The Powerpuff Girls (conocida en Hispanoamérica como Las chicas superpoderosas y en España como Las supernenas, o también con la sigla PPG) es una serie animada estadounidense creada por Craig McCracken y emitida por Cartoon Network. Sus historias de acción-aventura se centran en Blossom, Bubbles y Buttercup, tres niñas de edad preescolar que poseen superpoderes y combaten el crimen —particularmente a su archienemigo, Mojo Jojo— en la ciudad ficticia de Townsville, Estados Unidos. Viven con su creador, el profesor Utonium, y tras desempeñarse como defensoras regresan a sus ocupaciones como infantes normales. Por ello, el eslogan del programa sintetiza la premisa como «Saving the world before bedtime» («Salvando el mundo antes de la hora de dormir»). Su reparto de voces en inglés contó con Catherine Cavadini, Tara Strong y Elizabeth Daily en función de protagonistas, y los actores Tom Kenny, Roger L. Jackson y Tom Kane en roles secundarios, entre otros.
McCracken concibió el proyecto en 1992 como un cortometraje titulado Whoopass Stew!, mientras cursaba su segundo año en el programa de animación del Instituto Californiano de Artes. Tras rebautizarlo como The Powerpuff Girls, Cartoon Network produjo dos episodios piloto y los emitió en el programa What a Cartoon! entre 1995 y 1996. Debutó en formato regular el 18 de noviembre de 1998 como la cuarta serie en provenir del proyecto World Premiere Toons, y su emisión original finalizó el 25 de marzo de 2005. Abarca un total de setenta y ocho episodios, tres especiales y una precuela cinematográfica financiada por Warner Bros. que se estrenó en 2002. Pertenece a la antología de los Cartoon Cartoons y suscitó un amplio interés en público de varias edades, así como un auge de mercancías basadas en la consigna del «Poder femenino», tales como mochilas, juguetes, camisetas y loncheras.
Inspirado en las producciones que disfrutaba de pequeño, McCracken dotó a The Powerpuff Girls con numerosas referencias a la cultura popular y humor dirigido al público adulto. Durante su emisión, la serie fue nominada a seis premios Primetime Emmy, nueve Annies y un Kids Choice Award. Otros productos derivados incluyen una adaptación al anime, historietas, varias colecciones en DVD y videojuegos. En 2014 se reportó que las ganancias generadas por la franquicia sumaban 2.5 mil millones USD, antes de su expansión con el reinicio The Powerpuff Girls, de 2016. Audiencias y medios dedicados al industria del entretenimiento han sido positivos al valorarla: es comúnmente exaltada por su representación de los superhéroes, atractivo intergeneracional y enfoque en roles femeninos fuertes, aunque generó críticas por la violencia física que exhiben los episodios y su filme. También ha inspirado análisis que le atribuyen un carácter feminista, pero el creador negó la existencia de este tipo de agenda en su obra. El reinicio homónimo, en cambio, recibió comentarios mayormente negativos y no contó con la participación de McCracken.
James L. Venable compuso el tema de apertura junto con Thomas Chase y Stephen Rucker, y proporcionó piezas incidentales de diversos géneros que complementan cada episodio. Asimismo, los miembros del grupo escocés Bis fueron responsables de la canción de cierre, la cual está incluida en el álbum Heroes & Villains, el primero de tres bandas sonoras con música inspirada en el programa.
Se centra en las aventuras de tres niñas de edad preescolar que poseen una amplia variedad de superpoderes y son conocidas como Powerpuff Girls: Blossom, Bubbles y Buttercup. El esquema de los episodios suele ser una variación del género de superhéroes y tokusatsu, destacando las habilidades de las protagonistas cuando defienden su ciudad de ataques típicamente perpetrados por asaltantes o monstruos gigantes. En marcos similares arremeten villanos como Mojo Jojo, quien por lo general implementa robots o armamento destructivo. Las niñas también hacen frente a asuntos relacionados con su desarrollo o la cotidianidad, tales como rivalidades entre sí, dientes flojos, cumplir los quehaceres, ir a la cama temprano, mantener una buena higiene personal, asistir a la escuela, orinarse en la cama o la dependencia a un objeto que les brinde seguridad. Los episodios contienen referencias a la cultura popular y chistes dirigidos a la audiencia adulta, algo notorio en «Meet the Beat-Alls» (2001), que homenajea al cuarteto musical The Beatles, e igualmente a través del doble sentido o la insinuación.
La acción se desarrolla principalmente en la ciudad ficticia de Townsville, que está representada como una idílica metrópoli estadounidense. Según el mapa diseñado por el artista Dan Krall, el centro está constituido por múltiples rascacielos y los alrededores comprenden la alcaldía, el banco, el museo de arte, los jardines Bonsái, el parvulario Pokey Oaks, el observatorio de Mojo Jojo —situado en la cima de un volcán inactivo—, la cárcel, el basurero, el supermercado, el bosque de la bestia Fuzzy Lumpkins y el suburbio donde viven las protagonistas. Cada episodio comienza con el narrador (Tom Kenny) presentando el contexto del que parte la aventura, y concluye con este mismo vitoreando a las Powerpuff Girls por sus hazañas.
En su reseña de The Powerpuff Girls Movie, el crítico de cine Bob Longino —de The Atlanta Journal-Constitution— dijo que el estilo de los dibujos es «intrincado» y «emana el dinamismo futurista de los años 1950» con paisajes parecidos a los del pintor David Hockney. Daniel Wineman, de The New York Times, describió la estética general de la serie como una «dosis alegre» de «pop retro y diseños kitsch con colores vibrantes». También asoció el diseño de las protagonistas como una mezcla del arte de Margaret Keane y los personajes de la compañía Sanrio, y comparó a los villanos con los que figuran en los seriales de Dick Tracy. Por otro lado, Michael Dooley y Steven Heller, autores del libro The Education of a Comics Artist (2005), observaron que la imagen de los personajes se contrapone a sus personalidades, con Blossom, Bubbles y Buttercup representadas como «lindos duendecitos» que combaten el crimen poderosamente. Además, señalaron que el delineado de los dibujos es «grueso y pesado», estilo que los hace «saltar» a la vista cuando se hace zapeo. Otros elementos comunes en la serie son los emblemas de corazones y la violencia como acto recurrente contra los malhechores, algo que ejemplifica la yuxtaposición de lo «lindo y tenaz» que intencionó su creador, Craig McCracken. Este ha declarado que la influencia del anime en el programa fue ínfima y se refleja mayormente en las secuencias de acción, contrario a quienes describen a The Powerpuff Girls como un homenaje a ese tipo de animación. En cambio, las creaciones de United Productions of America, Hanna-Barbera y Jay Ward ejercieron influjo en lo relativo al diseño y la escritura.
En 1991, Craig McCracken cursaba su segundo año en el Instituto Californiano de Artes (o CalArts) y realizó una serie de cortometrajes centrados en un personaje llamado No Neck Joe, experiencia que significó su debut en la animación independiente. En aquel año también improvisó la imagen de tres niñitas sobre un pedazo de cartulina a modo de tarjeta de cumpleaños para su hermano. Estas pequeñas de ojos grandes y aspecto de muñeca sentaron la base de lo que luego fue su corto Whoopass Stew! The Whoopass Girls in: A Sticky Situation (1992), y desechó la idea de producir una ficción protagonizada por un luchador enmascarado llamado «el Fuego». McCracken, un fanático del género de superhéroes, las caracterizó con una actitud agresiva que contrastaba con sus apariencias inocentes, lo que también resultó en la desemejanza con otros exponentes de la misma categoría. Inicialmente buscó animar cuatro cortos de las Whoopass Girls —como llamó al trío—, pero solo pudo realizar uno; su tercera idea provisional, «Monkey See, Doggie Do», se materializó varios años después para la televisión. Cabe decir que sus trabajos se exhibieron en el Festival de animación de Spike y Mike de 1994, con lo que logró impulsar su carrera como animador.
McCracken ofreció su creación a los ejecutivos de Nickelodeon para una serie animada, pero estos creyeron que la temática de acción y superhéroes significaría una deviación en el curso creativo del canal. Más tarde, con la ayuda de su amigo Paul Rudish consiguió trabajo en los estudios de Hanna-Barbera, donde se enteró de un proyecto que buscaba ideas nuevas que pudieran desarrollarse. Aquello era una iniciativa liderada por Fred Seibert, quien pretendía incubar contenido original para la señal de Cartoon Network, que hasta entonces se había dedicado a retransmitir caricaturas de la «era dorada» de la animación estadounidense. En 1993, mientras McCracken ejercía como director de arte en 2 Stupid Dogs, el canal seleccionó el corto de las Whoopass Girls como una de sus posibles series animadas a producir. La palabra whoopass se erradicó del título, pues tenía connotaciones inadecuadas para el público infantil. Luego de que se barajaran diversas alternativas —algunas sugeridas por amigos del creador—, se estableció el título The Powerpuff Girls y el proyecto se integró al programa What a Cartoon!, donde se compilaban los nuevos cortometrajes de la señal. El agente que le daba vida a las protagonistas, «the can of whoopass», se reemplazó entonces por uno más ambiguo: «chemical X» («químico X»), mas el concepto principal se mantuvo inalterado. La nueva animación de McCracken, The Powerpuff Girls in: Meat Fuzzy Lumpkins, se estrenó durante el especial World Premiere Toon-In el 20 de febrero de 1995. Empero, Dexter's Laboratory —el proyecto de su excompañero de CalArts, Genndy Tartakovsky— generó mejores reacciones que los demás pilotos presentados en el mismo espacio. Aunado a ello, la percepción de los ejecutivos sobre The Powerpuff Girls cambió cuando la exhibieron ante una audiencia de prueba, como lo recordó McCracken en el año 2000:
Dexter's Laboratory, Johnny Bravo y Cow and Chicken se convirtieron en las primeras series animadas originales de Cartoon Network. McCracken trabajó en la primera como artista de guiones gráficos y sus habilidades resultaron de inmenso agrado para la ejecutiva Linda Simensky, quien junto con Mike Lazzo le brindó la oportunidad de producir otro corto de The Powerpuff Girls. El animador aprovechó la experiencia adquirida en Dexter's Laboratory para mejorar varios aspectos de su creación, particularmente en cuanto a caracterización de personajes. Esto le sirvió para desarrollar aún más al villano Mojo Jojo, al que describió como «mentalmente, tres escalones encima de los humanos», pero su baja estatura —en oposición a su ventaja evolutiva— causa gran parte de su frustración y odio hacia la especie. También se dio cuenta de que la audiencia necesitaría conocer mejor a las protagonistas, por ello ideó diferencias más evidentes entre ellas. Ulteriormente dijo: «Cuando hice los primeros cortos, estaba más centrado en conceptos extraños que en desarrollar personajes. Ese fue mi mayor error». En relación con este período, el autor David Perlmutter afirmó que las similitudes estilísticas entre The Powerpuff Girls y Dexter's Laboratory son el resultado de la colaboración que ocurrió entre sus creadores. El segundo piloto, Crime 101, se emitió a principios de 1996 como parte de What a Cartoon!. En vista de las mejoras en el concepto y el diversificado grupo de personajes, Cartoon Network le dio total aprobación al aplazado proyecto.
La producción de la serie inició con su creador al mando, a la vez que Dexter's Laboratory alcanzaba el episodio cincuenta y dos y su equipo de trabajo se integraba al de The Powerpuff Girls. Motivado en parte por el interés del público en los pilotos, el estreno se efectuó el 18 de noviembre de 1998. La ficción se mantuvo como la más vista en la programación original de Cartoon Network, con grupos demográficos que abarcaban a niños, adolescentes y adultos. En octubre de 2000, el canal atribuyó su liderazgo entre otras señales de cable a la emisión de la serie en horario estelar, y su vicepresidente ejecutivo de aquel entonces, Tim Hall, declaró que esta les había aportado las cuotas de pantalla más altas de su historia. Asimismo, según datos de WarnerMedia publicados ese año, el programa logró un promedio de 1.9 millones de televidentes y acaparaba la atención de los hogares durante la tarde de los viernes. Se estimó que el 30 % de su público tenía más de veinte años, y el diario San Francisco Chronicle la destacó como «la caricatura de moda entre adultos» en la primavera de 2001. Además, hasta 2002 se afirmaba que la franquicia había generado mil millones USD a través de mercancías. McCracken insistió en conservar un carácter de acción que atrajera a todo tipo de público, pues observó que la extensa mercadotecnia que surgió a partir de su obra predominaba para las niñas. Respecto al éxito del programa, expresó en octubre de 2000: «Pensé que [PPG] llegaría a Cartoon Network, los universitarios la verían y habría algunas camisetas regadas por la escena rave o en las tiendas de discos. Pero no tenía idea de que [su popularidad] despegaría hasta este punto».
Cartoon Network respaldaba que las historias exhibieran violencia y el uso de armas de fuego, sobre lo cual McCracken afirmó: «Ellos entienden que al menos tenemos que hacer que los villanos luzcan ruines para que los héroes salven el día, de modo que parezca real y justificado». Aun así, rechazaban ideas que excedían este aspecto; un episodio en particular no se produjo porque habría mostrado a las Powerpuff Girls detener las balas que Fuzzy Lumpkins disparaba hacia Townsville con su escopeta. El ente que originalmente era una personificación del Diablo terminó convertido en Him, cuya identidad vaga se debe a que tampoco se admitían alusiones religiosas de ningún tipo. McCracken también dijo que el propósito no era apoyarse en las referencias culturales o desorientar a los niños cuando un gag iba dirigido al espectador adulto. En cambio, la idea de los episodios se construía con base en la identidad de los personajes, o al tomar cuestiones típicas de la niñez (como el temor a la oscuridad) para complementarlas con la temática de superhéroes. «Nunca queremos que la parodia tenga prioridad sobre los personajes que hemos creado, porque entonces [estaríamos] usándolos como medio para otros chistes sin respetar realmente las personalidades que hay en el programa», comentó el creador a Los Angeles Times en 2001.
Todo el trabajo de diseños, guiones gráficos y actuaciones de voz se enviaba a los estudios Rough Draft en Corea del Sur, donde se realizaban las labores de producción. En la mayoría de los casos, tal proceso no se llevaba a cabo en Estados Unidos porque suponía una alta inversión económica. En términos de preproducción, los guiones gráficos (llamados storyboards en inglés) son aquellos que cuentan la historia básica de un episodio y, a modo de historieta, ejemplifican planos que más tarde se utilizan en la fase de animación. Los dibujos definitivos se fotografiaban encima de los escenarios creados por el diseñador de producción o artista de fondos, todos realizados manualmente en el procedimiento tradicional. Asimismo, los animadores poseían hojas de referencia que mostraban un conjunto de especificaciones sobre los personajes, a favor de mantenerse dentro del modelo aprobado y conservar un estilo uniforme a lo largo de la serie, algo particularmente útil al manipular aquellos diseños que iban a figurar en un solo episodio. Por ejemplo, el arquetipo de las Powerpuff Girls pautaba que entre sus ojos no hubiera demasiada separación, que tuvieran líneas del flequillo curvas en lugar de rectas y cabezas ovaladas, no redondas.
El trabajo de posproducción incluía la corrección de los celuloides (en inglés, cels) y la composición de la banda sonora. James L. Venable, Thomas Chase y Stephen Rucker son los autores del tema de apertura, «The Powerpuff Girls (Main Theme)», que contiene una muestra acelerada de la batería de «Funky Drummer», ejecutada originalmente por Clyde Stubblefield. Venable también compuso alrededor de quinientos minutos de música incidental para los episodios, tanto con orquestas como con métodos no tradicionales, y caracterizó el estilo musical de la serie con una variedad de géneros que incluye techno, hip hop y heavy metal. Por otro lado, la banda escocesa Bis escribió e interpretó la canción de cierre, «The Powerpuff Girls (End Theme)», cuyos versos son básicamente una descripción de los personajes principales. La agrupación tuvo una semana para entregar el tema, según la vocalista Amanda MacKinnon, y el resultado —aunque le resultó «cursi» a los mismos integrantes— complació al equipo detrás del programa.
Cuando la serie llegó a su quinta temporada, posterior a que Hanna-Barbera se convirtiera en una propiedad de Warner Bros. y al fallecimiento de su pionero William Hanna, McCracken la dejó para abocarse a su nueva creación, Foster's Home for Imaginary Friends, y Chris Savino quedó a cargo de la producción ejecutiva. Para este tiempo, el equipo principal de The Powerpuff Girls se había trasladado a Cartoon Network Studios (en Burbank, California), donde también se produjo su precuela cinematográfica y se completó la transición a animación por computadora. Las últimas temporadas pasaron a verse más «nítidas y brillantes» en comparación con las primeras, y las historias exploraban conceptos más elaborados. A la larga se produjo un total de setenta y ocho episodios, y la emisión original concluyó el 25 de marzo de 2005. Cartoon Network ofreció realizar una séptima temporada, pero tanto McCracken como Savino opinaron que la serie «ya había completado su curso». En palabras del creador:
De acuerdo con la secuencia de apertura de cada episodio, el profesor Utonium obtuvo a las Powerpuff Girls —Blossom, Bubbles y Buttercup— en su intento de concebir a la «niñita perfecta» con una mezcla de «azúcar, especias y todo lo bonito» (en inglés: «sugar, spice and everything nice»). Con todo, la adición accidental del misterioso «químico X» resultó en estas tres niñas que poseen un variado conjunto de superpoderes, tales como fuerza sobrehumana, ojos que disparan láser, visión microscópica y la capacidad de volar a velocidades extremas. En el concepto original, el elemento imprevisto era una «lata de whoopass» («a can of whoopass»), que alude a la actitud de las protagonistas de «patear muchos traseros». La alcaldía de Townsville se encarga de llamarlas a través de una línea telefónica especial cuando las circunstancias requieren semejante ímpetu. Además de desempeñarse como defensoras, las Powerpuff Girls reciben educación como niñas normales en el parvulario Pokey Oaks. Sus edades están comprendidas entre los cinco y seis años y cada una presume de cualidades intelectuales distintas: Blossom, por ejemplo, sabe hablar chino.
Las tres niñas tienen cabezas ovaladas y ojos anormalmente grandes que están inspirados en el arte de Margaret Keane. Carecen de dedos, nariz, orejas y cuello, y sus piernas —por instrucciones de Craig McCracken— se asemejan a «medias llenas de arena mojada». El creador prefería que esta imagen más bien simbolizara a los niños reales, tal como «Mickey Mouse no luce como un ratón pero representa a uno», por lo que siempre descartó sus intentos de sumarles otros detalles. Asimismo, la esencia de este diseño implicaba mayor expresividad, dinamismo y flexibilidad en la animación. Las tres normalmente usan vestidos que combinan los colores de sus ojos con una raya negra, así como medias blancas y calzado Mary Jane. Se diferencian entre sí de la siguiente manera:
Los archienemigos de las Powerpuff Girls son el chimpancé Mojo Jojo, el demonio andrógino Him, la pandilla Gangrena (o bien, The Gangreen Gang: Ace, Snake, Arturo, Grubber y Big Billy), la pequeña millonaria Princess Morbucks, la mujer fatal Sedusa, la bestia territorial Fuzzy Lumpkins, el trío de amebas ineficaces para el crimen (Jefe, Junior y Slim) y las contrapartes masculinas conocidas como The Rowdyruff Boys (Butch, Brick y Boomer). Jojo es quien revela un rencor mucho más personal contra ellas, puesto que alguna vez fue el encariñado asistente del profesor Utonium y la verdadera razón por la que este derramó el «químico X» en el compuesto original. Durante el mismo incidente sufrió una mutación que lo convirtió en el espécimen superdotado que es, y su prominente cerebro es patente de ello. McCracken dijo que este adversario está inspirado en Dr. Gori —de la serie de tokusatsu japonesa Spectreman— y que su modo de hablar imita al doblaje estadounidense del anime Speed Racer. Roger L. Jackson, quien le da voz al simio, lo definió como «la sombra de las Powerpuff Girls», pues los cuatro surgieron de la misma circunstancia y están «íntimamente asociados» al profesor. Al margen de su villanía, Jojo también obedece a los propósitos cómicos del programa, y a veces se le ve en rutinas cotidianas normales, como comprar comida en lugar de robarla.
Como apoyo a las protagonistas están su creador (que a su vez actúa como figura paterna), el narrador (que suele añadir interjecciones cómicas), la maestra Keane, el alcalde de Townsville y su secretaria, Sara Bellum (cuyo rostro siempre está ausente en pantalla). Se puede observar que los personajes masculinos son tontos o excéntricos en su mayoría, mientras que las mujeres constituyen roles más equilibrados (algo que McCracken consideró producto de haber crecido en un entorno donde las presencias femeninas eran sus modelos a seguir). Un ejemplo de esto es el alcalde, un «zoquete incompetente» que deja todo deber en las capacidades de Bellum, quien, pese a estar representada como «la típica asistente sexi», es en realidad «la persona más inteligente de la ciudad». El profesor Utonium evolucionó del «científico espeluznante» de Whoopass Stew! a «alguien con quien las [Powerpuff Girls] pueden identificarse» —de modo que afianza el nexo padre-hijas—, aunque McCracken también se refirió a él como alguien «un poco extraño».
The Powerpuff Girls debutó la noche del 18 de noviembre de 1998.Cartoon Network en provenir del proyecto World Premiere Toons, del que anteriormente habían surgido Dexter's Laboratory, Johnny Bravo y Cow and Chicken. El estreno de episodios solía ocupar un lugar en el bloque de programación estelar Cartoon Cartoon Fridays, que se emitía cada viernes de 7 a 11 p.m. EST. Este espacio también se aprovechaba para promocionar las funciones del sitio web del canal, como el The Powerpuff Popularity Contest, que —mediante un código de acceso previamente televisado— brindaba contenidos sobre Blossom, Bubbles y Buttercup, aunados a la oportunidad de definir cuál de ellas era la predilecta de la audiencia. El canal también emitió maratones de la serie en los años sucesivos y le asignó un lugar dentro del bloque Toonami, donde se ofrecían programas de acción-aventura como Dragon Ball Z y Sailor Moon. El llamado renacimiento de la animación estadounidense tuvo lugar en la década de 1990, a raíz del próspero alcance de la televisión por cable y la integración de imágenes generadas por computadora al formato bidimensional. Series como PPG, Space Ghost Coast to Coast, The Simpsons y Ren and Stimpy están catalogadas como exponentes de ese período. Con la expansión que Cartoon Network logró hacia finales de 2000, The Powerpuff Girls se veía en más de 140 países alrededor del mundo, incluidos los que conforman Europa y América Latina.
Se convirtió en la cuarta serie animada original deEntre 2000 y 2001, Warner Home Video publicó varias colecciones en DVD y VHS que contenían episodios emitidos durante los primeros dos años de la serie, tales como «Twisted Sister», «Boogie Frights», «Powerpuff Bluff» y «Down 'n' Dirty». La primera temporada se editó por completo en 2007, con el título The Complete First Season, y se incluían contenidos extra como los episodios piloto, el cortometraje Whoopass Stew! y los videoclips de «Signal in the Sky (Let's Go!)» y «Buttercup (I'm a Super Girl)», del álbum Heroes & Villains. McCracken, consciente de la edad del programa, se involucró en este lanzamiento al dedicarle estos añadidos a los fanáticos que ya rondaban la etapa adulta. La caja recopilatoria de la serie entera, designada como 10th Anniversary Collection («Colección de décimo aniversario»), contenía doce DVD repartidos en seis estuches y se publicó en enero de 2009. El material adicional de este paquete incluía el documental de treinta y cuatro minutos The Powerpuff Girls: Who, What, When, Where, Why, How... Who Cares?, que ofrece la historia del programa mediante entrevistas a su equipo de producción con el estilo narrativo de un episodio usual. Para el vigésimo aniversario, celebrado en 2018, Madman Entertainment publicó nuevamente las seis temporadas en DVD con formato recopilatorio de edición limitada.
La serie también comprende tres episodios especiales que se produjeron con años de diferencia entre sí. El primero, «Twas the Fight Before Christmas», se estrenó el 12 de diciembre de 2003 y muestra cómo las Powerpuff Girls van al Polo Norte para encontrarse con Santa Claus y remediar el sabotaje cometido por Princess Morbucks en Nochebuena. Tiene una duración de 44 minutos y presenta adiciones notorias en la animación corriente de la serie, como el uso de rénderes tridimensionales para representar el océano.
Craig McCracken anunció el siguiente especial durante la Comic-Con de San Diego de 2008 y a través de su cuenta de DeviantArt. Titulado «The Powerpuff Girls Rule!!!», se estrenó en Estados Unidos el 19 de enero de 2009, durante la conmemoración del décimo aniversario de la serie. A diferencia de todos los episodios anteriores, este se realizó con el programa de modelado en 2D Adobe Flash, cuyo empleo solía ser menos costoso que el proceso de animación convencional, pues el trabajo se efectuaba casi enteramente en un mismo estudio. Eric Pringle, director de arte, estudió la primera temporada para replicar el estilo que estandarizó Rough Draft en Corea del Sur, con el beneficio de poder reutilizar un mismo dibujo (fuese una articulación o la silueta general de un personaje) y así agilizar el proceso de producción. La trama muestra a las Powerpuff Girls teniendo desacuerdos en su manejo del poder al ostentar la llave del mundo por un día, mientras que Mojo Jojo experimenta una breve redención. Ideado durante la cuarta temporada, el especial estaba formulado para ser el final de la serie, pero Cartoon Network se oponía a terminar sus ficciones definitivamente en aquel entonces.
Cartoon Network Studios y Passion Pictures produjeron el tercer especial, «Dance Pantsed», que se estrenó el 20 de enero de 2014. Su animación se logró con imágenes generadas por computadora y presentó una reestilización del diseño general de la serie, con Kevin Dart como director de arte. Lo dirigió David Smith, quien desempeñó distintos cargos durante las primeras tres temporadas del programa, y el reparto de voces contó nuevamente con los actores originales. No obstante, McCracken no estuvo involucrado en esta oportunidad. La trama progresa desde que Mojo Jojo secuestra a un trío de celebridades que están de visita en Townsville, crimen que resulta frustrado por las Powerpuff Girls. Resentido, el villano desarrolla el videojuego Dance Pants R-EVILution, con el que pone a las protagonistas bajo su dominio. El ex-Beatle Ringo Starr promovió el especial con una canción original titulada «I Wish I Was a Powerpuff Girl» y le brindó su voz al personaje de Fibonacci Sequins, un extravagante científico botánico.
Catherine Cavadini, Tara Strong y Elizabeth Daily son las voces originales de las Powerpuff Girls: Blossom, Bubbles y Buttercup —respectivamente—, roles con los que han adquirido reconocimiento público. Roger L. Jackson interpretó a Mojo Jojo; según Craig McCracken, el habla de este villano —con un marcado acento y prolongadas redundancias— no está basado en algún estereotipo étnico: «Dijimos, “haz una voz oscura y amenazante”, y al actor de voz que estaba audicionando se le ocurrió esto, y fue como, “¡oh, ese es!”». Tom Kenny ejerció dos papeles principales: el alcalde y el narrador de Townsville; sus otras asignaciones incluyen a Snake y Arturo de la pandilla Gangrena, Mitch Mitchelson y Rainbow el payaso. McCracken asumió al narrador en el cortometraje de Whoopass Stew!, rol que el veterano locutor Ernie Anderson luego adoptó para los episodios piloto. Este último murió de cáncer en 1997, antes de que la serie debutara oficialmente. Tom Kane le proveyó voz al profesor Utonium, Him, el perro parlante y numerosos roles masculinos; Jennifer Hale repartía su actuación entre la maestra Keane, Sedusa, Princess Morbucks y otras mujeres de Townsville; Jeff Bennett hacía lo mismo con Ace, Big Billy, Grubber y otras asignaciones pequeñas; Chuck McCann para los tres chicos ameba: Jefe, Junior y Slim; Jennifer Martin interpretaba a Sara Bellum y múltiples roles femeninos de poca recurrencia, y Jim Cummings a Fuzzy Lumpkins u otros habitantes de Townsville.
El doblaje en español de la serie se realizó en dos versiones localizadas: una para Hispanoamérica, donde es conocida como Las chicas superpoderosas —aunque en un principio se llamó Las chicas coquetas—, y otra para España, con el título Las supernenas. La primera difiere más en cuanto a traducción o adaptación de la versión original: por ejemplo, la ciudad de Townsville —denominación en que el sufijo ville tiene un significado parecido a town («pueblo»)— se renombró como Saltadilla, y los ingredientes para la «niñita perfecta» («sugar, spice and everything nice») están designados como azúcar, flores y muchos colores. En España, las Powerpuff Girls se llaman Pétalo, Burbuja y Cactus, y fueron interpretadas por Marta Ullod, Berta Cortés y Joël Mulachs —respectivamente—, mientras que Javier Viñas ejercía como director de doblaje en los estudios Movie Movie de Barcelona. En Hispanoamérica, las pequeñas son conocidas como Bombón, Burbuja y Bellota; de modo respectivo, Cristina Hernández, Maggie Vera y Rossy Aguirre son sus voces, y han obtenido reconocimiento en la región por doblar a estos personajes. Yamil Atala fue el selector de reparto y primer director de esta versión realizada en los estudios Suite Sync de la Ciudad de México. Tras su renuncia, el segundo cargo lo desempeñó Aguirre.
The Powerpuff Girls equivalió al «primer éxito en márquetin» de Cartoon Network. En 2014 se reportó que las ganancias generadas por la franquicia sumaban 2.5 mil millones USD. Bob Bryant, exvicepresidente de comercio del canal, mencionó en 1999 que la serie «probablemente ha salido al mercado más rápido que casi cualquier [otra] propiedad animada hecha para televisión». Tiempo después añadió que la vasta comercialización era el resultado de la demanda de productos que surgió a medida que el programa aumentaba su popularidad. Se licenciaron mercancías como ropa, decoraciones, llaveros, juguetes, loncheras y mochilas, y se observó que estas atraían tanto a hombres como mujeres, pese al estilo «distintivamente femenino». La franquicia también tuvo un auge en internet, donde proliferaban las visitas a portales temáticos tanto oficiales como mantenidos por fanáticos. Las Powerpuff Girls llegaron a adornar la parte frontal de las tiendas de Warner Bros. y a ser de los disfrazes más buscados en la temporada de Halloween de 1999. Además, la compañía Delta Express presentó en 2000 un avión Boeing 737-232 que tenía la imagen de las tres niñitas pintadas en el exterior; emprendió su vuelo inaugural el 17 de junio de ese año, en Boston, Massachusetts, y trazó su ruta por veintiún ciudades de Estados Unidos.
El interés por los productos de la serie inspiró el episodio «Collect Her» (1999), en el que un personaje llamado Lenny Baxter colecciona todo lo relacionado con las Powerpuff Girls hasta el punto de poseer cada ítem alguna vez creado, por lo que decide capturar a las verdaderas. El equipo creativo atestó esta historia con todo tipo de artículos absurdos, de modo que el resultado en pantalla no se sintiese como una suerte de comercial para las mercaderías existentes. Aun así, algunos ejemplares llegaron a producirse, incluida una gofrera con la imagen de las tres niñas. McCracken afirmó en 2001 que el éxito de la franquicia no alteraba el enfoque de la producción: «Todavía intentamos crear episodios de la misma manera que siempre lo hemos hecho [...] basado en lo que queremos hacer y lo que nos gustaría ver».
En 2004, la franquicia se renovó «al estilo Holly Golightly» y presentó a unas Powerpuff Girls más maduras y dedicadas a actividades consumistas. La campaña buscó extenderse hasta el año siguiente y se apoyó con varios segmentos animados que rotaban en Cartoon Network. La serie también se convirtió en el tema de su propia revista, The Powerpuff Girls Powerzine, y fue parte de promociones para Kellogg's, Burger King, Hasbro, McDonald's, Subway y NASCAR. Entre 2000 y 2006, la editorial DC publicó setenta historietas centradas en las Powerpuff Girls, además de incluirlas en la tira Cartoon Network Block Party, donde compartían el formato impreso con propiedades hermanas como Johnny Bravo y The Grim Adventures of Billy & Mandy. Los derechos de publicación luego se transfirieron a IDW Publishing, que empezó la serialización de nuevas historietas en 2013. La primera, escrita y dibujada por el artista Troy Little, constaba de seis ediciones tituladas Second Chances; le siguió la serie Powerpuff Girls Classics y Powerpuff Girls Super Smash-Up!. McCracken también contribuyó a esta variedad de productos impresos al ilustrar un pequeño libro en 1999 para el sello Little Golden Books, titulado Big, Terrible Trouble, cuya portada mostraba a las tres heroínas dejando el ayuntamiento de Townsville.
The Powerpuff Girls Movie se estrenó en Estados Unidos el 3 de julio de 2002. Producida por Cartoon Network Studios y Warner Bros., es la precuela cinematográfica que profundiza en cómo las Powerpuff Girls se convirtieron en superheroínas y Mojo Jojo en su archienemigo. McCracken escribió la historia y diseñó los guiones gráficos junto con Charlie Bean, Lauren Faust, Paul Rudish y Don Shank; también dirigió a los actores de voz y se involucró en otros aspectos técnicos de la película. Según él, este producto es un híbrido de dos historias: una que era «puramente un espectáculo de acción» y otra más «sutil» cuyo mayor enfoque eran los personajes. El argumento también sigue la retrocontinuidad del episodio «Mr. Mojo's Rising» (1999), que da detalles sobre la vida de Jojo como un inquieto asistente de laboratorio. Aunque se trata de una precuela, McCracken prefirió no explicar elementos de ciencia ficción como el «químico X», pues quería mantener la condición fantástica que caracteriza al origen de las protagonistas. Durante la producción también se le motivó a lograr que el metraje gustase a un público mayor de veinte años, razón del tono más serio y «sombrío» que el de las aventuras televisivas.
El filme recibió críticas mixtas y posee un 63 % de aprobación en el medidor de Rotten Tomatoes, con base en 103 opiniones profesionales. El consenso del sitio reza: «Funciona como un episodio extendido, pero aun así, The Powerpuff Girls Movie es muy divertida». También causó cierta controversia por la inclusión de «aterradoras imágenes de destrucción, violencia y crueldad animal» en su última mitad, por lo que fue clasificada PG, que advierte «constante acción frenética» y sugiere la supervisión parental. Recaudó un total de dieciséis millones USD en la taquilla mundial, en contraste con su presupuesto de once millones y una mayor expectativa de ganancias. Brandon Gray, del sitio web Box Office Mojo, achacó parte de este bajo desempeño a la falta de salas de cine que exhibieran la película en horarios más acordes a los fanes de mayor edad. Su promoción también fue limitada, en comparación con otras cintas animadas que se estrenaron alrededor de ese tiempo. En retrospectiva, McCracken comentó lo siguiente: «Los niños no vinieron [...] muchos varones que eran fanáticos [del programa] no querían decírselo a la gente y no compraron boletos. Hay cierta seguridad en ver Powerpuff desde casa si eres un chico».
Cartoon Network Japón, Aniplex y Toei Animation adaptaron la serie a un anime de cincuenta y dos episodios, titulado Demashita! Powerpuff Girls Z (出ましたっ!パワパフガールズZ Demashita! Pawapafu Gāruzu Zetto?). Emitida en TV Tokyo desde julio de 2006 hasta junio de 2007, esta reinterpretación diverge de la versión original en términos de estilo, argumento y caracterización de personajes, y está catalogada dentro del subgénero mahō shōjo (o «chica mágica»). Se centra en la vida de Momoko Akatsutsumi (Hyper Blossom), Miyako Gotokuji (Rolling Bubbles) y Kaoru Matsubara (Powered Buttercup), tres estudiantes de secundaria que desarrollaron superpoderes al ser afectadas por el llamado «químico Z». También incluye a los villanos habituales de la versión estadounidense y personajes originales como Ken —hijo del profesor Utonium— y su perro robot, Peach. Entre 2006 y 2007 se serializó una adaptación al manga de este anime, ilustrada por Shiho Komiyuno para la revista Ribon, de la editorial japonesa Shūeisha.
El sello discográfico Rhino publicó tres álbumes con música original de la serie en formato de CD, casete y vinilo. Estos son:
A continuación, se enlistan las pistas de cada álbum:
The Powerpuff Girls inspiró numerosos videojuegos que en su mayoría abarcan el género de acción. Bad Mojo Jojo, salido al mercado el 14 de noviembre de 2000, sigue a Blossom mientras intenta vencer al villano del título. Este fue el primero de una trilogía distribuida por Bam Entertainment para la consola portátil Game Boy Color, en la que cada Powerpuff Girl protagonizaba su propia aventura. Ryan Mac, del sitio web GameSpot, lo calificó como «simple y aburrido», mientras que Craig Harris, de IGN, dijo que «[su] estilo no es tan encantador como los dibujos básicos del programa de televisión». La segunda entrega, The Powerpuff Girls: Paint the Townsville Green —lanzada el mismo mes—, sigue a Buttercup mientras enfrenta a los integrantes de la pandilla Gangrena, mientras que la tercera, The Powerpuff Girls: Battle HIM —publicada en febrero de 2001—, se enfoca en Bubbles y su lucha contra el demonio Him. Dos videojuegos más se produjeron para la consola Game Boy Advance en 2002: The Powerpuff Girls: Mojo Jojo A-Go-Go y The Powerpuff Girls: HIM and Seek. El primero de tales se adaptó a Nintendo 64 y PlayStation con gráficos tridimensionales; Mark Fujita de IGN dijo que ambas versiones «palidecen» en comparación con la original, si bien «poseen sus encantos» como «juegos que puedes simplemente tomar y jugar [sic]».
The Powerpuff Girls: Chemical X-traction, publicado en 2001 para Nintendo 64 y PlayStation, se centra en la lucha del trío de heroínas contra varios adversarios, en medio de su misión de localizar a Mojo Jojo y recuperar el «químico X».PlayStation 2 y GameCube. Con acción que nuevamente toma lugar en un mundo tridimensional donde las protagonistas enfrentan a pepinillos del espacio exterior, el juego recibió críticas mixtas en publicaciones como PLAY y Official U.S. PlayStation Magazine.
Fujita emitió una crítica negativa para la versión de la segunda consola a través de IGN: describió sus gráficos tridimensionales como «muy malos» —añadió: «Cuando tienes una caricatura estilizada en 2D, ¿no tendría más sentido crear un juego en 2D?»— y le otorgó una calificación de dos estrellas sobre diez. Otros medios también expresaron descontento con su estética y jugabilidad. The Powerpuff Girls: Relish Rampage salió al mercado a finales de 2002 paraTambién se produjeron videojuegos para ordenador, entre ellos Mojo Jojo Clone Zone, Princess Snorebucks, Mojo Jojo's Pet Project y The Powerpuff Girls: Gamesville (todos de 2002). Para teléfonos móviles con la extensión Java ME existieron Powerpuff Girls Snowboarding (2005) y Mojo Madness (2009): el primero consistía en ejecutar varias acrobacias extremas a fin de cumplir las metas establecidas, mientras que en el segundo se debía evitar que Mojo Jojo cumpliera su plan de convertir a los habitantes de Townsville en simios. Los personajes también figuran en tres juegos de cruce de ficciones: Cartoon Network Racing (2006), Cartoon Network Universe: FusionFall (2009) y Cartoon Network: Punch Time Explosion (2011). El último videojuego de la franquicia original se titula Defenders of Townsville, y fue publicado por Radian Games en marzo de 2014. Con versiones para teléfonos inteligentes y PC, este permitía alternar entre la imagen clásica de los personajes y el rediseño presentado en el especial «Dance Pantsed».
En 2014, Cartoon Network anunció que expandiría la franquicia de The Powerpuff Girls con una serie nueva.Amanda Leighton, Kristen Li y Natalie Palamides fueron seleccionadas como las nuevas voces de las Powerpuff Girls, mientras que algunos miembros del reparto original retomaron a sus personajes, incluido Tom Kenny como el narrador y el alcalde. Catherine Cavadini, Tara Strong y Elizabeth Daily expresaron tristeza a través de Twitter al no haber sido contratadas nuevamente, a lo que se sumó McCracken en muestra de apoyo. El estilo visual también experimentó cambios: pasó de líneas gruesas a delgadas y a un aspecto más redondeado, mientras que elementos como el moño de Blossom se volvieron más volumétricos. La diferencia más evidente en cuanto a narrativa es que los combates contra monstruos son menos determinantes, ya que la mayoría de los conflictos derivan de situaciones normales.
Pese a los deseos de McCracken de que esto no sucediera, los planes se pusieron en marcha y el estreno se efectuó el 4 de abril de 2016. Las jóvenes actricesFue objeto de críticas y controversias por parte de los fanáticos de la serie original, a causa de la diferente caracterización de los personajes, elecciones en el rediseño —como erradicar las mamas de la maestra Keane— y la exclusión de roles femeninos como Sara Bellum. Si bien las primeras exhibiciones obtuvieron buenas reseñas, la recepción general juzgó a este reinicio como inferior a su versión de origen. Jessica Swarts, del sitio web Inverse, aseveró que «destruye a la serie original de McCracken» y lo calificó como «una caricatura mediocre», mientras que Kevin Thompson, de The A.V. Club, lamentó el nuevo enfoque dado a la vida de las protagonistas y el uso «viejos clichés» sobre «chicas adolescentes con problemas». Por su lado, Kody Goff de The Daily Athenaeum lo llamó «flojo, cínico y sin gracia», y reprochó la representación dada a temas «susceptibles» como la identidad de género. En contraste, Emily Ashby de Commons Sense Media dijo que los personajes «se benefician de una animación más nítida», y Dave Trumbore de Collider aseguró que «vale la pena ver esta nueva versión de The Powerpuff Girls con sus propios méritos».
Craig McCracken comentó en 2001 que no le complacía «la creencia errónea de que todos los personajes de dibujos animados viven en Toontown y se conocen entre sí».cortinillas internacionales de Cartoon Network mostraban a todas sus propiedades coexistir dentro del mismo entorno. De hecho, fragmentos de un programa llamado Puppet Pals pueden verse tanto en Dexter's Laboratory como The Powerpuff Girls aunque ambas ocurren en universos distintos. Los habitantes de Townsville también han aparecido o se han referenciado en otras producciones del canal, tales como The Grim Adventures of Billy & Mandy, Samurai Jack, Chowder y OK K.O.!. Igualmente, el sketch «2 Broke Powerpuff Girls» (2012), del programa de comedia satírica MAD, es una parodia a 2 Broke Girls protagonizada por Blossom, Bubbles y Buttercup. Además, durante el período promocional del álbum The Now Now (2018), la banda virtual Gorillaz integró al villano Ace como reemplazo a Murdoc Niccals, uno de sus miembros originales. Damon Albarn, cocreador del proyecto, declaró que Cartoon Network permitió la utilización del personaje bajo la condición de que no se le relacionara con «alcohol y prostitutas».
No obstante, The Powerpuff Girls introduce en su mundo a personajes de otras ficciones y lasPor otro lado, la revista digital Variety reportó en agosto de 2020 que Warner Bros. Television se había asociado con Berlanti Productions para desarrollar una serie de imagen real basada en The Powerpuff Girls para el canal The CW. Entre los nombres implicados en el proyecto se incluía a Heather Reigner y Diablo Cody como escritoras y productoras ejecutivas, y con la posterior orden de un episodio piloto se anunció que Chloe Bennet interpretaría a Blossom, Dove Cameron a Bubbles, Yana Perrault a Buttercup, Donald Faison al profesor Utonium y Nicholas Podany al hijo de Mojo Jojo. De acuerdo con el informe inicial, el argumento presentará a las protagonistas como «veinteañeras desilusionadas» que lamentan haber perdido su infancia por dedicarse a combatir delincuentes. McCracken no está involucrado en esta adaptación, pero declaró su gusto por las series de superhéroes de Berlanti y su interés por ver cómo modificaban el concepto que él mismo ideó.
Diversos medios han exaltado a The Powerpuff Girls por su concepto «innovador», representación de los superhéroes y atractivo intergeneracional. En una reseña publicada por Entertainment Weekly en 2000, Marc Bernardin la elogió por su «incomparable sentido de la diversión» y «perspicaz enfoque en la cultura pop», y destacó la disparidad que marcan las protagonistas con los «flojos» programas de héroes con los que creció. Peter Marks, de The New York Times, caracterizó el uso de humor adulto y alusiones culturales como «el tipo de sátira lúdica que puede atraer tanto a un espectador de 37 [años] como uno de 7». De The Atlantic, Lenika Cruz afirmó que la obra ha «sellado» su propio legado y «probó que no había fórmula única para la chica ideal» al mezclar «algo extraño, indefinible y misterioso con elementos más dulces». Spring-Serenity Duvall, de la Universidad de Carolina del Sur, la estimó como la franquicia que «provocó un nuevo género de programas centrados en el poder femenino», mismo que incluye a Totally Spies! (2001) y My Life as a Teenage Robot (2003). En 2002, la revista TV Guide colocó a las protagonistas en el decimotercer puesto de un listado sobre los cincuenta mejores personajes de caricatura, y el sitio web IGN posicionó al programa como cuadragésimo segundo en su clasificación de las cien mejores series animadas, con un comentario que dice: «[The Powerpuff Girls] estaba dirigida a un público más joven, pero era tan sobresaliente en su animación, humor y narración de historias que, a pesar de su público objetivo, los adultos también pudieron adentrarse en la diversión». De modo similar, el equipo de Entertainment Weekly la calificó en 2012 como la mejor y «quizás la más icónica serie de Cartoon Network». David Perlmutter, autor del libro America Toons In: A History of Television Animation (2014), la considera como «una de las series más excepcionales en la historia de la animación televisiva»:
Otro aspecto puntualizado por los reseñadores ha sido el grado de violencia física que exhiben los episodios y el filme The Powerpuff Girls Movie. Basado en lo mismo, Robert Lloyd de Los Angeles Times mencionó que la serie puede ser «transgresora» y mostrar daños colaterales, pero también la calificó como «linda». Joly Herman, de Commons Sense Media, advirtió a los padres sobre este exceso y dijo que los villanos son «aterradores de mirar». El escritor James Garbarino, en uno de los libros que expone sus estudios del comportamiento infantil, trajo a colación el episodio «Bubblevicious» (1999), en el que Blossom y Buttercup felicitan a Bubbles por tener un arrebato de furia al querer ganar respeto como heroína, lo que juzgó como un potencial incentivo para los niños a tomar acciones similares. Evie Kendal de la Universidad de Monash reconoció que el programa es «extremadamente violento», pero manifestó desacuerdo con que las Powerpuff Girls «sean vistas como responsables del colapso de la sociedad civilizada», y calificó las críticas en contra de tanta violencia como reduccionistas, «ya que no reconocen lo que esto logra para la narrativa». De modo similar, Megan Rosenfeld de The Washington Post defendió que los malhechores no siempre resultan detenidos con agresión: «A veces, la astucia y el ingenio ejercen un papel importante».
Si bien afirmó no haberlas creado con un propósito semejante, Craig McCracken se declaró consciente de que sus tres protagonistas pronto fueron adoptadas como íconos de la tercera ola del feminismo. La idea del empoderamiento femenino a menudo se veía reflejada en mercancías de la serie, con consignas como «Girls Rule!» («¡Las chicas mandan!») y «Girl Power» («Poder femenino»). No obstante, la atribución de este carácter al programa no ha estado exento de inconformidad con sus supuestos mensajes. En el medio HuffPost, Lauren Duca dijo que las Powerpuff Girls resultaron ser «una refrescante iteración de superheroísmo a finales de los años 1990 e inicios de los 2000», y que «en lugar de ser clasificadas con el dualismo rudo versus sexi, con el que la mayoría de las otras heroínas están categorizadas, representan un cambio de paradigma en nuestra comprensión de cómo se puede presentar el poder femenino». Donna L. Potts, de la Universidad Estatal de Kansas, opinó que la serie «refuerza la noción de que las niñas, al igual que los niños, son capaces de mostrar fuerza y personalidades asertivas», a la vez que «desafía la idea de que cualidades estereotípicamente femeninas, como la dulzura y la inocencia, no pueden coexistir con la rudeza». Amy Roberts, del portal web Bustle, dijo que también enseña las distintas maneras en que se pueden resolver los problemas cotidianos, sea «con inteligencia, espíritu de lucha o encanto natural», y que además «presenta la identidad femenina como una característica positiva y fluida que no puede definirse mediante un solo conjunto de rasgos ni etiquetas rígidas y anticuadas». Por su lado, Márgara Averbach de la Universidad de Buenos Aires emitió opiniones desfavorables: «La serie sigue expresando ideas patriarcales sobre la mujer y su relación (o falta de relación) con el poder. Incluso la imagen de las niñitas, excepto en momentos de peligro o de rabia, las representa como chicas [que] obedecen las leyes y regulaciones de los hombres a su alrededor». En cambio, Sarah Shoen de la revista Vanity Fair declaró a las Powerpuff Girls como «ejemplo de igualdad de género».
Los personajes también han sido objeto de análisis por su retrato particular y posibles representaciones. El villano Him, con su indumentaria «generalmente atribuida al género femenino» (lápiz labial, botas de tacón, vestido de lana) y «lenguaje corporal alegre y extravagante» (Santos, Mancio, Maranho; 2019), ha sido interpretado como una identidad queer. Kendal definió a Sara Bellum como un «objeto sexual femenino en la serie», aunque su nombre (parecido a cerebellum/cerebelo) «es un recordatorio constante de que no es solo una “bomba” pelirroja». Junto con la maestra Keane en «Equal Fights» (2001), Bellum le habla a las Powerpuff Girls acerca de la desigualdad de género y cómo pueden combatirla correctamente, tras verlas influenciadas por la retórica contra los hombres que predica la villana Femme Fatale. Este momento se ha examinado como un comentario sobre la ecuanimidad que implementa un discurso inspirado en Susan B. Anthony y su lucha por los derechos civiles de la mujer. El rol de Bellum se suprimió en el reinicio de la franquicia; el productor ejecutivo Nick Jennings lo atribuyó a que «[ella] no es indicativo del tipo de mensaje que nosotros [Cartoon Network] queremos dar en estos tiempos». La decisión causó controversia, pues el personaje también es visto como una «presencia femenina definitoria» y «un ejemplo del poder e influencia que una mujer podría tener en el mundo».
El profesor Utonium juega con los roles de género tradicionales, siendo «esencialmente un padre soltero que a menudo cumple las tareas más “femeninas” en casa [con] delantal y guantes de cocina», como lo presenta Navira Trimansyah en la revista UTS Vertigo, o bien actúa como «una madre preocupada [que guía] a las chicas a que hagan lo correcto» mientras reserva sus inquietudes, según Heather Havrilesky del sitio web Salon. Algunos autores proponen que las figuras malignas de la serie simbolizan a las minorías étnicas a través del antropomorfismo, como Mojo Jojo usando turbante y hablando con un «acento extranjero» similar al dialecto de las «culturas africanas, asiáticas y del Oriente Medio» (Ewan Kirkland, 2010), mientras que se «prioriza a una sociedad patriarcal blanca de clase media como dominante y normal» (Jalen Thompson, 2018). Averbach concordó en lo último y opinó que «el uso de los colores refleja una concepción conservadora [e incluso] racista» al escoger el negro para representar el mal y la violencia: desde el «químico X» hasta Buttercup como «la niña morocha del trío [que es] violenta y siempre furiosa». Por su parte, Kendal resaltó que la falta de diversidad racial no solo atañe a The Powerpuff Girls, sino que se trata de un aspecto común en producciones infantiles de décadas pasadas. Durante una entrevista a McCracken para la emisora de radio NPR, la locutora le atribuyó un «falso acento de Europa Oriental» al mencionado villano; en respuesta, el creador afirmó que no hubo estereotipo alguno en su mente al momento de establecer tal característica, sino que simplemente la consideró adecuada.
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