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Torrelavega



¿Dónde nació Torrelavega?

Torrelavega nació en Cantabria.


Extensión del municipio en la provincia.

Torrelavega es un municipio y ciudad del norte de España. La ciudad es de carácter industrial y comercial, siendo el segundo núcleo urbano más relevante de la comunidad autónoma de Cantabria por detrás de la capital autonómica Santander. Pertenece a la comarca del Besaya y se sitúa en un valle o vega a unos 8 kilómetros de la costa Cantábrica y a 24,5 kilómetros de la capital cántabra. En ella confluyen los ríos Saja y Besaya. La población del término municipal asciende a 51.494 habitantes (INE 2019).

Torrelavega es una de las localidades que atraviesa el Camino de Santiago del Norte por la ruta del Besaya.

Con una extensión de 35,54 kilómetros cuadrados, Torrelavega es el quincuagésimo séptimo municipio de Cantabria por superficie (ver tabla). Su cota máxima es de seiscientos seis metros y, su cota mínima, de doce metros. La capital municipal está a veinticinco metros sobre en nivel del mar. El municipio está situado en la zona central de Cantabria, dentro de la comarca del Besaya. Dicha comarca, de marcado carácter industrial, se extiende a lo largo del río Besaya englobando a los municipios de Anievas, Arenas de Iguña, Bárcena de Pie de Concha, Cartes, Cieza, Los Corrales de Buelna, Molledo, San Felices de Buelna y Torrelavega. El municipio de Torrelavega limita al norte con los términos de Santillana del Mar y Polanco, al sur con San Felices de Buelna, al oeste con Santillana del Mar, Cartes y Reocín y al este con Polanco, Piélagos y Puente Viesgo. Torrelavega prestan servicios importantes instituciones como el SCS a través de las instalaciones del Hospital Sierrallana o la Universidad de Cantabria a través de la impartición de las titulaciones de Logopedia, Fisioterapia, Ingeniería de los Recursos Mineros e Ingeniería de los Recursos Energéticos.

Destacan el río Saja y el río Besaya. Ambos ríos forman la principal cuenca hidrográfica de Cantabria. El Saja nace en la sierra del Cordel, fluye desde los puertos de Sejos, recoge las aguas de Cabuérniga, pasa por Cabezón de la Sal y se dirige a Torrelavega, donde tras recibir las aguas del Besaya desemboca en la ría de San Martín de la Arena de Suances. Sus principales afluentes por la derecha son el río Lodar y el río Bayones. El Besaya es otro de los principales ríos de Cantabria, que nace entre Aradillos y Cañeda (del municipio Campoo de Enmedio) muy cerca del cauce del Ebro y de Reinosa, y es la vía natural de comunicaciones entre el Ebro y Santander.

Al sur de Torrelavega nacen varios arroyos (Viar, Sorravides, Indiana) que discurren en parte soterrados bajo el centro de la ciudad.

Su clima es equivalente al de las áreas bajas y litorales cantábricas, caracterizado por una temperatura moderada a lo largo de todo el año. Las temperaturas máximas no sobrepasan los treinta y tre grados centígrados, mientras las mínimas medias se mantienen todo el año por encima de los cinco grados centígrados y de los veinte en verano. Dispone, además, de un elevado capital hídrico, consecuencia de unas precipitaciones importantes, entre mil y mil cien litros por metro cuadrado.

Las situaciones atmosféricas predominantes y el régimen de vientos en relación con ellas, tienen una incidencia muy fuerte en las condiciones medioambientales, en cuanto determinan el grado de contaminación aérea y la gravedad de la misma, por influir en la difusión atmosférica de los elementos contaminantes y su dirección. En este sentido, las condiciones de Torrelavega son muy malas, debido a una localización industrial muy desfavorable a sotavento de los vientos dominantes, y a la elevada frecuencia de situaciones de calma atmosférica, con inversión térmica en invierno y verano, y situaciones con vientos flojos, con otras anticiclónicas en verano, que dificultan la difusión ambiental de los contaminantes urbanos.

Torrelavega, al igual que otras ciudades próximas al mar o a ríos de cierto caudal, alberga a gaviotas, palomas y estorninos que generan, sin embargo, problemas de higiene y para los que el ayuntamiento torrelaveguense toma medidas tendentes a evitar su concentración en determinadas zonas arboladas para alivio de los viandantes (por ejemplo, la instalación de dispositivos electrónicos que reproducen grabaciones de aves predadoras para alejar a los estorninos).

De época prehistórica se documentan escasos hallazgos, localizados en los pueblos de Tanos, donde ya hay constancia de útiles del Paleolítico Inferior o Medio, y de Viérnoles, en donde se encontraron cerámicas del Bronce o Hierro y pinturas esquemáticas. Además se han localizados otros yacimientos arqueológicos en el municipio, como es el caso del monte Dobra, o de cuevas próximas situadas en municipios limítrofes, como la de Altamira, en Santillana del Mar, o la de La Clotilde, en Quijas (Reocín), entre otras muchas, en los que se ha constatado la presencia humana en la época prehistórica.

La invasión romana y en consecuencia la romanización, no fue profunda por esta zona, esto se deduce de la escasa presencia de restos arqueológicos. La calzada romana que unía la meseta castellana, Pisoraca (Herrera de Pisuerga), con el Portus Blendium (Suances) suponemos que atravesó el territorio torrelaveguense tras pasar por la ciudad de Julióbriga. En Viérnoles, además, existe un posible tramo de esta calzada romana en el barrio de Paramenes.[2]​ Sin embargo, de época romana el testimonio más significativo se produjo en el pico Dobra, donde se halló una estela dedicada al dios indígena Erudino, que tradicionalmente se fechaba en el 399 d. C., aunque recientes investigaciones han confirmado, sin embargo, que data del 23 de julio del año 161 d. C.

No es hasta la Edad Media cuando aparecen los primeros escritos sobre la villa. Se encuentra mención documental de la aldea de la Vega a finales del siglo XIII.[3]​ Se atribuye su fundación a Garcilaso I de la Vega, Adelantado Mayor de Castilla en nombre del monarca Alfonso XI.

Su nombre actual es la contracción que, con el paso del tiempo, se ha producido del epónimo de la torre que construyó en la zona Leonor de la Vega, hija de Garcilaso II de la Vega y madre del Marqués de Santillana, para administrar los impuestos y los privilegios de su territorio. La conjunción de la torre y del nombre del lugar, título del señorío, habría que configurar la denominación de la villa mercantil e industrial que, desde el siglo XVIII hasta hoy, conocemos con el nombre de Torrelavega. Otras denominaciones del territorio fueron «Aldea de la Vega», «La Vega» o «Corral de la Vega».

Entre los siglos XVI al XVIII el municipio dependió de los Duques del Infantado, sucesores de la familia de la Vega. El Pleito de los Valles, por el cual los nueve valles cántabros obtuvieron su independencia de los señoríos del Infantado no tuvo repercusión en la zona torrelaveguense. Dentro del régimen señorial pervive, a lo largo de la Edad Moderna, la vida económica y administrativa, que va a encontrar su transformación por la liberalización del comercio colonial y la apertura de las vías de comunicación. Durante el siglo XVII, Torrelavega desarrollará un importante crecimiento industrial (fábricas de harina y de curtido, establecimientos abiertos al comercio de telas, quincalla, comestibles y tabernas). A mediados del siglo XVIII Torrelavega se cofigura como encrucijada de caminos entre Santander y Reinosa.

En el año 1853 se produce uno de los hitos que marcaron el progreso económico de Torrelavega, el descubrimiento del coto minero de zinc (blenda y calamita) en Reocín. Además, en el año 1898 se instaló Azucarera Montañesa, después transformada en Lechera Montañesa, y ya en 1904 comenzó en el municipio la construcción de las instalaciones de la empresa belga Solvay, dando lugar a una importante fábrica de producción de sosa Solvay.

Estas grandes industrias, el mercado, los establecimientos de comercio, la pequeña industria y talleres, transforman Torrelavega en el núcleo industrial clave de la comarca del Besaya. De ser una villa agraria de 78 vecinos en el año 1753[4]​ pasó a ser el segundo centro económico regional en el siglo XIX. «El aumento de población y el progreso de su industria» le merecieron el 29 de enero del año 1895 el título de Ciudad a Torrelavega, concedido por la entonces María Cristina de Habsburgo-Lorena, que ejerció la regencia en España durante la minoría de edad de su hijo, el rey Alfonso XIII desde 1885 hasta 1902.

Ya en el XX, el desarrollo de la región no cesó, y surgirán nuevas industrias y centros bancarios, así como el establecimiento de la Granja Poch. Con la llegada de la Segunda República y más tarde la Guerra Civil la ciudad sufrirá una de las épocas más turbulentas de su historia. La Guerra Civil afectó profundamente a la región, de forma trágica, tanto de un bando como de otro. Primero, la represión republicana se concentró en la persecución religiosa que fue abundante en diversas zonas. Después, la represión franquista alcanzó también cifras trágicas, puesto que en Torrelavega, al ser un núcleo industrial, los sindicatos contaban con una fuerte presencia, y tanto obreros como sindicalistas eran objetivo frecuente de la represión del bando sublevado. Además, el dominio de partidos de izquierda en esta zona era evidente, lo cual dificultó aún más la situación para los afiliados a sindicatos y partidos. Torrelavega presenció una batalla aérea el 6 de agosto de 1937, cuando las fuerzas aéreas republicanas perdieron 12 cazas.

Destaca de esta etapa el torrelaveguense, Eloy Fernández Navamuel (1899-1964) que fue un prestigioso militar que tras acogerse al retiro previsto por la Ley Azaña, se incorporó voluntariamente al servicio de la Segunda República. Contribuyó a sofocar los focos de rebelión de la entonces provincia, realizó acciones de incursión en los frentes de Asturias, Santander y País Vasco y tuvo un papel destacado en la captura del buque franquista Tiburón, que venía a Santander con el propósito de establecer el bloqueo. El 25 de agosto fue nombrado jefe de los Servicios de Aviación del Norte de España. El 10 de noviembre, sin abandonar sus funciones de piloto, tomó el mando de una columna de 300 milicianos, que comenzó a operar desde el incipiente frente de Reinosa con dirección a Burgos y Palencia. El 14 de abril de 1937 fue promovido a comandante y se le confió el mando de la 3ª División, luego División 54. Ya en agosto de 1937 con las tropas franquistas recién llegadas a Torrelavega, consiguió escapar a Francia.

Cabe destacar la presencia de una importante guerrilla, con los maquis como protagonistas, en la zona de Silió (localidad del municipio de Molledo).[5]​ Inocencio Aja fue el guerrillero destacado de la zona del río Besaya.

La época de apogeo de Torrelavega fue entre finales del siglo XIX y principios del XX, después la ciudad sufrió una serie de altibajos, demográfica y económicamente hablando. Tras la Guerra Civil, el desarrollo industrial no continuó con la misma intensidad debido a la mala situación socioeconómica que atravesaban tanto el país como la propia región, pero a pesar de ello llegaron empresas tales como Aspla y La Continental.

La ciudad sufrió una grave crisis en la década de los ochenta y noventa, con motivo de la recesión industrial en toda la comarca, pero en la actualidad ha logrado recuperarse, puesto que el censo de población, el comercio y la industria han experimentado una reciente mejora.

La población del municipio es de 52 034 habitantes según el padrón de 2017, por lo que un 9 % de los cántabros viven en Torrelavega. La ciudad ha sufrido en los últimos años una constante y progresiva pérdida de población en favor de municipios limítrofes. Desde el año 1992, cuando se alcanzó el récord de 60 155 habitantes, hasta el año 2016, Torrelavega ha perdido más de un 12 % de su población, o lo que es lo mismo, 7336 habitantes. Las razones que explican este proceso, son, entre otras, la bajísima natalidad, el desempleo, la carestía de la vivienda en comparación con municipios limítrofes, la ausencia de suelo urbano como consecuencia de los continuos retrasos en la aprobación del P.G.O.U., y el paulatino desmantelamiento del tejido industrial. En cambio, municipios limítrofes como Los Corrales de Buelna, Suances, o Miengo han aumentado su población en los últimos años.

Torrelavega es el segundo municipio más poblado de toda Cantabria (ver lista).

Fuente: INE

Se incorpora la pedanía de Viérnoles en 1857. Fuente Instituto Nacional de Estadística de España.

El alcalde de Torrelavega es Javier López Estrada (PRC), quien ocupa el cargo desde el 15 de junio de 2019, gobernando en coalición con el PSC-PSOE y apoyado en su investidura también por Torrelavega Sí.[6]

Los partidos políticos con representación en el ayuntamiento son el Partido Regionalista de Cantabria, el Partido Socialista, el Partido Popular, Asamblea Ciudadana por Torrelavega, Ciudadanos y Torrelavega Sí.

Como segundo centro de servicios de la región (tras el de la capital), en Torrelavega se localizan importantes instituciones públicas: el Hospital Sierrallana, la Universidad de Cantabria, presente en la ciudad en el Campus de Torrelavega. Las actividades relacionadas con la cultura, el ocio y el turismo son un aliciente más desde el punto de vista de la economía municipal, de forma que, tanto desde las instancias regionales como municipales, se intenta reducir la estacionalidad turística estival con nuevas ofertas, como son la organización de convenciones, congresos, Feria de Muestras de Cantabria) y manifestaciones culturales diversas, como las Fiestas de la Patrona la semana del 15 de agosto, la Feria del Caballo o las exposiciones en el Centro Nacional de Fotografía José Manuel Rotella, sin olvidar la acogida de diversos cursos de verano de la Universidad de Cantabria,[7]​ el Festival de Cine, el Festival de Invierno y la celebración del certamen de acordeones de Torrelavega.

Su población activa eminentemente terciaria queda de manifiesto por una importancia del 61 %, en línea con la economía regional. Mientras que su sector primario es menos representativo (1,9 frente a 6 %, respectivamente). Sus sectores de la construcción y de la industria, son ligeramente más importantes que la media en Cantabria (15,4 y 21,7 % frente a 13,5 y 18,9 %, respectivamente). El desarrollo de la industria en este municipio ha sido clave, donde destaca la presencia de la empresa Solvay.

La Cámara de Comercio e Industria de Torrelavega, fundada en 1913[8]​ (y dependiente de la Consejería de Economía de Cantabria), gestiona, desde el año 2000, junto a sus servicios generales y a la Oficina de Turismo local, dos programas de apoyo a la creación y a la continuidad de empresas, en colaboración con el Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España, a través del Instituto Cameral de Creación y desarrollo de la Empresa (INCYDE), y el Instituto de la Mujer,[9]​ a los que han seguido un servicio de orientación profesional laboral y un centro de formación propio. El censo cameral asciende a 3751 electores a finales de 2005. Respecto a la hacienda local, Torrelavega gestionó 9,47 % del presupuesto del conjunto de los entes locales en Cantabria en 2003, siendo solo superada por Santander (39,18 %). Como comparativo, en 2000 su importancia relativa era del 8,87 %.

Históricamente, Torrelavega ha tenido una importante tradición comercial ganadera; ya en tiempos de Carlos III, mediante la Real Cédula de 1767, se concedía a la entonces villa la celebración de ferias de ganado una vez a la semana; comenzaron en 1799 y se afianzaron en 1844, con su celebración quincenal en la actual plaza de La Llama.

Posteriormente se lograron otros hitos como la introducción de la vaca pinta holandesa en 1878, la creación de las ferias de Santa Isabel y Santa María, en 1881 y 1882, respectivamente, así como la de San Juan, que dieron gran renombre a Torrelavega en la actividad comercial.

Con el paso del tiempo y la elevación de los estándares higiénicos, sanitarios y de servicios administrativos para los ganaderos, se perfiló el proyecto de contar con un mercado pecuario adaptado.

El 27 de junio de 1973 fue inaugurado el Mercado Nacional de Ganado «Jesús Collado Soto» por los entonces Príncipes de España, don Juan Carlos y doña Sofía. Tras doscientos años de historia y gracias al esfuerzo de su Corporación municipal, al frente de la cual se encontraba el propio Jesús Collado Soto,[10]​ los torrelaveguenses y ganaderos de toda la región contaban con el primer mercado pecuario de España.

Más conocido como «El Ferial», el Mercado Nacional de Ganado registró una recuperación en el número de cabezas concurrentes (un 7 %), alcanzando las 156 553 cabezas en 2003. La crisis de las vacas locas llevó, por otro lado, al Gobierno regional a destinar 1 742 179 euros a la campaña de saneamiento ganadero.

En el pasado y actualmente, la «Cuadrona» está considerada como el mercado de referencia de los precios de los terneros en Europa. El Ferial fue dirigido desde su inauguración hasta 2002 por Juan Brizuela Eiras. En la actualidad la feria se celebra todos los martes tarde y miércoles (excepto si el miércoles es festivo a nivel nacional, en que se adelanta al lunes tarde y martes).

La comarca del Besaya es una de las tres zonas industriales de Cantabria y tiene en Torrelavega su cabecera y una relevante historia desde el punto de vista industrial que se extiende a lo largo de los dos últimos siglos. Allí se asentaron nombres internacionales como Solvay (que en 1867 inició la explotación de la sal de Polanco), Sniace (Sociedad Nacional de Industrias Aplicaciones Celulosa Española, que producía celulosa, fibrana, lignosulfonatos, energía eléctrica y hasta finales de 2005, poliamida. Fue junto a FEFASA (Miranda de Ebro) e ICNASA una de las primeras fábricas de fibras artificiales de España), Firestone (la antigua General, en el vecino municipio de Puente San Miguel, que obtiene neumáticos -agrícolas radiales, serie 9000 en AGR y AGR llantas de 16" a 20") y Armando Álvarez, Álvarez Forestal y Aspla que llegaron a contar con miles de trabajadores y a ocupar grandes superficies industriales y que siguen en marcha en la actualidad. También se explotaba durante 150 años y hasta el 2003 una importante mina metálica en Reocín, comenzando por la Real Compañía Asturiana, a la que tomó el relevo la compañía Asturiana de Zinc en 1965. Esta explotación estuvo muy vinculada a la Escuela Universitaria de Minas, puesto que ésta fue impulsada, junto con otras empresas, por la mina de Reocín, aportando ésta, a su vez, profesores a la escuela. El pozo de Santa Amelia llegó a medir 380 metros de profundidad y de él se extraían blenda y galena.

Antes de la apertura de la mina, la vega era eminentemente agrícola. Tras la quiebra de la Azucarera Montañesa, fundada en 1898, industrias lácteas como la Universal Exportadora (1904), destinada a abastecer de leche a Madrid, tuvo un gran desarrollo, que culminó con el establecimiento de Sniace.

El asentamiento de fábricas de harina y encurtidos en Torrelavega a finales del siglo XIX y principios del siglo siguiente, tuvo mucho que ver con la autorización concedida al puerto de Santander para comerciar con ultramar, la apertura del camino harinero de Reinosa a mediados del siglo XVIII y la construcción del ferrocarril al costado del río Besaya, a lo largo de las hoces de Bárcena, de Iguña y de Buelna a mediados del siglo XIX. Cabe destacar el establecimiento de la fábrica del Grupo Solvay, que fue clave para el desarrollo de las localidades colindantes, al generar puestos de trabajo de forma directa o indirecta, y mejorar, en general, el desarrollo socioeconómico de la comarca del Besaya.

Al importante crecimiento demográfico que le valió el título de ciudad, siguió el establecimiento de industrias como la Granja Poch (en 1915, cuyo solar ocupa actualmente la Estación de Autobuses), los talleres Obregón y la Continental Fábrica Española de Caucho. Asimismo, la Azucarera Montañesa se transformó en la Lechera Montañesa.

Los jueves tiene lugar en el entorno del Mercado Nacional de Ganado el mercadillo de Torrelavega que tiene gran importancia en cuanto a la superficie (aproximadamente 17 000 m²), al número de puestos de comerciantes no sedentarios y al volumen de intercambios realizado.

Antes de su primera celebración el 4 de julio de 1799, Torrelavega ya era paso obligado de mercancías entre la Meseta castellana y el puerto de Santander en particular, sobre todo de la harina, lo que se plasmó en la radicación de varias empresas alimentarias en la comarca (La Lechera, La Granja Poch, etc.). Desde la Plaza Mayor (sus soportales albergaban precisamente los puestos contra los «elementos») emigraron a la Llama, para instalarse actualmente en el recinto del Ferial de Ganados, cedido por el ayuntamiento.

Pero ya en su obra «Costas y Montañas. Libro de un caminante», Amós de Escalante pintaba el siguiente cuadro del mercado de los jueves en la Plaza Mayor de Torrelavega:



Así es el cuadro que la plaza ofrece; colmada, henchida, intransitable de curiosos, chalanes, baratillos, tiendas y puestos de géneros.

Allí los frutos de la tierra: pilas de borona sin moler, recogidas sobre tendidas sábanas; descoloridos trigos de la montaña, el álaga y el cutiano; tiernas alubias de blanca o roja o azotada piel; sabrosas legumbres y frescas verduras; coles y cebollas, y los rojos pimientos y ajos duros de Quevedo.

El sector de los comerciantes sedentarios ha sido de importancia en Torrelavega desde el asentamiento de la industria en la comarca del Besaya. Esta interdependencia acarreó una serie de crisis en el comercio torrelaveguense como consecuencia del desmantelamiento de diferentes factorías en la zona.

Autopistas y autovías

Otras carreteras

Estación de autobuses Torrelavega cuenta con una moderna estación de autobuses situada en la Granja Poch (centro-sureste) de la que parten autobuses directos tanto a otros pueblos y ciudades de Cantabria, Reinosa, Santander, Cabezón de la Sal, San Vicente de la Barquera, Potes, Solares, Laredo o Castro-Urdiales como a algunas ciudades españolas Burgos, Madrid, Granada, Salamanca, Valladolid, Palencia, León, Vigo, La Coruña, Santiago de Compostela, Avilés, Gijón, Oviedo, Santurce, Baracaldo, Bilbao, Eibar, Zarauz, San Sebastián o Irún.

Todas las semanas existen servicios que unen la capital del Besaya con ciudades de otros países europeos, entre ellas Burdeos, París, Bruselas, Zúrich o Londres.

Servicio de taxis Un total de 54 vehículos ofrecen servicio de taxi en la ciudad de Torrelavega, encontrándose las principales paradas en la Avenida de Menéndez Pelayo, Hospital Sierrallana, Avenida de España, Julián Ceballos, Plaza Mayor, Estación de autobuses de la Granja Poch y estación de Renfe.

061 de Cantabria Con 2 unidades de Soporte Vital Básico y 1 una Unidad de Soporte Vital Avanzado se presta el servicio de emergencias extrahospitalarias que se produzcan.

Servicio transporte Sanitario 10 Ambulancias de transporte sanitario programado se encargan del traslado de pacientes a rehabilitación, hemodiálisis, consultas, y las altas hospitalarias que se produzcan.

Servicio de transporte urbano (Torrebús) Trece autobuses comenzaron a prestar servicio en octubre de 2011. A partir de entonces, seis vehículos cubren las rutas escolares y otros cinco recorren las cuatro líneas de que consta la red, uniendo con alrededor de 100 paradas distintas zonas de la ciudad.[11]

Movilidad ciclista

Torrelavega cuenta con una gran tradición ciclista, no en vano ha sido cuna de varios grandes ciclistas como Vicente Trueba y Óscar Freire. El tráfico ciclista se canaliza a través de 13,04 km. de carriles bici, la mayor parte construidos en la periferia de la ciudad. Destaca, aunque inconcluso, el carril que circunvala la ciudad, con 5,5 km. Por otro lado, la ciudad carece de servicio público de préstamo de bicicletas, aunque contó con él durante el año 2009.

Por otro lado, en Torrelavega hay estación de las dos compañías de ferrocarriles públicos españoles: la primera, FEVE, los ferrocarriles de vía estrecha, que la unen a las principales ciudades del norte de España y con estaciones en Barreda, Torrelavega, Altamira y Ganzo, y en segundo lugar la compañía Renfe, los ferrocarriles de vía ancha, con estaciones en Viérnoles, Sierrapando y Tanos (principal de Adif en el municipio) que la unen a ciudades como Madrid, Segovia, Valladolid, Palencia, Sevilla, Cádiz, Cuenca, Albacete o Alicante, a través de trenes Alvia, Cercanías y Regionales.

Estaciones RENFE: Sierrapando, Torrelavega y Viérnoles.

Estaciones FEVE: Barreda, Torrelavega, Altamira y Ganzo.

El aeropuerto más cercano es el Aeropuerto de Santander, en el municipio de Camargo.

El Diario Montañés cuenta con oficinas en la ciudad desde 1985, inaugurando unas nuevas instalaciones en abril de 2009. Edita semanalmente un suplemento gratuito, además de la correspondiente sección informativa sobre la ciudad de manera diaria.

El Diario Alerta, cuya sede se encuentra en Peñacastillo (Santander), está también presente en Torrelavega. Además, el diario cubre con una sección dedicada a la ciudad, «Actualidad diaria de Torrelavega».

En los últimos años se ha producido un boom en la prensa en línea de la ciudad. Medios como Hoy Torrelavega, El Diario Torrelavega o EsTorrelavega han creado un gran impacto en la red, especialmente en redes sociales.

Vegavisión recuperó tras varios cambios de nombre su denominación original, convirtiéndose en la primera televisión local en emitir en la totalidad de la comunidad. Emiten desde Torrelavega la mayor parte de la programación, dando cobertura también a eventos de otros puntos de Cantabria.

Destacan la casa de Velarde en Viérnoles, declarada Bien de Interés Local el 27 de mayo de 2002, así como dos bienes inventariados:

En la última década se han ido colocando en los espacios públicos del municipio de Torrelavega diversas esculturas contemporáneas. Destaca el conjunto de las ubicadas en la carretera de circunvalación, llamado «bulevar ronda»:

Glorieta del bulevar ronda, Oteando, de Miquel Navarro.

escultura en la plaza de La LLama, Savia nueva, de Lucio Marcos Pernía.

Escultura Puerta Sur, de Lucio Marcos Pernia en Tanos

Glorieta con la escultura Cuatro cuadros.

Dispone de biblioteca, aula de música, sala de exposiciones, sala de cine y conferencias, además de ser sede de varias colectivos.

Los centros de educación pública del municipio de Torrelavega son:

Los centros de educación concertada del municipio de Torrelavega son:

Existe una Cooperativa de Enseñanza en Barreda, el Colegio «El Salvador».

Además, cuenta con el Centro de Educación de Personas Adultas «Caligrama»,[17]​ así como con una Escuela Oficial de Idiomas[18]​ en la que se imparten cursos de francés, inglés y alemán.

Asimismo, en el antiguamente cerrado colegio Manuel Llano tiene su sede el Conservatorio Elemental de Música de Torrelavega.

Y en la Casa de la Cultura de Torrelavega[19]​ se imparten los cursos de su Escuela Municipal de Música. En ella se ubican asimismo un salón de actos, una sala de exposiciones y una biblioteca.

La Escuela Municipal de Folclore, que dirigen los responsables de las tres agrupaciones folclóricas del municipio (Virgen de las Nieves, San Pablo y Virgen de Covadonga) imparte cursos de baile, pandereta, pito, tambor, rabel, gaita y confección de trajes regionales.

Torrelavega es cabeza del área de salud IV, que es la más extensa del Servicio Cántabro de Salud (SCS). El principal centro médico de la zona es el Hospital Comarcal de Sierrallana, que presta servicio desde 1994 a una población de referencia cercana a los 200 000 habitantes. Sus instalaciones se encuentran en la Avenida de España del centro de la ciudad (Centro de Especialidades) y en el Hospital Sierrallana (Ganzo)

Cuenta con 2 unidades de Soporte Vital Básico del 061 de Cantabria, ubicadas en el Barrio de la nueva ciudad ( Campuzano ) junto al colegio Jose Luis Hidalgo. Encargadas de prestar soporte vital a todas las emergencias y urgencias sanitarias que se produzcan, así como accidentes de tráfico, incendios, agresiones, accidentes laborales y cualquier otra situación que requiera un tratamiento técnico-sanitario de urgencia de carácter extrahospitalario. Y cuenta además con una Unidad Medica de Emergencias ( uvi móvil ) ubicada en el Centro de salud Covadonga.


Además, en Torrelavega hay 4 centros de atención primaria o centros de salud;

Dependencia

En Torrelavega hay 2 residencias de ancianos, Alborada (114 plazas) y la Fundación Asilo de Torrelavega (260 plazas) que presta asistencia concertada a personas mayores y discapacitados en varios edificios del centro de la ciudad. Actualmente se encuentran en construcción dos edificios más para discapacitados adultos.

Centros de Día para Mayores Residencia Alborada, ANCORA, Jardines de la Vega, Fundación Asilo con 35, 12 y 40 plazas públicas respectivamente

Centros de Día para personas con discapacidad Fernando Arce, La Vega Amica y CAP Sierrallana con 79, 20 y 10 plazas respectivamente.

Centro de Día para Rehabilitación Psico-social Padre Menni (75 plazas)

Centros Ocupacionales Horizón Amica, Agustín Bárcena y Fernando Arce con 30, 45 y 84 plazas respectivamente.

Residencias personas con discapacidad

En Torrelavega prestan servicio 2 cuerpos de policía, 2 ambulancias de Soporte Vital Básico pertenecientes al 061 de Cantabria y una Unidad Medica de Emergencias también del 061 de Cantabria, y el Cuerpo de Bomberos municipal de Torrelavega.

Este cuerpo se encarga principalmente de; la seguridad ciudadana en el municipio de Torrelavega, policía judicial en los delitos que intervengan, policía administrativa, vigilancia de espacios y establecimientos públicos, ordenar, señalizar y dirigir el tráfico y prestar apoyo en la resolución de conflictos privados.

Por otro lado, la ciudad cuenta con un cuerpo voluntario de Protección Civil

En el año 2015, y coincidiendo con el 10º aniversario del club, el SAB Torrelavega se vio obligado a desaparecer como club deportivo debido a la precaria situación económica que atravesaba la institución deportiva. Ese mismo año, un grupo de entrenadores pertenecientes al SAB Torrelavega, fundaban un nuevo club bajo el nombre de CBT Torrelavega, que empezó a competir en la temporada 2015/2016 en las distintas ligas cántabras, tanto base como sénior.

Véase la Categoría:Torrelaveguenses

Las ciudades que están hermanadas con Torrelavega son las siguientes:[22]




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