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Esteban I Báthory



Esteban I Báthory de Somlya (Acerca de este sonido [ˈiʃtvaːn ˈbaːtori] en húngaro, Báthory István, en polaco, Stefan Batory Szilágysomlyó, Transilvania, Reino de Hungría 1533 - Hrodna, Mancomunidad de Polonia-Lituania 1586) fue un conde húngaro, príncipe de Transilvania (1571-1576) y rey de Polonia (1576-1586).

Esteban Báthory nació el 27 de septiembre de 1533 en Somlyó como hijo de Esteban Báthory de Somlya (1477-1535) y Catalina Telegdy de Kincstartó (1492-1547). Su familia era una de las más poderosas de Transilvania, y aparte de la propiedad de Somlyó, también gobernaban en Szatmár y Szinér. Su padre fue voivoda de Transilvania entre 1530 y 1534.

Su padre falleció el 17 de marzo de 1534, varios meses después de su nacimiento, por lo cual el arzobispo de Esztergom, Pablo Várdai, se ocupó de su educación, y luego en la década de 1540 Báthory fue a la corte de Fernando I de Habsburgo. Báthory recibió una profunda educación humanista, aunque nunca estudió en la universidad de Padua, la más reconocida en su época. A esa universidad asistía su sobrino, el padre del futuro príncipe transilvano Gabriel Báthory. Al producirse la Reforma, Báthory se aferró a su fe católica, volviéndose uno de sus más grandes defensores, como lo eran también los Habsburgo. Regresó a Transilvania, la cual se hallaba en ese momento aún bajo el control de los Habsburgo, quienes habían heredado la corona húngara. Ahí Báthory se convirtió en vasallo de la reina Isabela Jagellón de Hungría y su pequeño hijo Juan Segismundo de Zápolya: en nombre de los altos poderes húngaros, saludó y escoltó a la reina hasta su residencia en Kolozsvár. En 1559 obtuvo el puesto militar más alto de Transilvania, capitán general de la ciudad de Várad.

El capitán general de Isabela, Melchor Balassa, cambió de bando político en 1561, aliándose con el rey húngaro Fernando I de Habsburgo, lo que generó nuevos enfrentamientos entre los pretendientes a la corona húngara de ambos bandos (Zápolya y Habsburgo). En 1562 Báthory sufrió una derrota en la batalla librada junto a Hadad (hoy Hodod en Romania) contra las fuerzas de Balassa. En 1563, Báthory fue como embajador ante el rey Fernando I (aunque en vano), para que pidiese la mano de una de sus hijas para Juan Segismundo de Zápolya. En 1564, aprovechándose del error cometido por Balassa, Báthory ocupó los territorios familiares de Szatmár, Nagybánya, los cuales lograron otras victorias que favorecieron el bando de Juan Segismundo. El nuevo rey húngaro, y también emperador germánico Maximiliano II de Habsburgo, llamó a Lazar de Schwend en 1565 para enviarle a la cabeza de un ejército imperial contra Transilvania. Ante los éxitos obtenidos por Schwend y Balassa, Juan Segismundo le confió a Báthory la dirección de las negociaciones de paz. Sin embargo, el monarca transilvano no cumplió el tratado temporal firmado en Szatmár, pues los turcos otomanos aliados con este habían decidido atacar. Como consecuencia de esto, Báthory fue arrestado en Viena por dos años y medios al estar actuando como embajador ante Maximiliano. En su ausencia, Juan Segismundo cayó bajo la influencia de Gaspar Bekes, y cuando Báthory regresó a Transilvania fue excluido de la corte. En 1570 Bekes negoció el acuerdo de Espira, donde se establecía una nueva relación de poder entre Maximiliano y Juan Segismundo de Zápolya. El húngaro, por una parte, renunciaba a sus pretensiones sobre la corona húngara a favor del monarca germánico, y por otra parte, el Habsburgo le reconocía como príncipe de Transilvania, separándose esta del Reino de Hungría. De esta manera, el reino húngaro se dividió en tres partes, una occidental bajo el control de los Habsburgo, una central bajo poder otomano y una oriental en la forma del Principado de Transilvania controlado por la nobleza húngara.

Luego de la muerte del príncipe transilvano Juan Segismundo de Zápolya, según el acuerdo de Espira, Transilvania debía haber pasado a manos de Maximiliano II de Habsburgo (en este caso Gaspar Bekes hubiese quedado como el voivoda), pero contraponiéndose a esto, el sultán Selim II declaró la ahidnâme, un documento donde nombraba al nuevo príncipe transilvano. Los nobles de Transilvania se reunieron ante dicha situación crítica, y en la asamblea de Gyulafehérvár el 25 de mayo de 1571 eligieron príncipe al húngaro más poderoso: Esteban Báthory. Después se publicó la athame (donde también aparecía el nombre de Báthory…). Al mismo tiempo, tanto el príncipe como el voivoda de Transilvania juraron en secreto lealtad a Maximiliano II. A los turcos sólo les interesaba que la parte del Reino de Hungría y Transilvania no cayesen en manos de una misma persona, por lo cual Báthory resultó ser el mejor candidato, ya que Bekes era partidario de los Habsburgo. Por ello contribuyeron a que en 1572 Báthory pudiese heredar su puesto. Maximiliano hubiese ocupado de buena gana Transilvania, pero a los tres años de haber acordado la paz de Drinápolis, no se quiso arriesgar a enfrentarse de nuevo a los turcos en una guerra abierta. Así pues, mostró una actitud favorable hacia Báthory, como si realmente se alegrase de que luego de un unitario (Zápolya), un noble húngaro católico fuese el príncipe de Transilvania.

La buena relación, sin embargo, no duró mucho: Maximiliano comenzó a planear acciones contra Báthory junto a Bekes en 1573. El príncipe de Transilvania logró vencer a sus adversarios, y Bekes se vio forzado a huir a la Hungría de los Habsburgo, mientras su fortaleza de Fogaras caía en manos de Báthory. Pero Bekes reunió un ejército húngaro de los territorios reales del reino y en Transilvania comenzó a instigar a que se alzaran los sículos y sajones. Maximiliano deseaba apoderarse del trono polaco que recientemente había quedado vacante, pero no contaba con que Báthory también había quedado como uno de los posibles candidatos para ocuparlo. El rey húngaro y emperador germánico envió a Bekes a ejecutar la acción en Transilvania. Báthory venció finalmente a sus adversarios en la batalla de Kerelőszentpál el 8 de julio de 1575. En la guerra contra Bekes surgió también el noble Moisés Székely, quien luchó tan valientemente en las batallas de Radnót y Kerelőszentpál, que el príncipe transilvano le nombró comandante de su guardia personal. Báthory hizo colgar aún en el campo de batalla a cinco nobles, y un mes después, con aprobación de la asamblea transilvana, ejecutó a cuarenta y tres partidarios de Bekes (entre los cuales había siete nobles más). En la batalla fue hecho prisionero el poeta Valentín Balassi, a quien el príncipe mantuvo en su corte hasta 1577. Esa victoria fortaleció el poder de Báthory, por lo cual el sultán Murad III aumentó el tributo de Transilvania al Imperio otomano de diez a quince mil florines, y con una Transilvania estable, también mejoraron las posibilidades de acceder al trono polaco.

En cuanto a su política interna, Báthory se esforzó por fortalecer el poder del príncipe: revisa los otorgamientos anteriores de las propiedades principales, toma en cuenta los ingresos estatales, desarrolla el comercio y la minería. No perturba la paz religiosa que existía en Transilvania en ese momento (al mismo tiempo prohibió las nuevas reformas), aunque su objetivo era fortalecer el catolicismo en el Principado de mayoría protestante. En 1579 estableció a los jesuitas, y como reformador religioso, ordenó el encierro del obispo unitario Ferenc Dávid en la prisión de Déva. En 1581 fundó una universidad jesuita en Kolozsvár, precursora de la actual Universidad de Derecho de Szeged. Se rodeó de personalidades intelectuales que habían estudiado en la universidad de Padua, comenzando así el ascenso de familias húngaras, como los Wesselényi y los Bethlen. El propio príncipe fue un excelente escritor político, y sus cartas son estimadas por estudiosos como de estilo prodigioso. Báthory pudo haber tenido un alma sensible, pues tocaba el instrumento conocido como Virginal, un ancestro del piano, y lo tenía en su propia habitación. Bajo su gobierno el Principado de Transilvania vivió su primera época dorada.

Al extinguirse la Casa de los Jagellón en Polonia (1572), se convirtió en un reino donde se elegía libremente al monarca. En 1573 Enrique de Valois, el hermano menor del rey de Francia, fue elegido rey polaco, con el cual firmaron los nobles el acuerdo conocido como Articuli Henricanit, con el que se debilitaba el poder del monarca a favor de la aristocracia. El nuevo rey, sin embargo, a la muerte de su hermano mayor abandonó Polonia para ocupar el trono francés. Volvió a estallar la guerra por el trono polaco.

El candidato más probable era Maximiliano II de Habsburgo, rey de Hungría y emperador germánico, pero también Iván IV de Rusia (el Terrible) manifestó sus pretensiones, mientras que los turcos propusieron a Esteban Báthory para que fuese tomado en cuenta para la sucesión. El zar ruso cedió a favor de Maximiliano II a cambio de ciertos beneficios territoriales. El papa apoyaba a Maximiliano II, así que la tensa situación llevaba a temer lo peor a los polacos y lituanos que estaban en un mismo Estado desde la unión de Lublin en 1569. Parecía como si los alemanes y los rusos fueran a desmembrar el reino entre ellos, mientras tenían que contener los ataques de los turcos desde el sur. Si bien los altos nobles polacos votaron junto con el alto clero por Maximiliano, la nobleza media eligió a Esteban Báthory el 12 de diciembre de 1575. Finalmente la rapidez resultó decisiva: Báthory se apresuró a tomar como esposa a Ana Jagellón, la hermana de Segismundo II Augusto Jagellón, el último rey polaco de la Casa de Jagellón. El apresurado Báthory llegó a Cracovia y fue coronado el 1 de mayo de 1576 en la catedral de Wawel. Afortunadamente para Báthory, ese mismo año murió Maximiliano, así que la ciudad polaca de Gdańsk era la única que tenía que reconocer como su soberano al noble húngaro.[1]

No renunció al trono de Transilvania. Primero su hermano mayor Cristóbal Báthory actuó como regente, y tras su muerte en 1581, su hijo Segismundo Báthory se convirtió en el siguiente voivoda regente. Pero por su minoría de edad fueron asignados consejeros regentes. Sin embargo, los asuntos más importantes fueron tratados en la cancillería transilvana instalada en Cracovia. Posteriormente muchos hijos de nobles húngaros fueron a Polonia a estudiar a la corte de Esteban I. Entre los más destacados están Andrés Báthory, Baltazar Báthory, Segismundo Forgách, Jorge Bánffy, Cristóbal Bánffy, Gabriel Majláth, Nicolás Orbay, Juan Cséffy. Así pues, la corte polaca se convirtió en esta época en el centro de mayor relevancia cultural en la Europa Central.

En 1585 Báthory recuperó de la Hungría real de los Habsburgo los territorios de Nagybánya, y en lugar de los consejeros regentes nombró a uno solo: Juan Ghyczy, el capitán de Várad. En Polonia se esforzó por fortalecer el poder central, puso en orden la agricultura (con impuestos de consumo), colocó a transilvanos (cerca de cinco mil) en el ejército de mercenarios de los nobles polacos. Nombró como comandante de la caballería a Gaspar Bekes, quien le había pedido el perdón, y a Juan Bornemissza. Numerosos székely lucharon del lado del nuevo rey polaco, entre los cuales se podían contar a Moisés Székely (quien años después se convirtió también en príncipe de Transilvania). Su canciller, Jan Zamoyski, había estudiado en Padua, y se había convertido en su principal punto de apoyo, a quien le dio como esposa a su sobrina Griseldis Báthory, hija de su hermano Cristóbal. En 1584 ejecutó a uno de los hermanos Zborowski tras enterarse de que estos planeaban una conspiración.

Los nobles polacos deseaban de Báthory, que recuperase los territorios perdidos durante la guerra livona contra el zar Iván IV de Rusia, mientras que éstos no deseaban acarrear con los gastos de guerra ellos mismos. Así, Báthory cumplió con sus expectativas en gran parte asistido por guerreros húngaros hajdú (los cuales eran pastores armados): entre 1579 y 1581 venció a los rusos en tres campañas militares. Primero recuperó la fortaleza de Polock, y luego asedio exitosamente Velikije Luki; finalmente movilizó sus tropas hacia Pskov. El zar le hizo despertar esperanzas al papa de que deseaba catolizar su reino, y ayudar a expulsar a los turcos de Europa. Por ello Báthoy con la asistencia del religioso jesuita Antonio Possevino, en 1582 en Jam Zapolskij firmó un armisticio con los rusos. El éxito así fue significativo, pues con ese acuerdo Polonia recuperó Bielorrusia, que pertenecía en gran parte a Livonia y a Lituania, y obtenía gran influencia sobre el control del mar Báltico. Tras la muerte del zar en 1584, Báthory se ocupó en planear una estrategia para conquistar Rusia, pero los nobles polacos no estaban dispuestos a asumir los gastos de una empresa de tales proporciones.

Nunca pudo realizarse su proyecto a largo plazo de construir una federación de Estados (Polonia, Hungría y Transilvania) contra los turcos y los Habsburgos. El 12 de diciembre de 1586, inesperadamente , murió en la ciudad lituana de Grodnó. Puesto que no tuvo hijos varones que heredasen su trono, el derecho pasó directamente al sobrino de su esposa, el rey Segismundo III Vasa de Suecia, aunque surgirían problemas en la sucesión que darían lugar a la guerra de Sucesión Polaca (1587-1588). Esteban Báthory fue sepultado en la cripta de la catedral de Wawel en Cracovia. Es considerado por los polacos uno de sus reyes más importantes, a pesar de que hasta el final de su vida se mantuvo culturalmente identificado como húngaro. Muchos de los siguientes príncipes de transilvanos continuaron con su postura con la cual intentaron reunificar el reino húngaro partiendo desde Transilvania contra los Habsburgo.

Esteban era tío de la famosa condesa Isabel Báthory (hermano de su madre Anna) de la cual surgieron numerosas leyendas sangrientas.




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