El vuelo 17 de Malaysia Airlines (MH17/MAS17) del 17 de julio de 2014 y con código compartido con la aerolínea KLM Royal Dutch Airlines —KL4103/KLM4103— fue un vuelo internacional regular de pasajeros operado por un avión Boeing 777-200ER. Partió del aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol (Países Bajos) a las 12:14 (CEST) hacia el aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur (Malasia) con 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. Se estrelló en la villa de Grábovo, en el raión ucraniano de Shajtarsk, en el óblast de Donetsk, a 40 kilómetros de la frontera con Rusia. Actualmente en dicha zona está teniendo lugar la guerra en el Donbás. El contacto se habría perdido a las 16:15 (hora local).
Funcionarios de inteligencia estadounidenses dijeron que un misil tierra-aire había sido el causante del accidente, pero no se han confirmado los autores. Inicialmente, la aviación rusa informó que el avión fue abatido cuando volaba a 10 000 metros de altura. Desde Kiev, culparon a un misil lanzado por milicianos prorrusos, quienes a su vez acusaron al ejército ucraniano de haber utilizado un arma similar. El Gobierno de la autoproclamada República Popular de Donetsk aseguró no poseer las armas capaces para destruir el avión. El Gobierno ucraniano también responsabilizó al Gobierno ruso y viceversa. El presidente estadounidense, Obama, aliado del gobierno ucraniano, dijo que había «clara evidencia» de la responsabilidad de los rebeldes prorrusos.
Fue el segundo incidente de la línea aérea en menos de cinco meses, a raíz de la desaparición del vuelo 370 a principios de marzo de 2014. Con 283 pasajeros y 15 tripulantes fallecidos, se trata del mayor accidente de la aerolínea, superando al vuelo 370, en el que fallecieron 227 pasajeros y 12 tripulantes. Entre los pasajeros fallecidos se encontraba un grupo de investigadores del SIDA que iban a asistir a una conferencia internacional en Australia.
Fue el desastre aéreo más grave de 2014 y de la década de 2010. También es el peor accidente de un Boeing 777 en sus 19 años de historia.
La aeronave despegó del aeropuerto de Ámsterdam (Ámsterdam-Schiphol) a las 12:14 CEST (10:14 UTC) con destino a la capital malaya, Kuala Lumpur. Malaysia Airlines fue notificada por los controladores de tránsito aéreo locales porque habían perdido el contacto con el avión a las 14:15 UTC. Alrededor de las 15:30 GMT, la empresa informó a través de su cuenta de Twitter que habían perdido el contacto con el vuelo. El avión desapareció minutos antes de entrar en espacio aéreo ruso. Flightradar24 informó que un Boeing 777 de Singapore Airlines y un Boeing 787 de Air India, estaban a solo 25 kilómetros del lugar cuando la aeronave desapareció.
Tras la caída del avión, decenas de cadáveres carbonizados estaban esparcidos alrededor de los restos desintegrados y muchos apenas estaban vestidos, esto porque salieron disparados al estrellarse la nave.Grábovo, y que los restos de la aeronave estaban dispersos alrededor de un área de unos 15 kilómetros de diámetro cuyos terrenos son campos cultivados. Según el Consejo de Seguridad de la República Popular de Donetsk, vecinos de la aldea de Torez también resultaron heridos, ya que trozos del avión dañaron algunas casas. Los habitantes locales filmaron la escena, donde había una gran columna de humo. Al lugar acudieron también, bomberos, militares, mineros locales y periodistas, que colaboraron en la identificación de restos de la aeronave y la búsqueda de sobrevivientes.
Entre estos se encontraban asientos, maletas y la cola del aparato donde aún se podía identificar el logotipo de la compañía aérea. Un trabajador de rescate de los servicios de emergencia dijo en los primeros instantes tras la caída que al menos 100 cuerpos se habían encontrado en el lugar, cerca del pueblo deComo resultado del incidente, Lufthansa, Air France, Air Algérie, Turkish Airlines, Transaero, British Airways, Emirates, KLM, Jet Airways, Air India, Alitalia, Virgin Atlantic, Delta Airlines, UTair, Aeroflot y Vietnam Airlines suspendieron temporalmente sus vuelos sobre el espacio aéreo ucraniano y con destino a aeropuertos ucranianos. Algunas aerolíneas también anunciaron modificaciones de rutas. Eurocontrol anunció que cerró el espacio aéreo ucraniano para la aviación civil, diciendo que «todos los planes de vuelo que incluyan las rutas sobre Ucrania serán rechazadas, debido al cierre, hasta nuevo aviso». Los organismos de aviación de Estados Unidos, de China, de Rusia y del Reino Unido prohibieron oficialmente a sus aerolíneas sobrevolar el espacio aéreo del este de Ucrania. Algunas aerolíneas, como Qantas, Korean Air Lines, Asiana Airlines y British Airways, ya habían estado evitando la zona durante varios meses por motivos de seguridad.
Poco después del accidente, Malaysia Airlines anunció que iba a cambiar el número de vuelo ruta de la ruta Ámsterdam-Kuala Lumpur a 19.
Los días siguientes mantuvo el 17. Finalmente, la aerolínea anunció el cambio de número para el 25 de julio. Para el 18 de julio, las acciones de la línea aérea habían caído en casi un 16%. Los medios de comunicación informaron que las tarjetas de crédito y débito se pudieron haber robado de los cuerpos de las víctimas, y la Banca Asociada de los Países Bajos aconsejó a los familiares cancelar sus tarjetas de crédito.
Milicianos prorrusos afirmaron que encontraron la caja negra del avión de pasajeros, y dijeron que sería entregada a las autoridades rusas. El canciller ruso, Serguéi Lavrov declaró que el gobierno de Rusia no tiene planes de custodiar las cajas negras y que la investigación es responsabilidad de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), de los Países Bajos, Malasia y Ucrania. Funcionarios europeos dijeron que Ucrania había reclamado primero las cajas negras. La OACI declaró que Ucrania es el país encargado de la investigación, conforme con el artículo 26 del Convenio sobre Aviación Civil Internacional.
El primer ministro de la República Popular de Donetsk, el ciudadano ruso Aleksandr Borodái (en:Alexander Borodai), anunció que las autodefensas están dispuestas a declarar una tregua de tres días con las autoridades de Kiev para que se lleve a cabo una investigación de la catástrofe del avión malayo. Las operaciones del gobierno de Kiev contra las autodefensas prosiguieron sin embargo del 18 al 21 de julio, con combates en Donetsk que complicaron la investigación del derribo en los días posteriores y bombardeos en la vecina región de Lugansk que causaron decenas de víctimas constatadas por la OSCE. Solo hasta tres días después del accidente, el 21 de julio, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ordenó un alto el fuego en un radio de 40 kilómetros alrededor de la tragedia para facilitar las labores de investigación.
Horas después del accidente, llegó a Ucrania un equipo de investigadores de Estados Unidos, enviados de urgencia por el gobierno de dicho país.
Milicianos del Estado Federal de Nueva Rusia, que controlan la zona donde se estrelló el avión, anunciaron que acordonaron la escena del accidente, para «proporcionar acceso seguro y garantías de seguridad» a una comisión nacional de investigación mediante la cooperación con las autoridades ucranianas pertinentes, y garantizar la seguridad de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa que se les permitie investigar libremente la escena del accidente.
La OSCE se comunicó el 18 de julio por videoconferencia con los representantes de los prorrusos del este de Ucrania, urgiéndoles a acordonar el lugar de la catástrofe.Turquía, y que ha decidido pagarles a las familias de los pasajeros y tripulantes 5.000 dólares por víctima como compensación preliminar.
Ese mismo día Malaysia Airlines emitió un comunicado afirmando que la ruta del vuelo MH17 estaba aprobada por Eurocontrol, y que el avión debía volar a una altitud de 10.668 metros, atravesando el espacio aéreo ucraniano. Aunque, tras entrar el MH17 en el espacio de Ucrania, los controladores le exigieron volar a 10.058 metros. La empresa también anunció que va a evitar el espacio aéreo ucraniano por completo, volando más al sur, sobreEse mismo día, los empleados del servicio ucraniano de emergencias anunciaron el hallazgo un ala dañada por metralla entre los restos del avión.Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NSTB) confirmaron el envío equipos de expertos hacia Ucrania el 19 de julio. Interpol también anunció el envío de un equipo de identificación de víctimas. Reino Unido también anunció el envió de seis investigadores.
ElHacia la noche del día 18, los investigadores de la OSCE denunciaron que no les dejaban acceder a la zona de la catástrofe,
lo que fue confirmado por el embajador suizo ante la OSCE, Thomas Greminge, quien afirmó que los observadores finalmente accedieron a la zona durante 75 minutos, mientras los rebeldes que les vigilaban realizaban disparos al aire. El 19 de julio, Malaysia Airlines anunció que estaba evaluando la seguridad en Ucrania antes de decidir la posibilidad de transportar a los familiares de las víctimas al sitio del desastre. Un portavoz de la compañía dijo que los parientes de las víctimas recibían atención en Ámsterdam y que un equipo de la aerolínea, estaba ese mismo día en Ucrania evaluando la situación.Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que acordaron facilitar una investigación internacional. Por su parte, el líder de los rebeldes, pidió que la misión de los expertos aeronáuticos internacionales llegase lo antes posible, afirmando que los cuerpos se estaban descomponiendo y que se los estaban comiendo los perros y zorros, negando, contra lo que había sido divulgado previamente, que las cajas negras de la aeronave hubieran sido localizadas.
También el mismo día, y tras varios contactos internacionales, el viceportavoz del Gobierno de Berlín, Georg Streiter, anunció que Merkel y Putin habían acordado que se debía posibilitar la llegada de una comisión de la OIAC al lugar donde se estrelló el aparato y el inicio de una investigación independiente; en la misma dirección apuntaron el ministro de Asuntos Exteriores ruso,De acuerdo con el gobierno de Ucrania, los prorrusos estaban destruyendo el 19 de julio toda la evidencia del crimen «con la ayuda de Rusia», incluyendo el traslado de 38 cuerpos a Donetsk.20 de julio se cargaron cinco vagones refrigeradores con 192 cadáveres y los restos de 8 víctimas, permaneciendo el convoy en Torez, cerca del lugar de la tragedia. El viceprimer ministro de Ucrania, Volodýmyr Groysman, afirmó que los cuerpos permanecían retenidos por los prorrusos y que estaban negociando para recuperarlos.
Finalmente, el Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos llegaron a un acuerdo para retirar los cuerpos de los pasajeros, y el domingoEl mismo día, militares neerlandeses, en una carta abierta a su gobierno, pidieron ser enviados a Ucrania para asegurar el sitio y los cuerpos de las víctimas del accidente.Daily Mail difundió las imágenes del momento exacto del hallazgo de la caja negra del avión.
Además, el diarioEl 21 de julio, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, dijo en una rueda de prensa que los prorrusos de Donetsk entregarían a las autoridades malasias dos cajas negras.Angus Houston, el coordinador de las tareas de búsqueda del MH370, para supervisar la recuperación de restos. A lo largo de la misma jornada el tren refrigerado con los restos mortales partió hacia Járkov, controlada por Kiev, a fin de facilitar la investigación. Finalmente Aleksandr Borodái hizo entrega de las dos cajas negras a una delegación malaya enviada a Donetsk.
Los prorrusos también permitieron a investigadores neerlandeses examinar los cuerpos. Hasta ese día unos 272 cuerpos habían sido recuperados. Al mismo tiempo, Australia envió aAl mediodía del día siguiente, 22 de julio, el tren con los cuerpos de los fallecidos del vuelo 17 llegó a Jarkov, donde le esperaban forenses malasios y holandeses, con la intención de trasladarlos a los Países Bajos, de donde eran la mayoría de las víctimas; a esa ciudad llegaron también los especialistas aéreos de Malasia con las cajas proporcionadas por Borodái.
El miércoles 23 de julio los primeros 40 cuerpos llegaron a Eindhoven (Países Bajos) a bordo de un Lockheed C-130 Hercules holandés y un Boeing C-17 Globemaster III australiano. En la pista del aeropuerto de Eindhoven, se encontraban a la espera familiares y amigos de las víctimas, el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima, y el primer ministro Mark Rutte, en un día de luto nacional.
La investigación de los cuerpos se llevará a cabo instalaciones del ejército neerlandés en Hilversum por un equipo internacional. Además, la Policía Metropolitana británica está en contacto con sus socios internacionales para enviar agentes especializados para ayudar con la recuperación, identificación y repatriación de los fallecidos.
El 31 de julio accedieron al lugar de los restos del avión cuatro forenses holandeses y australianos, acompañados por observadores de la OSCE.
Además, el jefe de misión holandesa en Ucrania, Pieter Jaap Aalbersberg, afirmó que los rebeldes prorrusos le habían entregado pertenencias y muestras de ADN de las víctimas que todavía estaban en la morgue de Donetsk (25 muestras de ADN y 27 objetos personales de víctimas). Por su parte, el primer ministro malasio anunció el envío de 69 expertos propios. El 2 de agosto, el gobierno neerlandés anunció el hallazgo de nuevos restos, con ayuda de expertos australianos. Para el trabajo, también se recurrió a la utilización de perros policía. El portavoz de la misión neerlandesa en Ucrania declaró que mientras se trabajaba se produjeron algunas explosiones, aunque no les impidió continuar con las labores de los investigadores. También dijo que los restos serán trasladados a Soledar, con destino a los Países Bajos «lo antes posible».
El total de las 298 personas a bordo (incluyendo a los pasajeros y la tripulación) fallecieron en la caída del avión.
80 de ellos eran niños. Inicialmente, se habían reportado 295 personas, pero luego sumaron tres niños a la lista. A bordo, también viajaban veinte familias enteras. La mayoría de ellos tenía nacionalidad neerlandesa. ITV News informó que nueve ciudadanos británicos estaban a bordo, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores no pudo confirmar la información. Otros medios y ministerios de Asuntos Exteriores habían informado sobre 23 ciudadanos estadounidenses, cuatro ciudadanos franceses, tres ciudadanos vietnamitas, un ciudadano irlandés, un ciudadano italiano, un ciudadano israelí, un ciudadano rumano, y un ciudadano chino, proveniente de Hong Kong. Pero en el comunicado oficial emitido por la aerolínea el 19 de julio, dichas nacionadalidades no aparecieron.
Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Glenn Thomas, viajaba a bordo del avión siniestrado para asistir a la XX Conferencia Internacional sobre el Sida en Melbourne, Australia; entre ellos se encontraban el investigador y expresidente de la Sociedad Internacional de SIDA, Joep Lange, los activistas Lucie van Mens y Martine de Schutter, y Pim de Kuijer, del grupo Stop AIDS Now. Entre los pasajeros también se encontraba el legislador neerlandés Willem Witteveen, la abuela del primer ministro de Malasia, Najib Razak, seis miembros de un club de fútbol neerlandés, el escritor australiano Liam Davison, una reconocida actriz de Malasia, y el vocalista de un conocido grupo musical neerlandés. En cuanto a dos pilotos de la aeronave, ellos eran de los más experimentados de la compañía aérea y realizaban esta ruta con frecuencia. En el vuelo también iban dos pilotos asistentes. Sus nombres eran: Capitán Wan Amran Wan Hussin (de 50 años de edad), Capitán Eugene Choo Jin Leong, vicecapitán Ahmad Hakimi Bin Hanapi y vicecapitán Muhamad Firdaus Bin Abdul Rahim.
Entre los restos fueron recuperados pasaportes en buen estado que ayudaron a identificar a las víctimas y sus nacionalidades. Hacia la tarde del 18 de julio, en el lugar del siniestro habían recuperado 181 cadáveres de los 298 pasajeros. El 19 de julio, forenses y expertos neerlandeses comenzaron a recopilar muestras de ADN, fotografías de rasgos distintivos, como cicatrices, y tatuajes. La policía de dicho país anunciaron la visita de 40 parejas de detectives de la Dirección Nacional de Investigaciones Forenses a los familiares de las víctimas. El objetivo es desarrollar una base de datos de material, para identificar los cadáveres y restos humanos recuperados del lugar del desastre.
Malaysia Airlines manifestó que la carga del MH17 incluían 2 perros y 9 aves, además de textiles, equipamiento de pozos de petróleo, correo y otros artículos.
El vuelo MH17 fue operado por un Boeing 777-2H6ER, de número de serie 28411, inscripción 9M-MRD. Fue el 84.º Boeing 777 producido, voló por primera vez el 17 de julio de 1997, es decir, que el día del siniestro el avión cumplía 17 años desde que voló por primera vez; y fue entregado nuevo a Malaysia Airlines el 29 de julio de 1997. El avión era accionado por dos motores Rolls-Royce Trent 800, y configurado para transportar 282 pasajeros, teniendo más de 43.000 horas de vuelo, incluyendo 6.950 despegues y aterrizajes previos al accidente.
Según la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia, el Servicio de Seguridad Nacional de Ucrania y el Consejo de Defensa habían cerrado el espacio aéreo para vuelos comerciales por la denominada «Operación Antiterrorista», el 8 de julio de 2014, a excepción de las aeronaves en tránsito volando sobre 7.900 metros.aviación civil no podrían sobrevolar las regiones de Donetsk y Lugansk con ayuda de un equipo de control del tráfico y navegación, ya que los instrumentos estaban dañados. Sin embargo, luego la Asociación Internacional de Transporte Aéreo escribió en un comunicado: «basándose en la información disponible en la actualidad se cree que el espacio aéreo que el avión atravesaba no estaba sujeto a restricciones».
Un representante de la República Popular de Donetsk, dijo tras el accidente aéreo que los aviones deEl incidente fue precedido por la pérdida de una aeronave militar ucraniana de apoyo aéreo Su-25 "Frogfoot" el día anterior y un avión de transporte militar ucraniano An-26 "Curl" tres días antes. Los funcionarios del gobierno de Ucrania acusaron a los militares rusos. El ministerio de defensa ruso rechazó dicha acusación.
Los informes iniciales dijeron que el gobierno de Ucrania sugirió que fue derribado por un misil tierra-aire ruso disparado utilizando el sistema de misiles Buk. El gobierno ucraniano responsabilizó a Rusia y a los separatistas de la región. Las milicias prorrusas, que mantienen el control del territorio bajo la República Popular de Donetsk, han declarado que no poseen la tecnología ni las armas suficientes como para derribar el avión, que volaba a una altura de diez kilómetros. El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que las acusaciones ucranianas son «absurdas» e informó sobre la presencia de 27 sistemas de misiles Buk M1 ucranianos al noroeste de Donetsk que podrían alcanzar al avión al estar dentro del rango de alcance.
Separatistas habrían reconocido el derribo de un avión aproximadamente al mismo tiempo y cerca del mismo lugar, alegando que era un An-26, avión de transporte militar de Ucrania. Asimismo, el medio ruso LifeNews publicó a las 18:34 horas del 17 de julio de 2014 la noticia del derribo de un avión An-26 por los separatistas prorrusos y comentó la noticia en su canal de TV. Varias fuentes citaron un mensaje en la red social VKontakte realizado por Ígor Guirkin (en:Igor Girkin), comandante de la Milicia Popular del Donbáss, en el que reconoció el derribo de un avión aproximadamente al mismo tiempo que el vuelo MH17. El mensaje hacía referencia específicamente a cómo se emitieron advertencias para los aviones de no volar en su espacio aéreo y el derribo de un An-26 que el Media Center Ucrania Crisis sugirió que era un caso de identificación errónea con MH17. El mensaje fue eliminado más tarde en el día y se afirmó que Ígor Guirkin no tenía ninguna cuenta oficial en esa red social.
Un reportero de The Associated Press había reportado días anteriores que había siete tanques de propiedad prorrusos estacionados en una estación de gas fuera de la ciudad ucraniana oriental de Snizhné. En la ciudad, también había un sistema de misiles Buk, que puede disparar misiles hasta una altitud de 22.000 metros. Otros medios informaron hacia fines de junio, que los prorrusos tuvieron acceso a un sistema de misiles Buk después de tomar el control de una base de defensa aérea ucraniana.
El Servicio de Seguridad de Ucrania publicó una supuesta intervención telefónica entre dos jefes prorrusos informando sobre el derrribo de un avión de pasajeros. En la grabación, un comandante informa que un avión fue baleado por su grupo a las 16:10 (hora local) y que envió gente a investigar y a tomar fotos. En otra llamada en 17:33 (hora local) un Mayor informa, que los cosacos de un puesto de control habían derribado un avión de pasajeros. El presidente del Comité Interestatal de Aviación de Rusia, Alekséi Morózov, consideró que Ucrania es la responsable de investigar las causas del accidente.
La prensa ucraniana también publicó que de acuerdo con grabaciones de llamadas telefónicas interceptadas entre los oficiales de inteligencia militar rusos y miembros de los grupos rebeldes, dado a conocer por la agencia de seguridad del país (SBU), el avión de pasajeros fue supuestamente derribado por un grupo de militantes de cosacos apoyados por Rusia, cerca de la aldea de Chornújine, Lugansk, a unos 80 kilómetros al noroeste de Donetsk. Tras el derribo del avión, también fueron publicados videos en YouTube y fotos en las redes sociales donde se aprecia un camión transportando un sistema lanzamisiles Buk, supuestamente cerca de Torez (donde cayó la aeronave). Uno de los vídeos publicados por el Ministerio de Interior de Ucrania titulado «Milicianos sacan sistema de misiles "Buk" a la frontera con Rusia» fue desmentido por el Ministerio de Defensa de Rusia, al apreciarse en el vídeo un cartel publicitario de un concesionario de coches situado en Krasnoarmiisk, controlado por las fuerzas ucranianas desde el 11 de mayo.
Según The Wall Street Journal, las agencias estadounidenses están divididas sobre si el avión fue derribado por las fuerzas armadas de Rusia o de los separatistas prorrusos, que pueden carecer de la experiencia necesaria. Todavía insisten en que «todos los caminos llevan hacia los rusos hasta cierto punto».
El 18 de julio, El Pentágono acusó a Rusia de «entrenar a los rebeldes en el uso de misiles». También el gobierno estadounidense habló de posibles sanciones. El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, denunció que Rusia ha suministrado «sistemáticamente» armas, equipamiento y apoyo logístico a los sublevados del este de Ucrania. Varios funcionarios de Occidente acusaron a los rusos de suministrar armas a las milicias del este ucraniano. Por su parte, Angela Merkel dijo que es «muy prematuro» para hablar de sanciones a Rusia.
El 19 de julio, Vitaly Nayda, el jefe del Departamento de Contrainteligencia del Servicio de Seguridad de Ucrania, dijo en una conferencia de prensa que tenían «pruebas convincentes de que este acto terrorista fue cometido con la ayuda de la Federación Rusa», y que saben «claramente que los operantes de este sistema eran ciudadanos rusos»;
Las pruebas que presentó fueron fotografías de lo que aseguró eran tres sistemas de misiles Buk-M1 de camino a la frontera rusa; dos de ellos habrían cruzado la frontera a las 02:00 AM del viernes, 10 horas después de que el Boeing 777 de Malaysia Airlines fuera alcanzado, mientras que el tercero habría hecho lo mismo hacia las 04:00 AM, según Naida. Ese mismo día, Andriy Lysenko, el portavoz del Consejo de Ucrania para la Seguridad y Defensa Nacional acusó a los milicianos prorrusos de retirar 38 cuerpos del lugar del accidente con el fin de extraer las partes del cohete utilizado para disparar el avión y poder destruir la evidencia. Debido a las acusaciones, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, comentó que estaba disgustado por la falta de respeto a las pertenencias personales y sorprendido por la falta de respeto por los cuerpos de las víctimas,
además solicitó a Rusia su colaboración, petición que según él, sería compartida por la canciller alemana, Angela Merkel, David Cameron (Reino Unido), y Tony Abbott (Australia). Días después del accidente se reportó que prorrusos saquearon la escena para robar todo lo que pudieran encontrar de valor, entre ellos dinero en efectivo, joyas, teléfonos móviles y tarjetas de crédito. Un supuesto decreto del comandante rebelde Ígor Guirkin (Strelkov) admitía que los cuerpos de los pasajeros muertos fueron saqueados por los rebeldes prorrusos. La orden directa era que joyas, relojes y otros objetos de valor tomados de los cuerpos fuesen entregados al «fondo de defensa» de los prorrusos.
En unas declaraciones realizadas por el coronel retirado del Servicio Federal de Seguridad de Rusia Ígor Strelkov-Guirkin (Igor Strelkov), ministro de Defensa de la autoproclamada República Popular de Donetsk en 2014, en la entrevista al periódico ruso Zavtra el 20 de noviembre de 2014, este manifestó que "Sin embargo, el gatillo de la guerra lo apreté yo. Si nuestra unidad no hubiera cruzado la frontera, todo hubiera acabado como como en Járkov u Odesa" donde los intentos de golpe no prosperaron. Ígor Strelkov-Guirkin (Girkin) es uno de los cuatro acusados del derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines en la causa abierta por la Fiscalía de los Países Bajos basada en la instrucción del Equipo de Investigación Conjunta (Joint investigation team, JIT).
El presidente ruso, responsabilizó en un comunicado al gobierno ucraniano: «sin lugar a dudas, el gobierno en cuyo espacio aéreo esto sucedió es responsable por esta terrible tragedia». Agregó, además, que «esta tragedia no habría pasado, si hubiera habido paz en esa tierra o si (Kiev) no hubiera reanudado las hostilidades en el sur y este ucraniano». Allí también intentó rechazar las acusaciones del gobierno ucraniano hacia los prorrusos y anunció que dio «instrucciones al ejército ruso para que tengan toda la ayuda necesaria en la investigación de este crimen» y pidió a varias agencias civiles del estado «asistir como mejor puedan en la investigación». Finalmente agregó que «nadie tiene derecho» a llegar a conclusiones «sin información objetiva sobre el incidente».
El 19 de julio el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov, lamentó la «guerra mediática que se ha iniciado en contra de la Federación de Rusia y sus Fuerzas Armadas» e hizo 10 preguntas a Ucrania en las que cuestionó el motivo del despliegue de los lanzadores de misiles Buk ucranianos en la zona de conflicto, «teniendo en cuenta que las fuerzas de autodefensa no tienen ningún avión», y criticó la falta de colaboración de Ucrania para investigar el derribo.
El servicio de prensa de la República Popular de Lugansk informó que el Boeing-777 fue derribado por un avión de combate Su-25 de la Fuerza Aérea de Ucrania, que es un avión de ataque a tierra, bombardero ligero de apoyo de las fuerzas terrestres, que opera en altitudes de hasta 5.000 m. Habitantes de Donetsk habían afirmado ver un avión de las fuerzas ucranianas antes del accidente.
Un comandante rebelde prorruso, el ciudadano ruso Ígor Guirkin (en:Igor Girkin), fue citado el 18 de julio diciendo que «un número significativo de los cuerpos no estaban frescos, ya habían drenado su sangre y olía a descomposición, lo que daba a entender que ya hacía varias horas habían muerto», aunque dijo que no podía confirmar la información. Siguió diciendo: «las autoridades ucranianas son capaces de cualquier bajeza». Guirkin también dijo que fueron encontrados suero y medicamentos en grandes cantidades entre los restos del avión. También dijo que le parecía que las personas «habían fallecido días antes del vuelo o cuando subieron al avión».
El 21 de julio Andréi Kartopólov, un alto cargo del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, declaró que los equipos de vigilancia rusos detectaron un avión de combate ucraniano a entre 3 y 5 kilómetros del Boeing malasio antes de su caída. Señaló que Rusia detectó mayor actividad de radares ucranianos el día de la catástrofe. Asimismo dijo que el grupo antiaéreo del Ejército ucraniano tenía tres o cuatro baterías de sistemas de misiles antiaéreos Buk-M1 cerca de Donetsk.
Los medios de comunicación rusos y del mundo recogieron declaraciones de un «supuesto» controlador aéreo español del Aeropuerto Internacional de Borispol, quien comunicó a través de su cuenta en Twitter que hubo cazas volando cerca del avión derribado minutos antes de desaparecer de los radares. También dijo que recibió amenazas desde la torre de control del Aeropuerto de Kiev. Por la noche afirmaba que la responsabilidad del accidente era del ejército ucraniano. Twitter bloqueó la cuenta horas más tarde. Mientras, los ucranianos en las redes sociales afirmaban que para ser controlador aéreo había que ser ciudadano de ese país.
A finales de diciembre de 2014 el diario ruso Komsomólskaya Pravda citó la declaración de un presunto empleado anónimo de una base aérea ucraniana en Dnipropetrovsk según la cual ese día despegaron tres aviones, dos fueron derribados y un Su-25 que había despegado con misiles aire-aire regresó sin ellos y con el piloto, que respondería al nombre de Vladislav Voloshin, fuertemente asustado. Según la fuente, el piloto afirmó que "ese avión (Boeing) se apareció en un lugar indebido en el momento más inoportuno".
Posteriormente se filtró un pacto firmado entre el gobierno neerlandés y los investigadores del accidente, en él se presume cualquier miembro del pacto puede guardar silencio si así lo desea.
Nuevas investigaciones e información proporcionada por un fabricante ruso afirman que el avión fue en efecto derribado por las fuerzas armadas de Ucrania. Por su parte, los prorrusos desmintieron las grabaciones y culparon al gobierno ucraniano de un supuesto intento de ataque el avión presidencial de Vladímir Putin, que había pasado 35 minutos antes por allí y presentaba similitudes físicas con el MH17.
Fuentes de la aviación de Rusia dijeron que se trató de un misil ucraniano cuyo objetivo podría haber sido el avión del presidente ruso, Vladímir Putin, que volvía al país tras la sexta cumbre de los BRICS. Ambos aviones volaban por la misma región y al mismo tiempo. Ambos aviones se cruzaron en el mismo punto en Varsovia. La aviación rusa también declaró que «el contorno de ambas aeronaves se parece, las dimensiones lineales también son muy similares y en cuanto a la pintura del avión, a una distancia lo suficientemente grande, también es casi idéntica». Pese a la hipótesis, se ha reportado que el avión ruso no ha sobrevolado las zonas en conflicto en Ucrania.
Mientras que el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas indicó que «el día que se estrelló el avión malasio en el este de Ucrania, un aparato militar ucraniano volaba cerca del Boeing 777» negando que Moscú haya entregado sistemas de misiles BUK u otras armas a los rebeldes prorrusos. Además «se observó la situación de tres aeronaves, entre ellas el avión Boeing 777 de la aerolínea malaya». Al mismo tiempo «se observó el ascenso de un avión de la Fuerza Aérea ucraniana, posiblemente un SU-25, a una distancia de 3 a 5 kilómetros del Boeing», señaló el general Andréi Kartapólov, jefe de la dirección de operaciones del Estado Mayor. Con respecto a las pruebas estadounidenses señaló que «es un sistema espacial destinado a detectar y seguir diferentes trayectorias de lanzamientos de misiles. Si la parte estadounidense tiene fotografías de ese satélite, sería muy amable de darlas a la comunidad internacional para su estudio».
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