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Ejército Popular Sandinista



¿Dónde nació Ejército Popular Sandinista?

Ejército Popular Sandinista nació en EPS.


El Ejército Popular Sandinista (EPS) fue un ejército que existió en Nicaragua entre 1979 y 1994, surgió a raíz de la derrota militar y política de la Guardia Nacional y de su jefe el dictador Anastasio Somoza Debayle. Reunía originalmente a las milicias del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).[4]

El jueves 19 de julio de 1979 triunfó la Revolución Sandinista con la rendición de la Guardia Nacional. El teniente coronel Fulgencio Largaespada Báez firmó la rendición incondicional ese mismo día, pues el lunes 16 por la noche el dictador general Anastasio Somoza Debayle renunció a la presidencia ante el Congreso Nacional reunido en el Hotel Intercontinental Managua (actual Hotel Crowne Plaza Managua) debido a las presiones del Presidente de Estados Unidos Jimmy Carter y la Organización de Estados Americanos (OEA), en la madrugada del día siguiente martes 17 huyó del país hacia Miami, Florida, Estados Unidos, poniendo fin al régimen somocista.

Su sucesor Francisco Urcuyo Maliaños (quien hasta entonces era Presidente del Congreso), afirmó que se quedaría en el poder hasta 1981 y no se lo entregaría a la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN) y le dijo al FSLN "Como Presidente de la República exijo a las fuerzas irregulares a deponer las armas, no ante nada ni ante nadie, sino ante el Altar de la Patria".

La presidencia de Urcuyo pasó a ser la más corta de la historia del país, porque la noche del 18 de julio se exilió en Guatemala.

El viernes 20 de julio los cinco miembros de la JGRN entraron a la capital Managua Sergio Ramírez, Alfonso Robelo, Violeta Barrios de Chamorro (viuda del director mártir del diario La Prensa), Daniel Ortega Saavedra y Moisés Hassan Morales, provenientes de la ciudad de León, hacia la Plaza de La República (rebautizada como Plaza de la Revolución) y allí se leyó el Estatuto Fundamental junto a varios Decretos Ejecutivos, publicados en los Números 1, 2, 3 y 4 de La Gaceta, Diario Oficial, del 16 al 19 de agosto,[5]​ los cuales contemplaron la desintegración de la GN y sus dependencias:

El artículo 24 del Estatuto Fundamental contemplaba la creación de un nuevo Ejército Nacional, conformado por miembros del FSLN y de la GN que hubiesen mostrado buena conducta honesta y patriótica.[6]

El 22 de agosto del mismo año fue creado el Ejército Popular Sandinista (EPS), mediante el Decreto No. 53 de la JGRN, publicado en La Gaceta No. 12 del 18 de septiembre, separando las funciones de ejército y policía pues la Guardia Nacional tenía ambas funciones a la vez.[7]

Tres días después se fundó la Policía Sandinista (PS), que en 1994 se despolitizaría y se cambiaría el nombre a Policía Nacional (PN).

El primer y único comandante en jefe del EPS fue Humberto Ortega Saavedra, uno de los nueve miembros de la Dirección Nacional del FSLN.

Las fuerzas terrestres del EPS estaban compuestas por:

También se incluyen:

Todos estos órganos tenían en común la lucha contra el imperialismo y la contrarrevolución, de igual manera la fidelidad al sentimiento de preservación patriótico y socialista .El ejército contaba con el asesoramiento de expertos militares cubanos y soviéticos, contando también con la colaboración de guerrilleros e internacionalistas de países como Chile y Argentina.El EPS tenía muchas bases militares en todo el país.De estas, solo unas cuantas se podían reconocer como verdaderos centros de entrenamiento militar con la estructura adecuada para tal fin. Pues muchas de las otras fueron centros de entrenamiento improvisados ante la urgencia de dar cabida a la gran cantidad de reclutas llamados a cumplir con su servicio militar obligatorio.

Las Milicias Populares Sandinistas (MPS) surgieron de forma voluntaria con anterioridad al 19 de julio de 1979, para reforzar la lucha armada urbana contra la dictadura somocista.En realidad, el grueso de los combatientes que se enfrentaron a la Guardia Nacional eran de reciente integración en aquellos momentos. Fue cuando la facción de los "insurreccionales" tomó la iniciativa de atacar objetivos urbanos, lo que luego se generalizó cuando las otras tendencias del FSLN se sumaron a la iniciativa. Esto traía como consecuencia que la Guardia Nacional reaccionara con mucha represión a lo interno de las ciudades y eran los jóvenes los más perseguidos, encarcelados y ejecutados de manera arbitraria por las BECAT o la OSN. Muchos de estos muchachos y muchachas se integraban a la guerrilla por su seguridad y fue así que en poco tiempo la guerrilla se engrosó. Pero en esos momentos ninguno de los dirigentes del FSLN hacía la diferencia entre los viejos combatientes y los de recién ingreso: Todos eran combatientes del FSLN. Pero justo después del triunfo se empezó a mencionar lo de un pueblo en armas y su vanguardia el FSLN. Esto para mermarle protagonismo a los milicianos de reciente integración. Cabe destacar que los antiguo combatientes y dirigentes también estimularon en gran medida que la nación se insurreccionara cuando realizaban actos de verdadera osadía que golpearon hondamente a la dictadura como las tomas de la casa de Chema Castillo y la del Palacio Nacional.

Luego del triunfo de la revolución, fueron oficializadas el 15 de febrero de 1980 en base al Decreto No. 313 de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de La República de Nicaragua, cuya letra indica:

Artículo 1.- “Créanse las Milicias Populares Sandinistas como una organización de carácter nacional y que estará bajo la dirección del Ministerio de Defensa.[8]

En sus inicios fue Jefe Nacional de las MPS el Comandante Guerrillero y Comandante de Brigada Edén Pastora Gómez.

Entre los años de 1983 a 1990, el EPS logró estructurar veintiocho Brigadas de MPS. Estas brigadas estaban integradas por 4 o 6 Batallones. Se organizaron ciento cincuenta Batallones de MPS, destinados a la defensa de las localidades, unidades de producción, cooperativas y objetivos específicos.

Al mismo tiempo que se formaban estas unidades, también lo hacían las unidades de la resistencia en territorio hondureño. Así que estas nuevas tropas de milicianos vinieron a ser la fuerza operativa con lo que contaba el gobierno sandinista para contrarrestar los primeros ataques de los contras que se empezaron a dar en la zona norte del país. Fueron estas unidades de milicianos, con poca preparación militar y armados con fusiles de baja calidad y con algunas armas de los remanentes que aun quedaban de la Guardia Nacional, que enfrentaron a los primeros grupos de contras. Si bien es cierto que ya para ese tiempo el Ejército ya estaba estructurado como institución, no contaba con las unidades suficientes para hacerle frente a la contra. El grueso de los soldados profesionales estaba en la tarea de organizar unidades de apoyo, como logística, unidades de artillería y mecanización. Los soldados de línea, los que iban al frente eran los de los batallones de milicianos que se suponía realizarían tareas defensivas más pasivas como defensa de poblados, guarniciones de protección de puentes y otros objetivos importantes. Pero los operativos de los contras que de su misión de sabotaje a la infraestructura del país se transformó en verdaderas ofensivas contra las guarniciones del ejército donde estos últimos se llevaban la peor parte, obligó a montar verdaderos operativos de persecución con cada vez más batallones de milicias las que ya estaban mejor equipadas pues de los viejos fusiles semiautomáticos se pasó a usar, mayormente, armamento soviético más moderno.

Cabe destacar, que las milicias de las zonas de Jinotega, Matagalpa y parte de las Regiones autónomas fueron las que llevaban la peor parte pues sus miembros eran oriundos de esos mismos lugares. Muchos de ellos pertenecían a las cooperativas agrícolas o eran peones cafetaleros de fincas ubicadas justamente en las zonas de operaciones de los contras Así que tenían la guerra en los mismas parcelas y plantaciones donde laboraban. Pero también operaban otros batallones de de zonas urbanas de la zona de occidente y Managua. Estos hacían presencia cuando la presión de los contras era demasiado peligrosa para las poblaciones urbanas.

Así se estaba desarrollando el conflicto y para 1983 ya estaba la guerra en pleno. De las ciudades salían cada vez más´seguido los batallones de milicias hacía las montañas. Esto era sumamente perjudicial para la economía del país y de las familias pues muchos de los milicianos eran cabezas de familias que dejaban sus labores por meses. Pero la gente en general estaba en buena disposición para el combate y no se tenía que hacer reclutamientos forzosos para formar los batallones.

Así que el gobierno viendo esta disposición, se dio a la tarea de crear el servicio militar obligatorio. Algo que es difícil de aceptar cuando un país está en guerra y sabiendo que se le recluta no para algo auxiliar o de reserva, sino para se enviado a la primera línea de fuego.

Así que la contención que le ofrecían estos batallones a las unidades de la contra fue de vital importancia estratégica, pues permitió que el gobierno creara la ley del Servicio Militar Obligatorio y con esta el reclutamiento de miles de jóvenes que fueron enviados a entrenamiento muy básico, el mismo de los batallones de milicias, pues aún no se contaba con una doctrina y una estrategia diferente a la guerra improvisada con la que se estaba combatiendo a los atacantes.Ni siquiera había bases militares suficientes establecidas para el entrenamiento. Muchas de estas escuelas militares no eran más que un campo con apenas algunas estructuras temporales montadas en terrenos privados que se tomaban así por así y se señalaban con los rótulos ZONA MILITAR . Pero la ventaja era que ahora el grueso de las tropas sería integrada gente de una edad más homogénea y con un tiempo más largo que permitiría de que a pesar de lo básico del entrenamiento, el soldado terminara de forjarse como tal en la lucha real.

Durante la guerra civil de la década de los años ochenta, el EPS inició la formación de doce Batallones de Lucha Irregular (BLI) en el período de 1983 a 1985. Originalmente, estas unidades de infantería móvil fueron denominados Batallones de Destino Múltiple (BDM) por la versatilidad de tácticas y misiones que debían cumplir. Sin embargo, en la medida en que la guerra se establecía principalmente en las regiones agrestes y montañosas del norte-centro, el Caribe y el sur-este del país. La forma de combate más común era la lucha anti guerrilla, por lo que se afianzó el término "Batallón de Lucha Irregular". Su formación surgió como respuesta al creciente poderío militar y dominio territorial de las fuerzas rebeldes aglutinadas bajo el nombre de Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN, posteriormente Resistencia Nicaragüense), que realizaban esfuerzos militares para derrocar al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, de tendencia marxista. La FDN superaba la capacidad bélica de las unidades regulares y de milicia hasta entonces existentes.

Antes que ellos, el peso de las operaciones recaía sobre los llamados Batallones de Infantería de Reserva (BIR) formados por milicianos. Estas unidades formadas por hombres de todas las edades y con una preparación muy elemental se integraban de forma "voluntaria" y eran enviados a combatir a una guerrilla con todas las características de una tropa de élite de cualquier ejército. Su armamento era superior, su equipo personal era envidiable (el mismo que usaba los soldados de cualquier ejército de Centroamérica).Fue entonces que apareció en el escenario una unidad de combate diferente, formada por soldados permanentes y bien preparados. Poco se sabía de esa unidad pero comenzó a rumorarse de que era muy buena en la lucha que se estaba dando en las montañas. Era el Batallón de Lucha Irregular "Simón Bolívar". Esas eran las cirscuntancias del momento y fue cuando se empezó a generalizar la creación de los demás batallones de lucha irregular con los nuevos reclutas del servicio militar recién establecido por ley.

El servicio militar permitió la conformación de estas unidades de lucha irregular y también el fortalecimiento con personal de otras unidades de apoyo como las unidades de artillería, tropas guarda fronteras etc. Pero el grueso de los nuevos reclutas una vez concluido el período de entrenamiento era enviado a los Bli. donde no tenían que esperar mucho para verse envueltos en los constantes combates que se daban.

la calidad combativa de estas tropas se mantenía inalterable a pesar de las bajas sufridas a diario y por el licenciamiento que se otorgaba a los chicos que ya cumplían con su período de dos años. Pues cada nuevo contingente de reciente graduación que era enviado a reemplazarlos eran repartidos entre todas las pequeñas unidades operativas donde habían muchachos con diferentes etapas en su período de servicio militar, pero ya con experiencia combativa suficiente.

El objetivo primero de los BLI era lograr el desgaste de las fuerzas enemigas mediante la persecución constante, forzar la batalla, el cerco y aniquilamiento, la incursión y destrucción de bases de entrenamiento y abastecimiento enemigas, tanto en el interior del país, como en territorio extranjero.

Desde su aparición en el escenario bélico de la guerra de la década de los ochenta en Nicaragua, a inicios de 1984, los Batallones de Lucha Irregular, se transformaron de hecho en tropas de élite, se forjaron el prestigio de ser la principal fuerza de choque del otrora poderoso Ejército Popular Sandinista. Disponían de alta movilidad terrestre y aérea, y su principal terreno de operaciones lo constituían las tierras altas montañosas del centro y norte del país, así como las llanuras selváticas del Caribe nicaragüense, además de las regiones del sur de Honduras. Muchos sitios adquirieron celebridad a causa de las operaciones defensivas de los BLI en el interior del país, entre ellos Batitán y Poncaya, Wina, Kininowás, Bolinkín, Cerro C antagallo, San Juan de Río Coco, Bocay, Plan de Grama, La Penca, Kantayawás, Caño Jorgito, Volcán Malacate-El Pericón, La Trinidad-Llano Largo, Cerro El Trueno, Cerro Bayuncún, San Pedro de Kilambé. Las Praderas de Pantasma y un larguísimo etcétera

Los BLI tomaron también parte en incursiones a gran escala realizadas por el EPS a las regiones fronterizas del sur de Honduras, donde se asentaba la mayor parte de las bases militares de la llamada Resistencia Nicaragüense, el Comando Estratégico de la misma y era además, territorio donde el Ejército de Estados Unidos realizaba frecuentemente maniobras conjuntas con las Fuerzas Armadas de Honduras. Así mismo, tomaron parte en la destrucción de campamentos rebeldes en territorio de la vecina Costa Rica, que servía de base de la organización antigubernamental ARDE (Alianza Revolucionaria Democrática), una mescolanza de opositores al régimen sandinista y antiguos camaradas del partido de gobierno, sin ninguna relación con la Resistencia Nicaragüense.

Durante las invasiones del EPS a Honduras, eran comunes los hostigamientos entre unidades guarda fronteras y de Lucha Irregular contra fuerzas combinadas del Ejército hondureño (unidades élite "Cobras" y tropas blindadas) y de fuerzas de tarea y comandos regionales de la Resistencia Nicaragüense, por los cuales se hicieron célebres sitios como Arenales, Yamales, Banco Grande, Las Vegas y La Lodoza, entre otros, en territorio hondureño; La Penca y Sarapiquí, en Costa Rica.

Los oficiales al mando provenían en su mayoría de la casta de antiguos guerrilleros del FSLN, con experiencia militar que databa desde las guerras contra el gobierno de Anastasio Somoza Debayle, antes de 1980. Los soldados en su inmensa mayoría eran jóvenes reclutas nicaragüenses que cumplían con la llamada "Ley del Servicio Militar Patriótico" (similar a la existente en la mayoría de los países del mundo, con carácter obligatorio), a la par de muchos reclutas voluntarios que no alcanzaban aún la edad de alistamiento o la habían superado. No era excepcional encontrar entre las fuerzas de los BLI a oficiales extranjeros en calidad de observadores y asesores, algunos de los cuales cayeron durante las refriegas contra los rebeldes. Se destacaron cubanos y chilenos.

El comandante de batallón era un oficial con rango de capitán. El segmento "administrativo" de BLI se conformaba de una Plana Mayor, dirigida por un Jefe de Plana, y estaba compuesta de los oficiales de más alto rango en el batallón. Se aglutinaba como unidades de apoyo la sección de Tanques y Transportes (TyT), que gestionaba el manejo de los medios mecánicos y de transporte: camiones de transporte de fabricación soviética y alemana (del este), Unidad de Retaguardia, Unidad de Comunicaciones militares, Registro y Control de personal y cuadros, unidad de contra-inteligencia militar, Puesto Médico y Control de armamento. Ocasionalmente le eran supeditados a un BLI piezas de artillería de largo alcance, como cañones de 122 mm y 155 mm, artillería reactiva con unidades coheteriles autopropulsadas BM-21, medios blindados y unidades aéreas como los helicópteros de transporte MI-8 y de combate MI-24 blindados. También no era raro que junto con las pequeñas unidades que operaban se sumaran muchachos que pertenecían a la Defensa Antiaérea. Su misión era abatir los aviones que abastecían de pertrechos a los contras en el interior del país. Se usaba para este fin el misil tierra-aire de fabricación soviética C2Mbr.

El núcleo bélico de un BLI lo formaban seis compañías de 120 hombres cada una. Cada compañía tenía tres pelotones, los que a su vez lo conformaban tres escuadras de diez hombres respectivamente. La compañía disponía de una unidad de exploración ("flecha", "cazadores", etc), dos pequeñas escuadras: una de mortero y una de lanzagranadas múltiple. La compañía tenía un jefe de la compañía con rango de teniente o primer teniente, un sargento mayor, un oficial de contra-inteligencia, un oficial de información, un oficial político y un francotirador. Cada pelotón contaba con un ametralladorista de apoyo.

La unidad básica de un BLI era la escuadra, compuesta por diez hombres. Cada escuadra de infantería irregular disponía de un jefe de escuadra, siete fusileros, un operador de lanzacohetes RPG-7 y un operador de ametralladora liviana RPK. El arma de reglamento de los fusileros era el fusil de asalto Kalashnikov, en sus versiones soviética AKM y norcoreana. Esta dotación proporcionaba a las unidades BLI un alto poder de fuego, con capacidad de lanzar terribles ofensivas y asaltos precedidas por densas barreras de plomo.

Estos batallones fueron unidades con alta capacidad de maniobra y poder de fuego. El enfoque principal en su modus operandi era la contrainsurgencia, la ofensiva y ataque, la capacidad para ejecutar misiones de combate tanto en terreno irregular como con tácticas de guerra convencional. El romper los fuegos en cada refriega o combate con disparos de lanzacohetes portátiles antitanque RPG-7, de fabricación soviética, se convirtió en una típica usanza de los BLI.

El adiestramiento de estas unidades estuvo a cargo de asesores cubanos y vietnamitas, además de oficiales nicaragüenses formados en distintas academias militares de Europa del Este, la antigua Unión Soviética, pero sobre todo en Vietnam, Cuba y Palestina, los que transmitieron su experiencia militar a los nóveles militares en disciplinas claves como tácticas de ataque y ofensiva, táctica de guerrillas, explosivos, artes marciales, lucha cuerpo a cuerpo, camuflaje, cuerpo médico, inteligencia militar, supervivencia en entornos hostiles, armamento liviano, artillería liviana, comunicaciones, exploración, francotiradores, exploración de artillería, condicionamiento físico. Resalta la disciplina denominada "ejércitos enemigos", donde se impartìa a fondo detalles sobre formación, tácticas, información de inteligencia y armamento de las fuerzas armadas de EE. UU. en Honduras, del ejército hondureño, el ejército de El Salvador y de las fuerzas de la Resistencia Nicaragüense.

No obstante, fue objeto de crítica por parte de observadores y especialistas militares extranjeros la carencia en el pensum de adiestramiento de estas unidades, de una cátedra sobre el arte de las retiradas tácticas y estratégicas. Contrario al dominio que ejercían las fuerzas rebeldes sobre este aspecto, se experimentó la poca habilidad de los unidades de BLI para ejecutar ordenadamente un repliegue desde territorio enemigo extranjero, tal como sucedió reiteradamente en Honduras, donde quedaron abandonados los cuerpos de decenas de combatientes de lucha irregular caídos en batalla, junto con sus armas. También fue evidente esta carencia en situaciones de emboscadas en carreteras, cuando la unidad de lucha irregular era superada en número y posiciones por parte de sus rivales. Gran parte de esta deficiente capacidad táctica de repliegue y aún en operativos de ataque era la falta de suficientes medios de comunicación. En aquellos escenarios de terreno accidentado y lleno de vegetación, el control de un jefe sobre su unidad desplegada no podía ser eficiente si no sabía donde estaban sus soldados o en que dirección avanzaban o retrocedían. Dar una orden a tientas y a gritos se hizo común en los combates por falta de estos medios, sobre todo en las pequeñas unidades como la escuadra.

p.u.f.e PEQUEÑAS UNIDADES DE FUERZAS ESPECIALES.

Los nombres dados a los BLI tenían el objetivo de honrar la memoria de los altos oficiales(salvo Simón Bolívar) que comandaron las tropas del Ejército Defensor del Soberanía Nacional fundado por Augusto C. Sandino que combatió por casi seis años, desde 1927 hasta 1933, a las tropas intervencionistas de los Estados Unidos. Que entraron al país para poner fin a la guerra civil que se estaba dando entre facciones liberales y conservadoras.

Los primeros en formarse y salir a combatir fueron el Simón Bolívar, Francisco Estrada, Santos López. Pero en pocos meses se sumaron los demás.

A comienzos de sus misiones, estos primeros batallones contaban con hasta seiscientos soldados más el cuerpo de oficiales y personal auxiliar que también incluía mujeres en tareas de servicio médico, de comunicaciones y cocina. No tenían un cuartel o una base fija, sino que se movían por las zonas de guerra según la necesidad táctica y operativa.

Pero a medida que fueron apareciendo estas nuevas unidades, el número de soldados asignados a ellas fue mermando hasta llegar a un promedio de trescientos a cuatrocientos hombres. Eran verdaderas unidades móviles, con todos sus soldados en operativos permanentes. Así que el Estado Mayor de la unidad se movía con todo y su equipamiento de un lugar a otro según las necesidades operativas. Así que las compañías salían a una nueva misión dejando en lugar determinado al Estado Mayor y para cuando daban por finalizado el operativo, se lo encontraban en otro lugar de la montaña, instalado ahí con todas sus tiendas de campaña y sus camiones IFA o SIL camuflados entre los árboles y arbustos.

Las compañías que daban por concluido alguna misión, se quedaban en esa efímera base a lo sumo una semana, tiempo que tomaban para dar un descanso a los muchachos que se reponían de las secuelas de la larga caminata por esos lugares de terreno tan irregular, tiempo que también aprovechaban para aprovisionarse de municiones, kits de primeros auxilios, y, según la necesidad, uniformes y botas nuevos. Los heridos leves y enfermos se quedaban ahí reponiéndose por el tiempo que fuera necesario,sumándose a la guarnición que protegía al Estado Mayor.

El cuerpo de oficiales contaba con graduaciones varias, siendo el más alto en aquellos momentos, el de capitán. Era un capitán el jefe del batallón y luego venían los Primer Tenientes, Tenientes, Subtenientes, Sargentos y soldados rasos en categoría de permanentes. La edad de la tropa de línea era de 17 a 25 años. En los oficiales variaba un tanto, pero no pasaría de los cincuenta que en la mayoría de las veces, era el capitán el que ostentaba esta edad.

Todo este cuerpo de oficiales más los soldados permanentes incluyendo a las mujeres de soporte médico, comunicación y cocina, tenían una paga acorde a su grado y su puesto. El resto de la tropa compuesta por todos los conscriptos prácticamente no tenía paga, pues si bien se recibían algo simbólico en comparación con lo que recibían los oficiales, esto vino a quedar en nada cuando la hiperinflación de esos años acabó con el valor real de aquello que decían ser una paga y como los conscriptos tenían vedado hacer reclamos en ese aspecto, todo quedó sin revalorizarse.

De 1984 al 1990 surgieron los Batallones Ligeros Cazadores (BLC), que eran pequeñas unidades de lucha irregular conformadas por tres compañías y pequeñas unidades de aseguramiento combativo y de servicios. Con capacidad de maniobra y poder de fuego. Operaban en el territorio bajo responsabilidad de las Brigadas de Infantería a las cuales se subordinaban.

El Ejército Popular Sandinista estuvo armado al inicio con los fusiles de asalto FN FAL belga (de calibre 7,62 mm), IMI Galil israelí y M16 estadounidense (ambos de calibre 5,56 mm).[9]

Las MPS usaban en sus inicios el fusil semiautomático checoslovaco Vz.52/57 de 7,62 x 39; más adelante, a partir de 1981, empezaron a sustituirse paulatinamente por el fusil de asalto AK-47 y las ametralladoras RPK (ambas armas empleaban la misma munición del Vz. 52/57) y PKM de 7,62 x 54 R, al igual que el fusil de francotirador Dragunov de la misma munición; 33 unidades del tanque medio T-55, lanzacohetes RPG-7, cañones D30, misiles antiaéreos 9K32 Strela-2 y lanzacohetes BM-21, fabricados en la Unión Soviética.

El arma ligera más usada fue el AK-47 fabricado en la URSS y sus países satélites del Pacto de Varsovia (Alemania Oriental, Polonia, Bulgaria, Rumania y Hungría), al igual que Cuba y Corea del Norte. Mientras que la Contra era financiada por el gobierno estadounidense de Ronald Reagan y la Agencia Central de Inteligencia CIA.

La Fuerza Aérea Sandinista FAS (actual Fuerza Aérea de Nicaragua) contaba con helicópteros Mil Mi-17 y Mil Mi-24, dos de los cuales (uno de cada tipo) fueron derribados por aviones caza hondureños, y algunos otros fueron por los misiles antiaéreos FIM-43 Redeye de la Contra, la cual operaba desde el sur y el este de Honduras y el norte y el noreste de Costa Rica.

El EPS usaba los vehículos UAZ-469, camiones IFA W-50 y Ural-375D. La Contra usaba las armas capturadas al EPS y la FAS al igual que el fusil de asalto Tipo 56 chino, los AK-47 y RPG-7 soviéticos, polacos y cubanos.

También contaban para la detección de los abastecimientos con raderes de fabricación soviética como los P-18, P-19 y P-37 así como altímetros PRV-16 y PRV-13.

El Decreto No. 1327 de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional del 13 de septiembre de 1983 (en la víspera de la celebración de las fiestas patrias y el 127 aniversario de la batalla de San Jacinto), publicado en La Gaceta, Diario Oficial, No. 228 del 6 de octubre del mismo año, la Ley del Servicio Militar Patriótico (SMP) la cual creaba dicho organismo que no era más que el servicio militar obligatorio para los varones de 17 a 40 años de edad y las mujeres lo prestarían de forma voluntaria.[10]​ Los varones que pasaran de los 25 años debían de alistarse en los Batallones de Reserva, que seguían siendo las mismas unidades de las Milicias Populares Sandinistas.

Este es el órgano más controversial del EPS, pues en la práctica los adolescentes de 17 a 25 años eran capturados por las Fuerzas de Prevención de la Policía Sandinista en los colegios públicos, privados y subvencionados, universidades, discotecas, fiestas, calles, etc. Pero también los jóvenes del campo, hijos de pequeños agricultores o peones de las grandes fincas cafetaleras en el norte del país eran eficientemente registrados en las oficinas zonales del SMP. De manera que no quedó muchacho alguno cuya edad fuera de los 17 a los 25 años, que estuviera fuera de este registro. Para este fin se organizaron pequeñas undidades de milicianos conocedores del entorno territorial, a la que le era asignada una área geográfica determinada donde cada día hacían el recorrido para registrar en las listas del la ofincina zonal, a cada muchacho. En ese tiempo aún no se hacía uso de algún carnet o cédula de identidad. Así que varios muchachos fueron emempadronados y hasta reclutados basándose en los criterios que sobre la edad de ellos tenían los coordinadores de las unidades de empadronamiento o de reclutamiento. Esto provocaba que muchos padres de familia corrieran a las oficinas del registro civil a solicitar las respectivas partidas de nacimiento para poder comprobar que sus hijos aun no estaban o sobrepasaban la edad legal para ser reclutados.

El EPS tenía hasta ese momento unos 50,000 efectivos los que con el SMP aumentaron a 149,000.[11]

Esta estructura abortó las expectativas de la contra de alcanzar una victoria a corto plazo, por lo que llevó a cabo una larga guerra de desgaste mediante el sabotaje atacando plantas eléctricas, torres de alta tensión, puentes, bases militares, etc. contando con el respaldo de la política de terrorismo de estado del gobierno ultra-derechista de Ronald Reagan. En 1985, La Contra asumió el nombre de Resistencia Nicaragüense RN.[12]

Pero muchos jóvenes huían a Honduras, Costa Rica y Estados Unidos, generalmente acompañados por sus familiares o a refugiarse en los seminarios de la Iglesia católica, en los colegios, universidades, lugares de trabajo, calles casi sólo se veía a mujeres y era raro ver a jóvenes varones en ellos.[13]

En 1988 estalló el escándalo Irán-Contra o Irangate que era la venta de armas de forma ilegal a Irán para conseguir fondos del narcotráfico de financiación para la Contras, cuando Irán estaba en guerra contra Irak en el conflicto Irán-Irak (1980-1988); ese mismo año fue lanzada por el EPS la ofensiva Operación Danto 88 (llamada así en honor a Germán Pomares Ordóñez, un comandante guerrillero) hacia el departamento de Jinotega, empujando a la RN a territorio hondureño. Esta ofensiva, la perestroika promovida por Mijaíl Gorbachov en la URSS, y las presiones de la Organización de Estados Americanos OEA obligaron al gobierno del Presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra y al FSLN convocar a 21 partidos políticos a un diálogo nacional, en agosto de 1989, y se firmaron los Acuerdos de Managua que contemplaban la celebración de un proceso electoral democrático y la desmovilización de la Contras; poco después los 5 presidentes centroamericanos firmaron los Acuerdos de Esquipulas V, en Guatemala, creando la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación (CIAV), para supervisar el desarme de los 22,000 combatientes activos de la RN.

En ese mismo mes fue creada la coalición Unión Nacional Opositora (UNO) la cual aglutinaba a 14 partidos opuestos al FSLN entre liberales, conservadores, democratacristianos, socialcristianos, socialdemócratas, socialistas y comunistas, que tenía como candidatos a la presidencia y la vicepresidencia a doña Violeta Barrios de Chamorro y Virgilio Godoy Reyes, respectivamente. El 25 de febrero de 1990 se celebraron las elecciones las que dieron la victoria a la UNO con el 54% de los votos, mientras que el FSLN quedó con 40%. 2 días después el 27 de febrero empezaron las negociaciones con la participación del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter, João Clemente Baena Soares (Secretario General de la OEA) y Elliot Richardson, representante del Secretario General de las Naciones Unidas (ONU). Entre otras cosas se acordó la permanencia del general Humberto Ortega Saavedra como comandante en jefe del EPS, la reducción de este y el desarme de la Contra; las negociaciones terminaron el 27 de marzo llamándose Protocolo de Transición, por el cual 8 de los 14 partidos de la UNO se negaron a asistir a la toma de posesión y el 25 de abril Daniel Ortega le entregaba el poder a doña Violeta. La RN terminó de desarmarse el 27 de junio del mismo año en el municipio de El Almendro, departamento de Río San Juan, ante los delegados de la ONU y la OEA.

El mismo día de su toma de posesión doña Violeta Barrios de Chamorro firmó el Decreto Ejecutivo No.4-90, publicado en La Gaceta del 8 de marzo de 1990, el cual suspendió de forma indefinida el Servicio Militar Patriótico (SMP). El Ejército Popular Sandinista empezó un proceso de reducción del número de sus integrantes pasando de 72,000 a 15,000 efectivos en el transcurso de 3 años.

El 2 de septiembre de 1994 el EPS pasó a llamarse Ejército de Nicaragua EN, se despolitizó y el 21 de febrero de 1995 Humberto Ortega le entregó la jefatura del nuevo ejército al general de ejército Joaquín Cuadra Lacayo (el mismo que participó en la toma de la casa del Doctor José María Castillo Quant el 27 de diciembre de 1974); el cual entregó el mando el 21 de febrero de 2000 a general de ejército Javier Carrión McDonough y éste el 21 de febrero de 2005 pasó el bastón de mando al general de ejército Omar Halleslleven, quien luego en febrero de 2010 le paso el mando al general de ejército Julio César Aviles.

El Ejército de Nicaragua celebra su día el 2 de septiembre de cada año en conmemoración a la fecha de fundación del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional EDSN del general Augusto C. Sandino.

Las reformas constitucionales de 1995 cambiaron el nombre del EPS al de Ejército de Nicaragua EN, lo que significa que este ejército no está extinto.




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