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Suéter (banda)



Suéter ―también escrito como Sueter― fue una banda de rock argentino formada en agosto de 1981[1]​ y disuelta en diciembre de 2007.[2]​Suéter fue una de las bandas más emblemáticas del movimiento dentro del rock argentino de inicios de los años 1980 conocido como música divertida, el cual renovó el ambiente y fue crucial para que el rock argentino recuperara la energía y el estilo bailable característico con el que se expandiría por Latinoamérica.

Incomprendida por muchos, su música fusionó diferentes estilos como el pop rock, la new wave, el reggae, el rock and roll, el rock espacial, entre otros más.[2]​ A diferencias de otras bandas contemporáneas a ellos, su fama y consagración fue de un leve ascenso y se caracterizaron por sus constantes cambios de formación y separaciones informales.[2]​ Si bien varió de integrantes, los originales fueron: Miguel Zavaleta (teclado y voz), Gustavo Donés (bajo), Juan del Barrio (teclados) y Jorge Minissale (guitarra), formación con la que grabaron su álbum debut homónimo en 1982. En su primera etapa grabaron cuatro discos de estudio.[3][4]

El estilo musical de Suéter tenía influencias de la corriente new wave como Devo, Duran Duran o A Flock of Seagulls, mezclando un sonido único con letras humorísticas y bailables, aunque también con baladas pop rock con letras más cercanas al amor y también de contenido crítico, político y social.[5]​ En su obra conceptual Misión ciudadano I de 1987, las letras fueron concebidas para dar a entender como la hipotética primera misión espacial de la Argentina en la luna, lo que provocó la primera separación en 1989, en parte a la poca difusión que tuvo el material por estafas de la discográfica,[6]​ sumado a la difícil situación económica argentina a fines de los '80, la cual llevó a que la industria discográfica se replegara y quedaran muchas carreras musicales truncadas de otros artistas.[7]

La banda se reunió en 1994, con Zavaleta como único miembro original, con los que graba un año más tarde la placa Suéter 5, que contiene el hit «Extraño ser», en colaboración con Andrés Calamaro. Luego de ese éxito pasajero, se separaron nuevamente.[5]​ La banda volvió por tercera vez a principio de 2002, con la formación de 1982: Zavaleta, Donés, Minissale y del Barrio. Con esta alineación duró hasta mediados de diciembre de 2007, cuando a los conflictos internos, se sumó la muerte de Gustavo Donés; lo que hizo que los demás integrantes se separan definitivamente y tomaran otros rumbos.[5]​ La revista Rolling Stone y la cadena de televisión MTV Latinoamérica, posicionó la canción «Amanece en la ruta» en el puesto #95 de Las 100 mejores canciones de la historia del rock argentino.[8][9]​ La versión hispanoamericana de la señal Vh1, posicionó a «Amanece en la ruta», uno de sus más grandes hits, en el puesto número #71 de Las 100 grandiosas canciones de los 80 en español según VH1 Latinoamérica.[10]​Sin embargo, «Extraño ser», es considerada su canción más famosa y uno de los últimos éxitos del grupo. Sus canciones han sido versionadas por otros tales como Andrés Calamaro, Nicole y Man Ray.

Comparten con Los Twist, Los Abuelos de la Nada, Soda Stereo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Virus, Serú Girán y Sumo, entre otros, como una de las agrupaciones de rock argentino más convocantes de los años ochenta.[11][12]

A mediados de la años setenta, Zavaleta lideró la banda Bubu; que se caracterizó por su propuesta musical y teatral, cuya tendencia se emparentaba con la música sinfónica o progresiva de la época con influencias como King Crimson, Emerson, Lake & Palmer o Genesis y que comenzaron a presentarse bajo el nombre de Sion ya sin Miguel, que se fue a Europa a principios de la años ochenta para escapar de la dictadura militar de Argentina.[6]​ A su regreso, en 1981 formó Suéter.[2]

Gustavo Andrés Donés, antes de Suéter, había formado parte de la banda de apoyo de Los Hermanos Makaroff, Pastoral y Merlín. Esta última, Donés la integraba al momento de formar el grupo de Zavaleta, luego de reemplazar a Edgardo Folino en el bajo. Juan del Barrio había formado parte de M.I.A, Sr. Zutano y Spinetta Jade. En 1981 fue convocado por Zavaleta para integrar la primera formación. En los años setenta, Jorge Minissale fue músico de apoyo de Litto Nebbia, Moris, Tren Plateado (banda que contaba en sus filas a Beto Satragni y Miguel Vilanova) y MAM (con Omar Mollo), además de tocar en numerosos teatros de la zona céntrica, durante cuatro años.[13]​ Entre los grupos más destacados en los que tocó, se encuentra Trigémino.[14]

Juan del Barrio Integró destacadas bandas del rock argentino en los años 1970, como la cooperativa musical M.I.A. (co fundada por él y Lito Vitale), Sr. Zutano, Spinetta Jade, etc.[15]

A comienzos de los años 1980, Argentina atravesaba una feroz dictadura cívico-militar, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional.[6][16]​ Este golpe de estado, que se instauró el 24 de marzo de 1976; hizo que les fuera difícil a la banda y a otras, poder llevar una carrera musical, debido a la censura, ejercida tanto del gobierno militar como de los medios de comunicación afines al gobierno autoritario.[6][16]​ En 1981, tras volver de su auto-exilo en Ibiza, Miguel Zavaleta retorna a sus estudios de abogacía, aunque los abandonaria al poco tiempo, para formar su banda.[16][6]

El guitarrista Jorge Minissale explicó en una nota de un portal de radio, por qué el grupo se llamó Suéter:[13]

En una entrevista de 2008, Zavaleta dio el porqué del nombre del grupo:

Antes de la formación inicial (Zavaleta-Donés-Minissale-del Barrio), el grupo era un combo, con miembros rotativos y/o esporádicos. Entre los músicos que pasaron por el naciente proyecto, fueron: Edgardo Folino (bajo), Frank Ojstersek (bajo) y Eduardo Rogatti (guitarra). Su primer álbum lo grabarían con esta formación: Miguel Zavaleta (teclado y voz líder), Juan del Barrio (teclados), Daniel Colombres (batería), Gustavo Donés (bajo), Jorge Minissale (guitarra) y como coristas a Fabiana Cantilo, Claudia Puyó y Celsa Mel Gowland.[18]​ Al poco tiempo de su surgimiento, el grupo es convocado para interpretar una partitura musical creada por Carlos Cutaia (ex Pescado Rabioso y La Máquina de Hacer Pájaros) que servía de fondo para la ópera rock sobre Romeo y Julieta, cuyo estreno fue en 1982 en el teatro Coliseo.[19]

Su álbum debut homónimo fue editado en el año 1982 (al que también se lo conoció como La reserva moral de Occidente, una humorada hacia los militares del Proceso), conformado por diez canciones emparentados con el pop rock, entre las cuales estaban «Como un barco lleno de lauchas», «Sin porteros», «Atrapado en el hielo» y «El pecarí». Lamentablemente, el disco pasó casi desapercibido, aunque empezaron a convocar algunos fanáticos. Su debut oficial fue el 25 de diciembre de 1982 cuando fueron invitados por Charly García a abrir junto a Los Abuelos de la Nada una presentación en el Estadio Ferrocarril Oeste, que era parte de la gira de promoción del álbum Yendo de la cama al living de García. Pese a los preparativos para la ocasión, no fueron bien recibidos: el público los rechazó arrojando objetos al escenario y Zavaleta procedió a insultarlos; hecho que precipitó el descontrol del show y la salida apresurada de la banda del escenario.[20]​ La falta de prueba de sonido y del ensayo - a raíz de una lluvia -, puso tensa a la banda, y en particular a Zavaleta.

El segundo show más importante de la banda después de Ferro, fue el conocido festival de La Falda (Córdoba), en donde la experiencia se volvería a repetir: no hubo agresiones a los músicos, pero no fueron tomados en serio.[1]

El 10 de julio de 1983, se llevó adelante en la provincia de Tucumán, el festival Cerrorrock '83, pensado para reflejar las propuestas musicales de todo el país, llamando a artistas de diversas ciudades del territorio nacional. En el festival se presentan por Buenos Aires grupos como: Hangar, Orions, La Torre, Virus y Los Abuelos de la Nada. Mientras que por la ciudad de Rosario tocan: Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Fito Páez y Jorge Fandermole. En ese espectáculo, efectuaron su presentación: Nito Mestre, Miguel Cantilo, Los Abuelos de la Nada, Fontova Trío, Claudia Puyó, Zas, Rubén Rada, Oveja Negra, Alejandro Lerner, Fantasía y los propios Suéter. El balance de esta nueva forma de difundir el rock fue positivo y aunque no asistió una gran cantidad de espectadores, al grupo como al resto de los artistas, les valió la experiencia para mostrar nuevamente que el rock argentino podía ser un espectáculo para todos, sin distinción de edades.

El 9 de julio de 1983, tocaron en el Estadio Obras Sanitarias, ya con Claudio "Pato" Loza en reemplazo de Daniel Colombres y sin Juan del Barrio, consiguiendo la consagración y el reconocimiento en Argentina.[21]​ Al año siguiente ingresó Fabián Quintiero como tecladista invitado. A Zavaleta le pareció ocurrente apodar a este último como Fabián «Von» Quintiero, hecho que marcó la carrera de dicho artista posteriormente.[22]

La banda fue parte en primera instancia del movimiento denominado Música divertida, corriente que surgió a comienzos de los años 1980, caracterizado por su sonido bailable influenciado por el twist de los años '60, el rock teatral y el ska, y el uso de letras humorísticas e irreverentes, con críticas y burlas a la sociedad, la política y los militares, además de letras picarescas que hablaban de temas tabú en Argentina hasta ese momento como sexo, cirugías plásticas o transexualidad.[23][24][25][26][27][28]

Además de Suéter, entre las principales exponentes de la música divertida estuvieron: Viuda e Hijas de Roque Enroll, Los Twist, Los Helicópteros, Virus, Las Bay Biscuits, Los Abuelos de la Nada y Soda Stereo.[24][25][26][27][28]

A partir del suceso que causó su canción «Amanece en la ruta», su primer gran éxito, perteneciente a su segundo álbum titulado Lluvia de gallinas editado bajo el sello DBN[29]​ en el año 1984, alcanzaron el reconocimiento tan deseado. «Amanece en la ruta » alcanzó un éxito notable, siendo muy difundido en las radios. Paradójicamente, el tema fue incluido en el álbum a expensas de los técnicos del estudio de grabación, ya que el grupo no estaba muy convencido de que pudiera ser exitoso. El álbum fue producido por la propia banda y Daniel Grinbank para DG discos.[30][31]​ De esa misma placa, sobresale el sencillo «Mamá planchame la camisa». Esta canción sería la primera del grupo en tener su primer videoclip promocional. Otro tema de ese disco fue «Manifestación de escépticos» compuesto por Zavaleta y Minissale, el mismo estuvo dedicado al exarquero de Boca Juniors Hugo Orlando Gatti.

Pese a la calidad del álbum Lluvia de Gallinas, de estilo progresivo/psicodélico, la banda no consideraba que este trabajo fuera en su momento su gran oportunidad de alcanzar el éxito masivo:

«Nuestra gran oportunidad va a ser cuando vayamos por el cuarto o quinto long play y realmente seamos comprendidos como quisiéramos ser comprendidos. El primer disco no fue un éxito discográfico pero fue un éxito en varios sentidos. A partir de él pudimos hablar de igual a igual con cualquier músico.

A pesar de todos los problemas que tuvimos con el público, para mi fue un éxito como artista. Ahora los productores dicen que "Lluvia..." va a ser una pegada", pero a nosotros no nos interesan las ventas más allá de que nos brinden la posibilidad de seguir grabando. Lo único que nos interesa es hacer buena música. Si quisiéramos hacer plata compondríamos un chamamé rock o un twist o una balada para que lloren todos. Lo que nosotros queremos es hacer música alegre de calidad. Y acá, los hits no se construyen con calidad, aunque en el rock argentino hay compositores de hits que son excelentes músicos.

Nosotros podríamos hacer hits pero no lo hacemos porque somos mucho más ambiciosos. Queremos que el verdadero hit de Sueter sea su trayectoria no un tema.» - Entrevista a Miguel Zavaleta, realizada en junio de 1984 por la revista Pelo.[32]

Durante 1984 y 1985, corría el rumor de una posible separación de la banda, debido a que sus integrantes tenían importantes proyectos paralelos, y por el desgaste físico y anímico de sus miembros[33]​. Zavaleta entre tanto, participaba en bandas con otros diversos artistas como Comida China, Los Proxenetas Prófugos y Ray Milland Band. Muchas de estas agrupaciones solo editarían un disco o dos y no tendrían mayor trascendencia.[34]

Hacia 1985, los miembros de la banda vuelven a tener contacto con García y este produce el siguiente álbum de la banda, 20 caras bonitas en ese año, grabado y editado bajo el sello Interdisc.

Esta placa contiene las canciones más exitosas del grupo como: «Vía México», canción bastante difundida que hablaba sobre la ilegalidad del divorcio, en momentos en que la Argentina se preparaba para establecer la ley que lo admitía. Aunque el nuevo trabajo no tuvo éxito en su momento, sobresalen canciones como el semi reggae «Él anda diciendo», «Comiendo gefilte fish» y la adaptación libre de «Jugo de tomate frío» (canción del grupo de blues Manal), de la cual hicieron su propia versión libre. Ya para ese entonces, el éxito era considerable para la banda. Como muchos otros grupos con las mismas propuestas musicales que tenía Suéter, son invitados a programas de televisión ómnibus como Cable a Tierra, Sábados de la bondad, Feliz domingo y Badía & Cía.; al mismo tiempo que tocaban en renombrados pubs underground como Cemento, Palladium, entre otros.

En el año 1986, por diferencias con Charly García, Jorge Minissale abandona la banda, debido a que García no dejó que tres canciones de Minissale (solo con excepción de «Amor a la italiana»); quedaran en el disco. Minissale diría años más tarde: "Cuando Charly se puso a escuchar (el disco), me saltaron todas las alarmas. Me dijo: Tus temas son de otro disco; los eliminó, y se cayó todo mi castillo de naipes." Su último show con la banda, lo da el sábado 19 de julio de ese mismo año, en Paladium.[35]​ Tras esto, Minissale deja la agrupación, para dedicarse a un nuevo proyecto llamado Radio Shakespeare, e ingresaron José Luis "Sartén" Asaresi en guitarra y Alejandro Desilvestre en teclados.[33][36][37]

Los cambios continuaban y para su disco Misión ciudadano I editado en el año 1987, Claudio Venier sucede a Pato Loza en batería. Este disco es una opera rock, que la mente de Zavaleta le dio forma pensando en la hipotética primera misión espacial de la Argentina en la Luna. Otra particularidad de este trabajo del grupo, es que ya no solo se basaba en una obra conceptual enteramente musical, sino que inclusive estético.

En Misión ciudadano I, los músicos emplearon una serie de vestimentas que emulaban a los trajes espaciales como si fuesen parecidos al de los astronautas de la NASA, y que utilizaron a partir de todas sus presentaciones para promocionar la placa discográfica. La temática que tenían los trajes hacían referencia a la estética muy similar del grupo estadounidense Devo. Dentro del arte de tapa interior del disco se ve a Asaresi, Zavaleta y a Donés en fila con la frase: «El Suéter del año 1987: tres astronautas pletóricos de argentinidad tratando de trasladar nuestro caos al cosmos», cuya interpretación consiste en los problemas socios políticos y económicos que atravesaba la Argentina a fines de la años ochenta durante el gobierno de Raúl Alfonsín. De este disco salió el sencillo «Ciudadano ilustre» y se destacan las canciones «Vladimir Soplanuk» y «Antes de que explote mi planeta».

Sin la repercusión esperada para su último álbum, la banda entra en una pausa a comienzos de 1988. Mientras que la banda entra en un receso indefinido, en año 1988, su compañía discográfica Interdisc lanza un compilatorio llamado Suéter Completo, que básicamente recopila los tres primeros álbumes del grupo.

«Estaba cambiando el paradigma y aparte la grabadora ya me había condenado de entrada. Alguien me estaba usando para algo. Fue un disco que no tuvo difusión y eso fue una impotencia horrible. Lo que me pasó en el año 88 fue que me había quedado enganchado en un contrato asqueroso con unos cretinos y quedé condenado. Fue un momento de mi vida horrible, porque no me dejaron ni siquiera lanzarme como solista. Después de eso ―durante unos 4 o 5 años― me dediqué a dar vueltitas por ahí, a jugar tenis, a pasear, boludear... Recién me volví a enamorar de la música cuando volví con el disco Suéter 5». - Miguel Zavaleta.

En julio de 1988, durante un impasse de Suéter, Zavaleta realiza una gira latinoamericana, acompañado al cantautor Nito Mestre[38]​. Visitaron Santiago (Chile) y Machu Pichu (Perú), con gran éxito[38]​.

En 1989, la banda se separa y Miguel emprende su carrera como solista sin demasiado éxito. Graba dos long plays, uno de ellos fue producido por Pedro Aznar. Sin embargo no fueron editados comercialmente y uno de esos discos, aun permanece inédito. Después de su fracaso en solitario, Zavaleta se retiró de la música por cuatro años, aunque entre 1988 y 1994, participaría en grabaciones de otros artistas emergentes como Fena Della Maggiora, Man Ray, Los Auténticos Decadentes, Los Pericos, Bersuit Vergarabat, entre otros.

Retornaron en 1994 con Zavaleta como único miembro original, con la colaboración de Diego Chorno en guitarra y teclados, Silvio Furmansky en guitarra, Jorge Álvarez en batería y Raúl Chevalier en bajo (luego reemplazado por Laura Gómez Palma y Daniel Castro). Con esta nueva formación la banda edita en el año 1995 su quinto álbum de estudio titulado Suéter 5, que es producido por Andrés Calamaro. Zavaleta declaró que el disco estaba dedicado a todos los portadores de sida.[39]​ En este material también participaron Hilda Lizarazu y Fabiana Cantilo, colaboradoras de la banda desde sus inicios. La placa contiene los sencillos «Señorita Inés», «Joe Gay» y la más destacable del álbum con la temática directa sobre el sida y la homosexualidad: «Desvanecidos», que narra la historia real de cuatro amigos de Zavaleta, que murieron enfermos por el virus VIH. La tapa del disco, estaba representada con los colores de la bandera LGBT.

De este disco sobresale el éxito «Extraño ser», que es grabado a dúo con Calamaro y es promocionado con un videoclip. Si bien esta canción fue un éxito, según Miguel la idea de incluir a Calamaro no le gustó.

Pese a este inconveniente y tras el éxito del disco, Zavaleta se retira nuevamente de la escena del rock hasta 2002. En el año 1997, su compañía discográfica PolyGram, (anteriormente llamada Interdisc); vuelve a editar otro álbum recopilatorio de la agrupación bajo el título de Elefantes en el techo.

A fines de los años noventa, los miembros originales ya habían hecho sus carreras con diversos proyectos. Minissale había formado en 1995, la banda Mamporro y a su vez era guitarrista de Los Twist. Juan del Barrio editó un disco titulado Piano (1996) y se dedicaba a la enseñanza musical, Gustavo Donés era músico de sesión y era el bajista de la banda que acompañaba a Horacio Fontova. Por otra parte, Miguel se había abocado al tango, e hizo presentaciones en teatros y en la televisión junto al maestro Mariano Mores, acompañado por Daniel Melingo, Pipo Cipolatti, Omar Mollo y Claudia Puyó.[40]

En 2002, se reunió la formación original que había grabado el primer disco en 1982: Zavaleta, Donés, Minissale, Del Barrio; y con el baterista Jorge Álvarez. Hicieron su primer concierto en vivo en la señal de televisión Canal CM, interpretando todos sus hits. Luego de casi un año de realizar presentaciones por distintos pubs de Buenos Aires, el 2 de agosto de 2003, hacen su primer show en un teatro, la cita fue en el teatro Premier y la banda sonó como en sus mejores épocas, tocando todos sus hits que marcaron una época en los 80: «Vía México», «Amanece en la ruta», «Extraño ser» y «Como un barco lleno de lauchas», que contó con la presencia de Hilda Lizarazu como invitada. En agosto de 2003, muere en un accidente automovilístico a los 47 años, el baterista Jorge Álvarez y es reemplazado por Hernán "Fresa" Robic.[41]​ Entre 2005 y 2006, realizaron una gira nacional presentándose en las ciudades más importantes de la Argentina.[42]

La banda continuó en actividad y en enero de 2007, se presentan en la ciudad de Mendoza, mientras preparaban un nuevo material de estudio.[43]​ El último recital de la banda, lo dieron en el teatro ND Ateneo el 8 de noviembre de 2007. Allí interpretaron sus clásicos y temas que serían parte de un sexto disco de estudio, que se titularía como "Hacete ver" y que pretendía salir en pocos días. [44]

Sin embargo, un mes exactamente después este último concierto, el 8 de diciembre de ese año, fallece el bajista Gustavo Donés y debido a conflictos internos, el grupo se separa definitivamente al poco tiempo dejando el nuevo disco inédito por algunos años.[42]​ Debido a la separación final del grupo, «No lo sé, suerte quizás» (que pretendía ser el sexto material de Suéter), se convirtió en el primer álbum solista de Miguel Zavaleta, lanzado en el año 2011 a través de su propia página web.[45]

En la creciente ola que se había gestado en Europa a principios de los ochentas con el new wave, el post punk y el synth-pop, la banda siguió la temática y estética de bandas como A Flock of Seagulls, Duran Duran, Devo o Simple Minds. También tenían influencias por artistas de rock progresivo de los 70's, como Frank Zappa, Genesis, Steely Dan, Pink Floyd y todo lo que se llamó art rock, vanguardia, experimental, funk, etc. La agrupación se enfocaba en interpretar canciones de llenas humor y ritmos bailables, temáticas que rozando con el posmodernismo. [6]​ En sus comienzos, se caracterizaron por un sonido mucho más experimental, al estilo de grupos como King Crimson, Emerson, Lake & Palmer, Psychic TV o Einstürzende Neubauten.

En su disco debut de 1982, sus letras abordaban temáticas muy pocos comunes, desde una canción de amor sobre un hermano que tiene síndrome de down en «Su única diferencia»; pasando a contar la historia de dos cerdos muy molestos y dadivosos en «El Pecarí», hasta describir todo tipo de maneras de seducir mujeres en «Métodos». Todas estas canciones tenían como sostén el humor. El disco no fue bien recibido por la crítica y el gran público y quienes los seguían, eran de un público completamente reducido y fanático.

Con la salida de su segundo trabajo discográfico en 1984, el éxito de los hits los sacó del underground. Ya en ascenso, la banda comenzaría a experimentar con sonidos cercanos al new wave, aunque sin perder su singular estilo intercalado con el humor.[6]​ En el álbum se encontraban géneros impensados para la época, como el rap y el disco. Entre dichas canciones se encuentran, «Mamá planchame la camisa», «Ella quiere a muchos», «Vivo de noche», etc. Si bien la banda marcaba un estilo singular como Los Twist o Sumo, supieron tener su lado «serio» con canciones peculiares como «Amanece en la ruta», que hablaba de la muerte en primera persona tras un accidente en auto, que llevó por mucho tiempo la frase «una tragedia hecha hit» y «Nada es como fue», dedicada a las Madres de Plaza de Mayo.[6]

Su tercer álbum de estudio, 20 caras bonitas (1985), fue su disco más maduro a nivel musical e interpretativo, que los consolidó como uno de los grupos más populares del momento, llegó a ser disco de oro. Canciones como «Vía México», «Él anda diciendo» y «Comiendo gefilte fish», fueron hits que -pese a no haber tenido reconocimiento en su lanzamiento inicial- supusieron clásicos del grupo. La primera tocaba un tema tabú por ese entonces en la Argentina: la ley del divorcio. La segunda marcó un cambio en el estilo del grupo al experimentar con el reggae y la tercera es una crítica a la sociedad cosmopolita y consumista bonaerense. Otro tema destacables es «Noche sin regreso», que habla sobre la soledad en que viven las personas que ejercen prostitución y a la vez, es una crítica a la sociedad que es indiferente a esta problemática. García no solo produjo el material, sino que también escribió y grabó con la banda, una adaptación libre del clásico de blues «Jugo de tomate frío» de Manal, que inclusive su autor, el baterista Javier Martínez, llegó a decir que era la mejor versión y más divertida de su canción.

Tras el éxito pasajero, compondrían a continuación su disco menos vendido y el más experimental, Misión ciudadano I (1987), cuyas letras abordaban sobre la posible expedición de astronautas de origen argentino en la luna. Con el fracaso del disco y con estafas por parte de la grabadora, la banda se disolvió.

La escena del rock argentino a comienzos de los años 1990, cambió radicalmente, por lo que en el retorno de la agrupación, dejaron sus sonido new wave y adoptaron un estilo más basado en el protagonismo de la guitarra, el bajo y la batería. A comienzos de esa década, la Argentina atravesaba varios periodos de inestabilidad política, económica y social, durante el gobierno peronista de Carlos Saúl Menem, cuyo gobierno se caracterizó por sus políticas neoliberales. Esto no fue ajeno al arte, y en particular la música: empezaron proleferar bandas de heavy metal como Hermética, Nepal, o grupos de rock fusión como Los Auténticos Decadentes o Bersuit vergarabat, que criticaban al capitalismo y la desigualdad social. Con estas corrientes y otras, muchas de las bandas que triunfaron en la década anterior en el circuito mainstream, no encajaban con estas nuevos sonidos y estética; salvando excepciones como Soda Stereo. En paralelo, apareció una nueva tendencia musical llamada «Nuevo Rock Argentino» o también conocida como «Movida sónica»; cuyos exponentes fueron Babasónicos, Los Visitantes, Juana La Loca, Los Brujos, Peligrosos Gorriones o El Otro Yo. Para fines de 1993, Zavaleta decide volver a retomar su carrera y refunda Suéter, siendo el único miembro original de 1981. Su sonido pasó a ser simplemente pop rock y con tendencias más tradicionales. En septiembre de 1995, lanzarían su último material Suéter 5; que tocaba la problemática del virus del VIH/sida y estuvo dedicado a todos los portadores de dicho virus. El material fue producido por Andrés Calamaro y Camilo Iezzi (ex integrante de Los Twist). Además de visibilizar la discriminación y estigmatización de personas que padecian de esta enfermedad, la banda retoma su singular manera de hacer canciones con toques de humor con canciones como «Bolero», «Guruses» o «El book». La canción «Desvanecidos» contaba la historia de cuatro amigos de la vida real de Zavaleta, que padecían de dicho virus, le pedían que le dedicara esta composición.[46]​ Con este álbum, el éxito vuelve. El tema, «Extraño ser» es su canción más famosa y su último éxito comercial. Ya había sido grabada por el dúo Man Ray en 1988, pero con una letra improvisada por su cantante Hilda Lizarazu, expareja de Zavaleta. Tras esto, a fines de los años 1990, Zavaleta se retira nuevamente de la música.

La banda ha tenido muchos contratiempos en su larga carrera. Sobre ello, su cantante y líder, Miguel Zavaleta fue citado por la revista Pelo en 1985 y describió a su banda de la siguiente manera:




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