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Álava



Álava (en euskera, Araba; oficialmente Araba/Álava) es una de las tres provincias españolas que componen la comunidad autónoma del País Vasco. Su capital y ciudad más poblada es Vitoria, que es también sede de las instituciones de la comunidad autónoma. Tiene una superficie de 3037 km² (según el INE),[3]​ siendo la más extensa de las tres provincias vascas. En 2020 contaba con una población de 333.340 habitantes (INE), ocupando el puesto 36 entre las provincias españolas y el último lugar entre las de la comunidad autónoma. El pequeño enclave burgalés de Treviño se encuentra al sur del territorio alavés

A pesar de que ambas formas, Álava y Araba son eusquéricas, de acuerdo con la legislación autonómica del País Vasco, la denominación oficial de Álava, como territorio histórico, es bilingüe:

En junio de 2011, el acuerdo presupuestario alcanzado entre el PSOE y el PNV en el Congreso de los Diputados incluyó el cambio de denominación oficial de la provincia, mediante el cual, la denominación oficial sería la de Araba/Álava.[4][5][6]

Álava fue habitada en la época prerromana por autrigones, caristios, várdulos y berones. A la época romana se adscriben los importantes yacimientos encontrados tanto en la parte más septentrional (Aloria) como en la central (Iruña-Veleia, Arkaia, San Román) —por la que transita la calzada Ab Asturica Burdigalam (de Astorga a Burdeos)— y en la meridional (Campezo). La primera referencia escrita a este nombre aparece en el siglo IX, en la crónica de Sebastián, de tiempos del monarca astur-leonés Alfonso III.

En opinión del fallecido lingüista alavés Henrike Knörr, su nombre en euskera procede de alaba, derivado de lau, 'llanura', más el artículo, tal y como recoge la propia web de la Diputación Foral. Otras teorías defienden el origen romance de Álava vinculado con el topónimo "Alba". Algunas otras propuestas apuntan a que su origen tiene que ver con el patronímico "Guevara", subrayando que algunas fuentes árabes se refieren a la Llanada como Al-guebala, aunque los cronistas árabes suelen utilizar mayoritariamente la expresión Alaba wa-l-Qila “Álava y los castillos”, entendiendo probablemente a Álava no como la provincia actual, sino solo la llanada. En euskera también ha sido denominada como Araba-herria o Alaba-herria (forma utilizada por Axular).

Los ataques musulmanes contra Álava fueron muy numerosos, siendo quizá la región que más razzias sufrió en toda la península.

En el año 767, con Abderramán I, según las crónicas árabes, hubo una expedición contra Álava mandada por Bedr, partiendo, como la mayoría, de La Rioja, y entraron por Pancorbo y la llanada de Miranda. En el año 791, con Hixem I, el ejército musulmán a las órdenes del general Ubayd Allah ben Uthmán. En el año 792, recién subido al trono Alfonso II de Asturias, esta vez los musulmanes al mando del general Abd al-Málik ben Mugith, saquean toda la Llanada. El año 794, los musulmanes atacan dirigidos por Abd al-Karim, pero después caen derrotados por Alfonso II en Lutos, en tierras asturianas. En el 796, se da otro ataque, organizado por el fallecido Hixem I.

En el 801, dirigidos por el príncipe Moawia, hermano del emir, atacando Álava y Castilla, pero el ejército musulmán cae derrotado en un desfiladero cerca de Miranda, en una emboscada preparada por los alaveses; es la batalla de Lapuebla de Arganzón. En el 803 recibe Álava y Castilla otro ataque del ejército dirigido por uno de los hermanos Ben Mugith; se tienen pocas fuentes de este ataque y puede que fuera un fracaso, en el Wadi-Aroun, muy posible el río Orón.

Tras unos años de calma, tras morir Alhakén I, llega al poder Abderramán II, que ejecuta el ataque más violento registrado en Álava, según fuentes árabes, que indican que entran por una garganta llamada Guerniq, detrás de la cual había una llanura donde tenía el enemigo sus almacenes y provisiones. Cayeron las tropas árabes sobre aquellos llanos y los tomaron, apoderándose de todas las provisiones. Todos aquellos lugares los encontraron desiertos por la huida de sus habitantes. La incursión la realizó en el verano del 822. 'Abd al-Karim invade las tierras de Álava, saqueándolas. Tras recibir promesa de sumisión por parte de castellanos y alaveses, 'Abd al-Karim volvió a Córdoba llevando en garantía numerosos rehenes. Esta terrible expedición afectó casi únicamente a la región de Álava.

Otra expedición contra Álava es relatada por el historiador árabe Ibn Hayyan. Cuenta que en el año 825 una tropa cordobesa dirigida por Ubayd Allah, con la colaboración de los vascones de Pamplona, aliados entonces del emir, penetraron en el mes de agosto en la llanada alavesa llegando hasta el «monte de los Madchus o adoradores del fuego», donde tras duros combates destrozaron a las fuerzas cristianas. Esas montañas que les cerraron el paso bien pudieron ser las montañas que van desde el Gorbea hasta el macizo de Aitzgorri. En el año 838, dirigido por el príncipe Saíd, y en el 839 por Musa ibn Musa. La última razzia contra Álava durante el reinado de Alfonso II fue en el verano del 842, año del fallecimiento de este rey astur.

Durante el reinado de Ordoño I de Asturias, hacia el año 854, pudo haber otra razzia contra Álava, pero no se tienen muchos detalles de ella. En el año 863, en el que un ejército dirigido por el general Abd al-Málik ibn al-Abbás invadió, arrasó y pasó a cuchillo la zona alavesa. En el año 867 el príncipe Al-Hakkam atacará de nuevo, ocupando el castillo de Guerniq (o Yarniq), el mismo de la campaña del 823. Se discute la ubicación real del castillo, si en la zona del actual puerto de Azáceta o en una zona entre Etxabarri-Ibiña y Miñano Mayor, llamada Guernika. En el año 882 el ejército cordobés cae sobre Álava partiendo desde La Rioja. Intentaron entrar los musulmanes por Castro Cellorigo pero fueron rechazados por el conde Vela Jiménez, segundo conde de Álava; poco después lo intentaron por Pancorbo y fracasaron igualmente. En el 883, se repite el resultado del año anterior, con los mismos contendientes. Es el último año de las razzias cíclicas. Álava se libra de las constantes razzias, salvo la de Almanzor del año 1000, al descender la frontera con las reconquistas y repoblaciones, en época del rey Alfonso III de Asturias.

En el siglo VIII el territorio alavés ya se encontraba en la órbita del reino astur desde el reinado de Fruela I de Asturias, pero sería en el siglo IX cuando la monarquía astur organizó Álava bajo la forma política de condado, la cual no desaparecería hasta fines del siglo XII cuando Sancho VI de Navarra desplegó iniciativas para introducir en el territorio alavés nuevas formas de organización jurídica y política otorgando fueros a poblaciones como Vitoria.

Entre los siglos IX y XI el territorio que hoy cubre Álava formó parte del Condado de Castilla, que pertenecía al reino leonés hasta el año (en 932 d.C., en la que Castilla se independizó para formar más tarde el Reino de Castilla (hacia 1065). Álava se unió brevemente a Castilla cuando, aprovechando los problemas sucesorios, un noble local llamado Eglyón o Elyón se subleva para sacar provecho de la situación. Rodrigo de Castilla, el primer conde de Castilla fue el encargado de sofocar la rebelión que pareció acabarse (867 u 868) sin ni siquiera sacar la espada. Este pudo ser el motivo por el cual a partir de ese momento el conde Rodrigo va a extender sus dominios también sobre Álava. Aunque su nombre sigue sin aparecer en los documentos firmados en los dominios del obispado de Valpuesta, sí aparece en un documento de donación de Obarenes (870) y en una carta del monasterio alavés de San Millán de Salcedo (18 de abril de 873), en el valle de Cuartango junto con el señor Sarracín Muñoz, que pudiera ser el lugarteniente de Rodrigo en tierras alavesas.

Fernán González, a finales del siglo X se convierte en Conde de Castilla, Burgos, Álava, Lantarón y Cerezo (c. 931-944) unificando los territorios y logrando la autonomía del Condado de Castilla existiendo también al oeste del actual territorio alavés el condado de Lantarón. Durante la mayor parte del siglo XII el condado de Álava estará vinculado al Reino de Navarra, pero el año 1199 el rey Sancho VII de Navarra pierde Vitoria y la mayor parte de Álava en favor del rey castellano Alfonso VIII de Castilla. En el contexto de la guerra entre Castilla y Navarra la Cofradía de Arriaga acabaría por "entregarse voluntariamente" a Castilla. La Rioja Alavesa, nucleada en torno a la villa de Laguardia, continuaría formando parte del Reino de Navarra hasta finales del siglo XV, momento en que en el marco de la Guerra Civil de Navarra Castilla conquistó el territorio de la Sonsierra de Navarra pasando a integrarse prácticamente en su totalidad en Álava.

Los precedentes de la provincia de Álava se dieron a través de dos hermandades promovidas por Vitoria dentro de la Corona de Castilla. En 1296 la Hermandad de Haro, Vitoria la promueve junto a las actuales Cuadrilla de Añana, Cuadrilla de Campezo-Montaña Alavesa, Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa, Cuadrilla de Salvatierra, enclave de Treviño, Miranda de Ebro y las comarcas de Rioja Alta y Rioja Media. No así Zuya ni Ayala. La Hermandad de Álava se fundó el 4 de octubre de 1463 en Rivabellosa (Álava). En ella quedaron integradas las villas de Vitoria, Miranda de Ebro, Salvatierra, Pancorbo y Sajazarra; 26 hermandades locales y 2 juntas, la de San Millán y Arana.

La provincia es conocida por la batalla de Vitoria, dentro de la Guerra de la Independencia Española, contra la invasión francesa del país comandada por Napoleón Bonaparte. Tras la restauración de la monarquía borbónica en España, se empiezan a dar los enfrentamientos entre liberales y carlistas, dando lugar a las Guerras Carlistas. Durante este siglo XIX hubo dos liberales alaveses que llegaron a presidir el Gobierno de España, Salustiano Olózaga y Miguel Ricardo de Álava.

Las cumbres principales de Álava son el Gorbea, con 1482 m s. n. m. (cumbre compartida con Vizcaya); el Aratz, con 1443 m s. n. m.; el Palomares, con 1436 m s. n. m. y la sierra de Toloño, con 1271 m s. n. m.. Los ríos principales que discurren de forma total o parcial por Álava son el Zadorra, el Bayas, el Nervión, el Ayuda, el Omecillo, el Ega, el Ebro y el Inglares.

Álava, como el resto de provincias que constituyen el País Vasco, es un territorio histórico que cuenta como instituciones forales propias a la Diputación Foral de Álava y a las Juntas Generales de Álava.

La Diputación es el órgano de gobierno y administración provincial que, por un lado, desempeña las funciones que en el resto de provincias españolas ejercen las diputaciones provinciales y que, por otro, es depositaria también de competencias específicas (carreteras, servicios sociales, miñones, etc.) derivadas de los derechos históricos reconocidos a Álava y a los demás territorios forales. Entre estas competencias forales, adquiere especial relevancia la administración del sistema fiscal propio que, en su actual forma, data de 1876 cuando el gobierno central abolió el sistema foral de las provincias vascas, pero poniendo en marcha casi al mismo tiempo el sistema de concierto económico por el que la Diputación recauda los tributos de los alaveses efectuando después una aportación al Estado y al País Vasco para contribuir a los gastos comunes del gobierno nacional y del de la comunidad autónoma. La Diputación, en tanto que órgano colegiado con poderes ejecutivos, está dirigida por el Diputado General, cargo actualmente desempeñado por Ramiro González Vicente (PNV).

Las Juntas Generales de Álava son la institución que tiene atribuido el poder normativo de primer orden en Álava a través de la aprobación de "normas forales". Están compuestas por 51 representantes llamados procuradores o junteros, que son elegidos en las elecciones forales celebradas de manera simultánea a las elecciones municipales en España. Funcionan como un verdadero parlamento provincial que elige al Diputado General, aprueba los presupuestos y controla la actividad del ejecutivo foral alavés. En la actualidad el presidente de las Juntas Generales de Álava es el procurador del PNV Pedro Elósegui González de Gamarra.

A día 31 de diciembre de 2008 el endeudamiento en el que había incurrido la Diputación Foral de Álava ascendía a 76 millones de euros, según las cifras publicadas por el Ministerio de Economía y Hacienda.[7]​ Un año después (31 de diciembre de 2009), esta cifra se había incrementado hasta los 180 millones de euros, es decir, más de un 236% respecto al año anterior.[8]​ Finalmente, según los últimos datos disponibles (31 de diciembre de 2010), el endeudamiento siguió ascendiendo hasta alcanzar los 338 millones de euros,[9]​ es decir, más de un 187% respecto a finales del 2009, y un acumulado del 444% desde diciembre del 2008. En otras palabras, la deuda en dos años se ha multiplicado por 4,5 veces, alcanzando más de 1000 euros por cada alavés residente.

Comparativamente, la Diputación Foral de Guipúzcoa, incurre a 31/12/2010 en un endeudamiento de 285 millones de euros, o 403 euros por habitante. Y la Diputación Foral de Vizcaya, incurre a 31/12/2010 en un endeudamiento de 949 millones de euros, o 823 euros por habitante.

El territorio está dividido en siete cuadrillas, conforme recuerda el dicho «Siete Cuadrillas hacen Álava una» (Zazpi talde Araba Bat).

La provincia de Álava excluyendo su capital, Vitoria, suma menos de 80 000 habitantes, cerca de 334 000 incluyendo la capital. Se da una marcada macrocefalia ya que más del 75% de la población total de la provincia reside en la ciudad de Vitoria. La macrocefalia alavesa es el resultado de la escasez de poblaciones de una cierta entidad a excepción del valle de Ayala con ciudades como Llodio o Amurrio ambas con más de 10 000 habitantes.

En la zona central de Álava es donde se concentra la mayor parte de la población por la ubicación de Vitoria en esa parte de la provincia rodeada de poblaciones con cierta importancia con las que se alcanzan los 274 000 habitantes. Municipios como Zuya, Cigoitia, Legutiano y Arrazua-Ubarrundia limitando al norte con la capital y las localidades de Salvatierra, Alegría de Álava e Iruña de Oca en el eje del ferrocarril Madrid-Irún que las conecta con el centro de Vitoria son las más importantes de la zona central. Álava es la provincia en que existe un mayor porcentaje de habitantes concentrados en su capital (75,77 %, frente a una media estatal de 31,96 %).

Los veinte municipios más poblados de Álava son los indicados en la siguiente tabla. Datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística en 2017, con denominación oficial del municipio indicada por el INE:

Población por municipio (2018)

Densidad de población por municipio (2018)

Crecimiento de la población por municipio (1998-2008)

Crecimiento de la población por municipio (2008-2018)

Existen varias líneas de autobuses interurbanos que recorren la provincia y zonas limítrofes, las cuales, en su mayoría, tienen como punto de salida la capital, Vitoria. Fueron puestas en marcha en 2015 por la Diputación Foral de Álava a través del Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad.

Es posible el pago con un descuento usando la tarjeta BAT, que es la misma que se puede utilizar en los autobuses urbanos y el tranvía de Vitoria.[11]

Su santo patrón es San Prudencio, festejado anualmente el 28 de abril, y su patrona la Virgen de Estíbaliz, festejándose el segundo domingo de septiembre.



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