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Sittidae



28 especies, véase el texto

Los sítidos[a]​ (Sittidae), conocidos vulgarmente como trepadores o sitas,[b]​ son una familia de aves paseriformes que contiene un único género, Sitta, formado por veintiocho especies. Se caracterizan por tener cabeza grande, cola corta, pico puntiagudo y patas fuertes. La mayoría de las especies tienen las partes dorsales grises o azuladas y una lista ocular negra, que contrastan con las partes inferiores claras, aunque algunas especies del Sudeste Asiático, como S. azurea o S. formosa, tienen plumajes más complejos y coloridos.

La mayoría de los trepadores habita en bosques templados o de montaña de las regiones holárticas e indomalayas, pero dos de sus especies se han adaptado a ambientes rocosos de zonas más cálidas y secas en Eurasia. No obstante, la mayor diversidad se encuentra en el sur de Asia y las similitudes entre especies hacen difícil la identificación. La mayoría son aves sedentarias y viven en la misma zona todo el año; sin embargo, la especie norteamericana S. canadensis migra hacia climas templados durante el invierno. Algunas especies tienen distribución restringida y están amenazadas por la deforestación.

Son pájaros omnívoros: aunque se alimentan principalmente de insectos, complementan su dieta con nueces y semillas, especialmente en invierno. Buscan insectos ocultos entre la corteza en sus escaladas por los troncos y ramas —en ocasiones boca abajo— y rara vez se posan en los matorrales o el suelo. Suelen alimentarse en solitario en su territorio durante la temporada de reproducción y cría, marcándolo con fuertes gritos y cantos sencillos; pero pueden unirse a bandadas para conseguir alimento durante el resto del año. Tienen la costumbre de almacenar alimento entre las hendiduras de la corteza. Viven y anidan en agujeros o grietas; las especies más pequeñas pueden horadar su propio agujero, pero las demás reutilizan de forma sistemática las cavidades existentes. Muchos trepadores estrechan la entrada a su nido con barro, con el propósito de reducir el diámetro y limitar la depredación o la competencia.

Los trepadores forman una familia relativamente homogénea morfológicamente. Son aves rechonchas con alas cortas redondeadas y cola corta, cuadrada y con doce plumas.[14][15]​ Cada ala tiene diez plumas primarias, la primera de ellas más corta.[16]​ El pico es robusto, largo y puntiagudo;[12]​ las patas son cortas y con dedos anisodáctilos que poseen garras fuertes.[15]​ En general, sus partes superiores son de color azul grisáceo, aunque algunas especies asiáticas tienen el plumaje azul violáceo (estas especies tienen picos amarillos o rojizos). En cambio, sus partes inferiores son de coloraciones claras y cálidas, que oscilan del color blanquecino a diversos tonos en beige, amarillo, naranja, rojo o lila, especialmente vivos en la zona pectoral.[14]​ Estos colores contrastan con los tonos verdes y marrones de los bosques, pero su plumaje dorsal es lo suficientemente oscuro como para que estos pájaros pasen desapercibidos.[14][17]

Los patrones de la cabeza varían según la especie. En su mayoría consisten en una larga lista ocular negra y un píleo total o parcialmente oscuro que contrasta con una lista superciliar o la brida, casi siempre presentes.[14][12]​ Apenas presentan dimorfismo sexual, pero machos y hembras pueden diferir en el color de la zona inferior, sobre todo en los flancos y debajo de la cola. En especies con lista ocular o píleo oscuros, los machos suelen ser más pálidos y más claros que las hembras.[18]​ Los ejemplares jóvenes o aves de menos de un año son casi indistinguibles de los adultos.[19]​ Todas las especies realizan, al menos, una muda después de la temporada de reproducción y algunos, incluso, una muda prenupcial. Los individuos más jóvenes experimentan durante el verano su primera muda posjuvenil, excepto la de las plumas de vuelo.[18]

El tamaño varía entre las distintas especies y subespecies, aunque todas son aves pequeñas.[20][19][21]​ Los trepadores que habitan en los bosques de coníferas suelen ser más pequeños (como tendencia general); un ejemplo es el reducido tamaño de las subespecies asiáticas del trepador azul (S. europaea) en comparación con la subespecie nominal.[22]​ El trepador gigante (S. magna), la especie más grande del género, alcanza los 19.5 cm de longitud y pesa entre 36 y 47 gramos.[23][24]​ En el otro extremo están S. canadensis, S. pusilla y S. pygmaea, que llegan a medir 10 cm de largo y pesar alrededor de 10 gramos.[25][26][27][28]​ La longitud del ala varía entre 60 a 120 mm dentro de cada especie, pero con una variabilidad geográfica significativa y con muchas similitudes entre ellas. Por ejemplo, para especies que no se parecen, como el trepador rupestre oriental (S. tephronota) y el trepador rupestre occidental (S. neumayer), cuyas alas tienen la misma longitud, poco más de 80 mm, pero la primera especie es de mayor tamaño que la segunda, aun cuando las dos son simpátricas.[22][29]

S. magna es el trepador más grande.

El trepador enano (S. pygmaea), como su nombre lo indica, es el más pequeño del género.

El trepador filipino (S. oenochlamys), uno de los tres trepadores con pico amarillo-rojizo del Sudeste Asiático.

S. formosa es el trepador con el plumaje más colorido.

S. neumayer y S. tephronota son los únicos que construyen su nido en las paredes de los acantilados, en lugar del hueco de un tronco.

Son aves ruidosas y emiten diferentes tipos de silbidos, gorjeos y alaridos en sus llamados.[30]​ Los cantos de cortejo suelen ser idénticos a sus llamados de contacto aunque más prolongados.[19]​ Algunas especies defienden su territorio durante la temporada de reproducción con cantos y llamados fuertes, con tonos de manera desafiante o en preparación para el combate.[31]​ En América del Norte, el trepador canadiense (S. canadensis), que comparte en gran medida su área de distribución con el carbonero cabecinegro (Poecile atricapillus), es capaz de reconocer los gritos de este último.[26][32]​ El carbonero emite sutiles variaciones en sus llamados de alarma que informan sobre el riesgo y tamaño de posibles depredadores. Aunque la mayoría de las aves reconocen los llamados de alarma de otras especies, el trepador es capaz de interpretar tales variaciones en los gritos de los carboneros y responder apropiadamente.[26][33]

Se considera que el canto del trepador azul es el más variado y audible de la familia y consiste en una serie de silbidos claros, lentos y ligeramente ascendentes o descendentes.[34][35]​ Se ha descrito como «vuih, vuih, vuih, vuih… o viiu, viiu, viiu, viiu… o en variaciones rápidas, vivivivivivivi, con clara sonoridad».[34]​ Algunos sonogramas de llamados y cantos de S. e. arctica fueron publicados en 1996,[36]​ y en ellos la voz fue descrita como «diferentemente significativa» a la del trepador azul, pero no ha habido una investigación definitiva del tema.[37][38]

Todos los trepadores construyen su nido en las cavidades de los árboles, con la excepción de dos trepadores que anidan en ambientes rocosos —el trepador rupestre occidental (S. neumayer) y el trepador rupestre oriental (S. tephronota)—,[29]​ y hacen sus nidos en cuevas preexistentes o huecos de picos picacaminos (Dendrocopos major) en árboles viejos.[39]​ Un simple agujero relleno con materiales blandos puede acomodar la puesta. Algunas especies incorporan a su nido musgo, hierba, pelos y plumas, como hacen el resto de paseriformes; otros, en cambio, utilizan trozos de cortezas y cáscaras de semillas.[40][41]

Los miembros de la superespecie del trepador canadiense (S. canadensis) horadan sus propios agujeros en los árboles, pero las sitas en su mayoría utilizan orificios naturales o viejos nidos de pájaros carpinteros.[42][26][43]​ Varias especies recubren con barro las cavidades, sellando las grietas y reduciendo el tamaño de la entrada del agujero; esto evitaría que los competidores ingresen a la cueva.[44]​ El trepador canadiense asegura la entrada del nido con un material compuesto que elabora a partir de resinas pegajosas de coníferas y barro; el macho la aplica en el exterior y la hembra en el interior.[44]​ Esta resina serviría para disuadir a los depredadores o competidores y los dueños del nido la evitan adentrándose directamente por el orificio de entrada.[26][45]​ El trepador pechiblanco (S. carolinensis) esparce la esencia de meloidos (coleópteros) alrededor de la entrada de su nido, cuyo olor desagradable puede disuadir a las ardillas, sus principales competidores por las cavidades naturales.[46][47][48]

El trepador rupestre occidental construye un nido en forma de calabaza usando barro, heces y pelos (o plumas) y decora el exterior y cierra grietas colindantes con plumas y alas de insectos. Los nidos se encuentran en grietas de rocas, cuevas y debajo de salientes en acantilados o edificios.[49]​ El trepador rupestre oriental construye una estructura similar, pero menos compleja y situada en la entrada de una cavidad. Los nidos pueden ser pequeños de tamaño pero llegar a pesar hasta 32 kg. Esta especie también anida ocasionalmente en márgenes escarpados o huecos de árboles y puede agrandar el agujero si la cavidad es demasiado pequeña.[50][39]​ Sin embargo, estos métodos de protección no son plenamente efectivos: en Asia se observó a un miná ocupando un nido de un trepador indio cuyas paredes no estaban completamente terminadas; en un caso similar, el miná había intentado derrumbar sin éxito dichas paredes.[51]

Los trepadores son monógamos. Los huevos que ponen son de color blanco, con manchas rojizas o amarillas. El tamaño de la puesta varía de una especie a otra y suele ser mayor para las especies que habitan en latitudes más septentrionales.[43]​ La incubación dura de 12 a 18 días y la realiza solo la hembra o ambos progenitores, según la especie. Los polluelos son altriciales (desnudos y dependientes) y la crianza dura de 21 a 27 días.[50][52][53][54]​ El macho y la hembra cuidan de su alimentación y solo en las dos especies más pequeñas de América del Norte —el trepador enano (S. pygmaea) y el trepador cabecipardo (S. pusilla)— los machos de la nidada anterior pueden incluso ayudar a los padres con la alimentación.[55][56][25]

Para algunas especies de las que se dispone de datos, el promedio de vida de un trepador varía de dos a tres años y medio, aunque se han reportado especímenes mayores de diez años.[55][58]​ La tasa de supervivencia anual (el cociente entre el número de individuos vivos al terminar el año y el número de individuos vivos al comenzar el año)[c]​ varía según la especie y región: mientras que es el 61.6 % para los machos del trepador corso (S. whiteheadi), en el trepador pechiblanco (S. carolinensis) oscila entre el 35 % en Maryland y el 12 % en Arizona;[60]​ para trepador azul (S. europaea), es del 42 a 47 % en Suecia, 51-59 % en Bélgica, 67 % en Siberia,[61]​ y 53 % a nivel general.[62]

Comparten depredadores con el resto de aves de los bosques: los halcones, los búhos, las ardillas y los pájaros carpinteros. Un estudio estadounidense ha relacionado la estrategia reproductiva de la especie con su comportamiento frente a los depredadores. El objetivo era analizar la disposición de los machos trepadores a alimentar a las hembras en el período de incubación, en función de la presencia en las inmediaciones de un gavilán americano (depredador de individuos, pero no de huevos) o un chochín criollo (depredador de crías pero no de adultos). El trepador pechiblanco, que tiene una esperanza de vida más corta que el trepador canadiense pero con un mayor número de jóvenes, reaccionó con mayor viveza ante la presencia de depredadores de huevos, mientras la especie canadiense, que vive más tiempo, estaba más estresada en presencia de rapaces. Este resultado confirma la teoría de que las especies con esperanza de vida larga se benefician de las tasas de supervivencia de los adultos, mientras que las aves con vida más corta invierten más en la supervivencia de sus amplias nidadas.[63]

El frío puede ser un problema para las pequeñas aves sedentarias. Varias especies de trepadores forman grupos donde los individuos se apiñan unos con otros para descansar. Por ejemplo, los trepadores enanos pueden formar grupos de hasta 170 individuos; también pueden reducir la temperatura corporal y aprovechar de este modo la hipotermia y el metabolismo lento como recursos para conservar la energía.[55]

Forman parte del mismo nicho ecológico que los carpinteros: buscan alimento desde los troncos y ramas de los árboles y transportan la comida en sus picos como haría un pájaro carpintero. Sin embargo, a diferencia de los pájaros carpinteros y agateadores, no utilizan sus colas para mantener el equilibrio, sino que dependen de sus fuertes patas y dedos para moverse a pequeños saltos.[54][64]​ Los trepadores son capaces de descender cabeza abajo de los troncos y colgarse de las ramas. Los trepadores de ambientes rocosos —S. neumayer y S. tephronota— cuentan con métodos similares de exploración forestal a los de los demás trepadores, pero se alimentan en las superficies rocosas y, en ocasiones, edificios.[29][65]​ Durante la temporada de reproducción las parejas suelen alimentarse únicamente dentro de su territorio, pero fuera de este período pueden unirse a los carboneros o bandadas mixtas de alimentación.[19][53][66]​ Por otra parte, el biólogo alemán Hans Löhrl señaló que en la mayoría de los casos son aves asociales.[67][d]

Su dieta se compone principalmente de insectos y otros invertebrados, especialmente en la temporada de cría, durante la cual estos pájaros se alimentan casi exclusivamente de presas vivas.[58]​ La mayoría de las especies consumen semillas en invierno, cuando los invertebrados son más escasos. Los trepadores pueden encajar en las grietas de los árboles los alimentos de mayor tamaño (como insectos grandes, caracoles, bellotas y semillas) para golpearlas con sus fuertes picos y poder abrirlos.[19]​ El trepador cabecipardo puede usar un pedazo de corteza a modo de palanca para levantar otras piezas del tronco y encontrar comida. Puede transportar esta herramienta de árbol en árbol o utilizarla para cubrir un escondite de semillas.[55]​ Administran almacenes de alimentos, principalmente de semillas, en las grietas de los árboles, en el suelo, debajo de piedras pequeñas o detrás de trozos de corteza. Pueden recordar estos escondrijos durante 30 días.[40][41][69]​ Los trepadores de zonas rocosas también pueden usar escondites y almacenar caracoles en las grietas, por ejemplo.[49][50]​ En el caso de S. europaea, las aves observadas evitaron sacar alimento de sus escondites en condiciones relativamente benignas, prefiriendo reservarlos para épocas más adversas.[70]​ También se ha observado que el trepador canadiense almacena alimento durante la noche, lo que lo convertiría en el único trepador con una considerable actividad nocturna.[71]

Los trepadores están presentes en gran parte del hemisferio norte: América del Norte y América Central septentrional, la mayor parte de Europa y en Asia hasta llegar a la línea de Wallace. La mayor diversidad se encuentra en las regiones montañosas de Asia Central y del Sur, donde existen unas veinte especies.[72]​ Hay cinco especies en Europa y en América del Norte hay cuatro. En África, solo existen dos especies con población extremadamente limitada: una subespecie del trepador azul (S. europaea hispaniensis)[73]​ en los bosques de cedros del Rif marroquí[74]​ y del trepador de Kabilia (S. ledanti), endémico de algunas pequeñas áreas de Kabilia (Argelia).[75]​ El género está ausente en América del Sur y Oceanía.[72][76]

La mayoría de las especies son sedentarias y residentes anuales,[77]​ y el único que realiza una migración lo bastante notable es el trepador canadiense (S. canadensis), que inverna en América del Norte, pero abandona las partes más septentrionales de su distribución, es decir, algunas zonas de reproducción en Canadá.[42][26]Individuos erráticos de esta especie fueron encontrados en las Bermudas, Islandia e Inglaterra.[78][79]​ Se ha documentado también que algunas subespecies de S. europaea en Siberia recorren la franja de bosque boreal euroasiático hasta Finlandia y Suecia; Löhrl supone que esta migración interna se debe a la superpoblación.[74]

Normalmente la mayoría de los trepadores son forestales y habitan bosques templados de montaña, pero dos especies —el trepador rupestre occidental (S. neumayer) y el trepador rupestre oriental (S. tephronota)— se han adaptado a hábitats rocosos de las regiones más áridas de Eurasia:[81][65]​ pasan el invierno en zonas boscosas, pero anidan en laderas o acantilados rocosos.[29][82][52]​ Las diferentes especies de trepadores tienen preferencias ecológicas diferentes con respecto a los tipos de bosque. Por ejemplo, el trepador corso (S. whiteheadi) está fuertemente asociado con bosques de pino corso (Pinus nigra var. corsicana),[83]​ mientras el trepador azul (S. europaea) habita en todo tipo de bosques caducifolios o mixtos y anida en bosques de coníferas en la parte más septentrional de su área de distribución.[73]​ En algunas partes de Asia, donde muchas especies coexisten en la misma zona geográfica, invariablemente existe una separación altitudinal de las especies según su hábitat óptimo.[84][85][86]

Las especies se encuentran especialmente en climas templados. Las especies más septentrionales viven en altitudes cercanas al nivel del mar mientras que los más al sur buscan altitudes con temperaturas más frescas. Por ejemplo, S. europaea y S. canadensis viven en altitudes bajas en el norte de su área de distribución, pero anidan en zonas montañosas hacia el sur. El trepador azul del norte de Europa anida al nivel del mar cuando la temperatura está entre 16 y 27 °C en el mes de julio, pero en altitudes de entre 1750 y 1850 m en Marruecos.[73]​ El trepador piquirrojo (S. frontalis) es la única especie de la familia que habita en bosques tropicales de altitudes bajas.[87][88]

El género Sitta fue descrito en 1758 por el naturalista sueco Carlos Linneo en su Systema naturae.[e]​ Linneo solo describió una especie, el trepador azul,[90]​ y lo colocó en «Picae», como había hecho con los loros, pájaros carpinteros, martines pescadores y colibríes, entre otros. El nombre del género deriva del griego antiguo σίττη (sittē),[7]​ una palabra que se encuentra en la Historia de los animales de Aristóteles,[f]​ y corresponde a un grito de llamado de pastores griegos, «¡Psitta!», para reunir sus rebaños,[91][92]​ y tal vez, derivado del canto del trepador azul (S. europaea) o más probablemente del trepador rupestre occidental (S. neumayer).[93]​ Atendiendo a las distintas publicaciones sobre su clasificación, el género se colocó en grupos diferentes dentro de los paseriformes. Estas clasificaciones se basaban esencialmente en la forma del pico. Así, por ejemplo, André Marie Constant Duméril colocó a los trepadores en la familia Tenuirostres,[89]​ y, más tarde, Georges Cuvier entre los conirostres.[94]

La familia Sittidae fue descrita como tal por René Primevère Lesson en 1828.[95]​ En 1950, Charles Vaurie identificó dos subfamilias: Sittinae —que agrupa a los trepadores— y Tichodromadinae —únicamente conformado por el treparriscos (Tichodroma muraria)—. De hecho, Vaurie consideró esta última especie como intermedia entre trepadores y agateadores, pero la textura de su plumaje, la forma y los motivos de su cola son más cercanos a las sitas.[96]​ Sin embargo, el treparriscos ha pasado a una familia separada, Tichodromadidae.[97][98][g]​ Otros grupos de aves con similitudes morfológicas fueron ubicadas algún tiempo en Sittidae, pero en 1951 Ernst Mayr y Dean Amadon calificaron a la familia de «vertedero», por agrupar aves con rasgos superficiales a los trepadores sin afinidades filogenéticas claras.[101]​ Estos grupos incluyen, además del treparriscos y las sitelas (Daphoenositta, Neosittidae) de Australasia, al vanga trepador (Hypositta corallirostris) de la familia de las vangas,[102]Climacteridae de Australasia, Rhabdornis filipinos de la familia Sturnidae[103]​ o dos especies del género Salpornis (que normalmente son colocadas en Certhiidae) en África y la India.[101]​ Todos estos grupos han sufrido una evolución convergente en el mismo nicho ecológico,[19]​ pero no están directamente relacionados con los trepadores; que ya fueron retirados de la familia Sittidae: solo el género Sitta es el más predominante,[104]​ aunque Salpornis es incluido ocasionalmente.[105]​ En virtud de las similitudes morfológicas, el nombre común «trepador» también se ha otorgado a aves no relacionadas: ese es el caso de Hypositta corallirostris (llamado «vanga trepador») y el chipe trepador (Mniotilta varia), un parúlido.

VIe Famille. Les Sittées.
Bec de forme variable, gros; pointu, conique, constamment droit ou légèrement renflé; troits doigts devant et un derrière; le doigt externe soudé à sa base à celui de milieu.
Les oiseaux de cette famille sont ordinairement placés à côte des grimpereaux, parce qu'ils en ont les habitudes, c'est-à-dire que la plupart vivent dans les arbres en grimpant sur les rameaux, et cherchant sous les écorces les larves; les œufs d'insectes qui y sont déposés. Cette famille toutefois est composée de genres hétérogènes, qui se lient avec les grimpereaux de la tribu des ténuirostres.
Les grimpars de Levaill ont besoin de révision, et appartiennet à plusieurs genres des Sittées.

CXXXIXe Genre. Sittelle, sitta, L.
Bec droit, médiocre, prismatique, pointu, déprimé, tranchant, cunéiforme à la pointe; narines arrondies, recouvertes par des poils dirigés en avant; pouce très long, muni d'un ongle long et recourbé; douze rectrices, troisième et quatrième rémiges les plus longues.
Les sittelles grimpent sur les arbres à la manière des pics, sans toutefois que leur queue les aide dans ce mouvement. Les oiseaux de ce genre vivent d'insectes et de larves qu'ils saisissent sous les écorces, et sont répandus dans l'Ancien et le Nouveau-Monde.
[...]

VI Familia. Las sitas.
Pico gordo y de forma variable; agudo, cónico, de consistencia recta o ligeramente redondeado; dedos estrechos delante y detrás; el dedo exterior unido en su base al medio.
Normalmente, las aves de esta familia se colocan junto a los agateadores, porque tienen los mismos hábitos, es decir, que la mayoría vive escalando por las ramas de los árboles, y buscando larvas bajo la corteza y los huevos que los insectos depositan. Sin embargo, esta familia se compone de géneros heterogéneos, que se relacionan con los agateadores en la tribu de los tenuirostres.
Los trepatroncos de Levaill necesitan revisión, porque pertenecen a varios géneros de sitas.

CXXXIX Género. Trepador, sitta, L.
Pico de ángulo recto, tamaño mediano, prismático, agudo, deprimido, con punta en forma de cuña; nariz redondeada, cubierta con pelo en la parte superior; pulgares largos, con uñas curvadas y prolongadas; doce plumas, la tercera y cuarta pluma de vuelo son más largas. Los trepadores suben a los árboles como los pájaros carpinteros, pero su cola les ayuda en este movimiento. Las aves de este género se alimentan de insectos y larvas vivos bajo la corteza, y que son comunes en el Antiguo y Nuevo Mundo.
[...]

Tichodromidae (treparriscos)

Sittidae (trepadores)

Certhiidae (agateadores)

Polioptilidae (tacuaritas y soterillos)

Troglodytidae (saltaparedes)

Desde hace mucho tiempo, los taxonomistas han tenido problemas para definir el estatus de la familia,[106]​ ya que los trepadores y el treparriscos se han situado cerca de los agateadores (Certhiidae) y los carboneros (Paridae) en las clasificaciones.[107]​ Autores como Peters (1967), Voous (1977) y Mayr y Amadon (1951) apoyaron la tesis de Sittidae-Paridae.[106]​ En 1957, el ornitólogo francoestadounidense Charles Vaurie llegó al punto de agrupar a los trepadores y carboneros, con el treparriscos, dentro de la misma familia,[99]​ o como una subfamilia (llamada «Sittinae») dentro de Paridae (en una publicación de 1959).[106]​ A diferencia de los anteriores, Wolters, en su Die Vogelarten der Erde: Eine systematische Liste mit Verbreitungsangaben sowie deutschen und englischen Namen (1975-1982), separó a los trepadores de los carboneros y muchas otras familias relacionadas con estos dos y refutó cualquier otra relación entre ellos; no obstante, cambió su postura en Die Vögel Europas im System der Vögel: eine Übersicht (1983), al aproximar un poco a ambas familias.[106]

En 1990, Charles Sibley y Jon Ahlquist aproximaron los trepadores a los agateadores en su clasificación, pero consideraron la divergencia de los carboneros mucho antes.[108]​ Los estudios etológicos de ambas familias fueron infructuosos, así como los resultados de la observación de la capacidad de escalar y buscar alimento en la corteza de los árboles.[44]​ En 2006, investigadores suecos sacaron los trepadores y afines de la superfamilia Sylvioidea.[109]​ Los trepadores se clasifican ahora en las superfamilias Certhioidea —como definieron Cracraft et al. en 2004 sobre la base de indicadores nucleares y mitocondriales[95]​ o Muscicapoidea —por autores que no reconocen la teoría de Certhioidea—.[105]​ Las relaciones entre los grupos dentro de la superfamilia Certhioidea siguen siendo bastante imprecisas, como la posición exacta de Certhia en la superfamilia[110]​ o de que Salpornis, que por lo general se clasifica en Certhiidae, podría ser más cercano a los trepadores.[111]

El límite entre cada especie es difícil de definir. El trepador canadiense (S. canadensis), el trepador corso (S. whiteheadi) y el trepador chino (S. villosa) tienen áreas de distribución separadas por miles de kilómetros, pero sus preferencias ecológicas, morfologías y cantos son similares.[112]​ En ocasiones son considerados como una sola especie y un estudio del citocromo-b indica una cercanía filogenética;[113]​ este grupo también forma una superespecie con el trepador de Krüper (S. krueperi) y el trepador de Kabilia (S. ledanti). Sin embargo, por el bien de la estabilidad taxonómica, todos mantienen su estatus como especie completa separada.[114]​ De la misma manera, el trepador azul (S. europaea), el trepador siberiano (S. arctica), el trepador de las Naga (S. nagaensis), el trepador de Cachemira (S. cashmirensis), el trepador indio (S. castanea), el trepador ventricastaño (S. cinnamoventris) y el trepador indochino (S. neglecta) también forman una superespecie cuyas especies componentes se sustituyen geográficamente entre sí a través de Eurasia.[40]​ Si bien estas siete especies son reconocidas por autoridades como el Congreso Ornitológico Internacional,[104]​ no siempre han sido aceptadas. S. cinnamoventris y S. neglecta, a su vez, fueron colocados como una subespecie del trepador indio «verdadero» (S. castanea).[115][i]​ En el caso de S. europaea, el trepador siberiano —considerado una vez como una subespecie septentrional—[116]​ ahora es tratado como especie separada desde 2006.[117][38][j]​ Además, el grupo de subespecies «caesia» habita gran parte de Europa hasta Oriente Medio,[118]​ e incluso se considera como un grupo «europaea» separado (desde Escandinavia hasta Rusia) con una gran zona híbrida desde el Báltico hasta el mar Negro.[119]

Tampoco las relaciones con otros grupos de especies están bien definidas: en 2006, el ornitólogo Edward C. Dickinson propuso una revisión de los trepadores asiáticos escindidos del género Sitta. Sugirió colocar determinados trepadores del sur de Asia con pico amarillo —el trepador piquirrojo (S. frontalis), el trepador piquigualdo (S. solangiae) y el trepador filipino (S. oenochlamys)— en un solo género, crear un tercer género para el trepador azur (S. azurea) y, posiblemente, un cuarto para el trepador hermoso (S. formosa).[120][121]​ En 2012, un equipo estadounidense demostró que el trepador pechiblanco (S carolinensis), que a su vez cuenta con siete subespecies, en realidad está compuesto por al menos cuatro líneas sin flujo genético entre ellos, distinguibles por su morfología y canto, y, por lo tanto, podría contener muchas especies sin clasificar.[122]​ Del mismo modo que hay especies con estado fluctuante, Sitta przewalskii también es considerado una subespecie con distribución muy disyuntiva del trepador cariblanco (S. leucopsis).[k]

Es interesante que un participante holandés de una expedición entomológica de 2006 observara un par de trepadores en el Altái, cerca del punto divisorio entre China, Kazajistán, Mongolia y Rusia, en un bosque puro de alarces (Larix sp.). El macho tenía el píleo de color negro, pero la hembra carecía de él y ambos tenían una línea ocular oscura cubierta por una lista superciliar blanca. La especie más cercana geográficamente que pudiera ajustarse a esta descripción es el trepador chino, que está lejos de su distribución conocida, aunque el dorso es más pardo que los ejemplares observados. Este reporte podría indicar una distribución mucho más amplia de la especie china, o el ave podría ser una especie no descrita relacionada con S. whiteheadi y S. villosa. De hecho, los autores recuerdan que las dos especies de la más reciente descripción de las aves del Paleártico occidental eran trepadores (corso y de Kabilia).[125][126]

De acuerdo con la versión 6.4 del Congreso Ornitológico Internacional[104]​ y el ornitólogo británico Alan P. Peterson,[127]​ el género posee 28 especies que figuran en la siguiente tabla por orden sistemático (columna por columna):

Muchas especies pueden hibridarse cuando sus distribuciones entran en contacto. En orden alfabético, se han observado los siguientes híbridos en la naturaleza:[119]

En 1852, Paul Gervais describió un fósil del Eoceno superior en Montmartre, bajo el nombre de «Sitta? cuvieri» sin estar seguro de la composición del género, pero al encontrar el pico y las patas indicó que se parecían a las de los trepadores.[195][196]​ Este taxón fue desplazado posteriormente de Sitta a un nuevo género, Palaegithalus, por Alphonse Milne-Edwards;[197][198]​ en 1933 se consideró como perteneciente a la familia Paridae por Kálmán Lambrecht[199]​ y a Motacillidae por Jean Brunet en 1970.[200]​ Finalmente, en 1998 Gerald Mayr lo situó cerca de Sylviornis y propuso comparar este taxón, bajo la combinación Palaegithalus cuvieri, con la familia Sylphornithidae, un grupo ubicado cerca del origen del orden Piciformes.[201][202]

En 1888, Alessandro Portis describió a Sitta senogalliensis basado en restos fósiles encontrados en Senigallia (Italia), que datan de finales del Mioceno.[203][76]​ Sin embargo, la permanencia de este fósil en la familia fue puesta en duda y la especie se considera también incertae sedis desde 2002.[204]

En 2008, el fósil de un tarsometatarso derecho fue encontrado en Baviera y descrito con el nombre de Certhiops rummeli. Datado en el Mioceno, probablemente pertenezca a un pájaro trepador de la superfamilia Certhioidea, aunque la posición exacta en este grupo no se ha determinado.[205]

En 1916, el ornitólogo ruso Serguéi Aleksándrovich Buturlín publicó una revisión de la familia, el resultado de diez años de trabajo. Describió especialmente tres nuevas subespecies, pero sobre todo varias subfamilias, géneros y subgéneros, aunque en ese entonces el género era considerado muy homogéneo. Ofreció la siguiente disposición:[206]

Hoy día la mayoría de los autores modernos reconocen que este género agrupa a todos los trepadores, con la notable excepción de Hans Wolters Edmund, quien, en su libro Die Vogelarten der Erde (publicado entre 1975-1982), ofreció una división en cuatro géneros y varios subgéneros, e incluye una serie de taxones de Buturlín. Sin embargo, los dos pequeños trepadores —S. pygmaea y S. pusilla— no fueron colocados en algún subgénero, pero, en 1993, el zoólogo suizo Urs Noel Glutz von Blotzheim reutilizó el subgénero Sitta (Mesositta) de Buturlín para agregar a las dos especies asiáticas. El resultado: una división en subgéneros, poco utilizada, que incluye especies en siete subgéneros y compuestos:[211]

Los trepadores posiblemente son originarios del sudeste de Asia, donde hoy en día se observa la mayor diversidad de especies del género.[103]​ Poco después de la descripción del trepador de Kabilia (S. ledanti), Jacques Vielliard propuso en 1978 una filogenia general de los trepadores.[212]​ En 2010, Erik Matthysen explicó que la única filogenia molecular existente era un estudio de Éric Pasquet en 1998, donde examinó diez especies e incluyó cinco de los seis grupos «canadensis» correspondientes al subgénero Micrositta, excepto el trepador de Yunán (S. yunnanensis).[113][211]​ Esta filogenia invalidó, al menos en parte, la propuesta de Vielliard. En 2014, Éric Pasquet et al. publicaron una filogenia basada en el ADN nuclear y mitocondrial de 21 especies de trepadores.[213]​ Las pocas especies que no fueron incluidas en el estudio no representan grandes brechas en la reconstrucción de la filogenia: el trepador indio (S. castanea), el trepador pechiblanco (S. cinnamoventris), el trepador indochino (S. neglecta) y el trepador siberiano (S. arctica), que son probablemente cercanos al trepador azul; el trepador birmano (S. victoriae) es probablemente cercano al trepador del Himalaya (S. himalayensis); el trepador cariblanco (S. leucopsis) es cercano al trepador de Przewalski (S. przewalskii); el trepador piquigualdo (S. solangiae) es cercano al trepador piquirrojo (S. frontalis) y al trepador filipino (S. oenochlamys).

Sitta villosa

Sitta senogalliensis?

Sitta ledanti

Sitta krueperi

Sitta whiteheadi

Sitta pusilla/Sitta pygmaea

Sitta leucopsis/Sitta carolinensis

Sitta canadensis

Sitta yunnanensis

Sitta himalayensis/Sitta victoriae

Sitta castanea

Sitta cashmirensis

Sitta europaea/Sitta nagaensis

Sitta neumayer/Sitta tephronota

Sitta magna

Sitta azurea

Sitta formosa

Sitta frontalis/Sitta solangiae/Sitta oenochlamys

Sitta frontalis

Sitta pygmaea

Sitta canadensis

Sitta whiteheadi

Sitta villosa

Sitta krueperi

Sitta ledanti

Sitta europaea

Sitta carolinensis

Sitta europaea

Sitta himalayensis

Sitta carolinensis

Sitta magna

Sitta pusilla

Sitta pygmaea

Sitta yunnanensis

Sitta canadensis

Sitta whiteheadi

Sitta villosa

Sitta ledanti

Sitta krueperi

Sitta azurea

Sitta frontalis

Sitta oenochlamys

Sitta formosa

Sitta tephronota

Sitta neumayer

Sitta cashmirensis

Sitta nagaensis

Sitta europaea

Sitta himalayensis

Sitta przewalskii

Para un naturalista, cualquier encuentro con una especie inesperada es objeto de asombro y entusiasmo. Al principio pensé que se trataba del trepador corso (o de una variedad de esta especie), lo que habría sido un poco más banal pero seguiría siendo muy sorprendente. No me imaginé que esto pudiera ser un descubrimiento, [ya que estaba] convencido de que quizás yo estaba mal informado o mal documentado.

Según Pasquet et al. (2014), el origen de la familia data de principios del Mioceno y en divergencias más antiguas que ocurrieron antes o alrededor de 15 millones de años atrás. Hace once millones de años, se produjeron dos colonizaciones independientes del continente americano provenientes de Asia, por una parte la rama del trepador gigante (S. magna) y el trepador pechiblanco (S. carolinensis) y, por otra parte, la rama del grupo canadensis y el grupo compuesto por el trepador enano (S. pygmaea) y el trepador cabecipardo (S. pusilla).[213]​ La historia paleogeográfica del grupo «canadensis» sería la siguiente: la divergencia entre los dos clados principales (S. canadensis-S. whiteheadi-S. villosa por una parte y S. krueperi-S. ledanti por la otra) parece abarcar más de cinco millones de años, al final de Mioceno, cuando el clado de krueperi y ledanti se instaló en la cuenca del Mediterráneo durante la crisis salina del Messiniense. Las dos especies constituyentes se separaron hace 1 750 000 años. El otro clado se dividió a su vez en tres, con poblaciones aisladas al este de Asia y dando lugar al trepador canadiense (S. canadensis) norteamericano y hace aproximadamente un millón de años desde el oeste, que marcó la separación entre trepador corso (S. whiteheadi) y el trepador chino (S. villosa).[113]​ El trepador enano y el trepador cabecipardo se escindieron hace seis millones años. El clado de los dos trepadores rupestres se separó del grupo europaea hace aproximadamente trece millones años y ambas especies se separaron la una de la otra hace cuatro millones años. La ubicación del trepador hermoso (S. formosa) en el grupo es estadísticamente débil y su relación es cuestionable, pero representa un antiguo linaje de probablemente catorce millones de años.[213]

Según las creencias de algunas tribus indígenas de América del Norte, un tótem con la figura de este pájaro podía transmitir sus cualidades a los hombres. Los seres humanos que fueran capaces de comunicarse con los trepadores adquirían más confianza en ellos mismos (un pájaro que se desplaza boca abajo en los árboles representa esa cualidad).[218]​ En la Edda poética, una colección de poemas del siglo xiii de la mitología nórdica, un poema cuenta la historia de un joven aventurero, llamado Sigurd, quien junto con el enano Regin (su padre adoptivo), mató al dragón Fafner. Bebió un poco de sangre del dragón y empezó a entender el lenguaje de los trepadores que lo rodeaban. Estos le previnieron de la traición del enano, que quería matarlo para apoderarse de los tesoros del dragón. Sigurth, guiado por los trepadores, mató a Regin y se dirigió a la corte del reino con el tesoro, donde se casó con una bella princesa.[217][218]

Plinio el Viejo creía que los nidos de ciertas aves en los acantilados, como de los trepadores rupestres o las golondrinas, inspiraron al hombre a construir casas con ladrillos de arcilla.[219]​ El naturalista francés Georges-Louis Leclerc informó y comentó en su Histoire naturelle una interpretación de Pierre Belon sobre las relaciones entre las parejas del trepador azul:[220]

En 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) reconoció 29 especies en el género Sitta, aunque solo solamente 28 son reconocidas por el Congreso Ornitológico Internacional y la British Ornithologists' Union.[221]​ La subespecie insularis del trepador cabecipardo (S. pusilla) ahora es considerada especie independiente. La UICN estima que dieciocho especies tienen poblaciones en declive y solo tres están en aumento.[222]​ No obstante, la mayoría de las 29 no están amenazadas: 21 tienen la clasificación de «preocupación menor» y dos de «casi amenazada».[m]​ Algunas especies, como el trepador azul o los trepadores norteamericanos, tienen distribuciones muy extensas y grandes poblaciones, por lo que tienen escasos problemas en su conservación, aunque pueden verse afectados localmente por la fragmentación del hábitat.[86][57][224][n]

La UICN considera que seis especies están amenazadas y pronostica reducción de poblaciones. Dos especies son «vulnerables» —el trepador corso y el trepador hermoso— y cuatro están «en peligro»: el trepador gigante, el trepador birmano, el trepador de Kabilia y el «trepador de las Bahamas» (considerado anteriormente como la subespecie insularis del trepador cabecipardo).[222]​ El trepador gigante anteriormente era considerado vulnerable, pero las investigaciones llevadas a cabo en 2012 y 2013 sugieren que su población es mucho más limitada que la estimada en la década de 2000, su hábitat está siendo destruido y aumenta la fragmentación.[228]​ El trepador birmano se encuentra en el monte Victoria (también llamado Nat Ma Taung) en el oeste de Birmania, donde el bosque ha sido arrasado hasta 2000 metros sobre el nivel del mar y los hábitats restantes entre 2000 y 2500 metros están muy degradados. Cerca de 12 000 especímenes viven en el parque nacional de Nat Ma Taung y las trampas e incendios agravan las amenazas hacia la especie. La población, estimada en varios miles de individuos, está en declive y no hay medidas de protección aplicadas para evitar tal destrucción de su hábitat.[229][167][230]​ A su vez, el trepador de Kabilia se encuentra únicamente en algunas pequeñas áreas de Cabilia en Argelia y su población podría no ser superior a 1000 especímenes. Está amenazada con la destrucción del hábitat por incendios, la erosión del suelo, el pastoreo y la deforestación ilegal, incluso en el parque nacional de Taza.[231][232][233]​ Por su parte, la población del «trepador de las Bahamas» es muy pequeña (unos 1200 individuos maduros según una estimación) y solo vive en los bosques de pino macho (Pinus caribaea), uno de los hábitats más amenazados de las Antillas Menores.[234]

La deforestación es responsable del descenso en la población del trepador de Yunán (S. yunnanensis) y el trepador piquigualdo (S. solangiae). La primera enfrenta una destrucción inminente de los árboles, específicamente los bosques abiertos de pino; es común a escala local, aunque ha desaparecido de muchos lugares donde se enumeran por miles al principio del siglo xx.[235]​ El trepador piquigualdo está particularmente amenazado en Hainan, donde perdió más del 70 % de los bosques entre 1949 y 1991 debido a la agricultura itinerante y el uso de la madera como combustible durante el programa de recolonización del gobierno chino.[236]​ El trepador de Krüper (S. krueperi) está amenazado por la urbanización y el desarrollo en y alrededor de los bosques de coníferas, principalmente en las costas del Mediterráneo, donde la especie alguna vez prosperó.[185]​ En Turquía, una ley de 2003 que promueve el desarrollo del turismo ha agudizado las amenazas a las aves: reduce la burocracia y hace que sea más fácil construir instalaciones turísticas y casas de veraneo en la zona costera, donde la pérdida de los bosques es un problema cada vez mayor para el trepador.[237][238]

También en el capítulo decimosexto del mismo libro se dedica un espacio para describirlo:



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