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General Kindelán



¿Qué día cumple años General Kindelán?

General Kindelán cumple los años el 18 de septiembre.


¿Qué día nació General Kindelán?

General Kindelán nació el día 18 de septiembre de 962.


¿Cuántos años tiene General Kindelán?

La edad actual es 1061 años. General Kindelán cumplirá 1062 años el 18 de septiembre de este año.


¿De qué signo es General Kindelán?

General Kindelán es del signo de Virgo.


¿Dónde nació General Kindelán?

General Kindelán nació en Santiago de Cuba.


Alfredo Kindelán Duany (Santiago de Cuba, 1879-Madrid, 1962) fue un militar y aviador español, considerado fundador del actual Ejército del Aire.[1]​ Fue el primer jefe, en 1913, de la rama de Aviación del Servicio de Aeronáutica Militar, mandado por Pedro Vives que contemplaba una segunda rama de aerostación. Participó como jefe del Aire, responsable de la fuerza aérea del bando del general Francisco Franco durante la Guerra Civil. Director de la Escuela Superior del Ejército y miembro de la Real Academia de la Historia, su obra más importante es Mis cuadernos de guerra. Fue nombrado marqués de Kindelán en 1961.[2]

Nació en Santiago de Cuba, en la Capitanía General de Cuba, el 13 de marzo de 1879, hijo del ingeniero militar Ultano Kindelán (nieto de Sebastián Kindelán) y de su esposa Manuela Duany, ambos pertenecientes a acomodadas familias españolas de origen irlandés.[3]

Su familia, que se había trasladado a España en 1882 por un cambio de destino de su padre, ingeniero militar, perdió toda su fortuna como consecuencia de la guerra con los Estados Unidos en 1898. Quedó huérfano de padre a los trece años y a los catorce ingresó como cadete en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. Es nombrado teniente en 1899.

En 1901 obtuvo el título de piloto de globo aerostático en el Servicio de Aerostación Militar. Realizó numerosas ascensiones en globo y se convirtió en el primer piloto español de dirigible. Obtuvo el tercer y cuarto puesto en sus dos únicas participaciones en el campeonato de globos de la Copa Gordon Bennett.

Durante las dos primeras décadas del siglo, se dedicó también a colaborar con el desarrollo de la primera aeronáutica en distintos campos. Publicó los libros Dirigibles y Aeroplanos (1910) y La flota aérea española (1916). Participó, entre 1905 y 1908 con el ingeniero Torres Quevedo en los trabajos de desarrollo y construcción del prototipo del dirigible semirrígido, invento patentado en 1906 y que se emplea en la construcción de los dirigibles actuales.

Con la llegada del aeroplano en 1911, por encargo del gobierno y junto al coronel Pedro Vives y Vich desarrolla el estudio para la creación de una escuela militar de pilotos que finalmente se establece en el aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos y de la que se le encarga la dirección, obteniendo el primer título de piloto militar de aeroplano que en ella se expide en 1911.

En 1913 es nombrado jefe de Aviación del Servicio Aeronáutico Militar, asumiendo el mando de la primera escuadrilla que participa en la guerra de Marruecos. En 1915 se hace cargo de la Escuela Nacional de Aviación (ENA), de carácter civil, que se creó en el aeródromo de Getafe.

En 1921 pone en marcha en Los Alcázares (Murcia) la Escuela de Combate y Bombardeo y en 1922 recibe el cargo de Jefe de las Fuerzas Aéreas de África. En 1923 el teniente coronel Kindelán efectuando una misión sobre Tissi-Assa volando como observador y llevando de piloto al capitán Rafael Llorente Sola, es alcanzado por fuego de fusilería en el hombro y el cuello, debiendo permanecer casi un año de baja. En 1925 manda la Escuadra Expedicionaria, componente aéreo de la operación del desembarco de Alhucemas.

En 1926, Miguel Primo de Rivera lo nombra director general de Aeronáutica. En esos años comienza la gestación de los grandes vuelos de la aviación española alrededor del mundo como el Plus Ultra, de Ramón Franco, entre Palos de la Frontera y Buenos Aires, la Patrulla Atlántida, en que tres hidros fueron y volvieron a Guinea Ecuatorial, la Escuadrilla Elcano, en que tres Breguet 19 salen de Madrid hacia Manila, llegando solo uno de ellos a los mandos de Eduardo González-Gallarza y Joaquín Loriga, y los vuelos del Jesús del Gran Poder, un Breguet 19 que en 1927 hizo un periplo que lo llevó por Brasil, Paraguay, Argentina, Chile, Perú, Colombia, Panamá, Honduras y Cuba.

En 1927, Kindelán presenta un proyecto, que es aprobado para crear la "Jefatura Superior de Aeronáutica", lo cual significó la "casi" independencia de la Aviación, respecto de las otras armas y cuerpos del Ejército de Tierra. Se le concedió el uso de un uniforme específico (verde oscuro) con divisas igualmente particulares.

En 1929 es ascendido a general de brigada, pasando a presidir el Consejo Superior de Aeronáutica.

Alfonso XIII, después del fracaso de la dictadura de Primo de Rivera, a la que apoyó decisivamente, se ve obligado a exiliarse en Roma. Kindelán, marcadamente monárquico, se exilia y se traslada a Francia y luego Suiza al proclamarse la República.[4]​ Trabaja como ingeniero en la empresa Saurer de Arbon. En 1934 regresa a España para colaborar activamente en la preparación del golpe de Estado de julio de 1936 que, al fracasar parcialmente, da lugar a una guerra civil.

Iniciada esta, la Junta de Defensa Nacional del general Francisco Franco le nombra como Jefe del Aire, ocupando la Jefatura de los Servicios del Aire, haciéndose cargo de todas las fuerzas aéreas del bando sublevado durante toda la guerra, incluidas las de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana. Kindelán había apoyado a Franco desde el principio como comandante general de las fuerzas militares y esto le había convertido en uno de sus hombres de confianza.[5]​ Confiaba en Franco en gran parte como una buena oportunidad para así poder restaurar la monarquía con la mayor brevedad posible después del conflicto.[6]

Según evolucionaba la guerra, el general Emilio Mola concentraba sus ataques en el frente del norte y Juan Vigón le había convencido de la necesidad de una solución rápida a la guerra.[7]​ Esto se convirtió en un punto de discordia entre Franco y Kindelán, que le pidió sucesivamente abandonar sus ataques en el frente de Valencia para así concentrarse totalmente en el frente norte.[8]​ Criticó la participación de Franco en la batalla del Ebro por su larga duración y sugirió que su decisión de comprometerse en este frente en lugar de un ataque directo a Barcelona añadió cuatro meses más al final de la guerra.[9]

Después de la victoria del bando nacional en 1939, Kindelán, crítico con Franco (al que consideraba como un igual y no un superior), no dudaba en considerar el régimen franquista como una regencia y buscaba la restauración de Alfonso XIII. Ricardo de la Cierva propuso en su obra a Kindelán como un buen candidato para asumir el Ministerio del Aire, ya que como tal había ejercido durante la guerra. Sin embargo, Franco lo sustituye como jefe de las Fuerzas aéreas y coloca al general Juan Yagüe, de Infantería como nuevo ministro del Aire y jefe del recién creado Ejército del Aire, mientras desplaza a Kindelán nombrándolo responsable de la región catalana.[10]

El gobierno de Franco en el contexto internacional se alinea con la Alemania nazi, ya durante la guerra había recibido importante apoyo aéreo de las potencias del Eje, como la Legión Condor o la Aviación Legionaria. Kindelán a pesar de todo se muestra proclive a los aliados de la Segunda Guerra Mundial y forma parte del Estado Mayor de la conspiración monárquica contra Franco.[11][12]

Kindelán simpatizaba con el gobierno del Reino Unido hasta tal punto que los británicos lo utilizan (y para ello le sobornan)[13]​ para presionar a Franco a restaurar la monarquía y así forzar a España su neutralidad durante la guerra mundial. El 13 de diciembre de 1941 la embajada alemana se quejó de que Kindelán hubiese invitado al embajador del Reino Unido a su palco del Liceo de Barcelona.[14]

En 1941 se hace con el cargo de capitán general de Cataluña, un cargo diseñado por Franco para equilibrar a las distintas facciones dentro de los militares y así amortiguar el poder de Ramón Serrano Súñer y Falange.[15]​ En noviembre de 1942, cuando el ministro del Ejército Carlos Asensio está empujando a que España entre en la guerra, se reúne con Franco y le afirma que si esto ocurre, hará un golpe de estado para restaurar la monarquía.[cita requerida] Kindelán contaba con el apoyo de un importante número de generales y, aunque al principio Franco no reaccionó, a los tres meses, en 1943, consigue un nuevo cargo.[16]​ Es nombrado director de la Escuela Superior del Ejército y miembro académico de la Real Academia de la Historia, aunque no toma posesión del cargo.[cita requerida]

En agosto de 1945, después de atacar a Franco en un polémico discurso pro-monárquico, pierde su cargo en la academia militar.[17]​ Mientras tanto, su libro más importante, Mis cuadernos de guerra,[18]​ se retrasa y sufre la censura. En él se trazan el desarrollo de la guerra civil y le eliminan un pasaje crítico con las decisiones de Franco en el frente del norte.[19]

Kindelán en este momento se ve libre para dedicarse a las conspiraciones para asegurar la restauración al trono del infante conde de Barcelona, Juan de Borbón. Cuando en 1946 se da a conocer el llamado manifiesto de Lausana donde se pide la restauración inmediata de Juan de Borbón, Franco identifica a Kindelán como el cabecilla del manifiesto y ordena su encarcelamiento. Fidel Dávila Arrondo hace un llamamiento a Franco para que tenga en cuenta sus servicios pasados y su avanzada edad, sesenta y siete años. El dictador cedió y le envió al exilio a las islas Canarias, a más de dos mil kilómetros de la capital del país.[20]

Tras la guerra en Europa, ahora con dos grandes frentes internacionales, Estados Unidos y la Unión Soviética, el Gobierno evolucionó hacia posturas monárquicas. En 1947 la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado define por vez primera el Estado franquista como un "Reino", aunque manteniendo la Jefatura del Estado atribuida nominativamente a Franco, que en cualquier momento podría proponer a las Cortes la persona de su sucesor, a título de rey o de regente. En 1949 el general Kindelán pasa a la reserva con setenta años.

Durante los últimos años, Kindelán es parcialmente rehabilitado, ocupa su puesto en la Real Academia de Historia y se le concede la Medalla Aérea que solo acepta con la aprobación de Juan de Borbón. En 1961 Kindelán es reconocido con el título nobiliario de marqués de Kindelán,[2]​ título concedido por:

No obstante, Paul Preston opina que esta distinción es una broma irónica de parte de Franco, burlándose del hecho de que, a pesar de todos sus esfuerzos, Kindelán todavía no estaba viviendo en la monarquía que así deseaba.[21]​ Murió al año siguiente en Madrid, el 14 de diciembre de 1962, con España todavía bajo el franquismo. En la actualidad el Ejército del Aire tiene en su honor la Cátedra Kindelán.

Kindelán dejó escritos varios libros y artículos relacionados con la aeronáutica y la guerra civil, entre ellos[22]​ y según el contexto de la época se pueden ordenar en:




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