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Historia de Ucrania desde 2013



La historia de Ucrania desde 2013 refiere a los hechos relativos a este país a partir del Euromaidán (21 de noviembre de 2013 – 23 de febrero de 2014), una serie de protestas contra el gobierno del presidente ucraniano Víktor Yanukóvich por parte de grupos a favor de la firma del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea y contrarios a un acuerdo con la Federación Rusa. A ellos se sumaron opositores en general a la gestión política y económica de la élite política ucraniana, acusada de corrupción y enriquecimiento ilícito, además de algunos grupos filofascistas. Realizadas principalmente en la zona occidental y central del país, el centro de las protestas fue la Plaza de la Independencia (Maidán Nezalézhnosti en ucraniano) de Kiev, de donde viene el nombre del movimiento.[1]

El 16 de enero de 2014, la Rada Suprema (parlamento de Ucrania), aprobó leyes que aumentaron aún más las tensiones en la sociedad. A fines de enero, se tomaron edificios administrativos, principalmente en el oeste del país, se produjeron enfrentamientos cerca del estadio Lobanovsky, los manifestantes asaltaron el barrio del gobierno y las primeras víctimas civiles fueron asesinadas. El 28 de enero, el primer ministro Mikola Azárov renunció al cargo y, al día siguiente la Rada Suprema derogó sus leyes y anunció una amnistía para los manifestantes que protestaban ante el parlamento. Del 18 al 20 de febrero, durante una marcha de manifestantes hacia la Rada Suprema, las autoridades abrieron fuego sobre los manifestantes. Al día siguiente, Yanukóvich huyó a Rusia, otros funcionarios de alto rango abandonaron la capital y el presidente del parlamento, Oleksandr Turchínov, se convirtió en presidente interino.

La destitución de Yanukóvich fue denunciada por sus partidarios, principalmente en las zonas sur y este del país, como un golpe de Estado y diversos grupos rechazaron al gobierno interino. Las protestas contra el nuevo gobierno fueron particularmente fuertes desde un comienzo en la península de Crimea, cuya población se considera mayoritariamente rusa. En consecuencia, un nuevo gobierno asumió la administración de la República Autónoma de Crimea y de la ciudad de Sebastopol y convocaron un referéndum sobre el estatus político de la península que se llevó a cabo el 16 de marzo y contó con un apoyo cercano al 97 % para la secesión de Crimea de Ucrania y fue seguido al día siguiente por la proclamación de independencia de la República de Crimea. La subsecuente adhesión de Crimea a Rusia fue rechazada la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su Resolución 68/262 y, en los días posteriores, las tropas militares ucranianas se enfrentaron en contados incidentes con el ejército ruso hasta finalmente replegarse y hacer abandono de la península, aunque el gobierno ucraniano aún considera Crimea como parte de su territorio de iure.

Entre tanto comenzó la guerra del Donbás en la que las tropas rusas invadieron el territorio del este de Ucrania y las tropas ucranianas lanzaron una operación antiterrorista para recuperar el control sobre del territorio rebelde. El principal núcleo de estos grupos, la ciudad de Slaviansk, fue sitiada por el ejército ucraniano y el conflicto se extendió a otras ciudades, como Kramatorsk y Mariúpol. El 7 de abril, fue proclamada la República Popular de Donetsk, seguida al día siguiente por iniciativas similares en Járkov y Luhansk, aunque no fueron reconocidas internacionalmente. Paralelamente, violentos enfrentamientos entre grupos civiles prorrusos y proucranianos el 2 de mayo terminaron con varias muertes y numerosos contusionados para ambos bandos y, al final de la jornada de protestas, con el incendio de la sede de los Sindicatos de Odesa que se saldó con la muerte de más de 40 prorrusos que allí se refugiaban. En este contexto, el 11 de mayo, fueron realizados referéndums sobre el estatus político de Donetsk y Lugansk.

En las elecciones presidenciales de mayo de 2014 ganó Petro Poroshenko. El 20 de junio, se anunció un alto el fuego unilateral de una semana con un ultimátum simultáneo a los mercenarios prorrusos y militantes locales para que abandonaran el país, seguido de la liberación del país, que fue frustrado por la introducción de tropas regulares de Rusia. Con la ayuda de los países occidentales, Ucrania consiguió congelar la guerra en la línea de demarcación y Rusia consolidar el estado de incertidumbre permanente en el Donbás en el Protocolo de Minsk. No obstante, el conflicto continuó y, tras el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines el 17 de julio por misiles antiaéreos, la Cruz Roja de Ucrania consideró que había un estado de guerra civil. Sin embargo, con la ayuda del FMI y una política fiscal y monetaria estricta, fue posible estabilizar la situación financiera del país y llenar el tesoro vacío.

El 25 de noviembre de 2018, ocurrió un incidente en el estrecho de Kerch en Crimea con Rusia, resultando este conflicto en el secuestro de naves ucranianas y de sus tripulantes, en aguas la cual pueden transitar ambas naciones. En septiembre de 2019, los 3 buques y sus 24 tripulantes fueron devueltos a Ucrania.[2]​ Mientras tanto, en abril de 2019, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, ganó el actor Volodímir Zelenski. Las elecciones anticipadas del 21 de julio permitieron que el recién formado partido obtuviera la mayoría absoluta por primera vez en la historia de la Ucrania independiente. La mayoría pudo formar gobierno el 29 de agosto por sí sola, sin formar coaliciones y aprobó a Oleksiy Honcharuk como primer ministro. En marzo de 2020, la Rada Suprema destituyó al gobierno de Honcharuk y Denis Shmyhal se convirtió en el nuevo Primer Ministro. El 28 de julio en Lublin, Lituania, Polonia y Ucrania lanzaron la iniciativa del Triángulo de Lublin, cuyo objetivo es promover la cooperación entre los tres países históricos de la República de las Dos Naciones y promover la adhesión de Ucrania a la UE y la OTAN.

Las elecciones presidenciales de Ucrania de 2010 se llevaron a cabo, la primera ronda el domingo 17 de enero, y el balotaje el domingo 7 de febrero; para la elección del presidente de Ucrania por los siguientes cinco años. Resultó ganador el candidato prorruso Víktor Yanukóvich del Partido de las Regiones, superando a la candidata Yulia Timoshenko, entonces Primera Ministra de Ucrania. 1.1 millones de ciudadanos votaron por la opción "en contra de todos", un 4.37% de los votantes.[3]

Los resultados de las elecciones fueron validados por observadores de la OSCE y el Consejo de Europa.[3]​ Sin embargo, Timoshenko se negó en reconocer los resultados, y presentó una apelación ante la principal corte administrativa ucraniana.[4][5]​ El 20 de febrero retiró su apelación, allanando el camino a la toma de poder de Yanukóvich, alegando que las acciones de la corte "no tenían nada en común con la justicia".[5]​ El Presidente saliente, Víktor Yúshchenko, sí felicitó a Yanukóvich por su victoria.[5]

El Euromaidán[8]​ (en ucraniano, Євромайда́н, Yevromaidán; «Europlaza»)[9]​ es el nombre dado a una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista de Ucrania que en su punto álgido derrocaron al presidente Víktor Yanukóvich, líder de la formación política prorrusa Partido de las Regiones.[10]​ Los sucesos se desencadenaron en Kiev la noche del 21 de noviembre de 2013, un día después de que el Gobierno de Ucrania hubiera suspendido in extremis la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea (UE).[11]

Aunque el 30 de marzo de 2012, Yanukóvich y los líderes de la UE habían acordado un estatuto de asociación de Ucrania con la UE, la entrada en vigor se fue aplazando y las negociaciones quedaron estancadas durante un año, entre otras razones porque una de las exigencias europeas era la liberación de Yulia Timoshenko y Yuri Lutsenko, opositores al Gobierno. Ello no impidió que durante los meses previos al inicio de las protestas, Yanukóvich prometiera realizar las reformas necesarias para seguir adelante con la negociaciones.

Sin embargo, sorpresivamente, el 21 de noviembre de 2013, el Gobierno ucraniano, encabezado por Mikola Azárov, publicó una nota oficial en la que informaba que el proceso de preparación de la firma del acuerdo quedaba «suspendido».[12]​ Las razones esgrimidas fueron la caída en la producción industrial y el mantenimiento de relaciones con los países de la Comunidad de Estados Independientes. Yanukóvich asistió a la cumbre de la UE los días 28 y 29, tal como estaba previsto antes de la suspensión unilateral, pero solo para declinar la última oferta europea, de 600 millones de euros, por considerarla «humillante».[13]​ Por su parte, Azárov reprochó a la UE y al Fondo Monetario Internacional la falta del apoyo económico que hubiera compensado el «divorcio comercial» con Rusia, a la vez que admitía que había sido Moscú quien había conminado a Kiev a no sellar el pacto.[14]

Desde el 21 de noviembre, se producen en Kiev varias concentraciones en la plaza de la Independencia exigiendo al gobierno retomar el diálogo con la UE. La concentración aglomeró a cientos de miles de personas en todas las inmediaciones de la plaza, con discursos diarios de líderes políticos opositores así como íconos culturales ucranianos y extranjeros que venían en señal de motivación y apoyo. Entre los principales gestores se encontraban: organizaciones sociales, la oposición política —incluido el grupo ultra-nacionalista y de extrema derecha Sector Derecho, uno de los principales organizadores del movimiento en Kiev e instigador de los disturbios, y el partido parlamentario de extrema derecha Svoboda[15]​ y las Iglesias ucranianas —como la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev—, con excepción de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú.[16]​ En las manifestaciones también participaron representantes de minorías étnicas (rusos, tártaros de Crimea,[17]​ judíos,[18]​ georgianos, armenios y otros) y ciudadanos de otros países (de Polonia, Bielorrusia, Georgia, Rusia y otros).[19]

Las protestas desembocaron en disturbios, que fueron creciendo en intensidad, al punto de que hubo días en que muchos manifestantes continuaban sus protestas toda la noche, lo que hacía imposible su desalojo del lugar por parte de las autoridades. El 16 de enero, la Rada ordenó penas contra los manifestantes, el bloqueo de edificios administrativos y la instalación de tiendas de campaña. Esto fue tomado por los manifestantes como un veto a su derecho de manifestarse y protestar. Desde entonces, las protestas provocaron una escalada de violencia en rechazo a las nuevas leyes. Como resultado, el 22 de enero las manifestaciones registraron cinco muertos por primera vez desde su inicio.[20]​ Entre tanto, las protestas se fueron expandiendo a lo largo del centro y oeste del país y con algunos focos en el este, mayoritariamente ruso. La exigencia no era solo el cambio económico a Europa, sino el cambio total de gobierno, lo que llevó a la dimisión de Azárov el 28 de enero y, a que Parlamento reunido en asamblea extraordinaria, derogara las polémicas leyes que limitaban los derechos de manifestación y reunión.[21]

La noche del 19 y 20 de febrero, Yanukóvich y los principales líderes de la oposición (Vitali Klichkó, Arseni Yatseniuk y Oleh Tiagnibok) acordaron una tregua, y el desarme de las barricadas colocadas en la plaza de capital anteriormente como medida de contención a las fuerzas policiales. El 21 de febrero —tras el llamado “Jueves Negro” (20 de febrero) en el que murieron más de 60 manifestantes—,[22]​ se aprobó un acuerdo entre ambas partes para adelantar las elecciones, formar un gobierno de transición, volver a la Constitución de Ucrania de 2004 y frenar la violencia. En la madrugada del 21 al 22 de febrero Yanukóvich, sin informar al parlamento, abandonó la capital y desapareció en dirección desconocida. El 22 de febrero, por la mañana, la Rada Suprema lo destituyó de su cargo por "abandono de sus funciones constitucionales" y tomó el control del país votando, por mayoría constitucional, la vuelta a la Constitución de 2004, acordada el día anterior.[23]​ Sólo después de dicha vuelta al sistema político parlamentario, en lugar del presidencial, Oleksandr Turchínov asumió la presidencia del parlamento, previa renuncia por escrito del presidente anterior. Al día siguiente, Turchínov fue nombrado primer ministro en funciones con el fin de realizar la coordinación de tareas de gobierno. El 28 de febrero, Yanukóvich reapareció en Rostov del Don (Rusia), donde denunció un presunto golpe de Estado.[24]

La anexión de Crimea por Rusia es el proceso de incorporación de las dos entidades que forman la península de Crimea, la República de Crimea y la ciudad autónoma de Sebastopol, como sujetos federales de la Federación de Rusia.[28]​ De acuerdo con la Ley sobre Nuevos Territorios Federales de la legislación rusa que se aplicó en la península, esa legislación considera a Crimea parte de Rusia desde el momento de la firma del acuerdo interestatal del 18 de marzo de 2014. Además, el periodo transitorio se prolongará hasta el 1 de enero de 2015.[29]

El proceso tiene su origen en el Euromaidán, la revolución ucraniana iniciada a finales de 2013, la cual culminó con la destitución de Víktor Yanukóvich en lo que unilateralmente para el gobierno ruso fue un golpe de Estado.[30]​ Entonces se inició una serie de manifestaciones de rusófilos —en su mayoría rusos étnicos y ucranianos rusófonos— opuestos a los eventos ocurridos en Kiev y que anhelan estrechar sus vínculos (o inclusive integrarse) con Rusia. Luego varios gobiernos regionales propusieron referendos separatistas y se produjo una invasión militar, donde las Fuerzas Armadas de Rusia se desplegaron en Crimea, con el objetivo, según el Kremlin, de garantizar la integridad de los ucranianos prorrusos habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas allí, hasta que se normalizara la situación socio-política; desoyendo las advertencias de no invadir lanzadas por Estados Unidos y Kiev.[31]​ Previamente, las autoridades de Crimea —de ideología prorrusa— habían solicitado la asistencia del gobierno de Moscú después de que el gobierno de Kiev introdujera una ley para abolir el uso oficial de toda lengua distinta al ucraniano.[32]

La anexión de Crimea por Rusia no es reconocida por Ucrania, que la considera ilegítima y opuesta al derecho internacional, y asegura que el territorio sigue conformando la República Autónoma de Crimea y la ciudad especial de Sebastopol.[33]​ Esta anexión por parte de Rusia, considerada ilegal por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea, causó la peor crisis en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos desde el final de la Guerra Fría,[34]​ empeorada drásticamente por la invasión rusa de Ucrania de 2022. Además, ya en marzo de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 68/262 llamada Integridad territorial de Ucrania en respuesta a la crisis de Crimea.[35]​ Aprobada por 100 países, la resolución afirmó el compromiso de las Naciones Unidas para reconocer a Crimea como parte de Ucrania, rechazando el referéndum sobre el estatus político.

Invadiendo y anexando Crimea, Rusia violaba un tratado internacional y tres tratados bilaterales firmados con Ucrania: el Memorándum de Budapest —que ofrecía garantías de seguridad por parte de sus signatarios a Ucrania—; el Tratado de Amistad y Colaboración entre Ucrania y Rusia de 1997; el Tratado sobre la permanencia de la Flota del mar Negro rusa en territorio ucraniano hasta 2017 y el Tratado de Járkov por el que dicha permanencia se extendía hasta 2042.

Por otra parte, la Constitución de la República de Crimea fue aprobada el 11 de abril de 2014.[36]​ El texto dice que la República de Crimea es un Estado democrático y de derecho dentro de la Federación de Rusia. Además, establece que la República de Crimea es una parte «inseparable» del territorio de Rusia.[37]

El proceso tiene su origen en el Euromaidán, la revolución ucraniana iniciada a finales de 2013, la cual culminó con la destitución de Víktor Yanukóvich en lo que unilateralmente para el gobierno ruso fue un golpe de Estado.[39]​ Entonces se inició una serie de manifestaciones de rusófilos —en su mayoría rusos étnicos y ucranianos rusófonos— opuestos a los eventos ocurridos en Kiev y que anhelan estrechar sus vínculos (o inclusive integrarse) con Rusia. Luego varios gobiernos regionales propusieron referendos separatistas y se produjo una invasión militar, donde las Fuerzas Armadas de Rusia se desplegaron en Crimea, con el objetivo, según el Kremlin, de garantizar la integridad de los ucranianos prorrusos habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas allí, hasta que se normalizara la situación socio-política; desoyendo las advertencias de no invadir lanzadas por Estados Unidos y Kiev.[40]​ Previamente, las autoridades de Crimea —de ideología prorrusa— habían solicitado la asistencia del gobierno de Moscú después de que el gobierno de Kiev introdujera una ley para abolir el uso oficial de toda lengua distinta al ucraniano.[41]

Entre tanto comenzó la guerra del Donbás en la que las tropas rusas invadieron el territorio del este de Ucrania y las tropas ucranianas lanzaron una operación antiterrorista para recuperar el control sobre del territorio rebelde. El principal núcleo de estos grupos, la ciudad de Slaviansk, fue sitiada por el ejército ucraniano y el conflicto se extendió a otras ciudades, como Kramatorsk y Mariúpol. El 7 de abril, fue proclamada la República Popular de Donetsk, seguida al día siguiente por iniciativas similares en Járkov y Luhansk, aunque no fueron reconocidas internacionalmente. Paralelamente, violentos enfrentamientos entre grupos civiles prorrusos y proucranianos el 2 de mayo terminaron con varias muertes y numerosos contusionados para ambos bandos y, al final de la jornada de protestas, con el incendio de la sede de los Sindicatos de Odesa que se saldó con la muerte de más de 40 prorrusos que allí se refugiaban. En este contexto, el 11 de mayo, fueron realizados referéndums sobre el estatus político de Donetsk y Lugansk.

La guerra del Dombás (alternativamente, del Donbás o del Donbáss),[42]​ es un conflicto armado que se desarrolla en Ucrania oriental desde el 6 de abril de 2014, entre el gobierno de Ucrania y las fuerzas separatistas rusas del Dombás. Como parte de la guerra ruso-ucraniana, este conflicto ha pasado por diferentes etapas, la más reciente de las cuales evoluciona en el contexto de la ofensiva de Ucrania oriental dentro de la invasión rusa de Ucrania de 2022.[43]

El origen directo del conflicto se remonta al inicio de las protestas del Euromaidán en noviembre de 2013, cuando miles de manifestantes salieron a protestar a la plaza de la Independencia de Kiev, debido a la polarización en torno a la negativa del gobierno nacional a firmar el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea.[44]​ En febrero de 2014, fue destituido el presidente Víktor Yanukóvich, pero en el este del país, región fronteriza con Rusia, numerosos manifestantes tomaron sedes de gobiernos proclamando de facto la independencia de diferentes localidades, lo que causó fuertes enfrentamientos armados entre europeístas, prorrusos y separatistas.[43]

Las protestas prorrusas se intensificaron tras la adhesión de Crimea a Rusia a mediados de marzo y el 7 de abril, un grupo de manifestantes proclamó la República Popular de Donetsk (RPD) en un edificio de la administración regional en la ciudad del mismo nombre. El 13 de abril, las autoridades de Kiev pusieron en marcha una operación especial en el este del país con la participación de las Fuerzas Armadas.[45]​ El 17 del mismo mes, se celebró una reunión en Ginebra, Suiza, entre los jefes de la diplomacia de Ucrania, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, siendo aprobado un documento con medidas para poner fin al conflicto. También se acordaron revisiones a la Constitución de Ucrania. Sin embargo, esto no fue aceptado por las milicias prorrusas.[46]

La República Popular de Lugansk (RPL) fue proclamada el 28 de abril. Esta república se unió a la RPD en su lucha contra el gobierno de Ucrania. Así, para el 1 de mayo, hasta 16 ciudades y pueblos del este ucraniano se hallaban parcial o totalmente en manos de los grupos armados prorrusos,[47]​ al día siguiente de que Ucrania reconociera públicamente que la situación en los oblasts de Donetsk y Lugansk escapaba a su control y las autoridades de Kiev pusieron en marcha una nueva operación especial con la participación de las Fuerzas Armadas en Sloviansk. Ello no impidió que dos días después se llevaran a cabo los referéndums sobre el estatus político de Donetsk y Lugansk, en los que el 89 % de los electores del óblast de Donetsk votó a favor de la independencia de la RPD y el 96 % de los votantes del óblast de Lugansk optó por separarse de Ucrania. Ante la consolidación de un frente de combate, tras los sucesivos llamados de alto el fuego, los señores de la guerra ocuparon grandes extensiones de terreno en la zona prorrusa.[43]

El Protocolo de Minsk fue un acuerdo para poner fin a la guerra en el este de Ucrania, firmado por representantes de Ucrania, la Federación Rusa, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk el 5 de septiembre de 2014, bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Sin embargo, el acuerdo no fue respetado por las distintas partes y no logró su objetivo de cesar todos los combates en el este de Ucrania.

Desde el inicio del conflicto, la Unión Europea y Estados Unidos han apoyado al gobierno de Ucrania, alegando que Rusia es el único responsable de las tensiones separatistas. Por su parte, el Gobierno de Rusia ha condenado reiteradas veces las acciones del gobierno ucraniano, refiriéndose a sus integrantes como «criminales» y calificando los sucesos en Ucrania de genocidio. Ucrania acusó a Rusia de intervenir en el conflicto ayudando a los separatistas prorrusos, pero dichas acusaciones fueron negadas por Rusia. Por parte de Rusia, los opositores al gobierno de Kiev y medios de comunicación como Bild denuncian participaciones de la Agencia Central de Inteligencia y de Academi - Greystone Limited apoyando con hombres y material de inteligencia a los militares de Kiev.[48]​ Por su parte, la OTAN desplegó sus tropas en países cercanos a las fronteras rusas y ucranianas: Polonia, Rumania y los países bálticos.

El vuelo 17 de Malaysia Airlines (MH17/MAS17) del 17 de julio de 2014 y con código compartido con la aerolínea KLM Royal Dutch Airlines —KL4103/KLM4103— fue un vuelo internacional regular de pasajeros operado por un avión Boeing 777-200ER.[51]​ Partió del aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol (Países Bajos) a las 12:14 (CEST) hacia el aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur (Malasia) con 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación.[52]​ En el marco de la guerra del Dombás, el avión se estrelló en la villa de Grábovo, en el raión ucraniano de Shajtarsk, en el óblast de Donetsk, a 40 kilómetros de la frontera con Rusia.[53]​ El contacto se habría perdido a las 16:15 (hora local).[54]

El día de la tragedia, el presidente estadounidense Barack Obama (aliado del gobierno ucraniano), dijo que había «evidencia» de la responsabilidad de los rebeldes prorrusos,[55]​ y funcionarios de inteligencia de su país dijeron que un misil tierra-aire había sido el causante del accidente. Desde Países Bajos, también culparon a un misil lanzado por milicianos prorrusos, quienes por su parte aseguraron no poseer armas capaces de destruir el avión.[56]​ Así mismo, el Gobierno ucraniano responsabilizó también al Gobierno ruso y viceversa.[57]​ El gobierno ruso negó estar involucrado en el derribo,[58][59][60]​ y su versión ha sido cambiante y contradictoria con el tiempo.[61]​ A fecha de hoy, aún no está claro el desarrollo de los hechos.[62]

Fue el segundo incidente de la línea aérea en menos de cinco meses, a raíz de la desaparición del vuelo 370 a principios de marzo de 2014.[63]​ Con 283 pasajeros y 15 tripulantes fallecidos, se trata del mayor accidente de la aerolínea, superando al vuelo 370, en el que fallecieron 227 pasajeros y 12 tripulantes.[63]​ Entre los pasajeros fallecidos se encontraba un grupo de investigadores del SIDA que iban a asistir a una conferencia internacional en Australia.[64]

En 2016, los Panama Papers revelan que sus abogados han construido una compañía offshore para albergar varios de sus negocios en las Islas Vírgenes Británicas. En 2017, es citado en el escándalo de los Paradise Papers.[66]​Se descubrió que a través del estudio pañameño - israeli Mossack Fonseca, 12 líderes políticos de alto rango, utilizaron paraísos fiscales para lavar dinero. Poroshenko apareció entre los involucrados junto al presidente de Argentina Mauricio Macri, el premier de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson, el primer ministro de Paquistán, Nawaz Sharif, el rey Salman de Arabia Saudita, el antiguo emir de Qatar Hamad bin Khalifa al Thani, y su ex primer ministro Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani.[67]

En 2017 se reveló la existencia de estructuras empresariales cercanas a Petró Poroshenko, que estaban implicadas en casos de corrupción, tráfico de armas y desfalcos[68]​ Ígor Gladkovski, hijo del subsecretario primero del Consejo de Seguridad y Defensa Oleg Gladkovski, junto con dos individuos más, desde 2016 vendían a las empresas de defensa de Ucrania piezas de recambio con sobreprecios de hasta un 300%.[69]​ Durante su gobierno según un estudio del Centre for Economic Studies, se calculaba que el 62% de las empresas ucranianas no pagan impuestos y cerca de la mitad daban sobornos. Roman Nasirov, jefe de la Agencia Tributaria ucraniana, fue acusado de haber provocado unos daños de 70 millones de euros al Estado. También se vio involucrado en corrupción cuando en 2016,nacionalizó Privatbank, el banco que pertenecía a uno de los principales oligarcas del país, Ihor Kolomoisky. Sin embargo, luego se conoció que ese banco está fuertemente endeudado.[70]

Desde otoño de 2017 se han observado crecientes ataques contra los activistas anticorrupción, organizaciones no gubernamentales y periodistas de investigación, entre ellos arrestos políticamente motivados, pruebas fabricadas, protestas organizadas, persecuciones e intimidaciones.[71]

Beneficiándose de su notoriedad mediática y del rechazo a las figuras políticas tradicionales, percibidas como corruptas e ineficaces, Volodimir Zelenski fue el gran favorito en las elecciones de 2019.[73]​ Su campaña, atípica, a menudo se describió como "no de campaña": no da entrevistas y evita reuniones públicas, eligiendo una comunicación volcada hacia las redes sociales, donde critica a otros candidatos en videos virales y fortalece su popularidad entre el electorado joven. También es ambiguo con el personaje que interpreta en Servidor del Pueblo: además del hecho de que nombró a su partido después de la serie de televisión, a veces usa el escenario de este último para sus discursos.[74][75][76]

Durante la campaña electoral, Zelenski continuó de gira con Kvartal 95,[77]​ y su compromiso con los principales medios de comunicación fue mínimo.[78][a]​ Los medios de noticias ucranianos pidieron a Zelenski que dejara de evitar a los periodistas.[78]​ a lo que Zelenski contestó que no se estaba escondiendo de los periodistas, pero que no quería ir a los programas de televisión donde "gente del antiguo poder" estaba "haciendo relaciones públicas" ya que simplemente no tenía tiempo para satisfacer todas las preguntas de una entrevista.[80]​ Principalmente se comunicó con el electorado en los canales de las redes sociales y en clips de YouTube.[78]

Antes de las elecciones, Zelenski presentó un equipo que incluía al exministro de Finanzas Oleksandr Daniliuk y otros.[81][79]​ Durante la campaña, surgieron preocupaciones sobre sus vínculos con el oligarca Íhor Kolomoiski.[82]​ El 19 de abril de 2019, en el Estadio Olímpico de Kiev, se realizó un debate presidencial en forma de un programa de televisión.[83][84][85]​ En su discurso de presentación, Zelenski reconoció que en 2014 votó por Poroshenko, pero "Me equivoqué. Nos equivocamos. Votamos por un Poroshenko, pero recibimos otro. El primero aparece cuando hay cámaras de televisión, el otro Petró envía a Medvedchuk priviétiki (saluditos) a Moscú".[83]​ Después de la respuesta de Poroshenko, Zelenski leyó una lista de preguntas que supuestamente fueron formuladas por ciudadanos ucranianos a través de Internet:[83]

La crisis ruso-ucraniana de 2021-2022 tuvo sus inicios en marzo y abril de 2021, cuando Rusia reunió alrededor de 100 000 soldados y equipo militar cerca de su frontera con Ucrania, lo que representó la mayor movilización de fuerzas desde la anexión de Crimea por parte de ese país en 2014. Esto precipitó una crisis internacional y generó preocupaciones sobre una posible invasión. Las imágenes de satélites mostraron movimientos de tropas, misiles y otras armas pesadas. Las tropas se retiraron parcialmente en junio.[92]​ La crisis se renovó en octubre y noviembre de 2021, al concentrarse nuevamente más de 100 000 soldados rusos cerca de la frontera en diciembre.[93]

La crisis en curso se deriva de la prolongada guerra ruso-ucraniana que comenzó con disturbios a principios de 2014. En diciembre de 2021 Rusia presentó dos borradores de tratados que contenían solicitudes de lo que denominó "garantías de seguridad", incluida una promesa jurídicamente vinculante de que Ucrania no se uniría a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y una reducción de las tropas y del equipo militar de la OTAN estacionados en Europa del Este, y amenazó con una respuesta militar no especificada si esas demandas no se cumplían en su totalidad. La OTAN rechazó estas solicitudes y Estados Unidos advirtió a Rusia de sanciones económicas "rápidas y severas" en caso de que siguiera introduciéndose en Ucrania.[94]​ La crisis también se centró en la guerra en curso en el Donbás y algunos comentaristas la han descrito como una de las más intensas desde la Guerra Fría.[95][96][97]

El 21 de febrero de 2022, Rusia reconoció oficialmente las dos regiones separatistas en el este de Ucrania, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, como estados independientes y desplegó tropas en el Donbás en un movimiento interpretado como la retirada efectiva de Rusia del Protocolo de Minsk.[98][99]​ Las repúblicas disidentes fueron reconocidas en los límites de sus respectivos oblasts de Ucrania, que se extienden mucho más allá de la línea de contacto.[100]​ El 22 de febrero Putin dijo que los acuerdos de Minsk ya no eran válidos.[101]​ El mismo día, el Consejo de la Federación autorizó por unanimidad el uso de la fuerza militar en el exterior.[102]



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