS, ISO 9001 y la marca Q de Qualitur (Playas del Faro, Los Olivos, Cap Blanc, Racó, San Antonio y Escollera). La Playa de San Antonio también ha sido certificada con la marca Q de la Calidad Turística Española. Las seis playas con Bandera Azul de 2010 son San Antonio, Racó, Cap Blanc, El Faro, Dosel y Los Olivos. O playas accesibles, es decir, todas las playas que cuenten con servicios para las personas con discapacidades físicas (rampas, pasarelas, duchas adaptadas, sombras reservadas, vestuarios, aparcamiento, sillas anfibias, etc.). En el caso de Cullera son la Playa de San Antonio y la Playa del Racó.

A la hora de preparar paella y arroz, Cullera es uno de los lugares con más arraigo en su elaboración. Posee un amplio y variado recetario que incluye distintas formas distintas de preparar el arroz: secos, melosos, caldosos, de carne, de pescado, de mariscos, de verduras...

Cabe resaltar platos típicos como el all i pebre (con patatas, anguilas, ajo y pimiento picante), la espardenyà (con patatas, anguila, conejo y huevos), el suquet de peix, la zarzuela o la fideuá.

En repostería, la coca de limonada, los buñuelos de Fallas, los pasteles de boniato, la Torta Cristina o la coca de nueces y pasas.



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