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Talayuelas



San Antonio de Padua

Talayuelas es un municipio español perteneciente a la provincia de Cuenca, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una altitud de 991 msnm y una población de 910 habitantes.[1]​ Está situado en el este de la provincia, en el límite con la provincia de Valencia.

El nombre de Talayuelas provendría del griego telea y helas,[2]​ lo cual no quiere decir que fuera fundada por los griegos, sino que en realidad fueron los íberos.[3]

Pero se puede pensar que la parte tala vendría por otra parte de la palabra thala[2]​ utilizada por los moros para indicar la presencia de una fortaleza, una torre o de un punto de observación.

La palabra castellana Atalaya todavía tiene el mismo significado.[2]

Integrado en la comarca de Serranía Baja, se sitúa a 109 kilómetros de la capital provincial. El término municipal está atravesado por la carretera  N-330  entre los pK 216 y 232, además de por las carreteras locales que comunican con Garaballa y Graja de Campalbo.

El relieve del municipio es montañoso, el propio de la Serranía Baja de la provincia de Cuenca. Los picos más destacados del territorio son el pico Ranera (1424 metros), el pico Peña Roya (1362 metros), y el pico Los Altos (1248 metros). La altitud oscila entre los 1424 metros (pico Ranera) y los 780 metros a orillas del arroyo de la Tobilla. El pueblo se alza a 991 metros sobre el nivel del mar, cerca del cañón de Talayuelas.

La sierra contiene extensos pinares. Destaca por su singularidad una de las pocas lagunas silíceas de la península ibérica, de importante riqueza biológica.

En marzo de 1956, dos cazabombarderos F-86 Sabre se estrellaron en lo alto de la sierra, quedando sus restos esparcidos en centenares de metros. Los cazas volaban desde Valencia a Getafe y chocaron con la sierra entre densas nubes debido a un fallo en el Radio Compass del jefe de patrulla, Capitán Caballero.[4]

Formación geológica y espectacular desfiladero de tierras rojas formada durante siglos por la erosión del viento y el agua, llamada popularmente La Plaza de Toros o el Anillo de Toro.

La zona es de gran interés paisajístico por sus bellísimas vistas panorámicas, se sitúa a 5 km de Talayuelas siguiendo la N-330 dirección Utiel donde una pista forestal de corto recorrido nos adentra en un mirador.

La visita al cañón de Talayuelas en un circuito en forma de media luna, en el cual alrededor suyo encontraremos unos hierros clavados alrededor de los precicipios. Se aconseja no sobrepasar los hierros, ya que se trata de un terreno muy inestable y acercarnos mucho supondría provocar una rotura o resbalón y provocarnos graves consecuencias.

Conjunto de formaciones geológicas en lo alto de la sierra de Talayuelas formadas por la erosión de las rocas calizas con calles y cuevas levantinas.

Amplio espacio semiacuático situado cerca de la N-330 en dirección Utiel y de la Hoya. Hace algunos años, el paisaje de la laguna fue arrasado por un incendio. Gran número de aves utilizan de nuevo la laguna como lugar de invernada, entre ellas la garza real y el pato cuchara. Además veremos otras especies protegidas como la ardilla, el erizo común, la garduña, el tejón o el gato montés. Rodeados de una vegetación acuática y emergente, como el junco de laguna, o el helecho juncal, que se reúne sobre pequeñas charcas.

Con sus 1430 metros, el pico de Ranera es el punto más alto de la sierra de Talayuelas, inconfundible por sus paredes verticales inaccesibles por la cara sur con forma de semimeseta.

La gente que sube deja mensajes en cuadernillos que se guardan desde hace sesenta años en un hueco bajo unas piedras, cuando un cuaderno se llena alguien anónimo se encarga de llevar otro.

La Hoya, Las Canalejas, Los Cubillejos, Los Tornajos, Las Estacas, algunas muy visitadas por la calidad de sus aguas disponiendo algunas con mesas y parillas.

Talayuelas presenta un clima de montaña templado medio, aunque el frío no es sorprendente dado que se encuentra en una montaña, como corresponde a una zona de tránsito entre la meseta castellana y la llanura valenciana.

Las variables climáticas son las siguientes:

Primeros rastros en el momento de la Edad del Bronce medio: 1500 a 1100 a. C. aproximadamente.

Es en la Edad de Bronce Medio (o pleno) cuando la villa de Talayuelas es habitada por los primeros pobladores, pues se han hallado restos de enterramientos y cerámica en el cerro de los Tornajos (también llamado cerro Gabaldón) que datan de esta época. Posteriormente llegaron otras civilizaciones en busca de riqueza, como el pueblo prerromano de los íberos y de los olcades.

Son sus raíces las voces griegas telos, término extremidad, mojón, y helas, griego, o en plural telea helas. Esta etimología indica que, codiciosos los olcades de las muchas minas que tenían los bastitanos de Utiel, desde los confines íberos, fueron bajando hasta Talayuelas, que quizás fundaran, quedándose en su comarca, fuese a la fuerza, fuese por tratados.

Asimismo estando situada Sinarcas al otro lado del cerro de las minas, donde se ven galerías de catorce varas de anchura, en cuarzo, y de tanta extensión que no se pueden recorrer en doce horas;[5]​ y sacando el Sr. Masdeu la etimología de este pueblo de Arcas, Dios principal de los olcades, es presumible que su misma avaricia les hizo avanzar por aquel lado hasta encerrar a Utiel en sus muros.

Con ambas etimologías surge la duda, de si los olcades en su invasión ocuparon y fundaron a Sinarcas y por tratados se retiraron a Talayuelas, o si desde este pueblo avanzaron a aquel; y atendidos los caracteres iberos y fenicios, opinamos que los olcades se establecieron a su llegada en los dominios iberos.[6]

A partir de este momento los olcades tenían fijados sus límites en Cuenca, desde Sinarcas y Talayuelas hasta la Pesquera y desde Iniesta hasta Jorquera.

En 221 a. C. Olcades son atacados por Aníbal.[7]​ Según Tito Livio, su capital es tomada y saqueada, lo que provoca la rendición de otras ciudades de las que están Talayuelas.[8]​ Los cartagineses alternaron la explotación de la plata de Aliaguilla con el aprovechamiento de las vetas ricas en hierro del actual Cerro de las Minas. “En el citado cerro se pueden observar galerías de catorce varas de anchura, en cuarzo, y al otro lado, se divisa Sinarcas.[5]

Durante la dominación musulmana, Talayuelas apenas cuenta con población, ya que su territorio era utilizado como campo de batalla entre las tropas cristianas y las tropas almohades del Reino de Valencia.

Tras la conquista de Cuenca y Moya por los cristianos, Talayuelas, Aliaguilla y Mira se convirtieron en la nueva frontera cristiano - musulmana. En los lugares estratégicos de esta zona se enclavaron puestos de vanguardia y de vigilancia, desde donde se alertaba de las incursiones enemigas. Y así, uno de estos puestos fronterizos, formado por varias atalayas, dará paso a la formación de un núcleo urbano con el nombre de Talayuelas.

La Primera Crónica General de España[9]​ escrita por Alfonso X el Sabio, cuenta que El Cid Campeador pasó dos veces por Talayuelas, una vez vivo y otra vez muerto. Pasa por primera vez cuando se dirigía a Toledo, para vengarse de los infantes de la Cerda, que habían deshonrado y raptado a sus hijas. Después de su muerte, las tropas del Cid, arropando a su jefe subido a Babieca y engalanado con su armadura más bella, salieron de Valencia hacia las tierras del centro.

Desde la creación del Marquesado de Moya, cuando la Reina Católica, Isabel I de Castilla, concedió el Marquesado a Doña Inés de Bobadilla y a Don Andrés de Cabrera, Talayuelas formará parte de su término, hasta que el Marquesado se disgregó y sólo quedó de él el nombre.

Según las crónicas, en 1656 Talayuelas fue un Señorío propiedad del Marqués Ruiz de Alarcón, donde nació el Obispo Don Francisco Javier Almonacid.

Durante la guerra de la Independencia, después de reunirse en Landete en enero de 1811 y ante la proximidad de las tropas francesas, la Junta de Aragón y parte de la Junta de Castilla deciden reunirse en Talayuelas, donde encontrarían mayor seguridad de defensa. Sin embargo, el mismo mes, el general Villacampa avisó del rápido avance del enemigo desde Santa Cruz de Moya y Landete. Arropados por los vecinos de Talayuelas, la Junta de Landete y algunos miembros de la de Castilla:

“… en el silencio de la noche huyeron teniendo que ganar a pie, por sendas escabrosas y ocultas, a través de precipicios y con un frío horroroso, llegando a Utiel después de una jornada de camino”

En 1840 fueron destruidas por las tropas carlistas su iglesia y posada pública.

Talayuelas sufrió mucho en la Guerra Civil.

Su principal acceso es a través de la carretera nacional N-330. Está situado a 110 km. al sudeste de la capital provincial, Cuenca. La autovía más cercana es la A-3 y está a 37 km del municipio.

La economía se basa en la agricultura, la ganadería, el comercio y la industria, en proporciones similares.

El municipio tiene un colegio y una biblioteca que ofrece Internet gratuito para los usuarios. Centro médico, piscina, otras instalaciones deportivas, áreas recreativas.

La iglesia de la Asunción fue construida en el siglo XVII con planta de cruz latina.

La ermita de San Antonio es del siglo XVII.

La plaza de Murillo sorprende al viajero por la decoración de las calles realizadas durante la semana cultural de agosto y por las fachadas adornadas con decenas de macetas con flores que dan cierto toque pintoresco a la plaza.

El antiguo parque de los bomberos, junto al centro médico, presenta una bóveda parabólica de hormigón armado (pizarras de hormigón apoyadas en pilares). Es una obra pionera en el empleo de nuevas tecnologías aplicadas a la arquitectura de ingeniería desde 1945.

Esta bóveda parabólica permite que un único elemento sea superficie para la construcción del techo y de las paredes con el léxico arquitectónico racionalista. Otros ejemplos de este tipo de bóveda son la iglesia de San Francisco de Asís de Pampulha, Belo Horizonte (Brasil), diseñada por el renombrado arquitecto Oscar Niemeyer e inaugurada el año 1943 o con el hangar de aviones del aeropuerto de Orly (Francia).

Los patrones de la localidad son san Antonio de Padua, cuya festividad se celebra el 13 de junio y, en invierno san Sebastián, el 20 de enero. Ambos santos tienen sus ermitas, propiedad del pueblo.

El último día del mes de abril se celebran los mayos, una fiesta típica de varios municipios de los alrededores. Cada localidad tiene unos mayos diferentes, y por eso tienen una canción distinta. En esta fiesta se cantan unas cancioncillas típicas como Cielito Lindo, Clavelitos, La Sirenita, etc.

El 29 de octubre se celebran las jornadas micológicas, en la cual se pueden degustar setas y hongos.

Con relación al resto de la provincia de Cuenca, la gastronomía local tiene sus propias especialidades culinarias, acordes con la climatología típica de Talayuelas, factor clave en su producción agraria, sus pastizales y las especies cinegéticas que las individualiza.

Los ingredientes que la caracterizan son, por tanto, el cerdo y carne de caza, mucho condimento y pan. Podemos citar: las almortas, el morteruelo, el ajo arriero y el gazpacho pastor.



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